Long-fic de Pokémon - Glass Heritage

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por Maze, 5 Julio 2018.

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    Velvet

    Velvet Entusiasta

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    Y bue ya que estamos el 3:

    Un poquito más largo. Sin embargo ya te dije que se hace mas soportable con el hecho de que no sea un viento aciago 2.0. Lss cambios de escena lo hacen parecer mas cortos si te soy mas sincera

    Arrancamos con la pibita mudita que efectivamente es tan rara como los personajes del juego. Rota como ella sola con su oruga loca -- Verdecito tan forro como siempre, todo el mundo cada vez mas desaparecido – el protagonista loco un poco mas tranquilo y no tan chistes fáciles me gusta mas – verdecito vuelve a ser forro y vuelve a haber gente desaparecida – Elesa siendo Elesa y me gusta el ida y vuelta entre los personajes para ir contando el viaje de verdecito que esta saltando por todas las ciudades. Oak oak oak te necesito oak, pero oh también estas desaparecido. Los poemas locos son tu misterio clásico y la verdad no me voy a poner a quebrarme la cabeza para descifrarlos. Y oh también se llevaron a la hermana. Con la hermana no perras.
     
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    Asael Martinez

    Asael Martinez Persona Imperativa

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    Omg estoy algo impactado, parece que ya viene el desarrollo de la historia. Parece que todo va a cuadrar. Necesito que Alder de respuestas o que diga algooo.

    Bueno empezamos, el entrenamiento de Chano es... casual o de alguien muy principiante, pero... esta bien, por lo visto si a aprendido algo y al menos creo que se esfuerza, debe estar listo para su primera batalla de gimnasio, la verdad dudo que lo logre a la primera pero bueno haber que pasa. Y en cuanto a la chica extraña de pelo rosa, si me deja con intriga, ahora mismo que escribo no se cual sea tu intención, ya me enganchaste jaja.

    Green definitivamente se robó el capítulo (a mi punto de vista) volvió a su hogar pero lo se topó no será nada bueno, mucha intriga y misterio es lo que siento. Me da mucha curiosidad, muy bien logrado el escrito para transmitir ese sentimiento de misterio o de casi miedo. Sólo espero que green tome la situación con calma aunque es justificado que reaccione de una forma molesta. Aaaaah no se que va a pasar, puede que incluso sea simplemente un mal entendido pero todo indica que no. Encima la Policía esta haciendo lo que puede y toda la región está como si un moustro o... una organización vigilará todo el lugar.

    Estoy listo estoy listo para seguir leyendo pero tranquilo abisai, todo a su tiempo jaja. Esperaré pacientemente. Te felicito tube muchos sentimientos al leer este último capítulo.
    Salu2!!!
     
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    Siletek

    Siletek Entusiasta

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    Dije que vendría a comentar algún día. Hoy cumplo mi promesa.

    Capítulo 1.

    Parece que se juntó el grupo de "vencidos por un mocoso sin cuerdas vocales con un p*to legendario en su equipo". Suena bastante tentador hacerles morder el polvo a esos desgraciados, pero no. Mejor agarrar a alguien para transformarlo en un campeón de verdad, ya que "los muditos" parecen no cumplir con los requisitos. ¿Realmente quieren enseñar a alguien a ser un campeón o quieren vengarse y triunfar a través de alguien? Ya sabes, como la madre frustrada que quiere que su hija haga ballet y sea una estrella porque ella no pudo.

    Capitulo 2.

    ¡Ahhh, el joven Chano! ¿Entre tantos chicos, justo a él? Tiene más posibilidades el pescador del muelle con sus seis Magikarp.

    Bien, nos encontramos con que el próximo "campeón" podría ser Chano, el entrenador más común y corriente que pudieron encontrar. Bueh, no tan común. Hasta el más idiota habría ganado al menos una vez en... ¿Cinco años? Y ese Rattata se habrá tragado una piedra eterna, seguro. No quiero que ilusionen al pobre chico para que al final vuelva a su trozo de hierba alta.

    Una cosa. Esto me sonó contradictorio...

    Un par de lineas después...

    Yo me quedo con que es un inepto.

    Capítulo 3

    Todo el capítulo se lo llevó la misteriosa desaparición de Oak y, aparentemente, de la hermana de Green. ¿La mamá de Red también desapareció o solo es casualidad? Yo por un momento pensé que todo Pueblo Paleta había desaparecido.

    ¿Así que Kalos, eh? ¿Green sería capaz de viajar hasta allá? Tal vez debería hablar con la gente del pueblo, por ahí le dan alguna pista sobre lo que pasó. Alguna visita en el último tiempo, si se comportaba raro.

    En cuanto a Chano, tuvieron suerte de que Elesa la mandara a la mierda con su Emolga. ¿Será de una organización o simplemente una ladrona suelta? Tiene que ver con los ladrones que mencionó ese oficial a Green.

    Bueno, eso es todo. Un saludo enorme.
     
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  4. Threadmarks: Capítulo III: Destiny
     
    Maze

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    Aries
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    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3155
    Me tardé un poco más de lo planeado pero tenía que escribir otra cosa y apenas hoy tuve tiempo so... sorry


    Yep. Mi plan es irlos soltando poco a poco. La mayoría son más que nada cosas que Green no comprende.

    Varía de región en región.

    Está científicamente comprobado que entre más escribas de poke, más edgy te vuelves :3

    Eso salió solo, la verdad XD. Siempre escogía a Charmander así que Green tenía a Blastoise cuando jugaba. Y con Warturtle debía serle más difícil enfrentar a Surge.

    ¿Qué tienes contra Green?

    Nah, no hay un pj principal en Heritage. Voy a estar contando la historia usando a varios, pero ninguno está realmente en el centro. Habrá capítulos enteros en que Chano, Elesa, Green o los tres no salgan. Pero trato de que sea poco a poco.
    Oki.
    A mí me gusta más la segunda persona, aunque si escribir del pov de Glade es difícil, supongo que leerlo lo es más.

    ¡Que no es prota!
    Lol no son poemas. Son leyendas de los juegos. No hay nada qué descifrar en ellas.

    Fue a por tabaco(?)

    Sembrar un chip(?)

    ._.7

    No resistí el impulso de idiotez.
    Sip, me pasé con la exageración, mala mía.

    Tengo pensado hablar en menor o mayor medida de las 7 regiones, pero por el momento no me voy a alejar tanto.

    Gracias AJ Slifer Gold Asael Martinez Merinare y Siletek por sus comentarios. Creo que este capítulo finaliza la introducción a la historia.

    Capítulo III: Destiny

    Sabrina

    La estación del Magnetotrén era una estructura colosal diseñada para comunicar las regiones de Kanto y Johto. Hace varios años, cuando comenzó su construcción, Sabrina maldecía internamente por el insoportable ruido que parecía llegar a cada esquina de Ciudad Azafrán, y tenía violentas fantasías en las que tiraba abajo esa monstruosidad con sus poderes psíquicos. Ahora, tanto tiempo después, le costaba imaginar su vida sin él. No sólo porque se había amalgamado de tal forma con el paisaje urbano que ahora era parte del mismo, sino por la facilidad con que le permitía moverse de un lugar a otro, y cuántos lugares había conocido gracias a él, y cuántas personas, y cuánto había aprendido en sus viajes posibles sólo por su incómodo vecino, el gigante magnético de Azafrán que ahora sentía como parte de su familia.

    Pero en esta ocasión no pensaba abordar, ni venía de un largo viaje en uno de sus incontables vagones. Ese día estaba ahí por una razón más importante: había tenido un sueño. Alguien iba a pasar por ahí en cualquier momento, un individuo que se convertiría en una pieza crucial de los acontecimientos que pronto iban a sacudir la región de Kanto, si no es que todas las demás también, y debía hablar con él; asegurarse de que estaba en lo cierto, y comprobar si podía ayudar en algo.

    Lo reconoció de inmediato: rasgos duros pero afables, tez morena, ojos rasgados y pelo corto ligeramente erizado, con un atuendo sencillo en colores suaves y un pequeño pokémon azulado entre sus brazos cruzados. Su compañero, el líder de gimnasio de Ciudad Plateada.

    Agitó un brazo y lo llamó por su nombre, él alzó la vista y fue a su encuentro.

    —Estás más hermosa que nunca —dijo a modo de saludo, a lo que ella sonrió.

    —¿Qué te trae por Azafrán?

    —Algunos asuntos. Un viejo colega estaba por la ciudad.

    —“Colega"... —fingió meditar— ¿Otro amante de las rocas?

    Brock rió de buena gana.

    —Sí, vino a Silph S.A. por negocios de su familia.

    Sabrina empezó a hilar cabos: un amante de las rocas, asuntos qué tratar en Silph, ese pokémon azulado en sus brazos...

    —¿El ex-campeón de Hoen?

    —Ese mismo: Steven Stone.

    Una celebridad incluso mayor que Sabrina. Steven Stone no solo era el heredero del imperio comercial Devon S.A., sino también un mundialmente famoso entrenador pokémon que ostentó por muchos años el título de campeón en la región de Hoen, retirándose invicto para ceder el puesto a un amigo suyo. Y al igual que Brock era un fanático de los hallazgos geológicos, afición a la que podía dedicarse sin preocupaciones gracias a la inmensa fortuna de su familia.

    Pero en ese momento no podía interesarle menos. Toda su atención estaba puesta en el simpático pokémon de Brock, que la miraba fijamente.

    —¿Te gusta? Es un mudkip. Steven me lo regaló, dijo que no podía llevarlo consigo a su viaje.

    —¿Viaje? ¿No vuelve a Hoen?

    —A Kalos. Parece ser que encontró algo interesante en aquella región.

    Sabrina acercó una mano al pokémon acuático para acariciarlo y éste respondió de buen modo, frotándose contra sus dedos.

    —Parece que le agradas —dijo Brock.

    —Yo le agrado a todo el mundo.

    —Oye, si no te molesta, ¿podrías cuidarlo?

    Alzó la vista de nuevo y se encontró con un semblante más sombrío en el rostro de su compañero.

    —No puedo cuidar de él ahora mismo, sería peligroso para un pokémon tan pequeño.

    Sabrina meditó entrecerrando los ojos. Sabía que ninguno de los dos quería hablar de ese tema, pero que en el fondo era inevitable.

    —Así que tú también.

    —Surge me lo pidió personalmente. Por eso vine hoy al Magnetotrén, para encontrarnos en Trigal. Supe que Steven estaría en la ciudad y acordamos vernos para charlar un rato, pero la verdadera razón fue marcharme a Johto.

    —Ellos de nuevo —suspiró.

    En el pasado habían sido una plaga, poco más que vulgares criminales infiltrados en lo más profundo de la Asociación ante los que ellos debían apartar los ojos, fingir que no existían para que ellos hicieran lo mismo. Sabrina era demasiado joven entonces como para entender la realidad en que estaba viviendo, demasiado inmersa en sí misma para dejarse arrastrar por el caos del mundo exterior, y cuando finalmente la organización se dispersó tras la desaparición de su líder, ella no sintió que los días de hoy fueran diferentes a los de ayer. Incluso si volvieron tres años después bajo el mando de un nuevo líder (Archer, Apollo, no lo recordaba) ocurrió lejos, lo bastante lejos de ella, y que Johto se ocupara de sus propios problemas ahora como entonces.

    Así pensaba, pero Brock, aunque de edad similar, estaba mucho más en sintonía con el mundo real que ella, y sentía una genuina preocupación.

    —Va a ponerse en contacto con los líderes de Johto y quiere que esté ahí por si hace falta apoyo.

    —No estará pensando en pelear contra ellos.

    —Tal vez sea necesario, y si ese es el caso no puedo dejarlo solo —sacudió la cabeza—. Por eso, cuida de este chico por favor.

    Brock abrió los brazos y el pequeño Mudkip saltó a los de ella, cayendo en su regazo. Aún tenía sus ojos fijos en la líder, que decidió en ese momento quedarse con él.

    —Está bien. Sólo hasta que vuelvas.

    Lo acompañó al andén del Magnetotrén mientras hablaban de cosas triviales, sin mencionar de nuevo al Team Rocket. En el fondo Sabrina sabía que ese también era un asunto trivial: si la organización criminal fuese un verdadero peligro, su sueño se los habría mostrado, pero en él sólo estaban Brock y el Magnetotrén. Pero si el Team Rocket no fue la razón por la que debía encontrarse con Brock, ¿cuál era? ¿Qué era eso que quería advertirle su visión?

    Mudkip parecía triste cuando las puertas se cerraron entre él y Brock y el joven líder desapareció un instante después. Sabrina lo despidió con un gesto de la mano mientras el pokémon estiraba sus patitas.

    —Lo volverás a ver, te lo prometo. —Deseaba que fuera verdad, pero también lo creía. Cada vez estaba más segura de que el Team Rocket era inofensivo, que sus visiones hablaban de algo más, y si así eran las cosas, entonces se reunirían de nuevo y Mudkip volvería con su legítimo dueño, al que no le ocurriría ninguna tragedia.

    El tiempo demostraría que Sabrina sólo tenía la razón a medias. Brock estaría a salvo en Johto, sí, pero su encuentro con Mudkip tardaría mucho tiempo más y cuando finalmente se diera no sería en el Magnetotrén, ni en Ciudad Azafrán, ni siquiera en la región de Kanto, y la mayor de las diferencias sería que Sabrina no estaría presente, porque la desgracia que temía al líder de gimnasio al final caería sobre ella, y cuando sucediera ya no tendría a Mudkip en sus brazos ni estaría en condiciones de encontrarse con nadie.

    Pero era algo que la psíquica no sabía. No podía ver su propio futuro en sueños porque tal futuro no existía, así que volvió a su gimnasio creyendo que tenía toda una vida por delante.



    Green

    Tras dos viajes seguidos a media distancia, Pidgeot no daba para más. Cayó al suelo extenuado con las alas extendidas y Green tuvo que devolverlo a su pokéball, tan exhausto como él. No había dormido en al menos veinte horas y sentía la cabeza a punto de estallar, con los nervios preguntando dónde estarían su hermana y su abuelo, y sin la menor pista de ellos, fue al único lugar en el que creía poder encontrar algo de información.

    —La Meseta Añil... creí que nunca volvería.

    Unos pasos suaves y pausados interrumpieron sus pensamientos. Green alzó la vista hacia las escaleras y su humor pasó de malo a peor cuando reconoció a la anciana mujer que bajaba a su encuentro.

    —Me dijeron que alguien había bajado a la meseta usando Vuelo, algo que no se había visto en años, un joven que ya había estado aquí —espetó con voz ácida mientras se acercaba—. Esperaba que fuera el talentoso, pero eres sólo tú.

    —¿No te habías retirado ya, vieja bruja?

    El bastonazo cayó sobre su oreja sin que tuviera forma de evitarlo.

    —¿Qué se te perdió aquí? Además del título, claro.

    Cuando tiempo atrás escuchó que Agatha se había retirado, sintió el secreto deseo de que retirarse quisiera decir retirarse del mundo de los vivos pero quienquiera que estuviese a cargo de esos asuntos no iba a ponérselo fácil. Además, había subido a la Meseta Añil con un objetivo:

    —Mi abuelo. ¿Dónde está?

    —¿Por qué debería saber dónde está ese anciano? En una tumba seguramente.

    —No sólo él. Mi hermana, e incluso Lt. Surge... ¿a dónde fue todo el mundo?

    La expresión de hastío de la vieja mujer cambió a una de enfado.

    —¿Pero tú no te enteras de nada?

    Estiró sus brazos apoyando su peso sobre el bastón, mirando a Green de forma severa.

    —El teniente tiene una asignación importante. Se encuentra ahora mismo fuera de la región haciendo su trabajo. Tal vez tú deberías hacer lo mismo.

    Sus palabras lo sacaron de balance, pero ella no lo dejó reaccionar.

    —Bruno fue a buscarte a Viridian hace dos semanas y sólo encontró un gimnasio abandonado. ¿Qué crees que significa ser líder de gimnasio? ¿Usar el dinero de la Asociación para ir de vacaciones a Sinnoh? De no ser por Blaine y Bruno estaríamos en una verdadera crisis. Porque los niños malcriados como tú no saben hacer su trabajo es que tengo que volver a dirigir al Alto Mando.

    —¿Se puede saber de qué hablas? —Preguntó perdiendo la paciencia— ¿Qué diablos pasó aquí mientras no estuve? ¿Por qué todo el mundo está tan extraño?

    El severo rostro de Agatha esbozó una siniestra sonrisa, disfrutando claramente de lo que estaba por decir.

    —¿Por qué no se lo preguntas a tu amigo?

    Sintió un nudo en el estómago al evocar el rostro de Red. El tono malicioso de Agatha al nombrarlo no le permitía albergar ningún pensamiento inocente.

    —No está lejos de aquí el responsable de este desastre. Tal vez quieras hablar con él para aclarar tu hueca cabeza.

    —Red... —murmuró— ¿Qué tiene que ver en esto?

    La menuda mujer se encogió de hombros.

