Long-fic de Pokémon - La Historia de Jack Evans

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por Thranduil, 4 Febrero 2018.

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  1. Threadmarks: Capítulo 1 - El joven que deduce
     
    Thranduil

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    La Historia de Jack Evans
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    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Aventura
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    Holo. Bueno, cada vez que publico este fic en algún foro, parto explicando un poco cómo surgió, etc. Pero ahora me da flojera hacerlo, no mentira. Cuando tenía 12 años se me ocurrió hacer una historia de pokémon, pero muchas veces la dejé a media porque no me gustaba como quedaba, hice eso muchas veces, pero esta es la definitiva. El fic lo tengo bastante avanzado, voy en el capítulo 62, pero necesito que alguien lo lea para saber si estoy bien o si le falta algo, etc. Pueden encontrar el fic a medias en un foro de pokémon (ahí me llamo Thranduil) o en otra página más (ahí me llamo ReyElfo). Como mini resumen, el fic se trata de un niño de 14 años que comienza su típico viaje como entrenador pokémon totalmente lleno de esperanzas, pero luego se cuestiona si eso es realmente lo que quiere, etc. Aquí va. Espero ansioso sus comentarios, opiniones y apreciaciones.


    Capítulo 1 - El joven que deduce


    Pueblo Paleta era un pintoresco poblado al suroeste de la región Kanto, un lugar rodeado de árboles y con muy pocos habitantes, lejos de toda la contaminación de las grandes ciudades y llena de un aire tan limpio que cualquier granjero o campesino envidiaría. Inundado por verdes prados que eran atravesados por caminos de tierra y vegetación que no temía en adornarlo, mostrándose vigorosa ante cualquiera que pasara ante ellos.

    Paleta estaba principalmente rodeado de frondosos bosques, con árboles tan antiguos que la persona más anciana del pueblo parecía un bebé en comparación. Además de colindar al sur con una hermosa y pequeña playa de blanca arena fina que permitía una envidiable vista al majestuoso océano. Mientras que por el norte se asomaba un grueso e irregular camino de tierra que se abría paso entre la arboleda y facilitaba la salida del poblado hacia el resto de la región.

    Las personas en este pueblo solían ser amables, serviciales, honestas, pacíficas y no se entrometían en asuntos que no eran de su incumbencia, aunque de vez en cuando se les olvidaba respetar esta última característica. La mayoría vivía en casas que seguían el mismo patrón, paredes pintadas de un blanco tan puro que reflejaba toda luz que rebotaba sobre su superficie, y tejados tan rojos como un tomate fresco recién sacado de la mata, donde las diferencias caían sobre el diseño, tamaño y decoración de cada una de ellas, además todas estaban distanciadas prudentemente las unas de las otras, para no causar mayor impacto en la quietud del lugar. Se dice que, al menos así lo cuentan los más viejos, Paleta no ha sufrido mayor cambio desde que se fundó como pueblo hace más de cuatrocientos años, si se le compara con las grandes ciudades.

    Generalmente, la luz era abundante en el poblado y este día no era la excepción. El sol alumbraba sobre el pasto y con timidez proporcionaba esa típica calidez matutina de un día despejado. No corría ninguna brisa y la calma del amanecer aún no se veía interrumpida, los únicos sonidos que se escuchaban eran los emitidos por las criaturas de la naturaleza, pero ni esos eran suficientes para arruinar aquella inigualable tranquilidad que sólo Pueblo Paleta era capaz de entregar.

    Por unos de sus tantos trayectos de tierra, un chico de desordenada caballera negra transitaba a paso lento, pero seguro, al mismo tiempo que pateaba una piedra que había encontrado en el camino. Vestía unos pantalones negros de mezclilla, cortados al nivel de la rodilla, una polera del mismo color con un estampado blanco agrietado, ya no se distinguía la forma de la imagen, y llevaba amarrada a la cintura una sudadera gris con capucha.

    Siguió caminando hasta llegar al final del sendero de tierra que había tomado, ahí se detuvo, pateó lejos la piedra con unas usadas pero resistentes zapatillas blancas y sacó una botella con agua del bolso amarillo que colgaba de su hombro. Terminó de refrescarse la garganta e involuntariamente miró al sol, apartó inmediatamente sus marrones ojos de la luz del astro y avanzó sobre el pasto, adentrándose por un espacio definido por los árboles, lejos, al sureste del pueblo.

    No tardó mucho en llegar a una casa totalmente distinta a las otras, estaba más distanciada del pueblo, un poco oculta, para aprovechar al máximo la calma del pueblo, y algo mal cuidada, por lo menos el exterior lo decía así, pues la maleza alrededor estaba crecida y el amarillo de sus paredes estaba desteñido. Su techo era gris y de éste salía una chimenea roja, también descolorida, que no emanaba humo de manera frecuente, de hecho, la gente del pueblo no recordaba cuando había sido la última vez que habían visto una humareda en la arboleda de esa dirección.

    El muchacho se aproximó con tranquilidad, miró un letrero con la frase “Laboratorio de investigación del Profesor Oak” y pasó mirando por una de las dos ventanas rectangulares de la fachada, las del segundo piso eran circulares, pero estaban sucias. No se detuvo hasta llegar a una puerta verde con una pequeña ventana semicircular en ella. Golpeó tres veces la puerta y esperó.

    La puerta se abrió y un hombre de pelo cano apareció detrás de ella, vestido con un delantal blanco de esos que usan los científicos, su cara indicaba sabiduría y experiencia pues tenía las cejas pobladas y varias arrugas, además llevaba una camisa púrpura y pantalones café claro.

    —Buenos días, profesor —saludó cordialmente el chico, de la misma manera que la demás gente joven del pueblo acostumbra a saludar a las personas mayores.

    —Buenos días —contestó el anciano—. Veo que llegaste temprano, bastante diría yo —indicó luego de voltear a ver la hora.

    Hace mucho que la gente del pueblo no veía al profesor Oak recorrer los polvorientos caminos de Paleta, pero éste era conocido, fuera y dentro de la región, por ser una eminencia cuando de pokémon se trataba, pero ¿qué era un pokémon? La gente simplemente los conocía como criaturas de la naturaleza dotadas con poderes especiales que vivían entre las personas desde hace mucho tiempo y él se dedicaba a estudiarlas. Varios se dedican a crear amistad con aquellas criaturas, mucha de esta gente era llamada entrenadores y se encargaban de entablar batallas entre ellos usando a estos pokémon. Algunos estaban en total desacuerdo con usarlos como simple entretenimiento humano, pero en la sangre de muchas de estas criaturas estaba la sed de luchar y crecer, debido a esto se creó y perfeccionó el entrenamiento pokémon hasta como se conoce hoy en día.

    —¿Quiere que venga más tarde?

    —No, no, está bien. Siempre he dicho: al que madruga, Dios lo ayuda. Pasa, adelante.

    El muchacho entró y notó el enorme desorden que reinaba en el laboratorio, papeles tirados por todas partes, libros amontonados sobre cajas y mesas, estanterías llenas de más libros y complejas máquinas de complicado funcionamiento que ocupaban harto espacio. Al fondo de la habitación resaltaba una puerta, posiblemente el único lugar despejado, y sobre una mesa redonda permanecía una esfera, roja la mitad de arriba y blanca la de abajo, la gente las conocía como pokéball, una cápsula esférica con la que transportaban a estas criaturas con mayor facilidad y seguridad.

    —Perdona el desorden, no he tenido tiempo de arreglar el lugar, he estado muy ocupado —se excusó—. Aquí está lo que vienes a buscar —el anciano tomó la pokéball y se la dio al chico.

    La mitad roja era transparente y se podía ver una criatura cuadrúpeda a través de ella, tenía un bulbo en su espalda y figuras en su cuerpo, tres de ellas en su frente, su cabeza era medianamente grande en comparación a su cuerpo y transmitía una mirada de alegría, como si hubiera esperado mucho tiempo por alguien que lo viniese a buscar.

    El profesor Oak todos los años elegía a tres entrenadores para que salieran a terreno y lo asistieran en su investigación, aunque no lo ayudaban mucho al respecto, este chico era el tercero. El anciano acostumbraba darles una pokédex a cada uno, un aparato electrónico con información suficiente de los pokémon y capacitado para ingresar datos si es necesario, aunque lo último ya no era muy frecuente debido a la gran cantidad de conocimiento que se tenía sobre estas criaturas.

    —Vamos, elígelo —lo animó.

    —Sal —la pokéball se abrió y lanzó una luz blanca que se convirtió rápidamente en la misma criatura que yacía dentro de ella, pero en un tamaño más grande. Ahora el chico podía apreciar los verdaderos colores del pokémon, era totalmente verde, al igual que las figuras geométricas sobre su piel o el bulbo en su espalda, pero de un tono más oscuro, sus ojos eran rojos y mantenían la misma mirada, le llegaba hasta las rodillas. El chico se agachó y lo tomó en brazos, levantándolo en el aire. Ambos sonrieron al mirarse a los ojos.

    —Eres bastante liviano para tu tamaño —le comentó el chico a su nuevo amigo.

    —Ha estado ansioso desde ayer, desde que se fueron los otros —comentó Oak—. Bulbasaur es bastante cariñoso y fácil de entrenar. Ten, toma esto —le entregó cinco pokéballs más y un aparato rojo—. Esa es la última de las tres pokédex. Dudo mucho que tú o alguno de los otros dos vaya a investigar algo o introducir información en ella, pero creo que ese ya no es el propósito del viaje desde hace ya mucho tiempo.

    —Sí, es verdad —concordó el muchacho mientras dejaba a su nuevo amigo en el suelo— los demás y yo tenemos otras metas, pero por mi parte, si puedo investigar sobre algo o meter información en esta cosa —movió la pokédex—, lo haré, o al menos trataré de acordarme —el viejo rió.

    —Bien, espero que te acuerdes —miró la hora en un reloj circular que colgaba en la pared, llena de afiches y notas—. Pero mira la hora que es, ya debes irte, no debes retrasarte en tu primer día como entrenador —el canoso investigador comenzó a empujarlo hacia la puerta.

    —Pero si no es tarde —dijo viéndose obligado a dejar el laboratorio—. Usted mismo dijo que había llegado bastante temprano.

    —No te preocupes, yo entiendo que tengas que irte —el profesor no escuchaba las palabras del chico—. Me hubiera gustado que te quedaras un rato más, pero no quiero ser la causa de tu irresponsabilidad. Adiós. Buen viaje.

    El anciano cerró la puerta y el muchacho, perplejo, quedó mirando como si el profesor fuera a salir para darle una explicación, mientras Bulbasaur lo miraba con felicidad, pero no sucedió. El chico no tuvo más remedio que irse, pero no antes sin hacer caso omiso de una de las características de la gente de Paleta, no entrometerse en asuntos ajenos. El ahora nuevo entrenador se asomó por la ventana y espió lo más que pudo. Observó y se percató, o al menos supuso, de que la razón era un programa de televisión que daban justo a esa hora. Sin otra opción, se volteó a su nuevo compañero.

    —Bien, Bulbasaur, nos espera una larga aventura, si es que se le pude llamar así —la criatura emitió un sonido.

    Sin nada más que hacer, el chico emprendió el viaje, empezando por recorrer nuevamente los caminos de tierra que cruzaban por todo el pueblo, pero esta vez acompañado de su cuadrúpedo amigo.

    Les tomó alrededor de una hora en llegar a la única salida terrestre de Paleta, pues, a pesar de estar clasificado como un pueblo pequeño por la poca cantidad de habitantes, era bastante espacioso.

    Luego de salir del poblado, lo único que encontró fue un largo e irregular camino de tierra más ancho que los de Paleta, por otra parte, la vista panorámica no era muy variable. Senderos, árboles, alguna que otra roca y pastizales era lo único que se veía. De vez en cuando aparecía una zona despejada, el chico y el bulbasaur aprovecharon para descansar justo en una que tenía un frondoso árbol. Se sentaron a la sombra de éste.

    —No pareces cansado —dijo el joven con la boca seca mientras sacaba la botella con agua para tomar de ella—. Tal vez sea por ese bulbo en tu espalda, si funciona como planta debería absorber la luz solar y transformarla en energía, no recuerdo el nombre de ese proceso, pero también necesitas agua —recordó—. Ten un poco —sacó una pequeña fuente de plástico de su mochila y le vertió agua para que bebiese.

    Comieron y reposaron un rato bajo la sombra y frescura del enorme árbol, el día comenzaba a hacerse caluroso y una ventisca ya corría por el aire para apaciguar la temperatura. El chico se quedó dormido mirando cómo el viento mecía las hojas de un lado a otro, un movimiento casi hipnótico, de esos que sólo la naturaleza puede hacer. Bulbasaur se recostó e hizo lo mismo.

    Pasaron varios minutos para que volviera a abrir los ojos, pegó un bostezó y movió a su amigo para que despertara. El pokémon se levantó también bostezando y se desperezó, mientras que el muchacho se paró y le habló a su nuevo compañero.

    —Vamos, Bulbasaur, debemos continuar. Que descanso tan agradable —comentó. La criatura le respondió con un sonido, como si hubiese entendido claramente lo que dijo.

    Caminaron por más de una hora, aburridos del mismo paisaje y sin ninguna novedad, ni siquiera un pokémon salvaje se les atravesó, hasta que una pequeña silueta se divisó a lo lejos por el camino. Parecía ser una persona.

