... sin aventarte un párrafo a lo My Immortal :D Cuando estamos iniciando en la aventura de crear nuestro primer escrito original una de las primeras cosas que solemos hacer es presentar a nuestros personajes. Cualquier personaje presenta dos clases de características: las físicas y las psicológicas. Aunque las segundas normalmente deberían quedar claras por el tipo de acciones que realiza el personaje (si es enojón estará siempre molesto o gritando; si es travieso andará haciendo bromas o soltando incoherencias seguido), las primeras suelen ser introducidas de este modo: Su nombre es María Susana. Tiene diecisiete años; el cabello largo, lacio y castaño; sus ojos son azules y su mirada siempre es alegre; es de tez blanca y tiene un pequeño lunar en la mejilla. Mide 1.70, es delgada y posee una buena figura; viste una blusa rosa de manga corta, una falda escolar blanca y usa unas zapatillas del mismo color. Con esto, el lector sabrá como es María Susana... Por otro lado, ¿no suena muy como... presentación de clase de lengua extranjera? Sí, como cuando estas aprendiendo los pronombres y a introducirse a tí mismo usando palabras básicas. En la vida real las presentaciones suelen ser más dinámicas y —salvo que nos estemos presentado con un invidente— no solemos decir lo que es obvio que la otra persona verá de nuestro físico. Entonces, ¿de qué otro modo podemos describir a nuestro personaje? Una forma puede ser no soltando toda la descripción de golpe sino dando varias "pistas" a lo largo del primer capítulo y usando elementos de la misma historia como pretexto para meter las descripciones. Tomemos de ejemplo el párrafo anterior para empezar nuestra nueva historia: Aquella mañana, María Susana se despertó temprano porque sería su primer día en la nueva escuela. Con diecisiete años y en último semestre sabía que encajar no sería fácil encajar pero le gustaba el reto. Fue directo a la cocina a preparase un pan tostado con mermelada, ya que usaría el resto de la mañana en peinar su largo y castaño cabello que siempre se terminaba por enredar en su peine. Tras terminar su desayuno, regresó a su habitación a vestirse; por ser un día especial usaría su nueva blusa que era rosa de manga corta, también decidió ponerse la falda que mejor le quedaba ya que pensaba que al medir 1.70 las que le llegaban por debajo de la rodilla le quedaban mejor. Se puso unas zapatillas blancas, del mismo color que la falda que escogió y fue al baño a terminar de arreglarse. Apenas estuvo lista, tomó sus cosas y salió rumbo a la escuela. A pesar de ser un párrafo muy simple veremos que casi todos los elementos que describen físicamente al personaje están ahí, pero de alguna manera las descripciones se sienten integradas a la historia. Otros elementos se pueden introducir un poco más tarde: El chico se le quedó mirando un rato, después de todo, no era tan común ver chicas de ojos azules por esa zona. Al notar que la miraban, sonrió apenada soltando una pequeña risa. Fue ahí cuando el chico también notó el lunar que tenía sobre el hoyuelo de su sonrisa. Con esta clase de descripciones podemos saber un poquito más de la apariencia del personaje sin que este nos lo tenga que contar. Conforme se vaya ganando práctica se pueden buscar maneras más sutiles o elegantes de ir soltando estas descripciones e incluso poderlas combinar con algunos rasgos psicológicos del personaje: La severidad de su mirada, capaz de intimidar al hombre más valiente, contrastaba enormemente con la vivacidad que reflejaba su cabellera: repleta de pequeños rizos, como virutas de madera, de un dorado tan puro que era difícil no pensar en Risitos de Oro. Era como ver a una pequeña oveja descarriada.
Yo sólo añadiría que incluso se vale no describir físicamente a tus personajes nunca. Puede parecer abominable crear personajes "incorpóreos", pero hay que tener la seguridad de que el lector ya se está imaginando, a su modo, cómo son. Por su personalidad, los relaciona con imágenes mentales que éste ya conoce y los conecta, creándoles el rostro y cuerpo que ellos deseen. A veces es bello simplemente no privarlos de esa libertad imaginativa, si es que con ello no afectas para nada a la historia. Es una especie de regalo para que el lector se sumerja más cómodamente a tu relato, sobre todo cuando no hace tanta falta en realidad darles el rigor de que Susanita mide 1.70 y tiene algún lunar.