    —Pregúntale tú, no está realmente lejos —le dio la espalda y apuntó con su bastón hacia el horizonte, hacia la colosal sombra de una montaña que bloqueaba su vista—. Eso si puedes llegar a la cima.



    Clair

    La pared del almacén se derrumbó junto con un puñado de houndoom y reclutas del Team Rocket gracias a la fuerza del Pulso Dragón de Kingdra. En un gesto poco característico de su persona, los labios de Clair se curvaron en una sonrisa.

    Empezaron con avistamientos casuales de uniformes negros y reportes de robos menores en diversas partes de la región, justo como en el pasado, sin que ninguno de los líderes actuara hasta que tomaron el control de Ciudad Trigal. Pero Clair no estaba dispuesta a cometer el mismo error dos veces y se dedicó a darles caza hasta acabar con todos.

    La pista que siguió desde Endrino la llevó hasta Ciudad Malva, a un gran almacén que usaban como base de operaciones. Aquello la satisfacía y la indignaba a partes iguales porque, del mismo modo que demostraba su valía como entrenadora y líder de gimnasio a cargo de la región, le parecía inaceptable que el propio líder de Malva no hubiera movido un dedo hasta entonces; ese niño bonito de Falkner cuyo único mérito era ser hijo de un verdadero entrenador. Cuando llegara al fondo del asunto se aseguraría de que lo destituyeran.

    A su alrededor se apilaban cajas de madera cuyo contenido no tardaría en conocer. Tal vez le dieran algún indicio sobre sus planes y movimientos.

    «Lance podría descubrirlo».

    Su primo siempre fue el mejor. El entrenador más fuerte y valiente de todos, y aunque nunca se atreviera a decirlo frente a él, también había sido su inspiración para convertirse en domadragones y sucederlo como líder de Ciudad Endrino cuando él ascendió al Alto Mando, donde fungía como campeón provisional hasta serlo por derecho propio tres años después, y durante ese tiempo había sido un guerrero implacable, siempre alerta para enfrentar al crimen en cualquiera de sus formas.

    ¿Qué le había pasado? Ella perdió con el mismo niño y aunque le costó trabajo asimilarlo, no permitió que le afectara para siempre. En cambio Lance se había perdido a sí mismo, parecía más viejo de lo que era y apestaba a derrota. Y ahora que ellos habían vuelto no estaba listo para enfrentarlos.

    Tendría que hacerlo ella.

    Por suerte no estaba sola en el asunto. Pryce y Whitney se lo estaban tomando en serio, así como Bruno y Koga, el primero actuando desde Kanto. Si las dos regiones se cerraban sobre el Team Rocket como una tenaza podrían acabar con ellos antes de que se convirtieran en una amenaza.

    Pero para eso debían encontrarlos primero.

    —¿Y bien? —espetó al grupo de reclutas sometidos en el suelo— ¿Dónde está la basura que dirige este lugar?

    Su víctima trató de balbucear una respuesta, pero no lograba articular palabra. Un adolescente, casi un niño que tal vez no sabía en qué se metía, pero no menos culpable. Furiosa, Clair lo lanzó contra una caja de madera que se rompió bajo su peso. Claire enarcó una ceja al reconocer su contenido: un mineral entre blanco y dorado cristalizado en forma de estrella.

    —¿Qué diablos hacen ustedes con esto?

    Chasqueó los dedos y Kingdra hizo estallar todas las cajas a su derecha, haciendo correr ríos del mismo mineral. Clair lo conocía, pero no en tales cantidades. Nunca en tan monstruosas cantidades. Quiso creer que se trataba de un error o una falsificación, y durante varios segundos fue incapaz de decir una palabra.

    Entonces empezó a sonar su pokégear. Movió su brazo como un autómata para responder y encontró al otro lado de la línea la voz de Bruno.

    —Clair, ¿ya estás en Malva?

    —Estoy en una guarida del Team Rocket. No vas a creer lo que están reuniendo.

    —No hay tiempo, no te hablé para eso.

    —¿Qué? No tienes idea de lo que esto significa, Re...

    —¿Sigues en el almacén? Necesito que salgas al exterior. Whitney me informó de que algo se dirige hacia allá.

    Intrigada, dejó el almacén con pasos rápidos al cuidado de Kingdra y alzó la vista hacia el cielo, justo a tiempo para ver esa sombra elevarse sobre la ciudad.



    Sabrina

    Ya pasaba de la medianoche en Ciudad Azafrán. Sus aprendices habían vuelto a sus casas y el gimnasio estaba vacío, sumido en la total oscuridad.

    Ella sola en su habitación cerrada sobre su silla alta con Mudkip en su regazo y los ojos cerrados, concentrada en la nada, tratando de evocar el vacío en el mundo para encontrarse a sí misma en el otro y proveerse de una visión. Algunas noches funcionaba, otras no, pero estaba segura de que aquella vería algo.

    Un destello de color rojo atravesó la negrura, un color que reconoció al instante como aquel chico que la derrotó en el pasado, un niño de once años que en aquel entonces fue capaz de oponerse al destino mostrado en sus visiones. Sabrina no se había olvidado de él ni del chico dorado que vino tres años después. Había algo fascinante en ellos, sí, pero también inquietante. Una fuerza anormal que escapaba de su comprensión. Y fue precisamente su derrota contra ese chico rojo lo que la obligó a salir de su enclaustramiento hace tantos años.

    Un segundo relámpago rojo; el mundo se ilumina y se vuelve plateado. Empieza a distinguir una forma: una cumbre escarpada de dimensiones colosales que se alza hasta el cielo.

    Y una pequeña figura humana ascendiendo por su pendiente: un hombre joven de obstinada mirada verde que se aferra a las rocas con ira y frustración, desesperado por encontrar una respuesta. Y Sabrina sonríe porque lo reconoce, y conforme se acerca a él empieza a sentir frío, y las heladas gotas de agua sobre su piel, y el afilado roce de las rocas en sus dedos. Como si estuviera dentro de él mismo.

    El chico sigue ascendiendo. Sus fuerzas, aunque menguantes, son suficientes para llevarlo a la cima. Y Sabrina siente angustia por el abuelo del chico como si fuera el propio, y comparte su desesperación cuando su pie resbala de la roca y teme por su vida, y también comparte su alivio cuando, tras un ascenso interminable, se deja caer en terreno plano y llega a la cima del mundo.

    —Red... cabrón.

    El chico de la luz roja se encuentra ahí, inmutable como un fantasma.

    Siente la necesidad del chico verde de hacer una réplica mordaz, pero le faltan las palabras, y antes de que pueda pensar en una, una nueva entidad se hace presente entre ellos: un pokémon rosado de patas y cola alargada con rostro inocente salvo por la intensa luz en sus ojos azules.
     
    Última edición: 26 Julio 2018
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    Asael Martinez

    Asael Martinez Persona Imperativa

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    Genial sabrina, no se porque ella me tiene muy interesado, tal vez por que es Psíquica quien sabe xD

    Definitivamente Green es mi personaje favorito del fic, es el más cool en mi opinión. Ahora bien hablando del capitulo en si, aun nos dejas el aura de misterio del capítulo pasado, ¿que pasó con la familia de Green? lo peor del caso es que por lo visto, Red está involucrado en esto o sabe algo.

    Haces sienta odio hacia todos los protagonistas de los juegos, o sea a todos los jugadores de pokemon xD. Por esa gente que usa cheats o usa legendarios en la Liga, por ese tipo de cosas me siento molesto y Red... espero que el no haya causado todo esto.

    Surge en una misión, ok esto significa que algo feo está pasando. Steven también está involucrado y al parecer el no fue derrotado por un niño con hacks o quien sabe, a la mejor si, tal vez lo veamos más adelante.

    De momento parece que cada quien tiene su Historia, pero al final de cuentas todo está conectado. OMG esto va para largo y estoy listo a leerlo todo jeje.

    Buen trabajo mi estimado Kiwi
    Salu2!!!
     
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    Hygge

    Hygge Game Master

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    Hacía siglos que no seguía un long-fic de Pokémon, si te soy sincera. Pero aún así, nunca vi uno en el que los líderes de gimnasio y campeones, personajes que mayoritariamente son dejados en un segundo plano (e incluso en un tercero (?), fuesen los verdaderos protagonistas. Solo con ese contexto en el que nos sumerges al iniciar el prólogo ya supe que me encontraba ante un fic original que prometía mucho. Y antes de que empiece a desglosar este comentario para cada capítulo que me pediste como crítica, y aunque sea un poco offtopic de esta, amé que con cada capítulo de la historia pusieses una canción, en serio xD Gracias a ti no puedo dejar de escuchar I was king, ni el grupo en sí. Ya me hice fan jaja.

    Después de este pequeño offtopic, comenzaré con mi crítica.

    Capítulo 1:

    Déjame decirte que tu forma de expresarte hace que todo el fic en sí te deje con cierto aire de amargura. Puedes sentir la pesadez en las palabras de los líderes y campeones de cada región, empatizar con ellos dado que no creas unos personajes planos, si no que les dotas de pensamientos e inquietudes que les hace verse verdaderamente humanos. A pesar del tono serio que adquieres, dirigiendo nuestra atención a una situación que jamás se nos habría pasado por la cabeza mientras jugamos felizmente a los juegos, añades cierto tono humorístico al hablar de los holders. A ninguno le agregas personalidad (porque en los juegos efectivamente no tienen, ni siquiera hablan), los haces ver por primera vez como los malos de la película, e incluso hablas de los legendarios como una situación ilógica, que verdaderamente en el propio juego se vería así. En definitiva, planteas un punto de vista innovador que te hace reflexionar acerca del trasfondo maduro que se le puede sacar a una saga de videojuegos como esta, y a su vez, nos haces reír. Eso ya tiene mucho mérito.

    Y oh, lo que me has hecho reír con la escena de Camila/Elesa y... ¡el joven Chano! xDDD ¡El héroe al que quieren entrenar es al mítico, genialoso y super trascendente en la historia joven Chano! De verdad, la escena del Rattata haciéndose el derrotado y Chano diciéndole que aún no habían perdido fue buenísima. Y adoro a la líder, me encanta su personalidad y los comentarios que va haciendo xD Cuando enumera todos los defectos del pobre niño, al menos se lo tomó bien. Qué suplicio debe sentir al verse en una situación tan surrealista, sabiendo que alguien a quien respeta le ha encargado entrenar a quien consideraba una joven promesa... Y se encuentra al joven Chano, que no se ha movido de la hierba alta en años. Al ver eso, mis ganas de ver cómo evoluciona el pequeño y la de risas que nos sacarán los entrenamientos hace que el fic me enganche aún más.

    Ánimo, Camila. Seguro que ese joven esconde un gran poder... O siempre puede hacer que al rival le de lástima y se apiade (?)

    La conversación de Green y Lance me dio feels. Pobre chico, en serio. Está demasiado hundido ante los palos que le dio la vida (que no son pocos), y no es capaz de animarse con nada. Pero me gusta eso de que Lance ve reflejado en Green a un aprendiz, y lo que menos desea es que se rinda aún tan joven y con teniendo tanto potencial junto a él. Y coincido con los otros users, la conversación del final me dejó bastante confusa, fue inesperada. Ya veremos de qué irá más adelante.

    Por cierto, es Teselia, con una s. Sueles escribirlo mal, cuidado. Incluso vi por ahí Tessalia. Hoen igual, con dos n: Hoenn.

    Y aquí creo que le iría bien una coma, se siente raro. Sueles hacerlo a menudo, te lo señalo por si acaso.

    Por lo demás, todo perfecto. Da gusto leer una buena historia con una buena redacción.


    Capítulo 2:

    Este capítulo, al menos hacia el final, fue como un boom. Al principio todo cobra como un aire de humor con el tema del joven Chano, pero al llegar aquí las cosas empiezan a mostrarse turbias, dándonos un indicio del camino que seguirá este long-fic, que en un principio no podía notarse. Me gusta que en cada capítulo te centres en una región y en sus habitantes, esta vez tocó Sinnoh y me dio mucha nostalgia verte hablar de Fausto/Flint y de Lectro/Volkner. Aunque no los conozca así, se intuye bien quién es quién. La historia del alto mando y del líder como amigos me agrada mucho, y esperaba que el encuentro fuese con el rubio y no con la prota femenina. Encima ni se digna a darle unas palabra, y se va tan pancha. Vaya campeona tan antipática, Cynthia forever (?) Pero bueno, parece que desde que está al mando hay muy buen ambiente en la región, aunque me preocupa que cada vez hayan menos aspirantes y menos trabajo por hacer. Debe ser muy triste.

    Vaya, vaya. Yo también iba a shippear a la niña con Chano, encima cada uno con un Rattata pls. Pero tenía que darle un golpe por la espalda así, cómo no. Es triste ver que en efecto, hay reclutas que son simples niños que, como bien dices, desean formar parte de algo grande, destacar dentro de las fuerzas del mal. Pero en cuanto a historia, al menos, te dan ganas de ver cómo lo solucionará nuestro curioso dúo en esta ocasión. Y me está preocupando mucho Bel/Bianca, en serio. Esa chica era un amor, y Camila está muy preocupada por ella. ¿Qué ha pasado aquí? Necesito respuestas ante tantos misterios, y eso que solo acaba de empezar, oh god.

    Y llegamos a la parte de Green. Sin palabras. En efecto, como ya han dicho algunos, el tema de las desapariciones te empieza a escamar bastante, y ahí es cuando vas notando que esto deja de ser una comedia y algo turbio se está formando en las sombras. Todos parecen preocupados por alguna amenaza de la que el resto no tiene conciencia, y eso solo crea más y más incertidumbre. Yo me esperaba encontrarme al abuelo y a la familia muerta, lo admito xD Lo estabas encaminando hacia algo bastante oscuro. Pero luego de que el propio Green se esperase encontrarlo muerto, fue como: no debe ser tan predecible. Y en efecto, nos dejaste con aún más misterios en la cabeza añadiendo las leyendas que describen a los pokémon legendarios de varias regiones. Sí que pude ver la descripción del trío del lago, espero no equivocarme, pero... ¿Qué tendrán que ver ellos con todo esto? ¿Y las desapariciones? ¿Cuál es la causa?

    Segundo capítulo y la intriga empieza a carcomerte aún con más fuerza.

    El perímetro es en masculino, por cierto. Fue lo único que me chirrió como para hacértelo notar.


    Capítulo 3:

    Hasta ahora, el punto de vista de Sabrina es el que más me ha gustado de todos. Sublime. Es un personaje con muy buena base como para sacarle provecho, y tú lo has hecho bastante bien usando sus visiones para ayudar a encauzar la historia hacia donde quieres. A su vez, ver a Brock por aquí también fue agradable, hace mucho que no lo veía en un fic. Pero verlo tan serio sí que es una sorpresa, nos hace ver que el problema que está asolando al mundo es mucho más grande de lo que nos imaginamos. Aún así, ese aire de galán no se pierde incluso en ese ambiente, me encantó el detalle. Así que Brock partirá a ayudar a los otros líderes junto con Steven Stone para detener a saber qué amenaza. Parece que todos son conscientes de ella pero nadie quiere decir nada, ¡agh! Tanto misterio te hace comerte las uñas por saber qué pasará y a la vez, te engancha para esperar por más.

    Pero eh, eh. ¿Y ese final de Sabrina? ¿Me estás diciendo que la pobre va a morir, y que no es consciente de ello? Aunque no sabría cómo podría vivir sabiendo eso, pero al menos podría intentar prevenirlo... Ese final fue increíble. Nos enfocamos en Brock, que es quien se aventurará hacia el peligro, y creemos que le ocurrirá algo malo al dejar al pequeño Mudkip a su cuidado cuando en verdad, es a Sabrina a quién le ocurrirá algo malo. Me dio mucha lástima, en serio. Pero eso sí, amo cómo eres capaz de usar a tantos personajes sin que quede demasiado cargado, todos aportando algo y en fragmentos con una longitud bastante llevadera. Como ya te han dicho, esos cambios de puntos de vista hacen que el fic sea aún más ameno.

    Me he reído con cada intervención de Agatha, de verdad xDD Qué mujer, es una bruja pero me encanta cómo se mete con Green. Gracias a la visión de Sabrina nos dejas sabiendo que el joven subió hacia el encuentro con Red, ¡y lo dejas ahí, en el mejor momento! Estoy deseando saber qué pasará ahora, te agradezco que me pidieses la crítica cuando recién comenzabas porque se ha hecho bastante llevadero, y me da la posibilidad de seguir tu historia desde el inicio. Ya me verás por aquí como lectora, no lo dudes.

    Espero que mi crítica te sirviese, tanto para los pequeños detalles que te remarqué como para los aspectos de narración e historia. ¡Sigue así, Kiwi!

    ¡Hasta otra!
     
    Última edición: 2 Agosto 2018
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    Amo a Sabrina, es uno de mis personajes favoritos de Kanto, verla en el título fue un instaread para mí, aunque me tardé en comentar.
    Amé toda su introducción, la manera en que la narras y cómo ve ella el mundo y sus visiones, me hypee demasiado con su presencia, me hypee cuando le dieron el Mudkip y me llenó de ternuna (Sabrina + mi Pokémon favorito de Hoenn es win-win), para que unas líneas después destruyas mi corazón en pedazos y me lo estrujes tratando de sacarle más sangre. Usted es un Kiwi demasiado malvado.

