Mensajes ocultos. [GaLe]

Mensajes ocultos.

Me encontraba en el gremio, como de costumbre ya había comenzado una pelea con el idiota traga fuego de Natsu y con el exhibicionista de Gray. Llevaba tres días con esta rutina, ya que no había llegado ningún trabajo interesante. La enana me había dicho de uno, pero no le preste atención, solo con leer el título del trabajo, “mensajes ocultos”, se me hizo aburrido y no quise seguir leyendo.


La común batalla se vio terminada, forzosamente, por el descuido de Natsu, pues había tirado el pastel de Erza, y ella se había puesto peor que un dragón enojado. Me acerque a la mesa en donde estaba Lily y me senté para descansar un poco, busque con la mirada a la enana, pero no logre encontrarla, cerré mis ojos con pesadez, hasta que tuve que abrirlos de golpe por la voz de Mirajane, que nos hablaba a todos para darnos un mensaje.


—Necesitare la ayuda de todos— nos dijo ella con su habitual sonrisa— en tres días será el día de San Valentín y quiero que todo sea perfecto este año— hizo una pausa y soltó un suspiro— pueden hacerlo en parejas para que el trabajo sea más fácil.


No sé por qué, pero cuando Mirajane dijo que hiciéramos el trabajo en parejas, la imagen de la enana se vino a mi mente. La busque con la mirada entre la multitud, pero no logre encontrarla, voltee a ver a Lily y el alzo sus hombros.


—Seguro se ha ido a un trabajo con su equipo— le dije a mi Exceed.

—¿Jet y Droy?— preguntó alzando una ceja— Ellos se encuentran ahí— señaló en dirección de los dos magos mencionados.


Yo lo mire dudoso y comencé a caminar hacia la barra para preguntarle a Mirajane si sabía algo de Levy, pero al llegar ella no estaba. Mire en varias direcciones, hasta que pude ver a Lucy discutiendo con Natsu y Happy, me acerque rápidamente a ella.


—¿Has visto a Levy?—le pregunté al llegar a su lado, ella me miró con una sonrisa pícara y me apresure a explicarle— Quiero que sea mi pareja para las tareas que nos ha dado Mirajane.

— No, no la he visto— comenzó a decirme, sin dejar de verme con una sonrisa— pero si se dónde está— hizo una pausa, yo la mire dudoso y ella continuó— Se ha ido a un trabajo, regresará en unas semanas— yo la mire con sorpresa y ella saco un sobre, que me puso en la mano— dijo que te la diera si preguntabas por ella.


Yo miré el sobre atentamente y lo abrí con un poco de rapidez, pude sentir las penetrantes miradas de mis amigos, pero no les tome importancia y comencé a leer la carta.


“Gajeel:

Si estás leyendo esta carta es porque eres un idiota, que nunca presta atención a lo que digo y se te ha olvidado que me iba a un trabajo, al cual no quisiste ir.

La verdad no creo que vayas a leer esto, no te darás cuenta de que no estoy en el gremio y cuando lo hagas, yo estaré entrando por la puerta del gremio avisando mi regreso.

Me hubiera gustado que vinieras conmigo, pues quería pasar San Valentín contigo, ya sabes el día de la amistad, pero aun así te deseo que pases el mejor día del amor y la amistad.

Con cariño. Levy McGarden”


Terminé de leer la carta y apreté el sobre, sintiendo que había algo dentro de él, saque el objeto duro que tenía en su interior y mi cara comenzó a ponerse caliente. Dentro del sobre había una pequeña placa de metal con mi nombre grabado en ella. Me puse el regalo de la enana en el cuello.


— Deberías ver tu cara— Salamander comenzó a burlarse— estás más rojo que un tomate.


Yo lo fulmine con la mirada y otra habitual pelea comenzó.


Toda la noche estuve tocando la placa, pensando en que era lo que en verdad había querido decir Levy, pero sinceramente mi mente solo llegaba a conclusiones imposibles. La enana y yo éramos buenos compañeros y amigos, y siempre sería así.


