El hielo se derrite.

El hielo se derrite.


Me encontraba en un lugar oscuro y frió, más frió que el mismo hielo, todo era tan solitario ahí, me sentía extraño, como si algo me faltara, sentía que olvidaba algo muy importante, pero no lograba recordar que era.


Comencé a caminar por ese lugar con la esperanza de encontrar alguna respuesta, pero nada apareció, después de unos minutos caminando lo único que veía era esa oscuridad tan abrumadora y deprimente, opté por sentarme a pensar y tratar de recordar que era lo último que recordaba.


—¡Ya lo tengo!— exclamé golpeando mis manos.


Cerré mis ojos y trate de recordar con mayor lucidez lo último que había sucedido en mi vida. Me costó un poco de trabajo hacer que las imágenes tan borrosas tomaran una imagen más claras, pero cuando por fin lo conseguí abrí los ojos de golpe por ese recuerdo.


Me encontraba peleando en la batalla contra Rogue del futuro, salve a Juvia y Meredy, junto con Lyon, de pronto apareció uno de esos pequeños dragones y me atravesó, matándome.


Después de pasar ese recuerdo dentro de mi mente, como una película, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y sentía un dolor punzante en el pecho, algo que no podía matarme pero si me lastimaba mucho.


—Ahora que sabes que estás muerto— comenzó a decir una voz ronca desde la oscuridad— te concederé el privilegio de despedirte de tus seres queridos.


Yo no respondí nada, pues mi voz no quería salir, pero agradecía que me concedieran esa última cosa, no sabía cuánto tiempo llevaba muerto o si alguien más había muerto en esa horrible batalla.


—Ahora Gray— volvió a hablar esa voz— tendrás poco tiempo, no los desperdicies.


Dicho esto, una luz cegadora apareció a unos cuantos pasos de mí, yo tome una larga bocanada de aire y comencé a caminar en su dirección, podía escuchar una voz hablando y sentir el ambiente melancólico.


Al salir de aquella luz pude ver a todos mis amigos sentados, vestidos de negro y con el alma caída. Empecé a caminar por en medio de las sillas y me dirige a la parte de enfrente en donde se encontraba el maestro con lágrimas cayendo por sus mejillas.


—Hoy honraremos a tres miembros de Fairy Tail— dijo con voz quebrada-- Macao Conbolt, Droy y Gray Fullbuster…


Al escuchar la mención de mi nombre sentí un golpe en el estómago y mis ojos no pudieron contener las lágrimas, estaba frente a todos y nadie notaba mi presencia, quería decirles que me encontraba bien, pero por más que intentaba hablar nadie me escuchaba.


—Tres magos— comenzó a decir de nuevo el maestro— que murieron honradamente, protegiendo a sus seres queridos.


Todos estaban ahí, llorando por la perdida. Lucy se levantó y se acercó a mi tumba, acariciándola y dejando una flor blanca, tan blanca como la nieve, se quedó parada con la mirada perdida, Juvia se acercó a ella y también puso una flor sobre mi tumba.


—Aunque Lucy era mi rival de amor Juvia entiende lo que siente-- dijo Juvia que también tenía la voz quebrada y lágrimas corriendo por sus mejillas— Juvia lo extrañara Gray-sama.


Yo no pude contenerme y me acerque a mis dos amigas, que estaban frente a mi tumba, pasando mis manos por sus mejillas tratando de secarlas, Lucy y Juvia abrieron los ojos como platos y cesaron su llanto, dejándome un poco sorprendido, pero alegre al mismo tiempo.


Decidí acercarme a todos los que lloraban y hacerles saber que estaba ahí, que me encontraba bien y que siempre estaría con ellos, me acerque a Mirajane, roce su mejilla y tuve el mismo resultado que con Lucy y Juvia, continué con todos los demás hasta que llegue a donde se encontraban Erza y Natsu, los cuales se veían serios y con los ojos hinchados.

—Estúpido Exhibicionista— dijo Natsu como si supiera que estaba ahí— no tenías que morir, yo tenía que haber estado ahí para ayudarte.


Natsu comenzó a soltar algunas lágrimas y tomó la mano de Erza con fuerza, ella también comenzó a llorar y todos esos recuerdos de cuando éramos niños regresaron a mi mente, haciendo que una pequeña sonrisa apareciera.


Tome un hombro de ambos con cada una de mis manos y ellos voltearon a verse simultáneamente, di un largo suspiro para poder hablar y me aclare la garganta.


—Tienen que vivir y luchar fuertemente— les comencé a decir de manera seria— por mí, por ustedes, por Fairy Tail y por todos sus seres queridos. Tienen que ser fuertes y sonreír, yo siempre estaré con Fairy Tail.


Al terminar de decir esto mis lágrimas mojaban mis mejillas de nuevo, Natsu se levantó enérgicamente y alzo su brazo derecho, con el puño en alto y formando una “L” con su dedo pulgar e índice.


—Te lo prometo Gray— dijo sonriendo— seremos fuertes.


Yo volví a sonreír y seque mis lágrimas, no por nada era mi mejor amigo, aunque nunca se lo haya dicho con palabras, él lo sabía y por eso me había logrado escuchar.


Todos los miembros del gremio voltearon a verlo, sonrieron y se levantaron igual que él, haciendo la misma seña con su mano. Ya no tenía nada que hacer ahí.


—Ya estoy listo— dije dando una última mirada a todos.


La luz blanca, que anteriormente me había llevado a Fairy Tail, volvió a aparecer y camine hacia ella, pero ahora de manera diferente, ya no sentía tristeza ahora era tranquilidad, serenidad y paz, por saber que todos estarían bien.