Historia larga El arma Boek

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Agus estresado, 13 Octubre 2016.

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  1. Threadmarks: Guerra - Parte 1: La llegada de las tropas
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    El arma Boek
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    40
     
    Palabras:
    3793
    Este es el capítulo inicial de la sexta y última parte de la historia. Iba a hacerlo mas largo de lo que terminó siendo, pero como es costumbre mía, me quedé con algunas cosas para el siguiente, que creo que podrían venirle bien. No esperen que pasen un montón de cosas super increibles en estos primeros capítulos. Me estoy guardando todo eso para los del final, estos capítulos serán usados para establecer la historia.

    Espero que sea de su agrado.


    Guerra — Parte 1: La llegada de las tropas

    Una vez que la batalla en contra de los cleexors había terminado, se decidieron a que ya no tenían motivos para quedarse en ese lugar. Los tigrazules iban a regresar al lugar en donde habitaban, pero Tiberio tuvo una idea que podría venirles bien. Todos los esqueletos estaban muertos, lo cual quería decir que podían tomar sus armas y llevárselas con ellos. Los demás soldados pensaron que les sería de mucha utilidad el tenerlas para la batalla en contra de Hkras, aunque la piel de los vofkridianos sea verdaderamente resistente. No todas las armas que se disparaban tenían munición, y las armas eléctricas no hacían demasiado daño, por lo que no se llevaron una gran cantidad de armas. Sabiendo que en la ciudad a la que fueron hace varios días podría tener algunas armas guardadas, los humanos le pidieron a Blurg y a los demás tigrazules que los acompañaran para recolectar todo lo que hubiera. Dado a la gran ayuda que les habían brindado en la batalla, Blurg accedió.

    Todos partieron hacia la ciudad de los huesos, dispuestos a tomar cualquier arma que pudiera ser útil en la pelea contra Hkras. Los soldados veían como su compañero Sixto no se encontraba muy bien, dado a que había perdido a uno de sus amigos hace muy poco. El soldado irlandés conducía su vehículo muy lentamente comparándolo con el resto de sus compañeros. Claramente necesitaría algo de tiempo para superar la muerte de Benjamín.

    — Hey, lamento mucho lo de Benjamín — le dijo Asher mostrándose muy dolido por su compañero.

    — Él era mi amigo — le respondió Sixto algo triste — Y no tenía que morir. Ese esqueleto me apuntó a mí con su arma. Debí haberme movido de lugar en vez de quedarme quieto.

    — No te castigues por eso — respondió Kate acercándose a su compañero — Pasó demasiado rápido. Y fue él quien se interpuso por ti.

    — Estuve a punto de perder la oportunidad de regresar a la Tierra para ver a mi hija — decía Sixto sin dejar de pensar en el sacrificio de su compañero — Él dio su vida, para darme otra oportunidad. No puedo morir aquí. No después de lo que él hizo por mí. Tengo que honrar su sacrificio.

    — Deberías aprovechar estos momentos para tener tu duelo — le dijo Tiberio metiéndose en la conversación — Kendrick llegará mañana, lo cual quiere decir que la lucha en contra de Hkras está cada vez más cerca. No puedes estar pensando en lo que pasó hoy en el momento en el que tengas a Hkras en frente tuyo.

    Sixto asintió con la cabeza sin discutir, ya que sabía que lo que su compañero le decía era verdad. Benjamín dio su vida por él, y si solo pensaba en eso en el campo de batalla, lo más probable sería que él terminara muerto. Asher y Kate sabían que esas palabras también estaban dirigidas para ellos también. El soldado estadounidense recordó lo ocurrido el día después de la muerte de su hermano. Kate también recordaba a sus compañeros caídos con cierta tristeza. Los tres soldados sabían que todos esos pensamientos debían abandonar sus mentes antes de la lucha en contra de los vofkridianos. Una vez que Hkras estuviera derrotado, tendrían todo el tiempo que quisieran para poder recordarlos, llorarlos y honrarlos como se lo merecían.

    Tiana observó a Morani algo pensativo mientras avanzaban todos juntos hacia la ciudad de los huesos. La chica no notaba una mirada de tristeza, sino de preocupación. Eso la asustó un poco a ella también, por lo que decidió hablar con Morani.

    — Morani, ¿estás bien? — le preguntó Tiana tratando de averiguar que era lo que pasaba por su mente.

    — Estoy bien...solo que — respondía el chico de Kenia — Varios de nuestros amigos han muerto. Solamente quedamos nosotros dos, Asher, Kate, Sixto y Tiberio. El resto no lo logró. Y ellos estaban bien preparados para cosas como esta. Me hace pensar que nosotros tampoco lo lograremos.

    — ¿No crees que logremos derrotar a Hkras? — preguntó Tiana muy asombrada por la falta de optimismo de su novio.

    — Tenemos el arma Boek— le respondió Morani — Hkras va a ser derrotado, pero creo que nosotros no lo lograremos. Varios de nuestros amigos no lo consiguieron, ¿qué es lo que nos asegura que a nosotros no nos pasará lo mismo?

    — Nada lo asegura — respondió Tiana muy seriamente tras las palabras de Morani— Nada les aseguraba a todos ellos que iban a sobrevivir. Ni a nosotros. Pero lo conseguimos. Llegamos hasta aquí. Si logramos sobrevivir debe ser por algo. No podemos rendirnos ahora. Sabíamos que algo como esto podía pasar, no podemos dar marcha atrás solamente porque la situación se haya puesto difícil. Nuestros amigos que murieron ya no pueden seguir peleando, pero nosotros sí, y es lo que tenemos que hacer. No podemos dejar que esto nos supere.

    Morani se quedó muy pensativo tras escuchar las palabras que su novia le había dicho. Ella estaba en lo correcto. Ambos habían logrado sobrevivir a muchas cosas. Vofkridianos, esqueletos, máquinas de ejecución, gyots, raocos... Todas esas criaturas los habían atacado y aun así consiguieron salir con vida de cada una de esas batallas. Ahora se aproximaba una batalla aun más grande, y probablemente la más importante de todas. No era el momento para pensamientos negativos, sino todo lo contrario. Morani le sonrió a su novia como agradecimiento por ayudarlo a recuperarse.

    — Gracias, Tiana— le dijo Morani muy dulcemente — Cuando estás al lado mío siento como si nada pudiera derrotarme. De verdad te amo.

    La chica de Polonia se sonrojó con el comentario de su novio. Tal y como él le había dicho, todo iba a marchar bien para ellos si se mantenían unidos, ya que unidos eran más fuertes.

    Pasó un largo rato hasta que lograron llegar a la ciudad de los huesos. Sabiendo que no correrían peligro esta vez, los humanos entraron con los vehículos por la calle principal. Asher y Morani se sentían algo raros al ser los únicos que habían entrado ahí originalmente en sobrevivir. Benjamín, Nikolai y Uriel ya no estaban con ellos como la primera vez. De alguna manera eso los ponía algo pensativos. Muchas cosas habían pasado desde aquel entonces.

    Blurg y el resto de los tigrazules se encargaron de buscar artefactos que permitieran la comunicación entre ellos y los seres humanos, dado a que solamente tenían uno solo que pertenecía al líder de la manada. El líder tigrazul encontró varios de esos artefactos. Le entregó uno a su hijo Tun y otro a su compañero Odrit. Algunos más los distribuyó en el resto de tigrazules de su manada, mientras que otros decidió guardarlos en caso de que los fueran a necesitar.

    Los seis humanos que aun seguían con vida tomaron todas las armas de disparos que se encontraron. Para no tener que llevarlas de manera incómoda, se pusieron a buscar alguna clase de remolque que les permitiera llevarlas a todas juntas. Sabían que tenían cosas así dado a que Asher y Morani lo habían visto el día que llegaron.

    Tiberio vio un edificio en el centro de la ciudad que se veía totalmente diferente a los demás. Pensando que se trataría de la base principal de esos esqueletos, decidió entrar a ver que se podía encontrar ahí. Kate y Asher lo vieron y decidieron acompañarlo. Morani, Tiana y Sixto continuarían buscando un remolque o carretilla, o alguna otra cosa que les permitiera mover todas las armas al mismo tiempo.

    Asher, Kate y Tiberio se metieron en el edificio central de la ciudad de los huesos. En su interior había una gran cantidad de computadoras y equipo científico apagado. Dado a que era tecnología extraterrestre, ninguno de los tres sabía como podrían ponerla en funcionamiento.

    — Es una lástima — dijo Kate al ver todos los ordenadores apagados — Es probable que hubiera información del arma Boek en ellos.

    — Si ellos iban a irse de la ciudad se iban a asegurar de que nadie pudiera acceder a ella — respondió Tiberio — Como hicimos nosotros con nuestra nave.

    — Chicos, miren esto — les dijo Asher a sus dos compañeros viendo algo que le llamó la atención.

    Kate y el rompe huesos se acercaron a él. Este les mostró a ambos un hallazgo algo interesante. Era una hoja de papel un poco extraño, probablemente así por el tipo de árboles del cual fue hecho, y este tenía un texto escrito en un idioma desconocido para ellos. Kate decidió activar su traductor manual y ver que era lo que podía descifrar de aquel papel, que daba la impresión de ser importante si es que estaba escrito en una hoja y no en máquinas.

    — "El día de hoy, la raza Boek ha llegado a su fin para darle paso a la raza Cleexor" — decía Kate leyendo lo que su traje traducía — "El universo entero va a ser testigo de nuestra gran evolución. Solamente existe una manera de demostrar nuestra superioridad, y esa es el superar el mayor logro que obtuvieron los Boek. Dicho logro ha sido el arma Boek, la cual fue un proyecto verdaderamente difícil que llevó años concretar. Sin importar cuanto nos lleve, desde hoy en adelante comienza la creación del arma Cleexor. Cuando esta esté terminada, vamos a convocar a los científicos de varias razas. Primero mostraremos lo que el arma Boek puede hacer y después pondremos en funcionamiento el arma Cleexor. Todos serán testigos de como nuestro gran proyecto como raza evolucionada supera el mayor logro de la raza anterior. Una nueva era en la ciencia ha iniciado el día de hoy, y nos aseguraremos de que ya nunca termine".

    — Así que eso fue lo que les sucedió a los Boek— decía Asher muy asombrado tras escuchar las palabras de Kate al leer el documento — No quedaron extintos. Simplemente evolucionaron. Y querían crear un arma aun más fuerte que el arma Boek.

    — Todo esto debe ser destruido — dijo Tiberio activando su espada listo para destruir las computadoras — No podemos dejar nada en pie. Si una raza inteligente como la de ellos llega y activa estas computadoras, podrían crear un arma imparable. Y si eso pasa, la Tierra no tendrá nada que hacer.

    El rompe huesos tomó su espada y empezó a destrozar todas las máquinas del lugar con ella. Tal y como había dicho, la información que pudiera encontrarse en el interior de estas no debía caer en manos equivocadas, y la mejor manera de que esto no ocurriera, era destruyendo todo el lugar. Asher y Kate ayudaron a su compañero, y en menos de diez minutos, cada ordenador del edificio había quedado totalmente desactivado. Dado a que se trataba del edificio principal, consideraron que no haría falta destruir el resto de máquinas, dado a que estas eran simplemente para realizar trabajos.

    Asher, Kate y Tiberio salieron del edificio y volvieron con sus compañeros, quienes ya habían logrado encontrar un gran remolque, y lo habían cargado con muchas armas. Sin duda sería una gran adición para la batalla que estaba por llegar. Una vez que ya no tenían nada por hacer en la ciudad, todos regresaron hacia el hábitat de Blurg.

    Simón y el resto de los tigrazules se alegraron mucho al verlos regresar. La espada de plata fue acompañado por varios de los miembros de la manada para recibir a quienes habían ido a pelear. Varios tigrazules se alegraron al ver que sus seres queridos regresaron con vida, mientras que otros quedaron destrozados al enterarse de las muertes de sus familiares. Simón miró a sus soldados con alegría, pero notó que ellos no se veían del todo felices. Unos segundos después entendió el motivo.

    — ¿Dónde está Benjamín? — preguntó Simón muy preocupado al no ver al soldado junto al resto del grupo.

    Los soldados no respondieron a esa pregunta. Solamente se limitaron a mostrar una expresión de tristeza en sus rostros. Simón se puso muy mal al enterarse de esto. Con la muerte de Benjamín era otro soldado más que perdían. Lo cual significaba que la FOT tendría una espada menos para la lucha en contra de Hkras. La noche llegó, y sabiendo que regresar a la nave iba a ser muy arriesgado, sobretodo porque no sabían si Hkras la habría encontrado, Blurg les permitió quedarse con ellos hasta que el resto de sus compañeros llegara al planeta.

    Esa fue una experiencia muy distinta para los soldados. Desde que habían llegado al planeta Boek, cada noche habían dormido en su nave, pero ahora les tocaba dormir bajo el cielo del planeta, rodeados por miembros que pertenecían a otra raza. Ninguno de ellos imaginó que algo como eso iría a pasar en el momento en el que se enteraron que debían viajar al planeta.

