En busca del Primogénito (SasuSaku) [Cap: 1]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Sole-chan, 22 Marzo 2013.

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    Sole-chan

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    Título:
    En busca del Primogénito (SasuSaku) [Cap: 1]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    4089
    Capitulo 1: Ojos de padre


    Siempre alguien ha de estar solo. La vida muchas veces no nos ayuda en lo más mínimo y en muchas otras perjudica.

    Ser millonario a veces solo te hace estar mas solo de lo que la gente cree. Amigos por vanidad, que se acercan como las sombras, solo están contigo cuando el sol más brilla, pero que se alejan de ti cuando entras en las penumbras.

    Ser atractivo muchas veces te hace estar solo, las apariencias, esas que tanto privilegiamos, esas por las que juzgamos y nos dejamos llevar, son engañadoras, la verdad es que nadie sabe en quien confiar ni nadie desea confiar en ti.

    Muchas veces el matrimonio no es la opción, estar con alguien solo te hace sentirte más solo que antes…

    Tan solo como aquellos ojos negros y cabellos azabaches siempre estuvieron…

    La alegría llega pronto, pero tan pronto como llega se termina, para luego, después de todo el sufrimiento, de la agonía, volver y que puedas apreciarla con más fuerza.

    Aquellos pequeños ojos negros que eran lo único que a aquel hombre solitario animaban…

    Se sentía cómodo en ese lugar, y le hacía feliz estar allí. En sus brazos un pequeño niño, no tendría más de cinco meses de edad, sus ojos apenas conocían el mundo, pero reconocían demasiado bien a aquel hombre que le cargaba.

    Ese lugar donde podía sentirse completo quizás era el menos esperado, pero así era. Paredes de un color celeste muy suave, dibujos de nubes y autitos pintados en aquel tenue color celeste, un estante repleto de juguetes, un armario con mucha ropita y en medio de aquella habitación, una cuna, amplia y cómoda.

    - Buenas noches hijo –susurro aquel hombre de ojos negros mirando enternecidamente al pequeño mientras lo dejaba con cuidado máximo en la cuna y le cubría suavemente con las mantitas-

    - Pa… -balbuceo apenas el pequeño bebe intentando estirar sus brazos hasta aquel hombre-

    - Si campeón, soy tu papá –sonrió feliz aquel muchacho de 19 años de edad tomando con uno de sus dedos la pequeña mano de aquel bebito-

    Sonrió al ver como aquel pequeño cerraba sus pequeños ojos negros dejando ver solo su cabello rojo y una tenue sonrisa, como la que solo las criaturas más inocentes pueden hacer cuando se encariñan con alguien.

    - Buenas noches pequeño –susurro el azabache dejando la manito de su hijo con cuidado sin despegar la vista de aquel niño por ningún instante, aquella mirada de ternura que solo un padre puede transmitirle a su hijo-

    - Yo sigo sin entender que le ves a ese bebe –expreso con mal tono una voz femenina proveniente de la entrada de la habitación del pequeño bebe-

    - Fácil, es mi hijo, Karin, yo no sé como tú siendo la madre de él no sientes cariño por el –expreso con molestia el azabache, su tono no era fuerte, controlo el volumen solo para no hacer despertarse a aquel bebito que el tanto amaba-

    - Es fácil Sasuke, yo nunca quise tener hijos, por mi hubiera abortado, nada mas lo tuve porque tú fuiste quien insistió en que lo tuviera –expreso de forma calmada aquella mujer de lentes arreglándoselos sin dejar de mirar al azabache-

    - ¡No vuelvas a decir eso! –expreso de forma golpeada, pero sin subir el volumen para no despertar al bebe, por lo que se alejo de la cuna para ir directamente con aquella pelirroja- es un bebe Karin, es nuestra sangre, es nuestro hijo –hablo molesto, lo denotaban sus ojos negros, un brillo de furia mas allá de lo que alguien podría estarlo y no controlarse si no estuviéramos hablando de Sasuke Uchiha-

    - Si Sasuke, lo que digas –expreso sonriendo coqueta la mujer acercándose a él y comenzando a desabotonar su camisa- si lo deseas, ¿quieres castigarme por portarme mal? –Pregunto de forma insinuante aquella mujer haciendo al Uchiha fruncir el ceño como jamás lo había hecho-

    - Claro que no –expreso tomando las muñecas de la mujer y apartándola de su perímetro, sus ojos mostraban rabia, ira, aquella mujer tenía la capacidad de hacer que toda su felicidad se fuera a la basura en tan solo un segundo-

    - Vamos, hace mucho que no jugamos, te la pasas en tu trabajo y lo que queda con ese bebe –expreso de forma déspota la mujer apuntando con su mirada al pequeño que ya estaba durmiendo y permanecía ignorante de todo lo que sucedía a su alrededor-

    - Solo te gusta hacer las cosas, pero después no cargas con ella, me enfermas de verdad, no haré nada contigo sabiendo que podría traer a otro niño a este mundo a sufrir porque su madre no le quiere –molestia, eso sentía, su voz la reflejaba, deseaba mandar a aquella mujer al otro lado del mundo, pero lamentablemente era la madre de su hijo y como fuese debía mantenerla con él-

    - Para eso hay pastillas cariño, condones y demás –volvió a expresar coqueta la mujer, no tenía en sus planes dejar al azabache escapar, valía demasiado para ella, pero claro, no sentimentalmente hablando-

    - No te me acerques hasta que aprendas a pensar, seré hombre, pero no soy un animal que sucumbe al placer, cosa que ya ni siquiera me das –sentencio el azabache con los puños apretados dirigiéndose a la salida de la habitación, sabia controlarse, era un caballero, pero ella excedía su límite de paciencia-

    - Esto es tu culpa –susurro mirando con odio a aquel inocente bebe que yacía dormido plácidamente en el lugar más cómodo del mundo y soñando en su pequeña nube- si no fuera por ti, todo seguiría igual, me pregunto… si me deshago de ti –sonrió complacida aquella mujer tomando una almohada y acercándose a la pequeña cuna muy lentamente-

    No pudo avanzar más, sintió como le agarraban de detrás de su blusa y la jalaban. Cayó al suelo de sentón sin entender lo que sucedió, cosa que entendió al ver al azabache de pie frente a la cuna, mirándole en el suelo desde arriba con el ceño fruncido y sus ojos furiosos, una vista que jamás pensó ver en ese hombre, algo que le calaba los huesos a cualquier persona viva, pero que a la vez le hacía más atrayente de él, por supuesto, solo físicamente.

    - No te atrevas a cometer una locura, porque lo que tú le hagas a mi hijo, te pasara peor a ti –amenazo aquel hombre sin piedad alguna, sin en ningún momento relajar su rostro ni dejar de mirar a la pelirroja- dormiré aquí hasta nuevo aviso, traeré un sofá o algo aunque la verdad eso no te concierne mucho –volvió a hablar informándole su decisión a su esposa, realmente estaba furico con ella, pero el miedo de que algo le hiciera a su hijo mientras él estaba lejos de aquel seguro cuarto era lo que mas temía, pasaría allí toda las noches hasta que su pequeño supiera hablar si era necesario-

    - Lo detesto –susurro con ira la pelirroja colocándose de pie y saliendo por la puerta de la habitación, haría caer de nuevo al azabache o se vengaría de ese bebe, lo que pasara primero, pero algo haría-
    OoOoOoO​

    Un mes pasó rápidamente. Este día hace seis meses su mundo de soledad y monotonía se alimono con la llegada de aquellos inocentes ojos negros que le miraban e inconscientemente le llamaban con inocencia pidiendo su protección y resguardo, cosa que él como su padre encantado le daría por el resto de su vida.

