Después de una dura batalla con un demonio, Sango, Miroku, Inuyasha, Kagome y Shippo se encontraban recuperando fuerzas en la aldea. Todos estaban heridos, pero quien resultó más afectado fue Inuyasha. Él se encontraba inconsciente recostado en la cabaña de la anciana Kaede mientras Kagome le ponía medicina y unas vendas alrededor del torso. Kagome también tenía una herida severa en el vientre pero en ése momento quién más importaba era Inuyasha. Sango y Miroku se ayudaron mutuamente a curarse las heridas y se encontraban dormidos junto con Kirara y Shippo pero para Kagome era imposible si quiera pensar en dormir. Inuyasha se encontraba gravemente herido y nadie mejor que ella para curarlo. Durante la noche Inuyasha tuvo fiebre y Kagome se encargó de estarle cambiando las toallas húmedas en la frente para bajarla. Cuando los primeros rayos de sol asomaron, Kagome preparó un poco de la sopa instantánea favorita de Inuyasha y cuando entró a la cabaña él despertó. -K...Kagome.-Dijo casi inaudible -Shhh, Inuyasha, no hables aún estás muy débil.-Dijo sentándose al lado de él -Estoy bien.-Dijo sentándose con cuidado -Si claro. Sí que te dieron una buena paliza ésta vez Inuyasha. -Tonta…sabes que Kagome lo interrumpió -Ya Inuyasha, lo que importa es que te recuperes y para eso necesito que comas algo. -No tengo hambre.-Dijo volteando la cara -Pues eso no me importa, así que mejor date prisa porque la sopa se va a enfriar y no te va a gustar, oh y no pienso volver a calentarla así esté congelada te la vas a comer. Inuyasha no tuvo tiempo de protestar ya que Kagome le estaba dando de comer en la boca, lo que hizo sonrojar un poco al hanyou, pero le gustaba, le gustaban los cuidados especiales de Kagome hacia él. Con cada bocado se iba convenciendo más y más que ése tipo de mimos habitualmente no le irían nada mal. Una vez que terminó de comer, Kagome le retiro las vendas con mucho cuidado y después tomó un poco de alcohol para limpiar nuevamente la herida. -AHHHH! Kagome eso duele -Cállate Inuyasha ya casi termino. Con un algodón retiró suavemente el alcohol y puso medicina y vendas nuevas. Después noto que tenía una ligera herida en la frente y colocó pomada y una vendita para después depositar un beso en ella. Inuyasha sintió cómo automáticamente le subía la sangre a las mejillas y su corazón parecía que podía salirse de su pecho en cualquier momento. -Gracias. Fue lo único que pudo pronunciar el sonrojado medio demonio. Kagome le dirigió una sonrisa para después levantarse pero al hacerlo, sintió mucho dolor en su herida y con una mano tomó su vientre. -Kagome ¿te encuentras bien? -No es nada.-dijo cayendo sobre sus rodillas. Inuyasha inmediatamente la sostuvo y la acunó sobre su regazo. -Idiota, déjame ver que te pasó. Dicho esto levantó su blusa con cuidado haciendo que la piel de Kagome se erizara al sentir el roce de sus manos. Inuyasha repitió el proceso que ella había hecho y una vez terminó de colocar la venda, bajó nuevamente su blusa acariciándola suavemente. Aprovechó el tenerla así, entre sus brazos unos momentos más y mientras tanto, contemplaba ésos cabellos color azabache brillantes y sedosos, sus finos y apetecibles labios, su piel como la de la porcelana y también aprovechó para poder embriagarse con su olor…ése dulce y característico aroma que tanto lo volvía loco. Kagome se perdió en esos ojos dorados que tanto amaba contemplar y que sentía derretirse al mirarlos. Inuyasha no era muy bueno expresándose pero ella lo amaba y en esos momentos, sus ojos parecían decir que le correspondía, que le pertenecía en cuerpo y alma a ésa frágil humana. Poco a poco sus rostros fueron acercándose hasta que sus respiraciones se juntaron y la tentación era tanta que no tuvieron más opción que derribar ésa invisible barrera que ahora los separaba. Sus bocas se movían al compás del otro en una hermosa danza que parecía previamente coreografiada y ensayada. Se necesitaban el uno al otro, sus cuerpos encajaban como dos piezas de rompecabezas, todo parecía irreal. Y ése momento fue perfecto y de pronto ya nada importaba, ya no había nada más. Ni heridas, ni dolor, ni pasado ni nada… sólo ellos dos. Dándose cuenta cómo sus almas ya se habían besado miles de veces antes de saborear los labios del otro con lo que decían sus ojos.
¿Entonces al final tuvieron sexo? oh, bueno. Pienso que lo de curar las heridas fue solo un puente para llegar hasta ese punto, y aun no puedo imaginar como es que lo hicieron si estaban tan malheridos. Inuyasha no podía ni levantarse, ay dioh mioh. Bueno, pues no tengo demasiado que comentar, pues el fic solo fue sobre como Kagome lo cuidó y curó de sus heridas hasta que al final Inuyasha despertó se dió la ocasión y pues al final terminó en eso.. Para mi fue demasiado corto y las emociones que debieron estar a flor de piel pues no fueron transmitidas...Creo que eso es mas por la narración, tampoco digo que debiste haberle metido palabras bonitas o algo así, pues no es eso. Sino que todo se dió muy rapido, tanto que al final algo que debió haberse visto precioso resultó ser algo además de predecible pues... me da la impresión de que solo quisiste una excusa para que todo terminara en eso. Mirando el aspecto técnico pues está el detalle de que usaste guión corto en lugar del guión largo para los diálogos (—), sin embargo no encontré casi ningun error de ortografía mas que una tilde que no debería estar allí y otras ausentes. Pero no fue casi nada, así que no hay mucho problema con eso. Algo que si noté es esto: Recuerda que se tiene que abrir y cerrar la exclamación (¡!), pon ambos signos, y ya no escribas en mayúscula. Eso sería todo, espero que sigas escribiendo por aquí n.n, saludos.