    Ninguno de los humanos había podido dormir. Simón tenía el arma Boek en sus manos, y no podía esperar para poder mostrarle a Kendrick y a todos los demás el resultado del esfuerzo de todos sus soldados.

    — Pronto caerás, Hkras— pensaba la espada de plata mirando el arma Boek — No le queda mucho tiempo de vida a tu imperio.

    Tiberio estaba parado a pocos metros de la parte que daba entrada al hábitat de los tigrazules. Nunca había pasado una noche en el lugar, y a diferencia de su nave, este no tenía equipo de defensa ni vigilancia. El rompe huesos no quería arriesgarse a ser atacado durante la noche, aun cuando había una gran cantidad de tigrazules en el lugar. En sus pensamientos solo estaba la batalla que iban a librar en contra de Hkras. En su primer encuentro con el emperador estuvo a punto de morir, en su segundo encuentro las cosas fueron diferentes. Si la tercera era la vencida, eso quería decir que Hkras sería eliminado la próxima vez que lo vieran. El soldado se vio interrumpido cuando alguien le habló desde atrás.

    — ¿Montando guardia? — preguntó Odrit, quien ahora podía comunicarse con los humanos gracias a su artefacto.

    — Es que simplemente no me siento seguro aquí — respondió Tiberio sin voltearse — No he llegado muy lejos para que todo se eche a perder en un ataque nocturno.

    — Te entiendo, este tampoco es mi hogar — le respondió el que antes era líder de una manada en otro lugar — Los cleexor me quitaron todo lo que tenía. En mi anterior hábitat me sentía seguro. Aquí me siento algo expuesto.

    — ¿Te vas a quedar aquí con Blurg o te irás por tu cuenta? — le preguntó el rompe huesos.

    — No quedan demasiados de mi manada — le respondió el tigrazul— No somos muchos como para irnos por nuestra cuenta. Pero tampoco me agrada la idea de quedarnos aquí. No pertenecemos a la manada de Blurg. No me siento cómodo aquí.

    — Hay veces en las que yo me siento igual que tú — respondió Tiberio empezando a cansarse.

    — Escucha, por lo que escuché, tú y los tuyos van a tener un enfrentamiento aun más grande que el de hoy — le dijo Odrit poniéndose en el lugar de Tiberio — Deberías descansar. Te vi pelear hoy. Fuiste el soldado que mejor se mostró en la pelea, y ellos van a necesitarte así mañana.

    — De acuerdo — respondió el soldado retirándose para ver si podía encontrar la forma de dormir — Te agradezco esto.

    Sixto estuvo pensando en lo que pasó con mucha más tranquilidad. Estuvo a punto de perder la vida en un segundo. No podía permitir que esa situación se repitiera de nuevo en la lucha contra Hkras. Benjamín no iba a estar ahí para salvarlo dos veces. El soldado irlandés solo deseaba que todo terminara para poder regresar con su hija a la Tierra y vivir su vida en paz con ella y con su esposa.

    — El día de hoy hiciste algo más que salvarme la vida — pensó Sixto reflexionando sobre lo ocurrido — Gracias a ti, una niña aun tiene a su padre con vida. Te prometo que nunca olvidaré lo que hiciste por mí, Benjamín.

    Luego de unos minutos de pensamiento, Sixto se quedó dormido pensando en su familia que estaba esperando por su regreso.

    Tiana y Morani estaban descansando juntos. Tenían ganas de dormir, pero la ansiedad los mantenía despiertos en la noche. El saber que el día de mañana iban a encontrarse con varios soldados de la FOT y que tendrían la oportunidad de eliminar a Hkras los hacía pensar en miles de cosas.

    — No puedes dormir, ¿verdad? — le preguntó Morani a su novia.

    — No — le respondió Tiana — Lo único en lo que puedo pensar es en la guerra contra Hkras. La FOT ha estado preparándose para esto por años, y vamos a ser nosotros quienes nos encarguemos de terminarlo.

    — Es aterrador y emocionante al mismo tiempo — contestó Morani— Es una de esas situaciones en las que deseas que algo suceda con todo tu entusiasmo, pero que a la vez da tanto miedo que te hace desear que no ocurra.

    — Hemos luchado suficiente — le dijo Tiana a su novio — Una vez que nuestra lucha termine deberíamos retirarnos del cuerpo de soldados. Con Hkras muerto es posible que los gobiernos del mundo se encarguen de descontinuar a la FOT. No quiero que sigamos luchando después de esto.

    — Lo comprendo — respondió el chico de Kenia — Vamos a hablar con Kendrick sobre esto. La batalla contra Hkras será la última batalla en la que vamos a participar.

    Ya tomada la decisión sobre su destino una vez que la guerra terminara, ambos chicos se abrazaron y se dieron un beso. Cuando la lucha comience, no tendrían mucho tiempo para disfrutar juntos, lo cual quería decir que tendrían que aprovechar todo el tiempo que pudieran ahora.

    Asher y Kate también estaban juntos disfrutando de su tiempo juntos antes de que la lucha en contra de su enemigo diera inicio. Asher notó a Kate mucho más tranquila ahora. Por la expresión de su rostro, parecía que la chica de Francia se hubiera olvidado completamente de Nikolai y de todo lo que él había hecho. Asher quiso asegurarse de que esto fuera como lo pensaba.

    — ¿Cómo te encuentras ahora? — le preguntó el soldado a su novia teniendo cuidado de no mencionar al chico ruso.

    — Ya lo estoy dejando atrás — le respondió Kate muy contenta de ver que Asher se preocupaba por ella — Cuando regresemos a la Tierra, todo se habrá ido por completo.

    Kate abrazó dulcemente a Asher y se acomodó junto a él para abrazar a su novio con fuerza. Ambos se sonrieron y se dieron un beso.

    — Gracias por cuidar de mi — le dijo Kate mirando a Asher a los ojos.

    Asher no respondió con palabras, por lo que se limitó simplemente a darle un beso a su novia. Ella acarició el rostro de su novio de manera suave, como si quisieran iniciar algo más que solamente un beso. Sin embargo, un gran sonido lejano lo detuvo todo.

    Muy repentinamente, se empezó a escuchar un ruido que parecía ser el de naves de transporte en movimiento. El ruido se hacía más fuerte en cada segundo que pasaba, lo cual terminó despertando y alertando a todos los humanos y tigrazules que se encontraban en el lugar.

    — ¡Miren! — indicó Tun, quien también contaba con un artefacto de comunicación, señalando al cielo.

    Todos en el lugar pusieron su mirada en el cielo nocturno de Boek y lograron observar como unas cinco naves de gran tamaño sobrevolaban el planeta. Los tigrazules se asustaron mucho al verlas, dado a que nunca habían visto nada igual antes. Los humanos también se asustaron en el momento en el que vieron todas esas naves, pero no tenían miedo por estas, sino porque sabían quienes eran los que iban a bordo.

    — Son vofkridianos— dijo Simón muy seriamente tras verlas volando por encima del lugar — Ya están aquí.

    [...]

    Había una gran cantidad de movimiento en la zona que Hkras y el resto de sus hombres habían elegido como estancia en el planeta Boek. El emperador vofkridiano recibió el aviso de que cinco naves con guerreros habían llegado al planeta, por lo que decidió prepararse para recibir a sus hombres que iban a pelear en contra de los humanos.

    Los vofkridianos se alinearon en una fila horizontal, y al frente de esas filas estaba Hkras, quien iba delante de todos. A su izquierda se encontraba Sidirio, el líder de uno de los equipos de exploración, que se había convertido en el tercero al mando de Hkras tras su desempeño en una misión; y a su derecha se encontraba Veygh, el segundo al mando del imperio después de Hkras.

    Todos los demás soldados se encontraban detrás de sus líderes, esperando por la llegada de sus compañeros. Finalmente, estos aparecieron. Cinco de las naves de Hkras rastrearon la ubicación de la nave imperial y la siguieron hasta llegar hacia ellos. Las naves aterrizaron en la zona, y de una de ellas, la que estaba al frente, un vofkridiano que parecía liderar a los demás fue el primero en bajar. Una vez que este tocó el planeta, los otros soldados vofkridianos imitaron sus acciones. El que iba al frente de ellos caminó y se acercó hacia su emperador.

    — Bienvenido, Fertrok— le dijo Hkras saludando a uno de los comandantes — Estoy muy complacido con el resultado de tu misión.

    — Fue un gran honor exterminar a todas las máquinas de ejecución para usted, mi emperador — respondió Fertrok dirigiéndose muy respetuosamente a su líder — He hecho lo que se me ha ordenado. Reuní a los mejores guerreros y los traje a Boek listos para pelear contra lo que sea que se ponga en frente.

    Todos los soldados guardaron silencio, ya que sabían que Hkras iba a decir unas palabras.

    — ¡Quiero decirles que nuestra misión no salió como todos esperábamos! — les gritó Hkras para que todos pudieran escucharlo — ¡Nuestros enemigos han logrado obtener el arma Boek! ¡Pero gracias al esfuerzo de Veygh,están atrapados aquí en este planeta, esperando para que nosotros vayamos a eliminarlos! ¡El día de mañana empezaremos a buscarlos, y una vez que los encontremos, vamos a quitarles el arma Boek, y van a lamentar el día en el que decidieron cruzarse con nosotros! ¡Van a lamentar el haberse cruzado en los caminos del imperio vofkridiano!

    Las palabras del emperador vofkridiano provocaron euforia en todos sus guerreros. Varios de ellos estaban ansiosos por eliminar a los humanos y demostrar que su imperio era invencible, aunque sus enemigos tuvieran un arma mucho más fuerte en su favor.
     
    Última edición: 21 Enero 2017
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  2. Threadmarks: Guerra - Parte 2: Reprogramación
     
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    Ya está listo el siguiente capítulo de la historia y el segundo perteneciente a la parte Guerra. No quiero que el título de esta parte los engañe ni tampoco que los decepcione. En este capítulo aun no dará inicio la guerra en sí, solamente trata de como ambos bandos se preparan para esta. Espero que no se impacienten mucho, porque la guerra de verdad no está demasiado lejos de dar inicio. El tema es que trato de que sea algo épico, y para que pueda ser así, necesito establecer muy bien la situación.

    No voy a decirles en cual capítulo inicia, porque eso le quitará emoción al resto de los capítulos en donde esta no inicie, pero si les digo que no falta mucho. Sin nada más que decir, los dejaré leer en paz.


    Guerra — Parte 2: Reprogramación

    El resto de la noche fue algo aterradora tanto para los humanos como para los tigrazules. El haber visto esas naves volando por encima de ellos era algo verdaderamente impresionante e intimidante. Los tigrazules, sobretodo Blurg y Odrit, llegaron a la conclusión de que una amenaza verdaderamente grande había llegado a su planeta; y no les agradaba para nada. Los humanos sabían que era cuestión de horas hasta que llegara el momento del enfrentamiento final. Con el arma Boek en su poder deberían ser capaces de derrotar a sus enemigos, pero no a pesar de todo tenían sus dudas al respecto. Esas cinco naves verdaderamente eran imponentes, y le habrían causado miedo a cualquiera que las hubiera visto. A pesar de todo esto, los humanos se fueron a dormir, sabiendo que no valía la pena preocuparse por algo que no podían controlar.

    [...]

    En las afueras del planeta, la nave madre de la FOT en compañía de otras tres naves más, se estaba acercando hacia Boek. En tan solo unos minutos todos los reclutados por Kendrick, incluyéndolo a él estarían en el planeta Boek. Varios soldados en el interior de la nave descansaban, mientras que otros se mantenían despiertos. La espada de oro era uno de ellos. El líder de la organización creada para la protección de la Tierra estaba en su oficina principal, preparándose para encontrarse de nuevo con los soldados que había enviado a la misión, así como también a su segundo al mando.

    Otras dos personas que se mantenían despiertas eran Ulrich y Sonia, principalmente Ulrich. El soldado había descansado lo suficiente, y ahora él y su novia se encontraban entrenando en una de las salas de entrenamiento. Sonia fue la que se cansó primero, y decidió parar su entrenamiento. Pero Ulrich no cesaba. El soldado entrenaba rindiendo al máximo en todo lo que hacía. Sonia lo admiraba en silencio para no distraerlo. Le encantaba la forma en la que su novio ejercitaba antes de llegar a la misión. Cuando Ulrich se cansó, ambos fueron a darse una ducha rápida y después a comer algo. Una vez que habían terminado, la voz de Kendrick se escuchó en toda la nave madre y en las otras naves también.

    — Atención a todos los miembros de la FOT — decía la espada de oro a través de un micrófono — No aproximamos al planeta Boek. Quiero que todos estén despiertos y alertas. Repito, quiero que todos estén despiertos y alertas.

    La pareja se fue hacia una de las habitaciones que tenía una ventana para observar el lugar. Había varios soldados reunidos ahí, y todos miraban asombrados el tamaño del planeta al cual iban a entrar.

    — Es enorme — dijo uno de ellos asombrado al verlo — Es mucho más grande que la Tierra.