    No todo es perfecto, las cosas van muy mal con su esposa, como todos esperábamos, de mal en peor. Sasuke siempre cuidaba de no dejar a su pequeño solo, así que si tenía que salir, contrataba a empleadas para que lo cuidaran especialmente de su hijo. Karin por su parte tenía rabia acumulada, no encontraba oportunidad de hacer algo, el azabache era muy inteligente y no le daba espacio para nada, ni para intentar reconquistarlo ni para hacerle algo a aquel niño de ahora seis meses.

    Toda esa situación no era más que una bomba de tiempo, las cosas explotaron, ya no soportaban mas, así que azabache tomo un aseria decisión, ya nada importaba, no dejaría que algo malo sucediese nuevamente en su vida, es así como este día tan especial en que su pequeñito cumplía seis meses Sasuke decidió celebrarlo de manera muy particular, primero llamando a Karin a su oficina, típico, ella pensando otras cosas acepto, mas solo era la jugada del azabache y sería la última jugada de él.

    - Ya llegue amor –escucho hablar intentando sonar coqueta a aquella voz insoportable entrando en su oficina-

    - Hmp, siéntate –ordeno frio el azabache el cual miro a aquella pelirroja, se notaba que algo pensaba ella respecto a la situación, con ese vestido rojo apretado y muy escotado, aquellos zapatos de tacón aguja alto y su maquillaje impecable, podía decidir fácilmente las intenciones de ella, las cuales eran muy diferentes a las de el-

    - A tus ordenes –sonrió nuevamente “coqueta” acercándose al azabache y sentándose en sus piernas dejando todo su escote a la vista de esos oscuros ojos negros intentando incitarlos-

    - Dije siéntate, no pónteme encima –reclamo con fastidio aquel ojinegro mientras se llevaba una mano a la cabeza intentando no perder el control de sí mismo, un error y todos iría a la basura-

    - No seas tímido amor, después de todo aun no has visto nada de lo que alguna vez viste –sonrió aun mas coqueta con un tono de voz insinuante mientras sus brazos se posaban en el cuello del azabache abrazándole y acercando su rostro al frió e incorruptible rostro de el-

    - Siéntate allí si quieres, pero no cerca de mi –musito de la nada el Uchiha con molestia parándose de golpe y dejando a la pelirroja sentada en su silla del escritorio para luego el sentarse en la otra que estaba frente al escritorio-

    - ¿Para qué me llamaste tan repentinamente Sasuke?, pensé que querías que nos reconciliáramos –hablo con cierta duda y esperanza en la voz aquella pelirroja, es decir, cuando aun viviendo juntos no le hablaba ni para saludarle o solo para pelear podía tener sus esperanzas con aquel llamado-

    - Tú sabes que no es mi estilo andar con rodeos Karin, así que seré sumamente breve, quiero el divorcio –expreso el azabache con seriedad total dejando fría a la pelirroja, después de todo, ella jamás se habría esperado esa situación-

    - ¡Qué! ¡¿Esto es una broma verdad?! –Expreso alterada y aceleradamente la mujer de cabello rojo parándose inmediatamente de la silla donde antes estaba sentada-

    - Claro que no, pero no es todo, quiero la custodia de Yusuke –expreso de forma igualmente seria su segunda petición el Uchiha mirando a la pelirroja quien parecía no importarle lo dicho-

    - Sabes que no puedes separarte de mí, recuerda que quedarías en banca rota, después de todo nos casamos sin separación de bienes –jugo su carta magistral aquella pelirroja sonriendo de medio lado, con eso tenía ganada la partida o eso creía-

    - No me preocupo de eso, estuve aguantándote estos 2 años solo para encontrar evidencia, si tú me eras infiel, cosa que ambos sabemos es verdad y tengo pruebas para demostrarlo, tú te quedas sin nada –expreso con una mueca de media sonrisa de superioridad el azabache matándole la jugada a la pelirroja quien palideció de un momento a otro-

    - ¡No puedes hacerme esto Sasuke! Además… además… Yusuke se iría conmigo –volvió a encontrar un mal pretexto aquella mujer ya desesperándose por la situación, cosa que le jugaba mas en contra que a favor-

    - Graso error, también puedo comprobar que tu nunca lo has cuidado y que yo siempre me he hecho cargo de él sin tu ayuda ni afectiva ni económica, así que él se queda conmigo y tu sin nada –golpeo por última vez su mandato el Uchiha mostrando todas sus cartas sobre la mesa, había planeado todo perfectamente y ese momento lo había esperado desde ya mucho tiempo-

    - No Sasuke, no puedes hacerme esto –expreso pálida la pelirroja caminando apresuradamente hasta el Uchiha y tomándole del brazo de forma desesperada-

    - Ya lo hice Karin –hablo frio aquel azabache soltando su brazo del agarre de la pelirroja para luego mirarle con toda la frialdad que su ser podía reflejar- ya presente el divorcio, tengo vídeos de ti intentando hacerle daño a Yusuke por lo que está en proceso una orden de alejamiento y te quiero fuera de mi casa y de mi vida en 72 horas a partir de este instante –termino de informar y exigir el azabache volviendo a sentarse con tranquilidad en su asiento sin querer ya mirar a la pelirroja la cual tenía su rostro pasando de la palidez al rojo de enojo-

    - ¡Te arrepentirás Uchiha! ¡ Haré que te quedes conmigo! –Amenazo la pelirroja al salir corriendo de la oficina del azabache, algo haría, eso sería seguro-

    - Jamás maldita zorra –susurro el Uchiha sacando un sobre de muchas fotos de su cajón, fotos y documentación que tenía como prueba de todo lo que le había dicho a la pelirroja-
    OoOoOoO​

    Dormía muy plácidamente en aquella habitación, luego de su leche cualquier bebe quiere una siesta. Adoraba su pequeña cuna, soñando desde ella todo lo que había vivido, pero por sobre todo con aquellos cálidos ojos negros y aquellas fuertes manos que lo mecían cada mañana antes de irse y dejarle en su cuna.

    El sonido de algo le despertó, era la puerta de su habitación, ya era un acto reflejo de aquel pequeño que al abrirse la puerta el despertara para nuevamente ver aquellos cálidos ojos negros que le cuidaban la mayor parte del día y casi toda la noche, aunque lamentablemente este no era el caso.

    En la puerta de aquella habitación había mucho ruido. Dos mujeres, una discutiendo, furiosa, queriendo entrar a aquella habitación, y la otra algo más sumisa tapándole la entrada a la pelirroja.

    - Señora, lo siento pero tengo órdenes de no dejarla pasar a esta habitación –expreso con algo de miedo la empleada de la mansión tapándole la puerta a la aun esposa del dueño de aquella mansión-

    - ¡Soy la dueña de esta casa y la madre de ese niño y tengo derecho a acercarme a él! –expreso alterada la pelirroja haciendo uso de su poder por sobre la empleada-

    - Pero señora, el señor Uchiha lo ordeno –se excusaba con miedo la empleada, no podía contradecir a sus empleadores, y allí tenia la disputa entre el que le daba trabajo y la esposa de este-

    - ¡Si quiero puedo despedirte ahora mismo! ¡Así que o me deja entrar o se va de patitas a la calle! –amenazo aun mas alterada la pelirroja apuntando hacia la entrada de la mansión haciendo alusión a que le echaría-

    - S-Si señora Karin, está bien –se hizo a un lado la empleada con un mal presentimiento y una sensación extraña en el estomago mientras que la pelirroja no desaprovecho ni un solo instante para entrar en la habitación-

    Nuevamente sus ojitos negros estaban abiertos esperando ver a su padre, mas esta vez pudo observar a una mujer de cabello rojo y de lentes a la cual reconocía muy vagamente, lamentablemente aunque ella fuera su madre, jamás le había sido muy cercana por lo que no le reconoció del todo. Sintió como esa mujer le tomaba en brazos con poca delicadeza, no como el pelinegro que recordaba, si no que esta era algo más brusca y por sobre todo, la mueca de sonrisa que traía en su rostro era bastante falsa.

