Amor indeciso.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por HatsuTsubomi, 20 Julio 2013.

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    HatsuTsubomi

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    20 Julio 2013
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    Amor indeciso.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    2171
    El tiempo siempre ha sido extraño para los seres humanos. Unos lo toman como algo justo, otros como algo maléfico o que sirve para hacerlos sufrir. Y a pesar de todas las diferentes opiniones, generalmente están relacionadas con aquel sentimiento llamado "amor".

    Una mañana, en aquella casa de economía media, vivía una chica que no conocía el tiempo, ¿no lo conocía? Pues digamos que no. No le importaba, mejor dicho.. Siempre malgastando sus días en algo que ella consideraba importante, ¿o podía decirse que si para ella era importante lo que hacia entonces era útil el tiempo que aplicaba para realizar esas actividades?.

    Una mañana como cualquier otra, otro día en el cual emplear fuerzas en cosas que para ella eran innecesarias, pero para sus padres eran importantes: la escuela. Yuma era el nombre de esta chica de poca voluntad para estudiar, pero que no lograba ganar valor para decirle "no" a sus padres que obviamente pensaban en el mejor futuro para su hija única.

    Yuma, 16 años. Ya con la edad podría imaginarse su personalidad, quizás algo floja, malcriada y hasta inmadura. Y aunque algunas de esas cosas eran ciertas, otras estaban lejos de lo que ella era. Su piel era blanca y suave, un color que podría decirse que hacia envidiar a varios; su cabello oscuro lleno de rollos y sus ojos grandes y curveados llenaban de vigor aquel espejo donde se reflejara tal belleza. Su estatura no sería muy especial, quizás unos 1.60cms de los cuales no se quejaba, ya que pensaba que a su edad aún le faltaría mucho por crecer. Sus anteojos eran cuadrados y de color azules, sus favoritos en realidad, no los dejaba en ningún lado, además de ser los ayudantes de su grave visión a largas distancias. Y por último su esbelto cuerpo. Sí, aquel cuerpo que no era normal en una joven de su edad ya que era muy voluptuoso, pechos grandes, una buena cadera y no olvidemos su pequeña cintura. Todo esto ya antes mencionado la haría ver como una especie de modelo o mejor dicho, una musa, pero para sorpresas de los desconocidos, déjeme decirle que estarían equivocados. Aquel cabello hermoso era maltratado constantemente por malos cuidados de su dueña, ya que generalmente lo amarraba en forma de cebolla, sin ni siquiera tener oportunidad de respirar. Esos anteojos que tanto gustaban hacían ver los ojos preciosos de la chica en unos puntos pequeños y aquella ropa ancha, parecía que hubiese comprado tres, cuatro, hasta cinco tallas más grandes. Todo aquello acompañado con una mirada fría y severa para su alrededor.

    Y con esa "espectacular" descripción fue que se dirigió a su escuela.

    Después de unos quince minutos caminando llegó a su destino, aquel lugar que para ella era una cárcel y lo peor del mundo: la escuela. En la entrada se encontraba la directora con la sonrisa de siempre, recibiendo a los estudiantes que llegaban y Yuma no era la excepción, bueno.. Digamos que sí pero en buen sentido.

    ― ¡Buenos días, alumna Sasaki! ― Dijo la señora acercándose a la morena con una gran sonrisa.

    ― Buenos días, directora Kumiko.. ― Respondió la chica mirando a la persona que saludaba, aunque no con el mismo entusiasmo que la contraria mostraba.

    Yuma quitó la mirada y siguió caminando. No le gustaba hablar demasiado y menos con gente mayor, por alguna razón terminaba aburrida y prácticamente babeando del sueño, para ella no había persona mayor que fuese divertida. Y por supuesto, aquella señora era la directora, prefería que la viera como alguien que no le gustará hablar a alguien que veía a la gente mayor como un fastidio.

    Al entrar a su salón, sólo se encontraba un chico con cabello blanco y con mirada perdida hacia el pizarrón. Estaba sentado y quizás pensando en lo aburrido que sería el día. Yuma soltó una pequeña sonrisa y se acercó a uno de los primeros puestos más cercanos al escritorio del profesor para luego dirigirse al chico albino.

    ― Hiro~ ―Con una mirada fija, se acercó al chico hasta que sus narices se rozaron.

