One-shot de Pokémon - Nirvana, Las llamas del dragon.

Hola chicos, o quienes estén leyendo esta historia.

Primero que nada, talvez algunos me conocen en el foro o no ya que no soy muy activa ni comento mucho, pero debo decir que los trabajos de muchos ustedes deben ser buenos y sé que me falta mucho para llegar al nivel de una buena escritora y tomo este con uno de los pasos más importantes para lograrlo. Espero que esta sea una buena historia

Los personajes de pokémon y la mayoría de su contenido no me perteneces, son propiedad de sus respetivos creadores.

Nirvana, las llamas del dragón​

El brillante cielo azul cubierto de pequeñas nubes blancas, formaban el hermoso clima en la cima de las montañas más altas de que se podían observan, montañas muy bien decoradas con diversas flores de colores que bailaban al ritmo del viento. Aquel hermoso paraje era recorrido por una pequeña niña de larga cabellera morada y tenía una agraciada piel morena, la chiquilla quien con gran entusiasmo marchaba a toda prisa hacia un barranco, no dudo ni un segundo el lanzarse al vacío.

En su rostro solamente había una enorme sonrisa mientras se dirigía hacia el fondo del vacío, parecía no preocuparle el que estuviera cayendo, solamente espero a desaparecer entre las nubes que estaban en su camino. Después de unos cuantos segundos, de entre las nubes un imponente Rayquaza surgió elevándose hacia el cielo y sobre su lomo, la pequeña se sujetaba fuertemente.


— Vamos Rayquaza, hay que ir más allá del cielo — dijo con regocijó.


Rayquaza volteo a mirarla para sonríele como si de su compañera de toda la vida se tratase. Aumento su velocidad elevándose más hacia el cielo atravesando las enormes y espesas nubes y de entre ellas los sorprendentes Zekrom y Reshiram se hacía presentes para hacerles compañía. La pequeña miraba completamente emocionada el estar en medio de esas leyendas pokémon.




— Iris, Iris, Iris — era el llamado de una maestra que trataba de hacer que una de sus estudiantes despertara.

Iris, la pequeña estudiante introvertida de la clase, estaba durmiendo profundamente mientras babeaba sobre su libro de texto, claramente se podía notar en su expresión que tenía un maravilloso sueño.

—IRISSSSS— la profesora alzo la voz, lo que hizo que la chiquilla despertara de inmediato.

Estaba desorientada y mientras rápidamente miro a los alrededores sabía que estaba en clase y rápidamente tomo el libro sobre el cual dormía.

— ¡Sí!, el hab, hu,la cor, nac, he, he, profesora no sabía que teníamos clases de inglés.

— Estamos en clase de cuidado pokémon, y estas sosteniendo tu libro al revés.

— ¡¿Queee?! — se mostró avergonzada por su acción y aumento cuando sus compañeros de clases comenzaron a reírse, ella no hizo más que usar el libro para cubrir su rostro.

El timbre que daba finalizada la clase comenzó a sonar y los niños se preparaban para salir.

— Muy bien estudiantes — la maestra llamo la atención — Recuerden que esta tarde regresaran a casa y pasaran el fin de semana con sus familias; llame a sus padres y vendrán a recogerlos antes del atardecer.

— ¿Familias? — Iris se inmuto al escuchar eso.

Los murmullos de los estudiantes inundaban la sala mientras salían del salón, algunos se preguntaban que harían durante el tiempo que no estarían en la escuela y las cosas que harían durante sus cortas vacaciones; conversaciones que Iris lograba entender ya que se tomaba su tiempo en guardar sus cosas. Todos los niños habían abandonada aquel lugar excepto la dormilona quien se acercó hacia la maestra la cual revisaba el trabajo de clase.

— Maestra, es verdad que llamo a todos los padres para recoger a los estudiantes.

— No te preocupes por eso — ella le sonrió — Me comunique con la aldea de los dragones, alguien vendrá a recogerte.

— ¡¿Enserio?!

— Lo lamento— bajo la mirada — Debe ser difícil no contar con figuras paternas y sobre todo estar lejos de tu hogar, a veces me pregunto si el que estés en este lugar es una buena idea para ti; talvez no, pero yo no soy quien para decidir sobre mis estudiantes.