    - Hola mi Yusuke –hablo con sarcástica ternura la pelirroja quien tenía al pequeño de tan solo seis meses en sus brazos mirándole con suma inocencia-

    - Pa… Pa –balbuceo apenas el pequeño quien miro apenas al resto del cuarto buscando aquellos ojos negros que el ya reconocía y quería demasiado-

    - No Yusuke, no veras a tu padre hoy… ni nunca más… -expreso la pelirroja con una sonrisa maliciosa agarrando una pequeña mochila y saliendo del cuarto del bebe con él en brazos-
    OoOoOoO​

    Ya era tarde, el sol comenzaba a ponerse, y era la hora en que el siempre llegaba a su casa. Podría ser un día como cualquiera pero para el no, ese día era precisamente cuando su pequeñito de ojos tan negros como los suyos cumplía exactamente seis meses. Entro en su casa como cualquier día, solo que esta vez venia con una bola en sus manos donde traía un pequeño regalo envuelto por el mes sexto que su hijo cumplía, ese regalo era muy especial, un pequeño balón de futbol mediado, ya se hacia ilusiones de que cuando aprendiera a patear llevarlo a jugar con él y un balón.

    - Señor… Qué bueno que llego… Lo lamento señor… ¡Lo lamento mucho! –Expreso algo alterada la mujer que el mismo había contratado al pararse frente a él con los ojos llenos de lágrimas-

    - ¿Qué ocurrió? –le pregunto enseguida al ver lo alterada que aquella mujer estaba, algo malo pasaba y temía lo peor, lo sentía, algo en su mente se lo decía-

    - Llego la señora Karin y me amenazo con despedirme si no la dejaba ver al pequeño Yusuke, luego salió con él y una mochila, después de eso ya no he vuelto a saber de ella ni de Yusuke –explico llorando la mujer mientras se tapaba los ojos con mucha culpa y preocupación-

    - Yusuke… -susurro ido el pelinegro sin poder asimilar completamente la situación-

    Dejo caer automáticamente aquel pequeño regalo envuelto al suelo, el shock era mucho. Antes de siquiera poder asimilarlo su estomago se apretó y sus ojos comenzaron a arder. Sabía que si Karin se había llevado a su pequeño nada bueno podía pasar, le aterraban las opciones y a cada momento pasaba una peor por su mente. El llanto de su empleada y los zapatos de tacón de alguien caminando a sus espaldas le hicieron volver a mundo de un momento a otro.

    Su cabello rojo le hizo enfurecer, su mirada maliciosamente juguetona le miraba como si fuese un ignorante, su rabia crecía a casa instante por el tan solo hecho de verla allí parada y saber que ella tenía a su hijo en su poder.

    - Hola amorcito –saludo de forma coqueta y juguetona la de lentes haciendo uso de su mejor cara de ignorancia-

    - ¡¿Qué mierda hiciste Karin?! –pregunto colérico el Uchiha, debía controlarse, ella sabia donde estaba su pequeño bebe y no podía hacer algo de lo que luego se arrepintiera-

    - Solo salí con mi hijo, ¿es tan malo?, yo pensé que tú querías que pasara más tiempo con él –expreso de forma burlesca la mujer arreglándose sus lentes evitando la colérica mirada de su esposo--

    - ¡¿Dónde está Yusuke?! ¡¿Qué le hiciste?! –Pregunto a punto de explotar el Uchiha al momento de que agarro uno de los brazos de la pelirroja con brusquedad, mas esta no soltó ni un quejido, solo le miraba de forma burlesca-

    - Como tú quisiste arruinarme la vida, solo te quite algo que te importaba –hablo sonriendo de medio lado con crueldad la pelirroja soltándose del agarre del azabache que al momento que ella termino de hablar el palideció totalmente contrastando su rostro con la oscuridad de sus ojos-

    - No… No me digas que lo… -prefirió dejar inconclusa la frase o mejor dicho, no pudo terminarla ya que su estomago se apretó aun mas de pensar en aquella aterradora posibilidad-

    - Claro que no, no lo mate, iría presa y eso me privaría de hacer todo lo que quiera, así que lo di en adopción, como su madre, tenía el derecho de hacerlo –dijo como si hablara de un tema cotidiano aquella mujer de cabello rojo sonriendo complacida de medio lado-

    - Adopción… –susurro completamente ido aquel azabache, quería desfallecer, quedar inconsciente y despertar para saber que fue un mal sueño, quería escuchar mal o que le diera un ataque y morirse en ese mismo instante, pero no deseaba por ningún motivo que aquel momento que estaba viviendo fuese real-

    - Ahora si Sasukito, no tendremos que separarnos, todo podrá volver a ser diversión y amor como antes –expreso sonriente aquella mujer como si sus problemas hubieran desaparecido para siempre, pero su rostro cambio no solo de expresión sino que de dirección al sentir el golpe de una bofetada en la mejilla-

    - Vete de aquí… -susurro apretando los dientes y conteniendo su ira el azabache, de verdad iba a explotar, no resistiría mucho mas apretando los puños, pero sabía que si hacia algo todo se iría a la basura y no abría marcha atrás-

    - Sasuke… –susurro con algo de miedo aquella mujer tomándose la mejilla que ahora estaba roja por aquel golpe- no te enfades cariño, podemos tener otro niño, ellos son reemplazables cariño –expreso la pelirroja con toda la frialdad del mundo, como si hablara de una moneda de cambio-

    - ¡¿Qué mierda tienes en la cabeza Karin?! ¡Estas totalmente enferma! ¡Es mi hijo! ¡Mi vida completa! ¡Nadie! ¡Absolutamente nadie le va a reemplazar! ¡Mucho menos tú! –exploto completamente el Uchiha tomando de las muñecas a la pelirroja con total salvajismo, tanto que llego a gemir de dolor por su agarre, pero no le importaba en lo absoluto, ya no aguantaba más y escucharla hablar así de su hijo, de forma tan ligera, fue lo que lo colmo completamente-

    - Sasuke… Cálmate, podemos arreglar esto, soy tu mujer, tú me amas más que aun mocoso –expreso con algo de miedo la pelirroja retrocediendo, había despertado a la bestia que el Uchiha tenía dentro, jamás se imagino esa faceta casi asesina del azabache-

    - ¡Quiero que te vayas ahora! ¡Antes de que te estrangule porque ganas no me faltan! –Grito aun más colérico el azabache soltando con brusquedad a la pelirroja quien cayó al suelo de sentón, pero se levanto rápidamente comenzando a correr hasta la salida evitando así la ira del azabache-

    - Se-señor –llamo con miedo la empleada del Uchiha a este, desbordaba odio, desbordaba ira y temía que fuera a cobrárselas con ella también, sobre todo cuando sus ojos negros se posaron sobre ella- lo… Lo siento mucho señor, de haberlo sabido… Yo… Yo jamás… -empezó a hablar la mujer de forma entrecortada mientras más lagrimas salían de sus ojos, sentía la culpa en ella-

    - No prepares cena hoy tengo asuntos urgentes que atender –expreso frio el azabache apretando los puños y los dientes sin siquiera mirar a su empleada- *tranquilo mi niño… te encontrare, es una promesa, no dejare que esa maldita zorra se salga con la suya* –pensaba e ideaba el azabache mientras caminaba hasta la salida de su mansión a toda velocidad, tomaría medidas inmediatas-

    Aunque lamentablemente, los efectos no lo serian…

    Hola a todos ^^

    Me paso por aquí a saludarlos antes de dejar mi Fic, por la sencilla razón de que soy nueva en este foro, una amiga me recomendó este foro y vengo aquí a probar suerte. A pesar de eso, no soy nueva escribiendo Fic's, llevo algún tiempo en esto participando en otras paginas, como FF.net, Fanfic.es y MSS.