    A Clair le tengo sentimientos encontrados, por un lado me fascina, por otro lado la odio tanto por no haberte dado la PUTA medalla en su momento y hacerte perseguirla por sabe cuanto Dios en la Guarida Dragón. Al menos te da un Dratini por la molestia, pero PTM CLAIR. Y aquí se ve mucho más... egoísta e implacable por así decirlo; ya no quiere errores como los que provocaron que el TR en su momento se alzara entre las sombras, es brutal, es certera, puesto que ahora sabe que Lance está tan podrido en la derrota que ya no puede contar con él para nada.

    Volvemos a Sabrina y me encanta como al tener la visión de Red y Green, se mete en la piel de este último. New Ship: Sabrina x Green ftw.

    Y como los legendarios aparecen, Red con ¿Mewtwo? Y me imagino que Clair vio a Lugia/Ho-Oh¡Kiwi deja de jugar con mis feels! Espero en serio que no le pase nada a Sabrina, que ella también pueda cambiar su destino como los niños mudos; god :anicry:

    Agatha es una vieja bruja, pero aún así me reí con su interacción con Green. Maldita Agatha.
     
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    Thranduil

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    Pero qué está sucediendo aquí????????????????????????????????????????

    Primero lo técnico, no noté errores ortográficos, no sé si los hay, la trama me tenía muy metido. Por otro lado, al separar los capítulos por personajes, siento que se hace más fácil la lectura, además conectas muy bien las partes, lo que me lleva a hablar sobre la trama, la verdad es que me tiene muy intrigado, leí los últimos dos capítulos para ponerme al día, y me encuentro con un enorme giro argumental, pensaba que todo sería sobre la venganza de los ex campeones y la superación de Chano, pero hay una segunda trama que se ve muy interesante, algo que mezclará todas las regiones.

    Y los pequeños misterios que noté. ¿Dónde están el profesor Oak y Daisy? ¿Por qué Falkner no hizo nada? ¿Qué trama el team rocket? ¡Qué tiene que ver Red? ¿Por qué Red estaba con Mew? ¿Qué es esa prisma? ¿Es necrozma? ¿Por qué habían apuntes sobre xerneas? ¿Qué le pasará a Sabrina? ¿Qué es esa cosa que se acercaba a Clair? No sé si se me olvidó alguno. Pero creo que pusiste los acontecimientos de tal manera que ahora sólo puedo centrarme en la trama. Ciao.
     
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    Es difícil decir algo que no hayan dicho los demás...conti please,

    Hasta la próxima

    Ok no.

    Me alegra de que, en principio, no le pase nada malo a Brock, bastante tiene ya el pobre con haber sido una cascara vacía durante años en la serie. Respecto a Sabrina, estoy tranquilo por que sé que es actriz en Pokewood y eso la salvara, claro que si XD. la frase de: Ya no estaría en condiciones para encontrarse con nadie, quizás se refiera simplemente a la muerte. Pero a mi, paranoias propias supongo, me da la sensación de una larga enfermedad incapacitante más que de una muerte violenta

    Por otra parte tengo intereses si la trama de lo que sea que este pasando con los Rockets tiene que ver con los legendarios, veremos a ver.

    Poco más, independientemente de todo es agradable, aunque sean por la situación que sucede en el fic, ver a distintos personajes y líderes de gimnasio interactuando entre sí. Te da la sensación de un mundo vivo.

    Como ya te han dicho Hoenn es con dos n. A mi me pasa lo mismo con Johto

    Hasta la próxima
     
  10. Threadmarks: Capítulo IV: The Escapist
     
    Maze

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    Bueeee gracias a cierto chico concursos me tardé más de lo que esperaba en terminar este cap. La parte buena es que ya terminé con mis proyectos secundarios y puedo darle más tiempo a este (algún oneshot perdido por ahí si acaso...)

    Asael Martinez es justo como dices: también creo que el jugador goza de una ventaja injusta en los juegos, tiene acceso a muchísimas cosas que el resto no y si nos metemos un poco en “cómo lo verían los personajes", sí se siente algo fuera de lugar. Esa clase de irregularidades son las que quiero tratar.
    Respecto a Steven, yep, él no fue vencido por un niño en esta versión, y tampoco está involucrado con el Team Rocket (va de camino a Kalos según nos dice Brock). Va a pasar un tiempo antes de que lo veamos otra vez.

    Liza White muchas gracias por la crítica! Créeme que tomo en cuenta todos los detalles que señalas. Y me alegra que te haya gustado OKR, Besto banda.
    Yep... mala mía. Todo este tiempo he creído que iba con dos eses. Aunque la de Tessalia fue a propósito, por eso aparece justamente en ese momento.
    Yep... ya me acuerdo: originalmente decía “zona" pero cuando cambié el diálogo a “perímetro" me olvidé de cambiar el artículo :3

    A mí también se me hace raro ver pocas historias basadas en los npc's... quiero decir, cada región te da entre ocho y diez líderes, cuatro Alto Mando y uno o dos campeones... deberían ser suficientes para poder encontrar uno que te guste, creo.
    Chica Rocket Besto girl(?) En serio me encanta cómo el lore de poke es tan abierto para darte tantas opciones de desarrollo, como ¿De dónde vienen los grunts que apalizamos en cada juego?

    Gold me alegra que te gustara lo de Sabrina, ha sido mi parte favorita al escribir ese cap. En cuanto a eso último... soy de esos que quedan impactados con las muertes sorpresa, cuando un pj cae fulminado por un Plotwist sin que puedas prevenirlo... pero aquí quería poner en práctica justo la idea opuesta: en lugar de sorprender con la muerte, anticiparla desde que aparece el pj.
    Odio infinito a Clair y su Kingdra op sin debilidades, y la muy hdp huye cuando le ganas!!

    Yay! No sabes cuánto aprecio que digas eso.
    Sí, como dices, aparentemente la trama cambia... para hacerse algo más seria. Lo que quería intentar con Glass era contar una historia de misterios que ya estuvieran ahí (la mayoría parten del propio juego) pero que los personajes no se dieran cuenta hasta que empezara a afectarlos. No sé hasta qué punto haya salido bien.

    AJ Slifer
    Mi primer conti... *:*
    Me gusta mucho que teorices con Sabrina. En parte era lo que buscaba al presentarla de ese modo.
    Putas regiones que no me quieren. Por eso nos quedamos en Kanto y Sinnoh!

    Capítulo IV: The Escapist


    Sabrina

    Creyó que estaría muerto.

    A pesar de llegar a la Meseta Añil en un instante gracias a Alakazam, quien agotó todas sus fuerzas en llevarla a esa distancia con su teletransporte, y a pesar de que Espeon le ayudara a despejar el camino de amenazas para llegar cuanto antes al Monte Plateado, estaba segura de que sería demasiado tarde. Su visión era sobre el chico del aura roja y su presencia avasalladora, el mensaje de que algo grande estaba por empezar; y en contraste, el otro chico era apenas una chispa de luz verde que se apagaría ante la menor brisa. La diferencia entre ambos era tal que Sabrina sólo podía imaginar un resultado.

    Por eso creyó que estaría muerto. Por eso cerró los ojos involuntariamente cuando lo encontró al pie de la montaña.

    A su lado había un rhyperior. Juzgando por las cuarteaduras en su coraza y algunas heridas en su piel, era evidente que se había llevado la peor parte de una dolorosa caída. El chico yacía a menos de un metro de distancia, cubierto de polvo y con algunos arañazos, pero entero, o tan entero como podía estar. Sabrina se acercó a él y revisó sus bolsillos hasta encontrar la pokéball del rhyperior y devolverlo a ella.

    —Buen trabajo. Yo me encargo del resto —dijo a la pequeña esfera antes de volver la vista a su dueño—. Y tú. Tenías que estar muerto.

    Se inclinó para examinarlo mejor y notó que sus labios se movían, como si intentara decir algo entre sueños. Lo sujetó por la muñeca e intentó levantarlo hasta recibir ayuda de Espeon para pasar su brazo por sus hombros y empezar a caminar.

    Unos metros abajo el chico despertó.

    —¿R-red?

    —Tuviste mucha suerte si tienes fuerzas para hablar.

    A pesar de decir eso, su voz era apenas un hilo apagado. Percibía una nota de confusión y miedo a través de ella.

    —¿Qui... quién...?

    —Tu ángel de la guarda, supongo.



    Elesa

    Luego de un día interminable, por fin estaban saliendo de la Ruta 31. La larga caminata puso a prueba la resistencia física de Elesa, así como su sentido de la paciencia. Chano en cambio parecía bien. Exceptuando su actitud esquiva y el que se tallara constantemente los ojos.

    —Deja de hacer eso o vas a lastimarte de verdad.

    —Aún me duele —se quejó—. Creo que me quedé ciego.

    —No exageres, sólo fue un Destello —replicó negándose a sentirse culpable—. Y era la única forma de encontrarte en la Cueva Oscura, ¿por qué tenías que meterte ahí?

    —Ya lo tenía —le recriminó y Elesa dejó salir un largo suspiro. Seguía molesto por ese asunto.

    —Iba a escapar...

    —Ya lo tenía —insistió— estaba casi debilitado, y tú... tú lo ahuyentaste.

    —No tendrás un pokémon fantasma mientras viajes conmigo —respondió tajante, pero empezó a sentirse mal. En verdad había arruinado la experiencia del chico por sus asuntos personales. Cuando Alder la escogió para guiarlo seguramente no tenía eso en mente.

    —Escucha —siguió en un tono más conciliador—. Lo primero que haremos en Malva será ir al Centro Pokémon, contactaremos con mi gimnasio en Mayólica y te daré uno de mis emolga. ¿No te gustaría ser el único chico en Johto con un pokémon de Teselia? Es como un rattata... pero eléctrico, ¡y vuela!

    —No quiero tu emolga, quiero mi gastly.

    —Tendrás un emolga y va a gustarte.

    Se dio cuenta de que estaba sonriendo. Por primera vez en mucho tiempo, una sonrisa no voluntaria la sorprendía. Tal vez era la sensación de viajar por una región desconocida, o la expectativa de entrenar a un aprendiz, o tal vez simplemente la compañía humana, pero en cualquier caso, le estaba haciendo bien.

    Esperaba que a Chano también. Habían pasado cuatro días desde que se conocieron y el joven empezaba a mejorar, incluso estuvo a punto de capturar un pokémon por su cuenta (el equivocado, para mala suerte). Un par de días más y estaría listo para su primer gimnasio, y cuando eso sucediera (porque no iba a permitir que fuera diferente),
    empezaría a confiar en sí mismo, y podrían seguir adelante a Ciudad Iris.

    Confianza, eso era lo más importante. Confianza para que la presencia de los campeones no desvaneciera la suya. Dos gimnasios para fomentar su confianza y diez días más para conocer Johto. Sólo eso hacía falta.

    Sin embargo, apenas cruzaron las puertas de la ciudad se dio cuenta de que nada de eso sería posible.

    Una extensa niebla violácea se extendía por toda la zona de forma irregular, espesa y siniestra.

    —¿Qué es esto? —preguntó Chano con la niebla hasta las rodillas.

    —No te muevas, no sabemos si es tóxico —tomó una pokéball y la lanzó hacia arriba liberando a su emolga—. Despejar.

    El pequeño roedor eléctrico agitó el aire a su alrededor para apartar la bruma que los rodeaba, y tanto Chano como Elesa caminaron tras él. Las casas y calles parecían estables, sin rastros de ninguna catástrofe de ningún tipo, pero la líder tenía un mal presentimiento y asintió con sospecha cuando vio la misteriosa niebla crecer cerca del centro de la ciudad, pero antes de que pudiera decir algo, el rattata de Chano se adelantó y se alejó chillando hasta perderse en la cortina, seguido por su entrenador.

    —¡Espera!

    Elesa lo siguió adentrándose en la ciudad para alcanzarlo un par de calles después. El chico estaba arrodillado en el suelo y su rattata junto a él. Se acercó a ellos y notó que ambos estaban observando un cuerpo tumbado en el suelo.

    —Creo que está herido —dijo cuando Elesa llegó hasta ellos para verlo mejor. Era un hombre joven más o menos de su edad, cabello azul ligeramente crecido y ropas tradicionales de la región. Presentaba golpes y rasguños en todo el cuerpo, además de una horrible herida en el hombro que sangraba profusamente.

    —¿Quién es? —Volvió a preguntar su aprendiz, pero ella negó con la cabeza, y antes de que pudiera auxiliarlo escuchó un murmullo a través de la tierra.

    —Algo viene.

    Un segundo después, el estallido sónico que se expandió desde el centro de la ciudad dispersó la niebla que los rodeaba, revelando a un pokémon dragón de relucientes escamas azules y un numeroso grupo de bellsprout a su alrededor. Así como a varias personas heridas en el suelo.

    —¿Pensadores? —preguntó Chano, a lo que Elesa no pudo responder.

    —¡No pueden hacer nada contra esa cosa! —escuchó gritar a una mujer. Coordinando a múltiples dragones serpentinos de color azul, se encontró con la visión de una entrenadora de rostro fiero enmarcado por un largo cabello celeste, dirigiendo sin piedad el ataque contra un enemigo oculto en la bruma.

    Y entonces lo vio.

    El monstruo que parecía salido de una pesadilla, la sombra espectral que se alzaba abruptamente por los cielos, una bestia de anillos grises y negros que extendía sus ominosas alas y emitía un rugido aterrador.

    —¡Pulso Dragón!

    Como una sola criatura, los cinco dragones abrieron sus fauces al mismo tiempo, concentrando el aire a su alrededor para disparar un estallido unido como un cañón a la bestia fantasma en los cielos, que se sacudió por el impacto.

    —¡Bien, una vez más!

    El ataque se repitió, pero esta vez el pokémon oscuro se elevó aún más trazando líneas cortadas en su vuelo irregular para impedirles apuntar. Elesa se alarmó cuando vio una pequeña figura humana en el lomo del dragón, pero su sorpresa duró sólo un momento.

    Sus anillos empezaron a brillar, proyectando un haz sobre la tierra que la hizo vibrar, y antes de nadie pudiera reaccionar, el sonido del concreto al quebrarse para convertirse en un infierno de calor los inundó a todos.

    La domadragones tuvo que saltar para evitar que una fisura en el suelo la tragara, Elesa encontró refugio detrás de una pared mientras buscaba a Chano con la mirada, pero mientras todos trataban reaccionar al ataque, la bestia sombría volvió a descender.

    Sus alas se extendieron una vez más, un alarido de ira fue emitido de sus fauces, y finalmente liberó un abrumador tornado de viento espectral que parecía consumir el mundo a su alrededor. Elesa no supo cuánto duró, pudieron ser segundos u horas, pero cuando terminó todo lo que quedaba ante ella era un escenario desolador: calles destruidas, pokémon y personas heridos e inconscientes, la mujer dragón derrotada, con sus seis dragones apenas resistiendo a su alrededor para protegerla, y la criatura oscura...

    —¿¡Chano!?

    Su joven aprendiz estaba en el centro de todo, entre la bestia fantasma y la mujer dragón, con su rattata en brazos, mirando fijamente a la figura humana que controlaba al pokémon sin que ninguno de los dos hiciera el menor movimiento.

    Rattata mostraba sus dientes, intentando liberarse para saltar sobre la criatura colosal.

    Elesa no esperó a que sucediera. Hizo lo que debía hacer.

    —¡Emolga!



    Green

    Hubo un tiempo en el que creyó conocer a Red. Cuando eran niños inocentes en Pueblo Paleta, tenía la seguridad de que lo conocía como a su propio reflejo, o como (tenía que admitirlo) como una versión inferior de sí mismo.

    La persona frente a él no se parecía a Red. Tal vez en algún momento fue Red, pero ya no quedaba nada de él. Parecía como si hubiera desaparecido de sí mismo y sido reemplazado con un vacío. Sus facciones habían olvidado cómo moverse para expresar emociones, y sus ojos eran fríos cristales rojos carentes de brillo.

    —Red, ¿qué diablos haces aquí?

    El que antes fue su amigo no respondió.

    —Agatha dice que eres responsable de todo esto, ¿tiene razón? Las desapariciones, ese aire de sospecha en todas partes... ¿qué diablos es ese pokémon?

    El que fue su rival no respondió.

    Fue un cambio muy extraño, cómo paulatinamente el chico normal y cálido de Pueblo Paleta fue encerrándose en sí mismo, negándose a hablar con nadie. Al principio Green creyó que se trataba de su timidez, y con el tiempo llegó a la conclusión de que el chico no hablaba porque no tenía nada qué decir. Según su abuelo, los verdaderos entrenadores se expresan con sus acciones y no con sus palabras. En aquel entonces Green se sintió herido en su orgullo y se preguntó si el abuelo no trataba de darle una lección.

    Pero ahora era diferente; el silencio de Red le transmitía una arrogancia sin igual.

