Long-fic ¿quiero ir a mi realidad?

Capitulo 1: mi vida

Me llamo Rosy, soy lo que dicen una muchacha cambiante. Con los que no me interesan soy muy seria y fría, con los maestros soy cortés y madura, con mis amigas puedo llegar a ser leal, protectora e incluso puedo actuar como hermana mayor y con mi familia no soy indiferente pero no actuó como cuando estoy con mis amigas.

Tengo dos amigas.

Esthefany, mi mejor amiga, que es de piel color crema, ojos castaños muy claros y cabello café claro, es tímida y muy acomplejada con su peso pero es dulce y buena amiga. Es mi primera amiga verdadera y se lo repito a cada oportunidad que tengo.

Y Kenia, otra buena amiga, es de piel trigueña, ojos oscuros y cabello castaño, es extrovertida y la “hermanita menor” de las tres aunque es más alta que Esthefany y yo.

Soy algo diferente en la escuela, no por ser seria ni por no ser popular, sino porque soy otaku y en mi colegio solo hay aproximadamente 5 o 6 otakus sin contarme a mí y a mi profesor. Si, leyeron bien mi profesor de matemática es otaku.

Cuando lo supe me sorprendí, pero lo disimulé bien. Recuerdo que casi siempre hablábamos en los recreos y una vez me comento que ese mismo día salía el manga nuevo de Naruto y no pude aguantar y exclamé: ¡Kawaii!

Unos dos segundos después de eso recuperé la compostura y miré disimuladamente pasé mi mirada alrededor para ver si alguien además de él me había escuchado.

Y si. Aunque fue solo mi profesor de ética y moral, que sonrió al ver a la alumna más seria de el lugar actuando de manera extrovertida.

Mi familia no lo aprueba, pero jamás lograran cambiar como soy.

Con Esthefany hablo sobre anime de vez en cuando, pero intento no hablar demasiado del tema con ella. Hace tiempo que intente que viera anime, pero solo ve telenovelas y películas. Con Kenia perdí esperanzas pues le gusta demasiado la música vulgar que yo no apruebo.

Bueno de todos modos, que ellas no miren anime no significa que no podemos ser amigas, después de todo ya teníamos personalidades distintas al conocernos.

De las que si yo no fuera tolerante con ellas las golpearía son las tontas de Cesia y Jennifer, son desesperantes en todos los ámbitos, casi pierdo la compostura cuando Cesia llamo Les not a Death note. Y desde ese día el solo hecho de que me hablen hace que la sangre me hierva.

Hoy Kenia y Esthefany estarán en mi casa, para “hacer un trabajo”, aunque la mayoría de veces terminamos rápido y nos ponemos a hacer lo que queramos, la gran ventaja es que mi familia no estará hasta las 9:00 de la noche.

Tengo todo preparado, en una ventana de la computadora tengo el trabajo y en otras cuatro ventanas continuas tengo un capitulo que me fascina de cada anime, los cuales son: Inuyasha, Death Note, Hetalia y Mirai Niki.

Llaman al portón y supe que son ellas por sus voces, me levantó de mi silla y corro a abrirles.

Notas del capitulo

En los siguientes capítulos abran spoilers, si no quieren que les arruine nada absténganse a verlos a menos que terminen de ver las series mencionadas o al menos de la serie mencionada en el capitulo.

 

Capitulo 2 : La visita inesperada

Corrí para abrir la puerta con las llaves en la mano y si no fuera porque las tenía muy bien agarradas se me hubieran caído, pensé que mis ojos me estaban engañando, pero no fue así… ¿Qué hacia l aquí?

—Hola, Daisuki—me dijo sonriendo

Si no fuera por mi piel color canela y que estábamos de lejos se hubiera notado el sonrojo, que de un momento a otro se disipó al recordar que solo era el apodo que me había puesto meses atrás.

— ¡Rápido, Rosy! —me gritó Kenia.

El grito me sacó de mis pensamientos en un instante, simplemente nada como los gritos de Kenia para hacerme entrar en razón. Rápidamente fui a abrir el portón con la llave y espere a que los tres entraran.

—Pasen adelante, la computadora está en la sala — avisé

Recuerdo la época donde me había enamorado perdidamente de Dilan, era el tipo de chico que muchas esperan tener. Alto, de tez blanca, cabello y ojos negros y una linda sonrisa.

No solo es lindo sino que es también otaku, por tanto, nada sería aburrido. Pero había un problema, es dos años mayor que yo y eso hizo que mis esperanzas cayeran al suelo.