    Este es como mi primer Fic decentito, por eso elegí este para publicar aquí. Ya termine de publicarlo en otros lugares donde publico y me gustaron los resultados ^^

    La temática de este Fic es puramente SasuSaku, se menciona algo de NaruHina, pero bastante poco ya que ellos están casados, tienen hijos y son una feliz pareja. Si debo advertirles que salen mucho los hijos de las parejas, NaruHina, ShikaTem, NejiTen y mas adelante saldrá de InoSai.

    Como advertencia debo agregar, que hay malas palabras, conversaciones del ámbito sexual, más adelante, y lime, la verdad es que este fic tiene lemon, pero debido a las reglas del foro tendré que quitar algunas partes muy subidas de tono, por eso si mas adelante los capítulos son mas cortos de lo normal, sera por eso, claro que avisare con anticipación cuando eso ocurra.

    También de favor les pediré que no sean demasiado duros conmigo, me pone un poco nerviosa publicar por primera vez en un lugar nuevo ^^U

    Terminando ya las explicaciones que creo son necesarias y esperando que les haya gustado el primer capitulo, me despido, traeré pronto la continuación ^^

    ¡Bye! ^^
     
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    Sole-chan

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    En busca del Primogénito (SasuSaku) [Cap: 1]
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    Capitulo 2: En manos de una madre

    Han pasado años, muchos y largos años en los cuales aquella habitación sigue intacta, sus paredes pintadas en celeste y aquellos estantes con muchos juguetes, al lado de la cuna una cama, la misma que el azabache utilizaba hace tiempo para dormir al lado de su pequeño y que ahora ambas permanecen vacías.

    Tiempo

    Aquel en el que el jamás ha desistido de encontrar a su hijo, cada cumpleaños el compra un regalo acorde a la edad que debería cumplir y lo deja en aquel armario donde los recuerdos de su pequeño aun se conservan como si él estuviera allí.

    Su vida a parte de buscarle, es el trabajo, se niega a estar con otra mujer por temor a nuevamente perderlo todo.

    Aquella mañana seria un día común para todos, menos para el destino el cual tenía preparada la primera de sus bromas. Eran apenas las ocho de la mañana, mucho trabajo como todos los días, estaba muy tranquilo y absorto en sus labores hasta que algo interrumpió aquel apacible omento. Unos ojos azules con cabellera rubia interrumpieron, como siempre, su mente no de la mejor manera.

    - ¡Sasuke! –Escucho gritar a cierto personaje que conocía muy bien mientras este entraba por la puerta, una de las pocas personas en las que confiaba y que aun así le sacaban de quicio-

    - ¡Naruto deja de gritar tan temprano! –se quejo el azabache tomándose la cabeza con molestia, inclusive una venita en su frente apareció en ella-

    - ¡Deja eso mismo ahora! ¡Tienes que venir conmigo! –casi ordeno el rubio mirando con un semblante de semiseriedad y un rastro de alegría en sus ojos, un brillo que él consideraba muy característico de ese rubio, sin embargo esta vez estaba tan extrañado que levanto una ceja- ¡Encontramos a la persona a la que Karin le dio al pequeño Yusuke hace años! ¡Sabemos a dónde lo fue a dejar! –Grito con emoción haciendo al azabache pararse de golpe y colocarse frente a él tomándole de los hombros-

    - ¡Estas completamente seguro de lo que estás diciendo! ¡Si no es así te romperé la cara Naruto! –Reclamo con esperanza en sus ojos el azabache mirando la sonrisa de alegría que esta tenía en el rostro-

    - ¡Si teme! ¡Nos enfocamos mal todo este tiempo pensando en que se había ido al extranjero! Según nos conto un tipo llamado Suigetzu, que fue quien se llevo al pequeño Yusuke, lo entrego a un hogar de Osaka –informo con alegría el rubio, al fin estaban viendo resultados de tan ardua espera y esfuerzo por parte no solo del azabache, si no de el mismo-

    - Naruto… cancela todas mis reuniones, ¡Voy a Osaka ahora mismo! –ordeno el azabache con prisa al momento de salir corriendo de su oficina y dejando al rubio tirado en el suelo por el empujón que le dio-

    - Maldito teme, ni las gracias da, bueno, ¿Qué puedo esperar?, digo, al fin va a ir a ver a su hijo después de tanto, quien diría que iría a Osa… Un segundo… -murmuro solo el rubio aun tirado en el suelo luego colocando ojos de platos parándose a la velocidad de la luz- ¡Espérame teme! ¡Yo también quiero ir! –grito a todo pulmón el rubio corriendo por donde se había ido su amigo, el también quería conocer a ese pequeño-

    OoOoOoO​

    Pasado el medio día, en otro lugar del mundo, más específicamente un aeropuerto, vemos a otra persona. Figura esbelta, ojos alegres tan verdes como la joya más hermosa y cabellos rosas largos de color cerezo eran lo que lucía con tanto orgullo aquella mujer junto a una falda negra de tabillas con una blusa color blanca y zapatos de tacón.

    Pero ella no iba sola

    Un pequeño niño iba a su lado tomado de la mano. Cabellos rojos vivos y ojos negros despiertos, aquellos que todos consideraban como una mirada penetrante y fría, pero que a la pelirrosa le miraban con la mayor alegría y calidez del mundo.

    - ¿A qué hora sale el avión a Tokio? –Pregunto aquel muchacho de mirada oscura posada en aquella pelirrosa quien le miro con tranquilidad-

    - Cerca de la una de la tarde Satoshi, no apresures, teníamos que venir con tiempo para registrarnos –explico sonriente la pelirrosa mirando a aquel pequeño que llevaba de la mano, porque en la otra llevaba un gran bolso y el mismo niño llevaba otro-

    - ¿Y porque a Tokio mamá?, es bastante lejos –expreso su duda aquel niño que para tener la corta edad que tenía ya sabía expresar sus molestias como todo un adulto-

    - ¿Recuerdas todo el dinero que ahorre durante estos cinco años? –pregunto la mujer mirando al pequeño quien asintió sin entender mucho- digamos que valió la pena, porque postule a un crédito para una casa y me lo dieron, pero tengo que comenzar a pagar mensualmente y la cuota no es algo que pueda cumplir con trabajos de medio tiempo o esporádicos como los que tenía en Osaka, así que decidí trasladarme a Tokio que es la capital para encontrar un trabajo mejor –explico de forma fácil tratando de ser lo más simple posible para que el pelirrojo entendiera, por muy inteligente que fuese, aun seguía teniendo apenas nueve años-

    - Claro, y se olvidan de preguntar qué pasa con uno, tuve que dejar la escuela a medio año –expreso el pelirrojo con algo de fastidio en el rostro, rostro que cambio al ver la mirada fulminante de su madre sobre el-

    - No me hables así, ¡Sabes que lo detesto! –Expreso molesta la mujer de cabello rosa haciendo suspirar al pelirrojo quien trago grueso al momento de volver a abrir la boca-