— Yo… lamento haberme dormido en clase — La pequeña bajo su cabeza mientras pidió las disculpas — Lo siento mucho.

— No importa — se le acerco mientras acariciaba su cabeza — Me lo compensaras si cumples tu tarea adicional.

— ¡¿Tarea adicional?!

— Tu tarea será pasar el mejor fin de semana en tu pueblo natal — le mostro una calidad sonrisa que quito inmediatamente aquella molestia en Iris — Hasta entonces espero volver a verte.

Tomo las cosas de su escritorio mientras salió del salón dejando un poco pensativa a la niña.


Después de terminar la escuela todos los niños se reunían en la plaza central para esperar a sus padres; mientras algunos tenían conversaciones sobre lo estudiado o compartían conocimientos sobre sus estudios con los pokémon, poco a poco los grupos disminuían mientras los padres llegaban a recogerlos y lentamente el lugar comenzaba a quedar vacío.


Iris quien se encontraba sentada en las escaleras principales de la institución, observaba curiosas como cada niño se reunía con sus padres mientras regresaban a sus hogares. El tiempo paso y mientras el sol pintaba el cielo de colores amarillos y naranjas, la niña para matar el tiempo, hacia un dibujo en la tierra con una vara mientras ese lugar se encontraba completamente vacío.

— Listo, lo termine — limpio ligeras gotas de sudor de su rostro mientras observo sonriente el dibujo que había hecho, era nada más el sueño que había tenido esa mañana, ella volando sobre los imponentes pokémon dragón.

— Es un dibujo muy bonito — se oyó la voz de una persona que inmediatamente ella reconoció apenas al mirarla.

— ¡Anciana es usted! — corrió hacia ella para abrazarla.

— Lo siento querida, tarde más de lo planeado — se disculpó mientras acaricio su cabeza.

— Salamance eres tu — la pequeña se le acercó al pokémon el cual se mostró feliz de verla.

El pokémon tiraba de una carroza, era claramente el vehículo en el cual la anciana había llegado.

La dueña del carruaje miro hacia los interiores de la escuela y vio a alguien dentro del lugar.

— Iris querida — llamo su atención mientras que de la carroza caso una bolsa con manzanas fresca— Podrías esperarme junto a Salamance un momento — le entrego el aperitivo.

— Por supuesto — dijo ella quien subió al carruaje y se rascoso sobre la suave paja que había en ella.


La anciana no perdió su tiempo en ingresar dentro de la escuela.


Después de completar su encomendado, la anciana volvió con Iris y de inmediato partieron de regreso a su pueblo natal antes de que anocheciera, pero el caserío no estaba tan lejos, solamente tardarían una hora en llegar.

Después de atravesar el sendero del bosque, la aldea era tan pacífica y tranquila tomando en cuenta de que muchos pokémon tipo dragón merodeaban los lugares. La noche se hacía presente y el pueblo brillaba por la inmensa luna en el cielo y sus millares de estrellas, cuerpos celestes que observaba la tranquila infanta recostada sobre la paja. El carruaje golpeo un pequeño montículo que hizo saltar a la pequeña quien levanto la cabeza para mirar su hogar y entre las pequeñas moradas del lugar, diviso una que parecía abandonada, entonces mientras el vehículo paso cerca de allí ello no aparto la mirada.

— Detente Salamance— ordeno la anciana quien quiso caminar un rato — Iris ¿Qué te parece si este si pasamos la noche aquí?

— He, está bien.

La anciana decidió estacionar el carruaje y liberar al pokémon. Iris se acercó hacia la puerta del lugar y al saber que estaba cerrado, reviso cercano a los pies de la puerta que debajo de una roca, ocultaba una llave. Presión con fuerza la cerradura y abrió la puerta. Encendió las luces.

— Estoy en casa — fue un leve grito que resonó en el vacío lugar — Que silencioso — se quitó los zapatos e ingreso por el pasillo para llegar hacia la cocina la cual estaba igual de vacía. A pesar de lo abandonado que se veía por fuera, aquella casa era bastante limpia por dentro, aunque el lugar no se salvaba de un poco de polvo.

La anciana se aproximaba y en sus manos sostenía varias verduras y legumbres, estaba lista para preparar la cena.