Desde hace un tiempo dejé de hablar con él, puesto que hacía que me ilusionara con frases como “las otras chicas son inmaduras, pero tú no eres como ellas”. Cuando decía esa frase me hacía sentir en las nubes.

—Daisuki, me encontré a tus amigas en el camino y me ofrecí a ayudarlas con el trabajo — me dijo sonriendo

¡Uf! Si mi abuela estuviera aquí lo hubiera despedido enseguida, no aprobaba mucho a las chicas que digamos, pero si es un chico hablándome con tanta facilidad lo hubiera mandado a freír espárragos.

— ¿Qué piensas? — me pregunto mientras ambos caminábamos hacia las chicas que ya se habían instalado.


— Si, está muy bien. Gracias


Se adelantó, y se sentó en la silla en frente de la computadora, un minuto después me miró y sonrió, le brindé una sonrisa nerviosa.

— La pasión por el anime nunca se detiene, eso es bueno — me dijo con cierto brillo en sus ojos.

—Emm… ¿c-comenzamos ya? — pregunto Esthefany.


—Por supuesto… miren lo que pueden hacer es…

Doce minutos más tarde

Ya habíamos terminado, Dilan nos había sido de mucha utilidad y le agradecí por eso, de pronto cerró la pagina del trabajo y se puso en la pagina del capítulo de Inuyasha : los restos de Kikyo.

La sangre me hirvió, apreté los puños con fuerza. Kikyo era mi personaje favorito de la serie, pero el que Dilan la viera me provocaba enojo.

“todo lo que se ve en versión anime se ve mejor… si pudiera hasta me casaría con alguien que se pareciera a… Kikyo”

Tenía a varias chicas de su salón locas por él y mi verdadera competencia era Kikyo. Desde el día en el que dijo esa frase supe que ya no tenía ni la más remota oportunidad con Dilan. Hablo de que Kikyo y yo somos muy parecidas emocionalmente, pero físicamente éramos agua y aceite. Kikyo era de tez pálida y yo de tez canela, ella era de cabello liso, negro y largo y yo de cabello café, corto y rizado.

Nunca tuve la mas mínima oportunidad.

De repente todo se volvió negro y no supe a qué hora desperté… ni en donde estaba.

Notas del capitulo

Me quedó algo corto, pero fue por la inspiración. Espero que les guste y que comenten. Antes de nada cambie el nombre de el chico... porque no quiero que nadie me descubra

 

Capitulo 3: ¿Qué sucedió ahora?

No estaba segura de donde me encontraba, pero se sentía tan agradable y fresco…un momento… ¿agradable y fresco?, no puede ser eso posible, estamos en Honduras y en una de las épocas del año más calurosas ¿Cómo puede estar así de fresco?.

Abro un poco mis ojos y contemplo la esplendida luz del día. Siento como la tela suave de mi ropa me envuelve, no de manera sofocante, sino de manera cálida pero muy agradable. No entiendo ¿luz del día? Era de noche cuando caí inconsciente, ¿me habré desmayado? No, nunca lo había experimentado.

Salgo de mis pensamientos cuando noto que estoy recostada en césped, miro a mi alrededor esto era una pradera. No lo comprendo pero hay algo que no me gusta de todo esto, pongo atención en lo que llevo puesto…un kimono negro, sobre el tengo una armadura con púas y un obi de color azul marino en la cintura. Esto debe ser un sueño, uno en los que sueño estar dentro de un anime, no hay otra explicación lógica.

El paisaje me es algo familiar ahora. Por supuesto, este es el paisaje en donde se desarrollaba la mayor parte de la serie de Inuyasha, y el traje… ¡Es parecido al de Sesshomaru! Solo que en versión femenina y en un color distinto. Si esto es un sueño, pues ojala no despierte en mucho tiempo.

— ¿Por qué estoy vestida como él? ¿Será por ser kuudere al igual que él? — pienso en voz alta


Pienso un poco, mientras examino mi ropa, en el obi efectivamente estoy portando una espada muy parecida a tokiyin. Aun en un sueño todo esto es demasiado real, la brisa en mi cara, la luz del sol, la belleza del paisaje, es como el mejor de los sueños que he tenido hasta ahora.


— ¡¿Daisuki?!... ¡¿Rosy?!


Esa voz es demasiado familiar, me doy vuelta lentamente… ¿Dilan está aquí también?