    Mientras se acercaba, el joven adolescente podía ver mejor. Era un chico como de su edad, vestía una polera amarilla, unos pantalones cortos de color azul y una gorra del mismo color, con la visera hacia atrás. Además, venía acompañado de una criatura con apariencia de roedor.

    Cuando estuvieron a poca distancia, el chico de amarillo habló.

    —¿Eres un entrenador? —preguntó bruscamente.

    —Sí —respondió el chico, ya sabía lo que venía y una sonrisa estaba a punto de dibujársele en el rostro, aunque intentó disimularla.

    —Te reto a un duelo —el chico aceptó con una enorme sonrisa en su cara, iba a ser su primera batalla y con su propio pokémon, había esperado mucho por esto—. Rattata, ve.

    El roedor que lo acompañaba avanzó unos pasos, su pelaje era principalmente púrpura y beige en su vientre, tenía unos largos bigotes, una cola enroscada en la punta, grandes dientes para roer su comida y ojos rojos como los de Bulbasaur. Lo que más le llamó la atención al chico era que la pequeña criatura no dejaba de mover sus orejas, en diferentes direcciones, como si estuviese constantemente atento a su alrededor.

    —Bulbasaur —el verdoso Pokémon también avanzó.

    —¡Placaje!

    —¡Tú también! —Rattata y Bulbasaur se abalanzaron el uno contra el otro, golpeándose en el costado derecho e izquierdo respectivamente.

    —¡Ataque rápido! —el roedor atacó velozmente a su oponente con una de sus garras en toda su cara.

    —Vamos, piensa —se dijo Jack a sí mismo en voz baja, para que su oponente no notara inexperiencia en él.

    Por algún motivo, la batalla lo extasiaba y lo obligaba a dejar de ser como siempre era, una persona tranquila y algo atolondrada, para volverse inquieto y comenzar a pensar, a razonar, empezar a deducir. Siempre se había exaltado cuando veía batallas por televisión o en vivo, pero esta vez era él el involucrado, además, era su primera pelea, eso aumentaba la emoción.

    El chico observó detenidamente a su contrincante, no al entrenador, sino al pokémon. El roedor continuaba moviendo sus orejas, eran movimientos pequeños pero bruscos.

    —Ya lo tengo. ¡Bulbasaur, usa gruñido! —el animal-planta lanzó un ruido desde su boca y el rattata bajó su cabeza para refregar sus patas en sus orejas, debido al molesto sonido que entró en sus oídos—. ¡Látigo cepa! —una liana salió de la parte que se halla entre el bulbo de Bulbasaur y el lomo de éste mismo, y golpeó al roedor, dejándolo débil y sin poder batallar—. ¡Bien hecho, Bulbasaur! Ganamos nuestra primera batalla —entrenador y pokémon rieron juntos. El cuadrúpedo se lanzó hacia el chico y éste lo recibió con un abrazo.

    —Eso fue bastante rápido —exclamó el otro chico con sorpresa mientras recogía a su pokémon, que ya volvía a estar más lúcido—. Demasiado rápido y por lo que veo eres sólo un novato —apuntó—. Debo saber cómo lo hiciste.

    —Fue fácil —dijo algo más calmado y bajando a Bulbasaur—. Simplemente noté que tu pokémon movía mucho las orejas para un lado y otro, así que supuse que estaba alerta y que usaba sus oídos para percibir algún eventual peligro, lo que me llevó a pensar en atacar ese punto, dañando su audición por unos momentos y así poder dar un golpe final —inhaló aire, el furor no se había ido del todo.

    —Asombroso, nunca había escuchado algo semejante, una persona que deduce para poder vencer —indicó el entrenador del rattata—. Debo saber tu nombre.

    —Soy Jack Evans.
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos.
    Me gustó este primer capítulo. En cuanto a lo que es lo técnico, no tengo quejas, se nota lo haz trabajado e ido corrigiendo.
    En lo que respecta a la historia; me pareció un clásico primer capítulo de anime, o manga. La descripción inicial se me hizo bastante adecuada, aunque en cierto punto cansada. Al final no supe si el protagonista es huérfano o tiene familia, o no lo recuerdo haber leído. En especial por que salió con su bulbasaur y se fue del pueblo sin presentárselo a su madre o amigos, ni preocupado que alguien lo extrañe.
    Ese entrenador que se encontró, al principio creí se trata de Ash por el pokémon roedor, pero luego resultó un rattata. Me gustó la pelea en general.
    Buen trabajo en verdad.
     
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    Plumas de Cuervo

    Plumas de Cuervo Usuario común

    Acuario
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    Pensé que tardaría más pero la lectura ha sido algo ligera. Como todo comienzo de una historia de Pokémon, y más si se basa en Kanto, es algo lento pero no tedioso. Te enfocas en lo que realmente hay que enfocarse porque la gran mayoría conocemos como es Pueblo Paleta.

    La actitud de Oak y la forma en que está abandonada la casa deja mucho que pensar, es como si ocultara algo, o se ocultara de alguien; aunque es último es improbable porque todos saben donde vive.

    He de suponer que más adelante conoceremos los orígenes de Jack y que historia pintaba en Pueblo Paleta antes de embarcarse en su aventura. Es interesante que le haya tocado Bulbasaur, además de que fue el último entrenador en retirar su Pokémon. Uno pensaría que quizás se encontraría a un Charmander, como el primer gimnasio es el de tipo roca. Pero ya veremos eso más adelante.

    El combate en el bosque fue corto, eso porque Jack pudo descubrir el 'punto débil' de su rival y supo sacarle provecho.

    Se nota que has trabajado mucho en tu fic, haciendo las correcciones necesarias y haciendo que lleve el camino que deseas. Técnicamente no encontré nada que resaltar. En cuenta a la estructura, como siempre sugiero; los dialogos quedarían mejor visualmente si llevan sangría y no tienen espacio entre ellos, pero si con respecto a los párrafos. Pero eso ya es gusto de cada quien.

    Espero ahora que estás publicando desde el comienzo este fic poderlo seguir y ver como se va desarrollando la historia.

    Éxitos y hasta pronto.
     
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  4. Threadmarks: Capítulo 2 - Una chica con buena defensa
     
    Thranduil

    Thranduil Entusiasta

    Aries
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    Hola, aquí hay un nuevo capítulo. Pero antes a comentar los comentarios que me comentaron.

    Dark RS: Me alegra que te haya gustado. No recuerdo si lo menciono más adelante en algún capítulo, pero Jack ya se había despedido de su familia y ya les había dicho que escogería a Bulbasaur, pero en el fondo lo hice un poco para ahorrarme toda esa lata de presentarlo a la familia y cuídate mucho hijo, cuida al pokémon y todo eso. No puedo evitar las descripciones al principio de cada capítulo, lo hago para plantear la situación o el contexto del capítulo, físico o psicológico, es que me gusta describir lo mejor posible para que el lector se lo imagine lo más parecido a como yo lo hago. Gracias por tu tiempo para leer y comentar.

    NeverMore: Oak no oculta nada, la idea era hacerlo como una figura de respeto, pero que de repente actúa de manera llamativa, tal vez consecuencia de haberse recluido a la soledad en Paleta. Más adelante habrá más historia de Jack, de a poco se sabrá su pasado. El combate en el fondo está ahí para sacar a relucir su "cualidad" por así decirlo, y la hice corta para no alargar el capítulo y porque no se podía alargar más al tener dos pokémon de nivel muy bajo, pues ahí no se puede usar mucha estrategia. Gracias por tu tiempo para leer y comentar.

    Capítulo 2 - Una chica con buena defensa


    Sin duda alguna, era la construcción más moderna de la ciudad, tenía tres pisos y sus lisas paredes exteriores variaban entre los colores blanco y verde oscuro, algunas de ellas estaban cubiertas por madera de roble lijada. Enormes ventanales cuidadosamente limpios permitían la entrada de la luz y, en el jardín trasero, una piscina con un agua tan transparente como el mismo aire se imponía con elegancia. La edificación estaba rodeada y adornada al mismo tiempo con árboles podados de tal manera que parecían esferas, tenía un espacioso jardín delantero atravesado por un camino que llevaba a una puerta corrediza mecanizada y una pared que definía todo el terreno donde la casa se ubicaba.

    En una de las habitaciones dormía tranquilamente una joven de ondeados cabellos marrones en una cama de sábanas de seda y cobertor de terciopelo totalmente blanco. La habitación era tan fina que irradiaba sofisticación por todas partes, de la misma manera que todos los rincones del hogar.

    Una mujer de contextura gruesa y vestida con un traje negro y delantal blanco entró al dormitorio con una bandeja en las manos, en las que traía un emparedado y un jugo natural de naranja.

    —Señorita Karin, ya es hora de levantarse —la mujer dejó la charola sobre el velador, al costado de una pokéball, y abrió las cortinas, dejando entrar la luz del sol y exponiendo aún más la fineza del cuarto.

    —Buenos días, Guillermina —dijo la chica luego de despertar y bostezar—. ¿Has sabido algo de mi padre? —el cabello de la muchacha era tan sedoso que ni se despeinó, la joven parecía recién salida de la peluquería.

    —Llamó hace media hora para avisar que llegaría mañana cerca del medio día —respondió la mujer—. Pero que podría suceder cualquier cosa imprevista que lo pudiera retrasar.

    —Ya debería estar aquí —se quejó la muchacha, como si no hubiera escuchado lo que le acababan de decir—. En dos días será mi primer concurso y quiero que él esté ahí —anunció con mucho capricho—. ¿Trajiste comida para Sandshrew?

    —Sí, aquí está.

    Guillermina dejó un plato con comida para pokémon al costado de la cama, al mismo tiempo, la chica tomó la pokéball del velador, para dejar salir a un roedor de afiladas garras y enormes ojos negros. La criatura tenía unas duras y flexibles escamas amarillas que protegían su cuerpo, con excepción de su panza beige.

    —¿Tiene pensado salir hoy, señorita?

    —Sí. Quiero ir a la Casa del Entrenador, necesito entrenar para el concurso, esa niña de nombre Lyra, ¿recuerdas que te comenté sobre ella? —Guillermina asintió— Pues se veía muy decidida y fuerte, no logré sacarle mucha información, pero no debo arriesgarme. Así que le pediré a Jaime que me lleve a la ciudad —dijo la chica como si su casa no fuese parte de ella y estuviese en un lugar apartado.

    Gran parte de las viviendas estaban compuestas por tejados verdes y murallas marrones, como si intentasen emular un enorme bosque, la única variación eran las tonalidades de estos colores. Justamente Ciudad Verde estaba hecha con el propósito de no causar un gran impacto en la naturaleza, los únicos edificios que sobresalían eran los que se situaban más al centro de la urbe por poseer distintos colores para una ubicación más fácil. De hecho, si una persona se parara en algún lugar alto mirando a esta ciudad, vería un montón de edificios rodeados de un espeso y amplio bosque.

    Jack había llegado a Verde el día anterior, cerca de las nueve de la noche, sin ningún problema luego de un aburrido viaje entre Paleta y la ciudad, su única entretención había sido la batalla con el entrenador del rattata. Ahora se dirigía a la Casa del Entrenador, había tomado el bus número tres de color rojo como le había indicado la enfermera del Centro Pokémon donde había pasado la noche. El Centro Pokémon era una especie de hospital para los pokémon y hotel gratis para entrenadores viajeros, financiado por el estado. El chico se encontraba sentado mirando por la ventana para conocer más la ciudad.

    Mientras recorría la urbe, se percató de la enorme población de árboles que la inundaban, en cada esquina o metidos entre edificios, no había uno solo que no tuviera un árbol en su jardín, incluso había una construcción hecha alrededor de un árbol, parecía ser la municipalidad de la ciudad, puesto que había algunos policías y mucha gente que entraba y salía del lugar.

    Le tomó media hora en llegar a su destino, el bus lo dejó justo en frente de una casa de paredes cubiertas por madera barnizada y tejado verde, ventanas muy limpias y árboles en el jardín, como la mayoría de las construcciones en toda la ciudad. Por un momento Jack pensó que se había equivocado de lugar al ver una casa común y corriente, pero no demoró en ver un letrero al costado de la entrada que decía “Casa del Entrenador”.

    —Sí que se tomaron bien literal lo de casa —dijo haciendo énfasis en la última palabra.

    Se acercó a la entrada, que estaba abierta, vio muchos maceteros con arreglos florales con la inscripción “Florería Alma” en ellos y entró al recinto. Una mujer lo abordó repentinamente, vestía un atuendo rojo y una enorme sonrisa se apoderaba de todo su rostro.

    —¡Buenos días, joven entrenador! —saludó con voz chillona— ¿Vienes a inscribirte para alguna batalla? ¿Si es así, en qué nivel te gustaría participar, novato, medio, avanzado o experto? —seguía sonriendo.

    —Novato —contestó Jack incómodo, la exagerada sonrisa era algo perturbadora.

    —Muy bien, puedes esperar sentado a que llegue alguien y se inscriba en tu categoría, Ciudad Verde es visitada por muchos entrenadores novatos, no tardará en llegar alguien igual de principiante como tú —terminó de decir con una enorme sonrisa.

    —Gracias —Jack se sintió aliviado de dejar de hablar con aquella mujer.

