Actividad: Días de abecedario E Escúchalo Mi cuerpo se desploma, la tierra se mueve y mi vista borrosa se vuelve. El suelo me recibe con los brazos abiertos. Cierro los ojos y cuando los abro veo que te acercas. Sé que me llamas pero comienzo a escuchar tu voz a lo lejos y sé que irremediablemente se acerca el adiós. Me tomas entre tus brazos y llueve sobre mi rostro. Pides ayuda pero es demasiado tarde. Mi corazón ha caducado. Acaricio tu rostro por última vez y te sonrío con tristeza. Pongo mi mano sobre tu pecho y te miro a los ojos, se que sin palabras entenderás lo que te pido. ¡Escúchalo! ¿Eres capaz de oírlo? El agua cae pero él aún sigue latiendo y mientras tu corazón siga viviendo yo seguiré existiendo…
Owww, qué lamentable cuando se pierde así a la persona querida, pero su último pensamiento es verdad. Seguirá existiendo en su memoria. Su recuerdo estará ahí hasta que ese otro corazón expire, porque una persona amada aunque ya no esté y no vuelva a verse más, vive en las remembranzas de aquellos que deja atrás, en especial los más allegados. Bonito, aunque triste.
Ha sido triste, pero me ha gustado. Supongo que aquí cabe decir aquello de que el cariño y amor sincero perdura y trasciende incluso por encima de límites que somos incapaces de entender, como la muerte o la distancia. Siempre es interesante ver cómo somos capaces de darle un matiz menos trágico a la muerte y me ha gustado el tuyo; aunque ciertamente ha sido triste, lo veo dentro de todo esperanzador. La muerte es un estado de la mente, mientras aquellos que perdimos permanezcan vivos en nuestra alma, la separación física no se hace tan dolorosa.