Corre algo presuroso hacia mí, empiezo a fijarme la ropa que tiene puesta y vaya que esa si es idéntica a la del monje Miroku. No es que Dilan sea pervertido… bueno si lo es, pero no es para tanto.


Claro, siempre rodeado de muchas chicas, dejándose manosear de ellas, viendo animes no muy apropiados… mejor no sigo porque me molestare mucho.


—Daisuki, ¿Qué nos sucedió? — me pregunta con la respiración entrecortada, tal parece que estuvo corriendo mucho


Ahora si estoy confundida, si esto no es un sueño ¿estamos de verdad atrapados en un anime?... No, aunque me encantaría que así fuera no es para nada lógico... o al menos eso creo.


—Pues, si tu no lo sabes ¿Cómo lo sabré yo? —respondo de manera algo tranquila


— ¡¿Tu sabes que estamos en…?!


—Inuyasha— le interrumpo— tal vez no he visto tantas series como tu pero ten por seguro que si estoy consciente de esto… ¿qué crees que sucedió?


—No lo sé… pero no me estoy quejando de nada, ¡Vaya! Te pareces a Sesshomaru-sama


Al terminar de decir esto empezó a reírse, no entiendo su personalidad, me cuesta demasiado entender porque se ríe y es por eso que decido preguntarle de manera directa


— ¿De qué te ríes? — le pregunto confusa


— Es que yo te imaginaba mas como Kikyo que como Sesshomaru-sama — me sonrojo al escuchar eso porque a él le gusta Kikyo— es curioso… el kimono es negro con detalles azules y no es blanco con detalles rojos… pero así te queda mejor, ¿te había mencionado que adoro el color negro?


Muy bien, si antes sentía calor en las mejillas no fue nada comparado como ahora. Me siento bien y mal a la vez. Bien por pensar que siquiera le gusto un poco y mal por pensar en el número de innumerables chicas a las que les pudo decir eso en otras ocasiones. Debo controlarme y pensar de manera clara, me parece que he olvidado algo, si Dilan y yo estamos aquí ¿no deberían estar también… Kenia y Esthefany?

—¡¡¡Kenia y Esthefany!!! — gritamos al unisonó

—Ellas nunca han visto este anime, no saben lo peligroso que es… si algo le llegara a pasar yo…— digo pero soy interrumpida al sentir su mano sobre mi hombro

—No te preocupes, solo tenemos que encontrarlas y cuando lo hagamos las protegeremos ambos. Suponiendo que existe un orden de llegada me parece que son las ultimas, yo llegue primero y mientras exploraba te vi por aquí. El orden debe haber sido influenciado por cuan cerca estábamos de tu computadora, ¿recuerdas como estábamos?

—Sí, tu estabas sentado en la silla en frente de la computadora, yo estaba algo cerca, Kenia y Esthefany estaban ambas a medio camino del pasillo— digo no muy convencida

A esa teoría le faltaba mucha lógica pero hasta ahora es lo único que tenemos. Empezamos a correr por aquella pradera con gran velocidad mientras vemos por todas partes algún indicio de ellas

— ¿Cómo crees que ellas estén vestidas, Daisuki? — me pregunta después de un largo silencio

— No lo sé, tal vez como aldeanas— le respondo casi de inmediato


— Tendremos que averiguarlo por nosotros mismos… ¡Mira para allá!


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Bueno, perdon por ausentarme es semana de pruebas y la proxima de examenes, pero tratare de estudiar temprano para postear a horas mas tarde

 

Capitulo 4: ¿Quieres...?



— ¡Mira para allá! — Me dice algo sorprendido— ¡Son ellas!


Y si, lo son. Suspiro aliviada por el motivo de que estén bien y sin ninguna herida… por ahora, parecen estar confundidas ¿y quién no? Aun ahora me está costando asimilarlo del todo. Corremos hasta ellas, nunca me había sentido así, con el corazón latiendo, la adrenalina al máximo, el viento chocando contra mi cara; es un sueño hecho realidad. En muy pocos segundos las detuvimos, tal parecía que caminaban sin retorno alguno. Me sorprendo, y al parecer Dilan igual, ellas no llevan ningún traje con referencia a la serie… ¿a caso es porque Dilan y Yo conocemos la serie y ellas no? Corro hasta ellas sin percatarme de que Dilan corre algo más lento y lo dejo a tras


— ¡Rosy! ¿Dónde estamos? ¿Qué pasa aquí? ¿Qué paso con tu ropa? — Me pregunta Kenia muy nerviosa