Concuerdo totalmente. A mí me gusta darle a los lectores personajes con muy pocas características para que ellos se los imaginen como quieran. Suelo dar una característica como color de piel, de pelo, de ojos, altura aproximada y musculatura solo cuando quiero que el lector tenga esos pequeños detalles en cuenta. Pero me gusta dejarlo todo a la imaginación de los mismos. Además, la descripción de un personaje es algo que aparece cuando este se presenta por primera vez. No creo que alguien recuerde las características de diez personajes luego de unos diez o quince capítulos desde que fueron descritos. A decir verdad, yo siempre fui de olvidarme ese tipo de detalles a los diez minutos. Y es que si un personaje se encuentra en una lucha, persecución, o cualquier otra situación, lo que menos me voy a poner a pensar es en su descripción física. De hecho, yo suelo saltearme las características físicas de un personaje. Entiendo que el escritor se ha tomado su tiempo para imaginarlos y plasmarlos, pero la verdad es que el hecho de que un personaje sea rubio, con ojos color café, con una cicatriz en su ceja, con un diente de oro, etc. son cosas que no le añaden nada a la trama a mi parecer. Lo realmente importante es lo que hagan dentro de la misma. Lo mismo sucede con la ropa de los mismos (aunque esto es en parte diferente, dado a que no es lo mismo una armadura que una camisa sin mangas). Con esto no quiero decir que estoy a favor ni en contra de ningún tipo de descripción, simplemente me alegra haberme encontrado con alguien que comparte el mismo punto de vista que yo.
No estoy... del todo de acuerdo con eso. Creo que esto es perfectamente válido para algunas historias ya que es parte del sentimiento de inmersión. Tomando por ejemplo... a Pinocho. A nadie le importa cómo luce Gepeto; sabemos que es un viejo con el cuerpo y carácter de un viejo y con eso basta para toda la historia. Una madre es una madre, un policía es un policía, un mejor amigo es un mejor amigo independientemente de su carácter, y si permites al lector asociar la imagen de ese rol a la de alguien que ya conoce, le es más fácil sumergirse en la historia, creo que eso es verdad... la mayor parte del tiempo, la asociación por la familiaridad. Por otro lado tenemos los fanfics (parte importante de esta página) en los que, si ya conoces al personaje, no necesitas que te lo describan de nuevo, igual que no necesitas (por poner un ejemplo) explicar en un fanfic de pokémon que Pikachu es el pokémon favorito de Ash cuando se presume que los lectores ya lo saben, como saben que es un niño de piel bronceada y cabello negro. Y es justo en estos detalles en los que difiero. Si hablamos de una historia original, los detalles suelen ser importantes. En el ejemplo de Plushy el lunar vuelve a mencionarse de inmediato porque otro personaje también lo notó, y al ser un rasgo peculiar, es conveniente tenerlo en cuenta, porque puede señalarse de nuevo y constituir un elemento del personaje más allá de un adorno. Lo mismo diría de la estatura cuando esta es sobresaliente. Si Susanita no mide 1.70, sino 1.77, es una chica alta, y sería algo notable en sus interacciones con otros y su carácter. Es que eso es una mala descripción. La descripción no debe limitarse a “estatura, ojos, cabello, ropa". Si te lo presentan como un catálogo vas a olvidarlo de inmediato... Y creo que es precisamente la clase de descripciones que la guía recomienda no usar. Cuando presentas a un personaje debes ver más allá de su apariencia física y tratar su relación con el entorno, el cómo esa apariencia física afecta su comportamiento. Sí