    El chico volvió en sí pero no se retiró ni un centímetro de su lugar. Se quedó viendo a la chica con mirada de fastidio mientras la mirada lo miraba de igual manera. Cualquiera que entrará pensaría que aquellos dos estarían a punto de besarse, pero afortunadamente la chica rubia que se encontraba en ese mismo momento observándolos con brazos cruzados los conocía perfectamente para no pensar mal.

    ― Yuma, Hiro.. Ustedes son increíbles. ― La rubia soltó un suspiro luego de aquellas palabras mientras dejaba su bolso al lado del asiento de Yuma. Rápidamente caminó hacia la morena inclinada y levantó una pierna para patearla fuertemente ¿su finalidad? Un beso por supuesto, pero Yuma pudo voltear antes de aquello, destruyendo su malvado plan.

    ― ¡Yurika! ― La morena persiguió a la otra chica por todo el salón. Aunque aquello no duró mucho ya que Yuma no era tan resistente físicamente, así que se cansó con facilidad.

    ― Ustedes.. Hacen mucho escándalo.. ― Al fin el albino había soltado unas pocas palabras para hundir su rostro entre sus brazos, los cuales estaban sobre su asiento.

    Y aquellos tres chicos nada normales eran un grupo muy unido, aunque no lo creyeran. Yuma quizás veía aquel lugar como una cárcel, pero aún así tenía sus amigos tan locos como ella. El primero, Hiro, callado, calmado y podría llamarse odioso y la chica alegre y algo fastidiosa: Yurika. Estudiaban juntos desde que estaban en primaria.

    Tanta era la confianza entre ellos que simplemente hasta dormían juntos, veían películas pornos juntos y bueno.. Nada de sexo, claro.

    Ya se encontraban en receso, ya estaban a mitad de año escolar y es próximo comenzarían la universidad. Yuma se colocaba nerviosa ya que aún no decidía que estudiar; nada le atraía siquiera. A veces pensaba que viviría debajo de un puente o quizás se quedaría con sus padres por siempre, esperando alguna clase de fortuna o algo así. Le gustaba cantar pero era obvio que aquello era un sueño inútil y muy vago. Solo personas con suerte o mucho dinero llegaban hasta lo alto en canto y ella no tenía siquiera una pizca de ambas cosas.

    ― ¿No te comerás eso? ― Preguntó la rubia con la boca llena de su comida. Aquella cerda comía y comía y no engordaba, Yuma envidiaba aquello pero solo era por segundos al notar lo arrastrada que era por la comida, pero así seguía queriendo a aquel ser extraño con ella, la alegraba.

    ― Adelante.. ― La chica le tendió su plato de comida y la otra no dudó en agarrarlo y prácticamente metérselo completa a la boca. Yuma sólo quedó observándola con mueca de asco y a la misma vez decepción ¿Cómo podía comer tanto la maldita?. En frente de aquella escena se encontraba el albino comiendo tranquilamente. Como siempre, era tranquilo y limpio, nada de pedazos de comida fuera del plato, nada de sonidos extraños, nada de palabras, simplemente comía como un robot. Aquello hizo que la pelinegra volteara y colocara una mueca aún peor "Al menos la otra me da diversión", pensaba mientras notaba que era aburrido.


    ... 6 Meses después ...

    Yuma se encontraba bien vestida y con personas llenas de entusiasmo a su alrededor. Era el día de su graduación, ya era hora de pasar a una nueva etapa, llena de aventuras, color y.. "Porquerías", al menos eso último era lo que pensaba la chica mientras mantenía su cara de fastidio ante el resto de la gente. A ella no le importa eso, quería ir a su casa y rápidamente ir a su pc a ver vídeos como tanto le gustaba.

    Hiro y Yurika se encontraban al lado de ella. El chico sentado con rostro serio, recibiendo mil y un cartas de chicas lloronas que confesaban su amor hacia él, ya fuese verbalmente o por medio de cartas. Aunque dentro de él se sintiera alagado, su corazón pertenecía a otra persona que seguramente no lo veía igual. Y Yurika del otro lado tomando mil y un fotos a su familia, amigos, conocidos, hasta desconocidos, era las del montón que estaban emocionadas y felices por al fin salir de aquella cárcel llamada escuela. Claro que Yuma también se sentía igual, pero ella prefería celebrar con una jarra de gaseosa y mil bolsas de dulces y comida chatarra con sus dos amigos, no montar un espectáculo lleno de animales que caminaban en dos patas.

