Explícito Fiebre [Kaichou wa maid-sama]

Título: Fiebre.
Pareja: Usui y Misaki.
Fandom: Kaichou wa maid-sama.
Tipo: Drabble.
N/A: Lo escribí para otro foro hace varios años :3


La había ido a buscar a la puerta trasera como ya tenía por costumbre al finalizar su turno, ella sostenía una bolsa de basura, aún vestía el traje de maid, su frente estaba perlada de sudor. Se tambaleó por el peso, Usui corrió a atajarla antes de que se desvaneciera en sus brazos.

—¡Kaichou! —intentó despertarla, pero fue en vano. Tocó su frente, tenía la temperatura alta.

Misaki abrió los ojos adormitada, se quitó la sábana que la cubría, ¡tenía mucho calor! ¿Dónde estaba? No reconocía el lugar aunque se le hacía vagamente familiar.

—No te levantes, aún estás débil. —Le ordenó el rubio entrando a la habitación.

—Usui… ¿dónde estoy? —preguntó desorientada aceptando la bebida que le ofrecía el chico.

—En mi departamento. Ardías en fiebre cuando te traje —explicó—. Te desmayaste en el café.

—¿Qué hora es? —inquirió sobresaltada al ver la noche oscura a través del cristal—. Mamá debe estar preocupada.

—Satsuki-san la llamó y le explicó lo sucedido, también sabe que estás conmigo y que tal vez no irías hoy a casa.

Misaki suspiró pesadamente, sentándose por completo en la orilla, notando que Usui la observaba fijamente.

—¿Qué demonios ves, Usui? —preguntó irritada.

—Tu ropa interior —respondió con tranquilidad.

La castaña enrojeció hasta las orejas al darse cuenta que a cauda del sudor de la fiebre la camisa húmeda se trasparentaba dejando ver claramente su ropa interior. Agarró rápidamente las sábanas y se cubrió.

—¡H-Hentai! —Le gritó avergonzada.

Él se acercó a ella sentándose también en la cama.

—¿Qué me darás para agradecerme que te haya ayudado, Ayuzawa?

—No lo sé, luego lo pensaré —refunfuñó.

—Quiero tu cuerpo —sentenció y se montó sobre ella.

—¡Suéltame, maldito Usui, como pesas! —Se trató se zafar.

Era demasiado tarde, él no se retractaría. Atrapó sus labios en un beso al principio lento, para ir subiendo de tono e ir reclamando su boca. Misaki luchando contra eso gritó, lo cual fue una ventaja para el rubio que aprovechó eso para apoderarse de su boca, saboreándola con su lengua, obligándola a responderle de la misma manera. La fuerza comenzaba a dejarla, su cuerpo comenzaba a rendirse ante las caricias que expertamente Usui repartía por su cuerpo.

Sintió las manos del chico colarse bajo su camisa acariciando la piel de su abdomen. Respiró agitada cuando por fin su boca la liberó, sus labios bajaron a su cuello…

—¡N-no, b-basta! —dijo entrecortadamente.

—Dime que pare… Y lo haré. —Pasó la lengua por su cuello logrando que la piel de la chica se erizara—. Dilo y lo haré —dijo al tiempo que sus manos alcanzaban el brassier y rozaba su pezón.

Gimió bajito mordiéndose los labios, tratando de escupir las palabras. Él sonrió con satisfacción. Y delicadamente desabrochó cada uno de los botones, dejándola caer en la ansiedad porque volviera a tocarla. Al ver que ella no lo hacía se desabrochó el mismo su camisa bajo la mirada penetrante de ella. La desnudó dejando la ropa a un lado, sólo piel contra piel.

Su erección era tan grande que dolía, se posicionó bien entre sus piernas y la penetró con lentitud, disfrutando ambos de la sensación, y del triunfo al escucharla gemir su nombre. No era la primera vez que lo hacían, pero, con ella todo era diferente, y cada día se enamoraba nuevamente de ella.