Después de instalarse y comenzar a cocinar, Iris se empeñó en ayudar anqué fuera un poco, cosa que a la longeva le preocupaba y más cuando trataba de cortar verduras con el afilado cuchillo. Después de varias preocupaciones y algunos momentos divertidos que tuvieron durante el preparado de los alimentos, la cena estaba casi lista.

— No tardara mucho — la abuela ponía una topa sobre la olla de estofado — Querida porque no subes y te quitas ese uniforme.

— Ho, lo había olvidado, iré de inmediato — salió rápidamente hacia las escaleras.

Subiendo al segundo piso se encamino a lo que parecía ser su habitación, al entrar el lugar se veía completamente ordenado, pero sin ningún toque familiar, solo había un simple armario y una pequeña cama. Un lugar que se veía muy vacío.

Se acercó al armario y ahí se encontraban muchos cambios de ropa y entre todos ellos se alegró al ver su tan cómoda y acostumbrada vestimenta casual, que inmediatamente se cambió de vestimenta. Tardo un par de minutos de lo acostumbrado y fue porque se podría escuchar algunos murmullos y gritos desde el exterior, lo que despertaron su curiosidad para asomarse hacia le ventana. Afuera se podía ver a algunos niños del pueblo que parecían regresar de alguna fiesta del pueblo; pudo haberlo tomado como una situación común, pero sintió una extraña presión en el pecho. Aquellas personas eran nada menos una un niño en compañía de sus padres.

Un extraño impulso la hizo alejarse de la ventana para saltar hacia su cama y estrellar su rostro sobre la almohada. Un montón de emociones la incomodaban, pero uno de ellos era una soledad indescriptible.

El olor de la cena la hizo dejas de pensar en aquello así que bajo hacia la concina, tenía mucha hambre.

Después de probar varios bocados el silencio fue una compañía extra en esa mesa, aquella longeva le gustaba comer en silencio, pero esta vez le parecía incómodo.

— Qué bueno que volviste — hablo la anciana — El festival de las llamas del dragón se celebra hoy y mañana, perfecto para hacer cosas divertidas, que te parece si vamos al templo juntas.

— Eso suena genial — soplaba una taza de té, pues en contenido estaba muy caliente.

No estaba tan animada como una niña normal de su edad al escuchar cosas así, pero después de mirar perdidamente el líquido en el recipiente, decidió preguntar.

— Abuela ¿A quien me parezco más, a mi madre o a mi padre?

— ¡Eh! — tomo por sorpresa la pregunta mientras se puso a pensar — Déjame ver, te pareces a tu madre, esa enorme cabellera es distintiva en las mujeres como ella, pero no hay duda alguna de que tienes la actitud de tu padre.

— ¿Cómo eran ellos exactamente? — su curiosidad despertaba aún más.

— Recuerdo que tu padre era un explorador y sobre todo un entrenador pokémon muy intrépido, amaba la aventura; a diferencia de tu madre quien era de carácter formal y eso mantenía a raya a tu padre, a pesar de todo se llevaban bien. Sé que no puedo describir completamente como eran ellos, solo puedo decirte que eran personas que amaban la aldea de los dragones y compartían un sueño juntos.

— Así que hacia eran mis padres — susurro para después darle un gran sorbo a su bebida.


No había más que decir, simplemente limpiaron la cocina para después cepillarse los dientes e ir a dormir; a pesar de que la comida fue deliciosa, la actitud de Iris era una visión clara de que había comido su platillo menos favorito, con esa mirada triste durante ese tiempo, lo mejor era pensar que fuera a dormir; talvez se sentiría mejor por la mañana.


Los primeros rayos de sol se hicieron presentes y la abuela era una persona madrugadora, a primera hora del día se encontraba alimentando a sus pokémon y los demás tipo dragón que se hacían presentes. Los pokémon compartían los alimentos, pero la anciana mantuvo su atención sobre la carretera cercana, por la cual pasaban un grupo de personas.

— Muy Buenos días abuela — saludo.

— Buenos días abuela Shanjo — respondió un sujeto en compañía de un niño.

— ¿A dónde van tan temprano?

