Ai Kotoba. Es nuestro primer día como pareja, ¿que podemos hacer? Era un día muy lluvioso, yo y Miku nos quedabamos adentro de casa, obvio, pero no había nada bueno que hacer. No daban nada bueno en la televisión, más la señal era pésima, los juegos de mesa eran aburridos y llegó un momento en el que se fue la señal y no pudimos jugar ni siquiera videojuegos. Nos sentamos los dos en el sofá muy aburridos hasta que Miku colocó su mano encima de la mía mientras me sonreía con un sonrojo. También sonreí y luego ya que supone que eramos "pareja" por ahora, decidímos jugar el famoso juego de los Pockys. Ella tomó uno y lo puso una esquina en su boca mientras temblaba con un fuerte sonrojo mirándome. Luego, yo tomé el otro lado y lo puse en mi boca. Entonces el juego empezó. Justo cuando estabamos en el momento "intenso", se le cayó de la boca. Entonces, ella sólo se tapo la cara muy avergonzada. Para animarla un poco acaricié su cabello y luego ella levantó la cabeza y sonrió. Al parecer, justo en ese momento acabó la lluvia y salimos. El sol salió lentamente y la nubes le dieron paso mientras se secaban los charcos. Me monté en la bicicleta de ella y le avisé que iba buscar algo de comer. Ella sonrió y volvió a entrar a casa. Mientras me alejaba en la bicicleta, llegué a encontrar un pequeño papelito guardado. Tenía unas cuantas frases de amor que incluso rimaban. Qué romántica la Miku. Volví a poner el papelito donde estaba e hice como si no hubiera visto nada. Al terminar de comprar todo regresé y la encontré tirada en el sillón dormida. Acomodé todo lo que trajé y me senté en el piso a ver un poco de televisión. Hasta que alguien en su celular marcó. Claro, era su amigo Kaito, no hay ningún problema. Contesté con un simple "Hola" y me sorprendí con su respuesta. —Len, amigo, voy a hablar un rato con Miku. Realmente dudé aquella respuesta pero no había de que preocuparme. —Está dormida. —respondí mientras dejaba un suspiro. Corté la llamada y inmediatamente levanté a Miku. Pero ella, no despertaba, si que estaba dormida, pero obvio no está muerta si roncaba, y mucho. Me acosté en mi cama y tomé mi celular. ¡¿12 llamadas perdidas de Miku?! Me entraron los nervios entonces. ¿Será que para vengarse me engaña con Kaito? ¿Será que iba a hablar con Kaito para que me diera una paliza? Muchas preguntas revoloteaban en mi pobre cabeza. Pero, otra muy buena amiga de Miku es... ¿Rin? Pero ella no habla muy seguido con ella. ¿Meiko? Casi nunca habla con ella. ¿Luka? Cada día habla con ella. Llamé a Luka y con nervios no dije ni "Hola" ni nada simplemente empecé con un: —¿Qué te dijo Miku? —pregunté muy nervioso mientras temblaba. —Etto, Miku no me ha llamado hoy. —en ese momento recordé, Miku siempre llama a Luka a estas horas, y sino, es porque quería descansar de algo o... Calmarse de algún problema. Alguien tocó mi puerta en ese momento, corté la llamada y abrí la puerta con incluso los ojos cerrados y sudando. —Len-kun. —salió suavemente de su boca como si no hubiera pasado nada. Aún así, no podía hablar quizá sólo aparentaba no estar molesta. — ¿Sí? —seguí con los ojos cerrados y empecé a tartamudear. —Len-kun, si tienes miedo a que esté enojada de lo de las llamadas. No pasa nada. —respondió mientras acariciaba mi cabeza como yo había hecho mientras jugabamos Pocky. —Uh, bien. —abrí los ojos y miré su tierna y linda sonrisa. Luego ella sólo salió, sólo quería saber si tenía miedo. Bueno, era mucho mejor. Me tiré a mi cama aliviado hasta que escuché una conversación afuera. —Kaito-sama, ¿cuando nos volveremos a ver? Me levanté preocupado y me asomé en la puerta. La cara de Miku se veía muy... malébola. Ella sonreía, se sonrojaba, reía, incluso llegué a escuchar varias veces "amor". Tenía que salir a averiguar... Contenido oculto Nota del autor: Quién sea que