    — Ya estamos aquí — le dijo Sonia muy contenta a su novio — Tal y como querías.

    Ulrich tardó un poco en responderle a su novia porque estaba mirando muy asombrado al planeta Boek. Era la primera vez en la que estaba en otro planeta que no era la Tierra, y si iban a librar una guerra en contra de Hkras, podría ser la última.

    — Ya quiero verlo de cerca — decía Ulrich muy emocionado por lo que sucedía — Lástima que no podamos quedarnos por mucho tiempo.

    — Oye, no vinimos aquí de vacaciones — le dijo uno de los soldados que estaba en frente al ver la forma en la que Ulrich reaccionó — Vinimos aquí para derrotar a Hkras. No te emociones demasiado.

    — Ya sé para lo que vinimos — contestó Ulrich algo serio — Solo quiero un momento para disfrutarlo y luego me concentraré en la misión.

    Las naves de la FOT se acercaron hacia la atmósfera del planeta y entraron en su interior. Kendrick estaba buscando un lugar en campo abierto en la superficie para que las cuatro naves tuvieran espacio suficiente para aterrizar, y también para que pudieran ver claramente cuando algo o alguien se acerara a ellos. Tras unos minutos largos de búsqueda, lograron encontrar un camino totalmente vacío. Se veía como una gran pradera sin elevaciones en el terreno, y sin nada más que césped por encima. La espada de oro dio la orden a uno de sus soldados y este bajó la nave.

    Una vez que todos habían aterrizado, algunos soldados bajaron para montar guardia. Ulrich y Sonia estaban entre ellos. Kendrick decidió contactar con Simón de inmediato. Sus soldados ya habían resistido por mucho tiempo, y mientras más rápido se reunieran, sería mejor.

    La espada de oro llamó a la nave enviada al planeta Boek al inicio de la misión desde la nave madre, pero se llevó una aterradora sorpresa al ver que no había respuesta de esta. El líder de la FOT empezó a pensar en lo peor. Llegó a la conclusión de que la nave había sido destruida y que Hkras les habría robado el arma. Sabiendo que debía tomarlo con calma, hizo una segunda llamada. El resultado fue el mismo, no hubo respuesta desde la nave. Kendrick empezó a pensar que todo el esfuerzo que hicieron había sido para nada, y que habían perdido todo. Si la nave fue destruida y Hkras escapó con el arma, podría estar en camino a la Tierra, mientras que todas las naves con varios reclutas estaban a tres días de distancia. Muy alarmado decidió ponerse en contacto con Simón usando el comunicador de su traje. Sintió un gran alivio cuando escuchó una respuesta.

    — Te escucho — le dijo Simón respondiendo a la llamada de Kendrick, dejando muy tranquilo a su líder.

    — Me llevé un enorme susto — dijo la espada de oro ahora más calmado al saber que todo estaba bien — No obtenía respuestas de la nave y pensé que Hkras los había encontrado.

    — Ya tendré tiempo para explicártelo todo — le respondió la espada de plata — Pero ahora lo mejor será que nos reunamos. Danos las coordenadas de tu ubicación.

    Kendrick le envió los datos a Simón. La espada de plata los recibió, y le informó a su superior que ya mismo iban a ponerse en camino. Se encontraban algo lejos del lugar en donde las naves habían aterrizado, y necesitarían unas dos horas para llegar hasta allá. Una vez que sabía que estaban en camino, la espada de oro salió de la nave para esperar junto al resto de soldados.

    — Simón y los demás ya están en camino — les dijo Kendrick a todos sus soldados — En unas dos horas estarán aquí. Manténganse alerta mientras tanto.

    Los soldados asintieron con la cabeza aceptando la orden del líder de la FOT, quien también se puso en alerta para darle el ejemplo a todos sus soldados. Ulrich y Sonia estaban ansiosos de reencontrarse con sus compañeros, y se preguntaban si ellos los recordarían desde el día en el que hicieron las pruebas.

    [...]

    En el hábitat de los tigrazules, Simón y sus seis soldados se prepararon para marchar hacia la ubicación de las naves de la FOT, entregarles el arma Boek a sus compañeros y reunirse con Kendrick tras la misión. Antes de partir, quisieron asegurarse de despedirse de Blurg y el resto de los tigrazules. Les debían mucho a todos ellos. Gracias a su colaboración, consiguieron encontrar una ubicación que los llevó al paradero real del arma, sin mencionar que les permitió conocer más a los esqueletos que habían atacado. Los humanos estaban algo tristes por despedirse de los tigrazules, ya que eran una raza muy gentil.

    — Supongo que esto es una despedida — dijo Asher en un tono sincero hablando con Blurg— Muchas gracias por toda la ayuda que nos brindaron.

    — Cuídate — le dijo Tiberio a su nuevo amigo, Odrit.

    — Tú también — le respondió el líder de la otra manada al rompe huesos.

    — Espero que tengan la mejor de las suertes en esta batalla — les dijo Blurg mostrando su aprecio por los humanos — Ya tienen el arma más fuerte del universo con ustedes. Ahora úsenla y derroten a los vofkridianos.

    — Lo haremos — respondió Kate muy contenta de escuchar esas palabras — No olvidaremos todo lo que hicieron por nosotros. Le hablaremos a todos nuestros amigos de ustedes.

    — Hasta pronto — respondió Simón saludando a los tigrazules.

    La espada de plata y todos los soldados arrancaron sus vehículos y empezaron a seguir las coordenadas que Kendrick les había enviado para encontrarlos. Odrit, Blurg, y más tigrazules miraron como estos se marchaban lentamente hasta que desaparecieron de su vista. El huésped de Blurg vio la mirada de su amigo y notó que él había tomado una decisión que involucraría algo muy importante.

    — Debemos reunir a los líderes de las manadas cercanas — le dijo Blurg a Odrit muy seriamente — No me gustó mucho la apariencia de esas naves. Tenemos que participar en esa batalla, y eliminar a esos invasores.

    — Sabía que ibas a decir algo así — le contestó Odrit muy seriamente a su amigo — Y en caso de que no lo hicieras, yo iba a sugerirte que debíamos hacer algo. Esas naves sí que me asustaron un poco. Los cleexor están eliminados, y no quiero que esa raza extraña los reemplace.

    — La razón por la que no les dije sobre nuestra ayuda es porque no sé si podremos convencer a los otros líderes de unirse a la batalla — agregó Blurg muy pensativo respecto a ese tema.

    — Si vieron las naves, no habrá falta convencerlos — le respondió Odrit — Pero tienes razón. Era mejor no decirles nada hasta no estar seguros.

    — Pongámonos en marcha — le dijo Blurg quien también iba a llamar a varios de su manada para que se preparen para salir a dar el aviso.

    [...]

    En el lugar en donde vivían los vofkridianos, el emperador de su raza estaba reunido en compañía de sus hombres más importantes. Entre ellos estaban Veygh, Sidirio y Fertrok. Ellos cuatro estaban debatiendo acerca de un tema importante. Había varios guerreros reunidos con ellos, pero estos no participaban del debate, únicamente escoltaban a sus superiores.

    El emperador vofkridiano parecía mostrarse muy serio con todos los que se estaban charlando con él, principalmente con Fertrok, quien venía de conquistar el planeta Tech 001 y eliminar a las máquinas de ejecución de ese lugar.

    — Sabes que a mi me gusta ser más directo en las batallas — le decía Hkras muy serio a uno de sus comandantes — Las armas que se disparan están hechas para los cobardes.

    — Creo que de verdad valió la pena el haberlas traído— le respondió Fertrok muy seriamente — Ellos cuentan con el arma Boek, por lo que no veo por qué nosotros no podíamos traer las nuestras.

    — Debiste haberle pedido permiso al emperador antes de hacer eso — le dijo Sidirio con aires de superioridad, algo que pareció molestar al comandante.

    — Yo he sido comandante desde antes de que tú tomaras tu primera espada — le contestó Fertrok muy furioso ante ese comentario — Solamente obedezco al emperador Hkras, y no me interesa que hayas hecho, no quiero que me hables como si fueras mejor que yo.

    — Fertrok, contrólate — le respondió su emperador — Él tiene razón, debiste haber preguntado. E incluso aunque no la tuviera, él aportó mucho más que los demás y es mi tercero al mando. Lo cual quiere decir que está por encima de ti.

    Sidirio no quiso hacer ningún comentario para no desviar la conversación, por lo que simplemente le mostró una sonrisa presumida a su compañero. Fertrok estaba muy molesto con todo. Logró conquistar todo un planeta lleno de enemigos del imperio, y tomó la precaución de traer armas confiscadas por el imperio al enfrentamiento sin que nadie se lo pidiera. Aunque no lo parecía, Hkras valoraba las acciones de su comandante, y creyó que a pesar de no haber preguntado previamente, hizo lo correcto.

    — Yo no voy a usar ningún arma de fuego — dijo muy seriamente el emperador vofkridiano ante todos los que lo obedecían — Quienes quieran usarlas serán libres de hacerlo. Mientras eliminen a estos estorbos, no me interesa. El objetivo es claro: obtener el arma Boek sea como sea.

    — Así lo haremos, señor — le respondió Veygh haciéndole saber que todo se realizaría como el quería — Deberíamos pasar a un tema más importante. Recibimos la noticia de que unas cuatro naves de origen desconocido han llegado hasta este planeta.

    Hkras escuchó las noticias que su segundo al mando le contó y rápidamente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

    — Deben ser sus refuerzos — contestó Hkras pensando en que era lo que podría hacer.

    El emperador vofkridiano estuvo tratando de pensar en que era lo que debían hacer. Sin embargo, la respuesta a esa interrogante no tardó mucho en llegar, y le comunicó sus planes a sus soldados presentes.

    — Si estuvieran dispuestos a escapar no habrían traído cuatro naves — reflexionó el emperador vofkridiano— Quiero que pongan a varios equipos de exploración a buscarlas, y apenas las encuentren, quiero que me informen de su posición inmediatamente. Una vez que sepamos bien en donde se encuentran, planearemos el ataque.

    Fertrok, Sidirio y los otros soldados que estaban en la reunión fueron a comunicarles la orden que había sido dada por su emperador al resto de los compañeros, mientras que Veygh se quedó con Hkras en caso de que su emperador decidiera darle alguna misión. El tercero al mando y uno de los mejores comandantes de Hkras formaron varios equipos de exploración listos para ir a buscar a los humanos. Fertrok vio a Sidirio un poco enojado de que alguien más joven que él tuviera un rango mayor, sobretodo porque él había logrado conquistar el planeta de Cybershark para su emperador, y no había recibido más que una simple felicitación. El comandante sabía que no podía iniciar una batalla en contra de Sidirio, dado a que desafiar a un superior ameritaba un gran castigo en el imperio, pero decidió que lo que podía hacer era demostrar que era mejor que él en la batalla, y eso era exactamente lo que tenía decidido a probar.

    Hkras tenía mucha confianza para la batalla. Mientras que los enemigos trajeron solo cuatro naves, el tenía cinco, lo cual le daba ventaja numérica ante los enemigos. Su única preocupación verdadera era el arma Boek, dado a que si era verdad que dicho artefacto era mucho más fuerte que cualquier otro tipo de tecnología que ellos tuvieran, las cosas podrían marchar mal para ellos. Sin embargo, estaba seguro de que los humanos no sabían bien como utilizar el arma Boek, lo cual le podría jugar a su favor en la batalla. El emperador tenía decidido que quería tener el arma más fuerte del universo para él mismo, para asegurarse si de verdad era lo que se decía o simple exageración. Y la manera de comprobarlo sería usándola en contra de quienes la obtuvieron por primera vez.

    El emperador vofkridiano empezó a planificar cientos de estrategias distintas para ya estar preparado cuando sus equipos de exploración regresaran con la información solicitada.

    [...]

    En los exteriores de las naves, los soldados aguardaban impacientes por la llegada de sus compañeros. Ya habían pasado dos horas y diez minutos, lo cual quería decir que no debían estar muy lejos de llegar. Kendrick sabía que Boek estaba habitado por criaturas poco inteligentes, y pensó que sus hombres se podrían haber encontrado con algunas de ellas, pero eso no lo preocupaba. Si lograron sobrevivir un largo tiempo en el planeta, no iban a caer justo el día de hoy. Aunque más allá de todo, decidió tomar una medida de precaución. En caso de que pasaran diez minutos mas sin recibir noticias de Simón o de los demás soldados, iba a enviar grupos en su búsqueda.

    Pero afortunadamente eso no fue necesario. Uno de los soldados hizo una señal de que unos vehículos se estaban aproximando a su posición desde lo lejos. Se veía algo borroso a la distancia, pero a medida que se acercaron, lograron notar que se trataba de vehículos de la FOT, y que estaban siendo pilotados por humanos. Los soldados se alegraron mucho de ver que sus compañeros estaban regresando sanos y a salvos, y más que nada, con el arma Boek con ellos.

    Simón y el resto de los soldados bajaron de sus vehículos al llegar y fueron a saludar a Kendrick, quien estaba muy aliviado de verlos.

    — Lo lograron — dijo la espada de oro muy orgulloso de su equipo.