    El chico se dirigió a unos asientos rojos puestos alrededor de varias mesitas de centro con varias revistas en ellas, también se fijó un poco más en los detalles del lugar, pues la sonriente mujer se había llevado toda su atención cuando entró. Las paredes estaban tapizadas con diseños de rayas horizontales, el piso estaba alfombrado y al fondo de la habitación se encontraba una escalera que conducía a un subterráneo, Jack supuso que ahí se llevaban a cabo las batallas. Se sentó frente a una anciana que, si no fuese porque estaba respirando, cualquiera pensaría que estaba muerta, un joven de aproximadamente veinte años que llevaba auriculares en los oídos con el volumen tan alto que se entendía perfectamente lo que escuchaba, estaba sentado un poco más a la derecha, y un caballero, que veía cómo su pequeña hija corría por todo el lugar tras un pelota que era casi más grande que ella, estaba del otro lado, más cerca de la escalera.

    Un automóvil blanco y muy lujoso se estacionó justo frente a la Casa del Entrenador, era todo muy brillante y limpio, además de ser un modelo del año. La puerta del chofer se abrió y un hombre bien vestido con un uniforme y sombrero se bajó y abrió la puerta trasera. Una muchacha vestida con un chaleco amarillo se bajó del coche, llevaba puesta una falda, zapatillas y calcetas, todo de color blanco, y parecía tener la misma edad que Jack.

    La chica se despidió del chofer y se acercó a la Casa, caminó con su ondeado pelo marrón al viento mientras las mangas arremangadas de su chaleco resaltaban en ella el estereotipo de niña económicamente acomodada. Entró al recinto y la mujer de la enorme sonrisa se le aproximó.

    —¡Buenos días, señorita Karin! —la chica contestó con educación, pero con distancia— ¿En qué…?

    —Novato —interrumpió.

    Jack supo inmediatamente que se enfrentaría a aquella chica, él nunca se había dejado llevar por las apariencias, pero aquella muchacha emanaba un aire a superioridad atribuida por ella misma y avalada por todo ese dinero que seguramente tenía, pues no mucha gente se paseaba por ahí con esa clase de automóvil y más encima con chofer personal.

    —Llega en el momento indicado, tenemos a un chico esperando en esa misma categoría.

    —Perfecto, así no tendré que esperar —dijo la chica con preponderancia ante la mujer.

    La muchacha se adelantó y bajó por su cuenta, la recepcionista se acercó a Jack y lo condujo por las escaleras hasta llegar al subterráneo, una vez ahí pudieron ver seis campos de batalla enrejados, separados por pasillos cubiertos por cerámicas azules y blancas e iluminados por todos los rincones, en algunos de ellos incluso se estaban librando batallas.

    —Pueden usar esta de aquí —indicó la mujer, aún seguía sonriendo. Luego se marchó.

    —Soy Karin Wheeler.

    Jack tenía la sensación de que la chica quería a un oponente con un aspecto más imponente, alguien que generase algún interés. El chico pensó que su acomodada contrincante lo miraba con desdén, por su apariencia tan simple, que lo juzgaba por eso, pero no podía quejarse, él había hecho lo mismo cuando la vio acercarse a la Casa.

    —Soy Jack Evans —la postura de los brazos de la chica cambió de la cintura a estar cruzados, como si de repente algo hubiese despertado su interés.

    —Comencemos de una vez —dijo Karin—. ¿Te parece uno contra uno? Sólo tengo un pokémon.

    —Yo también tengo uno.

    —Bien. Sandshrew —el roedor salió y se paró con firmeza, mirando a Jack con sus profundos ojos negros.

    —Bulbasaur —el animal-planta apareció frente a su oponente y la miró con cautela. El chico comenzó a emocionarse por la batalla, aunque debió controlarse ante tan engreída oponente. No supo si la chica lo notó.

    —¡Cuchillada!

    —¡Placaje!

    Los dos pokémon se abalanzaron el uno contra el otro, sin embargo, solamente Sandshrew logró efectuar el movimiento, resultó ser más rápida que Bulbasaur a la hora de moverse, éste último terminó con un rasguño en su pata delantera izquierda, dejándole un pequeño dolor.

    —Maldición, ahora será más difícil para Bulbasaur moverse —murmuró Jack para sí mismo— tendré que pensar en otra cosa. ¡Látigo cepa! —una liana salió de abajo del bulbo y se dirigió al roedor.

    —¡Rizo defensa! —Sandshrew se enrolló hasta convertirse en una bola, el látigo cepa de Bulbasaur golpeó al pokémon de Karin, pero no pareció hacerle un daño importante.

    —Esas escamas amarillas en su piel, actúan como una armadura —apuntó el chico con sorpresa.

    —Así es —afirmó Karin con notoria superioridad—. Con esa piel es capaz de resistir ataques poderosos o caídas de grandes alturas y no recibir daño alguno —dijo con un orgullo—. Es muy conveniente, sobre todo si lo mantienes así.

    —Pero si lo mantienes así no podrías atacar, a menos que…comenzara a rodar —concluyó Jack.

    Desenrollar —Sandshrew comenzó a rodar rápidamente y golpeó a Bulbasaur, que no alcanzó a escapar, justo en la herida. El animal-planta soltó un quejido y el roedor volvió a su puesto, aun convertido en una bola.

    <<Está usando su defensa para poder atacar —pensó Jack—si sigue así, Bulbasaur no podrá hacer daño, látigo cepa debería ser efectivo, pero es un ataque físico, no sirve golpear a Sandshrew, hay que…dañarla de otra manera.>>

    —¿Qué sucede? ¿Se te acabaron las ideas? —preguntó Karin con un ligero tono de arrogancia.

    —Se me acaba de ocurrir una —dijo—. Tal vez Bulbasaur no se mueva con rapidez, pero me parece una excelente ocasión para ver si sus ataques a larga distancia lo son —sonrió y la expresión de la chica cambió a una más de preocupación—. ¡Drenadoras!

    Del bulbo salió velozmente una semilla que, al tocar la dura piel de su oponente, liberó una serie de enredaderas llenas de hojitas alrededor de Sandshrew, la cual dejó de estar enrollada para intentar liberarse del dolor que las lianas le provocaban.

    —Le quitas la energía, muy ingenioso —comentó la muchacha—. ¡Giro rápido! —Sandshrew giró sobre su eje y se liberó de las enredaderas—. Ese movimiento sirve para…

    —¡Látigo cepa! —nuevamente una liana hizo aparición, sin embargo, esta vez pudo dar en el objetivo, el látigo dio en todo el rostro de Sandshrew, dejándola tirada en el suelo boca arriba, mientras Karin miraba atónita—. Ese movimiento sirve para deshacerse de otros que son molestos, drenadoras es uno de ellos —terminó la frase de la chica—. No sabía que tu pokémon podía hacerlo.

    —Sandshrew, querida, regresa —el roedor volvió a la pokéball—. Debo ser sincera contigo, cuando te vi pensé que eras un novato cualquiera, pero peleaste bastante bien —la chica se tragó su arrogancia.

    —Yo también debo serlo, yo pensé que eras la típica niña engreída que se cree mejor que el resto, pero sabes reconocer que te equivocas —Karin no supo qué decir a eso, así que cambió de tema.

    —Sácame de una duda, ¿tu apellido tiene alguna relación con esa famosa familia de entrenadores? —ahora Jack entendió por qué ella había cambiado de postura cuando escuchó su apellido.

    —Sí, pero no me gusta hablar de eso —bajó la mirada.

    —No quieres destacar por la fama de ellos, te entiendo, yo soy hija del gobernador, y tampoco me gusta destacar —explicó.

    A Karin no le gustaba destacar por el puesto público de su padre, pero no tenía problema en hacerlo recorriendo la ciudad sobre una limosina.

    —¿Quieres que te lleve al Centro Pokémon? Me imagino que querrás que curen las heridas de Bulbasaur. Le puedo decir a Jaime que nos lleve.

    —Claro, gracias —Jack metió a su pokémon a la pokéball.

    Los dos subieron al primer piso, se despidieron de la recepcionista, que aún seguía sonriendo, y salieron de la Casa del Entrenador. Se acercaron al lujoso auto y el chofer se apresuró en abrir la puerta trasera.

    —Jaime, me gustaría que nos llevases al Centro Pokémon, por favor. Él es Jack Evans, luché contra él y me derrotó hábilmente, le ofrecí llevarlo también. Espero que no sea problema para ti —para sorpresa de Jack, Karin era más amable de lo que parecía.

    —Por supuesto que no, señorita —Karin subió sin escuchar bien lo último que dijo Jaime, pues, le molestase o no, tenía que llevarlo de todas maneras, la chica era su jefa—. Por favor, joven Jack, suba.

    —Gracias —dijo el chico algo incómodo con tanto servicio y sofisticación.

    Y Jack partió en un auto conducido por un extraño, junto a una chica con aires de grandeza que le venían de vez en cuando y que acababa de conocer. Además, todo estaba tan limpio, que el muchacho no se movió mucho durante el trayecto para no arrugar ni manchar nada, no podía arriesgarse a eso, ya que tan sólo el lugar donde estaba sentado valía más que su propia casa.
     
    Última edición: 12 Febrero 2018
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Saludos.

    Primero, las críticas.
    "...comida para pokémon al costado de la cama, al mismo, la chica... ". Ese al mismo como que le falta un "tiempo", o un "a la vez".
    Y en esta parte te faltó una a; "El chico pensó que su acomodad contrincante..."
    También noté que para alguien que le gusta describir dejas muy a la imaginación a los personajes. Describes los cabellos, pero no el color de ojos o piel, o no creo haberlo notado.

    Ahora, a la historia. Fue un capítulo interesante, hubo de nuevo una pelea, que se veía que Jack ganaría por la ventaja de tipos. Esa encargada de la Casa del Entrenador en serio que la hace feliz su trabajo, XD
    Es posible que Karin sea recurrente, ya solo falta Brock, digo, otro personaje que los acompañe. Y mencionaste algo que nunca se pone a pensar uno, como se mantienen los centros pokémon si son gratuitos. Me alegra que el mundo pokémon tenga un sistema médico universal y con buen presupuesto, por que yo en los juegos he ido a curar hasta por un pequeño daño. Por cierto, si a Jack le molesta que lo encasillen por su nombre, debería solo presentarse como Jack, pero solo hablo basado en lo que haría yo, no en la personalidad que tiene el personaje.
    Va tomando forma, aunque no se sabe si va a ser una historia de entrenadores o va a haber un villano, o grupo malvado, que deberá ser detenido.
    Sigue así.
     
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  6.  
    Plumas de Cuervo

    Plumas de Cuervo Usuario común

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    Me tomé mi tiempo para comentar. Había muchos pendientes, pero no iba a dejar de pasarme por acá.

    Voy agregando detalles a medida que lea para que después no se me pasen.

    «Guillermina dejó un plato con comida para pokémon al costado de la cama, al mismo, la chica tomó la pokéball del velador, para dejar salir a un roedor de afiladas garras y enormes ojos negros.»
    Me parece que quería decir: 'al mismo tiempo'

    «Una mujer de contextura gruesa y vestida con un traje negro y delantal blanco entró al dormitorio con una bandeja en las manos, en las que traía un emparedado y un jugo natural de naranja.»
    ¿Dónde está la comida de Pokémon?

    «Le tomó media hora en llegar a su destino»
    O había mucho tráfico o Ciudad Verde es muy grande. Es el tiempo apróximado que me llevaría llegar al centro de mi ciudad en bus sin tráfico desde mi casa.

    «—¡Buenos días, joven entrenador! —saludó con voz chillona— ¿Vienes a inscribirte para alguna batalla? ¿Si es así, en qué nivel te gustaría participar, novato, medio, avanzado o experto? —seguía sonriendo.»
    Esta parte me pareció algo graciosa, me imaginé a la mujer así en modo automático repitiendo siempre lo mismo a cada persona que llegara.

    «El chico pensó que su acomodad contrincante lo miraba con desdén»
    Vaya, nos comimos una letra.

    Creo que alguna vez me lo dijiste y pienso que es justo que lo repita; durante el combate los Pokémon no mostraron ningún tipo de 'sentimiento'. Sólo estuvieron presentes de nombre, no hubo reacciones de su parte durante la batalla.

    En general fue un capítulo ameno e interesante, resulta que Karin es la hija del gobernador y Jack proviene de una familia de famosos entrenadores, aunque parece que viven de forma modesta.

    Me parece que entre esos dos va a nacer una particular amistad, no puede terminar así como así, o no debería. Otra cosa que me llama la atención es el interés de la chica por Lyra; además de esa forma peculiar de entrenarse para los concursos como si fuese una luchadora. ¿Concursos en Kanto? Lo dudo...

    Bueno, esos es todo por ahora, me parece. Saludos~
     
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  7. Threadmarks: Capítulo 3 - Academia Pokémon
     
    Thranduil

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    Aries
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    Título:
    La Historia de Jack Evans
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    47
     
    Palabras:
    2370
    Holisss. Les vengo con un nuevo capítulo, pero antes a comentar los comentarios que me comentaron

    Dark RS: Karin va a aparecer en más de una ocasión y Brock no será compañero de viaje de Jack. Creo que decir que los centros pokémon se mantienen con dinero del estado se me ocurrió en el momento, no es algo trascendental, pero que aporta realismo y coherencia a la historia, eso creo. Jack se presenta con todo su nombre más que nada por educación, es como una costumbre de Pueblo Paleta, pero también lo hace para que no piensen que se avergüenza de llevar ese apellido. Habrán villanos, pero irán saliendo de a poco.


    NeverMore: Sí, se me fue lo de la comida de Sandshrew. Las emociones y reacciones de los pokémon, tendré más cuidado con eso, me trago las palabras que te comenté en tu fic. Karin y Jack serán amigos, de a poco. Y sí, habrá concursos pokémon en Kanto, bajo la lógica de que si existen en otras regiones, pueden existir aquí, aunque el origen de por qué los incluí es otro, pero no tendrán gran aparición de la historia, me parece que sólo dos veces, a mí no me gustan, pero los necesito para el desarrollo de algunos personajes.