— ¡Silencio! — digo de manera firme, Kenia es demasiado para mí— Primero, estamos en un anime llamado Inuyasha. Segundo, no tengo la menor idea de cómo llegamos así que no preguntes. Tercero, mi ropa es parecida al de Sesshomaru, un personaje de esta misma serie que, en personalidad, se parece a mí— termino de decir tomando algo de aire


— ¿Esto es una broma? Si lo es no es chistosa—me dice Esthefany muy seria


—Ella… d-d-dice... la verdad— le responde Dilan entre respiraciones ahogadas por tanto correr, al recuperarse vuelve a hablar más serio — A ambos nos resulta tan ilógico como a ustedes, pero es la única explicación que tenemos, no se preocupen, nosotros conocemos este lugar como si fuera nuestra casa y de alguna manera encontraremos la forma de que ustedes salgan de aquí.


— ¿Qué quieren decir con “ustedes”? ¿acaso piensan quedarse? — nos pegunta Esthefany algo dudosa


Nosotros nos vemos unos segundos, queremos que esto no se termine nunca. Ni siquiera yo, la más realista, se quiere ir de este lugar. Veo todas las oportunidades que tengo al quedarme, pelear contra los yukai, conseguir la perla de Shikon, incluso podríamos conocer a todos los personajes… ¿alguien cambiaria todo eso por una vida tan común? Yo No…

—D-Dilan, ¿recuerdas el pozo donde Kagome regresaba a su casa? —le pregunto de manera un poco nerviosa

—Sí, tal vez si lo atraviesan…

—Pudieran volver…

— ¡Igual que ella lo hacía! —Decimos al unísono, las muchachas nos vieron con cara de ¿Qué?

—No se preocupen, solo permanezcan con nosotros, tal vez para Dilan y para mí esto sea demasiado fácil pero para ustedes no lo será nada —les digo lo más seria posible, empiezo a caminar de inmediato y no me detengo, necesitaba tiempo para pensar.

—Daisuki, ¿enserio quieres volver? Porque yo no quiero — me empieza a decir Dilan entre susurros, parece un niño.

—Dilan, debemos asegurarnos de que Kenia y Esthefany estén a salvo antes de tomar cualquier decisión apresurada, siempre hay que mirar antes de saltar.

—Tienes razón, ¿tú piensas quedarte? —Me pregunta con un tono de voz algo serio

—¡¡¡Rosy!!! ¡AUXILIO!

 

Capitulo 5: Libertad



De un movimiento demasiado rápido me doy vuelta mientras veo la escena que hay ante mi, Esthefany siendo tomada por aquella mujer-ciempiés del primer episodio, mientras la alzaba en el aire. Tragué saliva, era demasiado impactante ver aquella escena, no por el hecho de ser mi mejor amiga, no por el hecho de ser algo tan falto de lógica. No, era por el hecho de no sentir ni una pizca de susto o preocupación. Diablos, la gente me dice fría como el hielo, pero con mis amigas suelo ser demasiado protectora y ahora no siento nada.


—¡Tenemos que hacer algo!— dice Dilan al notar mi obvia parálisis— ¡Tienes una espada, ataca!


Eso si me deja muy aturdida, no soy una luchadora, soy todo lo contrario a ello. Jamas en mi vida eh tocado un arma. Igual, no pierdo nada con intentarlo. Sorprendentemente logro sacar la espada con la misma gracia y ligereza que Sesshomaru lo hacia, no necesito ni las dos manos para sujetarla, rápidamente me abalanzo a la ciempiés atacándola haciendo grandes y muy profundos cortes en las patas, abro mis ojos desmesuradamente al notar que sigo elevada en el aire sintiendo el viento. Tomo impulso hasta llegar hacia Esthefany que en este momento se le ve desmayada, le corto los brazos a esa criatura con ayuda de la espada mientras con la otra cargo a Esthefany. Un momento, ¿estoy cargando a Esthefany con solo un brazo? ¡Ella y yo pesamos lo mismo!. De un momento a otro bajamos a salvo en el suelo, no voy a engañar a nadie, es el primer momento de toda mi vida en el que en verdad siento la adrenalina al máximo, toda una vida siendo privada de juegos ya se cobraron las emociones de solo un minuto. Volteo a ver a Kenia y a Dilan, están boquiabiertos, Kenia con una expresión de sorpresa y terror y Dilan con expresión de sorpresa pero alegría.


—¡Wow! ¡no puedo cree lo que veo!—Me dice sorprendido Dilan mientras me acerco a ellos.