— Mi hijo y yo iremos a terminar los preparativos para la fiesta de las llamas del dragón, este año soy el encargado y tengo mucho que hacer.

— Sé que será un gran espectáculo.

— Asegúrese de venir a verlo — se despedía — Vamos hijos, hay mucho que hacer.

— Si papa — el pequeño se despidió de la mujer y siguió a su padre mientras ella simplemente se despedía.

Al verlos desaparecer entre los arboles del pequeño pueblo, noto que en la Iris había observado aquel encuentro y rápidamente regreso hacia los interiores.

— Iris — susurro con algo de preocupación entonces se le ocurrió una idea al instante. Volvió hacia el domicilio

Subió hasta el cuarto de la pequeña, lentamente abrió la puerta y se encontró con bulto entre las sabanas, sabía que se escondía ahí.

— Iris, que te parece si después de desayunar, vamos a ayudar con los preparativos para la fiesta de las llamas del dragón.

— Tengo sueño, no quiero ir — negó de inmediato — Además esa fiesta suele ser muy aburrida.

— Sabía que dirías eso — se sentó sobre aquella cama — Si yo también pienso que puede ser aburrida, pero la fiesta de las llamas del dragón tiene otro significado aparte de la diversión.

— Enserio — salió de entre las sabanas — ¿Qué es lo que significa entonces?

— Te lo enseñare — se levantó — Prepara tu mochila, haremos un viaje.

— ¡¿Enserio?! — sus ojos brillaron como radiantes estrellas mientras salió de entre las sabanas — Estoy lista.

— Entonces prepara todo, partiremos al medio día,

— Si capitana.

Volvió a mostrar esa sonrisa junto a ese carisma que era su fiel compañía.


El medio día había llegado; Iris llevaba una mochila bástate ligera y la abuela solo llevaría una pequeña botana para el camino y con ligero equipaje partieron.

La caminata fue ligera mientras paso a paso subían a la cima de una montaña. Atravesaban el bosque que era de color naranja, el otoño era evidente por cada árbol del bosque, sus ojos caían lentamente con el paso del viento y el camino estaba cubierto por ese color de otoño.

Iris paso a paso pudo ver a la distancia que se alejaban más y más de su pueblo, sentía cierta nostalgia de dejar nuevamente atrás su hogar, pero ansiaba mas el conocer que había más allá de lugar que la rodeaba.

Tras un par de horas de caminata se detuvieron en un valle a comer algo, la abuela se aseguraba de que la pequeña se mantuviera bien alimentada y ella se preocupaba por su salud, por eso desde el principio decidió caminar al mismo paso que ella; la habría dejado atrás por lo ansiosa que estaba por conocer nuevos lugares.

Después de terminar el almuerzo retomaron el camino, atravesaron el extenso valle, subieron un peñasco rocoso y mojaron sus pies mientras atravesaban un riachuelo. Resulto ser una caminata más extensa de lo que se esperaban, pero finalmente estaban llegando al final, era la deducción de Iris al notar que, entre los árboles se podía aprecia roca en forma de algo parecido a un dragón.

— Ya estamos cerca — la anciana se acercó hacia unos arbustos y mientras los quitaba del camino, encontró un sendero — Ahí esta — Señalo hacia el frente.

La curiosidad de Iris la atrajo a mirar aquel camino señalado y mientras atravesó un par de arbustos, su fascinación había llegado a su punto máximo. Un enorme cráter se encontraba en lugar de la punta de la montaña, pero lo más sorprendente es que en el centro de él, se encontraba una enorme roca con la forma de la cabeza del pokémon Rayquaza, una clara figura de un dragón.

— Ahí está, la puerta hacia el cielo decía la abuela — Nirvana.

— ¡Nirvana! ¡Quiero verlo! — salto de alegría mientras corrió hacia el enorme monumento.

La mujer mayor no podía detenerla, así que dejo que disfrutara de la visita a ese tan impresionante lugar.

La niña intrépida corrió más rápido de lo que lo había hecho en su vida, aunque después de 20 metros de camino, tropezó contra una roca para rodar por el césped, no le importo ya que no sentía ningún dolor, simplemente se levantó para llegar lo más rápido posible.

Se encontraba tan cerca de la estructura, era enorme, talvez 20 metros de altura ero lo que pensaba, se acercó más y había una enorme cueva en lo que parecía ser la boca del dragón.

