Prisión Boceto

Talía Wells~


Al llegar al despacho vislumbramos al supuesto jefe del lugar, y debía admitir que la simple palabra imponía un poco.

Nikolah me indicó de quedarme cerca del otro muchacho para hablar con el jefe, pero la verdad es que me daba un poco de miedo ser yo la que hablase primero, así que él lo hizo.

—Oh, así que a él sí le dices tu nombre… Ian— Mascullé inaudiblemente entrecerrando los ojos.

Nikolah volvió unos minutos después, con unos prismáticos en la mano, y antes de poder decirle nada se interpuso en la conversación, señalándome después las librerías que había en el lugar.

Me giré para observarlas y caminé hacia ellas comprendiendo la señal, esperanzada de encontrar algo importante esta vez. ¡Por mí misma encontraría algo interesante!

—Hey, hazme compañía— dije sonriente sacando de su pokéball a mi Chikorita, ya que Mimo se quedó esta vez con Nikolah y la idea de investigar completamente sola no me gustaba—. Pero, ¡shhh! No hagas ruido, ¡los mayores están hablando!

Contenido oculto: pd:

ian i hate u you are my crush and u just CRUSHed my heart im so very sad

 

Ian Lockhart

—Ya veo, ya veo —asentí, demasiado metido en mi mente como para percatarme del momento en que la niña se separó de mi lado—. Algo que me parece interesante es el hecho de que siempre nos topemos con el dúo conformado por Farrow y Erwin. Entiendo que Farrow sea el agente acargo de estos casos, ¿Pero qué hay acerca del agente Erwin?

—¿Podría hablarme sobre él?

Erwin había estado en loa últimos dos casos al igual que yo, pero no era eso lo que me preocupaba. Era el hecho de que él también era uno de loa presentes cuando ocurrió lo de la hermana de Irvine. En su caso... ¿Cómo le había afectado?

 

Bert negó con la cabeza.

—Temo decirte que no dispongo de ninguna información nueva, al menos, no dispongo de ningún dato que no sepa ya Erwin. Henry Callahan era un tipo muy desagradable, debo decir. Claro que no traté mucho con él, únicamente para realizar los interrogatorios pertinentes que realizo a presos como él personalmente. Su nombre y su cara se me quedaron grabadas... era un tipo sin escrúpulos.

>> Temo que quien le haya hecho eso sea alguien con menos escrúpulos aún, pues.

Perfil de Henry actualizado.

—¿Ernst? ¿Quién es ese? No recuerdo nada, vaya. Mi memoria está difusa, oh, cuanto lo siento.

Estaba siendo sarcástico. Desagradablemente sarcástico.

—¡Cruak! ¡Cruak! Cha-Chatot. Chaaaatot.

... ¿en serio simulaba ser un pokémon normal y corriente, incapaz de hablar, para evadir el tema? No había quien se creyese esa burda actuación, vaya.

Blaise enarcó una ceja.

—Otra imbécil más. Vaya... meteos esto en la cabeza, investigadores de pegatina: no. Voy. A. Hablar. Con. Vosotros. ¿Se entendió? ¿Os hago un dibujo, un esquema...?

Qué señor tan desagradable.

Pronto Bert alzó la cabeza, y miró a Talía. Le riñó, de la forma más amable pero directa de que fue capaz.

—Eh, chica, no hurgues por ahí, ¿quieres? Son mis libros personales y documentación de este edificio. Si necesitas alguna información, yo te facilitaré la misma y todos los documentos que necesites al respecto... pero no rebusques por ahí, como digo, tengo cosas personales.

Vaya... parece ser que esta vez no podrían investigar eso, ¿eh?

—Ah, Erwin. Es un chico brillante, ¿verdad? Se unió hace poco a la CSG, y es un agente ejemplar. Sinceramente, estudio ascenderle en breve... seguramente cuando se calmen los humos de este caso. Una persona tan competente y apasionada como él es digna de ser ascendida, sin duda. Por lo visto, sufrió algún tipo de evento trágico que le hizo desear luchar contra el mal junto a nosotros. Tiene un fuerte sentido de la justicia, eso está claro.