    — Tal y como lo dijimos que lo haríamos — respondió Simón entregándole el arma Boek a su líder — Esta es el arma Boek.

    Kendrick y varios soldados que se reunieron a su alrededor observaron atentamente el arma Boek, notando que se trataba de un cañón de gran tamaño y de color dorado, con una imagen de una esfera grabada en él. Ninguno de ellos supo que se trataba del planeta Boek, porque no le habían puesto suficiente atención al momento de entrar en su atmósfera. Kendrick decidió que lo mejor que podría hacer sería darle el arma a los ingenieros de la FOT, para que estos estudiaran su funcionamiento. La espada de oro se dirigió a una de las naves para poner a trabajar a sus soldados.

    Ulrich y Sonia decidieron aprovechar el momento para saludar a sus compañeros que habían pasado la prueba y ver si estos se acordaban de ellos.

    — Hola — dijo Sonia acercándose tímidamente a los seis miembros del equipo — ¿Se acuerdan de nosotros?

    Los seis soldados estaban verdaderamente confundidos por el saludo tan extraño que la chica les había dado, ya que no tenían idea de que era lo que significaba. Ninguno de ellos recordaba haberla visto antes, ni a ella ni al chico que estaba al lado suyo. Ulrich decidió presentarse.

    — Veo que no — dijo el chico — Mi nombre es Ulrich, y ella es Sonia. Nosotros hicimos las pruebas con ustedes. Pero no logramos alcanzar el ochenta por ciento necesario para venir hasta aquí.

    — Estuvimos cerca, pero no lo conseguimos — respondió Sonia — Teníamos ganas de conocerlos, ya que ustedes si pudieron.

    — Espera un momento — dijo Ulrich fijándose en Sixto y en Tiberio, quienes no entendían de lo que ellos hablaban — Ellos dos no estuvieron en las pruebas.

    Sonia miró a los dos soldados que su novio había visto y se dio cuenta de que él estaba en lo correcto. La chica recordaba los rostros de Asher, Kate, Tiana y Morani; pero no tenía idea de quienes eran los otros dos.

    — ¿Quiénes son ellos? — preguntó Sonia muy confundida.

    — Mi nombre es Sixto — dijo el chico de Irlanda presentándose ante los dos chicos — Yo fui enviado a Boek mucho después que ellos, en compañía de otros tres soldados caídos.

    — Y él es... — quería decir Ulrich mirando a Tiberio, que se mostraba algo serio.

    — Él es el rompe huesos — dijo Morani ante la sorpresiva mirada de sus compañeros de misión, de los recién llegados, y del propio Tiberio.

    — ¿Por qué lo llaman así? — preguntó Sonia muy confundida de que lo llamaran con un apodo y no con un nombre.

    — Porque le quebró los huesos a un traidor — respondió Tiana para seguirle la corriente a Morani— A dos traidores, en realidad.

    Ulrich, Sonia, y varios soldados que estaban escuchando la conversación estaban muy asombrados con el rompe huesos. Nunca habían oído hablar de él, y daba la impresión de ser un soldado muy fuerte. Tiberio sabía que sus compañeros querían hacer que Ulrich y Sonia se sintieran como ellos se sintieron la primera vez que lo conocieron. El soldado se acercó a los recién llegados para saludar.

    — Mi nombre es Tiberio — dijo el soldado muy amable pero serio a la vez.

    Todos los soldados que lo habían conocido estaban muy asombrados con él que no se atrevían a presentarse. Tiberio sonrió y decidió dejarlo así. Kendrick regresó junto a los soldados que envió a Boek en un principio y notó que algo raro pasaba, dado a que los números no encajaban.

    — ¿Dónde están Nikolai y Benjamín? — preguntó la espada de oro algo sorprendido de no verlos con los demás — La última vez que hablamos, ellos estaban vivos.

    Simón y el resto de los soldados guardaron un silencio durante un tiempo antes de responder. La espada de plata fue quien dijo la verdad.

    — Benjamín murió en una pelea en contra de una raza llamada "cleexor" — respondió Simón ante la pregunta de Kendrick— Nikolai, por su parte, intentó traicionarnos entregándole el arma a Cybershark. Tuvimos que matarlo para detenerlo.

    Las palabras de la espada de plata tomaron por sorpresa a Kendrick y a varios de los soldados también. A pesar de no conocer a esos soldados de los que estaban hablando, sus muertes indicaron que la misión de resistir con el arma Boek mientras ellos se dirigían al planeta se había puesto difícil.

    — Es verdad, Cybershark también está en este planeta por el arma — dijo Kendrick algo preocupado al recordar a otro enemigo de la FOT — Una preocupación más a parte de Hkras.

    — En realidad, no lo es — dijo Morani hablándole con respeto a su líder — Todos juntos luchamos en contra de Cybershark y lo destruimos. Él y los cleexor ya no son un problema.

    Las palabras que Morani había dicho dejaron más tranquilo a la espada de oro, mientras que sembraron una gran cantidad de dudas en los soldados que no sabían quienes eran Cybershark, o los cleexor.

    — Y otra cosa más — dijo Asher señalando un remolque que se era transportado por Tiberio — Hemos robado algo de tecnología de los cleexor, y la hemos traído para la batalla.

    Kendrick y varios soldados más se acercaron a ese remolque y observaron las armas extrañas que pertenecían a esa raza conocida como cleexor. Los soldados recién llegados estaban muy impresionados con las armas "extraterrestres" que sus compañeros habían reunidos. Kendrick, por su parte, tuvo una idea de algo que podrían hacer.

    — Díganme, ¿conocen la ubicación de la guarida de Cybershark? — les preguntó Kendrick a los soldados — Podríamos ver si tiene algo ahí, de la misma forma en que lo tenían los cleexor.

    — Estoy seguro de que quedó grabada en los mapas de los vehículos cuando Nikolai fue hacia allá — dijo Simón estando seguro de que la ubicación estaba en esos mapas.

    — Entonces esto es lo que haremos — respondió Kendrick — Voy a llevarme a algunos ingenieros y a los soldados esa ubicación, y veremos que podemos tomar. Simón, quiero que te quedes aquí y supervises todo mientras no estoy.

    — Yo también me quedo — respondió Sixto, quien quería comprobar si su esposa había sido enviada a la misión, como lo había pensado anteriormente — Te haré compañía.

    — Nosotros iremos — dijo Ulrich a su líder.

    — Que tres soldados más vengan también — ordenó Kendrick— El resto guarde las armas de los cleexors.

    Unos minutos después de que se organizaron correctamente, Kendrick fue junto a Tiberio, Asher, Kate, Morani, Tiana, Ulrich, Sonia, tres soldados más y dos ingenieros hacia la ubicación de la guarida de Cybershark. A ninguno de los otros soldados se les ocurrió ir a comprobar si existía algo valioso ahí dentro. Tiberio iba al frente acompañado de la espada de oro. Detrás de ellos iban los ingenieros y los tres soldados. Mientras que las parejas iban por detrás. Ulrich y Sonia tenían curiosidad por averiguar más de sus compañeros.

    — ¿Algunos de ustedes son novios? — preguntó Sonia queriendo descubrirlo.

    — Morani y yo estamos juntos — le respondió Tiana de forma muy amable.

    — Y Asher y yo somos novios — agregó Kate.

    Ahora que ya sabían el tipo de relación que existía entre sus compañeros, Ulrich quería saber algo más sobre ellos.

    — Ustedes sí lo lograron — dijo Ulrich mirando a los chicos — Pero eran ocho el día que salieron, lo cual quiere decir que los otros cuatro no sobrevivieron. ¿Qué fue lo que les pasó?...Si es que puedo preguntar.

    — Creo que sería mejor decirles — dijo Kate algo pensativa mirando a Asher y a Morani, sabiendo que habían sufrido con las muertes de sus compañeros — Después de todo, es bueno que sepan a que nos hemos enfrentado.

    Los cuatro chicos del grupo original de soldados decidieron darles la explicación a sus compañeros, ya que sería bueno que supieran que la misión no fue sencilla, y que no deberían tomar esto a la ligera.

    — El primero de ellos en morir fue Evandro— respondió Morani recordando a su amigo — Cybershark lo mató en una pelea. Desde ese día hasta el de su muerte, no he dejado de recordarlo.

    — La siguiente fue Naomi — dijo Tiana recordando a su compañera de exploración— Ella murió mientras nos enfrentábamos a Hkras y a Cybershark al mismo tiempo. Fue un accidente ocasionado por una discusión.

    — Mi hermano, Uriel, murió hace poco tiempo — contestó Asher recordando con tristeza a su hermano menor — Mientras buscamos el arma, Hkras nos separó...él quedó solo y no logré llegar hasta él a tiempo. Quiero que pague por lo que hizo.

    — Y el último fue Nikolai— respondió Kate que ya había conseguido superar lo que pasó con él — Como ya dijo Simón antes, él nos traicionó. Logramos detenerlo entre todos, y recuperar el arma que tenía pensado entregarle a Cybershark.

    Ulrich y Sonia guardaron silencio por un minuto. Estaban impresionados, y en cierta forma, aliviados de no haber sido enviados en la misión en un principio, ya que si compañeros que obtuvieron más calificación que ellos no lo habían logrado, era probable que ellos tampoco hubieran tenido probabilidades. Kendrick no les había dicho nada acerca de las muertes de estos, ni tampoco sobre Sixto o Tiberio. La espada de oro solo les reveló que los soldados que pasaron la prueba habían ido al planeta Boek a buscar un arma. Los cuatro soldados estaban algo interesados en conocer los puntajes que sus dos nuevos compañeros habían obtenido, así que les preguntaron. Ulrich sacó un 78%, y Sonia un 74%, quedando por debajo de la nota requerida para ir a la misión.

    Tras un rato ni tan largo ni tan corto, parte del equipo llegó hasta la guarida de Cybershark. Sabiendo que no había ningún peligro de ser atacados por la máquina de ejecución, todos entraron con los vehículos incluidos. Al meterse en el fondo, vieron a unos treinta y cinco robots armados de pie frente a ellos. La máquina de ensamblaje había seguido trabajando en el armado de las máquinas, aun cuando el líder de esta raza había muerto. Les pareció raro que estas se quedaran inmóviles y no los atacaran. Los ingenieros se aproximaron a ellas para estudiarlas, y no tardaron en llegar a una conclusión.

    — No están activadas — dijo uno de ellos estudiado a una de las máquinas de ejecución— Por eso no atacan. No fueron programadas para servirle a Cybershark aun.

    — ¿Hay manera de que puedan programarlas para que peleen para nosotros? — preguntó Kendrick a uno de ellos — Incluso aunque sean solo unas pocas, no podemos desaprovecharlo.

    — Podemos intentar — dijo el otro ingeniero dirigiéndose a la máquina grande que aparentemente era usada para ponerlas en funcionamiento — Pero podría llevarnos tiempo.

    Los dos ingenieros se pusieron a analizar el código de funcionamiento de los robots que habían sido creados por su enemigo. Lo que extrañó a los soldados fue el hecho de que Cybershark se hubiera presentado solo a pelear en contra de ellos cuando lo hizo, pero probablemente se debería a que todos esos robots no se encontraban listos para la pelea. Tiberio les explicó a Kendrick y a los demás que las máquinas no resisten demasiados golpes en el mismo lugar, pero a pesar de todo, podrían servirles para la lucha contra los vofkridianos.

    Los dos ingenieros no tuvieron muchos problemas para descubrir el funcionamiento de las máquinas grandes, ni tampoco en como aprender a programar a los robots. En tan solo una hora y media, o tal vez un poco más, ambos ingenieros ya sabían que era lo que debían hacer.

    — Su código de obediencia está basado en un sistema de reconocimiento de voz — dijo uno de ellos hablando en palabras que los demás pudieran entender — Parece simple, pero de esa manera, Cybershark se aseguró de que los robots no obedecieran a nadie más que él, puesto a que nadie podía imitar su voz.

    — ¿Podemos hacerlos pelear para nosotros? — preguntó Asher que esperaba que la respuesta fuera sí.

    — Es posible, pero hay un problema — contestó el otro ingeniero.

    — ¿Cuál es? — preguntó Ulrich algo curioso.

    — El sistema de reconocimiento de voz tiene un funcionamiento simple, pero una estructura muy compleja — dijo el mismo ingeniero — Una vez que son activados y programados para obedecer a una voz en específico, no hay manera de que obedezcan a alguien más. Eso quiere decir que solo obedecerán a uno de nosotros.

    — ¿Hay alguna manera de cambiarlo y programarlos para que nos obedezcan a todos? — preguntó Tiana que veía esa característica como un problema.

    — Es imposible decírtelo— dijo el otro ingeniero — Tal vez haya una forma de ajustarlo, pero podría tomarnos meses en hacerlo, y eso no nos garantiza que se pueda.

    — No hay tiempo para eso — respondió Kendrick muy determinado en su decisión — Habrá que programarlos para que obedezcan a uno de nosotros.

    — ¿Quién será? — preguntó el otro ingeniero que se adelantó y empezó a prepararlo todo para ahorrar tiempo.