— Holaaaa — grito mientras se formó un enorme eco, cosa que la sorprendió mucho — HOOOLAAAAA — grito más fuerte y el eco resonó de igual manera — GRARRRRRR — rugió como un dragón y el sonido volvió reproducirse; le gustó mucho ese sonido y volvió a resonarlo por toda la cueva.

Miro a los alrededores acercándose a los rocosos dientes del lagarto, en ella vio símbolos y letras extrañas que despertaron su curiosidad, continúo mirando y en ello había garabatos de pokémon tipo dragón, entre ellos el dibujo de una mano, coloco la suya sobre ella la cual resulto ser más pequeña, acción que simplemente le divirtió. A sus pies había algo de humedad la cual aprovecho, tomo un poco de tierra húmeda y ensucio sus manos para dejar sus huellas junto las demás. Dejo en claro su marca. Escucho un murmullo que era el producto de agua manantial que salía de entre las rocas como cascada, lavo sus manos y aprovecho para beber un buen trago de agua y lavar el sudor de su rostro. Se dio cuenta de que su acompañante se acercaba.

— Anciana — llamo su atención — Quiero mudarme y vivir aquí.

— Tranquilo Iris, no comas ansia — ser reía de aquellas palabras — Hemos venido aquí por algo impórtate.

— ¿Qué es eso importante?

— Lo sabrás dentro de poco — señalo hacia el cielo — Mira el horizonte, dentro de poco el sol se pondrá y es entonces cuando la magia del mundo cobra más vida sobre esta tierra.

Contemplo detenidamente el cielo el cual era color de otoño, el sol estaba por ocultarse y mientras lo hacía, la luz se reflejaba por el interior de la boca del dragón. La magia se hizo presente.; La luz naranja se reflejaba por el interior de la cueva que brillaba cual diamante hermoso irradiando como espejos por todas partes.

— Hay que darnos prisa — la veterana se adentró en el lugar mientras la pequeña la siguió.

Tras atravesar esa casa de espejos a lo que parecía ser el final de la cueva, se encontraba un altar y sobre ella un espejo que reflejaba con claridad el atardecer; era como tener el ocaso dentro de un espejo. Era realmente hermoso.

— Ahí está Nirvana— dijo la anciana mientras los ojos de Iris se reflejaba como el sol lentamente se ocultaba entre las montañas y nubes — Hace ya cientos de años, un meteorito amenazo a este mundo con destruirlo y ante el borde de la devastación absoluta, el dios Arceus uso toda su fuerza para proteger el planeta y destruir el enorme cometa, el trabajo que solo un dios podría hacerlo, pero a pesar de todo su esfuerzo solo destruyo una gran parte del meteoro, muchos fragmentemos se dispersaron por todo el mundo. Cuenta la leyenda que Rayquaza quien fue considerado como el dragón de los cielos acudió a la ayuda, atravesó los cielos para destruir a todos los pedazos de roca que se estrellarían contra la tierra, pero ni siquiera él fue capaz de proteger a todos. Ese día se perdieron muchas vidas humanas y pokémon, pero la tierra logro salvase de la catástrofe mas grade que pudo haber existido.

— ¿Qué tiene que ver esa historia con Nirvana?

— Dice la leyenda que este fue uno de los asteroides que Rayquaza no pudo destruir, el pokémon dragón se lamentó el no haber sido lo suficientemente fuerte en proteger a seres inocentes, que uso el asteroide como una tumba dedicada a ellos; uso su aliento dragón para convertir la roca en esta hermosa piedra cristalina, una radiante espejo que reflejaría las almas de los seres que perecieron injustamente directas hacia el centro de ella y darles le descanso en el lugar más hermoso que pueda haber en el mundo, Nirvana, el lugar en donde estarían protegidas para siempre, el hermoso lugar que podemos ver ahora.

La pequeña curiosa volvió a mirar el centro y podría ver con más claridad que en aquellas nubes naranjas, parecían un enorme paraje y en ella muchas luces brillantes que como bolas de fuego parecían danzar mientras lentamente comenzaban a desaparecer cuando sol se ocultaba. Poco a poco se perdía el brillo del lugar mientras más se ocultaba el sol.