Al día siguiente fui al mercado de Magnolia, le compre un pequeño regalo y una tarjeta de amistad. Regresé al gremio y todo era un gran desastre, volaban cosas por todos lados. Evite que un florero me golpeara y caminé hacia la barra para hablar con Mirajane.


— Oh hola Gajeel— me dijo al verme llegar— ¿puedo ayudarte en algo?

— ¿Cuándo viene el cartero? — le pregunté sacando las cosas que compré para la enana— Quiero mandarle esto a Levy.

— Etto… El cartero vendrá en una semana— comenzó a decirme de manera pensativa— pero puedes llevárselo tú— yo la mire con sorpresa, a lo que ella continuó— puedo darte la dirección y llevarle el regalo.


El gremio se había quedado en completo silencio, escuchando la plática que tenía con Mirajane.


—Pero no he terminado con el trabajo que me asignaste— trate de justificarme.

— No te preocupes por eso— Erza colocó su mano en mi hombro y sonrió— Natsu y Gray harán tu parte.

— ¿¡Qué!?— preguntaron los dos al mismo tiempo.

— No habrá ningún problema ¿Verdad?— preguntó Erza con un aura oscura rodeándola.

— ¡Aye!— ambos salieron corriendo.

— Esta bien— dije dando un suspiro.


Mirajane me entrego una hoja con la dirección y salí del gremio para comenzar el viaje.


Después de dos días caminando, llegué al pequeño pueblo en donde estaba Levy, busque la casa en donde estaba trabajando, pero al llegar me dijeron que en ese momento no se encontraba ahí, que estaba en un parque a unos minutos de distancia. Al encontrar el parque pude verla a la distancia, sentada en una banca y comiendo un helado.


Pensaba acercarme a ella para entregarle sus regalos, pero algo evitaba que yo pudiera hacerlo. Realmente hubiera preferido que el cartero llevara el paquete, pues no quería acercarme a la enana y darle el regalo. En ese momento un niño de unos doce años de edad pasó corriendo y lo detuve.


—Niño te doy 20 Jewels si le das esto a esa chica de ahí— le dije señalando a la enana— la de cabello azul.


El niño me miro dudoso, pero asintió, tomando el dinero y el paquete, y saliendo en dirección de Levy. Yo me acerque un poco más y me escondí para poder ver mejor y escuchar lo que decían.


— Muchas gracias— dijo la enana al recibir el paquete.


Ella abrió el regalo y sonrió, volteando a ver el cielo. Saco el separador de libros que le había comprado, abrió la tarjeta y comenzó la leyó en voz alta.


—Feliz día de la amistad— soltó un largo suspiro y agacho la cabeza— Estúpido Gajeel, para ti siempre seré tu indefensa amiga y compañera— su voz era triste— aunque para mí es diferente.


Yo me quedé pensativo en las últimas palabras que dijo y algo embono con su carta, ella quería pasar San Valentín conmigo. Levy se disponía a irse del parque y por un impulso de mi cuerpo, corrí hacia ella y la tome de la muñeca, ella volteó, me vio con los ojos abiertos como platos y moviendo su boca como si quisiera decir algo, pero no salía ninguna palabra. Yo también intentaba decir algo, pero no sabía cómo, ni porque, así que la jale con un poco de fuerza hacia mí y la abrace. Al principio ella estaba tensa, pero después paso sus pequeñas manos por detrás de mi espalda y me regreso el abrazo, haciendo que un escalofrío cruzara por mi espalda.


— Yo también quería estar hoy contigo— le dije aun sin separarme y recordando que hoy era San Valentín— tu carta tenía el mensaje oculto— Te… Te quiero Enana— le dije dudando un poco.


Ella no dijo nada, pero pude escuchar como su corazón se aceleraba. Me separe un poco de ella y le di un beso en la mejilla. Para mí ella era más que una indefensa amiga y compañera. Ella se separó un poco de mí y me vio directamente a los ojos, su cara estaba empapada en lágrimas y su boca formaba una perfecta sonrisa.


— Yo también te quiero, Gajeel— me dijo y regreso a la posición en la que antes estábamos