One-shot Naruto, no es tu día

Nick: HokageLaura

Título: Naruto, no es tu día

Palabras: 994 (sin contar las anotaciones)

Temas: comedia

Naruto, no es tu día​

Naruto respiró entrecortado, pensando en cómo narices se había metido en esa situación.

Todo había comenzado en una misión del equipo siete donde debían capturar a un grupo de infiltrados que robaban pergaminos antiquísimos de las viejas aldeas. La Hokage les había dicho que cuando los recuperaran, que ni se les ocurriera abrir uno, sino las consecuencias serían inimaginables. Pero claro, tratándose del equipo siete, las advertencias estaban demás y cuando dieron con el grupo de cinco individuos, la situación al final acabó con uno de los encapuchados que, tras retirar la capucha y dejar ver su rostro oculto por un antifaz, dijo:

—Es la hora—abrió uno de los pergaminos, provocando que surgiera de él un vórtice espacial por el que entraron. El encapuchado más grande se retiró la vestimenta y dejó ver su cuerpo recubierto por un trozo de metal que sorprendió al equipo 7:

—¿Qué tipo de jutsu es ese?—dijo Sakura.

—No lo sé, pero debemos averiguarlo.

Naruto, sin pensárselo dos veces, siguió al grupo por el vórtice y Sakura y Sai, hicieron lo mismo. Al traspasarlo se encontraron en mitad de una calle de edificios altos, más incluso que la montaña de los rostros de los Hokage.

—¿Dónde estamos?—dijo Sai.

—En la Tierra—dijo el chico de la antifaz—. Nos habéis seguido por el vórtice.

—Esto pasa por haber esperado que Cyborg se comiera esa sopa de fideos asquerosa—dijo la chica de ojos verdes y cabello naranja. El grupo de encapuchados se había quitado previamente sus capas dejando ver su auténtica indumentaria.

—¡El ramen está riquísimo! ¡No permito que nadie lo insulte!—dijo Naruto soltando fuego por la boca.

—¡Shannaro! ¡Naruto, tranquilízate! ¡Debemos recuperar los pergaminos!—dijo señalando a la chica de piel gris, que era quien los tenía.

—Estos pergaminos son necesarios para nuestra lucha contra las fuerzas del mal. Un antiguo hechicero los escondió en vuestro…

—¡ME IMPORTA UNA MIERDA!—Naruto lanzó una rasengan que impactó en el grupo de ladrones.

—¡Mira, mamá! ¡Van vestidos como los ninjas de la televisión!—dijo un niño que pasaba por allí con su madre.

—¿Eing?—dijeron los integrantes del grupo 7.

—Esta es la nuestra. Yo me encargo—Chico Bestia se convirtió en un rinoceronte y se dirigió al grupo para embestirlos pero Sakura le metió un derechazo con su puño, sin apenas despeinarse. Chico Bestia cayó al suelo, quedando completamente K. O.

—Esa chica se parece a la bruta que sale en la serie de dibujos de la tele—dijo una niña que pasaba con sus padres. Poco a poco se fueron acercando más curiosos que fueron sacando.

—¡A quien llamas bruta! ¡Shannaro!—Sakura dio un puñetazo en el suelo provocando un socavón.

—¡Qué barbaridad! ¡En la televisión, echan series de violencia y ahora hacen representaciones en la calle!—dijo una madre.

Los Teen Titans miraban sin entender lo que ocurría. Lo normal era que fueran ellos los protagonistas cuando iban por la calle, pero ahora esos ninjas del mundo alternativo se llevaban las flores.

—Oye, ¿y si aprovechamos y nos vamos?—dijo Cyborg.

Raven vio sus pergaminos intactos y al equipo 7 rodeados por transeúntes que se dividían en dos: los jóvenes y niños aficionado a una serie de ninjas de la televisión que se parecían mucho a ese grupo de extraños y los padres que criticaban el nivel de violencia que salía en dicha serie y que acababan de ver en vivo.

—Pues venga—contestó Raven.

El grupo se fue andando y sin problemas, mientras Naruto, Sakura y Sai eran engullidos por una masa de gente.

—¡Oye, que se van!—exclamó Naruto.

—Tenemos problemas más serios—dijo Sakura, quien no podía moverse.

—¡Oh, oh!—dijo Sai.

—¿Cómo que “oh, oh”?—preguntaron los dos a la vez.

El ninja pintor señaló una ola de agua que acababa de aparecer de la nada y que iba a tragárselos vivos. Los ninjas querían escapar, pero los transeúntes, quienes parecían que no estaban asustados por la ola, no dejaban escapar a los ninjas:

—¡Nooooooooooooooooo!—dijo Naruto.

.

.

—¡Nooooooooooooooo!—Naruto se levantó de la cama empapado.

Sakura lo observaba con el vaso de agua que acababa de lanzarle. Habían quedado en la puerta de la aldea para empezar la misión, pero el rubio no se había presentado y al ir a su casa (y haber forzado la puerta), descubrió a su amigo en la cama murmurando frases como “¡El ramen está riquísimo! ¡No permito que nadie lo insulte!” o “¡Me importa una mierda!” y como no se despertaba, optó por el método infalible que lo despertaría: lanzarle un vaso de agua fría.

—¡Sakura-chan!—dijo Naruto al abrazarle.

—Naruto, ¡no seas tan pegajoso!—Sakura lo apartó—. No despertabas y te he despertado lanzándote un vaso de agua. Seguramente te habrías quedado dormido, viendo algunas serie—Sakura observó los DVD que tenía Naruto sobre la mesa, viendo la serie Teen Titans o…—Vaya, vaya—sacó de entre los DVD, uno sobre una serie que jamás se imaginó ver en la mesa de Naruto—. ¿Eres fan de las Supernenas?

Naruto se enrojeció y le arrancó los DVD.

—Es una serie donde tres chicas valientes luchan por proteger su ciudad de los malos, ttebayo.

—Ya y ¿por eso tienes una muñeca hinchable de Cactus, tamaño persona ahí escondido, no? No sabía que te aburrieras tanto—dijo Sakura con evidente malicia.

Naruto vio la muñeca en una esquina. En realidad, era de Konohamaru, quien se la había comprado por AliExpress, pero tenía que dar muchas explicaciones a su tío Asuma y decidió pedirle a Naruto que se la guardara hasta que encontrara una solución.

—Bueno, te espero en la puerta—dijo la ninja, riéndose pícaramente.

—No, no, espera, Sakura. ¡No es lo que tú piensas!—dijo Naruto, intentando alcanzar a Sakura, pero la mala suerte quiso que se cayera tropezando con la ropa que tenía tirada por el suelo, lo que provocó que la muñeca se moviera y cayera encima del ninja.

Naruto, no es tu día.