    Gracias por sus comentarios. Ahora el capítulo.

    Capítulo 3 - Academia Pokémon


    Era su segundo día en Ciudad Verde y Jack nuevamente se encontraba en un autobús, esta vez era el número siete de la línea verde y se dirigía a la Academia Pokémon, un lugar para entrenadores novatos. Karin se lo había mencionado el día anterior antes de despedirse, pero no le había hablado mucho al respecto, sólo le recomendó ir para explotar su habilidad deductiva, pero Jack no veía cómo podría hacer eso.

    El bus paró frente a lo que parecía ser una simple escuela, sus paredes eran blancas en las partes donde se indicaba la separación entre el primer piso y el segundo, en las demás zonas tenía madera barnizada, sus tejados eran verdes para no desentonar con el resto de la ciudad, además, estaba infestado de árboles por todos lados, como cualquier otro recinto.

    Jack se bajó y caminó tranquilamente hacia la entrada, subió por unas escaleras de madera y llegó a la recepción, las paredes eran blancas, los asientos tapizados y en el fondo unas puertas de vidrio permitían el acceso a un campo de batalla de tierra. Se acercó a un mesón blanco, donde una mujer de traje rojo leía una revista de modas, y le habló.

    —Vengo a inscribirme a una clase —la mujer le pasó un formulario.

    —Llena esto con tu nombre y marca la clase a la que quieres entrar —dijo la mujer sin siquiera mirarlo. Jack pensó si le pagaban por estar leyendo todo el día.

    El muchacho escribió su nombre y leyó las diferentes clases que se impartían: Cambios de estado, Objetos equipables, Ventaja y desventaja de tipos, Crianza Pokémon, Estadísticas y Evolución.

    —¿Por qué no eliges cambios de estado? —dijo la voz de un chico.

    Jack volteó y vio a un muchacho de su misma edad y altura, vestido con una polera blanca, pantalones de mezclilla rotos en las rodillas y deshilachados al final de las piernas, zapatillas sucias que alguna vez habían sido blancas y un gorro de lana rojo que cubría parte de su cabello marrón, sus ojos verdes y tenía una mochila negra. El joven estaba acompañado de un ave de plumaje rojo en las alas, marrón en la cabeza y cola, beige en el pecho, y negro en la espalda, que se encontraba parado sobre su hombro izquierdo.

    —¡Elliot! —exclamó Jack con sorpresa al ver a su mejor amigo justo en frente suyo.

    —Si me preguntas mi opinión, te diría que entraras a todas, pero son a la misma hora.

    —¿Qué haces aquí?

    —Lo mismo que tú, vine a ver si aprendo algo. Por cierto, él es Spearow —Jack acercó su mano para acariciarlo, pero el pájaro lo picó—. Aun no confía mucho en los humanos —dijo con una sonrisa burlona al ver a su amigo adolorido.

    —¿Por qué dijiste que debería entrar a todas las clases? —preguntó mientras se sobaba el dedo y le lanzaba una feroz mirada por no haberle avisado sobre la desconfianza del pájaro.

    —Pues, no sabes casi nada y eso hace que tus deducciones se vean disminuidas —conocía muy bien a su amigo—. Necesitas conocimiento.

    Con esas palabras, Jack entendió por qué Karin le había dicho que la Academia Pokémon le serviría para explotar su capacidad deductiva. Era obvio, para poder deducir requería de un conocimiento previo, se sintió algo tonto por no haberlo inferido antes. En pocas palabras, Karin y Elliot le habían dicho ignorante de una manera más adornada y elegante.

    Los dos amigos se inscribieron en la clase que Elliot había sugerido y se dirigieron a la sala donde ésta era impartida. Caminaron por el pasillo de la derecha y subieron la primera escalera, doblaron a la izquierda y llegaron a una sala cuyo piso tenía la forma de gradería, con pupitres en cada nivel para que los asistentes pudiesen ver mejor, ya había varios ocupados. Jack y Elliot se sentaron en la cuarta fila.

    Un señor gordo entró a la sala, vestía una chaqueta y pantalones marrones, además de una camisa blanca. Su calva brillaba con el reflejo de la luz.

    —Buenos días —dijo—. Mi nombre es Casimiro Fernández y haré la clase de Cambios de estado. ¿Alguien sabe qué es un estado?

    —Es un problema que hace que el pokémon no rinda correctamente —respondió una niña con trenzas en su cabello. Jack creyó que ella sería la sabelotodo de la clase, aunque no le importó mucho, su cabeza ya descansaba sobre su mano y sus ojos comenzaron a mirar con somnolencia.

    —Correcto. Existen dos tipos de estado, los persistentes y los efímeros —explicó—. Los persistentes son aquellos que duran hasta que el pokémon sea curado, como por ejemplo la parálisis, y los efímeros tienen una durabilidad relativa, se acaban luego de la batalla o antes, por ejemplo el enamoramiento.

    Casimiro continuó hablando toda la hora de clase sobre la cantidad de estados, cómo prevenirlos, evitarlos o combatirlos y qué los produce. Se encargó de hablar de cada uno de ellos con lujo de detalles.

    La clase terminó y Jack luchaba por no quedarse dormido, al ver esto, Elliot le acomodó un fuerte palmetazo en toda la frente, como lo hubiera hecho cualquier mejor amigo.

    —¡¿Por qué hiciste eso?! —protestó sobándose mientras una pequeña lágrima brotaba de su ojo derecho—. Me dolió.

    —Te estabas quedando dormido. ¿Si quiera pusiste atención a lo que el profesor dijo? —cuestionó Elliot con mucha indignación.

    —Sí. Más o menos. Es que la clase estaba un poco aburrida, más o menos, bastante —lo último lo dijo en voz baja para que el profesor no escuchara y no provocar una situación incómoda—. Sabes que a mí me gusta la acción en vez de toda esta teoría.

    —Pero necesitas toda esta teoría para las batallas—dijo mientras salían de la sala y caminaban por el pasillo—. Además, de qué acción me hablas, si lo único que haces es no llamar la atención, así nunca llegará esa acción que tanto buscas.

    —Ya tengo suficiente con la atención que trae mi apellido.

    —¿Y por qué simplemente no lo dices? —Jack lo miró sin decir nada— Claro, no quieres hacer creer que te avergüenzas o algo.

    Toda la clase bajó a un campo de batalla de tierra rodeado de bancas para el público, justo en medio de la academia. Los profesores de todas las clases se reunieron y los entrenadores fueron elegidos para pelear totalmente al azar. El ganador avanzaría a la siguiente ronda y quien ganara el mini torneo se llevaría un premio. Al escuchar que se realizarían batallas, Jack se paró firme y se le acabó todo el sueño, la reacción era un poco más exagerada que las veces anteriores en que había luchado, pero al estar su amigo presente se sentía más confiado para explayarse mejor.

    El primero en luchar fue Elliot. Spearow seguía parado en su hombro y el chico había sacado una pokéball, por lo que Jack supuso que sacaría a otro pokémon y ya sabía de cuál se trataba, después de todo, Elliot era otro de los chicos a los que el profesor Oak le había entregado una pokédex ese año. Si los dos llegaban a la última batalla, Bulbasaur se enfrentaría a ese pokémon y se encontraría en una desventaja de tipo evidente.

    —¡Charmander! —un lagarto anaranjado y bípedo apareció frente a todos, tenía una mirada alegre y una flama en la punta de la cola, además de tener el vientre beige.

    La batalla de Elliot fue bastante rápida, al igual que la mayoría. Los dos amigos no demoraron mucho en ganar todas las peleas y llegar a la final. Después de quince minutos de descanso, Jack y Elliot se pusieron en sus respectivos puestos en el campo de batalla, de la misma manera lo hicieron Bulbasaur y Charmander. El apellido de Jack, como de costumbre, llamó la atención de todos los asistentes cuando Casimiro lo dijo por primera vez, sin embargo, nadie se atrevió a preguntarle si era familiar de alguien, como lo había hecho Karin el día anterior, aunque ella tenía una personalidad diferente y muy peculiar, hacer algo así no era un problema para ella.

    —Esta será nuestra primera batalla —comentó Elliot.

    —Y más te vale que no sea la última —agregó Jack, su ánimo estaba en ascenso desde que se enteró de que pelearían—. Estoy listo para luchar.

    Por su parte, ambos pokémon no se veían desde el laboratorio del profesor Oak, habían pasado mucho tiempo juntos en aquel lugar y se conocían bien, tenían pequeñas batallas de vez en cuando, pero nada serio como esto. Ahora probarían quién era más fuerte.

    —Charmander, usa día soleado —el lagarto lanzó una esfera brillante desde su boca que quedó suspendida a varios metros del suelo entre Bulbasaur y Jack.

    —¡Placaje! —el cuadrúpedo corrió hacia su contrincante y le propinó un fuerte golpe con todo su cuerpo, lanzándolo algunos metros, pero sin perder el equilibrio.

    —¡Ascuas! —desde su posición, Charmander expulsó una pequeña llamarada de fuego que impactó contra Bulbasaur.

    —Bulbasaur, usa… —unas flamas aparecieron alrededor del pokémon de Jack, envolviéndolo por unos segundos, causándole un daño adicional, la criatura se quejó de dolor—. ¿Qué sucede? —preguntó horrorizado.

    —Tu pokémon está quemado. Si hubieras puesto atención en clase lo sabrías —explicó Elliot con seriedad, él también cambiaba un poco a la hora de luchar, su tono se tornaba ligeramente más maduro. Además, le encantaba refregarle los errores a Jack en su propio rostro, como cualquier amigo normal.

    —Perfecto —dijo sarcásticamente para sí mismo—. Ahora tendré que lidiar con eso. ¡Bulbasaur, látigo cepa! —unas lianas salieron de la parte inferior del bulbo de Bulbasaur y golpearon a Charmander en el rostro.

    Pantalla de humo.

    El lagarto por tercera vez abrió la boca para expulsar algo, esta vez era un humo negro que inundó gran parte del campo de batalla. Nuevamente unas flamas envolvieron al animal-planta, debilitándolo un poco más.

    —Bulbasaur está muy débil, debo pensar en algo —se dijo Jack—. Obviamente el humo es para fallar, debo pensar en un movimiento que llegue a Charmander y que le dé sin fallar. ¡Gruñido! —gritó— Eso disminuirá su ataque —sonrió un poco.

    El verdoso pokémon emitió un fuerte gruñido que hizo que Charmander y Elliot se taparan los oídos. Algunas personas del público también lo hicieron.

    —¡Arañazo!

    Charmander salió de entre la molesta humareda con sus pequeños brazos en alto y arañó a Bulbasaur, dejándolo botado en el suelo y sin poder moverse.

    —¿Cómo pudo atinar el golpe? —se preguntó atónito, pero no tardó en responderse a sí mismo al observar la esfera brillante que seguía levitando.

    —Veo que ya te diste cuenta —comentó Elliot que acababa de rodear el humo que comenzaba a dispersarse—. Usé la luz de día soleado para ver la sombra de Bulbasaur en el humo, no por nada Charmander lanzó la esfera a ese lugar.

    —Lo tenías todo planeado…infeliz —dijo Jack metiendo a su pokémon dentro de la pokéball para que descansara, pero no estaba enojado, una sonrisa se marcaba en su rostro.

    —Un poco, no contaba con que ascuas quemara a Bulbasaur —Elliot también sonrió—. Como te ganaré frecuentemente, no será necesario que me insultes cada vez que lo haga…iluso —acostumbraban a tratarse así.

    Los dos chicos se acercaron a Casimiro, quien le entregó a Elliot una esfera similar a la pokéball pero con diferente diseño, la parte transparente era azul con franjas rojas, mientras que la blanca se mantenía igual.

    —Esta es una superball, como varios sabrán, tiene mejor índice de éxito que una pokéball normal —explicó el profesor—. Y es tu premio por haber ganado.

    —Gracias —respondió Elliot ante el aplauso de todos.

    La gente comenzó a irse del lugar y a despedirse de las personas con las que habían hecho amistad, algunos felicitaban a Elliot por el premio y por la interesante estrategia que había demostrado. También se despidieron de Jack, pero no con tanta cercanía, la curiosidad se notaba en sus ojos, todos querían preguntarle si su apellido tenía relación con cierta familia de entrenadores, pero tenían miedo de equivocarse.

    —No es para tanto —indicó Elliot con mucha modestia, solía ser alguien que se preocupaba un poco por mostrar una buena imagen de sí mismo—. Conozco a Jack de antes y además tenía la ventaja de tipo, sólo tuve suerte —cuando se alejaron volteó hacia su amigo—. Sabía que tu apellido llamaba la atención, pero nunca pensé que tanto. Ignóralos.

    —No te preocupes —dijo Jack—. Esto es parte de pertenecer a mi familia —intentó no verse afectado—. Vamos a comer algo.

    Elliot era alguien que le gustaba demostrar sus habilidades y lucirse en batalla. Pero después de todo, era una persona simple, consciente y modesta, y no era malo perder contra alguien así.


     
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  8.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos.

    Esta vez no noté ningún error grave, puede que lo haya habido, pero estaba interesante el capítulo y creo me concentré mas en imaginar lo que iba leyendo que en buscar fallos. Fue fácil de leer e imaginar.