    La ceremonia siguió con normalidad, llena de lágrimas, sonrisas y una que otra confesión. Al salir del lugar, los padres de Yuma le tomaron una foto con sus dos mejores amigos. Era a la única que había accedido, en fin.. Eran ellos tres.

    ― ¡Sonrían mis amores! ― Exclamó alegre la rubia mientras obedecía a sus propias palabras. Colocaba una de sus manos en su cintura y con la otra atraía a Yuma hacia ella, dando un aspecto algo lésbico, pero que a su amiga no importaba.

    Hiro se colocó del otro lado de Yuma con ambas manos en los bolsillos y esbozando una pequeña sonrisa. La pelinegra simplemente miró la cámara sin cambiar su expresión fastidiada.

    ― ¡Oh vamos, Yuma! Solo una sonrisa ― suplicaba la madre mientras los miraba a través del lente de la cámara. La chica con lentes suspiró he hizo caso a su madre, soltando una sonrisa que alegró mucho más la foto.

    Ya había pasado un mes desde la graduación, los tres chicos se encontraban en casa de Hiro viendo una película de terror -eran las favoritas de él- mientras comían palomitas en la oscuridad. Los tres estaban acurrucados, con Yuma en el centro, ¿por qué? Porque la chica ODIABA con todo su ser ese tipo de películas. Sí, era una completa miedosa.

    ― No entiendo porque ven este tipo de cosas.. ― dijo con voz temblorosa. Sus manos tapaban su rostro, sólo dejando un pequeño espacio para medio ver la pantalla. Pasaban la escena de como unos zombies caían encima de una mujer mientras se duchaba. Era tan cliché la escena, pero aún así asustaba a la chica, de veras que no soportaba aquellos gritos y escenas de sangre.

    ― Son divertidas ― exclamó el albino para luego meter unas pocas palomitas a su boca. Su mirada estaba fija en la pantalla, viendo como salía cada órgano y gota de sangre del cuerpo de la mujer mientras lo despedazaban. Era una película tan increíblemente explícita que no podía dejar de verla.

    ― Ohh~ ― La rubia ni siquiera prestó atención a las palabras de su amiga. Estaba embobada observando la película, otra fan de las películas de terror.

    La película terminó y los tres adolescentes se acostaron en la cama de varón. Hiro estaba sentado mientras recostaba su espalda a la cabecera de la cama, Yuma tenía la cabeza en el regazo del albino, acostada. Y por último Yurika montaba sus piernas encima del estómago de la pelinegra, haciendo una especia de T. Una posición bastante extraña para cualquiera que los viera, pero para ellos era completamente normal.

    ― Por cierto chicos, ¿ya decidieron que estudiarán? ― preguntó la rubia con mucha curiosidad. De los tres, ella había sido la única que había empezado la universidad apenas salieron de la graduación, pero los otros dos aún se encontraban en el mundo de "No sé que rayos estudiar".

    ― Aún no sé.. ― respondió Yuma, mirando luego a Hiro a ver si respondía de manera diferente, pero este se mantuvo en silencio dando en entender la misma respuesta.

    ― No deberían tomárselo a la ligera ― dijo en tono de madre dando consejos a su hijo irresponsable. ― Aunque no lo acepten, la universidad es muy importante.

    Aquello solo hizo que Yuma frunciera el ceño y sintiera un poco de enojo. Ella siempre pensaba en ello, no es que no se tomará aquello como algo importante, simplemente no sabía que decisión tomar, no quería arrepentirse luego. Hiro no cambiaba su expresión sería y pensativa, aunque no dijera nada, la chica de anteojos sabía que él también se sentía frustrado ante aquello.


    ... Un mes después ...

    ― ¿Estas bien con esto? ― Preguntó la pelinegra mientras observaba frente a ella un gran edificio de color marrón, con una letras grandes que decían "Universidad Takamura".

    ― ¿Por qué no debía estarlo? ― respondió el albino mientras su mirada se dirigía al mismo edificio. Aquel lugar sería su universidad en los próximos años.

