Hay que dejar partir. —Duele, duele mucho. — Con su puño firmemente cerrado lo apretaba contra su pecho, tal vez tratando de transmitirle la fuerza a su corazón. —¿En verdad es tanto? — Preocupada, la más pequeña tomo la ajena mano desocupada, su rostro era inocente, aún así la seriedad se marcaba de sus infantes rasgos. Formó un puchero y la otra no pudo evitar sonreír con ternura. —Si me lo dices con tal angustia, la verdad es que no, no duele tanto. — Tomo el pequeño rostro entre sus ambas manos, acariciando sus mejillas de un rojo natural con sus pulgares. —Pero es difícil, tedioso superarlo, eso es lo que más duele. —No lo entiendo, yo estoy bien con ellos, no hay nada malo ¿Porque podría pasar eso? — La infante voz empezó a quebrarse, la otra empezó a calmarla con sonidos arrullados. —Perder las amistades es difícil querida, a veces ellos se marchan sin motivo alguno, otra razón por la que duele, y aunque no lo creas una también es la que se aleja de otros, a veces sin siquiera darnos cuenta... — Acercó a la pequeña, abrazándola entre sus brazos. —¿Sabes otra cosa? También tiene que ver el hecho de que cambiamos inevitablemente, situaciones donde uno de nuestros amigos se pierde, evoluciona, se vuelve otra persona, y cuando ellos cambian simplemente no pueden volver a ser los mismos con unos, porque ya no son lo mismo que antes, no te pueden dar algo que ya no tienen... Eso también nos sucede a nosotras. Cambiamos, dejando atrás cosas que de repente volvemos a anhelar, a veces logras recuperarlas de vueltas, en otras no... Ahí también nacen nuevas amistades. —... No entiendo. — Fue su simple respuesta, la verdad es que le empezó a ser un poco tediosa la conversación, y sus sentimientos empezaron a revolotear con sus pensamientos, confundiendo la más. La más grande río. —La verdad es que te extraño, pero tengo que partir... — Miró al piso sintiéndose demasiado nostálgica, de repente las lágrimas amenazaron con salir, pero no lo permitiría delante de ella. De la nada, sintió suaves labios sobre su frente. Ahora la pequeña era la que le consolaba. —Supongo que está bien, fue lindo conocerte, me gustaría jugar más contigo, pero de más que te retan si te atrasas demasiado... Eso de ser adulto es complicado ¿No? — La pequeña le regalo una de sus hermosas sonrisas. —Te prometo que jugaré y disfrutaré a mis amigos... También ¡Sonreiré mucho, mucho! solo por ti ¿Vale? — Con sus diminutas manos cubrió las otras, a pesar de aferrarse con fuerza el tacto tan solo era suavemente cálido. — Lo agradezco mucho, trataré de sonreír más seguido también... Y de jugar de vez en cuando ¿Porque no? —Inevitablemente lágrimas corrían por sus mejillas, no pudo aguantar más. El sonido de un tren apunto de marchar resonó por toda la estación. La abrazo, la abrazo tan fuerte que casi la levantaba del suelo, empapando sus pequeños hombros, está sobaba su espalda, arrullándola, tal como habían hecho ella hace unos momentos. —Te amo. —comentó la más grande. —Te anhelo más que nada. —atinó la más baja. Limpiándose el resto de lágrimas volvía a incorporarse con orgullo cogiendo su escaso equipaje, intercambiaron por última vez una profunda sonrisa, y dándole la espalda por fin subió al tren de la madurez que pitaba estruendosamente, aunque para ellas solo se escuchaba un hermoso silencio al pensar en la ajena. Sin vuelta atrás Adolescencia no pudo hacer nada más por mantenerse al lado de Niñez, sabiendo que no volvería a estar con ella, aún así no volvería a mirar a atrás en mucho tiempo, aún sabiendo como su pequeña Niñez miraba fijamente como se alejaba, deseando ferozmente igualarla pronto par ir tras ella. Aunque ninguna sabía que cuando lo lograra la otra ya sería una completa adulta. Fin Contenido oculto Estoy feliz, a penas un relato, pero aún así sigue siendo un relato, por fin pude hacerlo. Aparte de eso, no sé en qué generó caería eso, lo dejo en amistad y en romántico porque uno ama sus amistades y las relaciones te enseñan a amar... Y porque no se que géneros sería esto. Muchas gracias por leer
La historia es bastante ambigua puede pasar por dos amigas despidiéndose o puede ser un símbolo del paso de la niñez a la adolescencia. La presentación de la historia es bastante buena pero puede ser confusa y ya depende de la imaginación del lector y su manera de interpretarlo. Me gusta que la historia hable de una relación de amor puro con el que se disfruta simplemente haciendo feliz a otro "la amistad" .
Confuso, interesante, tal vez termino así porque no andaba en todos mis sentidos XD Por lo menos termino siendo interpretativo, eso me gusta. Gracias por tu comentario.