    Cuando leí spearow y el nombre Jack, recordé que siempre los nombro así. Jack Spearow.
    Cuando describiste la super ball me hizo pensar en que en algún momento Jack capturará algún otro pokémon, o eso espero, que pondrás en una lucha.

    Espero el siguiente capítulo.
     
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  9.  
    Lord Reinhart

    Lord Reinhart El último muchacho excelente

    Sagitario
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    Describes bien las situaciones, con bastante detalle, lo cual es muy bueno porque ayudas a visualizar la escena y el contexto.
    Como no soy fan de Pokemon, a mí se me eterniza la lectura pero eso no es fallo tuyo.
    Es simplemente que no es mi genero.
    Sigue con tu buen trabajo.
     
    Última edición: 19 Febrero 2018
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  10.  
    Feudalia

    Feudalia Iniciado

    Virgo
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    Vas bien, la historia es interesante pero hay que ver para donde queres que vaya.
    Por ahora solo puedo esperar.
     
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  11.  
    JoJoBaoh

    JoJoBaoh Entusiasta

    Virgo
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    Hola, muy buenas, mediante tu anuncio logré llegar a tu trabajo, antes de que entre en el apartado de la historia, tengo que hablar de lo técnico primero.

    - Abusas mucho de la conjunción Y: Este es tu mayor problema, la cual es muy constante, sé que a veces es necesario pero no impide que se usa constantemente.

    Cito al azar:

    "Una mujer de contextura gruesa y vestida con un traje negro y delantal blanco entró al dormitorio con una bandeja en las manos, en las que traía un emparedado y un jugo natural de naranja"

    Propongo esto:

    "Una mujer de contextura gruesa y de edad un poco avanzada, vestida con un traje negro junto con un delantal blanco, ella entró al dormitorio con una bandeja en la manos, en las que traía un emparedado acompañado de un jugo natural de Aranja/ [inserte nombre de Berry aquí]"

    El chiste de reducir la conjunción "Y" o usar parecidos puede ser algo tedioso, pero la ventaja es que no llega a cansar al estar leyendo esa letra. Como consejo, puedes ocuparlo como una 'característica' de un personaje, uno tímido por así decirlo, ahí es un buen caso además de que le das un cierto toque especial a dicho personaje.

    -Este más bien un poco personal, sé que con 'delantal' te puedes referir a lo que visten los médicos y científicos, aunque también puede confundirse con el delantal de cocina, por ello un sinónimo sería 'bata', puedes dejarlo como está, pero ya tienes una palabra más en tu diccionario de sinónimos.

    -En lo personal, cuando se trata de lectura o la parte narrativa, me gusta que el español sea neutro, lo digo por la palabra 'polera', obviamente sé lo que significa, pero se me es raro leerlo en narración que en diálogo, a que quiero llegar con esto, yo tengo un personaje que podría decirse que 'es de rancho' así que los regionalismos de mi país los puede decir él por ese simple motivo 'que es de rancho', es común escuchar entre los jóvenes o gente de ese lugar que digan palabras de ese tipo, así que ahí tienes otra característica para uno de los personajes a futuro que pienses agregar, ya sea en este o en otro.

    - Cito: "... Quiero ir a la Casa del Entrenador, necesito entrenar para el concurso..." Podemos decir que repites esa palabra, sugiero que cambies la segunda por 'practicar'

    - A veces se te van los nombres de alguno Pokémon en minúscula, recuerda que 'tienen' nombre propio, por ello deben de ir en mayúscula.

    - Cap. 3, la frase "Conocía bien a su amigo" sería mejor como diálogo de Jack, quedaría a mi parecer que el protagonista dijese "Se nota que me conoces bien" esto debido a que en el momento de que la empleas queda muy ¿Extaña? por decir una forma.

    -Tienes una descripción bastante buena para los que no conocen el mundo de Pokémon, eso se tiene que agradecer bastante para aquellos que son ajenos a esto, te felicito por ello.

    Creo que eso es todo por el momento, ahora abarcaré el apartado de la historia.

    Antes que nada, bien lo dijiste, es una historia de inicio de un entrenador más, pero lo que intriga es el hecho de que mencionas al principio si realmente es lo que quería, así que a la larga se descubrirá cuáles son los motivos por el cual su ánimo por el viaje se vaya disminuyendo.

    El protagonista lo encuentro... bien... pero siento que aún convence como un... protagonista, apenas estás empezando y aún no se ha dicho del todo, así que se espera bastante de él. Mientras que los personajes recurrentes que resalto es Karin, por el simple hecho de que es adinerada y que tiene conocimientos en los combates, ya lo has mencionado, la veremos constantemente pero igual forma espero bastante mucho de ella, mientras que Elliot está en el balance pero apunta en un lado positivo, así que reitero, falta mucho para conocer así que mi juicio puede ser erróneo a la larga.

    El progreso de la historia va a un ritmo, no lento pero no constante, no sé si me estoy dando a entender, pero cuando me estás diciendo que llevas más de 60 capítulos, algo que debo destacar por la determinación que tienes, en donde espero que lo dicho en el párrafo anterior, salga.

    Realmente es lo único que puedo decir, aún no hay una trama concisa, más que el viaje y las dudas a futuro de Jack, además de su familia, creo que eso es todo por mi parte, que tengas buen día.
     
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  12.  
    Plumas de Cuervo

    Plumas de Cuervo Usuario común

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    De nuevo me paso para dejar comentario. A ver si el malestar no afecta mis sentidos.

    El capítulo me pareció corto, quizás por como avanzó la trama y no había algo extremadamente relevante. Tenemos un entrenador que está comenzando, que a pesar de tener un don le hace falta la experiencia de campo, si se puede llamar de algún modo. Fue interesante que apareciera este amigo y que fuera el quien le propinara la derrota. Al parecer Jack tiene un pequeño déficit de atención; puedo especular que va a tener problemas para 'absorber conocimiento teórico', pero es muy probable que lo haga bien en un futuro.

    Adicional el chico sigue luchando con la sombra de su apellido, a veces me pregunto si esa lucha se la ha creado el mismo en su cabeza.

    En cuanto a lo técnico las descripciones siguen siendo un detalle a la hora de complementar la trama, siento que no me reflejan todo lo que deberían, no puedo hacerme una idea mental correcta del lugar o la situación. Cuando dices 'muebles tapizados', mi mente procesa: obviamente están tapizados, pero ¿en que material? ¿de que color? ¿son nuevos o tienes desgaste por el uso? ¿van acorde al resto de la decoración?

    No voy a decir que mis descripciones son perfectas, porque nadie es perfecto; pero es el único recurso que tenemos para darle al lector una visión mental de 360 grados.

    Bueno, creo que eso es todo por ahora. Éxitos y saludos~
     
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  13. Threadmarks: Capítulo 4 - Concurso
     
    Thranduil

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    La Historia de Jack Evans
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    Hola mis niños y niñas, vengo con un nuevo capítulus, pero esta vez veo que hay más comentarios que en otras oportunidades (ni que llevara tanto tiempo en el foro). Primero a comentar los comentarios que me comentaron.

    Dark RS: Me alegra que hayas podido imaginar lo que leíste, es una de las cosas que más espero hacer cuando escribo. Yo también pensé en Jack Sparrow.

    Rein: Que bueno que te haya gustado mi trabajo y que te gusten las descripciones, creo que es una de las cosas que más me importan.

    Feudalia: Gracias por tu comentario, espero poder sorprender de alguna manera con la dirección de la historia.

    JoJoBaoh: No me había percato del abuso de la Y, intentaré percatarme mejor de eso. Me cuesta todavía dejarlo todo en español neutro, puesto que todavía desconozco bien todas las palabras que en otros países significan otra cosa o los objetos que tienen otro nombre, pero debo reconocer que lo de polera se me pasó. Respecto a los nombres de los pokémon, ahí debo hacer una aclaración, cuando digo "el bulbasaur", me refiero a la especie del pokémon, como decir "el perro" o "el gato", y cuando digo "a Bulbasaur", me refiero al pokémon en particular, como si fuese su nombre, pues decidí no darle motes a estos para no confundir a los lectores, pero sería en este caso sería como Rocky o Misifús. Sé que en los juegos siempre es con mayúscula, pero me permití esa licencia por que lo encontré más real. ¿No sé si me explico? Con respecto al desarrollo de los personajes, lo hay, cada uno en su momento, el de Jack obviamente es más profundo, pero lo tienen, y espero haberlo hecho bien, aunque igual necesito otras opiniones.


    NeverMore: La idea del capítulo era presentar a Elliot y dar a conocer la relación que tiene con Jack. Lo de la lucha en su cabeza creo que si se la creó el mismo, no lo había visto de esa manera. El déficit atencional lo va a superar rápido, pues no es lo importante de la historia. Intentaré ser más detallado con las descripciones.

    Gracias a todos por dejar sus apreciaciones, me apuntaron algunas cosas que no me había percatado. Ahora el siguiente capítulo. Espero les guste :D

    Capítulo 4 - Concurso


    La luz entraba por las triangulares ventanas que formaban una enorme cúpula, la que descansaba firmemente sobre una base cilíndrica, ésta, a la vez, estaba pintada de un verde pálido y decorada con pinturas de artistas independientes. La gente entraba al recinto para tomar lugar, deseaban deleitarse con el espectáculo, mientras que los concursantes se preparaban en los camerinos junto a sus pokémon.

    Era el día de apertura del Hall de Concursos de Ciudad Verde y había mucha expectación por los shows que se darían lugar en el escenario, rodeado por las galerías donde la gente ya esperaba con ansias que comenzara a funcionar la nueva atracción de la ciudad.

    En la quinta fila, cerca del escenario, Elliot miraba hacia todos lados impaciente, mientras sus pokémon jugaban en el asiento de al lado, el lagarto le movía la cola al ave, y éste intentaba morderla. El chico se había quitado su gorra roja para dejar descansar su cabello.

    —¿Por qué tardará tanto ese idiota? El show ya va a comenzar —se dijo el chico a sí mismo, estaba molesto—. Ya debería estar aquí.

    Jack entró corriendo por una de las entradas y miró hacia todos lados, como no vio a su amigo, sacó una botella con agua y bebió. Elliot debió levantarse y hacerle señas para que lo viera. El chico del bulbasaur se acercó al asiento al mismo tiempo que su amigo sentaba a Charmander sobre sus piernas y colocaba a Spearow sobre su hombro.

    —¿Qué te retrasó tanto?

    —Me quedé dormido en el bus y me pasé de largo —explicó Jack un poco jadeante—. Tuve que recorrer varias calles —ya comenzaba a recuperar el aliento.

    —Así veo —comentó Elliot con una sonrisa—. ¿Y cómo te fue?

    Debido a sus escasos conocimientos, Elliot había obligado a Jack a entrar a otra clase en la Academia, esta vez había ido a la de Objetos Equipables. Para sorpresa del chico, existían objetos que proporcionaban ventajas y desventajas a los pokémon que llevaban estos artículos. Naturalmente, Jack debió participar en una batalla al fin de la clase.

    —Las batallas no fueron difíciles y Bulbasaur no salió ileso —dijo tratando de no parecer soberbio, al mismo tiempo en que dejaba salir a su pokémon para que viera el espectáculo—. Tuvimos suerte de vencer con el primer golpe. Además, nos dieron esto —le mostró una superball mientras sonreía.

    —A veces no entiendo cómo puedes luchar tan bien si no sabes nada, cosas tan comunes como cambios de estado o…lo que sea, son desconocidas para ti —se quejó sin entender por qué para los flojos era todo tan fácil—. ¿Acaso tu familia no te explicó nada?

    —Sabes muy bien que ellos querían que yo investigara por mí mismo, intentaron explotar mi capacidad de deducción fomentando mi curiosidad, pero no me enseñaron nada —explicó con cansancio—. Las batallas que he ganado las gané sólo porque deduje de lo que veía.

    —Cualquiera diría que eso es un fraude. La deducción no siempre te solucionará los problemas. Ayer perdiste por un tecnicismo y seguirá ocurriendo más a menudo —reprendió a su amigo, le estresaba que fuese tan inconsciente—. Pero sácame de una duda, ¿Por qué puedes fijarte en los detalles en una batalla, pero te distraes en todo lo demás?

    —Ya sabes cómo soy, las batallas me emocionan un poco —intentó justificarse.

    —Bastante diría yo.

    <<Elliot tiene razón —pensó Jack—. No puedo depender de mis deducciones, ellas se ven limitadas por mi ignorancia, soy un completo ignorante. Si quiero ser un entrenador serio debo dejar de ser como he sido hasta ahora…>>

    Jack se sumergió en sus pensamientos, pero Elliot le pegó un codazo para que dejara de mirar al suelo, sus ojos ya se salían de su órbita.

    Una persona salió al escenario, vestía un traje negro de gala y una corbata azul marino, su impecable ropa hacía juego con su cabello bien peinado, llevaba un micrófono inalámbrico en la mano, el que acercó a su boca cuando llegó al centro del escenario.

    —¡Damas y caballeros! —claramente era el animador— ¡Sean bienvenidos al primer Concurso realizado en Ciudad Verde! —el fulgor del público se hizo notar— Antes de comenzar, me gustaría saludar al gobernador de Kanto, Frank Wheeler —la pantalla gigante del Hall mostró a un hombre que se paraba entre el público, tenía el pelo corto y marrón, usaba lentes y se le asomaba alguna que otra arruga, sin duda producto de su cargo público—, quién ha aceptado la invitación de la Liga Pokémon para estar hoy presente —la gente le aplaudía, al parecer tenía la aprobación de algunas personas.

