Más allá de la sangre ―¿Qué haces, tonto? Quítate de mi camino. Así es como le trataban los niños al pasar a su lado. Era un día más en ese horrible lugar, pero el pequeño ya no quería quedarse porque presentía cómo sería su estadía en ese orfanato. ―¡Ya dejen de molestarlo! ―gritó un niño con el cabello naranja―. Ustedes se aprovechan porque es el nuevo. ―Cállate que no es tu problema ―discutió otro. ―¡Niños, dejen de armar alboroto! ―interrumpió la voz de la encargada―. Si no, todos serán castigados. ―¿Qué? ―protestaron al unísono. ―Oh, ¿qué pasa aquí? En ese instante apareció un hombre alto y de cabellera blanca y muy larga. ―Dr. Jiraya. Lamento las molestias, pero es que los pequeños a veces son impredecibles. ―Impredecibles, pero no malcriados, ¿verdad? Porque, ¿saben qué les pasa a los niños que se portan mal? ―preguntó con una expresión de misterio y diversión. Los niños temblaron, sin poder responder. ―¡Dr. Jiraya! ―Se escuchó desde el fondo de la habitación. Todos voltearon hacia la dirección del llamado, encontrándose con una pequeña niña muy bonita y de cabello azul. Ella corrió hasta llegar junto a su doctor preferido y darle un fuerte abrazo. ―¡Konan! ―exclamó él, cargándola en brazos―. Vamos a ver cómo están esos dientes. Espero que no estés comiendo muchos dulces. ―¿Yahiko, vienes? ―preguntó Konan a su amigo. ―¡Claro que sí! ―afirmó el chico y se giró hacia el niño al que había defendido―. Y tú, ¿nos acompañas? ―Sí ―respondió tímidamente. Jiraya lideraba el camino rumbo a su consultorio, con los tres niños siguiendo sus pasos. ―Tú eres el recién llegado, ¿no? ¿Cómo te llamas? ―preguntó Konan. ―Mi nombre es Nagato ―contestó. ―Mi nombre es Yahiko ―se presentó el niño de cabello naranja, mirándolo con atención―. Tienes unos ojos muy impresionantes ―confesó, admirado. Los tres rieron plácidamente. Se sentían cómodos en ellos, disfrutando del ambiente a su alrededor. Mientras tanto, el doctor los oía con melancolía. Él había tenido una hermosa esposa llamada Tsunade y juntos esperaban trillizos en su primer embarazo. Lamentablemente, se vieron afectados por un accidente vehicular y él fue el único sobreviviente. Después de eso su vida se desmoronó y, aunque iba al orfanato para apoyar, el vacío en su interior cada vez era mayor. Fue en uno de sus intentos de suicidio que presenció una tragedia similar a la suya. Nagato se parece a mí, pensó Jiraya, recordando. Flash back Era una noche de lluvia como las que vivía desde el accidente. Se dirigía al mismo edificio en donde todas las noches iba para reclamarse a sí mismo la cobardía de no poder quitarse la vida. Estaba a punto de entrar cuando escuchó un fuerte chirrido de frenos y se volteó para ver el preciso instante en que se producía el violento choque. Conmocionado, llegó corriendo hasta la horrible escena para ayudar. Se aproximó hasta el primer auto e intentó rescatar al hombre que estaba tras el volante, mas éste lo rechazó ―Primero… Nagato ―pidió el moribundo padre, señalando al niño que yacía inconsciente en la parte de atrás. Jiraya se apresuró a sacarlo de allí y de llevarlo hasta la puerta del edificio para recostarlo. Cuando quiso volver para rescatar a los demás, los autos implicados explotaron. Sin poder contra la emoción, Jiraya cayó de rodillas de la impotencia. Fin del flash back Y así pasaron los años. Jiraya procuraba visitar el orfanato con frecuencia, principalmente para ver cómo crecían esos niños, quienes compartían un lazo más fuerte que el de la sangre. Fue entonces cuando el viejo doctor decidió darse una oportunidad y los adoptó a los tres para vivir juntos como una familia. Finalmente, Yahiko se convirtió en un terapeuta, Konan en pediatra y Nagato, al igual que se padre Jiraya, en odontólogo. Ahora tenían una vida muy ocupada, pero siempre iban juntos al orfanato a seguir ayudar a los niños. Esa era su forma de agradecerle a la vida por una segunda oportunidad. Fin. Muchas gracias por darle una oportunidad a este escrito. Agradecimientos especiales a @niña Elric por el beteo del escrito. *-*
muy conmovedor me encanato <3 y ademas muy original pues casi siempre me topo con historias tipicas sobre los protagonistas y este no, me gusto mucho. como dato a mejorar en cuanto a los detalles de las situaciones, soy de esas que piensan que cuanto mas mejor pero asi tambien esta bien para una historia ligera
¡Estuvo genial! No note ninguna falta de ortografía (el beteo fue realmente bueno), la narración de una forma sencilla pero hermosa. La historia es realmente conmovedora, yo también tengo lazos que aunque no sean de sangre son como si lo fueran, y hasta a veces creo que son mas fuertes que esta, así que entiendo completamente el sentimiento. También muy trágico lo de esos pequeños, pero le quedaron perfectamente las historias. En fin, espero seguir leyendo acerca de ti, ¡nos estamos leyendo!