    - ¿Qué va a pasar con mi escuela mami? –pregunto con las mejillas rojas y ojitos de triangulo el pequeño quien sonreía nerviosamente mirando a su madre-

    - No sé de qué te preocupas hijo, con tu promedio puedes ir a cualquier escuela, veras que en Tokio están las mejores escuelas del país, además de que ahora que viviremos en una casa podrás tener tu propia habitación –expreso sonriente la pelirrosa haciendo que al pequeño le brillaran los ojitos de emoción, cosa que a ella siempre le causaba gracia-

    - ¡¿Pues que esperamos?! ¡Allá voy Tokio! –Grito emocionado el muchacho soltando la mano de su madre y comenzando a correr con todo y su bolso a rastras-

    - ¡Satoshi Haruno ven aquí! –Grito aquella mujer comenzando a correr por entre la gente tras su hijo-

    La gente, una de las horas de más congestión dentro de aeropuerto al parecer. El lugar era enorme, perderle la pista era perder el vuelo. No sabía de nada de las preocupaciones de su madre, solo corría alegre esperando ver el avión en donde viajarían, realmente le emocionaba la idea de una nueva escuela y una habitación propia, con tan poco ese niño era muy feliz. Sin previo aviso choco con cierta persona al no poder detenerse a tiempo por ir corriendo inmerso en su mundo. Aquel golpe hizo que no solo el pequeño cayera, sino que también aquel contra el que choco. En ese instante, unos ojos negros se quedaron viendo al niño de cabello rojo y ojos negros sobarse donde se había pegado. Abrió mucho los ojos tomando por los hombros al niño quien se asusto por esto, su reacción era la más normal, después de todo…

    El destino es muy travieso…

    - Siento haberle golpeado –expreso con algo de miedo el niño pensando en que le regañarían o algo peor, después de todo, aquel hombre le tomo desprevenido por los hombros y era un hombre bastante fuerte a su vista, sus ojos de penetrante mirada lo demostraban-

    - *Acaso… acaso será…* -pensó el azabache sin en ningún momento despegar la vista de ese pequeño de asustadizos ojos negros y cabellos tan rojos como el fuego-

    - ¡Satoshi te dije que no corrieras! –Grito la voz de la mujer quien por fin alcanzaba a su hijo el cual era tomado de los hombros por aquel hombre de mirada penetrante-

    - Lo… Lo siento –expreso con algo de miedo el muchacho sin aun zafarse del agarre de ese hombre quien le seguía tomando por los hombros-

    - ¿No crees que sería mejor soltarle Sasuke? –pregunto algo burlón el sujeto que le acompañaba, al cual pudieron reconocer por su cabello rubio y ojos azules los cuales miraban al azabache quien solo respondió con su monosílabo colocándose de pie-

    - ¿Le conoce? –Pregunto el azabache mirando directamente a la pelirrosa quien como acto involuntario se le sonrojaron las mejillas con nerviosismo por la situación-

    - Lamento mucho el accidente, espero que Satoshi no les haya causado problemas –expreso la pelirrosa con algo de pena y las mejillas levemente sonrojadas mientras tomaba la mano del pequeño- te dije que no corrieras niñito desobediente, pídele disculpas a este señor –ordeno la pelirrosa con autoridad frente al niño-

    - Lo siento, deje que la emoción me dominara –expreso algo apenado el pelirrojo sonriendo nervioso ya sintiéndose más seguro de la mano de su madre-

    - *Por un momento pensé que podría haber sido Yusuke* –pensó con algo de decepción el Uchiha quien suspiro con paciencia- no es problema, descuiden –expreso mirando a aquella mujer de cabellos rosas-

    Poca atención había prestado a la madre del pequeño. Sus ojos se concentraron muy disimuladamente en ella. A pesar de que el niño parecía no tener más de 10 años, ella era joven, demasiado. Su rostro perfectamente arreglado, sin mucho maquillaje, pero con su delineador puesto y sus pestañas encrespadas haciendo que aquellos ojos jades miraran con inocente seducción involuntaria a sus ojos. Aquella falda corta y blusa le daban un toque muy sensual y femenino junto a los tacones, mas sin embargo sus ojos y su cabello fueron lo que atraparon su atención, rosa y verde, no era una combinación muy usual pero a ella le iba bien.

    - Hey teme ya despierta –expreso burlón el Uzumaki mirando al azabache quien le golpeo sin siquiera mirarlo, estaba tan acostumbrado que podía darle sin siquiera mirarle-

    - Te he dicho que no me llames teme maldito usurantokashi –reclamo el azabache mirando con fastidio al rubio quien solo se sobaba la cabeza y susurraba unas cuantas maldiciones-

    - Mamá, ¿Qué significa usurantokashi? –Pregunto el pequeño que aunque supiera mucho, habían “cosas” que él no sabía, entre esas cosas, insultos-

    - Te lo diré cuando seas grande hijo –expreso con una nerviosa sonrisa la mujer de cabello rosas quien aun sujetaba la mano de su hijo- *después, cuando tengas unos 20 años* –pensó con voz desalentadora, quería mucho a su pequeño como para que creciera tan rápido, aunque ya encontraba que esos nueve años habían pasado rápido-

    - *Así que es su hijo, lastima* –pensó con algo de resignación aquel azabache mirando a la pelirrosa y al pelirrojo con algo de envidia, el desearía estar así con su pequeño en aquel momento-

    - Llamado a los pasajeros del vuelo 401 destino a Tokio, se les solicita pasar a registrarse y dejar sus equipajes con los encargados –se escucho hablar en el altavoz el llamado que para la pelirrosa no paso desapercibido-

    - Ese es nuestro llamado Satoshi, pero esta vez no te me escapes –le hablo en tono severo al pequeño pelirrojo la madre peligrosa sin en ningún momento soltar la mano de su hijo-

    - No lo volveré a hacer, lo prometo –expreso con algo de fastidio el pequeño, él consideraba que su madre le trataba como un bebito a pesar de que él se consideraba bastante grande para que le hablaran así-

    - Si nos disculpan, ya debemos irnos, de verdad lamento lo ocurrido –se disculpo finalmente la Haruno sonriendo de tal forma que a ambos hombres le llamo la atención, claro que se calmaron enseguida al ver el aura oscura y sonrisa maniaca del pequeño que les miraba con el ceño fruncido, era la primera vez que veían a un niño actuando así-

    - *Sí que es posesivo* –pensó el rubio con una gota anime en la cabeza mirando al pelirrojo-

    - Tranquilo, ya vete con tu madre, cuídate y hazle caso, sino seguirás chocando con la gente –expreso con una tenue sonrisa el azabache, sonrisa que contagio al pequeño quien sonrió asintiendo con la cabeza, esa mirada dulce era muy diferente a la mirada fría que primeramente sintió sobre su pequeño cuerpo-

    - Señor… huele bien –expreso sonriendo el pelirrojo dejando con el signo de interrogación en la cabeza a ambos hombres-

    - Ya vamos Satoshi, con su permiso –aviso su andar la pelirrosa quien llevaba nuevamente de la mano al pequeño, mas esta vez caminando, y dejando a los dos hombres mirándole la espalda a ambos-

    - Oye teme, jamás te vi sonreír así, el golpe te afecto o esa chica te gusto –sonrió de forma picara el rubio mirando acusadoramente al azabache quien le salió una gota en la cabeza por la inmadura actitud de su amigo-

    - No es eso dobe, es que… Ese chico… Se me imagino Yusuke –comento al aire el azabache mientras observaba la figura de la pelirrosa y el pequeño pelirrojo perderse entre la gente, en realidad hablando mas para sí mismo que para el rubio-