 

Nikolah Cruz

Mis ojos se abrieron bien grandes con la mención del apellido del muerto. Si mal no había visto el letrero, había un archivo debajo. Y ya que no podíamos buscar en la librería de la oficina, allí parecía el mejor lugar.

Así que tomé a Talía, Chikorita, y Mimo, le di los prismáticos al último, y con todos en brazos, me fui corriendo al ascensor, para descender al archivo, a preguntar sobre Henry Callahan.

—¡Au Revoir!—dije, a modo de saludo, mientras hacía una reverencia, complicada por la carga que llevaba.

No tenía idea de que acababa de decir, pero lo había escuchado en una novela en un bar, y sonaba bastante profesional.

 

Nikolah buscó, pues, la ficha de Henry... buscó por la C de "Callahan", y, tras unos cuantos archivos de relleno, logró encontrarlo.

Allí estaba, el archivo con sus datos personales y toda la información penitenciaria necesaria. Tal vez fuese útil.

Obtienes la "Ficha de Henry"

 

Mimi Honda

...

¿Qué estaba haciendo ahora? ¿De verdad se pensaba que a aquellas alturas de la conversación me iba a tragar que no podía entenderme?

Yo no tenía paciencia para esas cosas.

Apreté los puños, la mandíbula con fuerza. Si no tuviese un guardia en la puerta ya le hubiese echado las manos al cuello.

—No te tengo ningún tipo de estima—mascullé—. Ni a ti ni a tu dueño. Ambos sois y erais unos bastardos. Henry por asesino y tú por cómplice.

Apreté aún más los puños, luchando por mantener la compustura. Pero había empezado a temblar de la rabia.

>>¡Dime lo que sabes o estar encerrado en este sitio será el menor de tus problemas!

 

Hubert

Recibí a Emily y Espeon en el ascensor con una sonrisa, en tanto Serperior las saludó con su característica reverencia. En el trayecto del ascensor hacia la planta inferior nos saludamos con más tranquilidad, no se pudo decir más ya que el descenso fue breve.

Al abrirse las puertas, nos encontramos con una suerte de biblioteca, donde predominaban carpetas. Tomé una la más cercana al elevador para examinar su contenido y pude comprobar que había fichas policiales en su interior. Muy seguramente el resto de las carpetas serían igual, pero también me encontré con un pequeño: no conocía el apellido de las personas involucradas en los casos del CSG. Ni siquiera el de la víctima.

Salvo el de una persona.

—¡Au Revoir!—dijo una voz de pronto.

Al girarme, vi a uno de los nuevos holders y sus pokémon entrando al lugar.

—Emh… ¿Hola? —fue mi confuso saludo.

Pero con rapidez volví a centrarme en lo que estaba por hacer. Me dirigí al sector M y, una vez en la estantería correspondiente, busqué la ficha de Ellie McRoy.

 

Chatot abrió las alas y aleteó, asustado. Al ver que Mimi presionaba tanto, supuso que no le quedaba otra que hablar. Imitando la voz y forma de hablar típicas de Farrow, dijo:

—Bueno, si insistes, ¡DECLARARÉ!

Los quehaceres de Chatot (1)

¡Cruack!

Si quieres que te cuente lo que sé, te diré que no sé nada, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? —pronunció con la voz de Henry.

Vi a Henry hace un par de días, más o menos —de pronto, hablaba con la voz de Erwin—. ¡Y eso es todo! ¡Tuvimos un ratito juntos, pero nada relevante, una visita sin más!

Tíiiiiio, ¿has terminado ya, o qué? ¿Vas a dejarme en paz ya? —la imitación de Sear era casi perfecta.

Hubert encontró los archivos con relativa facilidad: hablaban de Ellie, de sus datos personales, trayectoria criminal, en fin. Pero no había nada especialmente reseñable para el caso, a decir verdad.