    —¿No vas a responder, eh? ¿No piensas hablarme como una persona normal? ¡Escalé una maldita montaña para encontrarte!

    Sentía una ira creciente subir por su sistema; toda la presión, la angustia y el resentimiento de los últimos días tomando el control de su cuerpo.

    —...

    —Cabrón.

    Como si hubiera salido de sí mismo, Green vio cómo su cuerpo saltaba hacia adelante, apretando los dedos de su mano derecha en un puño para golpear en la cara a la persona frente a él, y por un momento imaginó al campeón de Kanto derribado en el suelo y cubierto de tierra, como tanta falta le hacía, pero esa visión duró sólo un segundo; el tiempo que tomó al pokémon rosado interponerse entre ellos.

    Un tipo psíquico. Podía adivinarlo por el intenso brillo de sus ojos y lo primero que pensó fue que lo haría levitar usando su telekinesis para apartarlo de Red, pero estaba equivocado. Lo que hizo en su lugar fue emitir un inquietante resplandor cian, y lo siguiente que supo es que el Monte Plateado se sacudía como un ser vivo, como una criatura furiosa que se desprendía de sus impurezas, y entonces empezó a caer junto con una avalancha de rocas y nieve.


    —¡REEEED!

    Despertó agitado, con la respiración acelerada y un dolor creciente en todo el cuerpo. Miró a su alrededor para encontrarse con una cama ordinaria, una de esas literas sencillas que se usaban en los Centros Pokémon.

    —Si sigues gritando su nombre tu novio va a escucharnos desde el Monte Plateado.

    Había una persona en la cama de a lado, una mujer que conocía desde su primer batalla en el Gimnasio Azafrán que perdió miserablemente. Era la misma de entonces, con su actitud resuelta y mirada curiosa, y por alguna razón, un pequeño pokémon azul entre sus brazos.

    —Sabrina.

    —No, soy Red. El amor de tu vida.

    Demasiado cansado para seguir el juego, Green se dejó caer de espaldas con un largo suspiro. El dolor se concentraba en sus manos y espalda.

    —¿Dónde estamos?

    —En el Centro Pokémon de la Meseta Añil. Estaba cerca.

    —¿Qué sucedió?

    —Resbalaste por la pendiente. Tu rhyperior salió de su pokéball y te protegió. Estaba herido, pero ya se encuentra bajo tratamiento.

    Green no había resbalado, lo sabía mejor que nadie, pero la segunda parte tenía sentido; no recordaba haber usado a ningún pokémon.

    Meditó bien antes de hacer su tercera pregunta.

    —¿Qué está pasando?

    La expresión de Sabrina se volvió seria por un instante.

    —¿Qué quieres saber?

    —Todo. Qué está sucediendo en la región, qué está haciendo Surge, por qué todos están asustados... dónde están mi abuelo y mi hermana.

    Sabrina levantó al pokémon azul en sus manos y lo miró a contraluz, ganando tiempo para empezar a hablar.

    —Hace cosa de un mes aparecieron de nuevo... o debería decir que empezamos a notarlos hace un mes. Ya sabes quiénes; los chicos de negro con la gran R en el pecho.

    —¿El Team Rocket? Pero es imposible, los desmantelamos hace años...

    —Y volvieron a desmantelarlos tres años después, pero eso no les impidió volver.

    Green cruzó los brazos, intentando asimilar lo que acababa de escuchar.

    —Giovanni...

    —Está muerto —replicó de inmediato—, y Archer en una prisión de alta seguridad, donde mantiene un buen comportamiento —hizo un gesto de desdén con la mano para apartarlo de su cabeza—. Cosas triviales.

    —Entonces alguien más los dirige.

    —Es posible. También es posible que sean un grupo completamente nuevo con problemas de originalidad para escoger nombres. Además de algunos actos de vandalismo, se han limitado a robar pokémon a entrenadores novatos, ellos mismos son todos novatos, al menos los que hemos visto.

    —¿Entonces por qué todos están tan extraños?

    —Porque la gente recuerda que tomaron Silph S.A. y que años después invadieron la Torre de Radio, mandando un mensaje de dominación mundial. Nadie quiere que nos tome de imprevisto otra vez, así que todos están actuando.

    —¿Y Surge? Agatha me dijo que estaba en una misión.

    Sabrina asintió.

    —En Johto. Se llevó también a Brock y a Misty. Al parecer el Team Rocket ha estado más activo allá estos últimos días. Bajo el Alto Mando unificado, los líderes de ambas regiones piensan reunirse para intercambiar información y enfrentar a la amenaza... —bostezó—. La mayoría.

    Aunque hablaba de algo grave, no parecía que Sabrina le diera importancia. De todas formas a él tampoco le interesaba. Si Surge y los demás querían jugar a la guerra era asunto suyo, pero...

    —¿Y mi abuelo? ¿Él también fue con ellos, o el Team Rocket le hizo algo?

    —¿El Profesor Oak? Sigue en Pueblo Paleta. De todas formas no me preocuparía por él. Es un entrenador veterano que no tendría problemas para encargarse de unos pocos novatos.

    En eso Green estaba de acuerdo, al menos a medias. Si su abuelo estaba desaparecido no era cosa del Team Rocket.

    —¿Y mi hermana? ¿Sabes algo de Daisy Oak?

    —Puedo buscarla... pero no te prometo nada. De todos modos, si algo le hubiera pasado a la nieta de Samuel Oak, todos lo sabríamos.

    Era cierto, pero no le decía nada. Las respuestas de Sabrina no aclaraban sus dudas, pero al menos sabía un poco más que antes.

    —Y esa vieja bruja tampoco fue de ayuda, ¿por qué tenía que hacerme escalar el maldito Monte Plateado?

    —Es sólo una teoría, pero creo que no le agradas.

    El pequeño anfibio azul saltó a la cama de Green y Sabrina se puso de pie estirando los brazos para desperezarse y mirar al pokémon con una expresión curiosa.

    —¿Y qué piensas hacer ahora?

    Apartó la vista hacia la pared, incapaz de responderle porque no tenía idea.

    —Bueno, trata de no matarte por un tiempo —dijo la líder antes de tomar su bolso y salir de la habitación—. Vas a tener que pasar un par de días aquí, te haría bien pensar en lo que harás a partir de ahora.


    Green se sintió sumamente solo cuando la puerta se cerró, y estiró una mano para palmear la cabeza del pokémon azul, que respondió amigablemente. Dos días de reposo para dar gracias de no estar muerto. Dos días sin hacer nada, y luego otros ocho antes de reunirse con Alder, Cynthia y Lance en Ciudad Iris, eso era lo mejor: los tres eran mayores que él, y más listos. Creía que podía confiar en ellos y seguir sus consejos, que serían mejores que ir a buscar pelea en el Monte Plateado.

    —¿Qué vamos a hacer ahora? —le dijo al pokémon— ¿A dónde vamos?

    —Estaré abajo con Agatha —le llegó una voz al otro lado de la puerta—, y no trates de llevarte mi mudkip.



    Chano

    —Me voy a quedar ciego...

    —Deja de tallarte los ojos.

    Ese emolga estaba en su contra. Dos veces lo había atacado con Destello a propósito y la segunda fue a pocos centímetros de su cara. Incluso podía recordarlo sonriendo un segundo antes de quemarle las retinas.

    Pero como Elesa no consideraba la ceguera parcial una lesión de importancia, volvió su atención a la mujer dragón.

    Su nombre era Blair. Aparentemente líder de gimnasio como Elesa en otra ciudad de la región de Johto. Después de verla luchar contra la bestia fantasma, Chano se alegraba de que no fuera líder en Ciudad Malva. Podía pasar cien años en la Cueva Oscura y seguiría sin tener oportunidad contra esos dragones.

    El verdadero líder de Malva era el hombre que encontraron en el suelo: Falkner, quien reposaba en una camilla junto a una de las paredes del templo. El Centro Pokémon había excedido su capacidad para tratar heridos, así que se estaban movilizando a la Torre Bellsprout. Según Clair, los pensadores de la torre habían sido de más ayuda que el líder de gimnasio, a quien hubiera golpeado de no estar inconsciente.

    —Un legendario —dijo a Elesa—, pero no uno de la región. Esa es la única explicación que se me ocurre.

    La propia Elesa negó con la cabeza, ella tampoco lo conocía. Chano nunca había visto un pokémon como ese, ni había sentido tanto miedo en su vida. Ese dragón parecía salido de una pesadilla y cuando Rattata saltó hacia él, creyó que ambos estaban perdidos.

    —No se me hubiera ocurrido —admitió Clair de mala gana—. Usar un movimiento de destello contra la entrenadora.

    —Lo hicimos escapar. Eso es lo importante.

    Chano recordaba el aspecto de la chica segundos antes de que Emolga los cegara a ambos. Parecía una chica normal de su edad, salvo por esos ojos huecos. La primera vez que los vio sintió que estaba mirando a través de una ventana hacia un mundo distinto, aberrante y aterrador. Ni siquiera parecía humana.

    Y aún así, había algo en ella que le resultaba familiar.

    —De todos modos —seguía diciendo Clair— ahora que se ha ido podemos seguir con la investigación. Encontré una base del Team Rocket en esta misma ciudad bajo las narices del inútil de su líder, y descubrí algo interesante.

    Chano y Elesa intercambiaron una mirada fugaz. Ambos pensaban en la chica del uniforme negro.

    —¿Qué está haciendo el Team Rocket en esta región?

    —No lo sabemos aún. Parecía que estaban robando pokémon como en el pasado para venderlos en el mercado negro, a veces completos, a veces en partes.

    Chano abrazó inconscientemente a su rattata. El mismo que la chica estuvo a punto de llevarse.

    —Nunca es tan simple con ellos —replicó Elesa—, con esa clase de grupos.

    Clair negó con la cabeza y les mostró un pequeño saco de tela que había tomado del almacén. Con los tres sentados en el suelo de madera, le dio la vuelta y vació su contenido: decenas de pequeñas estrellas de arena cristalizada se esparcieron ante ellos.

    —¿Qué es esto? —preguntó tomando una para verla a contraluz. La expresión de Elesa era de desconcierto.

    —Es mucho. Demasiado.

    —Y hay más. Todo el almacén estaba lleno de esta cosa.

    —Imposible —repitió negándose a creerlo—. ¿Qué pretenden hacer con todo esto?

    Chano aplicó un poco de presión y la pequeña estrella se desmoronó entre sus dedos.

    —¿Para qué sirve? —preguntó a ambas líderes. Clair tomó una estrella más y la alzó frente a ellos.

    —Para una sola cosa: luchar, luchar y seguir luchando. Con esto el Team Rocket nos está declarando la guerra.



    Sabrina

    Los dos días pasaron en un instante y Green estaba listo para dejar la Meseta Añil. Tras cruzar volando la Calle Victoria siguieron hasta la Ruta 27, donde debían separarse.

    Estuvo silencioso la mayor parte del viaje, sumido en sus propios pensamientos que ocasionalmente compartía con ella.

    —El 151.

    —¿Qué cosa?

    —El pokémon de Red, era el 151.

    —Tienes una peligrosa fijación con ese chico...

    —Hazme caso, en el índice del abuelo había lugar para 150 pokémon. Red los registró todos, pero aún había un espacio vacío: el 151, es el que estaba con él.

    Sabrina asintió como si entendiera algo de lo que decía —Mira, ya llegamos.

    Las Cataratas Tohjo se convirtieron en un importante destino turístico con el paso de los años, y por consiguiente se incrementó el tráfico humano por la zona. Un moderno puerto marítimo fue construido en la Ruta 27 por una compañía extranjera preocupada por el medio ambiente, tomando las precauciones de no dañar el ecosistema.

    Subieron juntos a la recepción, y mientras Green discutía con la trabajadora, Sabrina esperaba en un banco con Mudkip en su regazo mientras trataba de recordar detalles de su sueño de la noche anterior: tres bestias rugientes avanzando a través de un campo de fuego bajo la sombra de un señor mítico, el mismo que se abría paso a través de una cascada.

    Por eso siguió a Green a las Cataratas Tohjo, porque creyó que se trataba de una señal para dar su siguiente paso, pero seguramente lo había interpretado mal. No había nada especial al otro lado de sus muros de agua.

    Diez minutos después, Green volvió de la recepción con un gesto contrariado.

    —Algo pasa en Teselia, parece que todos los viajes se cancelaron.

    —¿Teselia? —levantó una ceja— Creí que ibas a Johto.

    —¿Para qué voy a ir a Johto? Que Surge y los demás se encarguen del Team Rocket. Yo tengo que encontrar a mi familia.

    Sabrina notó que el chico llevaba un boleto en su mano.

    —No puedes ir a Teselia.

    —No voy a ir a Teselia —sonrió—. Estos días seguí tu consejo y me dediqué a pensar y a pensar... Y a recordar. Había visto antes al 151.

    —¿A quién?

    —El pokémon que estaba con Red, vi una estatua suya en Isla Canela antes de que la erupción la destruyera. Es un pokémon antiguo. Tal vez uno legendario.

    Asintió. Ella también había sentido una monstruosa fuerza psíquica a través de Green provenir de ese pokémon.

    —En el ordenador del abuelo... había menciones a algunas leyendas. No lo recuerdo todo, pero al menos puedo empezar por ahí.

    —Las leyendas son un tema muy vago aquí en Kanto, pero en Johto y Teselia son mucho más apegados a su mitología.

    —Tal vez, pero no sé nada de leyendas —respondió con una mano en la nuca—. Necesito ayuda de alguien que sí sepa.

    Sabrina sonrió.

    —¿Qué pasa con esa actitud tan humilde de ahora?

    Green le extendió el boleto señalando el destino de su viaje.

    —¿Sinnoh?

    —Conozco a alguien en la región, ella sabe más de mitos y leyendas que nadie.
     
    Última edición: 12 Agosto 2018
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    Asael Martinez

    Asael Martinez Persona Imperativa

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    Yujuuuu tenemos capítulo nuevo señores y vaya que no decepcionó en lo mas mínimo, bueno dejando los alagos de lado...

    Empezaré hablando de Green y Red. Al parecer su amistad que duró años se a esfumado, no parece que se odien o bueno no mucho, Red ahora es un presumido o arrogante entrenador que olvidó su pasado, Green fue con el pero no pudo ni siquiera sacarle una sola palabra. Esto me pone a pensar que tal vez Red está haciendo algo malo y no quiere que nadie lo sepa.

    Mew... Red tiene al legendario Mew... quien lo diría, muy típico del entrenador legendario de pueblo paleta (hacks)

    Vamos Green se que puedes controlar tu irá, tu puedes no te rindas, llega al clímax de todo lo que está pasando. Aunque una anciana te trollee, aunque una líder de gimnasio te dejo respuestas a medias, sigue con tu objetivo principal el cual es hacer que el mundo vea de nuevo a los campeones como grandes personas.

    Hablando de Sabrina:
    Ok ella si que sirvió de mucho para respondernos bastantes dudas, yo pensé que en serio todo era un Apocalipsis pero es casi uno jaja. En este capítulo muchas dudas fueron resueltas, que bueno que nuestro profesor favorito al parecer está bien.

    Chano y Elesa:
    La chica es muy buena siendo maestra ._o o Chano es medio bueno aprendiendo, no lo se pero se nota el crecimiento de alumno y maestro, algo me dice que estos dos serán clave en la historia.

    Ahora bien están en Johto y el Equipo Rocket, la organización más famosa esta de vuelta y parece que es una verdadera amenza, fueron los causantes de varios problemas que se han hablado en este fic que dejaron a Green muy intrigado.

    Ahora sabemos muy bien que ellos son los responsables de todo, ¿Quien sera su líder? Si el original está muerto... Esto se pone más misterioso, a pesar de que de momento hay puros novatos en la organización, es obvio que hay alguien muy fuerte, puede ser muy peligroso.

    Si mi memoria no me falla las estrellas esas son Revivir o Max revivir si me equivoco dame un golpe.

    Me sorprendió que la doma dragones de Johto sea... ¿Mala? O está en otro conflicto que aun no conocemos, bueno Chano llego a una ciudad en caos total, que raro que no se haya desmallado xD

    Y bueno eso a sido todo, me gustó este capítulo, ya quiero ver la siguiente renunion entre ex campeones, esperemos entren algunos campeones conocidos cof cof Steven cof cof... bueno en fin sigue así kiwi estoy seguro algún día serás una moneda

    Salu2!!!
     
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    Thranduil

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    QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????

    Bueno, vine a comentar el capítulo y estoy ultra impactado. ¿Qué demonios pasa con Red y Platina/Platinum (no recuerdo si dijiste su nombre)? ¿Tiene eso que ver algo con el team rocket? ¿Giovanni murió? ¿Cómo Red se hizo con Mew? ¿Por qué Falkner es tan inútil? ¿Qué sucede en Teselia? ¿Por qué a Elesa no le gustan los fantamas?

    Tantas preguntas y yo sin respuestas hasta un siguiente capítulo donde no responderás todo y habrá más preguntas por hacer.