y no. Tomando el ejemplo de la persecución: la impresión que causa un personaje siendo perseguido varía de acuerdo a su apariencia. Ropa, estatura, musculatura, rasgos faciales (si es un niño bonito o tiene cara de tipo duro). Dice el dicho que como te ven te tratan, y eso es válido dentro y fuera de la ficción. El comportamiento de las personas (y por tanto, de los personajes) depende mucho de la impresión inicial, que suele regirse por la apariencia. En realidad esa clase de detalles suelen ser los que sí influyen ¿Por qué tiene una cicatriz en la ceja? Puede haber una razón de peso o no, pero las personas con cicatrices suelen ser cohibidas sobre su aspecto, y detalles como las cicatrices es algo que notas de inmediato cuando conoces a alguien. Lo mismo con el diente de oro (ya sé que los pusiste de ejemplos a lo random, pero me sirven de ejemplo también) ¿Por qué alguien tiene un diente de oro? Porque lo ha perdido y tiene mal gusto. Porque es un detalle que ayuda a identificar al personaje y porque, si aún no sabemos mucho de él, puede ser una pista de que ese personaje será importante. Si nuestra historia ocurre en un entorno común, Supongamos, Latinoamérica; las personas rubias y de ojos claros son raras. Los morenos son comunes. Un negro de piel muy oscura va a destacar en cualquier grupo, alguien con la cabeza rapada suele ser intimidante, los gordos suelen sentirse incómodos con su propio cuerpo, etc. Es a lo que me refería: la descripción es importante cuando la apariencia del personaje afecta su relación con el entorno. Y si tu historia se encuentra en un entorno poco común, aclarar que tu cortesano del siglo XVI usa una peluca enorme y viste de rojo, pues no está mal. Y ya para acabar: creo que lo más importante para una descripción es hacerla de acuerdo a la voz narrativa que quieres exaltar. Tal vez quieras señalar lo extravagante que es la ropa o el cabello de la gente común en tu historia. Tal vez tu protagonista conoció a un chico blanco, rubio y de ojos azules completamente vestido de blanco, y su apariencia le provocó una sensación incómoda que afectaría su trato con él. Tal vez los rasgos de este anciano se parecen a los de un perro y pasas el resto de la historia llamándolo “el viejo mastín". Bueno, ya me entienden. Cuando la descripción física va de la mano con características psíquicas, producen una impresión mucho más fuerte. Tampoco es que quiera llevarles la contra y ponerme a discutir porque sí, es simplemente que el tema me resulta muy interesante y puede sacarse mucho del mismo.
Y es por ello que maticé con esta oración: "A veces es bello simplemente no privarlos de esa libertad imaginativa, si es que con ello no afectas para nada a la historia." Naturalmente que si esos detalles son importantes, deberían ser contados. En una historia original, ya decidirás si el lunar de Susanita es relevante para la misma. Si Susanita es notable por su altura y ello tiene cierta repercusión en la trama o en cómo la perciben los personajes de su entorno, vale la pena ser mencionado. El problema es cuando el autor se apega en exceso al rigor de su imagen mental que tiene del personaje e intenta a fuerzas transmitírsela íntegramente al lector: lo más probable es que nunca lo logre del todo, y sólo le provoque cierto estrés por no poder imaginarlo tal cual lo "exige" el autor. Es bueno que tu personaje tenga toda una apariencia preconcebida para que puedas manejarlo y hacerlo tuyo, pero también es razonable entregarle las dosis necesarias de descripciones al lector, sin pretender que lo entienda tal como tú de manera innecesaria.