    Hiro y Yuma aún no se habían decidido por que carrera tomar, así que juntos escribieron en diferentes papeles pequeños las carreras que existían, al final.. A Yuma le tocó Comunicación social. Luego tocaba Hiro, pero por razones "desconocidas" no cogió ningún papel, dejando salir un "Estudiaré eso también" con tono serio y sin preocupación. Yurika que también se encontraba allí estuvo feliz porque sus dos amigos ya al menos hubieran escogido algo, y sin dudarlo los abrazo deseándolos buena suerte. Y ahí se encontraban, frente a aquel edificio donde comenzarían juntos, otro año juntos.

    Continuara..
    _____________________________
    Buenas, este es el primer fic que publico. Siempre había escrito pero por fin decidí subir uno. Acepto consejos, críticas y tomates(?). Muchas gracias por tomarse el tiempo para leerlo nwn
     
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  2.  
    Drop

    Drop Usuario común

    Tauro
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    Domo.
    quisiera decir que tu historia esta bien para ser un principiante ademas de tener buena forma de de describir los personajes, me gustaria que me invitaras a otra historia en alguna otra ocasion.
     
  3.  
    Clary Winslow

    Clary Winslow Entusiasta

    Virgo
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    Hola :) como te dije, ya pasé a leer.
    Me gustó mucho la historia y los personajes, Yuma, Hiro y Yurika.
    Podría decir que me siento identificada con Yuma en algunos aspectos, aunque no en todos, yo sí se que voy a estudiar xD
    Y bueno, supongo que el corazón de Hiro pertenece a Yuma y por estar con ella va a estudiar lo mismo. Pero todavía es muy pronto para andar sacando conclusiones así jaja
    Espero que me avises cuando subas el próximo capítulo :D
    ¡Saludos!
     
  4.  
    Dione

    Dione Iniciado

    Cáncer
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    Buaaaaaa esta genial !!! jajaajaja me idenifico mucho con Yuma xD siempre me dicen q soy seria o q no me importa nada aun sin ser asi...ademas de medir 1,60 jajaja nooo ni a eso llego T-TT 1,58....para mi deverias fijarte...la narracion esta bien pero siempre describes a los personajes con las mismas palabras...no se a los demas pero eso me aburrio un poquito pero...eeeeen fin esta chidisimo !!!! jajajaja sigue sigue yo quiero saber q tal va n.n
     
  5.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
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    No soy mucho de leer estas cosas, tiendo a saber directamente a que llevan y eso me aburre un poco. Hago un excepción por la buena ortografía y que los personajes no me causaron tanto lío. Espero siguiente capítulo, sin spam en perfil, por favor.

    Me sentí muy identificada con Yuma en la mayoría de aspectos (no sé qué hacer con mi vida, viviré bajo un puente. En serio)

    Algunos detalles menores:
    • Cuidado con hacia/hacía. Lo vi casi al inicio. Hacia: dirección. Hacía: verbo hacer.
    • No separes el diálogo del primer guión largo ni aunque haya un signo de interrogación o exclamación, el Word separa de forma automática pero no se debe de separar.
    • Los verbos como: exclamó, dijo, respondió, preguntó, entre otros. Tengo entendido van pegados al guión y en minúscula, cuidado con eso.


    Fuera de eso no vi nada más, ni tengo nada más que decir sobre el escrito.

    Saludos.
     
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  6.  
    HatsuTsubomi

    HatsuTsubomi Iniciado

    Leo
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    GENTE UNIVERSITARIA.

    La entrada era grande y negra, a pesar de lucir algo vieja, se notaba que estaba bien cuidada. Al pasarla, pudieron ver a su izquierda un gran campo de césped verde y abundante, al parecer recién regado. También se encontraba una gran estatua de un hombre sentado con un libro entre manos, seguramente sería por él que la universidad llevaba su nombre. A su derecha estaba un pasillo de piedra que se abría entre más césped, caminaron por él encontrándose con más gente. Habían bancas y también algunos puestos: uno de bebida, otro de comida rápida, otro de dulces, y muchos otros más que la chica con una mirada pudo desearlos todos para ella.

    ― ¿Dónde es que era nuestro salón? ―preguntó Yuma mientras miraba a todos lados, después de seguir caminando ya estaban en el área de salones, todos llevaban números y letras, bien ordenados. Rápidamente sacó su hoja donde tenía impreso su horario y nombre de materia, indicando la hora y aula de cada una ― Mmmm.. Veamos.. El B-01 ―dijo con una sonrisa. Se encontraba nerviosa pero aquello le había calmado un poco ya que casualmente ese salón se encontraba diagonal a ellos así que no tendría problemas buscándolo. Aún así su estómago se revolvía al pensar que encontraría tanta gente desconocida.