lea, muchas gracias, y bueno, si puedo, mañana continúo, ¡Chau! ------ Al salir a investigar que pasaba, al parecer Miku me notó, me di cuenta porque dio un saltito, la chica no se volteó pero estaba temblando y apretando su celular hasta dañarlo. Al voltearse tenía una linda y tierna sonrisa, pero su voz sonaba muy... grave. —¿Pasa algo? Len... —al decir Len su voz sonó muchísimo más grave pero al parecer seguía sonríendo. Yo sólo le hice una señal de "no" y seguí hacia delante tratando de no mirarla. Pero, ¡Diablos! Volteé y... ¡¿No estaba?! Sólo di cómo dos pasos. Al voltear a adelante caí al piso y casi no respiraba. Estaba justo enfrente mío. —Leeen, voy a comprar algo, ¿me acompañas? —seguramente sólo iba a comprar ropa pero si le decía que no ella me obligaba a ir. No pude hablar en ese momento, casi me da un paro, sólo me fui a lavar la cara y cuando salí... Ya tenía una ropa totalmente diferente. Realmente me estaba empezando a dar miedo. Entonces salímos y tratamos de llegar lo más rápido posible. Al llegar, que buena suerte, nos encontramos a quién más que Kaito. Empezaron a charlar, yo simplemente esperaba. Luego llegó Luka, luego Meiko, luego incluso mi hermana, hasta que llegaron todos. Mientras ellos charlaban y nadie notó que esraba aquí. Me fui de una vez. Cuando volteé con miedo... No había nadie, suerte. Tomé un taxi y llegué rápido de vuelta a casa. Contenido oculto Ahora habla Miku :). Cuando terminamos todos de hablar estaba apunto de llamar a Len pero, ¿no estaba? No, todo menos eso. Busqué por todos lados y aún así no encontré a ese chico. No tuve otra opción, volver a casa caminando, pero ahora me comía la mala suerte, empezó a llover. ¿Será porque estaba actuando extraño con él? Pues, lo siento. Y además, lo dejé ahí tirado, debe estar triste. Al llegar a casa, Len... ¿no estaba? En cuanto eso. Dejó un pequeño papelito en la puerta. Mi boca quedó abierta a leer aquél cosa. —Diablos, Len, no seas malo. —me apresuré a su cuarto donde estaba tirado en su cama. —Pero, tú fuiste la que era mala conmigo. —infló sus mejillas y miró a otro lado. — ¡Por eso! Vine a decirte que lo siento. —me salieron unas cuantas lagrimas de mi cara. — ¿Acaso crees que me vas a engañar con tus lagrimas falsas? —se levantó de su cama y salió muy molesto. Jum, pues ahora si que está molesto. Debo arreglar esto. —Oye, podemos arreglar las cosas... —¿Sabes? No llevamos ni un día y me pareces fastidiosa. Porque no te quedaste con Kaito. —dijo de una manera mucho más molesto. —Pues, es porque Len, Kaito fue mi novio hace poco. ¿Ya? ¿Me entiendes? Pero bueno, acabamos de empezar. ¿Te parezco molesta? ¡Bien! —su enojo se pasó a mí y salí por esa puerta, ahora si me arrepiento... Bien, quizá pueda ir con Luka ¿no? Porque si le pido a Kaito, se pone peor que Len y me tira por una ventana. Fui adónde Luka y al parecer después de discutir aquél problema, ¡no duramos ni un día! La cara de sorprendida de Luka. Aveces quisiera ser tan calmada, linda, tierna, como ella. Pero no, soy un monstruo, feo, exigente, tonto. —Bien, dejaré que te quedes conmigo. Pero también tendrás que trabajar. —sonrió y se acercó a mí con una sonrisa. —¿De qué trabajarás? —preguntó muy amable. —Pues, tú cantas, y... Yo quisiera cantar también. —Aww, ¡eres una ternura! —me respondió acariciando me cabello. —Pues, hagamos una prueba. Canta. Viene el momento, cuál canción elijo... ¿Cuál? Hasta que... Stardust Utopia estaría bien, ¿no? Empecé con la primera estrofa y sonaba cómo una gallina con veneno en la garganta. —Pues, te salió un poquillo bien. —sonrió mientras se rascaba la cabeza. —Sé que sonó horrible. —contesté de una manera muy seca con la cabeza abajo. Entonces praticamos y practicamos varias veces, pero por una razón nada me quitaba a Len de la cabeza. No me imagino cómo está.