"Show, don't tell" ("Muestra, no cuentes") es una ley que todo escritor debiera seguir a rajatabla. Yo casi jamás describo físicamente a mis personajes de forma directa. Todo se ha de ir hilvanando según vas contando la historia, sin detenerte a observar a uno de los que llevan la trama sobre sus hombros. Al fin y al cabo, vemos a gente hacer cosas y no nos interesa tanto su apariencia, a menos que tal apariencia tenga una enorme importancia en lo que queremos contar. Quién sabe: a lo mejor todos nuestros personajes son negros y sencillamente nunca lo hemos dicho XD En una de mis historias describo a una de las chicas como "poco agraciada". Esto no tendría mucha importancia si no fuese porque ella sí le da esa importancia: la confianza en su propio físico le hace actuar de forma algo amargada y demasiado seria. Una vez una característica física pasa a ser importante en el personaje, entonces sí está bien señalarla durante la historia. A veces es el contraste lo que nos importa: conocemos a este supersoldado capaz de exterminar ejércitos de enemigos en solitario y sólo con un hacha enorme. ¿Y qué nos encontramos? Una linda y pequeñita chica que podría pasar por niña y que jamás imaginaríamos como supersoldado. El misterio es otra razón para ocultar o mostrar las descripciones. ¿Alguien por aquí ha jugado a "Virtue's Last Reward"? Entonces, si habéis llegado al final, ya sabéis a qué me estoy refiriendo. La cuestión es que, de toda esta información que nos llega, el aspecto de los personajes tenga una verdadera importancia. Si no la tiene, una descripción sólo detiene el flujo de la historia. Y una historia que da frenazos como un conductor novato no es algo que nadie querría leer.
Yow Me alegra ver el debate abierto de nuevo. Primero que nada, me parece que el propósito del tema no es tanto indagar sobre si las descripciones son necesarias o no (de acuerdo al criterio de los expertos), sino el dar puntos sobre cómo hacerlas cuando son necesarias. Y digo esto porque el caso hipotético plantea el de un escritor novato, vamos más lejos, un fanficker novato, de esos que pueden tener dudas o dificultades al momento de describir personajes, y si lo que busca es un poco de ayuda para mejorar tus descripciones, será un poco, emmm, chocante, encontrarte con que te digan que describir no es necesario o que es malo. Because yes. Primero que nada, ten cuidado con estas expresiones dogmáticas. Así se fomenta un aprendizaje erróneo. En segundo lugar, esta es una "ley" para formatos audiovisuales. Estoy seguro de que sabes que hablamos de literatura, y que en un formato escrito ese "tell" es el aspecto más importante de cualquier historia. Un cierto grado de descripción, si ya no a las apariencias, sí a los gestos y acciones, es necesario para decirle al lector lo que queremos decirle. En tercero, y ligado al segundo punto, escritores de todos los tiempos, corrientes, géneros y orígenes gastan buen tiempo en las descripciones de sus personajes por una u otra razón, aún de rasgos aparentemente superficiales que sirven para caracterizar más al fulanito de turno. Y si la literatura universal le lleva la contraria a lo que debe seguirse a rajatabla... entonces el manual está mal. Y esa es tu forma de hacer las cosas, muy respetable y no muy diferente de la mía, pero eso no la convierte en una ley universal. Y por eso El Legado Maldito es una mierda. I guess, supuse que era una referencia. Todo depende. Puedo tener un personaje llamado el viejo Comito que está medio calvo. Puedo describir su alopecia en un par de líneas al presentarlo, y puedo hacer que tenga el hábito de rascarse la calva, lo que es un detalle intrascendente en la historia que estoy contando... y aún así, seguiría siendo un recurso válido porque ayuda a familiarizar al lector con el personaje, porque esos pequeños detalles pueden darle algo más de verosimilitud a lo que de otra forma puede sentirse demasiado plano, lo que también forma parte de una mejor inmersión, lo que deriva en una lectura más placentera. Y esto sólo por poner un ejemplo. Again, no mezclemos el tocino con la velocidad. Pero sólo por curiosidad, y ya que citaste este juego... ¿podrías ahondar un poco en el mismo para ahondar en el punto por el cuál lo pusiste de ejemplo?