— Esas son las almas de todos los seres vivos que dejan este mundo, atraviesas este lumbral para irse junto con la calidad luz del sol, guiarlas hacia Nirvana fue lo único que Rayquaza pudo hacer.

El asombro de la pequeña no se podía expresar con palabras o de cualquier otra forma, simplemente no sabia

— De ahí nace nuestra historia— su acompañante volvió a hablar — La fiesta de las llamas del dragón es en honor a ese día, las personas colocan el nombre de sus seres queridos sobre las lámparas de fuego y las envían al cielo para que el espíritu de Rayquaza envié sus más amados deseos a otro lado del cielo, donde siempre cuidaran de aquellos que aún viven en esta tierra.

— ¡Entonces eso es lo que significa!

— Así es mi pequeña, así es — se disponía a marcharse ya que el lugar comenzaba a hacerse oscuro — Hay que volver, si llegamos al festival podremos comer algunos dangos.

— Jeje si — Iris miro por última vez el altar mientras la última luz se desvanecía lentamente.


Tardaron unos cuantos minutos en salir de la cueva y en las afueras casi no había nada de luz, esa podría ser una noche muy oscura.

— No pudo ver nada — Iris trato de orientarse — ¿Cómo vamos a volver a casa?

— Cariño, soy maestra dragón — coloco su mano sobre su mentón he hizo un gran silbido.

La suave brisa nocturna se hacía más intensa en los alrededores; fuertes aleteos se escucharon en los alrededores y entre el cielo, un grupo de pokémon tipo dragón comenzaban a descender como Hydreigon y sus evoluciones, estos sostenían lo que parecía ser una carroza de madera.

— Nuestro transporte llego — menciono la anciana.

Iris se mostró asombrada al mirar el vehículo volador y tanto fue su alegría que salto de inmediato hacia el interior.

— Yo conduciré — se sentó sobre el asiento de piloto y tomo las cuerdas que los pokémon sostenían.

— Está bien cariño, llévanos a casa.

— Por supuesto, adelante pokémon dragones — tiro de las cuerdas y los pokémon movieron sus alas mientras la carroza se eleva baba.

A pesar que la altura no era lo suficientemente alta, el cielo estaba lleno de un montón de brillantes estrellas que adornaban la oscuridad de la noche. Los dragones volaban de manera tranquila, pero algo repentinamente desestabilizo su vuelo, ya que algunas luces comenzaron a aparecer a los alrededores.

— El festival ya ha empezado — murmuro la abuela al mirar la cantidad de lámparas flotantes que comenzaron a aparecer.

Aquella niña miro hacia abajo y el pueblo estaba a sus pies que estaba iluminado por las luces festivas mientras las personas lanzaban al cielo las lámparas de fuego. Aquel festival no solo atraía a personas del pequeño pueblo, sino que gente de ciudades y villas vecinas solían reunirse en ese lugar para celebrarlo en comunidad, una vista con un valor muy significativo.

— Iris — la señora llamo su atención mientras en sus manos sostenía una de aquellas lámparas — ¿Quieres hacerlo tú también?.

Movió sus mejillas formando una sonrisa algo nostálgica, pero esta vez no derramaría alguna lagrima de tristeza, sino uno de felicidad

— Si — dijo mientras tomo el objeto y comenzó a armarlo.

Paso a paso el cuerpo comenzaba a tomar forma y mientras lo hacía, la anciana comenzó a recordar cierto suceso del día de ayer.


Después de haber llegado en la carroza y traspasar los llamativos pasillos de la escuela, atravesaba la puerta de la dirección y en aquel lugar, un sujeto de barba blanca veía por la ventana. Su vista se mantenía firme sobre la pequeña Iris quien compartía con el pokémon dragón algunas manzanas. Se divertían.

— ¿Qué piensas de ella? — pregunto la anciana sin siquiera saludar.

— Es la peor estudiante de esta institución — dijo en tono firme — Duerme en clase, sus notas son regulares y sobre todo fisiquita puede sostener un libro correctamente, si sigue así jamás aprenderá algo acerca de ser un maestro dragón.