 

Nikolah Cruz

Había leído la ficha como un rayo. En apenas unos segundos, sabía la vida personal de Henry como si fuera su mujer íntimo amigo. Sinceramente, no sabía que me pasaba. Nunca se me había dado bien leer, y mucho menos prestar atención y retener tanta información. Pero había algo... Algo en todo este tema, que hacía que algo ardiera en mi interior. Algo que me hacía desear dar mi máximo. Era una lástima el hecho de que tuviera que haber muerto para haber descubierto mi vocación.

Terminé de leer, y al alzar la vista, pude encontrarme con aquel muchacho del Serperior, y a la chica que acompañaba a la lanzadera de piedras playera. Al parecer, estaban leyendo otro archivo. El de Ellie McRoy, la culpable de uno de los casos anteriores. Me acerqué detrás de ellos, y les hablé.

—Nikolah Cruz, de la Compañía de Detectives Talía, Nikolah y Mimo. ¿Me podrían prestar luego ese informe cuando terminen de leerlo?—pregunté, con una sonrisa.

Arceus, comenzaba a amar todo esto.

 

Mimi Honda

La situación era molesta. Muy molesta.

Pero no tenía ninguna prueba que usar en su contra. Sabía que ese pajarraco ocultaba algo, sabía que conocía mucho más de lo que aparentaba. Pero de momento no tenía forma alguna de descubrir el qué.

Era espeluznante verle imitar voces. Resultaba grotesco.

Todo aquello había sido ridículo. Y me había hecho perder un tiempo precioso que podría estar invirtiendo en otras cosas.

—Tía—bufé—. Soy una chica. Y sí, he terminado ya. Pero no creas que no volveré.

Effy parecía estar ocupándose bastante bien de Sear así que pasé por su lado y me dispuse a abandonar el módulo.

Me dirigí hasta la torre central, la Sede de la CSG. Y subí el ascensor hasta la sala de reuniones.

 

Nikolah Cruz

Me decepcione un poco al ver que el archivo de Ellie no tenía nada que pareciera relevante al caso. Igualmente, memoricé la información que allí estaba escrita: nunca se sabía cuando pudiera resultar útil. Todavía quedaba averiguar sobre otra persona, pero no tenía en ese momento el apellido, y buscarlo entre la pila iba a ser una pérdida de tiempo.

Me dirigí hacia Talía, que al parecer también estaba rebuscando por ahí, con Mimo y su Chikorita. Me cargué la niña a los hombros de vuelta, y salí por el ascensor. Era hora de dirigirnos al módulo sur.

...

Al llegar allí, juzgué que era mucho mejor dejar a la pequeña con el guardia, debido al ambiente de mala muerte y peligrosidad del lugar. Luego de preguntarle a este la ubicación de cierto prisionero. Al saberla, me dirigí lentamente hacia allí, haciendo chocar el paraguas contra las rejas de cada celda. Había visto que un personaje en una película lo hacía, y lo juzgué apropiado para el momento. Devan estaba allí, pero para seguir en papel, no me dirigí a él. Detuve mi traqueteo lento del paraguas en la celda en donde se encontraba la siguiente persona de interés.

Giré lentamente, con mirada fría y calmada, y hable con voz suave, que dejaba entrever cierta amenaza.

—Blaise, ex-director de la Compañía Óleo, ¿no es así? Un par de preguntas: ¿cuál es su apellido, qué sabe sobre el incidente, acaso usted mató de forma directa o indirecta a su antiguo colega, el señor Henry Callahan?

Arceus, esperaba que la fachada funcionara.

 

Orgen

Observando el lugar, luego de que el holder llamado Ian, quien tenía mucha más experiencia en estos casos se adelantó, decidí preguntar por el establecimiento.
—Usted es el fundador de ésta sede, ¿podría contarme algo sobre la prisión adyacente —pregunté.

<<Preguntar sobre la prisión

 

Talía Wells~

Seguía con las mejillas infladas desde que el señor Berto me regañó cuando todavía no había llegado ni a las librerías. ¡Yo solo quería investigar un poco, no cotillear!