    —Es el padre de Karin —resaltó Jack—, la niña con aires de superioridad con la que luché en la Casa del Entrenador.

    —Ahora daremos inicio a lo que nos convoca hoy —continuó el presentador—. Déjenme presentarles a los jueces —cuatro personas se encontraban sentadas en el lado opuesto a la pantalla cerca del escenario—. Comenzaré presentando a quien fue la primera ganadora del Gran Festival, ¡Gladiola Flores! —la pantalla gigante mostró a una anciana de una edad similar a la del profesor Oak, su pelo era completamente blanco y estaba tomado muy finamente, encajando perfectamente con la experiencia que su rostro expresaba—. Ella es una famosa actriz y súper modelo, ¡Beatrix Monroe! —la cámara se corrió un poco para mostrar a una joven y bella mujer de caballera negra que sonreía—. El experto en moda y diseñador, ¡Alexander Cavalli! —un hombre calvo fue visible en la enorme pantalla, llevaba puesto un sombrero de copa—. Y en último lugar, pero no por eso menos importante, el hombre responsable del diseño de este Hall, el arquitecto, ¡Phineas Gehry! —un sujeto levemente canoso saludó al público.

    La gente aplaudió a los cuatro jueces con respeto. La mayoría de las veces el jurado estaba compuesto por tres personas, pero, por ser un caso especial, habían invitado a Phineas como cuarto miembro.

    —Nuestra primera participante es una chica de esta misma ciudad, ¡recibamos con un aplauso a Karin Wheeler!

    Unas cortinas rojas se abrieron debajo de la enorme pantalla LED, permitiendo la salida de la chica. Karin vestía un fino chaleco amarillo, arremangado y abierto, dejando ver una polera blanca sin cuello que llevaba puesta debajo de éste. Traía puesta una falda arrepollada del mismo color, además de llevar las mismas calcetas y zapatillas con las que Jack la había conocido hace dos días.

    —¡Sandshrew! —Karin alzó la pokéball y su compañera salió rodando en el aire para caer parada con elegancia y delicadeza—. Ahora verán lo grandiosa que es mi pequeña —dijo para sí misma, llevaba esperando años para este momento, era su debut en esta disciplina.

    Los concursos pokémon consistían en dos pruebas y ésta era la primera. El coordinador, como se le llama a los entrenadores que se dedican a esta área, debe crear una rutina con belleza, elegancia y coherencia para mostrarla al público, pero especialmente al jurado.

    —¿Por qué está tan producida? —preguntó Jack, resaltando su ignorancia nuevamente.

    —Pensé que ya lo tenías claro —indicó Elliot, dejando en evidencia la poca capacidad de atención de su amigo en temas que no son de su importancia—. Además de dirigir al pokémon, los coordinadores deben arreglarse para el show.

    La sandshrew de Karin realizó una serie de movimientos y piruetas con tal elegancia y sofisticación que cualquiera diría que el tipo de la criatura no era tierra, debido a la nula relación que tiene ésta con la delicadeza que acababa de mostrar y su refinada coordinadora. A los muchachos les pareció un poco curiosa esta extraña combinación, no obstante, justamente fue eso lo que impresionó a los jueces, convenciéndolos de darles un puntaje alto a la chica y su compañera.

    Karin y Sandshrew hicieron una reverencia y se retiraron en medio de los aplausos del público. Habían encantado a la audiencia con su peculiar combinación.

    —A continuación —prosiguió el animador— tenemos a…

    Muchos coordinadores se presentaron ante la gente y los jueces, algunos con una evidente ventaja con respecto a otros. En muchos de ellos la práctica era notoria, mientras que el resto no destacó demasiado. Finalmente llegó el turno de la última participante, los dos chicos desde el público con suerte pestañaron, estaban ahí por ella.

    —Ahora recibamos con un fuerte aplauso a la última concursante del día, una chica proveniente de Pueblo Paleta, ¡Lyra Archer!

    Los dos amigos aplaudieron más fuerte que cuando salió cualquiera de los coordinadores anteriores, puesto que por las cortinas rojas apareció la verdadera razón por la que habían venido a ver el concurso. Una chica vestida con una hermosa prenda veraniega de una sola pieza, con flores como decoración, salió al escenario, caminando con jovialidad mientras su negra cabellera se movía suavemente a cada paso que daba, llevaba puesto un sombrero de paja muy femenino y traía con ella una pokéball que lanzó a los aires. Jack y Elliot no sabían si Lyra había capturado algún otro pokémon, pero sospecharon a cuál elegiría en esos momentos, después de todo ella tenía la última pokédex de las tres que el profesor Oak había entregado ese año.

    —Llegó el momento, debo estar concentrada —se dijo la chica con un nerviosismo que intentó contrarrestar con confianza—. ¡Squirtle! —una pequeña tortuga de color celeste salió de la pokéball, rodeada de burbujas, cayó parada firmemente ante todos, tenía un caparazón marrón por la espalda y beige por delante, con varios surcos en ambas partes. Sus extremidades eran cortas, aunque lo más curioso en ella era su cola peluda, era muy similar a la de una ardilla—. ¡Acua aro! —la criatura comenzó a danzar y expulsó un sutil chorro de agua que la rodeaba mientras giraba hasta convertirse en un aro que tambaleaba con ritmo al mismo tiempo que la tortuga se movía por el escenario—. Burbuja —el pokémon comenzó a girar sobre su propio eje y lanzó una enorme cantidad de burbujas hacia el cielo, luego paró, el aro de agua calló al suelo e hizo una reverencia ante el público, junto a la chica.

    La gente aplaudió, especialmente los muchachos al ver a su amiga en tan sorprendente desplante escénico. La chica y la squirtle se retiraron del plató y el animador habló nuevamente.

    —Por favor, conozcamos a los cuatro participantes que avanzaran a la siguiente ronda —las personas miraron a la gran pantalla.

    La segunda y última etapa consistía en batallas entre los cuatro participantes con mayor puntaje otorgado por el jurado y quien gane se llevaría como muestra de su victoria un listón, que le servirá para participar en el Gran Festival.

    —¡Alira Casablanca! ¡Benito Gómez! ¡Karin Wheeler! Y ¡Lyra Archer! Un aplauso para los participantes. Daremos un receso de quince minutos antes de comenzar con las batallas.

    Las personas se levantaron, algunas fueron al baño y otras a buscar algo para comer, pero no tardaron mucho en regresar a sus asientos, debido a la rapidez con la que pasó el descanso. El animador nuevamente hizo aparición sobre el escenario. Jack y Elliot permanecieron en sus asientos, no deseaban desconcentrar a su amiga con felicitaciones y todo eso.

    —¡Estamos de regreso! Pero antes de empezar las batallas debemos saber quién peleará contra quién —la pantalla mostró a los cuatro semifinalistas, la primera batalla sería de Alira contra Benito y en la segunda lucharían Lyra y Karin.

    La batalla entre Alira y Benito fue bastante corta, la chica no tuvo dificultad alguna para vencer a su oponente. Inmediatamente después del término Karin y Lyra se pusieron en sus posiciones para pelear, debían mantener cierta elegancia a la hora de combatir, pues los concursos se trataban de la belleza de los pokémon, no de cómo peleaban. Jack pensó que Lyra tendría todas las posibilidades de ganar debido a la ventaja de tipo, pero Karin había demostrado gran potencial cuando luchó contra él en la Casa del Entrenador.

    —¿Lista? —preguntó Karin.

    —Por supuesto —le contestó Lyra, parecía haber cierta confianza previa al encuentro—. ¡Squirtle! —la tortuga salió rodeada de burbujas, no tantas como la vez anterior.

    —¡Sandshrew, usa rizo defensa y desenrollar! —el roedor sale rodando de la pokéball, cayendo cae al suelo, no obstante, no se detiene y continúa hacia el pokémon de Lyra.

    —Defensa y ofensa al mismo tiempo —comentó Elliot muy seriamente, le gustaba mirar las batallas con atención, para analizarlas, esperaba aprender de ellas.

    —Usó esa misma estrategia conmigo —dijo Jack, pero su amigo no le prestó mayor atención.

    —¡Refugio! —Squirtle metió sus extremidades, cola y cabeza dentro de su caparazón, justo antes de recibir el impacto por parte de Sandshrew— Burbuja —por los agujeros del caparazón salieron varias burbujas que no hicieron mayor daño a la acorazada criatura—. Tengo que atravesar esa piel, ni siquiera la cercanía ayudó al movimiento —se dijo a sí misma al percatarse de la poca reacción del pokémon oponente—. ¿Cómo es que aguanta un movimiento de tipo agua?

    —La entrené para eso —respondió Karin.

    —¿Un pokémon puede hacer eso? —preguntó Jack con tono exagerado.

    —Sí, pero no puede llegar a tanto —respondió Elliot—. La biología de Sandshrew está hecha para ser débil al agua, pero como la mayoría de los pokémon, necesita agua para sobrevivir. Si se le entrena para resistirla, sólo lo haría con pocas cantidades, por eso puede resistir al movimiento que Squirtle usó, porque no utilizó mucha agua.

    —¡Giro rápido! —Sandshrew empezó a girar sobre su eje y avanzó hacia Squirtle, no logró dañarla mucho, aún seguía escondida dentro de su caparazón.

    —¡Placaje! —Squirtle salió de su escondite y se abalanzó contra su oponente, pero no le causó ninguna dolencia—. No podré vencerla si sigue así —se dijo. La angustia ya se expresaba en su rostro.

    Inesperadamente, Sandshrew comenzó a brillar con una intensa luz blanca, hasta convertirse en una bola más grande y llena de espinas marrones que la cubrían totalmente. Lyra ya comenzaba a perder toda esperanza de poder hacer algo de daño.

    —¿Evolucionó? —preguntó Jack con la esperanza de que se tratase de algún movimiento extraño.

    —Sí —contestó Elliot con poca tolerancia—. Es evidente.

    <<Ahora que evolucionó es más peligrosa —pensó Lyra, estaba algo nerviosa, no veía un buen futuro—. Si me dejo golpear, será el fin, tengo que encontrar una manera de obligarla a dejar esa forma.>>

    —¡Sandslash, usa desenrollar! —el pokémon avanzó hacia la tortuga.

    —¡Squirtle, salta! —la criatura del caparazón saltó justo en el momento preciso, Sandslash tuvo que parar y girar para poder seguir a la compañera de Lyra— ¡Vuelve a saltar! —nuevamente la tortuga se elevó, el recién evolucionado pokémon tuvo que detenerse para poder voltear por segunda vez.

    —¿Por qué Squirtle sólo salta? —preguntó Elliot, que para su propia sorpresa era él mismo quien preguntaba y no Jack.

    —Lo hace para ganar tiempo y obligar a Sandslash a dejar de cubrirse totalmente —explicó Jack, pero su amigo no entendió—. Cuando era una Sandshrew podía ir en cualquier dirección, ahora no, las púas que adquirió con la evolución le impiden retroceder, sólo puede ir hacia adelante, por eso Squirtle salta y cae detrás de ella en cada momento en que se le acerca, quiere obligar a Karin a usar otro movimiento —Jack se infló de pecho al dar una tan magistral explicación según él, pero después se percató de que lo había dicho porque fue lo único que se le ocurrió, no lo había hecho porque supiera mucho. De todas maneras, Elliot nunca sabría eso.

    —¡Sandslash, detente! —ordenó Karin— Ya entendí lo que haces. Muy astuta de tu parte —Lyra no supo si era un alago o no—. Sandslash querida, deja de estar enrollada.

    La criatura dejó verse tal y cómo era, las espinas cubrían su parte trasera, desde la cabeza hasta la cola, su piel era amarillenta, muy cercano al color de la tierra, su vientre era blanco. Sus extremidades, cola y cara eran más alargadas y definidas, tenía profundos ojos negros, mientras que sus garras eran más grandes, especialmente las de sus brazos, se veían bastante peligrosas. Sin olvidar que su tamaño era obviamente superior.

    —¡Burbuja! —Squirtle lanzó varias burbujas a la parte descubierta de Sandslash, no le hicieron mucho daño, pues tenía mayor resistencia al agua.

    —¡Cuchillada! —el espinoso pokémon ocupó una de sus garras para propinarle un fuerte corte a la tortuga en el caparazón, la cual cayó de espaldas al suelo, debilitada y con una expresión de dolor en su cara.

    —¡Y las ganadoras son Karin y su recién evolucionada Sandslash! —la gente aplaudió y Lyra regresó a Squirtle a su pokéball— Daremos otro receso de quince minutos para la última batalla.

    Pasó el tiempo del descanso y la batalla no demoró en comenzar, la lucha fue bastante aguerrida, Karin y Alira no cedieron en ningún momento, pero al parecer la experiencia fue la que ganó la batalla. Alira, con una edad notoriamente mayor a la de Karin, ganó la pelea llevándose el listón de Ciudad Verde.

    La gente comenzó a retirarse del recinto. Jack y Elliot decidieron esperar a su amiga sentados en una banca de madera nueva, cerca de un frondoso árbol en las afueras del Hall. El viento apaciguaba el calor de la jornada, algunas aves revoloteaban en el jardín.