    - ¿Yusuke? –pregunto asombrado el rubio, jamás el Uchiha había comentado algo así, ni siquiera cuando veía a niños parecidos al suyo mientras buscaron esos nueve años casi de orfanato en orfanato-

    - Si… Por un segundo creí que sería el, tiene cabello rojo y ojos negros, además parecía tener más o menos nueve años, la edad que tendría Yusuke, de verdad que era igual a él –comento casi como un lamento el Uchiha al ver perderse a aquellas dos personas y luego mirar a los ojos a su amigo ojiazul quien le miraba con seriedad-

    - Sácate esa idea de la cabeza teme, ya viste, el tiene a su madre al lado, esa chica era preciosa –comento el rubio sonriendo de oreja a oreja recordando la amplia sonrisa que ella les había regalado anteriormente como disculpa-

    - Hmp, tu sabes que eso no me interesa, pero si, era bonita –afirmo el azabache como que no quiere la cosa recordando cada detalle de aquella chica- *mejor que eso, esa pelirrosa era preciosa, y esos ojos verdes y sonrisa son hipnotizantes, ese niño sí que tiene suerte, no me extraña nada que encele tanto a su madre, debe tener a muchos tras de ella* –pensaba con algo de diversión el azabache recordando ahora la sádica expresión del pequeño pelirrojo dirigida a ellos cuando se habían sonrojado levemente-

    - Lastima, ese niño tenía como nueve años y ella no aparentaba más de 23 años, debió ser madre soltera –comento el Uzumaki mientras negaba con la cabeza con algo de decepción, las chicas mas lindas siempre “metían la pata” según su percepción-

    - Deja de hablar estupideces y camina dobe –ordeno con prisa el azabache, por aquel incidente casi olvidaba para que había viajado hasta Osaka, aquello lo tomaría como una buena señal, quizá estaba en buen camino-

    - ¡Que no me digas dobe! ¡Y espérame teme! –grito el rubio al verse solo y luego salir tras del azabache quien se le había adelantado-

    - *Esa chica era muy linda… si tan solo Karin hubiera sido así de cariñosa y preocupada con Yusuke* –pensaba cabizbajo el Uchiha recordando lo que pudo ser su vida, a su hijo y teniendo miles de cosas en la cabeza todo al mismo tiempo-

    OoOoOoO​

    Ya eran las 12:30 del medio día, el recorrido fue muy breve ya que sabían exactamente dónde ir. Aquella oficina lo desesperaba, no aguantaba más, necesitaba saber bien las cosas.

    Papeleo y papeleo, mucho papeleo, más de lo que estaba dispuesto a aguantar. Se paro golpeando el escritorio con las palmas abiertas y su ceño fruncido, eso era el colmo, y su paciencia había llegado al límite.

    - ¿Cuánto mas tendré que esperar? –Pregunto con el ceño fruncido al máximo el azabache mirando a aquel sujeto que se encontraba buscando entre un montón de archivos-

    - ¿Sabe cuántos niños llegan aquí cada mes de cada año? –pregunto con molestia el director de aquel lugar, si bien tenia paciencia ese sujeto de cabello negro le estaba desesperando como pocas personas lo habían logrado-

    - Tranquilízate Sasuke, con apresurarte nada logras, esperaste nueve años, esperar unos minutos no es nada –expreso con cierta seriedad el Uzumaki, el no era así, pero podía ponerse en ese plano cuando de calmar a su amigo del alma se trataba-

    - No tengo registros de un bebe apellidado Uchiha o con el nombre de Yusuke, realmente estoy desconcertado –expreso el director con sorpresa, nunca le había pasado algo así, era una completa sorpresa aquello que estaba pasando-

    - Hace nueve años, un pequeño de cabello rojo y ojos negros, un bebe de seis meses, ¡Tiene que haber algo en sus expedientes! –Expreso colmado el Uchiha, su desesperación bordeaba el límite que podía aguantar su cordura-

    - Solo me queda ver en los expedientes anónimos –suspiro con derrota el director de aquel hogar buscando un libro en su estante- sucede que aquí también llegan personas con bebes recién nacidos o pequeños a los cuales se encuentran en la calle, muchas veces no se saben los nombres de ellos y llegan como anónimos, luego aquí se les registra un nombre –explico aquel hombre sacando por fin uno de sus libros y dejándolo en el escritorio- este es el libro de los niños registrados como anónimos de hace nueve años, no tienen sus nombres de registro aquí, la única forma de que puedan identificarlo es por medio de la foto que tenemos, ¿podrán? –pregunto algo dudoso aquel hombre quien seguía con la mirada fija en el azabache para luego verlo asentir-

    Abrió el libro, era enorme, mas de doscientos niños, cada uno con su respectiva foto y la fecha de ingreso. Foto por foto, ninguno se acercaba a lo que el recordaba como su hijo. Habían pasado nueve años, pero sabía que en su memoria aquel pequeño bebe no podía haber sido olvidado.

    Percibieron los ojos del azabache agrandarse de par en par. Las fotos de un pequeño bebe, en una salía dormido arropado con aquellas mantas que el reconoció tan bien, ¿Cómo no si el mismo se las había dado?, y en la segunda sus ojitos negros mirando a la carama con inocencia mientras lucia su cabello rojo. No podía estar equivocado, el era, allí estaba su niño.

    - Yusuke –susurro apenas el azabache tomando la foto en que el pequeño salía con sus ojos negros abiertos- él es, este es, Yusuke, no puedo equivocarme –volvió a hablar el Uchiha con una mueca de felicidad, aquella foto le había devuelto la esperanza de ver a su pequeño con vida, sano y salvo-

    - Este niño… -susurro, intentaba hacer memoria el hombre quien había tomado la otra foto mirando a ese niño, de entre tantos, aun así le reconocía de alguna parte-

    .

    .

    .

    - ¿Están seguros del paso que están dando? –pregunto aquel hombre mirando a aquella persona en frente del con una mochila y con varios bolsos en sus manos-

    - Lo estamos director iruka –respondieron cuatro jóvenes y acompañándoles, un pequeño niño-

    Eran seis personas en total, dos jóvenes de 20 años, una joven de 19 y dos chicas de 18 años, tomada de la mano de una de ellas, el pequeño pelirrojo de ojos negros al cual el director recordaba.

    La característica de este grupo era que todos estaban heridos, algunos con vendas y otros con moretones visibles. Detrás de aquel hombre que mandaba ese hogar habían muchos más niños y adolecentes, tras todos ellos estaba la casa donde habían crecido, lamentablemente de esa casa solo se podían ver ruinas ya que tenia rastros de un gran incendio.

    - ¿Estás segura de poder cargar con él?, sabes que puedes dejarle –recomendó el recién director de aquel hogar mirando a una de las chicas, la que tenia tomado de la mano a el pequeño que en ese entonces tendría solo cuatro años de edad, haciendo alusión a él-

    - No se preocupe director Iruka, no me separare de él, le voy a cuidar yo misma –aseguro sonriente aquella muchacha de 18 años la cual apretó mas la mano del pequeño quien también apretaba la mano de esta, era pequeño, pero sabia donde y con quien quería y debía estar-

    - Siendo así chicos, les deseo suerte a todos y saben que pueden volver cuando gusten –expreso sus deseos más sinceros aquel director que aunque no llevaba mucho en aquel hogar sentía el deber de velar por aquellos chicos los cuales asintieron y se dieron vuelta separándose en dos grupos-

    .

    .

    .