    ― Ahí está. ―el albino señaló con su dedo índice el salón que ella había también visualizado. Él pudo notar que su compañera se sentía nerviosa, ya la conocía desde hace años así que era fácil de leerla. ― Tranquila.. ―le dijo tranquilo, sin mirarla. Ella lo miró y soltó una pequeña sonrisa. Cierto, se encontraba con su mejor amigo, así que seguro todo iría bien.

    Sin más preámbulos, ambos caminaron hacia la puerta de su nuevo salón. Al entrar, se encontraron con varias miradas encima de ellos. El profesor no había llegado así que todos estaban nerviosos, y cada vez que escuchaban la puerta volteaban a ver si sería su "matador". Obviamente la pareja de amigos no fue la excepción. Yuma sintió un escalofríos recorriendo su espalda, y su estómago retorciendose aún más de lo que ya estaba haciéndolo, pero Hiro la sacó de sus pensamientos agarrando su manos y llevándola junto a él a unos pupitres vacíos cercanos, ella lo siguió sin decir una palabra, mientras todos los demás miraban la escena, unos con indiferencia, otros con mirada picara y otros de manera algo celosa.

    ― Vaya vaya.. ―una chica con cabello entintado de rojo se acercó a la desaliñada chica y le sonrió mientras extendía su mano ― Mucho gusto, chica. Soy Kagura. ― Aquellos ojos verdes pudieron ver que la morena se encontraba algo nerviosa, así que no dudo en soltar más palabras ― No muerdo, tranquila. Soy inofensiva. ―aseguró mientras acercaba más su manos, esperando que la contraria correspondiera.

    ― Mucho gusto, soy Yuma. ―despues de unos segundos le contestó en tono algo frío y agarró la mano. La movió un poco de arriba hacia abajo terminando el saludo.

    La pelirroja soltó una sonrisa, esta vez mostrando unos dientes brillantes y blancos. Luego de aquello, notó que un chico la observaba, así que extendió su manos hacia él. Al parecer la chica era amigable ― Mucho gusto, chico. Kagura.

    ― Igual ―el albino dijo aquello sin siquiera mirarla ni acercar su mano.

    ― Ah, eres realmente frío. ―exclamó Kagura. Su tono tenía una mezcla de decepción y burla, el cual el chico notó pero no hizo caso a ello.

    Después de unas palabras, la chica se encontraba entre ambos mejores amigos. ¿Cómo había llegado? Pues digamos que la pelirroja era algo imprudente y ni siquiera había preguntado si podía estar ahí, pero Yuma no era tan directa como para decirle algo, además por dentro su pecho y mente se calmaban un poco al poder conversar con alguien. ¿Y Hiro? Él era alguien que prefería no decir nada, al menos no en el primer momento. Se encontraba mirando a un lado ignorando todo lo que decían las chicas de al lado -bueno, lo que decía la pelirroja- y sin siquiera decir una palabra, con expresión sería como siempre.

    Después de una hora, el profesor no había llegado, ya era obvio que no asistiría a su primera clase. Todos salieron del salón fastidiados y enojados de haber perdido su tiempo, quizás porque unos solo habían ido a la universidad ese día por esa clase, u otros por haberse levantado tan temprano y tener que esperar a la siguiente clase que sería horas después. En fin, el albino salió acompañado de su mejor amiga y el "chicle rojo". Después de todo el tiempo ahí dentro había decidido llamarla así, nada personal, sólo que era fastidiosa.

    ― Deberíamos ir a comer algo, no he desayunado ―confesaba la pelirroja mientras acariciaba su estómago plano. Aquellas palabras hicieron que Yuma levantara su mirada con los ojos bien abiertos. Desde hace rato le había tenido ganas a esos puestos de comida. Y obviamente, el albino también se había dado cuenta de esto.

    ― Deberíamos ir a desayunar ―finalmente dijo Hiro. Haciendo que su amiga esbozara una sonrisa. Él sabía lo que a ella le gustaba, así que decidió ir a uno de los puestos donde vendían sándwich's. Lo pedió, canceló y al voltear observó que Yuma se encontraba detrás de él, pero sin mirarlo.