—Esto tiene que ser un sueño— Murmura Kenia mientras se restriega los ojos para comprobar su visión, yo sonrío al ver su sorpresa aunque me sienta mucho mas rara que ella.

Coloco a mi amiga desmayada en el pasto, mientras mi respiración se normaliza; es oficial ¡La realidad nunca supera a la ficción!, veo como Esthefany se empieza a mover un poco ¡Menos mal!

—Rosy, tu ¿hiciste todo eso?

—¡Si! ¡¿No se dan cuenta?! ¡Esto es lo máximo!— Dice Dilan mientras comienza a dar saltos y reír— ¡Es todo lo que hemos soñado y mas!

—Yo no diría eso si fuera tu.

—¿Porque no, Daisuki?

—Por que a juzgar que soy como Sesshomaru y tu como Miroku , significa que tienes un agujero negro en la mano que te absorberá en algún tiempo predeterminado.

Un grito agudo resuena por todo el lugar, este chico puede ser lindo y todo, ¡pero esa voz exaspera!

—¡Me quiero ir! ¡Me quiero ir! ¡Me quiero ir!— empieza con el pánico, las chicas lo ven divertidas mientras corre por todos lados.

Lo tomo del brazo hasta llevarlo lejos de Kenia y Esthefany, ante la mirada sorprendida de ambas. No estoy para este tipo de tonterías, no he decidido si quedarme o no, y el hecho de que me sienta libre y poderosa hace que la decisión se dificulte mucho mas, ¡Lo ultimo que quiero es que Dilan se comporte como niña asustada!. Lo sacudo de los hombros y le grito que guarde la calma, hasta que despues de unos minutos recupera la cordura. Suspiro de manera algo aliviada mientras el respira con normalidad.

—Rosy— me dice mas serio, usa mi verdadero nombre, eso no es buena señal— yo entenderia que te quisieras quedar, eres libre de hacerlo, pero debes entender que si te quedas tus amigas y yo volveremos, somos demasiado débiles para estar aquí y eso nos impedirá quedarnos, te vi pelear, eres grandiosa y sé como has vivido durante tu vida... aquí estarás mejor que en tu casa.

Su voz suena fría y seria, nada que ver el tono de voz que utilizó antes. Toda mi vida, comparada con la vida que puedo tener aquí es un completo asco; seguir viviendo con mi abuela anciana religiosa, con mis padres ausentes y separados, con una vida mediocre. Mientras que aquí...

—No lo sé

—Si que lo sabes, lo veo en tu expresión, solo que le temes a algo, le temes a estar sola. Temes a volver a estar sola como lo estuviste hace 3 años; sin apoyo de nadie, de verdad lo siento— Pone su mano en mi hombro— Ya sé, me tus amigas y yo nos lanzaremos primero, tu decides si te lanzas o no ¿Si?

—Está bien, solo espero decidir pronto...

—Espero que si, porque veo el pozo allá cerca

Sudo hielo, no pensé que lo veríamos pronto. Dilan les hace señas a las chicas, que ya recuperadas del susto de hace rato. Cuando llegan Esthefany y Kenia parecen a ver asimilado un poco mas las cosas, ciertamente no es tan fácil, de todas maneras Esthefany es algo madura y... ¿a quien demonios engaño? es 1 año mayor que yo y ni siquiera sabe defenderse a si misma o asimilar algo; pero bueno es mi amiga y no la cambiaría por nada del mundo.

—Miren muchachas, ese pozo que esta por allá quizá nos lleve a casa, está muy cerca — explicaba Dilan al mismo tiempo que llevaba a las chicas a su lado dejándome un poco atrás.

Los sigo de cerca, mientras mi mente está en otro lugar, repaso probabilidades, sumo puntos débiles y puntos fuerte; nada. Estoy muriendo de angustia, necesito decidir ya...

—Rosy... llegamos— Kenia me saca de mis pensamientos, efectivamente llegamos al pozo, Dilan me mira y me dedica media sonrisa.

—Bueno, ustedes dos, las ayudaré a bajar con cuidado—Dice dilan al mismo tiempo que se sienta a un lado del pozo— solo denme sus manos...

Ellas le obedecen, mientras los tres se lanzan hacia lo desconocido, yo me quedo viéndolos, respiro muy hondo. Mañana me arrepentiré de esto. Salto con todas mis fuerzas hacia el pozo mientras unas cuantas lagrimas de culpa surcan mis ojos.

Despierto nuevamente, este lugar se ve muy sombrío, algo me dice que esto recién está empezando...