Y lo miró detenidamente bajo la luz taciturna del foco a medianoche, y entonces el mundo pareció palidecer ante tan bello hombre. En su mente lo desvistió poco a poco y lo devoró plácidamente, pero no con un amor furtivo de noche fugaz, sino con caricias y besos lentos, con abrazos de noches eternas y palabras al oído cada madrugada. Cuando el bus llegó, ya lo había amado tanto que al subirse a éste y partir, le dolió en el alma la despedida de tan precioso amor, el fin de aquella historia feliz e imposible.
Me ha gustado. El concepto que has plasmado, ha resultado bonito y es un elemento sorprendente al lector, no sé, te ha quedado precioso. Cuantos bellos amores han surgido así y cuantos corazones se han roto de esa forma. Es bonito. Sí. Siempre es un gusto leerte. ¡Un saludo! :)
Dado algo que me pasó ayer, no pude evitar reírme con esto. Qué solos estamos a veces los seres humanos como para llegar a tal punto con un simple extraño, y qué imaginación la que poseemos. Me ha puesto de buen humor, qué lindo y divertido. En fin.