    ―¡Buenos días, bellas damas! ―dijo un Rubio mientras hacia una especie de reverencia frente a la morena y la pelirroja. Ambas algo sorprendidas no respondieron. El chico de ojos azules notó esto e inmediatamente agarró la mano de la morena y suavemente le dio un beso en ella. ―No debería asustarse, no como.―

    ¿Qué era eso? A Yuma nunca le habían llegado de esa manera y no pensó que lo hicieran con las fachas que llevaba. En esa ocasión la chica llevaba el cabello recogido en cola en forma de cebollas -como generalmente lo hacia- dejando al aire algunos cabellos que por ser muy cortos se levantaban como especies de antena. Su pantalón negro estaba desgastado y se notaba que era dos o tres tallas más grande, al igual que su franela que ni siquiera podía hacer notar si tenía pechos o no. Ni siquiera llevaba zarcillos o una pizca de maquillaje.

    Y como era obvio, la chica simplemente quedó paralizada. Sus mejillas se tornaron de un ligero rojo y sus ojos se abrieron mientras sus labios resecos estaban separados, mostrando una clara expresión de lo que sentía. Pero aquello no duró mucho ya que su "atacante" se había alejado de ella de golpe, al sentir un abrazo.

    ―¡Makoto, tiempo sin verte! ―gritó alegremente aquella feminidad de cabello rojo. Al parecer Kagura conocía al rubio ya que este no dudó en corresponderle el abrazo con la misma alegría.

    ―Kagura, siempre tan alegre.―soltó aquellas palabras entre una pequeña risa para luego reincorporarse y darle un pequeño beso en la frente. La pelirroja sonrió como una niña pequeña preguntándole qué hacia allí. Al final aquellos dos quedaron intercambiando palabras mientras la morena quedó paralizada en el mismo lugar, con la mente en blanco, o al menos hasta que sintió un pequeño golpe en la cabeza.

    ―Hiro, ¿dónde estabas? ―preguntó la chica sin notar la comida que llevaba el contrario.

    El albino levantó una ceja y soltó un suspiro, ―Estaba comprando nuestro desayuno―algo era extraño en su tono y Yuma se había dado cuenta, pero al ver los hermosos sándwich's se olvidó de aquello. Hiro se los dio y ella comenzó a comerlos sin dudar y aunque el chico soltó una pequeña sonrisa al ver como se llenaba su boca de migas, al escuchar unas risas miró a un lado, observando a un rubio que no le había caído nada bien.

    Pasó una media hora y los dos mejores amigos se encontraban en bancas ya satisfechos de su desayuno, se encontraban esperando la hora para su próxima clase. Nada más rezaban para que esta vez el profesor asistiera y no sintieran su día como "echado a perder", al fin y al cabo solo tenían esas dos clases. No se encontraban hablando de nada en particular, sólo recostados hombro con hombro, mirando el techo, el suelo, las personas que pasaban.

    Yuma esperaba que aquel lugar fuese al menos confortable y que pudiera terminar su carrera, aunque no era lo que le gustaba -en realidad nada- pensaba que sería soportable. La chica salió de sus pensamientos al escuchar un lápiz caer cerca de ella. Lo miró y recogió fijándose en el bello color azul en el cual estaba forrado el objeto. ―Ah, disculpa―la chica levantó la mirada encontrándose con unos ojos grises detrás de unos cristales ―Se me ha caído, gracias por recogerlo ―exclamó el chico con cabello corto dando una sonrisa que a los ojos de Yuma era hermosa.

    CONTINUARA..
    ______________________________

    Me alegro de sus comentarios, muchas gracias por los cumplidos y consejos. Poco a poco espero ir mejorando. Bueno.. Aquí esta el capítulo dos, que es algo más corto, Gomenasai..

    @Crítico oficial y Crítico convencional
     
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  7.  
    Grapha

    Grapha Guest

    Vaya por fin tuve el tiempo necesario para poder pasar a leer tu escrito, realmente me a llamado la atención y espero leer el próximo capitulo muy pronto.