— Drayden, creo que eres muy duro con ella— se acercó mientras el sujeto se volteo a mirarla — Admito que tu escuela es una de las mejores academias sobre educación acerca de los pokémon, pero esta no es la única forma de convertirse en un maestro dragón. Tu hermano te dejo muy en claro eso.

— Lion siempre fue considerado un prodigio, su talento natural para entender a la perfección el corazón de los dragones lo convirtió en uno de los mejores maestros dragón. Pero nunca decidió llegar más allá de lo que podía, decidió ser un viajero y no un maestro dragón firme y derecho.

— Sé que la rivalidad con tu hermano fue una de las principales razones por las cuales te convertiste en el director de esta escuela, para demostrar que el estudio y trabajo duro podían derrotar al talento natural. Estabas molesto de que tu hermano al ser así de talentoso quisiera recorrer el mundo y abandonar sus raíces.

— Llegue tan lejos para poder estar a su altura de lo que el podía ser; pero ahora ya no puedo demostrárselo — volvió a mirar por la ventana — Ella se parece tanto a Lion, no hay duda de que es su hija; pero no veo en ella nada del talento familiar.

— Debes confiar un poco más en Iris, aún es muy joven y sabes que tiene mucho que aprender. Pero dudo que aquí logre aprender lo que necesite.

El director continuaba mirando a la pequeña muy pensativo.

— No siempre estaré a cargo de esta escuela o del gimnasio, ella tendrá que heredarlo tarde o temprano, pero si no logra aprender nada acerca de ser una maestra dragón, jamás podre confiar en ella.

— Quiero que confíes, aunque sea un poco. Es lo que tu hermano habría querido.

— No lo sé — se sentó sobre su escritorio — Pero es todo lo que al menos puedo hacer por él.

— Yo creo en ella — miro por la ventana — Es introvertida y aventurera, pero sobre todo tiene un gran corazón, alguien que se preocupa por el bienestar de los demás que por el suyo igual que un dragón.

— Confiare un poco en eso.

Fu lo último que el sujeto dijo mientras salía de aquella oficina.


Volvió al presente mientras contemplaba como Iris encendía la linterna entonces se le acerco.

— ¿Quieres decirle algo a tus padres?

— Si — sonrió con una dulce expresión — Mama, Papa, mis días en la escuela suelen ser algo aburridos, pero me esfuerzo en aprender muchos sobre los pokémon, en especial sobre los tipos dragón, son mis favoritos. Duermo muy bien estoy comiendo sanamente, excepto que aún no me gusta el brócoli, pero no estoy consumiendo comida chatarra… — hizo una pausa mientras lentamente soltó el globo y sus ojos comenzaba a cristalizarse — Me habría gustado que hubiera estado junto a mí el día en el que ingrese a la escuela, pero sé que están a mi lado sin importar el lugar en donde estén… mi sueño es convertirme en una maestra dragón, así que por favor… cuiden mí — seco sus lágrimas con su brazo mientras veía como el globo se elevaba más y más en el cielo.

— Lion, Estela — susurro la anciana — cuidaron de su hija hasta el día en el que nació, una parte de su sueño vive en ella, así que no se preocupen, será la mejor maestra dragón de todas.


Aquellas lámparas desaparecían entre las nubes rumbo hacia más allá del cielo, aquel espectáculo que la pequeña contemplaba tan feliz mente, esperando que el guardián de los cielos Rayquaza le hiciera llegar sus más grandes deseos a sus padres.

Aquellos días, aunque empezaron de manera triste al final de ellos, estaba más motivada a seguir su sueño y aunque aún era pequeña tenía una larga aventura por delante.

Las luces de dragón llegaron a su punto más alto y estas formaban un camino, el cual el pokémon Rayquaza atravesaba. El pokémon que siempre cuidaba de los cielos, estaba presente en ese día, cuidado a todo el mundo.


Fin




Jeje hola, si lamento que sea un poco largo, pero me gustó tanto hacer esto que no podía dejarlo en corto, y aun con mi poca experiencia dudo haber hecho un buen trabajo, así que a los que lean esto, espero que sea de su agrado y gracias por tomar su tiempo para mí.

Por cierto, estaba escuchando esta canción cuando escribía gran parte de esto, y si esta historia tuviera un tema musical, este sería el que mejor le quedara.