    — Ya sabemos quien — respondió Morani directamente — Tiberio es el mejor soldado que tenemos. Si van a obedecer a alguien, es mejor que sea él.

    — Entonces nos pondremos a trabajar — dijo el otro ingeniero dirigiéndose hacia donde se encontraba su compañero — Cuando terminemos de reprogramarlos, vamos a necesitar que grabes tu voz para que todos te reconozcan, Tiberio.

    — Está bien — respondió el rompe huesos muy seriamente sabiendo que debía encargarse de liderar a los robots — Sé que puedo ocuparme de esto. Avísenme cuando terminen.

    Los dos ingenieros empezaron a hacer los cambios en la programación de los robots, para que estos siguieran las órdenes de Tiberio, en lugar de seguir a Cybershark; el cual había sido el propósito para el cual habían sido construidos. Kendrick estaba complacido al saber que sumarían a treinta y cinco máquinas de ejecución a su ejército, y aunque no era un número muy grande, toda ayuda era muy útil y no estaba de más.

    Mientras pasaba el tiempo, Asher, Kate, Morani y Tiana continuaron la charla con sus compañeros que no habían calificado originalmente para acudir al planeta Boek en compañía de ellos. Kendrick y Tiberio esperaban en silencio a que los ingenieros terminaran el trabajo. La espada de oro y el rompe huesos tenían un objetivo en común desde hacía tiempo: ambos querían muerto a Hkras por lo que les hizo en el pasado. Y ahora que contarían con ayuda de un pequeño número de máquinas de ejecución, además de tener el arma Boek, los dos soldados veían las cosas bajo una luz más positiva.

    Al cabo de un rato, los ingenieros de la FOT habían conseguido reprogramar a los robots de Cybershark para que siguieran al mejor soldado de la FOT. Los ingenieros pidieron silencio a todos los presentes por medio de señas, dado a que la primera voz que estos debían escuchar y reconocer debía ser la de Tiberio, o de lo contrario, deberían volver a reprogramarlos, y eso les quitaría mucho tiempo. Todos guardaron silencio mientras que el rompe huesos se acercó hacia las máquinas de ejecución. Se puso en medio de los treinta y cinco para que su voz se escuchara fuerte y claro por todos ellos, dado a que no sabía si podría intentar varias veces que estas lo obedecieran.

    — Activando el reconocimiento de voz del sistema — dijo Tiberio fuertemente para que los robots de Cybershark lograran escuchar su voz a la perfección.

    Una vez que escucharon estas palabras, los robots encendieron unas luces rojas que parpadeaban en la zona en donde debían estar los ojos. Para asegurarse de que las máquinas los estuvieran obedeciendo, Tiberio decidió darles una orden.

    — ¡Prepárense para pelear! — gritó Tiberio fuertemente.

    Los treinta y cinco robots sacaron sus espadas de sus compartimientos y se pararon de forma en que pudieran pelear en contra de los humanos, pensando que se trataba de sus enemigos. Tiberio vio que estos obedecían sus órdenes, pero para estar seguro lo intentó una vez más.

    — Guarden las armas y salgan de la guarida uno por uno — fue la siguiente orden del rompe huesos.

    Los robots guardaron sus espadas nuevamente en los compartimientos que tenían y empezaron a salir de la cueva de la misma manera en que el soldado lo ordenó. Los ingenieros se sentían muy bien de haber podido contribuir de esa manera con la FOT y con el resto de sus compañeros. Sabiendo que ya no tenían nada que hacer en esa guarida, Kendrick y los demás soldados decidieron regresar a la nave.
     
    Última edición: 24 Enero 2017
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    Bueno, dado a que mis vacaciones se acercan a su fin, este será el último capítulo que publique por un tiempo. No sé cuanto voy a tardarme en escribir el siguiente, pero no quiero apresurarme. Me quedan solo cinco días de vacaciones, y no voy a alcanzar a publicar todos los capítulos que quedan en tan poco tiempo. Así que me daré una pausa para poder planificar bien los últimos capítulos, los cuales planeo que sean geniales por ser el final.

    Sin nada más que decir, les dejaré leer el capítulo tranquilos.


    Guerra — Parte 3: Estrategias

    Mientras que Kendrick y los demás soldados se habían ido hacia la guarida de Cybershark para ver que era lo que se podían traer de ese lugar, Simón se quedó con el resto de soldados para vigilar y encargarse de dirigirlos en caso de que hubiera algún problema. Algunos de los soldados que estaban ahí ya conocían a la espada de plata, mientras que otros no, por lo que aprovecharon su oportunidad para conversar con el segundo al mando de la FOT. Simón estaba pensando en algo que quería hablar con Kendrick cuando él y el resto de soldados regresaran.

    Sixto, por su parte, entró al interior de cada una de las naves para ver si su esposa había sido enviada en esta misión. El chico de Irlanda se mostró preocupado por eso, ya que él no quería que eso pasara, ya que eso significaría que su hija se habría quedado sola en la Tierra, y si algo llegaba a pasarles en este planeta, se iba a quedar sola definitivamente. O aun peor, era probable que fuera asesinada por algunos de los hombres de Hkras.

    Sixto se llevó un gran alivio cuando vio que su esposa no estaba presente. Tal y como él quería, ella se había quedado atrás. El soldado de Irlanda ahora solamente pensaba en el momento de la pelea. Les quedaba muy poco para poder eliminar a Hkras, y una vez que todo eso ocurriera, nada le impediría regresar a casa.

    Los ingenieros de la FOT trabajaban incansablemente intentando descifrar el funcionamiento del arma Boek. Sabían que tenían una parte importante en la misión. Si no lograban cumplir con su trabajo, iban a terminar siendo derrotados, y el gran esfuerzo de sus compañeros para hallar el arma y derrotar a Hkras habría sido en vano.

    — ¿Qué crees que haga? — preguntaba uno de los ingenieros analizando el cañón.

    — Dicen que es el arma más fuerte del universo — respondió otro de ellos — De seguro que explota y arrasa con todo lo que toca en kilómetros.

    — ¿Creen que sea segura? — preguntaba otro ingeniero más — A mí me da un extraño presentimiento.

    — No se ve segura para nada — respondió el que habló en segundo lugar — Pero tal vez eso sea lo mejor.

    — Me gustaría analizar sus componentes — respondió el primero de los que habló — El cañón de oro está muy bien ensamblado y no lo puedo desarmar para ver lo que hay dentro. Podríamos crear una igual.

    El trabajo de los ingenieros continuaba y mientras mas analizaban el artefacto, más confundidos se encontraban.

    [...]

    No muy lejos del lugar en donde habían aterrizado las naves humanas, había tres vofkridianos y unos cinco vehículos, lo que había dado a entender que otros dos estaban ausentes en ese momento. Fertrok era uno de los tres que se había quedado. Su grupo de exploración logró divisar las naves de los humanos a la distancia, por lo que el comandante envió a dos de sus mejores hombres para que se acerquen y trataran de estimar cuantos enemigos podrían enfrentarse, pero no le importaba demasiado, ya que sabía que podrían derrotarlos sin ninguna clase de problemas.

    Tras un largo rato, los dos vofkridianos regresaron con su grupo. Fertrok estaba impaciente por recibir respuestas.

    — ¿Qué fue lo que pudieron averiguar? — preguntó el comandante que servía a Hkras.

    — Son unas cuatro naves en total — respondió uno de los vofkridianos— Hay varios soldados custodiando el lugar, por lo que no hemos podido acercarnos más. Una de las naves es de gran tamaño, y debe ser la principal. Las otras tres son de un tamaño parecido a las nuestras.

    — Eso quiere decir que tal vez no tengamos una gran ventaja numérica — dijo Fertrok analizando la situación — Será mejor que regresemos con Hkras y le informemos de esto.

    Los cinco vofkridianos dieron vuelta sus vehículos y emprendieron el regreso al lugar que habían elegido para pasar su estancia en el planeta Boek. Fertrok estaba verdaderamente satisfecho con este trabajo. Ahora tenía la oportunidad para demostrarle a Hkras que podía ser un miembro muy útil en el ejército del imperio vofkridiano, incluso aun más que Sidirio. Lo que más quería ahora era regresar y comunicarle todo esto a su emperador. Sabía que después de informarle acerca de la ubicación de los enemigos, tendría que tener un aumento de rango.

    [...]

    Kendrick, Tiberio, Asher, Kate, Morani, Tiana, Ulrich, Sonia, los otros tres soldados, los ingenieros, y las treinta y cinco máquinas de ejecución ya estaban a punto de llegar a la nave. Ulrich y Sonia estaban muy asombrados al ver a los robots de Cybershark, ya que nunca vieron nada igual antes. Aunque sabían que se trataba de un enemigo verdaderamente poderoso, sobretodo porque fue capaz de asesinar por su cuenta a tres grandes soldados, ambos tenían ganas de haberlo visto pelear en persona.

    Al avanzar más, los chicos consiguieron divisar las naves a la distancia. Simón, Sixto quien ahora estaba afuera, y el resto de los soldados vieron como sus compañeros se acercaban hacia ellos acompañados por varios de los robots de Cybershark a su lado.

    — Increíble — pensaba la espada de plata al ver correr a los robots.

    Finalmente, todos consiguieron regresar. Sixto y el resto de los soldados que estaban fuera se llevaron una gran sorpresa al ver que las máquinas de ejecución los acompañaban.

    — ¿Qué fue lo que hicieron? — preguntaba Sixto muy asombrado al ver como las máquinas de Cybershark ahora estaban con ellos.

    — Gracias a los ingenieros de la FOT, los robots de Cybershark ahora pelean para nosotros — respondió Kendrick muy contento de tener una pequeña adición.

    — En realidad, pelean para Tiberio — dijo Kate en un tono algo gracioso.

    Los compañeros de la chica se rieron un poco, dejando algo confundidos a los demás soldados, que no sabían de que estaban hablando, ni porque un comentario tan simple había causado gracia. Kendrick se encargó de explicar a los demás soldados la situación. Todos se quedaron asombrados con la capacidad de los ingenieros que habían logrado reprogramar a las máquinas para que lucharan junto a ellos. Los dos ingenieros se disponían a entrar a una de las naves y ponerse a trabajar junto con el resto de sus compañeros para ver si podían ayudar en algo en la investigación del arma Boek, pero en ese momento, uno de los ingenieros había salido de la nave para hablar justamente de ese tema.

    — ¿Qué ocurre? — preguntó Kendrick algo intrigado por ver al ingeniero salir de la nave.

    — Lo hemos descubierto — respondió el ingeniero algo nervioso — Ya sabemos como funciona el arma Boek.

    Las palabras del ingeniero dejaron asombrados y helados a todos los que las escucharon. Si eso era verdad, la victoria ya estaba asegurada. La batalla en contra de Hkras iba a terminar en una victoria para la FOT y para la Tierra. Sin embargo, antes de emocionarse demasiado, Kendrick pidió entrar en la nave para ver que era lo que habían descubierto. Estaba claro que ninguno de los soldados quería perderse la explicación de como funcionaba el arma Boek, sobretodo los que habían ido al planeta para buscarla desde el principio. Tiberio ordenó a las máquinas de ejecución de Cybershark que montaran guardia y dieran aviso en caso de algún ataque, o de ver algo sospechoso.

    Todos los que estaban afuera entraron en la nave madre de la FOT, dado a que Kendrick les pidió que dieran la explicación ahí, dado a que esa nave era mas grande y todos entraban sin problema. Los ingenieros y soldados obedecieron sus órdenes, y en menos de diez minutos, todos los soldados rodeaban a los ingenieros que habían trabajado en el arma.

    — El arma se activa de esta forma — dijo uno de los ingenieros girando el dibujo del planeta que estaba grabado en el arma.

    Al girar la imagen del planeta y darle una vuelta de trescientos sesenta grados, o sea un giro completo, esa parte del arma se desprendió y se dejó ver que se trataba de un disco circular y había un agujero en la parte que fue removida.

    — En el interior de este agujero hay un botón que la enciende — dijo el ingeniero, presionando el botón.

    De la nada, un pequeño ruido de piezas moviéndose se empezó a escucha, y en un segundo, un compartimiento oculto se abrió y un disparador con gatillo salió de él. En el otro extremo del arma, se levantó una mira circular que permitía apuntar con el arma.

    — ¿Se dispara de manera segura? — preguntó Tiana algo nerviosa al ver un arma extraterrestre de gran tamaño.

    — El arma no puede dispararse — respondió otro de los ingenieros.

    — ¿Por qué no? — preguntó Morani algo sorprendido.

    — No tiene energía — dijo el otro ingeniero explicando por qué no podría usarse — En este costado hay un pequeño orificio de carga, y una barra que marca 2% — dijo moviendo el arma para que todos pudieran verla.

    — ¿Cómo vamos a hacer para cargarla? — preguntó Asher algo frustrado por el problema.

    — Hemos descubierto que conectando un cable de corriente en el arma, esta empieza a cargarse lentamente — dijo uno de los ingenieros — La hemos conectado en la primer nave, pero sería mejor conectarla con la nave madre de la FOT, dado a que tiene más energía que liberar.