    Lyra apareció frente a ellos vestida con una sudadera femenina de color negro, con unos dibujos en ella, pantalones cortos de mezclilla celeste, además de zapatillas también negras. Traía en su hombro una mochila azul marino con chapitas y llaveros colgando, a Elliot esto le pareció un poco llamativo e innecesario. Se veía muy distinta a cuando se presentó en el escenario, de hecho, ahora que no traía puesto ese sombrero de paja, se lograba apreciar su fina cabellera negra con chasquilla recta hasta las cejas y sus ojos marrones. Los chicos se pararon para saludarla, dejando en evidencia su baja estatura.

    —Me alegro de que los dos hayan podido ver el show —dijo Lyra con una fresca sonrisa, se veía más segura y confiada que en el show, pues ya no estaba siendo juzgada.

    —El espectáculo que diste estuvo muy bueno para ser tu primera vez en un concurso —indicó Elliot.

    —Y la estrategia que usaste para obligar a Karin a usar otro movimiento fue excelente —dijo Jack levemente sonrojado, no era de hacerle cumplidos a su amiga—. Creo que eres digna de ser nuestra amiga —agregó para pasar rápido de la situación.

    —¿Acaso debo estar feliz por eso? —preguntó entre risas—. Enserio chicos, gracias por su apoyo.

    Los tres se conocían desde pequeños y habían pasado por muchas cosas juntos, la confianza entre ellos era sin duda su mejor característica.

    —¡Lyra! —gritó una voz en la lejanía.

    Los tres miraron y vieron a Karin corriendo débilmente hacia ellos, llevaba puesta su ropa habitual, continuaba moviéndose con esa sofisticación que eran tan características en ella, su sutil superioridad tampoco estaba ausente en su andar.

    —No sabía que ustedes dos se conocían —dijo Karin al ver a Lyra con Jack—. Ahora veo que la astucia de Lyra es debido a sus amistades, o al revés. Y ¿tú eres? —preguntó mirando a Elliot, con educación pero lejanía.

    —Elliot Hughes.

    —Claro, como sea. Sólo vine a despedirme, mi padre vino a verme —apuntó al mismo hombre que la pantalla había mostrado cuando el presentador del concurso nombró al gobernador, estaba rodeado de guardaespaldas que no paraban de mirar hacia todos lados, también estaba Jaime, el mismo chofer que había llevado a Jack al Centro Pokémon por petición de la chica—. Quería decirte, Lyra, que la batalla fue grandiosa, no esperaba eso de ti, no había tenido oportunidad de decírtelo —Lyra tampoco supo si eso era un alago o no—. Pero ya debo irme, que tengan un buen día.

    —¡Espera! —la chica volteó y era Elliot quien la llamaba, ella se extrañó un poco, pues no tenía nada de qué hablar con él— Necesito preguntarte algo —a Elliot nunca la había gustado quedarse con una duda y esta vez no sería la excepción—. Tienes la misma edad que nosotros ¿no? —la chica asintió— Entonces, si tienes permiso para viajar desde hace poco ¿cómo es que Sandshrew evolucionó tan rápido?

    —Bueno, tengo entendido que si entrenas a tu pokémon bien seguido puede evolucionar en poco tiempo, aunque eso también depende del pokémon que estés entrenando —aclaró Karin con cara pensativa, no estaba muy segura—. Sin embargo, yo no la entreno muy seguido. Tal vez el hecho de que está conmigo hace dos años haya influido en algo.

    —Ya veo —contestó el chico, un leve rubor se asomó en sus mejillas.

    —Se me hace tarde. Adiós.

    —Karin es una chica engreída. El hecho de que sea tan sofisticada y use un pokémon de tipo tierra llama la atención —dijo Jack una vez que la chica estuvo lejos—. Pero debo reconocer que es bastante educada y sabe perder.

    —No como tú, Jack, eres más infantil que mi hermana menor —interrumpió Elliot.

    Los tres amigos comenzaron a andar. Entre discusiones de Jack y Elliot por haber llamado al primero infantil, programaron toda la tarde, decidieron entretenerse, tenían que ponerse al tanto de todo lo que habían vivido durante los pocos días que se habían separado. Sin embargo, en ningún momento Jack logró quitarse de la cabeza lo que su amigo le había dicho antes de que empezara el show. Él salió con un objetivo de su casa y su conducta no lo estaba llevando a él, tal vez debía replantearse su meta.


     
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  14.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos.

    Otro capítulo interesante. No me quejaré en la redacción, como siempre se nota que lo trabajaste. Pero, si tengo que señalar algunas cosas. Me gustó que describieras como actúo el squirtle en el concurso y también la pelea entre este y sandsdrew/sandslash. Pero la falta de descripción entre la actuación de sandsdrew, la falta de lucha entre los otros dos finalistas o que no se viera la lucha de la final en verdad me dejó queriendo que los hubieras puesto, incluso si tenías que dividirlo en dos capítulos para que no quede tan cargado, pero, no me hubiera dejado deseando ver mas de ese concurso.

    Me gustó que pusieras limitaciones en el rollout (los uso en inglés, me gustan mas así) a la hora de evolucionar en sandslash, era de esperarse que se volviera mas torpe, fuerte y tal vez lento por la falta de costumbre de su nuevo tamaño. Tal vez que ganara un nuevo ataque, pero supongo se verá mas adelante.

    En general me gustó el capítulo, pero si me dejó queriendo haber leído las otras batallas y/o presentaciones.

    Continúa escribiendo.
     
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  15.  
    JAlePoeticus

    JAlePoeticus Poeticus

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    Excelentes, descripciones de la natura. También la descripción humana del protagonista es buena. Gran Historia.
     
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  16.  
    Plumas de Cuervo

    Plumas de Cuervo Usuario común

    Acuario
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    Saludos. Te vengo a comentar un comentario (?)

    Bien, comenzamos.

    La luz entraba por las triangulares ventanas que formaban una enorme cúpula, la que descansaba firmemente sobre una base cilíndrica
    El término 'base cilíndrica' me ha pensar en un objeto sólido, no un espacio abierto. Pudiste sólo mencionar la cúpula, o un domo; quizás apoyado sobre columnas. Lo de la forma de las ventanas tampoco me convence, soy a veces quisquilloso con esos detalles, pero mi mente a veces lanza error 404 cuando se los trata de imaginar.

    Era el día de apertura del Hall de Concursos
    Inglés y español en la misma frase, no creo. Contest Hall o Salón de Concursos deberían los términos aceptables.

    Me gusta como jugaste con los nombres de los jueces, interesante.

    Veamos, lo de concursos en Kanto es bastante extraño, no es algo que se vea todos los días. La región primigenia nos ha acostumbrado a solo ver batallas de gimnasio, y un elemento como este parece desencajar a veces. Pero igual es bueno que lo hayas agregado, le da más variedad a la historia y podemos observar diferentes tramas al mismo tiempo.

    Ha sido un capítulo bastante agradable de leer. Y lo mejor es que la trama no se centra en un sólo personaje. Me imagino que cada lector a medida que avance la historia tendrá su favorito. Es obvio que Jack tienes sus pro y contras por su forma de ser, aunque hasta ahora a demostrado muchos más contras. Me parece que hace un buen equipo, a pesar de que cada uno de los personajes tienen una motivación diferente. Algo me dice que Karin va a completar ese peculiar cuarteto,

    Bueno, creo que eso es todo por ahora. Saludos~
     
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  17.  
    Feudalia

    Feudalia Iniciado

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    Me está gustando la idea de la academia y como manejas los concursos.

    Me parece gracioso pero estás haciendo que el pokemon en desventaja gane, eso es algo que alguna vez no debería de pasar, de seguir así va a quedar muy como Ash que le ganaba a cualquier cosa con Pikachu.

    A parte de eso no veo nada que no haya sido dicho por otra persona antes.

    Sigo leyendo.
     
    Última edición: 28 Febrero 2018
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  18. Threadmarks: Capítulo 5 - El nadador
     
    Thranduil

    Thranduil Entusiasta

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    Hola mis lectores!!!! Les vengo con un new capítulus, pero antes a comentar los comentarios que me comentaron.

    Dark RS: No describí las otras batallas porque no eran importantes para el capítulo, cuyo propósito era presentar a Lyra, de haberlos relatado hubiesen sido puro relleno, y no me gusta mucho el relleno. Más adelante en el Gran Festival y la Liga, van a haber otras batallas no importantes para la trama, pero necesarias para explicar la complejidad de dichos campeonatos. La limitación con la evolución se me ocurrió en el momento de escribirlo.

    JAlePoeticus: me alegra que te hayan gustado las descripciones

    NeverMore: Intentaré tener más cuidado, de repente se me ocurren descripciones extrañas no sé por qué. No se me había ocurrido lo de Salón de Concursos. Lo de concursos en Kanto viene de versiones antiguas de mi fic, cuando yo era más pequeño, pues ahí mi fic ocurría en el mismo universo del anime, luego lo planteé como un universo original, pero decidí mantener los concursos en Kanto, pues son parte de la historia de Lyra y Karin los necesito para su desarrollo, aunque debo decir que intenté no caer en el cliché de "los niños en batallas y las niñas en concursos" y creo que lo logré, las dos niñas concursan por algo diferente a los pokémon más bellos del mundo mundial. Bueno, la trama en general es alrededor de Jack, Lyra y Elliot irán apareciendo de vez en cuando a medida que sea necesario, pero tendrán desarrollo, pero no tan profundo como el de Jack. En algún momento serán cuarteto.

    Feudalia: Intento hacer todo lo posible por que no se parezca a Ash, pero si no me equivoco, en todo lo que llevo escrito, hay de todo tipo de triunfos.

    Les agradezco profundamente que se den el tiempo de leer mi fic, y más aún si dejan sus apreciaciones, me encanta que haya retroalimentación. Bueno, les dejo el nuevo capítulo :D

    Capítulo 5 - El nadador


    El camino era bastante irregular, muy pocas partes estaban secas o sin pasto, los arbustos llenaban gran parte de la zona, con diferentes formas, enredándose entre ellos. Los milenarios árboles eran tan grandes, espesos y frondoso que la luz era mínima, aún de día la oscuridad gobernaba a través de sombras que se movían con la brisa, aumentando la humedad del lugar. El Bosque Verde era famoso en Kanto por ser un laberinto natural abastecido con una amplia vegetación y por proponer un reto a aquellos entrenadores temerarios que deseaban probar su experiencia y capacidades. Era muy raro que algún novato se adentrase, la mayoría de los pocos que lo habían hecho nunca habían salido de él, por lo que generalmente la gente optaba por rodear el bosque por el camino de la ruta dos, que no presentaba mayor dificultad.

    Jack se encontraba caminando por uno de los tantos senderos que atravesaban el bosque. Naturalmente, estaba perdido como cualquier principiante y sólo caminaba con la vaga esperanza de que apareciera algún tipo de ayuda. Ya llevaba un día desde que se había adentrado en la famosa arboleda y sólo había visto entrenadores cerca de la entrada, la mayoría de ellos eran caza bichos, que no se atrevían a meterse en las profundidades de aquella zona natural que no dudaba en engañar a cualquiera con un paisaje lleno de árboles y arbustos, sin nada más para ver, sin duda, eso Jack ya lo sabía perfectamente.

    Siguió caminando y los únicos pokémon que logró ver fueron caterpie y weedle, el primero era una oruga verde de vientre amarillo, con ventosas en las patas, tenía círculos en su espalda del mismo color, al igual que la cola, poseía una antena roja que al final se dividía en dos y unos enormes ojos con pupila negra. El segundo también era un gusano, sin embargo, su apariencia era distinta, era dueño de un color tierra, su nariz y patas eran rosadas, su cola era blanca, sus ojos diminutos y lucía un peligroso aguijón en su frente. Ambos pokémon eran conocidos en todo Kanto por ser extremadamente comunes y muy débiles, suelen ser la presa de algún otro pokémon, generalmente aves, o capturados por la grandiosidad de sus evoluciones. La mayoría de las criaturas de esta especie que había encontrado hasta el momento sólo estaban comiendo o durmiendo, Jack no quiso combatir con ninguno de ellos, no presentaban mayor reto, aunque le pareció interesante la posibilidad de poder entrenarlos y verlos evolucionar.

    El día comenzó a oscurecer, al menos eso pensó el chico, pues desde que había entrado había visto oscuridad, sólo que ahora se intensificaba. Pero, por esas cosas del destino, logró ver una débil fuente de luz hacia su derecha, el muchacho no sabía qué había ahí, sin embargo, no lo pensó dos veces y caminó hacia ese lugar.

    Efectivamente estaba oscuro, más de lo que pensaba, la Luna irradiaba una luz lo suficientemente fuerte como para iluminar un claro y dejar que todas las formas posibles se vieran en él. Había un estanque tan calmo que el satélite natural se reflejaba perfectamente en aquel espejo de agua. Jack estaba parado sobre la tierra desnuda que acompañaba a la pequeña laguna y miraba con cautela y asombro tal maravilla natural que, a pesar de ser simple y no tener nada fuera de lo normal, encantaba con las sombras creadas por la luz de la Luna, como si en cada figura hubieran sólo dos colores, el negro y el propio.

    —Salgan —dijo con calma para no irrumpir la tranquilidad del momento, aunque permanecía preocupado por no conocer el camino.

    Jack lanzó dos pokéballs, de una salió Bulbasaur, como era de costumbre, con su bulbo más saludable y verde que nunca, de la otra salió una criatura igualmente cuadrúpeda de color púrpura con manchas del mismo color, pero levemente más oscuras, tenía un cuerno en la frente, en varias partes de su espalda salían formaciones similares, sólo que no tan puntiagudas. Poseía pequeñas garras en las patas y ostentaba de unas enormes orejas de interior verde que movía de vez en cuando, además de unos ojos rojos y un diente que salía de su boca, acentuando su apariencia infantil que iba de la mano con su etapa de crecimiento. El chico lo había capturado antes de entrar al bosque, ahora se arrepentía de haberlo hecho, lo había obligado a ir con él por un camino que no conocía, tal vez nunca saldrían de ahí.