Nikolah me llevó corriendo a la sala de archivos en donde encontramos el de Henry gracias a la información recibida, y mi puchero para nada infantil se apaciguó. Lo miré por encima y luego los otros compañeros nos dejaron ver el de Ellie que encontraron. Admito que no comprendía mucho, no se veía nada raro ni llamativo en ellos... ¿quizá? ¡Pero seguro que entre los dos encontrábamos algo!

Y una vez más, Nikolah cargó conmigo y nos dirigimos al modulo sur.

De la nada me vi sola en la puerta del modulo junto con una joven que nos permitió el paso en el lugar. ¡Nikolah había ido a investigar por su cuenta!

—Jo, yo también quería recoger información... —Miré a la joven y le sonreí—. ¡Hola, me quedaré aquí un ratito contigo! Uhmm... ¿a ti te puedo preguntar cosas?

 

— Tsk.

Deino volvió a ladrar, pero esta vez no le siguió otra pregunta. Aquel hombre me tenía harto y sabía que no iba a obtener nada de él, así que decidí irme. Sin embargo, Deino se había quedado en el lugar, así que tuve que avisarle:

— Vámonos, Deino. Esto está siendo una pérdida de tiempo.

No obstante, y aunque mi intención en un principio era irme a otro módulo, finalmente opté por hablar con la joven que parecía alguacil. Parecía haber otra chica ya con ella, así que no dije nada aún y me quedé con el oído puesto. Quizás tuviera algo más que decir que los reclusos...

 

Mimi subió entonces en el ascensor de la Sede de la CSG, hasta la sala de reuniones del lugar. Resultó ser un espacio amplio, con una mesa redonda en el centro del redondo lugar, rodeada de sillas y con poco más que eso. Lo curioso es que, si bien estaba casi vacía, un hombre se sentaba en la silla más grande, presidiendo el lugar. Leía algunos informes, y alzó la vista al ver entrar a Mimi. Se levantó, presto, y se dirigió a ella.

Contenido oculto

—¡Ah, hola! Bienvenida, chica, ¿nos conocemos? Debes ser una de las holders que nos ayudarán con este caso, ¿no es así?

>> Yo soy un detective perteneciente a la interpol, y colaboro con la CSG en este caso porque tiene una evidente relación con asuntos de interés transnacional. Mi nombre es... oh, espera, no puedo revelar mi identidad, ¡soy agente secreto! Hum... Handsome, sí, llámame Handsome. Sírvete de mi ayuda cuando lo necesites, joven. ¿Cómo va la investigación?

>> ¿Qué tiene este caso de interés para la interpol?
>> ¿Has descubierto algo?
>> Dar resultados de la investigación a Handsome.

Blaise suspiró, hastiado.

—No. Voy. A. Hablar. Con. Vosotros. I won't speak with you. Je ne vais parler avec vous. Ich werde nicht mit dir reden. ¿Os queda claro en alguno de esos idiomas, o seguís sin entenderme...?

—Ah, ¡la Prisión Boceto, eh! Decidí construirla tomando como base la sede de la CSG; los módulos fueron construidos después de construirse la torre principal, porque decidí que era mejor que los prisioneros estuviesen cerca de nosotros. Los policías y los delincuentes, al fin y al cabo, dependemos, de una forma u otra, los unos de los otros; nosotros trabajamos para atraparlos, y ellos necesitan ser controlados por nosotros, ¿no? —y sonrió.

Tanto Devan como Talía se acercaron a la alguacil.

—¡Oh! H-Hola... mi nombre es Lara, encantada. Hum... ¿puedo ayudar en algo?

>> ¿Qué sabes del incidente?
>> ¿Qué puedes decirme de este módulo?
>> ¿Te encuentras bien?

Y, efectivamente, allí estaba su informe. Vaya, parecía haber sido condenado a muy poco tiempo de prisión, por ser considerado, únicamente, cómplice en la trama de la contaminación. Se le restó mucha responsabilidad criminal justamente por ser el padre de Lyanna, la principal instigadora, y por ser, según el informe "altamente manipulable". Parecía que el tipo causó simpatía a quienes le juzgaron, sin duda.