    En una parte pusiste Blair en vez de Clair. Creo que a través de la narración se logró notar la desesperación de Green por no saber qué sucede. Supongo que los protagonistas son Elesa, Chano, Green y Sabrina, pues casi toda la historia hasta ahora se ha concentrado en ellos.

    Esperaré por el siguiente capítulo, me tiene muy intrigado todo lo que pasa, son muchas cosas por resolver. Ciao.
     
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    Me tardé, pero aquí estoy, al fin
    Me gustó mucho el cap, a pesar de que dijeras que quedó medio inconsistente, yo lo sentí bien y bastante ligero para leer. Es normal el cambio entre perspectivas de los personajes y obvio como son cuatro gentes que están haciendo cosas totalmente distintas en diversos lugares, el ritmo variará de unos a otros; sin embargo, a pesar de eso, no lo sentí tedioso ni me sacó de onda, disfruté mucho el capítulo y me gustó bastante.

    Morí con Chano y los constantes destellos del Emolga de Elesa, aunque me pregunto porqué a la líder no le agradan los Pokémon fantasmas. ¡Y conocen a la forra de Clair! y les dice que encontró drogas revivir a montones.

    La entrada de Platinum si se me hizo sorpresiva, y más todo el caos que ocasiono; en caps antes Flint la había retado a una batalla, y me preguntó qué pasó ahí para que la chica terminara en Johto, peor aún, si Flint sigue vivo después de tal despliegue de brutalidad. But llega Elesa a calmarle las riendas con un destello en toda la cara.

    Cuando leí este cap y me di cuenta que Red tiene a Mew fue como "a chingá, como pasó esto", aunque leyendo el cap anterior ahí se dejó la pista (un pequeño Pokémon de color rosa). A decir verdad eso no me lo esperé, pues siempre se asocia a Red con Mewtwo eso y considerando que Mew se le ve más como una cosita rosa demasiado tierna y juguetona que le vale pepino la vida y es como un cachorro de gato que anda curioseando. Verlo con Red me despierta muchísimas dudas, porque Mew no es en sí un Poké que intervenga mucho (sin mencionar que al contrario que el resto de los leganderios in-game, es casi imposible de atrapar, pues en muchas ocasiones tiene que ser activado por un evento).

    Las risas que me sacó el cap se lo debo a la interacción de Green con Sabrina. Fue demasiado hermoso, las líneas sarcásticas y ácidas de Sabrina contrastan mucho con la actitud confundida de Green (y tiene razón, Green tiene una peligrosa fijación con Red(?) #Nohomo).

    Espero con muchas ansias y hype el cinco Kiwi. Quiero ver quienes serán/o será el/los personajes nuevos que presentarás.
     
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  14. Threadmarks: Capítulo V: Inmortals
     
    Maze

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    Este fue difícil... bueno, no tanto, pero apenas y tuve tiempo de ponerme a escribir. Pasas que cosan.
    Asael Martinez
    En algún momento me va a tocar contar la historia de Red, espero despejar entonces
    Yay! alguien acertó.

    Y si no, ¡por lo menos seré un meme!
    yay

    Thranduil
    more yay
    En el cap anterior sí, en este no. Como la escena está narrada desde la perspectiva de Elesa y ella no sabe su nombre, no tenía sentido que lo usara.

    Pueque.
    Es que hasta en el juego lo es. I mean, tiene un Pidgeotto ilegal y todo.

    A Teselia pienso ir en unos caps más, pero todavía falta para eso. De momento voy a concentrar la atención en Johto y Sinnoh.
    Not yay
    Mmm no realmente, más bien es la historia de todos a la vez. De hecho en este capítulo vamos a olvidarnos de ellos para presentar a un personaje que será muy importante por el resto de la historia.

    Gold
    yay
    Ah, el chico del afro sigue vivo. No puedes matar a alguien con un afro :3
    A Mew se le asocia con bastantes cosas, es por una de ellas que está con Red.
    #AllOfTheHomo

    Gracias por seguir leyendo esta historia. Espero haber hecho un buen trabajo hasta ahora... y espero que el que sigue sea mejor.


    Capítulo V: Inmortals


    Green
    Conforme el ferry se acercaba a la costa de Ciudad Marina, se permitió esbozar una sonrisa de ironía con los codos apoyados en la cubierta; apenas había salido de Sinnoh hace pocos días y ahora venía de vuelta, con el único objetivo de encontrar a alguien y tomar otro ferry de regreso a Kanto.

    Una semana para el encuentro en Ciudad Iris con los demás campeones, pero ya no le interesaba. Alder y Lance podían ocuparse solos, eran adultos de verdad al fin y al cabo, tal vez incluso se unieran a la batalla contra el Team Rocket con los demás. Lance estaría motivado al menos y Alder prestaría su apoyo. La única a la que necesitaba era Cynthia, y Green estaba seguro de que lo ayudaría.

    Sólo había una cosa que no acababa de entender.

    —¿Sabrina?

    —¿Sí?

    —¿Por qué vienes también?

    La líder de gimnasio estaba a su lado, dando la espalda al agua y cargando al mudkip entre sus brazos.

    —¿Te molesta? —preguntó sonriente.

    —Es sólo que no lo entiendo.

    —Nunca he visto el Monte Corona en persona, y no tengo nada qué hacer en Kanto de todos modos.

    —No estoy tomando vacaciones, ya sabes —replicó un poco molesto, provocando otra sonrisa suya.

    —Lo sé, lo sé, la campeona de Sinnoh. ¿Es amiga tuya?

    —Algo así. También investiga los mitos y leyendas de los pokémon.

    Lo mismo que hacía su abuelo antes de desaparecer. Green sólo entendía algunas pocas de esas leyendas y ni siquiera sabía si tendrían sentido para Cynthia. Quería aferrarse a la esperanza de que ella pudiera encontrar un hilo qué seguir, pero no tenía garantías de nada. Ni siquiera sabía cuánto le tomaría encontrarla.

    Sabrina debió notar algo en su expresión, porque recompuso en un tono más amable.

    —La encontrarás, estoy segura.

    —¿Por qué lo dices?

    —Porque veo el futuro —rio, y Green sacudió la cabeza. Tal vez había algo de verdad en eso. Cuando pensaba en su encuentro con Red, le parecía absurdo que siguiera vivo, y que ella de todas las personas del mundo lo hubiera encontrado.

    —Tienes a la chica que conoce el futuro —prosiguió— y ahora buscamos a la que conoce el pasado. Cuando la encontremos seremos invencibles.

    —Hace tiempo conocí a alguien así —dijo de repente, y Sabrina se le quedó viendo—, alguien que veía el pasado y el futuro; era un conocedor de la mitología pokémon, y también hablaba de premoniciones.

    —¿Uhm? ¿Y por qué no le pedimos ayuda a él para empezar?

    Green le sostuvo la mirada y supo la respuesta en un instante; por qué no había recurrido a él y ni siquiera pensó en pedir su ayuda, pero no se lo dijo a Sabrina. No podía decírselo a nadie.

    —No lo sé.




    Morty

    Un chico de cabello negro y mirada ansiosa, otra de cabello rosa y expresión amable, ambos adolescentes, y otra más, alta y decidida, de largo cabello negro y actitud dominante, como si estuviera a cargo de los otros dos. Curiosos, indecisos, un poco impresionados ante la firmeza del policía que vigilaba las puertas de la ciudad.

    —Estamos regulando el acceso a Ciudad Iris. Toda persona que desee ingresar debe registrarse.

    —Está bien, está bien —se quejó el joven—. Sólo quería ver a las chicas kimono, viejo.

    —Y la Torre Campana —añadió la otra, sonriente.

    —A la Torre sólo pueden pasar los entrenadores que hayan obtenido la Medalla Niebla.

    —Sí, como digas. Mientras pueda ver una chica kimono me iré feliz.

    —A este paso van a acabar con el turismo de la ciudad —se quejó la mayor.

    —La situación lo amerita —respondió el oficial en un tono más contenido—. La inseguridad en la zona se ha incrementado últimamente.

    —El Team Rocket... —susurró la menor con una expresión sombría, perdiendo momentáneamente su buen humor, a lo que el oficial recompuso.

    —No les aconsejo que hagan caso a esos rumores. No se han confirmado avistamientos en Iris. Como sea, pasen a la oficina de registro por favor, y disfruten su estadía en la ciudad.

    Morty seguía el desarrollo de la conversación con un esbozo de sonrisa. Los años pasaban, pero las personas no cambiaban.

    Conocía al oficial de la entrada, como a todos en la ciudad, y sabía que debía tener al menos veinte años en el puesto, por lo que sin duda vivió la última insurrección del Team Rocket. Y aún así, no podía reconocer a tres de sus miembros cuando los tenía frente a él convertidos en civiles. ¿Y qué eran, después de todo, cuando no estaban en servicio? Sólo civiles; sólo personas como las que había en todas partes. A Morty le parecía desconcertante: cuando se ponían esos uniformes negros renunciaban a su individualidad, pero al mismo tiempo, era el único momento en que la sociedad los veía. Sin ellos, vistiendo su propia identidad, se volvían invisibles al mundo.

    Y podían ir a donde quisieran.

    Morty los siguió disimuladamente. Tras andar un par de calles, era evidente que se dirigían a la Torre Campana.

    —Gengar —susurró.

    Dos perversos ojos rojos aparecieron en su bufanda púrpura, seguidos de una maliciosa sonrisa. La prenda abandonó su cuello, deslizándose por él como una serpiente hasta llegar al suelo y fundirse con las sombras del trío.

    —No los pierdas de vista.




    Bajo la línea

    El camino a la Torre Campana fue más difícil de lo que creían. A pesar de mantener una apariencia normal, a cada paso que daban se sentían vigilados. Como si cada persona en Ciudad Iris supiera quiénes eran y qué buscaban, y cuando algún lugareño les dirigía la palabra por simple hospitalidad, cada uno de ellos sentía que estaban a punto de detenerlos.

    —Lo estamos haciendo bien —dijo la mayor, tanto a sí misma como a los otros dos—. Nadie nos sigue.

    —¿De verdad? —preguntó el único hombre del grupo, nada convencido— Ese poli me dio mala espina, y desde hace rato tengo un mal presentimiento.

    —Tonterías, lo engañemos por completo.

    La menor no decía nada. A mitad de camino había liberado a Oddish de su pokéball y ahora caminaba con ella entre sus brazos. Sabía que era imprudente luego de su fracaso en el Centro Pokémon por el riesgo a que la reconocieran, pero necesitaba la pequeña planta para controlar sus nervios, y sus compañeros habían aceptado que la llevara para calmarse.

    —Es sólo una misión —repitió la mayor—, lo haremos bien.

    —Nuestra primera misión importante —añadió el otro, tratando igualmente de levantar el ánimo—. Seremos héroes cuando volvamos al cuartel.

    —Leyendas —dijo la líder.

    «Inmortales» pensó la última, esa era la palabra que había usado su superior.

    —¿Recuerdan el plan? —dijo el chico, dirigiéndose a ella—. Ustedes son la clave.

    —Los tres sabios.

    La mayor asintió —Oddish debe liberar una concentración baja de somnífero, sólo para aturdirlos un poco y que nuestros pokémon puedan noquearlos. Pero si usa demasiada, los sabios sospecharán y usarán a los suyos.

    —Y no tendremos oportunidad contra ellos.

    Era el momento ideal. Gracias al alboroto en Ciudad Malva, tanto la Liga Pokémon como la Policía tenían sus miradas lejos de Iris, enfocados en la nueva pista que los conducía en una dirección completamente diferente.

    —¿Qué sucedió al final? —preguntó la menor—. En Ciudad Malva... ¿Qué era eso?

    —Otro de los grandes, sin duda, pero aún no sabemos cuál... ni de qué lado está.

    —Si no es nuestro enemigo —dijo la mayor—. Está de nuestro lado. Ya nos hizo un favor distrayendo a la Liga Pokémon.

    —La fuerza principal ya se está reuniendo en la ubicación —siguió el chico—. Para cuando el Alto Mando llegue será demasiado tarde.

    —Ya llegamos —concluyó la joven, y los tres hicieron silencio.

    Ante ellos se alzaba la imponente Torre Campana, una regia estructura ceremonial de diez pisos de altura, cuyas paredes de madera dorada parecían refulgir a la luz del sol del atardecer. Los tejados de cada nivel, compuestos por placas de color añil, emitían un ominoso brillo púrpura que los hacía sentir incómodos. Era más que una atracción turística; era un templo, un refugio a la oscuridad del mundo presente y una promesa de unión con el mundo que ya se había ido, y de pie ante la avasallante construcción cualquiera se hubiera sentido reducido a nada.

    Pero ellos siempre habían sido nada, y penetrar en ese santuario era el primer paso para dejar de serlo.

    —Vamos.

    Les sorprendió encontrar poca vigilancia en torno a la Torre, pero aún así siguieron adelante rodeando la estructura. Conforme se acercaban, los guardias pasaban de ser pocos a ninguno, y cuando finalmente llegaron a la entrada, ésta estaba desierta, con ambas puertas corredizas abiertas de par en par.

    —¿Qué diablos pasa? —espetó el chico alarmado— Esto no estaba en el plan.

    —No se alteren —ordenó la mayor— ¿Tienes el Ala contigo?

    Él asintió, y su líder abrió el paso para que la siguieran al interior de la Torre, pero apenas avanzaron algunos metros por el primer piso se encontraron con otra sorpresa: tres pensadores tirados en el suelo aparentemente inconscientes. Sabían quiénes eran: habían estudiado sus descripciones porque era de vital importancia para su misión el que pudieran reconocerlos y neutralizarlos, pero alguien se les había adelantado, y la sombra del miedo se extendió entre los tres jóvenes reclutas, paralizados,
    incapaces de acercarse a los cuerpos para comprobar su estado.

    —¿Qué está pasando aquí? —insistió el chico, la más joven estaba helada, demasiado asustada para articular palabra. La mayor trataba de encontrar una explicación, o si acaso, algo qué decir a los otros dos para que recuperaran la calma, pero no pudo hacerlo. Porque antes de que las palabras se formaran en su cabeza o bajaran a sus labios, una suave nota musical invadió sus oídos, el tañido cristalino de una campana que resonó con claridad a través de toda la torre.




    Morty


    ¿Qué era un pokémon legendario? ¿Qué los hacía diferentes de todos los demás? A diferencia de los otros habitantes de Iris, quienes simplemente aceptaban su naturaleza mítica y se contentaban con reverenciarlos, Morty creció preguntándose cuál era su verdadero lugar en el mundo pokémon, cómo se habían convertido en lo que ahora eran. Porque, aunque viviera en la ciudad del pasado y su espíritu estuviera impregnado en él, también tenía los ojos de un joven, de la nueva generación que anhela el futuro, y la comunión de ambas convicciones lo convertía en alguien diferente del resto, no especial quizá, pero sí diferente; lo suficiente para que se planteara esa clase de preguntas.

    Extraños entre dos mundos: el real y el irreal. Los pokémon legendarios eran reales, habían sido vistos e incluso capturados, no a menudo, pero sí lo bastante para que nadie dudara de su existencia. Y al mismo tiempo, todo lo que se sabía de ellos entraba en el terreno de la fantasía: pokémon con la fuerza de volcanes, pokémon capaces de mover continentes, pokémon trascendentales que encarnan conceptos. Algo que está y no está ahí, parte verdad y parte mentira. Sin duda existían, pero, ¿cómo lo hacían? ¿Qué clase de influencia tenían en el mundo? Morty sabía que la única forma de responder esa pregunta era conociéndolos, viéndolos con sus propios ojos como otros tantos hicieron antes. Y había uno que destacaba entre todos ellos, uno que había llamado su poderosamente su atención:

    El ave de fuego inmortal. El pokémon arcoíris que trae la felicidad. Un vistazo en la lejanía es suficiente para cubrir de fortuna al que tenga la suerte de encontrarse con él. Para un alma como la de Morty, que ansiaba salir de sí misma, Ho-Oh significaba más que cualquier otro pokémon, no sólo por su relación con Ciudad Iris (a la que Morty estaba ligado con la misma fuerza) sino por la naturaleza de su leyenda, porque Ho-Oh no sólo era grande, sino que podía irradiar su grandeza a otros, como a los pokémon muertos de la Torre Quemada a los que convirtió en leyendas, tres pokémon desconocidos cuyos nombres ahora eran inmortales, y nada deseaba más Morty que verse como uno de ellos; ser envuelto en la luz multicolor de Ho-Oh y convertirse en una nueva versión de sí mismo que pudiera aceptar.

    Una vida dedicada a una misión, años de esfuerzo y determinación por un solo momento. Estudiando los mitos pokémon, entrenándose a sí mismo hasta llegar a líder de gimnasio, purificando su cuerpo y su alma para ampliar su percepción del mundo hasta ver lo que otros no podían ver, siempre deseando que esa sombra en sus sueños, la sombra de aquél que sería digno de un pokémon legendario fuese la suya propia. Por eso nunca dejó Ciudad Iris; quería conocer el mundo como cualquier chico de su edad, viajar por la región de Johto, desafiar gimnasios y conocer rivales y entrenadores, pero no podía alejarse de la ciudad porque había sido en Iris donde Ho-Oh residió en el pasado, y si el pokémon legendario llegaba a volver, si su brillo arcoíris volvía a iluminar la Torre Campana, Morty no se perdonaría a sí mismo si no se encontraba ahí para verlo.