    Por otro lado, no note faltas ortográficas, sinceramente no me fije mucho en ello, además me gusta el trama que estas tomando. Parece ser que Hiro sintió un poco de celos del chico Makoto, no me sorprende sabía que podía ocurrir algo por ese estilo y esta bien, sale interesante :D Además la otra chica que mencionas Kagura, tiene ojos verdes y desde ese instante ya me cae bien :D aunque sea algo imprudente y el otro chavo concuerdo con el sentimiento de Hiro.

    Me gustaría que me invitarás a un nuevo capitulo, y enserio muy bueno tu escrito ^^
     
  8.  
    HatsuTsubomi

    HatsuTsubomi Iniciado

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    OJOS AZULES.

    ―Disculpa mis malos modales. Mi nombre es Kyo. ―la sonrisa amable no había desaparecido de su rostro ni un momento. El chico era alto, con cabello corto de color negro azulado. Sus hermosos ojos azules estaban detrás de unos anteojos rectangulares. Y llevaba un pequeño zarcillo en la oreja derecha al cual Yuma quedó algo extrañada, ese pequeño detalle no encajaba exactamente en el chico que se veía amable y tranquilo, pero gustos son gustos y se le veía bien, así que... ―Bueno, me retiro, hasta luego.

    La morena quedó un atónita, aquel chico sí que era atractivo, parecía a esos chicos de los animes que veían, claro, sin los ojos tan grandes. En fin, mientras toda esa escena había pasado, el albino había quedado callado y simplemente observaba como todo pasaba. Conocía a su amiga y prácticamente casi todo lo que pensaba así que sólo soltó un suspiro.

    Ya era hora para la siguiente clase, esta vez los chicos no querían ganarse toda la atención de las personas al entrar así que prefirieron llegar antes de la hora. Para su fortuna, su plan fue un éxito y sólo habían una dos o tres personas al llegar al aula; buscaron asientos cerca del pizarrón y se quedaron allí. Yuma sacó el tema de un anime nuevo que había salido mientras Hiro sólo la escuchaba con una sonrisa y asintia cada vez que era necesario.

    Mientras más se acercaba la hora de la clase, más gente entraba al salón a lo que ambos amigos no dieron mucha importancia. El profesor fue puntual, llegó, se presentó y rápidamente comenzó la clase. Ambos chicos prestaban atención aunque había cosas que se habían dado cuenta que no les gustaba. Yuma maldecía ese pequeño papel que había sacado aquel día, pero no podía echarse para atrás, al fin y al cabo no le gustaba nada más. Hubo un momento en el que la chica prácticamente quedó dormida en su asiento, dejando caer su lápiz.

    La persona de al lado la recogió, moviéndola un poco para despertarla ―Disculpa.. ―aquella persona tenía una hermosa voz, o al menos eso pensaba Yuma, además de unas manos cálidas ―Señorita.. ―Y Yuma finalmente abrió los ojos, al hacerlo se encontró con unos ojos azules muy familiares ―Ah, eres la chica de antes. ―sonaba amable y gentil, era aquel chico con anteojos al que había recogido antes el lápiz ―Se te ha caído esto.. ―suavemente dejó el lápiz al lado mientras la morena aún pensaba que aquello era un sueño. Menos mal que en ese momento no pensó en tirársele encima pensando que estaría soñando.

    Rápidamente, se levantó con el rostro como un tomate. Aún estaba en clases y el profesor estaba de espalda escribiendo en el pizarrón. Miró a un lado y notó a Hiro con la cabeza entre sus brazos, también estaba durmiendo. Miró al otro lado y volvió a ver al chico con anteojos. En ese momento quiso que se la tragara la tierra, sólo eso ―Gracias. ―susurró mientras agarraba el lápiz al lado de su brazo. Él solo rió y volvió su mirada a lo que escribía el profesor.

    Aquello la había sorprendido tanto que hasta el sueño desapareció de su cuerpo, aunque en parte agradecía aquello, sino no hubiese prestado atención a la primera clase, pero es que era horrible, se había dado cuenta que aquello no era lo suyo, pero ya no había vuelta atrás. De vez en cuando miraba al lado donde se encontraba su amigo, al parecer él sí estaba más tranquilo ya que seguía entre sus sueños, seguramente soñando con fantasmas, zombies o cualquier cosa que tuviese que ver con terror, al fin y al cabo era lo que le gustaba. Yuma lo miraba con envidia, deseaba poder ser tan relajada en esos momentos -y es que generalmente lo era- pero el chico ojos azules del otro lado la ponía tan nerviosa que no podía siquiera cerrar los ojos.