No obstante, poca relación parecía tener aquello con el caso.

 

La alguacil parecía algo tímida, pero al menos parecía mucho más dispuesta a decir algo que los reclusos. Deino ladró de forma amistosa y pregunté:

— ¿Qué puedes decirme de este módulo? Parece que aquí los barrotes son muy gruesos... Devan, por cierto. Un placer.

 

Mimi Honda

La sala de reuniones era un espacio amplio, con una mesa redonda y sillas dispuestas a su alrededor—como todas las salas de reuniones—y no estaba demasiado ocupada. De hecho, allí solo había una persona. Un hombre con gabardina que me saludó nada más me vio.

Se presentó, pero mi expresión debió demostrar auténtica sorpresa cuando dijo que trabajaba para la interpol. Suponía que por su relación con Henry con el PAM. Si era así, ambos estábamos tras lo mismo. Ayudar a detenerlos era la única razón por la que estaba allí.

—¿Detective Handsome? Pues no es usted muy atractivo—respondí por inercia. Pero me di cuenta que dije eso en voz alta y avergonzada, me apresuré a apartar la vista—. P-perdón. No estoy de buen humor. Todo esto me tiene histérica.

Parecía que era honesta en momentos dónde ni siquiera era necesario serlo.

En primer lugar sabía que Alpha estaba allí, colaborando en la investigación y eso me tenía muy tensa. En segundo; la estupidez del payaso imbécil en la playa al que no esperaba volver a ver. El reencuentro con Effy no me había hecho ningún bien y por último; la infructuosa charla con Chatot...

Necesitaba un té con urgencia.

>>Mi nombre es Mimiko Honda y sí, estoy ayudando con el caso—admití finalmente, tras suspirar—. Pero de momento no he podido lograr gran cosa.

>>Dígame, señor Handsome... ¿por qué este caso es de interés para la Interpol? ¿Tiene que ver como imagino con el Proyecto de Alteración Molecular?

>>¿Qué tiene este caso de interés para la interpol?

 

Nikolah Cruz

Vaya, el ex-director parecía una persona muy agradable. Devan me ignoró, al parecer enojado por la falta de respuestas del hombre. Iba a ser mucho más sencillo irme e intentar conseguir la información de otro modo, pero ya me había metido en el personaje, y no quería desperdiciarlo. Suspiré con aire de suficiencia, aunque en realidad estaba intentando calmarme por lo que iba a hacer.

Repentinamente, dejé caer mi paraguas, tomé por el cuello de la camisa al ex-director, y lo atraje hacia mí, presionando su rostro contra los barrotes de su celda.

—Escúchame bien, pedazo de escoria. No sé por qué piensas que tienes la dignidad suficiente para responder a alguien del otro lado de los barrotes de esa manera.—dije, con voz baja y amenazante, a centímetros de su rostro.— Has caído desde lo más alto, viejo. Estabas en la cima. Y ahora duermes en tu propia orina. No creo que quieras contradecirme sobre tu estancia aquí, pero no parece demasiado distinto a mis palabras. Ahora bien, puedes redimir algo de tu persona contándome simplemente tu apellido y la relación que tenías con el muerto, que sé que conocías bien, o puedo simplemente acusarte, diciendo que me amenazaste, que tenías contactos afuera, que incluso intentaste atacarme a través de los barrotes. Mi cara ya está lo suficientemente golpeada como para simular eso. Tú eliges.

Mi corazón latía a mil, y estaba haciendo un soberano esfuerzo para no temblar. No podría mantener la fachada por mucho más tiempo. Y esperaba no estar pasándome.

 

Orgen

Escuché las afirmaciones del Jefe y observaba detalladamente el despacho, luego de que me hablara sobre la prisión y como decidió construirla observé el bosquejo y los datos ya obtenidos. Analicé todo los detalles y pregunté si ya podíamos entrar al módulo norte. —Disculpe Jefe, pero ¿ya podemos entrar al módulo norte?

>> ¿Podemos entrar al módulo norte?