    Y ahora, luego de tanto tiempo, por fin...



    Fantasmas

    El tañido de cristal los acompañó a cada paso mientras ascendían a través de cada uno de los diez pisos. Ni entrenadores ni pokémon acudieron a su encuentro, como si el recinto se encontrara vacío desde hace años. Aquel suave sonido era su única compañía.

    —¿Qué está sucediendo? —preguntó la menor del grupo— Esto no tenía que ser así, ¿Verdad?
    —No cambia en nada lo que tenemos que hacer. Nuestro objetivo se encuentra en el último piso de la torre.

    —Oigan, miren esto.

    Las dos volvieron la vista hacia el integrante masculino del grupo, que extendía su mano abierta para mostrarles una fina pluma multicolor entre sus dedos que emitía un intenso brillo intermitente.

    —El Ala Arcoíris... ¿Está reaccionando?

    —Es de esperarse —respondió la mayor—. Estamos en la Torre Campana después de todo. Aquí es donde descansaba el pokémon legendario.

    —¿Creen que esté aquí? —preguntó la otra chica, pero la líder negó con la cabeza.

    —Se fue hace ciento cincuenta años, ¿recuerdas?

    —¿Y si está de vuelta? —insistió el otro—. Tal vez lo invocamos...

    —Para eso hace falta mucho más. Sólo estamos aquí por la Campana Clara, para poder utilizarlo cuando...

    Un incómodo murmullo recorriendo las paredes los interrumpió, como el de una criatura moviéndose a través de la torre. La repentina certeza de que no se encontraban solos los puso en estado de alerta, El chico ocultó el Ala arcoíris entre sus dedos y la más joven de los tres se aferró a su Oddish, mientras la mayor tomaba una pokéball de su bolso, indecisa a mandar su pokémon contra algo que no podía ver.


    —¡Diablos! —escuchó gritar a su compañero mientras arrojaba el Ala Arcoíris al suelo y sujetaba su mano. La pequeña reliquia rebotó por el suelo de madera dejando tenues marcas de quemaduras en su superficie —Esa cosa está ardiendo.


    Una sombra sinuosa se agitaba a su alrededor. La menor del grupo contuvo un grito de horror al notar que su propia sombra se estaba moviendo también, todo mientras el repicar de la campana se tornaba más y más agudo.


    —Esto no debería pasar— susurró la líder, incapaz de mantener la calma ante tantas cosas al mismo tiempo— ¡No debería ser así!


    Y de pronto cesó, todo movimiento y todo sonido fue consumido por un poderoso alarido, una voz enfurecida que lo cubrió todo en las mentes de los tres chicos, rompiendo lo que quedaba de su seguridad y prolongándose por varios segundos, al cabo de los cuales el techo estalló en pedazos junto con los tres pisos superiores de la Torre Campana.


    Incapaces de articular palabra, fueron mudos testigos del descender del legendario, una criatura mística roja y blanca con plumas que danzaban como el fuego, cuyas alas irradiaban un resplandor multicolor que hacía arder el aire a su alrededor. En sus ojos carmesí había algo glorioso y, al mismo tiempo, aterrador. Como si el ave sagrada les recriminara el haber entrado en su dominio y se dispusiera a castigarlos. Y los jóvenes invasores apenas si podían respirar, conscientes de que le bastaba un batir de sus alas para volverlos cenizas.


    Las sombras desaparecieron. Las paredes eran astillas de madera quemada y el suelo amenazaba con romperse bajo su peso. La pequeña reliquia, el Ala Arcoíris, Descansaba en el suelo a pocos metros de ellos.


    —¿Qué hace aquí? —se cuestionó la líder— Se supone que no volvería sólo con el Ala Arcoíris, La Campana Clara, el ritual…


    —¿Es esa cosa, verdad? —interrumpió el chico señalando la reliquia en el suelo— Lo invocamos con esa cosa, entonces con ella…


    —¿¡Qué crees que estás haciendo!?


    Con pasos apresurados avanzó hacia el Ala Arcoíris para recuperarla sin escuchar razones, demasiado asustado para pensar, tanto como ellas, incapaces de detenerlo mientras intentaba contener el aliento hasta que sus pies lo traicionaron y cayó torpemente al suelo.


    —¡Cuidado!


    El ave reaccionó ante lo que creyó una provocación abriendo sus alas y liberando un graznido ensordecedor. Había llamas en sus plumas, fuego de verdad que avivó en dirección al chico como una sentencia.


    Un murmullo bajo el estruendo, un susurro siniestro que se asemejaba a una risa. La sombra del chico cobró vida nuevamente y lo arrastró hacia la pared, lejos del fuego que atravesó el suelo de madera y siguió su camino hacia abajo.


    —No hace falta ningún ritual —declaró una voz en la oscuridad que les sonaba familiar—. Esa es una creencia que el Teatro de Danza se encargó de difundir hace décadas. Los antiguos relatos sobre Ho-Oh no lo mencionan en absoluto.


    Avanzó con paso lento hacia el centro de la estancia hasta quedar de pie frente al pokémon. La sombra del chico dejó de sostenerlo para fundirse en el suelo de nuevo y volver con su verdadero dueño.


    —Sólo hace falta el Ala Arcoíris para que resuene la Campana Clara y lo llame de vuelta a casa… sostenida por alguien de corazón puro.


    —¿¡Líder!? —reaccionó la mayor de los tres— ¿Qué hace usted aquí?


    Morty, concentrado, hizo un gesto de desdén con la mano. Los ojos fijos en el pokémon legendario.


    —Ya hicieron su parte, a partir de ahora me encargo yo.


    —¿Usted? ¿De qué está hablando?


    Morty no le respondió, abstraído como estaba en la contemplación del pokémon que esperó por tantos años. La materialización de sus ilusiones al fin ante sus ojos. Sus manos temblaban y sus labios no terminaban de curvarse en una sonrisa, presa de la emoción.


    —Estás aquí. Por fin…


    Ho-Oh lo miraba con curiosidad, con la misma cautela que mostró a los tres jóvenes, el pico abierto y preparado para atacar, las alas semidesplegadas listas para alzar el vuelo.


    —No, no lo harás.


    Gengar se fundió con las sombras y desapareció. Ho-Oh emitió un tenue graznido de incertidumbre y un momento después, diez brazos espectrales surgieron del suelo para sujetarlo. El fantasma ascendió como una masa siniestra y deforme hasta alcanzar su altura y mirarlo fijamente con sus ojos rojos.


    —¡Atrápalo!


    Un velo sombrío cubrió las pupilas del ave de fuego, que empezó a agitar su cabeza de un lado a otro, atrapada en una especie de trance. El fantasma hizo distancia de nuevo, justo a tiempo para evitar una furiosa llamarada que estuvo a punto de calcinarlo.


    —¡Ahora, Maldición!


    Emitió un grotesco alarido de ira al tiempo que se lanzaba contra Ho-Oh, convirtiéndose en una estaca sombría clavada entre sus alas de la que el pokémon no podía liberarse.


    —No puedes irte —le dijo— No hasta que te pruebe que soy digno.


    Exhaló de nuevo un descuidado haz de fuego que pasó a lado del líder de gimnasio sin hacerle daño. Morty sabía que había sido cuestión de suerte, pero en el fondo quería creer que se trataba de una señal.


    —No interfieran, ustedes tres. Esta es nuestra batalla.


    La mayor del grupo analizó la escena: Gengar era el pokémon más fuerte de su líder, y a pesar de sus esfuerzos apenas y podía contener a Ho-Oh de huir, pero no de defenderse, y ni ellos ni Morty poseían la potencia para enfrentarlo ni con todos sus pokémon juntos.



    O eso creía hasta que volvió a escuchar el susurro de las sombras


    —Salgan.


    Chasqueó los dedos con decisión y al instante decenas, tal vez cientos de Gastly y Haunter empezaron a reunirse en el piso alrededor de ellos, todos sonrientes, ansiosos por luchar.


    —Bola Sombra.


    Fue como un bombardeo, incontables balas oscuras cayendo como metralla sobre el pokémon legendario, cada una de ellas incapaz de hacerle el menor rasguño, pero juntas eran una fuerza capaz de presionarlo


    —¿Los fantasmas salvajes de la torre? Pero no deberían…


    —¿Obedecerme? —interrumpió Morty— No lo hacen. Me siguen.


    Abrió los brazos con movimientos ondulantes que los pokémon imitaban con sus propios cuerpos. Fundidos en un solo y fluido espíritu.


    —¡Puño Sombra!


    Arremetiendo contra el Ave Inmortal.


    —¿Sientes eso, Ho-Oh?


    Enfurecido, lanzó una llamarada más que fue contrarrestada por las Tinieblas de cientos de espectros.


    —Ellos han estado aquí, esperando por ti.


    Los tres chicos se retrajeron al fondo, siendo testigos de algo que nunca creyeron ver: el legendario Ho-Oh siendo contenido por los fantasmas de la Torre Campana.



    —Todo este tiempo, todo por ti. Justo como yo.


    Usando su propia maleabilidad para caer sobre él como un centenar de agujas.


    —Quieren mostrarte su fuerza, y es lo que vamos a hacer. ¡Bola Sombra!


    ¿Estaban causando algún daño? ¿Estaban logrando algo? Sin importar cuantos fueran seguían siendo Gastly y Haunter, pokémon insignificantes como ellos mismos, y aún así, juntos, se habían convertido en una fuerza monstruosa. Bajo el mando de Morty podían coordinar sus esfuerzos para producir un resultado real contra lo irreal, y los tres chicos, siendo la misma clase de nada que los pokémon, sentían sus ánimos de vuelta, y se encontraron a sí mismos apoyando al líder en la batalla.


    —¡Tinieblas!


    Ho-Oh contraatacó con su Fuego Sagrado, una llama oscura y ominosa que le devolvió un poco de terreno, pero Morty estaba preparado para enfrentarlo y coordinó a los Gastly para desviarlo mientras los Haunter cargaban de nuevo contra él como un gigantesco Puño Sombra. El daño era mínimo, pero poco a poco empezaba a notarse.


    Paso a paso, se dijo el líder. La única forma de hacer las cosas. Sabía que por su cuenta no tendría la menor oportunidad, pero no tenía que confiar sólo en sí mismo. Los pokémon de la torre habían acudido en su ayuda.


    Porque habían visto algo en él.


    Porque era el verdadero elegido de Ciudad Iris.


    Porque era legendario, inmortal.


    De pronto, los años de frustración, entrenamiento y confinamiento en Iris tenían sentido. Toda su vida cobraba sentido en el momento en que pudo enfrentarse cara a cara con el legendario Ho-Oh. Porque suya era la sombra de aquél que conocería al pokémon arcoíris. Él podía hacer lo que nadie más, ni siquiera el chico que visitó su gimnasio hace tantos años.


    —¡Ven conmigo! ¡Reconoce mi fuerza!


    Ho-Oh batió sus alas logrando elevarse algunos metros. Sus ojos, cubiertos con el velo de Gengar, lanzaron un tenue destello violeta que hizo retroceder a los espíritus. El fuego sagrado parecía envolverlo, creando una cortina entre él y sus oponentes.


    —Vamos a atravesarlo, ¡Puño Sombra!


    Los Haunter se unieron como un ariete para quebrar la improvisada barrera del ave de fuego, pero esta apenas comenzaba a responder, y manipulando sus propias llamas creó una poderosa explosión que sacudió toda la estructura.


    —¡Va a destruir la torre! —gritó la chica del Oddish, pero Morty extendió una mano hacia ellos con gesto calmado.


    —Estamos listos para esto.


    Intentó replicar el movimiento, pero los Gastly se reunieron como un manto para contener el fuego de sus explosiones mientras los Haunter seguían al ataque, logrando impactar con violencia en el torso del ave. Ho-Oh, apenas capaz de controlarse, provocó una llamarada púrpura aún mayor que envolvió el piso por completo, convirtiendo a la propia Torre Campana en una antorcha gigantesca.


    —A este ritmo toda la ciudad vendrá. —murmuró la chica mayor—. Van a descubrirnos y…


    —Esta era una misión simple —añadió el chico—, infiltrarnos en la Torre y tomar la Campana Clara, eso era todo…


    —Ya no hace falta escondernos —terció Morty— A partir de ahora somos inmortales ¡Ciudad Iris es nuestro testigo!


    Otra explosión, aún más violenta que la anterior. Decenas de Haunter salieron volando en llamas cayendo a su alrededor luchando inútilmente por ponerse de pie.


    —¡De nuevo, Bola Sombra!


    Enfurecida, el ave de fuego batía sus alas para provocar más y más explosiones. Entre contener el daño y tratar de causarlo, los Gastly mermaban sus fuerzas y poco a poco empezaban a perder terreno. Una sombra de duda surcó el rostro de Morty sólo por un momento, el intervalo de un segundo que también causó mella en la seguridad de sus seguidores.


    —¡Gengar, Maldición!


    La opresiva fuerza de su propio pokémon penetró aún más profundamente en el legendario, sometiendo su psique a un dolor que a cualquier otro hubiera destrozado, pero que apenas le concedía un poco de espacio a su entrenador para maniobrar. Morty extendió sus brazos y todos los fantasmas de la torre se reunieron a su espalda, fundiéndose, creciendo juntos hasta convertirse en un coloso, la sombra que proyectaba la luz del ave fénix en aquél que habían decidido seguir.


    —No hemos terminado, Ho-Oh ¡No aún!


    Movió sus brazos hacia adelante con las manos extendidas, siendo imitado por su sombra para detener las masivas llamas de Ho-Oh que no hacían sino crecer.


    —¡No aún! ¡Podemos hacerlo!


    Cuando creyó ganar un poco de espacio, alzó su puño para terminar el encuentro contra el ave legendaria. El mundo estaba en su mano, sus sueños materializados al alcance de sus dedos espectrales.


    Un estallido resonó. El rugido incontenible de un furioso trueno que cayó del cielo como una sentencia, atravesando cada piso de la Torre Campana y haciendo añicos su estructura.


    Demasiado absorto en sí mismo para comprender lo que pasaba, Morty empezó a caer. Los chicos que estaban con él caían también. Los Haunter y Gengar se dispersaban, y Ho-Oh, sorpresivamente libre, empezaba a ganar altura hasta perderse entre las nubes rojizas


    La luz del relámpago los cegó de nuevo. Morty se resistió a cerrar los ojos, negándose a reconocer su fin hasta el último momento.

     
    Última edición: 16 Septiembre 2018
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    AJ Slifer

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    Nooooooo!!!! A Morty no!!!!! Mata a Sabrina siete veces pero deja a Morty en paz :eevee2:

    Ok no

    Me ha gustado el capitulo, a parte de continuar con lo de Green y Sabrina(Me gusta tu Sabrina por cierto, ese toque irónico, casi juguetón, le da un punto sexy diferenciador a la Sabrina, que al menos yo tenía en mi mente que es la de una mujer que claramente tampoco es la alegría de la fiesta y además es mucho más fría. Todo lo que se dice de Morti...quizás por que sea un líder que me gusta bastante pero me parece que encaja bastante bien, tambien el combate final que irónicamente como hace ciento cincuenta años acaba con un rayo en la torre. De todos modos me quedó la duda de la relación Morti con el trío ¿Morti es de los Rockets?¿Eran ellos de Ciudad Iris y por eso lo llaman líder?¿En su vida civil eran entrenadores del gimnasio?

    Poco más que decir, hay alguna que otra frase que es una joyita. Pero en otro orden de cosas....


    ¿Gold?

    No doy una Aunque me lo imaginaba teniendo en cuenta que los otros no encajaban con Silver ni Crystal

    Eso suena a droga, que alguien le cuente las hojas al Oddish XD

    Bien hilado
    Por eso no quiero que lo mates, mata a cualquiera de Kalos, no le importan a nadie

    Hasta la próxima
     
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  16.  
    Asael Martinez

    Asael Martinez Persona Imperativa

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    Vivo y comentando, presente presente presidente, ok ok llego la hora.

    Veamos este capítulo me gustó y la verdad siento que dé momento es de los que más resaltan en lo que llevas en esta historia. Más que nada en la parte donde da inicio la batalla de Morty vs Ho-Oh es donde se pone interesante ¿Habrá influido la música? Es posible pero en fin, en ese momento todo se sintio muy natural e incluso llegue a imaginarme todo lo que leía y puff encajó perfecto.

    Por un ligero segundo crei que ese trio era el Equipo Rocket que todos conocemos, por mencionar que la líder es una mujer y hay un chico en el grupo casi casi me confundo xD.

    Pero wow me pones en duda, al parecer esto se está llenando de muchos... como decirlo villanos infiltrados o mejor dicho traidores ¿what? O sea Morty por lo visto trabaja para los Rocket aunque pienso más que sería para acercarse a su objetivo el cual es enfrentarse al ave legendaria para... ¿Iniciar de nuevo? Y esto me pone a pensar que puede que más líderes de gimnasio estén a punto de cometer traición o sean cómplices.