    - Ya lo recuerdo –comento el director dejando la foto en el escritorio- no recuerdo el nombre de este pequeño, el ya no está en este orfanato

    - ¿Lo adoptaron? –pregunto el Uchiha con un hilo de voz en la garganta, el tan solo hecho de pensar en esa posibilidad le apretaba el estomago como nunca nadie se podría imaginar-

    - No –respondió el director haciendo que el Uchiha pudiera respirar un poco más tranquilo, más aun así no estaba tranquilo-

    - ¿Entonces qué fue lo que sucedió con él? –pregunto el rubio viendo que su amigo no estaba en condiciones optimas para hablar, mas aquel sujeto solo suspiro levantándose de su escritorio y asomándose por la ventana que curiosamente daba al patio de recreo de los niños de aquel hogar-

    - Hace cinco años yo tome el mandato de este hogar y lamentablemente tan solo dos meses después… este lugar se incendio, no quedo nada de él más que sus cimientos, en ese entonces muchos murieron, tuvimos a varios heridos y después de eso, muchos más salieron del orfanato –explicaba el director haciendo que el estomago de ambos hombres, el rubio y el azabache se apretara- no se preocupen, el no murió –acoto el sujeto mirando con una tenue sonrisa a ambos sujetos que aunque estaban más tranquilos aun tenían el estomago apretado-

    - Sin rodeos, dígame porque mi hijo no está aquí –casi ordeno el azabache, sus nervios estaban de punta, realmente necesitaba saberlo o explotaría allí mismo-

    - La edad mínima para salir del orfanato es a los 18 y la máxima a los 20, en ese entonces varios se fueron, pero a este niño en especial se lo llevo una de las chicas que salió en aquel entonces, se podría decir que lo adopto, pero realmente se lo llevo por el mucho cariño que le había agarrado a este pequeño, no recuerdo sus nombres, apenas los conocí y nunca más les he visto, es todo lo que les puedo decir –expreso con su más sincero pésame el director mirando a los niños que jugaban a través de ese ventanal y luego dirigiendo su vista hasta aquellos hombres que por fin parecían poder respirar tranquilos-

    - Gracias por la información director Iruka –expreso el rubio con una tenue sonrisa, por fin habían dado con algún indicio de aquel niño por el que el azabache había sufrido tanto esos últimos años-

    - Si se algo se los hare saber –expreso con una sonrisa el director sentándose nuevamente en el escritorio, si bien no pudo ayudar mucho, sentía que en algo alivio la carga de ese hombre de cabello negro quien aun no expresaba palabra al respecto-

    - Tranquilo Sasuke, lo encontraremos, al menos sabemos que esta con alguien que le ha estado cuidando bien –encontró el lado positivo el rubio tratando de animar un poco a su amigo quien de todas formas mantenía la cabeza gacha-

    - Si, al menos se que está vivo, Naruto… ¿Crees que…? –dejo incompleta la pregunta al momento de que el rubio le interrumpió como solía hacerlo, mas esta vez, sin gritar-

    - No pierdas la esperanza teme, estoy seguro que le volveremos a ver, lo encontraras teme ya falta lo menos –sonrió el rubio haciendo sonreír aunque quedadamente al Uchiha quien se coloco de pie-

    - Hmp, vamos a Tokio, no tenemos nada más que hacer aquí –afirmo el azabache luego dirigiendo su mirada al director de aquel lugar- de todas formas gracias por la información, me ha quitado un peso de encima el saber que está bien hasta donde usted sabe –agradeció de forma fría pero sincera mirando a aquel hombre que negó con la cabeza dándole a entender que no había sido nada-

    - vamos a Tokio Sasuke, allá le seguiremos buscando –apoyo el rubio al Uchiha quien solo asintió-
    OoOoOoO​

    Una en punto, era el momento del despegue de cierto avión. Todos estaban muy tranquilos y acomodándose calmadamente. Aquella tenía una gotita estilo anime y una sonrisa muy nerviosa por la situación, sus ojos verdes no perdían de vista al pequeño pelirrojo mientras que este cantaba alegremente mirando por la ventana del avión que aun no partía, cosa que el daba risa, el siempre era frio a la vista de todos mas solo ella conocía esa faceta tan infantil e inocente de aquel niño, le daba gracia, pero jamás dejaría de asombrarse de sus cambios de actitud, al parecer lo llevaba en la sangre.

    - ¡Jamás había subido a un avión! ¡Un avión! ¡Un avión! ¡Un avión! ¡Vamos en avión! ¡Un avión! ¡Un avión! ¡Un avión! ¡Qué emoción! –Cantaba alegremente el pequeño, sus ojitos negros brillaban de emoción por la nueva experiencia-

    - Jejejeje –reía nerviosa aquella pelirrosa con gotita estilo anime en su frente mirando al pelirrojo al momento de que se paro frente a él- quédate quieto solo un momento para que te ponga cinturón de seguridad –expreso la madre del pequeño con una enorme sonrisa-

    - ¡Pero mamá no quiero! –Reclamo el pequeño pelirrojo cruzándose de brazos e inflando las mejillas haciendo berroche de lo más infantil que la pelirrosa se pudo haber imaginado jamás-

    - ¡Satoshi Haruno te quedaras quieto por las buenas o por las malas! –Expreso de forma golpeada la mujer cambiando su sonrisa a una cara que realmente asustaba, es más, todos en aquel avión habían escuchado la reprimenda y realmente se habían asustado del repentino cambio de aquella mujer-

    - Está bien, por la buenas –se dejo inmediatamente sin dudarlo ni un segundo el pequeño quedándose quieto, era niño pero no tonto, sabía que si contradecía a su madre era peor que contradecir al demonio-

    - Mejor, ¿de verdad era necesario que tuviera que regañarte para esto? –pregunto divertida la pelirrosa colocándole el cinturón a su pequeño mientras este solo se quejaba cruzándose de brazos de nuevo, mas su vista no dejaba de verle aun-

    - ¿Qué sucede mamá?, ¿Por qué te me quedas viendo así? –Pregunto extrañado el pequeño de que aquella mujer se quedara pegada en él como la cosa más interesante del mundo-

    - ¿Te puedo preguntar algo? –Pregunto la pelirrosa sentándose al lado del pequeño y colocándose su propio cinturón de seguridad al momento de que el pequeño asentía con intriga- ¿Por qué le dijiste antes a ese sujeto que tenía buen aroma? –volvió a preguntar un tanto desconcertada la ojijade mirando al pequeño que quedo con la misma cara confusa de ella-

    - No es algo que yo mismo entienda, es solo que… su aroma y su sonrisa se me hicieron familiar, no me refiero a Sasori, fue diferente, me hizo sentir un tanto tranquilo y seguro por un leve momento, como te digo no es algo que entienda mucho, solo me salió del alma –expreso pensativo el muchacho, no se había hecho esa pregunta el mismo y realmente no estaba seguro de poder contestarla tampoco-

    - ¿Su aroma y su sonrisa? –pregunto de forma quedada la pelirrosa mirando a su hijo- Satoshi… ¿no crees que acaso te recordó aunque sea muy levemente a…? –Comenzó a preguntar la pelirrosa sin poder completar su pregunta-

    - Señores pasajeros… anunciamos el despegue, esperamos que todos tengan puestos sus cinturones de seguridad –informo el altavoz quien interrumpió a la ojijade para luego comenzar a moverse sin previo aviso de forma un tanto brusca-

    - ¡Me quiero bajar! ¡No me gustan los aviones! –Comenzó a gritar el pequeño aferrándose el cinturón de seguridad como si fuera en una montaña rusa-

    - Tranquilo Satoshi, ya paso la turbulencia, ya puedes quitarte tu cinturón –expreso un tanto divertida la pelirrosa quitándose su propio cinturón sin dejar de ver divertida al pequeño que negaba fuertemente no la cabeza-

    - ¡No quiero! Me arrepentí de querer quitármelo –expreso nervioso el muchacho sin en ningún momento abrir los ojos de miedo-

    - Cálmate hijo ya paso, no querrás perderte esto –hablo nuevamente la madre del pequeño quitándole ella el cinturón tal y como se lo había puesto apuntando con la vista hasta la ventana que estaba al lado del pelirrojo--

    - ¡Que chiquito se ve todo! –sonrió fascinado el pequeño mirando a través de la ventana con mucho interés, jamás había pensado en siquiera ver aquella vista desde un avión, realmente era una experiencia totalmente nueva para el-

    - Así es Satoshi –sonrió algo cabizbaja la pelirrosa mirando a su pequeño fascinado en la ventana-

    .