    Después de dos largas horas sentada oyendo cosas que no le gustaban, Yuma prácticamente había dado un salto de alegría. Guardaba sus cosas con alegría, ya quería regresar a su casa y dormir.

    ―¿Haz logrado entender todo? ―una voz familiar se dirigió a ella. Era Kyo.

    ―Ah, más o menos ―confesó. Cosas que no entendía y al mismo tiempo no le gustaban, no era una buena combinación para ella.

    ―A sido fácil ―exclamó él mientras guardaba su cuaderno ―si deseas, puedo enseñarte. ―su sonrisa no desaparecía ni por un segundo. Yuma pensaba que quizás había nacido con una sonrisa o quizás más escalofriante, lloraba con esa sonrisa. Aunque no se veía mal pero mantenerla tanto rato ya daba miedo.

    ―Tranquilo, no es necesario.. ―se sentía demasiado avergonzada como para tenerlo de profesor. Sus mejillas estaban un poco coloradas y trataba de mantener un tono amable para que el ojos azules no lo tomará a mal.

    ―Mmm.. Está bien ―se notaba que no cargaba malas intensiones. Se levantó de su asiento y se acercó a la morena. Por un momento, se le quedó mirando como un extraño animal ―Disculpa, no sé tu nombre.

    ―Soy Yuma ―la chica tuvo que subir la cabeza un poco, era realmente alto, ¿o es que ella era muy pequeña? En fin, su tono seguía amable y tranquilo. Era extraño como sentía que el mundo desaparecía, dejando solo a ellos dos, se sentía aquel ambienté estilo anime cuando los dos protagonistas se encontraban y enamoraban a primera vista. Casi soltaba una carcajada al pensar aquello, sabía que era imposible. Sólo faltaba una música romántica de fondo, el silencio, las miradas y.... ¿Estornudos? La chica volteó y notó que su amigo albino despertaba.

    ―¿Ya terminó la clase? ―por poco y balbuceaba. Su rostro tenía marcas de la ropa sobre la cual estaba acostado, su cabello de enfrente alborotado y sus ojos entrecerrados.

    ―Sí ―respondió la morena tras soltar una pequeña risa ―No deberías dormir en clases, y mucho menos en la primera ―un tono de regaño se hizo notar en su voz.

    ―Pero si tú te dormiste primero que yo.. ―decía el albino mientras se quitaba el cabello del rostro, para luego soltar un bostezo.

    Yuma se sonrojó, era cierto, antes de quedar dormida había visto al albino tratando de prestar atención, aunque el sueño ya había empezado a atacarlo ―Pero me desperté y seguí prestando atención ―esas palabras salieron en tono orgulloso.

    ―En realidad, yo te desperté ―el chico con anteojos había dicho aquello con su típica sonrisa haciendo que la chica se sonrojara más.

    Después de que Kyo se presentara sólo frente a Hiro como todo un caballero, el albino asintió y quedó en silencio haciendo que la chica dijera su nombre en lugar de él. Ya encontrándose los tres fuera del aula, "el sonriente" -como había decidido colocarle Yuma- se despidió y retiró.

    ―¿Te gusta, cierto? -exclamó el albino mirando desde arriba a su compañera.

    ―¡¿Pero qué dices, Hiro?! ¡Claro que no!

    ―Y tú esperas que me crea eso. Se nota en como lo miras.

    ―Es tu imaginación.

    ―No lo es.

    ―¡Que sí lo es! ―ya se había cabreado. Comenzó a caminar como un ogro mientras refunfuñaba y sus mejillas se enrojecían, quizás su amigo tenía razón.

    ____________________________________________________________

    He aquí el capítulo 03 de mi fic. Perdón por tardar tanto, tenía problemas con la Inter :c
    Gracias Fredo por el comentario <3
     
  9.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
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    Escritor
    Aww este tipo de fic es el que me gusta leer *-*. Me siento mas comoda con este tipo de género, y ya me está gustando ><.
    Llevas bien a los personajes y la historia no va ni apresurada ni demasiado lenta.
    No encontré errores mas alla de algunos dedazos o falta de acentos. Nada grave.
    Avísame cuando tengas la continuación porfavor, estaré esperando n.n
     

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