    Hablando de líderes, Sabrina siento que es de las que no se dejarán manipular tan fácil, ella sabe algo... y parece que su forma de decírselo a Green son con juegos y metáforas.

    En una Parte Morty recordó a un chico que fue a su gimnasio hace varios años... ¿Estará hablando de Gold/Oro?

    Wow dejame felicitarte por que si y luciste en este capítulo, valió la pena la espera.

    Salu2!!!
     
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  17.  
    Gold

    Gold Entusiasta

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    Fuck...
    Solo puedo llegar a decir eso, Fuuuck...
    Esperaba un cap con igual tres perspectivas, pero en vez de eso, Green queda a segundo plano y todo se concentra en Morty esta vez y los reclutas del equipo Rocket. Debo admitir que me agrada mucho la química entre Green y Sabrina, y a pesar de que se vio poco de ellos en esta ocasión, igual me gusta como la psíquica le hace bullying xD.

    Pasando a lo que nos interesa... diablos, no me esperé eso para nada, en serio. La obsesión de Morty por Ho-Oh fue llevada a tal grado que terminó por unirse al Team Rocket, y no solo como un mero recluta, no ¡sino como uno de los líderes! fuck, en serio, al principio cuando dejó pasar a los reclutas pensé que los quería trollear como buen líder protegiendo su ciudad, tratar de ver qué querían y luego salir para imponer su poderío como uno de los grandes...

    Pensar que todo fue una mera fachada para usar a esos chicos como mera carnada y así tener un enfrentamiento con el ave legendaria para probar que es "digno" de ella, y ascender como una leyenda. Me siento mal por ellos... porque a pesar de estar en el bando equivocado, se notaba que apenas seguían siendo meros niños, por algo la pluma reaccionó con uno de ellos (su corazón seguía siendo puro a pesar de todo), sin mencionar que sus reacciones eran las de unos novatos que buscaban agradar a su superior, pero aun con muchas dudas dentro de ellos (la chica del Oddish también me dio penita).

    La batalla contra el guajolote macías fue asombrosa. La verdad disfruté mucho leerla y creo que la puedo interpretar como lo más representativo de divinidad vs mortalidad, siendo Ho-Oh un ser trascendente, legendario y divino, versus las hordas de fantasmas malignos que separados no eran más que una mera molestia, pero juntos eran una fuerza capaz de causar gran daño. La tenacidad de Morty, todo fue en el momento justo, no siento que haya línea de más o de menos, ver como los fantasmas se coordinaban para seguir a Morty y lanzar ataque tras ataque, mientras Gengar era quién en otro ángulo se encargaba de retener al ave en una especie de danza macabra.

    Puta, no tengo palabras para esa escena, te luciste Kiwi y siento que de ahora en adelante en ritmo se va a intensificar más. Y la manera en terminó el cap... joder, me dejó con ganas de más, sumado al spoiler que dejaste en la sala de chat, me intriga saber el destino que va a tener Morty, pero lo seguro es que no va a salir ileso de esa. Sin duda fue hermoso de leer: uma delicia.

    Me sorprende que Gold no haya capturado a Ho-Oh, pero entonces el legendario que tiene entre sus manos será Lugia, me imagino o alguno de los perros legendarios.

    Lo que la grandeza puede llegar a hacerle a unos... los protas mudos pierden su identidad y se vuelven casi solo meras marionetas, y los líderes también sucumben a tal poder que son capaces de llegar a extremos para conseguirlo y este cap nos deja claro ese último caso con violencia.

    Espero con muchas ansias el siguiente Kiwi.
     
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  18. Threadmarks: Capítulo VI: Castle of Glass
     
    Maze

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    Yow.

    Otro capítulo, otra canción... y otra semana de trece días para publicar n_n

    AJ Slifer en general estoy tratando de tomar a la Sabrina de segunda y quinta gen, la líder más sociable que incluso actúa y bromea con el jugador por pokégear. La verdad es que los líderes de estas dos regiones dicen mucho de sí mismos a través de los diálogos.

    Varias de tus preguntas se responden en este mismo cap, así que no hay caso en que las repita. En cuanto al resto: Lol con las hojas de Oddish.

    Asael Martinez yep, también creo que la música influyó. Al menos a mí, al momento de escribir esa escena me dio ideas. Y en cuanto al TRío... es la clase de pjs que no me siento con la confianza de manejar así que no creo que aparezcan. Y sip. El chico que menciona era Gold. Y hablando de...

    Gold Morty se me hace uno de los pjs más interesantes del juego precisamente por su ambición a Ho-Oh. A diferencia de la gran mayoría de líderes que prácticamente son enseñanzas y que de algún modo guían al protagonista, Morty quiere ser el héroe de su propia historia, y para la clase de fanfic que es Glass no podía quedar fuera.

    Creo que en el prólogo Lance menciona que fue vencido por Lugia, no lo recuerdo. Y sobre la pelea, sip: quería jugar con los simbolismos. Por suerte el juego te da todas las herramientas para hacerlo.

    Y eso es todo por ahora. Este capítulo quedó un poco más corto de lo que esperaba y supongo que eso es bueno porque a partir del siguiente empieza el clímax. Espero que les guste.


    Capítulo VI: Castle of Glass


    Morty

    El rugido del rayo resonó por su cuerpo con una fuerza que nunca antes había experimentado. Sentía su sangre vibrar, y un momento después la sentía arder. Todo mientras el mundo se teñía de blanco y el cielo de negro.

    «Ho-Oh»​

    El ave de fuego batió sus alas, libre de la presa espectral, y alzó el vuelo entre nubes de ceniza hasta desaparecer. Los fantasmas huyeron asustados, se dispersaron y su sombra desapareció. ¿Dónde estaban esos tres niños?

    Escuchó una voz familiar alejarse y luego empezó a caer a través de los inexistentes pisos de la torre que la columna de electricidad borró a su paso. Entonces, por un momento, reconoció la silueta de un pokémon en el suelo; una nube electrizante que se alejaba a gran velocidad llevando a una silueta humana sobre su espalda.

    Morty reconoció al chico de ojos dorados antes de golpear el suelo.



    Elesa

    La sala de reuniones era una amplia estancia de paredes blancas y columnas rojas, con cuadros representando pokémon y entrenadores. En el centro de la misma se ubicaba una mesa circular de color plomizo, hueca en el centro como un anillo que en su centro permitía ver los colores del suelo, mitad blanco y mitad rojo. Sobre la cabecera podía verse grabado el símbolo de la Liga Pokémon.

    Había veintiún asientos en torno a la mesa, once de los cuales estaban ocupados. Haciendo una suma rápida, Elesa entendió para quienes habían sido destinados: ocho líderes, ocho líderes, cuatro miembros del Alto Mando y un campeón. No era muy diferente a las que tenían en los gimnasios de Teselia.

    Sentada a su derecha estaba Clair: la líder de gimnasio que encontraron luchando contra la chica del dragón fantasma. Por lo que había descubierto, era la líder más fuerte de la región, pariente de un ex-campeón, y a pesar de su temperamento podía influir negativamente en otros para seguirla en sus planes.

    «Esta es peligrosa».

    El siguiente era un anciano de mirada severa, Pryce: el entrenador de hielo. Algo en su mirada le recordaba a Drayden en un sentido desagradable. La clase de persona que pone el deber por encima de todo, y la forma en que parecía coincidir con Clair cuando llegó a la estancia puso a Elesa en estado de alerta.

    El entrenador que rescataron en Malva resultó ser su líder: Falkner. Aún no se había recuperado de sus heridas y parecía cabizbajo, avergonzado por su derrota ante una bestia invencible, y por no haber descubierto la guarida Rocket en su propia ciudad.

    La siguiente se llamaba Whitney: líder de Ciudad Trigal que se había mostrado amable y comprensiva con Falkner (la única de ellos en hacerlo). Pero al mismo tiempo, su expresión era grave. Trigal había sido el escenario de la última batalla contra el Team Rocket años atrás, y ella debía entender mejor que nadie lo peligrosos que podían ser.

    Bugsy era el nombre del último líder: un chico apenas mayor que Chano, oprimido ante la presencia de todos los reunidos. Un manojo de nervios que apenas si podía quedarse quieto ¿En qué estaban pensando al nombrarlo líder? Aparentemente tenía la misma edad que Iris cuando recibió el título, y por experiencia sabía que era una mala idea.

    Brock y Surge eran representantes de Kanto. El teniente mantenía un gesto firme y decidido, lo que indicó a Elesa que desde el principio era una batalla perdida. El moreno en cambio lucía pensativo, como si se sintiera tan incómodo como ella con la situación, y constantemente daba vistazos a su alrededor.

    El Alto Mando lo representaba Bruno, un tipo imponente que infundía respeto a los demás, pero que no parecía tener mucho qué decir. Permanecía en silencio con expresión serena. Atento para escuchar al resto antes de decir algo.

    Y finalmente, presidiendo la reunión, estaba Koga: otro miembro del Alto Mando. Había algo en él que le recordaba a Grismley, a pesar de que éste fuera locuaz y pícaro, mientras que Koga parecía serio e imperturbable, había algo en ambos que le transmitía la misma aura, y en el fondo eso sólo podía significar problemas. Así que permaneció a la expectativa cuando este cruzó las manos bajo el mentón y empezó a hablar.

    —No parece que vaya a venir nadie más —indicó.

    —¿Dónde está el resto? —preguntó Clair con expresión de desagrado.

    —Jasmine se encuentra en Sinnoh dando una conferencia en Ciudad Marina. Aunque se le convocó de regreso, asegura que no puede desligarse de sus obligaciones aún.

    —Sus obligaciones están aquí —se quejó la mujer dragón. Koga prosiguió:

    —Chuck no ha podido llegar a tiempo. Se encuentra en las Islas Remolino por asignación mía. Hay indicios de actividad sospechosa.

    —Will se ocupa de Ciudad Trigal en mi ausencia —intervino Whitney con tono formal—. Considera más importante mi presencia en esta reunión, y la suya en la ciudad en caso de que algo suceda.

    Bruno alzó un brazo saliendo de su postura imperturbable.

    —Karen está en la Meseta Añil. Agatha se había unido a ella en caso de que algo pueda pasar.

    —Erika, Misty, Blaine y Janine se ocupan de la situación en Kanto. Green y Sabrina se encuentran desaparecidos —dijo Surge.

    Un murmullo de desaprobación se extendió por la sala. Finalmente, Bugsy preguntó con algo se timidez.

    —¿Y Morty?

    La respuesta de Koga acentuó el tono grave.

    —No tenemos noticias nuevas. Hay testigos que afirman haber visto luchar a sus pokémon en la Torre Campana antes de que el fuego se extendiera por toda Ciudad Iris, pero no se ha encontrado su cuerpo entre los escombros... o las cenizas.

    Ciudad Iris. Elesa sintió un puñetazo en el vientre al enterarse de lo sucedido. El punto de encuentro con Alder y los demás era tan sólo una pira funeraria y, ¿por qué? ¿Porque otra de esas bestias había decidido divertirse haciendo arder a sus seguidores? Cuando creía que estaba a su alcance, tan cerca de su única pista... ¿Por qué obedeció al ex-campeón? ¿Qué tenía en mente cuando le encomendó esa tarea?

    —Disculpen —preguntó el joven líder tipo insecto mientras la señalaba— ¿Quién es ella?

    —La líder de gimnasio de Ciudad Mayólica en la región de Teselia —respondió Whitney con una tenue nota de admiración— y su aprendiz. Ambos prestaron un servicio invaluable en Ciudad Malva contra la invasora.

    —¿Ya sabemos de quién se trataba? —inquirió Pryce— ¿Si está vinculada con el problema que nos atañe?

    —Aún no —intervino Koga con un gesto de cansancio—. Los sospechosos capturados en el almacén no han revelado nada al respecto, pero confiamos en que obtendremos respuestas conforme se avance con los interrogatorios —una sonrisa casi imperceptible cruzó su rostro, y más de uno de los presentes desvió la mirada con desagrado, incluyendo a Elesa—. Mientras tanto, Clair dispone de información valiosa para todos nosotros.

    La mujer dragón asintió, tomando una bolsa de piel de su capa y alzándola frente a todos para luego vaciar su contenido en la mesa.

    Fue como un deja vú. La misma expresión de desconcierto, la misma sensación desagradable.

    —Revivir. Un compuesto cristalizado de muy diversos y raros minerales. Se sabe que la exposición de pokémon a esta sustancia produce en su organismo efectos similares a una inyección de adrenalina, pero severamente potenciados. En la antigüedad se creía que efectivamente podía devolver la vida a los pokémon muertos...

    —Cuando todo lo que hace —aclaró el líder de Ciudad Plateada con desagrado—. Es forzarlos a luchar, dando la falsa idea de que han recobrado sus energías, pero a largo plazo sus efectos son devastadores en el organismo.

    —La legislación al respecto
    siempre ha sido polémica —añadió Whitney—, ha tratado de prohibirse por años, pero...

    —Las discusiones nunca llegan a ningún punto —intervino Elesa por primera vez—. En primer lugar, su producción es absurdamente costosa y complicada. Si financiarla es difícil, producirla lo es mucho más. En segundo, ningún entrenador experimentado sometería a sus pokémon a un proceso tan nocivo.

    —Exactamente —concluyó Koga—. Prohibirla es lo mismo que no prohibirla al parecer de muchos porque su uso seguiría siendo virtualmente inexistente. Sin embargo, hay excepciones...

    Por las miradas que intercambiaron los líderes, para Elesa fue evidente que pensaban lo mismo que ella. Alder ya le había advertido al respecto.

    «La misma historia, pero un capítulo atrasado».

    Clair esperó a que se hiciera silencio para retomar el hilo.

    —Hay alguien a quien no le importan: nuestro enemigo, el mismo que en el pasado tomó Ciudad Trigal y amenazó hacer lo mismo con el resto del mundo —tomó uno de los pequeños cristales y lo pulverizó entre sus dedos—. Tenían un almacén lleno de esto bajo las narices del niño de Ciudad Malva, Revivir en cantidades nunca antes vistas, y estoy segura de que hay mucho más allá afuera.

    Falkner apartó la vista con las mejillas encendidas. Clair prosiguió como si no estuviera ahí:

    —Esta sustancia sólo sirve para algo: luchar y seguir luchando hasta el fin. Ignoro si lo están produciendo ellos mismos o cuentan con el apoyo de alguien, pero eso no cambia el hecho de que tienen intenciones hostiles.

    —¿Tienes alguna prueba de ello? —preguntó Elesa con su tono más neutro esperando no meterse en problemas, pero el rumbo que tomaba la conversación no le gustaba nada. Para su sorpresa, Clair asintió y miró en dirección a Whitney, quien bajó la cabeza.

    —Hemos obtenido informes en Ciudad Trigal sobre ciertos movimientos sospechosos al norte de la ruta 35.

    Lt. Surge, con los brazos cruzados, añadió:

    —Algunas de las basuras que capturamos en Kanto hablaban de su gran momento cuando pagaríamos por meternos en su camino. Je, la valentía no les duró mucho.

    El joven moreno a su lado apartó la mirada, incómodo, y con gesto severo, Clair continuó.

    —Los que atrapé en Malva dieron una ubicación conocida por casi todos los presentes: una ubicación cercana a Iris, Malva y Trigal, tres ciudades en las que se ha sentido su presencia: estoy segura de que se hacen una idea.

    Antes de que pudiera decir algo, Bugsy, el joven líder tipo insecto, se inclinó sobre la mesa con expresión de pánico.

    —¿¡El Parque Nacional!?

    —Están movilizando a sus efectivos a la zona —le respondió Clair con una frialdad que contrastaba fuertemente con su alarma—. Es probable que lleven a cabo su plan ahí, si se los permitimos.

    «Si se los permitimos».

    —Propongo una confrontación directa. Esta vez tenemos el factor sorpresa de nuestro lado: tomaremos el Parque Nacional por la fuerza y acabaremos con sus planes antes de que los lleven a cabo.

    Elesa bajó sus párpados, y en sus ojos apareció aquella niña del Team Rocket, la recluta que intentó robarles en el Centro Pokémon. Sintió náuseas al relacionar su recuerdo con las palabras de Clair, pero apenas alzó la vista para mirarla, la líder fue reemplazada por un chico de erizado cabello negro y ojos llameantes.

    —¿Vas a convertir el Parque Nacional en un campo de batalla?

    —No será una batalla —replicó con severidad—. Será una marcha victoriosa.

    Volvió la vista hacia Chano, quien la miraba con ansiedad.

    «Con cuidado» se dijo «con mucho cuidado».

    —Nos encontramos con estos reclutas en el camino —empezó—. Algunos eran niños.

    —¿Y?

    —Los niños son fáciles de manipular y engañar. También es fácil hacerlos hablar —añadió lanzando una dura mirada al Alto Mando— ¿Cómo podemos estar seguros de que dicen la verdad? ¿De que sus confesiones no son producto del miedo a los interrogatorios, o que no están dando información falsa?