    — Entonces será mejor conectarla de inmediato — respondió Kendrick tomando el arma para conectarla en la nave — Cuanto antes mejor.

    La espada de oro tomó el arma extraterrestre y colocó un cable de corriente en el orificio de carga. Tratándose de un artefacto que había sido creado por otra raza, no se sabía cuanto tiempo podría pasar hasta que todo estuviera listo.

    — Será mejor que retomemos nuestras actividades de vigilancia — dijo la espada de oro — Apenas esté cargada, atacaremos a Hkras.

    — Espere, hay algo más — dijo el ingeniero llamando la atención de todos los presentes.

    Los soldados se encontraban verdaderamente confundidos por esto que había sido dicho por el ingeniero, dado a que se suponía que tendría que haberlo dicho antes si fuera importante.

    — ¿Qué es? — preguntó Sonia algo intrigada.

    — Es el disco — respondió el ingeniero entregándoselo al líder de la FOT — Tiene una palabra rara en el reverso. No sabemos que significa.

    Tiana miró el disco más de cerca y activó su traductor para ver que era lo que decía la palabra escrita en ese lugar. En menos de un minuto tuvo una respuesta, una que le causó algo de confusión.

    — No lo entiendo — dijo la chica de Polonia sin entender nada — Aquí dice "Dyurt".

    — ¿Dyurt? — preguntó Ulrich verdaderamente confundido — ¿Qué significa?

    — Tal vez este planeta no se llame Boek, como nosotros pensamos — respondió Asher sacando una conclusión rápida — Tal vez ese sea su nombre real. Después de todo, está grabado por detrás del disco con la imagen del planeta.

    — Tiene sentido — dijo Kate pensando que la teoría de su novio podía ser cierta.

    — Sea lo que sea, será mejor no olvidarlo — respondió Tiberio algo serio — Podría ser alguna clase de contraseña para que el arma se dispare.

    — Es cierto — contestó Simón que ahora se dirigía a todos los soldados — Que nadie olvide la palabra "Dyurt". Tal vez ni Kendrick, ni yo podamos disparar el arma, y si depende de alguno de ustedes, será mejor que todos lo sepan.

    — Deberíamos entrenar — sugirió Tiberio a todos sus compañeros — La pelea va a ser mañana, y será mejor que nos preparemos bien.

    — Estoy de acuerdo — respondió Kendrick — Que cada uno de ustedes se dirija a una de las naves y se ponga a entrenar en equipo.

    — Nosotros también deberíamos ir — le dijo Simón a Kendrick— Pero antes quisiera tener una charla contigo y con Tiberio en privado.

    El rompe huesos se mostró algo confundido al escuchar esas palabras. Sus compañeros tenían ganas de quedarse y ver de qué se trataba la charla que iban a tener, pero Simón había dicho que solo sería entre ellos tres, por lo que decidieron ir a entrenar. Asher, Kate, Tiana, Morani, Sixto, Ulrich, y Sonia fueron con un gran número de soldados hacia una de las naves para entrenar. La pelea más importante de sus vidas iba a tener lugar el día de mañana, y tendrían que estar preparados. No podían cometer ninguna equivocación. Ya vieron lo que Hkras era capaz de hacer, y lo mejor sería no confiarse demasiado, ni siquiera con el arma Boek de su lado.

    A los dos soldados "nuevos" les caían bien todos sus compañeros. A pesar de que solo había pasado menos de un día, todos parecían llevarse muy bien. Tal vez era porque los respetaban por haber sobrevivido en un planeta tan lejano a la Tierra.

    Tiberio, quien quería ir a entrenar, se encontraba fuera de la oficina principal de Kendrick. Las espadas de oro y de plata mantendrían una conversación solos antes de hablar con él. El rompe huesos sabía que se trataría de algo importante, ya que de lo contrario, no habrían hecho que los demás se retiraran. Pero creyó que, sin importar que cosa fuera, nada podría ser más importante que enfrentarse a su más grande enemigo. Finalmente, Simón abrió la puerta de la oficina.

    — Entra, tenemos que hablar — le dijo Simón muy seriamente.

    Tiberio entró y decidió escuchar atentamente que era lo que los dos líderes de la FOT le iban a decir. Los dos tomaron asiento, dando a entender que la conversación podría ser larga, por lo que Tiberio decidió sentarse también.

    — ¿Qué es lo que tienen que decir? — preguntó Tiberio algo pensativo.

    — Le he dicho a Kendrick que yo tenía pensado retirarme de la FOT una vez que termine la misión — contestó Simón — Esta sería la última misión, no solo como espada de plata, sino como miembro de la FOT. Y le dije que tu serías muy bueno como la próxima espada de plata. Eres nuestro mejor soldado, y todos tus compañeros te admiran y te respetan.

    — ¿Y qué es lo que tu piensas? — le preguntó Tiberio a la espada de oro.

    — Me gusta la idea de Simón, pero no estoy del todo de acuerdo — le contestó Kendrick muy seriamente — Así que hemos cambiado las cosas. Simón se retirará, y yo me convertiré en la espada de plata. Lo cual quiere decir que tú serás la espada de oro.

    Estas palabras golpearon muy repentinamente a Tiberio, que no estaba esperando recibir una noticia así antes de la pelea en contra de Hkras. Sabía que Simón lo quería como la espada de plata, dado a que ya hablaron de eso más de una vez en el pasado, pero no imaginó que se podría convertir en la espada de oro y pasar a estar a cargo de la FOT.

    — ¿Por qué la espada de oro? — preguntó Tiberio sin entenderlo muy bien — No tengo experiencia en liderar a demasiada gente. Y no creo que los robots de Cybershark cuenten demasiado. No creo estar preparado para esto.

    — Es justo por eso — le contestó Kendrick — Sabes que vas a terminar siendo la espada de oro en algún momento. Si eres la espada de plata, cuando llegue el momento de ser la espada de oro, no tendrás experiencia para esto. Es por eso que yo me quedaré para ser la espada de plata. Te ayudaré y de instruiré, de esa forma, cuando yo y Simón estemos retirados, sabremos que la FOT se encuentra en buenas manos.

    — Agradezco mucho esto— dijo Tiberio muy feliz de ver como su rendimiento tenía recompensa — Pero yo ya les dije que solo aceptaría un cargo mayor después de asesinar a Hkras.

    — Lo entendemos — respondió Simón — Y será mejor que las cosas se queden como están por ahora. Si hacemos un cambio en el medio de esto, justo un día antes de la pelea, los demás soldados que no te conozcan podrían no tomarlo muy bien. Además, sería algo cobarde de mi parte si me retiro de mi cargo antes de la lucha contra Hkras — eso último fue dicho en un tono de broma.

    Tiberio aceptó la propuesta que Kendrick y Simón le habían ofrecido, y estaba dispuesto a convertirse en uno de los líderes de la FOT. Pero primero, tenía una pequeña cuenta que saldar en contra de Hkras. Los tres decidieron unirse a los demás soldados en el entrenamiento para estar listos para el día de mañana. Para no causar revuelo en los otros soldados, decidieron mantener esta discusión lejos de los oídos de los demás.

    Los ingenieros y los médicos eran los únicos que no estaban entrenando. Dos ingenieros vigilaban como marchaba la carga del arma Boek, mientras que los demás preparaban las herramientas para reparar o restaurar alguna parte defectuosa de la nave en caso de que la pelea llegara hasta ellos. Los médicos preparaban las salas médicas para que estuvieran listas para atender a los soldados en estas. Iba a ser una guerra, y en toda guerra, hay heridos.

    El resto de los miembros de la FOT que se encontraban en el planeta estaba entrenando ahora mismo. Asher, Kate, Tiana, Morani, Sixto y Tiberio, a pesar de ser quienes habían estado en Boek por mas tiempo, eran quienes más intensidad mostraban en este entrenamiento. Sabían a lo que se enfrentaban, y eso en vez de hacer que lo tomaran con calma, los ponía algo más nerviosos. Si bien, Ulrich y Sonia no lucharon en Boek en contra de los vofkridianos, el encuentro que tuvieron con ellos en la Tierra era motivación suficiente para que se entrenaran. Ninguno de ellos quería morir. Era un sentimiento que compartían con todos los demás, pero ellos eran quienes más deseaban sobrevivir. Después de llegar tan lejos, no querían que esta guerra fuera su final. A pesar de que algunos lucharon con más intensidad que otros, no hubo nadie que no quedara cansado tras el entrenamiento que tuvieron, el cual no terminó hasta no llegar la noche. Kendrick dividió a todos los soldados en cinco grupos, para que uno de ellos lograra custodiar la nave mientras los otros cuatro dormían. De esa manera, lograba mantener a todos sus soldados en igualdad de condiciones.

    [...]

    Hkras se encontraba reunido con Veygh, Sidirio y Fertrok. El resto de sus soldados se había ido a descansar listos para la batalla. Ahora que el emperador ya tenía la ubicación del enemigo, solo quedaba organizarlo todo perfectamente para luchar y derrotarlos. Mientras que algunos de sus soldados estuvieron explorando para encontrar a los humanos, el emperador pensó estrategias durante todo el día, y eligió la que mejor le pareció.

    — Vamos a tenderles una trampa — dijo el emperador vofkridiano a sus mejores soldados.

    — ¿Cómo? — preguntó Veygh queriendo saber como iba a ser el procedimiento — No hay montañas en esa zona según Fertrok. No hay forma de pasar inadvertidos, y no se puede generar un derrumbe.

    — Nuestros vehículos son más rápidos que los suyos — respondió Hkras muy confiado — Un grupo de diez vofkridianos se acercará a ellos, pero no como hoy. La idea es que los vean venir. Una vez que se aseguren de que los vieron, van a dar la vuelta y decir "Tenemos que informar a Hkras". Ellos pensarán que si logran detenerlos, evitarán que nos enteremos de su ubicación, por lo que se lanzarán a perseguirlos. Como sus vehículos son lentos, no podrán alcanzarlos. Los vofkridianos los llevarán hacia un bosque cercano, donde un gran grupo permanecerá escondido y después atacarán por sorpresa. Perderán a la mayoría de sus soldados antes de que empiece la pelea. Mientras tanto, otro grupo se dirigirá hacia las naves a robar el arma Boek. No creo que se lleven el arma solo para perseguir a diez de los nuestros.

    — Es un buen plan — respondió Sidirio— ¿Quiénes estarán en esos grupos?

    — Veygh y yo estaremos en el grupo que atacará la nave, así obtendré el arma Boek por mi cuenta — respondió Hkras— Tú y Fertrok estarán en el primer grupo. Asesinen a tantos como puedan.

    Veygh y Sidirio comprendieron la idea de su emperador y se retiraron a descansar para poner su plan en marcha mañana a la primera hora del día. Fertrok, por su parte, se quedó con Hkras para hablar con él sobre algo más. El emperador vofkridiano se sorprendió de ver que este no se había retirado.

    — ¿Tienes algo más que discutir? — le preguntó Hkras a uno de los comandantes de su ejército.

    — ¿No va a darme un rango superior? — le preguntó Fertok muy frustrado de no recibir nada después de su servicio al imperio — Conquisté Tech 001 y le di la ubicación de nuestros enemigos. Eso es más de lo que Sidirio hizo alguna vez.

    — Veo que no te conformas con ser el mejor comandante del ejército — le dijo Hkras algo molesto de tener que hablar de ese tema — Hagamos esto... asesina a más enemigos que Sidirio y yo lo quitaré de su lugar y te pondré a ti.

    Fertrok estaba muy complacido con esa respuesta. Él era un comandante desde hacía mucho tiempo, mientras que Sidirio no tenía demasiada experiencia peleando en el ejército y liderando a una gran cantidad de soldados, lo cual quería decir que superarlo en el enfrentamiento iba a ser una tarea demasiado fácil. Fertrok hizo una reverencia ante su emperador y se retiró a dormir muy tranquilo. Mañana la guerra terminaría apenas terminara, y no solo eso, sino que también iba a recibir un aumento en su rango.

    Hkras quedó solo una vez que todos sus soldados estaban durmiendo. El emperador estaba seguro de que con su gran estrategia la batalla no duraría mucho. Gran parte del ejército enemigo sería llevada a una trampa y eliminada en un instante, lo cual quería decir que al momento de pelear, las cosas serían muy fáciles. Para recordar su victoria, lo que iba a hacer sería llevarse el arma Boek hasta el planeta en el cual vivían los humanos y les mostraría las consecuencias de haberse enfrentado a él.

    [...]

    La noche pasó muy rápido para los humanos. Apenas el sol salió, todos se levantaron y se aseguraron de comer bien para no perder las fuerzas en el medio de la batalla en contra de los enemigos. Kendrick fue a ver el arma y se mostró un poco preocupado cuando veía que esta aun no había llegado hasta el 100%, lo cual quería decir que aun no estaba lista para usarse.