A esta pregunta la he respondido: "No directamente, comentando los detalles a describir a medida que vas avanzando en el texto". El "show, don't tell" es más una metódica de trabajo resumida en tres palabras: "No te pares a contar detalles que, si bien importantes, pueden ser anodinos en el mayor esquema de las cosas. Elige dar un paso más adelante e integra los puntos que quieres señalar en un ámbito más amplio para que el texto no se resienta ni en contenido ni en ritmo". No lo asumo "dogmático", sólo lo resumo con una expresión que, probablemente, se quede corta para el significado que ha de tener. Y, por lo que ves, aunque fuese utilizado originalmente en un formato audiovisual, es perfectamente aplicable al literario. Mi definición no hace distinciones de ámbito. En cualquier caso, no digo a nadie qué hacer. Mucho de lo comentado es una simple opinión personal que no establezco como ley, sino como punto de vista personal y, como personal lo argumento. Eso no quiere decir que esté gritando "hey, es sólo mi opinión". Si hay hipótesis, teorías y leyes, lo mío no es ley, tampoco hipótesis sino una teoría, un conjunto de hipótesis que se sostienen por simple comparación con las evidencias. Mira tú, acabas de aplicar el principio del SDT sin pretenderlo: incluir la descripción del personaje en la misma narración sin detener la narración misma en ningún momento. Importante o no, como tú dices, es algo que está ahí. E, importante o no, tú no te paraste en un párrafo a describir a nuestro querido y calvo Comito (tell); sino que has aprovechado sus propias acciones para describir al personaje en más de una forma (show). Acerca de lo de "Virtue's Last Reward", es uno de los dos monstruosos spoilers de ese juego que no voy a revelar. Básicamente, si no te fijas en lo que dicen los demás personajes acerca de Sigma, el protagonista, no te darás cuenta de que hay algo que no encaja en él... y es al final del juego cuando se revela la terrible verdad que, de nuevo, no voy a comentar XD Buen día ^_^
Oh gosh... ni con sobredosis de café me imaginé que esto iba a derivar en un debate... hasta con memes (?) Pero bueno, como autora del consejo supongo que tengo derecho de réplica, ¿no? En efecto, al momento de escribirlo lo he hecho pensando en la clase de autor más novatos de todos, ese cuyo acercamiento con la literatura es mínimo o nulo y no tiene más aspiraciones que el de escribir algo como entretenimiento, para sacarse la espinita o en su defecto porque los amigos lo hacen y quería ser un chico cool. Por ello la referencia a My Immortal no ha sido gratuita... ¿recordamos cómo inicia la obra? Uno pensaría que es una completa deshonestidad citar al considerado "peor fanfiction de la historia", pero la realidad es que más allá de FFL existe un mundo de gente que tomará obras similares como su base al momento de escribir. Y que cuando llegan a un sitio más "especializado" en la materia, como es nuestro caso, empezar de este modo solo traerá como consecuencia una oleada de críticas por parte de los usuarios más experimentados junto con la primicia de que su historia está mal narrada y ahonda en detalles innecesarios que nadie deseaba saber. Es muy cómodo para el usuario 'experto' decir que está mal, que mejore y, como mucho, copiar y pegar el esquema de cómo poner diálogos o ponerse a corregir los detalles de ortografía pensando que con eso hemos "salvado" un alma de caer el infierno de la mala literatura cuando en realidad lo único que hacemos es cortarle las alas a alguien que, quizá, con una buena orientación a futuro hubiese podido otorgar un buen trabajo. Esto lo menciono porque hace muchos años alguien al ver mis primeros pininos de historias por ahí del 2005/2006 nadie hubiese dado un centavo por mi. Y bueno... aquí estoy. Personalmente considero que limitarse a decir que es mejor no describir personajes más que una ayuda puede tornarse perjudicial si al usuario previamente no se han explicado otros conceptos y mucho menos si no se le orienta durante su proceso de aprendizaje porque se puede caer en el problema de que verdad entienda que no hay que describir nada... cosa que puede funcionar en un relato corto con un foco centrado en desarrollar una idea concreta pero que puede llegar a ser pésima idea en una obra larga de carácter fantasioso donde la descripción pueda servir como elemento de inmersión. El consejo está planeado en todo caso para servir como una muletilla y ser un método fácil para dar esa transición... un "babystep" si se me da la oportunidad de usar el anglicismo. Si el usuario al tiempo aprende a ir dosificando la descripción del personaje e integrarle de una forma mucho más orgánica, eventualmente también será capaz de determinar en qué momento queda mejor las descripciones y cuándo se sienten como un lastre en la historia y si eso implica que no debe hacer ese tipo de descripciones al menos habrá llegado a esa conclusión por cuenta propia.