    —No pueden mentirnos —declaró Koga sin titubear—. Aún si quisieran, no pueden pasar a través de mis hombres: los entrenadores de mi clan han sido instruidos en los métodos más eficaces de hipnosis y persuasión, si es lo que temes.

    —¿Y si fuera una trampa? —replicó casi con malicia—, ¿y si estos chicos que interrogaron fueron usados como señuelo para llevarlos a donde ellos quieren?

    —¿Qué quieres decir? —inquirió Whitney, pensativa, pero antes de que pudiera responder, Clair tomó la palabra:

    —Sí, explícate. Pareces saber mucho al respecto.

    —En mi tierra, Teselia, sufrimos por el levantamiento del Equipo Plasma hace años. Sus métodos no son tan distintos de los que está usando el Team Rocket ahora. También creímos en una victoria fácil, y creímos que podíamos imponernos con la fuerza. Ambas resultaron ser ilusiones.

    —Es cierto —dijo Bugsy con voz nerviosa—. Tal vez sea una trampa, después de todo.

    —Líder Elesa, ¿cierto? —intervino Pryce— Dices que estos reclutas son niños, y tal vez tengas razón, pero eso no los exime de sus crímenes. Como representantes de la región, es nuestro deber mostrar severidad ante esta clase de rebeldes.

    —¿Severidad? Creí que hablábamos de represión.

    —En ocasiones son una y la misma cosa —concluyó el viejo entrenador, pero Elesa prosiguió en un tono que trataba de ocultar su creciente hostilidad.

    —Nosotros también lo creímos. También confiamos en una confrontación final, creímos que teníamos un enemigo...

    —Líder Elesa —la interrumpió Koga—. Agradecemos la ayuda que nos ha prestado en Ciudad Malva, así como su sincera opinión, pero este es un asunto que nos compete sólo a nosotros: la Liga Unificada de Kanto y de Johto —se irguió en su asiento y miró a los demás—. Los presentes sabemos de lo que el Team Rocket es capaz. Los hemos combatido tanto entonces como ahora, y en nuestras manos está la seguridad de ambas regiones.

    —Debemos luchar —dijo Pryce—. Niños o no, han amenazado la paz. Tenemos los medios y la información para poner fin a esta situación. No necesito saber más.

    —Tal vez... —intervino Bugsy— deberíamos pensarlo mejor.

    —¿A qué le tienes miedo, niño? —preguntó Surge con media sonrisa—. No van a saber ni qué los golpeó, y luego de darle una lección a estos niños, el pedazo de basura que está detrás de todo va a saber lo que significa meterse con la Liga.

    —Es nuestro deber —prosiguió Clair—. El momento de actuar como verdaderos líderes, no como cobardes... o imbéciles.

    —¡Lucharé! —enrojeció vivamente Falkner ante sus palabras, aún dolido por la humillación—. Los entrenadores de Malva cumpliremos nuestro deber, a toda costa.

    Whitney y Brock permanecieron en un incómodo silencio. Bruno, que no había alzado la voz hasta entonces, se dirigió a Koga.

    —Tienes la última palabra, Koga.

    —Nuestras familias y hogares están en la línea. No creo que haga falta decir nada más.

    «Sí, tiene razón».

    Se sentía derrotada. Nada de lo que pudiera decir sería escuchado por esos líderes, nada podía hacer para detenerlos. Quería irse, abandonarlo todo. Si Ciudad Iris era cenizas, no tenía ningún motivo para esperar la reunión con Alder y los demás.

    Estiró su mano para ponerla en el hombro de Chano.

    —Si no hay nada más que discutir, nosotros nos vamos.

    —No.

    Se dio vuelta con violencia. Koga la miraba fríamente.

    —Luego de escuchar lo que se ha discutido aquí, no podemos dejarla marchar. Esperamos que sea nuestra invitada hasta que todo esto termine.


    Novatos del Team Rocket

    El líder Morty dormía en la habitación de a lado. No había abierto los ojos desde que el rayo golpeó la Torre Campana.

    Todo sucedió en un instante: parecía que estaba por ganar cuando la columna de electricidad atravesó el cielo y ahuyentó tanto a Ho-Oh como a los fantasmas. Y mientras el piso se desintegraba y ellos corrían por sus vidas, vio una criatura alejarse a toda velocidad por la ciudad siendo perseguida por el ave de fuego. Después no supo nada más. Mientras se aferraba a su oddish, una viga de madera golpeó su cabeza y perdió el conocimiento.

    Despertó horas después en una posada. Sus dos compañeros estaban con ella.

    —Oddish y Rattata están bien —le dijo la líder del pequeño grupo con una sonrisa—. Todos lo estamos.

    —¿Cómo...?

    —Ella nos salvó —interrumpió su otro compañero señalando a una mujer junto a la puerta de la habitación. Figura alta y esbelta, tez clara, largo cabello castaño y brillantes ojos verdes. No usaba su uniforme, sino un sencillo conjunto blanco bajo una bata de laboratorio. Su presencia era envolvente y sus facciones finas transmitían bondad. Era su superiora inmediata, además de la persona que los reclutó en primer lugar.

    —Hicieron un gran trabajo, mucho mejor del que esperábamos —les alagó sin dejar de sonreír—. Les aseguro que lo tenemos en cuenta.

    —Pero, Ho-Oh...

    —Ya lo habíamos contemplado, aunque la posibilidad era muy baja —miró al joven—. Puedes sentirte orgulloso; Ho-Oh sólo se muestra ante alguien de corazón puro.

    —¿Y el líder Morty? —preguntó la mayor.

    —Ya se encuentra estable. Abrirá los ojos en cualquier momento.

    —¿Está en problemas?

    —Tal vez. No me corresponde a mí juzgar sus acciones independientes, pero hablaré en su favor ante los altos mandos. De cualquier modo, será mejor que vaya a revisar cómo sigue.

    Abrió la puerta de la habitación y se dispuso a salir.

    —Esperen buenas noticias pronto... y prepárense para la misión. El Team Rocket se alegra de tener miembros como ustedes y vamos a necesitarlos.


    Apenas cruzó la puerta, su compañero murmuró con emoción:

    —¿Oyeron eso? ¡Tal vez seamos ascendidos!

    —Ha valido la pena —añadió su compañera—. Todos estamos bien.

    —Este es nuestro comienzo, ¡El primer paso de nuestra leyenda!

    Pero ella no compartía su entusiasmo. La batalla en la torre había sido una experiencia aterradora y aún sentía su cuerpo temblar de miedo. No entendía cómo ellos podían soportarlo.

    Se excusó para salir a tomar aire dejando a sus dos pokémon en la habitación. Inconscientemente o no, sus pasos la llevaron a la habitación de a lado. Sabía que ahí encontraría al líder Morty y a su coordinadora también.

    —¿Fue él? —escuchó preguntar al otro lado de la puerta.

    —Raikou —respondió su coordinadora—. Con eso confirmamos que posee a dos de las bestias legendarias. Posiblemente también a Suicune.

    Su tono de voz era el mismo, pero algo sonaba diferente. Como si al hablar con el líder fuera un poco más auténtica.

    —Fue peligroso, Morty. Estuviste a punto de poner a Ho-Oh en sus manos.

    —Las suyas no. Las mías.

    —Todo ha salido bien y, por eso... estamos dispuestos a dejarlo pasar. Siempre y cuando cumplas con tu papel.

    —Sí, sí, ya lo sé. ¿Cuándo?

    —Una semana, en el Parque Nacional. Será tu momento, el suyo y el de todos nosotros. Siempre y cuando todo salga.

    —De acuerdo al plan.

    —Me alegra que lo tengas claro. Ve y busca tu inmortalidad.


    Chano

    El camino a Ciudad Trigal fue incómodo. Elesa y él habían sido llevados en calidad de huéspedes, pero se sentía una tensa aura de sospecha en torno a ellos. Su maestra era líder de una región distante y se había opuesto a la mujer dragón durante la reunión. Era normal que ahora desconfiaran de ambos.

    Pudo ver a varios líderes de gimnasio reunidos, e incluso a dos miembros del Alto Mando, pero no se sentía bien. En una situación de crisis se comportaban diferente a como lo harían en un gimnasio, así que en cierto modo no los había conocido de verdad. Cuando Elesa le dijo que su viaje sería difícil esperaba otra clase de desafíos.

    Bugsy había resultado ser un tipo agradable, pero el resto de ellos lo ignoró por completo. Elesa tampoco habló con nadie, ni siquiera con él, sumida en sus pensamientos.

    Cuando atravesaron las puertas de la ciudad, ella lo tomó del brazo y se separó de los demás.

    —No vamos a huir —dijo con un tono cortante—. Pero necesito algo de aire.

    No trataron de detenerlos, pero Chano notó que Koga hacía un gesto a sus subordinados para que los siguieran. Elesa lo llevó arriba y abajo a través de las calles mientras miraba hacia todos lados.

    —¿Qué sucede?

    —No nos dejarán ir, al menos no sin dar pelea.

    —¿Vamos a huir?

    Negó con la cabeza.

    —Imposible hacerlo ahora. Si nos atrapan, quién sabe lo que Koga pueda intentar, aunque me hago una idea.

    Un escalofrío lo atravesó.

    —¿No se supone que son los buenos?

    —Ellos también lo creen, y algunos de ellos lo son. Ese es el problema.

    Chano se abstuvo de preguntar por qué. Conforme recorrían las calles, la irritación de Elesa crecía.

    —No quiero que estés ahí cuando suceda. Lo que sea que planee el Team Rocket será peligroso, y estos líderes van a empeorarlo todo —llevó una mano a su cintura, pero los seguidores de Clair habían confiscado su bolso con el videomisor —¡Maldición! ¿En dónde rayos está Lance? ¿Alder y Green?

    —Es cierto, íbamos a encontrarnos con el señor Alder en Iris, pero la ciudad...

    Elesa presionó su brazo con fuerza inconscientemente.

    —Escucha, nada está saliendo como esperaba, pero eso no cambia nada. Alder es el hombre más confiable del mundo, y no importa qué haya pasado, sé que está bien. Sé que hizo lo correcto al mandarme contigo, ¿Me oyes? Aunque ahora creas que no tiene sentido.

    —¿Y qué hacemos ahora?

    —Esperar —suspiró—. Pelear. Huir.
    Y entonces, por primera vez, sus pensamientos lo traicionaron y preguntó.

    —¿Pasará lo mismo que en Teselia?

    Por respuesta, Elesa le sonrió y pasó una mano por su cabello.

    —Algún día te contaré lo que ocurrió en mi hogar. Necesitas saberlo después de todo, pero no aún. No hasta que salgamos de aquí, de esta ciudad y de este ridículo intento de cruzada. Ellos no aprenderán nada, Chano, pero tú sí, te lo prometo. Y cuando ese momento llegue, podremos sonreír al recordar esto.

    —¿En verdad?

    —¿No te lo prometí? Voy a hacerte brillar.


    Lance

    —¿Cómo se encuentra? —preguntó a la enfermera. Esta le respondió con alivio.

    —Mejor. Algunos hematomas y rasguños, pero nada de qué preocuparse.

    —Pero, ¿qué le sucedió?

    —Al parecer perdió el equilibrio mientras sobrevolaba a baja altura y cayó. Tuvo mucha suerte hacerlo sobre un árbol en medio de la hierba alta o las consecuencias hubieran sido fatales.

    Tomaba un descanso en su regreso a Endrino cuando encontró a esa niña inconsciente en la hierba. Al notar que aún respiraba la llevó de inmediato al primer Centro Pokémon que encontró, donde fue atendida a la brevedad mientras él se enteraba de las últimas novedades. Una confrontación en Ciudad Malva, un incendio en Iris y su prima convocando a la Liga para tomar acciones contra el Team Rocket, que había vuelto de entre los muertos.

    —¿Qué diablos está pasando aquí? —se quejó en voz alta. No hace mucho, su reacción al enterarse hubiera sido muy diferente, la idea de una nueva batalla habría encendido su emoción una vez más, pero desde aquella conversación con Alder y después con Green, empezaba a dudar de sus viejas convicciones, de volver a los mismos caminos.

    —Cayó del cielo mientras trataba de volar.

    Lo mismo le pasó a él cuando era joven. Pensar en esa niña y en las palabras de Alder evitaban una idea diferente en su mente, tal vez, como sugería el otro campeón, podían empezar de nuevo. Tomar su retiro desde una perspectiva diferente. Debía reunirse con Clair y los demás, sin duda, pero una vez que resolvieran el problema, podía tomarse un descanso y quizás entrenar un aprendiz, tal vez su desvío había tenido un propósito en primer lugar.

    —Disculpe —lo llamó la enfermera—. Hemos encontrado algo... inusual, en las pertenencias de su compañera.

    —¿Qué sucede?

    Joy le tendió una pokéball púrpura con una gran “M" en la parte superior.

    —¿Qué tiene de malo? Es una Master Ball...

    —No podemos abrirla, y el sistema no la reconoce. Podría estar dañada, o...

    Se escuchó una puerta ser azotada. La niña silenciosa apareció en el umbral, estirando una mano hacia su pokéball.

     
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    Asael Martinez

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    Hola Kiwi ¿Como estas? Ojalá que bien, vengo a comentar este maravilloso capítulo que por Dios... fue muy dinámico la verdad pues hubo un poco de todo.

    Misterio, dudas, tensión, coraje, envidia, algo de acción en cuanto a palabras. En general fue muy variado este capítulo, me sentí con mucha emoción al leerlo, debo admitir que al principio pensé que todo trataría de una plática entre líderes de gimnasio y no.

    Confío en BROOOOCK vamos compadre tu eres bueno, no te ciegues por los demaaas, ok espero el logre darse cuenta a tiempo del garrafal error, siento muy en el fondo que algunos líderes serán con Morty, traidores y secuaces del Team Rocket.

    Elesa esta siendo fiel a Alder y eso obedeciendo todo lo que le dijo, Ciudad iris quemada D: o por Dios Dios... veamos como va a estar la reunión, Chano esta muy asustado y confuso pero una vez conozca a Alder supongo que se callara y a iluminara jajaja.

    Morty... al parecer vio a Gold que loooool tiene a los perros legendarios? Malditos niños campeones con legendarios, desde ahora jugare con puros rattatas xD, bien la verdad aún no tengo claro cual será el papel de los niños con hacks. Red y Gold andan medio emos pues no se dejan ver.

    El equipo Rocket esta de vuelta, estoy seguro que tienen lavado el cerebro de varios lideres, Morty es uno de ellos, intento pensar como razonar todo esto jaja, si está muy interesante, quiero saber más. Una cosa interesante que veo es que sus reclutas como dicen ahí, si niños y eso me lleva a pensar... ¿ACASO ES UNA REFERENCIA A LOS JUEGOS DONDE UN MIEMBRO DEL TEAM ROCKET Y OFRECE SER DE SU EQUIPO A PESAR DE SER UN NIÑO? si es asi la entendí :cref: no me parecería descabellado que de esa forma hayan contratado a tanto Infante.

    Estoy con dudas con koga, creí que seria menos rudo/malo al parecer es el que está liderando el pequeño grupo de líderes y tengo 2 teorías: es un recluta del equipo Rocket o es un completo imbécil.

    Ahora por último tenemos a Lance quien se nota que es una buena persona pues ayudó a una niña, lástima que el final me dejo con dudas. ¿Porque no se puede abrir la Master ball? ¿Porque no se sintió impresionado al ver dicha Ball? ¿Esa niña es malvada? ¿Que pasaraaaaaaaa?

    La verdad me dejaste muy satisfecho y con ganas de seguir leyendo y otra cosa antes de despedirme jeje. La verdad está llevando bien la historia aún con muchos personajes, le das su lugar a cada uno y no quedan como simples piezas de un ajedrez sin sentimientos, lo está haciendo muy bien.

    Well creo que eso es todo, nos leemos luego :D

    Salu2!!!
     
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    Buenas!!

    Espero que no te moleste tener un lector mas, antes que nada iré comentando cada vez que me lea un capitulo, en este caso es el prologo.

    Vaya si que han quedado en mal estado Green, Lance y Cintia después de perder el titulo, Alder como siempre es un espíritu libre xd y me gusto la especie de sermón que les soltó al personal. Siempre he pensado que pasa después de que el protagonista de turno (Rojo, Oro...) llega a ser el campeón (me refiero a sus deberes como campeón) y viendo como los has expuesto (referiendo a que son malos campeones) me gustara ver como son escarmentados por sus mal comportamientos y sus pokemon legendarios y por ultimo un entrenador entrando por excampeones puff me lo imagino.

    ¿Cuando aprendió Green a ser un buen campeon si duro 15 minutos?

    He detectado un fallo que me ha dejado confundido ¿Elesa es la lider de Ciudad Mayolica o un personaje inventado? ya que en prologo hablas de el en masculino
    Saludos

    Pd: es una lastima que este mi favorito que es Maximo, aunque lo supero por que aparece Green que es uno de mis favoritos
     
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