    —¿Por qué no toman un poco de agua de ese lago? Parece saludable, después de todo no mucha gente pasa por aquí, así que no debería estar contaminado —supuso el chico.

    Los pokémon se acercaron felizmente, pero dos sombras salieron del agua sin previo aviso y golpearon a las criaturas de Jack, haciendo distancia entre ellos y el estanque.

    La primera sombra tenía un cuerpo redondo y extremidades pequeñas en comparación, sus manos tenían unos guantes blancos, su piel era azul y de su parte superior salían dos cerros pequeños que poseían un brillo en ellos, Jack pensó que podrían ser los ojos. La otra sombra hacía gala de un cuerpo refinado y de movimientos elegantes como los de un felino, dignos de un concurso pokémon, su piel era celeste, tenía cuatro patas, una cola semejante a la de las ilustraciones de las sirenas, sus orejas eran puntiagudas y amarillas, tenía una aleta en la cabeza, una gorguera blanca y picos escamosos a lo largo de su espalda hasta llegar a la cola. El chico no podía ver el frente de aquellos pokémon, pues le estaban dando la espalda a la Luna y la luz no llegaba bien a ellos.

    Poliwhirl, Vaporeon, no hagan nada, sólo querían tomar un poco de agua.

    Una cabeza había salido del agua, Jack no lograba ver mucho, tenía el cabello marrón y oscuro y su rostro estaba cubierto por una sombra.

    —Lamento que hayan atacado a tus pokémon —dijo con una voz calma mientras salía del agua—. Pero se acercaron mucho a mis cosas y mis pokémon son muy protectores —indicó un bulto en el suelo.

    —Descuida —respondió Jack al ver a sus compañeros en una posición firme—. No había visto tus cosas.

    —Así veo —el chico sacó una toalla y comenzó a secarse, tenía un traje de baño azul con rayas blancas a los lados, su piel parecía ser ligeramente más oscura que la de Jack, seguramente tostada por el sol, y su espalda era medianamente más ancha, como la de los nadadores. Se colocó una chaqueta azul marino sin mangas y con capucha y unas zapatillas blancas bastante roñosas. Era más alto que Jack y alrededor de dos años mayor que éste.

    —¿Qué hace un nadador en un bosque? —preguntó Jack entrometidamente, había dudado por un momento si lo era, pero todo indicaba que sí, además tenía que tratar de entrar en confianza, tal vez él sabía cómo salir del bosque.

    —Vengo una vez al mes aquí —explicó—. Vengo por tres días o cuatro, el lugar es relajado y muy pocos han llegado aquí, como sabrás, o tal vez no, la gente que no conoce el bosque y es inteligente no se adentra tanto —eso le cayó pesado a Jack—. Además, le hace bien a mis amigos —indicó a sus compañeros que ya no estaban a la defensiva.

    —¡¿Eso quiere decir que sabes cómo salir de aquí?! —gritó Jack, sus ojos y los de sus pokémon se llenaron de esperanza y felicidad.

    —Sí. Y por lo que veo, tú no. Tienes cara de estar perdido. ¿Quieres que te ayude a salir? —le ofreció amablemente.

    —Sí, por favor —Jack no tuvo otra opción que aceptar la oferta del chico, no era costumbre en él, pero ya era la segunda vez que accedía a lo que un desconocido le ofrecía. Sólo por no parecer descortés y por necesidad—. Te lo agradecería mucho —sus ojos brillaron y el otro chico emitió esa típica risa que la gente hace cuando está hablando con una persona que acaba de conocer.

    —Bien, pero antes sácame de una duda, ¿Cómo supiste que soy un nadador?

    —Bueno, estabas nadando, tus pokémon son de tipo agua, tu piel parece estar un poco tostada como la de alguien que frecuenta nadar al aire libre a plena luz del día y tu espalda es ancha como la de un nadador —para deducir era bueno, pero no para almacenar información en su mente, no obstante había decidido comenzar a fijarse en los detalles de las cosas que no tenían que ver con batallas, le había hecho esa promesa a su amigo.

    —Que buen observador —dijo impresionado—. Es verdad que soy nadador, bueno, solía serlo hace casi cuatro años, dejé la natación para ser entrenador, de pokémon acuáticos, como puedes ver.

    El chico era bastante amable y desde que apareció su cabeza en el agua había mostrado una voz tan pacífica como la quietud del estanque de donde salió. Poseía un semblante que indicaba madurez y determinación en cuanto a tomar decisiones, muy por el contrario de Jack. A pesar de eso, el chico no sabía su nombre.

    —Por cierto, soy Peter Echizen —extendió su mano para saludarlo.

    —Jack Evans —también le dio la mano.

    —Ese apellido no es muy común, pero sí es famoso —Jack entendió de inmediato a dónde quería llegar Peter—. Eres hijo de Robert Evans.

    —Sí, pero no hablo mucho de eso, a la gente le llama la atención que seas hijo de alguien tan famoso —bajó la mirada con timidez—. Ya sabes.

    —Creo que te entiendo un poco, me dediqué a la natación durante prácticamente toda mi vida antes de dejarla. A los cinco años gané una competencia infantil de natación, fui la persona de menos edad en ganar —metió las manos en sus bolsillos— y por eso me hice conocido por un tiempo. Mis padres querían que yo siguiera e hiciera una carrera como nadador profesional, me sentía incómodo por eso, porque no podía elegir —suspiró con tranquilidad—. Por eso creo entenderte, ser el hijo de un entrenador conocido deber ser un poco incómodo, te sientes obligado a ser bueno.

    —Se podría decir que estoy entre los niños más famosos de Paleta —dijo Jack con una sonrisa para amenizar el ambiente, pero no tardó en cambiar su expresión—. ¡¿Dijiste que eres un entrenador pokémon?! —recordó Jack con entusiasmo, tratando de ocultar su verdadero propósito tras la pregunta. Tenía pequeñas dudas sobre su objetivo, pero los enfrentamientos seguían emocionándolo.

    —¿Quieres una batalla? —adivinó— Tendrás que esperar a mañana, está muy oscuro y ya tengo sueño.

    Peter prendió una fogata, a pesar de tener sueño, no pareció apresurado cuando lo hizo. Los dos chicos y los cuatro pokémon se recostaron cerca del acogedor fuego. Jack se quedó dormido mirando las calmadas estrellas que lo observaban desde la lejanía, quizás ya extintas, pero su luz seguía estando ahí.

    El novato entrenador comenzó a sentir el calor del sol en su rostro, abrió los ojos y, mientras se levantaba desperezándose, observó las cenizas de la fogata, luego sus ojos voltearon a sus pokémon tomando agua en el estanque.

    Ahora que era de día, Jack lograba apreciar los colores que lo rodeaban a la perfección, además de ver detalles que antes no había visto, como el vientre blanco de Poliwhirl, el remolino negro que tenía dibujado en él y su apariencia de renacuajo en desarrollo.

    Peter se encontraba sentado cerca de la laguna lavando unas frutas, la luz del sol permitía ver sus ojos marrones, junto a la expresión en su rostro, su semblante era tan tranquilo como su forma de hablar, como si no tuviera ningún apuro o preocupación, muy similar al agua cuando nada la altera.

    —El bello durmiente despertó —dijo a Jack con mucha confianza—. Estoy lavando unas bayas zidra —Peter le mostró una fruta con forma de pera, de color amarillo y con lunares de un tono más oscuro, mientras éste se acercaba—. Las encontré cerca de aquí, le harán bien a los pokémon.

    Después de comer, se prepararon para una batalla a orillas del lago, por un lado estaba Jack, que se encontraba algo nervioso, era la primera vez que enfrentaba a alguien con mayor experiencia que él, le llevaba algunos años de ventaja. Por el otro se encontraba Peter, con su característica tranquilidad.

    —¿Qué te parece si usamos a un pokémon? —propuso el nadador— En la salida del bosque nos encontraremos con varios entrenadores y podríamos encontrarnos con algún pokémon salvaje durante el trayecto.

    Jack sólo había pensado en la batalla y en cómo no hacer el ridículo, pero Peter había ido más allá y había pensado en lo que podría pasar después, se había adelantado a la eventualidad del destino, demostrando experiencia de su parte, lo que provocó inseguridad en el novato.

    —Me parece bien —dijo con entusiasmo para esconder sus inquietudes—. Bulbasaur…

    —Podrías enviar a tu otro pokémon, parece tener menos experiencia, le servirá la batalla —interrumpió Peter—. Haré que Vaporeon no sea tan duro con él, después de todo no hay un Centro Pokémon cerca —nuevamente Peter había pensado en algo que Jack no.

    —Sí, tienes razón —reaccionó con lentitud—. Nidoran, ve tú —el nuevo pokémon del chico avanzó y se puso frente al acuático felino del nadador, colocando una cara inocente, maximizada por el diente que le salía de la boca. Desde el punto de vista de Peter, entrenador y pokémon se veían algo infantiles. El joven muchacho se animó nuevamente.

    Jack esperó que el entrenamiento y las clases en la Academia Pokémon le ayudaran en algo. Antes de separarse, Elliot lo había convencido de ir a las cuatro clases restantes que impartía el establecimiento, para adquirir todo el conocimiento que éste entregaba. Sus amigos habían partido antes que él de la ciudad, por eso ahora viajaba sólo y perdido por el bosque. Peter era una persona con mayor costumbre en entrenamiento pokémon y su deducción no serviría de mucho, ahora, si se daba la ocasión, debía demostrar si las clases de la Academia habían servido de algo.

    —¡Placaje! —ordenó con energía. El roedor se abalanzó contra el felino, pero éste lo evadió sin dificultad.

    Hidropulso —el pokémon acuático lanzó un chorro de agua con forma de aro que chocó con Nidoran, dejándolo todo empapado y algo adolorido por el golpe.

    —¡Doble patada! —Nidoran corrió hacia Vaporeon, una vez cerca de él, giró sobre su pata izquierda, para propinarle un golpe con sus dos patas traseras en el rostro al felino, quien tomó un poco de distancia.

    Niebla.

    El lugar comenzó a oscurecerse debido a una grisácea bruma que se apoderó de gran parte del claro. La luz del Sol penetró débilmente sobre ella, creando sombras irregulares que se movían con el débil andar de la niebla misma. Jack comenzó a asustarse, tal vez tendría que usar más que su ingenio en esta batalla, le resultara o no. El conocimiento adquirido en una clase no siempre lo es todo para ganar.

    Mientras tanto, en una casa blanca en los límites de la capital de Kanto, una mujer de cabellos rojos y anteojos miraba por la ventana de su hogar hacia una poderosa e imponente mansión. Las gotas caían por el vidrio, debido a la fuerte lluvia que azotaba a la gran urbe. En plena oscuridad de la habitación, el teléfono a su costado sonó y ella contestó.

    —¿Está todo listo? —preguntó la mujer y esperó la respuesta— Perfecto. Infíltrate mañana y tráeme lo que te pedí —cortó con indiferencia—. Debo seguir el plan a la perfección —se dijo— y con paciencia conseguiré lograr mi propósito —miró una foto al costado del teléfono, donde un hombre posaba con una pequeña niña pelirroja sentada en sus piernas.


     
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  19.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos.

    Comienzo diciendo que al inicio hicieron falta un par de comas, pero nada que sea realmente importante, ya que se lee bien.

    Fue un capítulo mucho más lento que los demás, da la impresión que no sucedió mucho. Que capturara a un nidoran♂ fue una buena sorpresa, ya quería ver (leer) cuál sería el segundo pokémon de Evas, y es uno que puede ser muy bien explotado en un escrito, con ataques simples de describir y usar en un escrito.

    Lo que no me terminó de calzar, por mas que lo intenté, fue que llamaras "felino" a vaporeon, siempre he visto a eevee y sus evoluciones como vulpinos, que son caninos.

    Y para acabar la crítica, parece que algo importante está por suceder, basándome en esa última escena de escrito.

    No dejes de escribir.
     
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  20.  
    Maze

    Maze Usuario común

    Aries
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    Pluma de
    Escritor
    ¡A huevo, ya llevo tres capítulos...! Qué diga, ¡Yow!

    Como os comentaba, la historia me está gustando. Jack cae bien con facilidad y se ajusta fácil como prota. Also, me gusta que tenga a Bulbasaur como inicial. El principio estuvo muy bien, en especial me gustaron las reacciones de Oak y ese repentino chispazo cómico del principio.

    En cuanto a los personajes: están lo bastante caracterizados para recordarlos con facilidad y son lo bastante ambiguos para mantener el interés hacia ellos. Jack, pero también Karin y Eliott. En especial me ha gustado la relación entre estos dos.
    Gracioso porque es cierto XD.

    Comentaban por ahí que a veces las descripciones se hacen pesadas, y algo de cierto tiene, pero la mayor parte del tiempo se agradecen porque ayudan a forjarse una mejor imagen mental. Y en cuanto a las peleas: las he disfrutado mucho. Cortas pero ingeniosas, como corresponde a pokémon de bajo nivel.

    Y eso es todo. Pido disculpas por el magro comentario, pero no tengo mucho qué decir que no se haya dicho antes. Trataré de ponerme al corriente pronto y seguir comentando.

    See ya.
     
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