    Para asegurarse de que no se iba a correr ningún riesgo, puso a varios de sus soldados a defender las naves en el caso de un ataque enemigo. No iban a partir hacia la pelea hasta que el arma no estuviera lista para usarse, por lo cual debía tomar precauciones. Algunos soldados custodiarían desde afuera, estando el mismo Kendrick con ellos, mientras que la mayoría se quedaría en las naves. En caso de un ataque sorpresa, las naves deberían ser retiradas hacia otro lugar para proteger el arma Boek y usarla cuando Hkras estuviera a la vista. Sixto fue elegido para ser uno de los soldados que se quedaría vigilando el exterior junto con Kendrick y varios otros más.

    Al chico de Irlanda no le agradaba mucho la idea. Sabía que tendría que pelear, pero si los enemigos los superaban, su deber sería quedarse y luchar hasta la muerte en contra de los enemigos. Sixto deseaba con todo su ser que el arma terminara de cargarse rápido y así poder llevarla e ir a pelear todos juntos, donde las probabilidades de ganar serían superiores.

    Lamentablemente, un grito de uno de los soldados le hizo pensar que las cosas no saldrían como él quería.

    — ¡Se están acercando! — gritó un soldado observando como el movimiento se aproximaba hacia ellos.

    — ¡Prepárense porque la pelea está por empezar! — gritó Kendrick sacando su espada de oro — ¡Y que la nave se retire en el momento en el que yo de la señal!
     
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    Agus estresado

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    Bien, saludos una vez más. He logrado encontrar tiempo libre con mis clases para poder escribir este capítulo. Este capítulo va a ser el último capítulo sin acción en lo que queda de la parte Guerra. Los próximos tres capítulos, además de cerrar la historia, van a tener la acción que a esta parte le ha estado faltando. La parte Resistencia tuvo acción en casi todos sus capítulos pero eso era porque los capítulos anteriores a ese fueron los encargados de presentar los conflictos que había en cada capítulo; pero esta parte necesitó de algunos capítulos para poder hacerlo bien.

    Aun así, espero que disfruten de este capítulo. Acerca del otro, no tengo idea de cuando podría publicarlo. Ustedes ya saben que en esta historia, cuando un capítulo está terminado está publicado.

    Sin más que decir, les dejaré el capítulo.

    Guerra — Parte 4: Nuestros enemigos

    Kendrick, Sixto, y el resto de los soldados estaban listos para tomar sus armas y dar inicio a la guerra entre ellos y los vofkridianos. Aunque, las cosas no resultaron de esa forma. Sixto observó bien a los que se estaban acercando y notó que no se trataba de Hkras ni de sus guerreros. El soldado de Irlanda notó que se trataba de los tigrazules. Kendrick y los demás compañeros los habían visto, y creyendo que se trataría de una raza hostil, mantuvieron sus posiciones de batalla. Para evitar un malentendido y un futuro desastre, Sixto decidió hablar.

    — ¡Alto! — gritó el soldado de Irlanda — ¡No es lo que creen! ¡Ellos no son nuestros enemigos!

    La espada de oro y el resto de los soldados se sorprendieron al escuchar como uno de ellos intentaba proteger a unas criaturas que posiblemente estuvieran allí para atacarlos. Sixto caminó hacia adelante poniéndose al frente de los soldados. Los tigrazules llegaron hasta su posición, estando Blurg y Odrit entre ellos. Kendrick estaba listo para desenfundar la espada de oro y dar inicio a la batalla. Sixto comenzó a acercarse hasta Blurg haciéndoles señales a los demás de que no se trataba de enemigos, sino de aliados.

    — Blurg, me alegra volver a verte — dijo Sixto comenzando una charla con el líder de una de las manadas de los tigrazules.

    — Los que no se ven muy alegres son tus compañeros — respondió Blurg dejando a todos totalmente sorprendidos.

    Nadie ahí podía creer lo que estaban viendo. Unas criaturas con un gran parecido a los tigres que habitaban en la Tierra, excepto que estos tenían la piel de color azul, hablaban, y podían caminar erguidos. Sixto llamó a Simón y al resto de sus compañeros. Creía que lo mejor sería que fuera la espada de plata quien se encargara de presentarlos de manera oficial. Ulrich, Sonia, y el resto de soldados de las naves sintieron una sensación de asombro mezclada con miedo cuando vieron a los tigrazules por primera vez. Claro que la espada de plata, Asher, Kate, Tiana, Morani y Tiberio no sentían el mismo miedo.

    — Kendrick, su nombre es Blurg— le dijo Simón presentando a ambos líderes — A su especie la conocemos como Tigrazules— ahora prosiguió a presentarlos de manera opuesta — Blurg, Odrit, él es Kendrick. El líder de nuestra organización.

    — Es un placer — respondió Blurg muy encantado de poder conocer a más humanos — Veo que son una gran cantidad de aliados. Estoy seguro de que vamos a poder derrotar a su enemigo.

    — Me gustaría decir que estoy encantado, pero en realidad, estoy sorprendido — respondió Kendrick observando a Blurg atentamente — El parecido que guardan con los tigres de la Tierra es increíble. ¿Cómo fue que se conocieron?

    — Ellos nos han brindado mucha ayuda en una batalla en contra de una raza llamada "cleexor" — respondió Odrit, quien estaba al lado de Blurg — Así que ahora nos toca a nosotros devolverles el favor. Todos nosotros vamos a luchar juntos en contra de los vofkridianos.

    Varios soldados se emocionaron al escuchar estas palabras provenientes de una raza que para ellos era desconocida. Sus números se habían ampliado y ahora tenían a muchos guerreros más para la guerra en contra de Hkras. Había varios tigrazules acompañando a Blurg y a Odrit, entre ellos, los líderes de otras manadas. Kendrick tuvo una duda al respecto de sus nuevos aliados.

    — ¿Por qué no nos dijiste nada sobre que iban a pelear junto a nosotros? — preguntó Kendrick a Simón sin poder entender la razón para esconderle un secreto así.

    — Porque no lo sabíamos — le respondió Simón algo serio — No nos dijeron nada sobre una alianza en la pelea.

    — Eso se debe a que no sabía si los demás líderes de las manadas querrían colaborar en la batalla — contestó Blurg muy seriamente — Yo no puedo hablar por todos.

    — Hemos escuchado que el enemigo al que se enfrentan es muy peligroso — dijo uno de los líderes dando un paso al frente — Con los hostiles muertos, no quiero a nadie más poniendo en peligro nuestro planeta. Entre todos lo vamos a derrotar. Mi nombre es Jurdo.

    — Yo soy Ibev— contestó otro de los líderes presentándose.

    — Y yo soy Lodba— contestó el otro.

    — ¡Esto es excelente! — exclamó Ulrich verdaderamente emocionado — Con la ayuda de los tigrazules y las máquinas de ejecución y tomando en cuenta que tenemos el arma Boek no podemos perder. La victoria es nuestra.

    — Yo no cantaría victoria tan rápido — le contestó Tiberio pensando que Ulrich lo tomaba todo a la ligera — La mayoría de ustedes no ha visto en primera persona lo que Hkras y los suyos son capaces de hacer. Son fuertes. Nosotros los hemos visto, y créannos, si derrotarlo fuera tan simple, alguien más ya lo habría hecho.

    Kendrick, Asher, Kate, Morani, Tiana y Sixto, quienes ya se habían encontrado con Hkras en el pasado estaban de acuerdo con las palabras que su compañero decía. Hkras no iba a ser fácil de derrotar. Aunque Simón nunca lo vio en persona, sabía que las cosas iban a terminar complicándose también. Ulrich se empezó a sentir con miedo. Si el mejor soldado de la FOT estaba preocupado, ¿qué podría quedarle a él y a los demás? Sonia se acercó a él y le tomó la mano para hacerle saber que ambos estarían juntos en la guerra en todo momento.

    La espada de oro empezó a explicarles la estrategia que iban a utilizar a los tigrazules. El arma Boekaún estaba recibiendo energía, y hasta que no estuviera cargada y lista para utilizarse, nadie iba a luchar en contra de Hkras. Mientras esperaban, todos empezaban a prepararse para el momento en que la batalla iniciara. Asher tomó las armas que habían obtenido de los cleexor hace unos días y empezó a repartirlas entre los soldados. Aunque, como era de esperarse, no habían suficientes para todos. El soldado estadounidense les explicó a cada uno que tuviera un arma cómo funcionaban estas, y les aconsejó que apuntaran hacia la cabeza en todo momento, para que los disparos fueran aún más efectivos, dado a que la piel de los vofkridianos era verdaderamente resistente.

    [...]

    En la zona en donde se hospedaban los vofkridianos, Hkras y los suyos estaban preparándose para la guerra. Los soldados que iban a tenderles la trampa a los humanos estaban preparando sus vehículos y revisando que estos no tuvieran falla alguna. Aquellos que iban a emboscarlos en el bosque preparaban las armas que iban a disparar en el momento en el que pasaran por ahí. La idea era encerrarlos y asesinarlos directamente, sin darles nada de tiempo a que prepararan sus armas. Aunque no era una prioridad, Hkras quería que se destruyera la mayor cantidad de vehículos posible, para evitar que estos pudieran ser reutilizados por los humanos. El emperador vofkridiano, su segundo y tercero al mando, y su mejor comandante estaban preparando a los guerreros para la guerra.

    — Esto no va a ser una guerra — les dijo Hkras muy impaciente de que su plan diera inicio — Esto va a ser un exterminio. Hoy es el día en el que los rebeldes caen derrotados. El día en el que obtenemos el arma más fuerte del universo, y el día en el que nuestro imperio pasa a la inmortalidad.

    — Y el día en el que yo recibo mi aumento de rango — pensó Fertrok en silencio mientras imaginaba el momento en el que Hkras lo nombraría como su tercero al mando.

    — Sin prisioneros — ordenó Veygh a Sidirio y Fertrok— Ya han tenido una oportunidad para rendirse y salvar a su especie. Ellos eligieron desaprovecharla. Sufrirán el mismo destino de los Eikrat y las máquinas de ejecución.

    Sidirio y Fertrok se mentalizaban para la lucha. Ambos iban a estar en el equipo que iba a exterminar a los rebeldes en el bosque. Mientras que Sidirio estaba muy relajado y se mostraba casi sin interés por la misión que le correspondía, Fertrok ya no podía esperar a que llegara el momento de la emboscada. Siendo un comandante con más experiencia, y habiendo ganado la batalla en Tech 001, confiaba en que derrotar a sus enemigos sería una tarea fácil y de que iba a conseguir el puesto que merecía.

    Hkras y Veygh por su parte pensaban en el arma Boek. Ellos iban a partir junto al grupo que atacaría la nave de los humanos, lo cual quería decir que sería su oportunidad para conseguirla, y lo que les gustaría mucho sería probarla, justamente en contra de sus enemigos. Hkras había tomado la decisión de que una vez terminada la guerra, su próximo objetivo iba a ser el planeta de origen de los humanos. Un ataque a ese planeta para terminar de una vez por todas con una raza que ya había causado varios problemas a su imperio.

    Los cuatro vofkridianos estuvieron en silencio junto a sus pensamientos hasta que los soldados les informaron que ya todo estaba listo para pasar al ataque. Los vehículos y las armas estaban en perfecto estado, lo cual quería decir que era el momento de iniciar con su plan. Antes de partir hacia la batalla, Hkras le dijo unas palabras a los guerreros de su imperio.

    — ¡El día de hoy será un día que pasará a la historia para el imperio vofkridiano! —gritó Hkras alentando a todos los que luchaban para él — ¡Lo vamos a recordar por siempre como el día del "Gran Exterminio de Boek"! ¡Todas sus hazañas van a quedar escritas en la historia de DriunMorgh, así que maten a todos los enemigos que puedan cuando estén en el campo de batalla!

    — ¡Sí! — todos los vofkridianos guerreros levantaron las armas y empezaron a corear el nombre de su emperador — ¡Hkras! ¡Hkras! ¡Hkras! ¡Hkras!

    El líder de todos los vofkridianos se quedó contemplando muy complacido la forma en la que sus soldados lo aclamaban. Verdaderamente tenía su respeto y era una sensación que casi nadie sería capaz de describir. Cuando se cansó de escuchar siempre lo mismo, levantó su brazo derecho señalando hacia adelante, indicando que era el momento de la pelea. Los guerreros se retiraron gritando y celebrando por la victoria que iban a conseguir en tan solo unos momentos. Aunque, sabiendo que debían ser discretos, al avanzar un poco, decidieron guardar silencio. Fertrok y Sidirio acompañaron a los soldados que iban a liderar hacia el bosque, listos para tenderles la trampa a los enemigos.

    Sidirio iba al final junto con Fertrok, observando a todos los guerreros. El tercero al mando de Hkras notó en su compañero una expresión que denotaba ansiedad, por lo que se acercó para ver si podía descubrir si había algún problema.

    — ¿Se encuentra todo bien? — preguntó Sidirio de forma seria pero a la vez algo sarcástica — ¿Estás seguro de que lo puedes manejar?