    .

    .

    -Todo se ve muy, pero muy pequeño desde aquí –sonrió la pequeña pelirrosa mirando por una ventana de avión el cual sobrevolaba la gran ciudad de Osaka-

    - Así es Sakura, se ve pequeño –expreso sin mucho interés una mujer mayor de cabello rojo y ojos cafés la cual iba entretenida en su revista-

    - Abuela, ¿Aquí están mamá y papá? –Pregunto con inocencia la pequeña de unos cinco años mientras miraba a aquella mujer mayor que en ningún momento miro a su propia nieta-

    - Solo te diré Sakura que de aquí en adelante vivirás en esta ciudad, en Osaka esta tu nueva casa –expreso fría aquella mujer la cual seguía leyendo su revista como lo más interesante del mundo-

    - ¡S! ¡Por fin iré a casa! ¡Ya no puedo esperar! –sonreía feliz la pequeña emocionada pues ya hacía más o menos uno o dos meses que no veía a sus padres y realmente les extrañaba mucho, sobre todo por el hecho de que tendría un hogar-

    - Ya quisieras –escucho susurrar fríamente a la mujer pelirroja, mas esa niña no hizo caso a sus palabras por estar muy concentrada en su emoción de ver a sus padres-

    .

    .

    .
    - *Aun recuerdo ese maldito momento en el que me abandonaron* –pensaba un tanto triste la pelirrosa recordando el instante en que vio la ventana de un avión por primera vez como su pequeño pelirrojo quien también sonreía emocionado- *algún día conocerás a tus padres Satoshi, se que lo harás, y hasta ese momento yo te cuidare* –sonrió de forma tristona la pelirrosa mirando a ese pequeño, después de todo, ese pequeño pelirrojo, su hijo, era su vida completa-

    ----------------------------------

    Hola a todos de nuevo ^^U

    Bien, aun no me acostumbro muy bien en esta pagina, juro que hago todo el esfuerzo que puedo, pero la tecnología y yo somos enemigas declaradas >.<

    Aquí les traje el segundo capitulo, ahora, si alguien me pudiera decir como miechica se puede cambiar el titulo del asunto para en vez de "Cap: 1" colocar "Cap: 2" les estaría agradecida como nadie sabe n.nU

    Bien, por el momento, me despido, espero que les haya gustado la historia, al menos para los que la leen U.Uu

    ¡Bye! ^^
     
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  3.  
    himeko hyuga

    himeko hyuga Usuario común

    Piscis
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    Hola! y bienvenida al foro, espero te puedas adaptar rapidamente.
    Desde la vez pasada lei un pedazo del primer cap, pero por cuestiones de tiempo no pude terminar de leer ni comentar.
    La trama me gusta, me resulta bastate interesante. Karin fue muy cruel y despiadada con su propio hijo, y en mi punto de vista Sasuke la soporto demasiado, ahora me pregunto ¿que sucedio con la empleada? el encuentro de Sasuke y Satoshi o Yusuke fue... lindo, me gusto cuando le dijo que olia bien, quiere decir que de algun modo lo recuerda vagamente.
    los recuerdos de Sakura fueron tristes y lindos, su abuela es o era (porque no si si sigue viva), una vieja bruja! que vil hacerle eso a su nieta, de verdad no tenia corazon.
    Me pregutno cuanto tardara Sasuke en encontrar su pequeño hijo? creo que por lo que pasa el Uchiha es una de las peores desgracias para un padre.

    Ahora respecto a las cosas tecnicas, el titulo no es algo que se suele cambiar para avisar de un nuevo capiulo, los escritores solemos pasar personalmente a dejar un aviso la conti en el perfil de los que han leido nuestros ff.
    He notado que cuando terminas una oracion lo haces con un guion corto, eso debe hacerse con un punto, varias veces llegue a pensar que la frase aun o terminaba.
    Usas el guion corto en los dialogos, en este caso es el guion largo el que debe usarse ().
    la narraion y descripcion estan bien, aunque creo que debes pulir más la descripcion de los lugares.
    Por ultimo una pequeña recomendacion, no uses la palabra muchacho para describir al niño, pues a mi mente viene la imagen de alguien mucho más grande, mejor busca otros sinonimos como infante o algo asi.

    Espero no te moleste mi comentario. Y si necesitas ayuda no dudes en pedirla, tratare de ayudarte lo más posible.

    att:Himeko-chan =D
     
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  4.  
    Rein

    Rein Once

    Acuario
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    Está genial tu fic *w* lo mejor es que es SasuSaku. Muy buena tu narración. Me gusta. Aunque deberías usar el guión largo como ya dijo himeko ^^
    Tan joven fue padre Sasuke?! 19 años?! Vaya... Karin es una desgraciada por hacerle eso a su propio hijo, darlo en adopción por quedarse con Sasuke? Está demente. Me alegra que Naruto esté como el clásico mejor amigo de Sasuke :3 me encanto cuando se encontraron padre e hijo. Qué tierno. Me gustaría saber más del pasado de Sakura y Yusuke. :D por qué habrá mencionado a Sasori? Muero por leer la conti!!! :D espero y me puedas avisar :3
    Por cierto, bienvenida al foro :D y el título ya no se cambia :S pero puedes decirle a un administrador... no recuerdo a quién xD pero es alguien que puede cambiar el nombre... la verdad yo no lo he intentado pero una vez me dijeron eso :3 sayonara-ttebane
     
  5.  
    Ali Hyugga Amma

    Ali Hyugga Amma Iniciado

    Libra
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    Bueno, antes que nada Hola, apenas empese a leer tu fic, esta mu hermoso SasuSaku espero y Sasuke encuentre pronto a su hijo, bueno lo que me imagino es que Sasuke, va a tropezar de nuevo con Sakura, pero esta ves solamente con ella y va a nacer una amistad y de ahí.... Lo siento deje volar mi imaginación he he, bueno encontre pequeños errores de puntuación y falta de ortografía, pero se pueden corregir, bueno te deseo mucha suerte, Sayonara!!!
     
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  6.  
    Inaru Uchiha

    Inaru Uchiha Entusiasta

    Géminis
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    Hola, me gusto mucho el capitulo, me gusto que el hijo de Sasuke este con Sakura que lo quiere y que lo cuida, me gusto tu ida de lo del orfanatorio, como llego a manos de sakura el niño y que se hace cargo de el, y Sasuke estuvo tan cerca de su hijo pero tan cerca, también que triste lo que le sucedió a Sakura =(… sigue asi, me gusta que agas los capítulos asi, largos y explicativos =) .Avísame cuando subas la continuación.
    Atte: Inaru♥
     
  7.  
    DianaUchiha

    DianaUchiha I Love The Dragon's Slayer.

    Tauro
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    13 Octubre 2013
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    Hola
    Este fic... Los ame ❤
    El trama es perfecto
    Espero y me puedas avisar la continuación por favooor! :3
     

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