DC [Smallville]Kent[UVD]

Me gusto mucho como desarrollaron el personaje de Jonathan en esta serie, aquella ocasión donde se enfrentó al imponente Jor-el por su hijo. Quisé plasmar un poco de ese amor, que sentía por él, estoy seguro que Clark además de reconocerlo como su padre, lo veía como un amigo.



Una lluvia torrencial se vierte en el suelo de Kansas, un pequeño pueblo en su corazón muestra en una de sus orillas una granja, donde un conocido y querido ciudadano vive con su esposa y su hijo. Ella observa a la ventana con amargura y preocupación, alza su mano pegando su palma en el cristal anhelando mientras suspira creando vaho en el vidrio que se opaca, con una mirada transmite el temor de sus ojos a su marido, que decidido como siempre emprende su cruzada en busca de su hijo, extraviado desde esa mañana.

Luego del incidente ocurrido donde había lanzado un escritorio lo suficientemente fuerte para destrozar una pared con él. Martha había acudido lo más rápido que había podido a la primaria dispuesta a rescatarlo de esas palabras hirientes y de las miradas que prejuzgaban al niño que de nada tenía culpa. Pero al llegar allí, descubrió que se había ido, regresó a su casa y esperando que allí se encontrara, pero no era así. Lo llamó por horas sin resultado.

— ¡Clark! — exclama el granjero mientras corre en la lluvia mientras sus ropas se empapan y se llenan de barro— ¡Clark! — repite con cierta desesperación dirigiéndose a los sembradíos.

No tiene otro propósito, otra meta que dar con él sin importar el tiempo que le lleve, él encontrará a su hijo.

Agitado, cegado por la lluvia, magullado por los golpes de las milpas que rebotan en su cuerpo cuyo constante contacto si llega de mellar este, pero no su voluntad, sigue avanzando y entonces lo descubre, un relámpago le permite ver su silueta en lo más alto de su granero allí expectante, cabizbajo.
Un miedo inconsciente y protector lo guía hasta él escalando por las escaleras que conducen hacia el techo, sus manos resbalan en la madera mojada pero se aferra con fuerza encajando hasta sus uñas, el mismo temor lo impulsa a quedarse callado pues teme que esto pueda asustarlo y algo malo pueda ocurrir.


—Clark…— susurra.


El chico se gira y lo mira sorprendido como asustado, sus sentidos amplificados pero poco experimentados funcionan en intervalos demasiado cambiantes, de momento le permite escuchar ese susurro como un estridente grito.


—¿¡Papá?! — exclama.


Él levanta la mano defensivo y apaciguante, se aproxima a él arrastrándose. resistiéndose a desplazarse por la madera húmeda y caer por varios metros hasta el piso húmedo. Se sienta como puede junto a él.


— Hola muchacho, tu mamá está preocupada ¿has estado aquí todo el tiempo?.


Él asiste cabizbajo sin hablar.


—¿Y cómo has llegado hasta aquí? — le cuestiona.


El niño se encoje en hombros sin hablar.


— Se me antoja un buen chocolate caliente como él de tu mamá, ¿qué dices?, hay malvaviscos. — propone sonriendo gentilmente.


Se queda inmóvil.

— No quiero...

Él lo abraza y lo besa en la cabeza y quedan los dos en silencio por un rato, el niño cierra los ojos y se nutre de la calidez de su padre cerrando sus ojos.


— ¿Día malo en la escuela? — pregunta a modo de murmullo.


—¡Soy un fenómeno!— Grita nuevamente alterado— ¡Me lo gritaron tantos niños! ¡No quiero volver jamás a la escuela! — exclama gritando, se gira hacia él con gesto de rabia y tristeza— No quiero…


Jonathan Kent miró a su hijo, tan suyo como cada noche de desvelo por los llantos, cada vez que lo alimento, cuando lo enseño a andar, como cuando lidió con todas esas situaciones que no eran de un niño común, él con su esposa, con paciencia y amor, lo cuidaron como suyo.


— Vaya hijo, así que eso fue lo que ocurrió...— murmuró mientas se quedó meditando unos segundos— ¿sabes? claro que lo eres—Clark lo miró extrañado— pequeño, pero eso es bueno, la gente común no llega a hacer nada, es temerosa, incluso muchas veces me veras temer a mí—su expresion cambio a asombro, los niños creen por mucho que su papá es imbatible, verlo temer era algo extraño de entender— no porque eres distinto, mira temeré que tomes las decisiones correctas, que escojas la chica correcta…


—¿ Chicas? , ellas bueno…tal vez…


—Déjame continuar, personas como tú, son capaces de todo, de pisar firmemente en donde cualquiera tambalearía, tal vez incluso alguna vez te quiera hacer retroceder, pero recuerda siempre mis palabras, que te llamen así, no debe asustarte o dañarte, pues yo creo en ti— lo abraza— y sé que demostrarás a todo el mundo tu grandeza.


El niño sonríe y se acurruca en sus brazos.


—Gracias papá— le dice sonriendo.


Jonathan agita amorosamente su pelo mientras que la lluvia comienza a desaparecer, del cielo y del rostro del niño.



Fin