    — No seas un engreído, yo conquisté Tech 001 — respondió Fertrok verdaderamente molesto por haber recibido esa clase de pregunta de alguien como Sidirio— Puedo manejar esto sin problemas. Para el final del día, yo voy a ser el tercero al mando, y tú vas a ser uno de mis sirvientes...todo esto suponiendo que no te maten en la pelea de hoy.

    — No creo que tu hayas luchado contra todas las máquinas de ejecución por tu cuenta y que te hayas apoderado del planeta tu solo — contestó Sidirio poniéndose arrogante — Yo, en cambio, encontré una posible ubicación del arma Boek, la cual nos reveló la ubicación de verdad. Y también salvé la vida del mismo Hkras. Todos mis logros los conseguí por mi propia cuenta, mientras que los tuyos los conseguiste con la ayuda de tus hombres. Es por eso que yo soy el tercero al mando, y tú solamente eres un comandante más.

    Las últimas palabras de Sidirio dejaron totalmente enfadado a Fertrok. Se negaba a aceptar a alguien como él, un explorador que había tenido suerte, como alguien con un rango superior a un comandante experimentado. Pero ya tenía tomada su decisión respecto a las palabras que Hkras le había dicho el día anterior. Solo debía asegurarse de exterminar a más humanos que él, y de esa forma, obtendría su lugar. Y si las cosas no llegaran a resultar de esa manera, su otra opción sería asesinar a Sidirio.

    — De una forma o la otra, tu puesto va a ser mío — pensaba Fertrok sin poder esperar más por tener a un enemigo en la mira para ejecutarlo.

    Las tropas de ambos soldados continuaron avanzando hasta que llegaron al bosque en el cual tenían que ocultarse. Había un camino extenso que permitía el paso de unos seis vehículos en fila simultáneamente. Y alrededor de ese camino, varios árboles de gran tamaño que les permitirían esconderse. Sin embargo, esos árboles no podrían esconder sus vehículos, lo cual quería decir que estos tenían que ser llevados lejos para que no fueran descubiertos.

    [...]

    Hkras recorría otro sector del planeta siendo acompañado por su fiel sirviente Veygh. Ambos lideraban al resto de su ejército. Al oeste de ese bosque había una zona de montañas, las cuales iban a ser su escondite hasta que el grupo de Fertrok y Sidirio empezara la masacre. Una vez que se escucharan los disparos, su grupo iba a dirigirse hacia las naves a toda velocidad. Mientras que la mayoría de los humanos sería ejecutada por los soldados, el emperador vofkridiano iba a marchar hacia las naves para eliminar a los que quedaran y robarles el arma.

    El emperador, su mano derecha, y el resto de los soldados ya se encontraban en sus posiciones, lo cual quería decir que era el momento de esperar porque los humanos cayeran en la trampa.

    [...]

    El arma Boek aún no había terminado de cargar del todo, cosa que estaba empezando a preocupar a Kendrick y a Simón. Las autoridades de la FOT estaban empezando a pensar que la electricidad humana no sería lo suficiente para que esta alcanzara la carga en un tiempo adecuado. Esto representaba un problema para el éxito de la misión, sobre todo para sus soldados.

    — ¿Crees que logre cargar a tiempo? — preguntaba Simón empezando a preocuparse por la situación.

    — Eso deseo — le contestó Kendrick mostrando la misma preocupación que él — Si el arma no termina de cargar a tiempo, puede que tengamos que pelear sin ella. Intento ser optimista en esta situación, pero me parece imposible.

    — Es una sensación muy desagradable — respondía la espada de plata — Varios soldados murieron por el arma, y ahora parece que vamos a tener que pelear sin ella de todas formas.

    — Con o sin arma, no podemos dejar que Hkras gane — contestó la espada de oro pensando muy seriamente — Trajimos a varios soldados de la Tierra para esta batalla. Los mejores están aquí. Si nosotros caemos, nuestro gran objetivo habrá fracasado.

    Las autoridades superiores de la FOT no querían pensar en cosas como esa, pero después de haber vivido un largo tiempo buscando una manera para sobrepasar a su enemigo, el ver que estaban casi igual que antes no era para nada alentador.

    Tiberio se encontraba dando órdenes a las máquinas de ejecución de Cybershark. El rompe huesos sabía que en una batalla, cada segundo podría ser el último, por lo cual buscaba la manera de darle órdenes a los robots de manera clara y rápida, dado a que no podría perder demasiado tiempo pensando en esto si tenía a los vofkridianos enfrente de él. Sixto, quien no se encontraba haciendo nada importante, se acercó a él. El soldado irlandés tenía un gran aprecio por Tiberio, después de todo, este había sido como un maestro, enseñándole formas de combate que de verdad habían sido útiles en la pelea.

    Sixto estaba muy asombrado por la manera en la que Tiberio lograba comandar a los robots aun cuando no había tenido mucho tiempo de práctica.

    — ¿Hay algo que no seas capaz de hacer? — preguntó Sixto acercándose para ver de cerca la forma en que Tiberio usaba a los robots.

    — Sí hay algo — respondió muy seriamente el rompe huesos — Y ese algo es asesinar a Hkras.

    — Estuviste cerca una vez no hace mucho tiempo — le respondió Sixto tratando de hacer que su compañero se relajara — Esto quiere decir que tal vez hoy pueda ser el día en que lo mates.

    — Esa vez que estuve cerca no fue en una pelea justa — le contestó Tiberio dejando de trabajar con las máquinas de ejecución, sabiendo que no había manera alguna de que pudiera mejorar el rendimiento de los robots — Cuando fue una pelea justa, fue Hkras quien estuvo a punto de eliminarme. Por supuesto que a mí no me interesa para nada el código de honor, y si tengo que usar trampas para derrotarlo, lo haré. Pero pienso que en una pelea uno contra uno, él es superior a mí.

    — Es por eso que nos encargamos de obtener el arma Boek— le dijo Sixto — Por cierto, antes de que vayamos a la guerra, quiero decirte algo. Siempre voy a recordar la forma en la que me ayudaste con mi entrenamiento. Estoy seguro de que si todo sale bien, voy a sobrevivir a la guerra... y voy a volver con mi familia.

    — Me agrada que hayas aprendido a cómo manejar tus sentimientos — le contestó Tiberio — A veces, por más entrenamiento que uno tenga, son estos los que deciden el resultado de las batallas. Un claro ejemplo es Ismael. No digo que él fuera capaz de derrotar a Cybershark, pero si no se hubiera dejado llevar por su enojo, es probable que él estaría aquí con nosotros.

    Las palabras del rompe huesos trajeron a la mente de Sixto los recuerdos de lo que había pasado la última vez que lucharon en una batalla, en contra de los cleexors. Él recordó como el miedo lo invadió y como estuvo al borde de la muerte de no ser por la intervención de Benjamín. Se prometió a si mismo que nada de esto volvería a pasar otra vez, y menos ahora que iban en contra de los peores enemigos que la FOT pudiera tener.

    Asher, Kate, Morani, Tiana, Ulrich y Sonia se encontraban juntos. Las tres parejas estaban pasando lo que podría llegar a ser sus últimos momentos juntos como tal. Todos se veían optimistas sobre la misión, pero recordaban que el enemigo que iban a tener en frente sería nada más ni nada menos que el ser más peligroso que pudiera existir en el universo. Y una presión extra era el pensamiento recurrente de lo que les pasaría si no lograban detenerlo.

    — Hoy es el día — les dijo Tiana muy pensativa a sus compañeros — Aquí se decide todo. El destino de la Tierra depende del resultado de esta batalla.

    — No podemos perder — decía Kate muy pensativa.

    — No vamos a perder — respondió Asher poniendo su mano en el hombro de su novia — Hemos pasado por mucho para caer hoy.

    — Nuestros compañeros deberían estar aquí con nosotros — dijo Morani sin dejar de pensar en todos los que habían muerto en la misión — Se me hace difícil imaginarme una victoria sin ellos, siendo que partimos juntos a esto.

    — Ahora es cuando desearía haber pasado las pruebas — contestó Ulrich pensando en lo cerca que estuvo — Si Sonia y yo lo hubiéramos hecho mejor, es posible que las cosas tal vez hubieran resultado diferentes.

    — Deberíamos dejar de pensar en cómo podrían haber resultado las cosas, y empezar a pensar en cómo van a resultar — contestó Asher algo serio — Aun no hemos ganado la guerra, por lo que no podemos ponernos a pensar en cómo las cosas podrían haber sido diferentes, cuando ni siquiera sabemos si el resultado de esta batalla va a ser verdaderamente así.

    — Él tiene razón — dijo Sonia estando de acuerdo con su idea — El pasado es el pasado, y no va a cambiar solo porque lo deseemos de esa manera.

    — Tiana, en caso de que no lo logre, quiero agradecerte por haber estado conmigo desde el principio — dijo Morani abrazando a su novia de una manera muy tierna — Yo iba a dirigirme a una muerte segura en manos de Cybershark si no me hubieras salvado.

    — Yo quiero agradecerte por haberme protegido todo este tiempo — contestó Tiana correspondiendo el abrazo de su compañero.

    Asher veía esa escena muy conmovido. Para el soldado de Estados Unidos le era muy difícil no pensar en su hermano menor cuando veía a Tiana y a Morani juntos de esa manera. Lo apenaba mucho el pensar que Uriel nunca tendría la oportunidad de tener un momento así en su vida, pero sabía que su hermano había dado la vida por la FOT, y que eso era lo que importaba ahora. El soldado salió de sus pensamientos cuando Kate le dio un inesperado beso en la boca, el cual correspondió para aprovechar ese momento. Cuando su beso terminó, ambos se miraron fijamente.

    — Yo estaré a tu lado siempre — le dijo Kate mientras miraba a Asher directamente a los ojos — Así como tú lo estuviste para mí. Todos los recuerdos suyos que me perseguían ahora ya no están.

    — Nunca te dejaré — contestó Asher poniendo sus brazos suavemente alrededor del cuello de Kate — Nikolai no pudo separarnos. Hkras tampoco lo hará.

    Ulrich y Sonia miraban esa escena verdaderamente impresionados del afecto que Asher y Kate se mostraban el uno al otro. Les encantaría saber más acerca de lo que todos sus compañeros habían pasado, pero sabían que probablemente no sería lo mejor ponerse a hablar de eso justo ahora. La pareja decidió simplemente darse un abrazo y un beso, prometiéndose que, al igual que sus compañeros, nunca se separarían en la batalla.

    Blurg, Odrit, Jurdo, Ibev y Lodba estaban junto a los miembros de sus manadas. Aunque sabían que Hkras no tenía un problema personal con ellos, el hecho de que se tratara de alguien peligroso los motivaba mucho a luchar en contra de él y de su imperio. Y consideraban que después de que los humanos brindaran una gran ayuda a su especie en contra de los cleexors, les correspondía devolverles el favor y luchar junto a ellos ahora.

    — Dime Blurg, ¿por qué decidiste no traer a Tun? — preguntaba Jurdo algo sorprendido de no ver al hijo del líder junto a él — Tengo entendido que él te salvó la vida en contra de los hostiles.

    — Los hostiles son una cosa, pero por lo que he escuchado, "Hkras" si es que no me equivoco con su nombre, es mil veces peor en comparación — contestó Blurg a la pregunta de su compañero — Él no está listo para una pelea contra él. Y esta vez, se ve que lo entendió.

    La charla entre los tigrazules fue interrumpida cuando uno de los soldados de la FOT dio un grito de alerta que llamó la atención de todos los presentes.

    — ¡Veo vehículos vofkridianos! — gritó uno de los soldados llamando la atención de todos los presentes.

    Ante este grito de alarma, todos se prepararon para pelear. Los soldados tomaron las armas que robaron de los cleexor, mientras que otros sacaron sus espadas listos para la batalla. Sin embargo, se llevaron una extraña sorpresa al ver que los vofkridianos que se aproximaban a ellos eran solamente diez, en sus respectivos vehículos. Daba la impresión de que se trataba de un grupo de exploración.

    Los diez vofkridianos se pusieron a una distancia en la que los humanos pudieran verlos y escuchar que era lo que iban a decir, ya que esa sería la forma en la que los engañarían.

    — ¡Tenemos que avisarle a Hkras! — gritó el guerrero que iba al frente del grupo — ¡Den la vuelta!

    Ante este grito, los guerreros enemigos dieron un giro con sus vehículos y empezaron a conducir hacia otra posición. Kendrick sabía que sería muy arriesgado dejarlos escapar.

    — ¡Hay que seguirlos! — gritó la espada de oro a todos los que estaban a su alrededor — ¡El arma aún no está cargada y si Hkras nos descubre, nos atacará con todo lo que tenga!

    — ¡Son solo diez de ellos! — indicó Simón pensando que algo no estaba bien — ¡No envíen a un gran número de soldados!

    — ¡Yo los seguiré! — gritó Odrit empezando a perseguir a los enemigos — ¡Que algunos otros me acompañen!

    — ¡Me llevaré a las máquinas de ejecución! — indicó Tiberio pensando que le vendría bien utilizar a los robots de Cybershark en una batalla en contra de diez vofkridianos.

    — ¡Sonia, tenemos que acompañarlos! — le dijo Ulrich a su novia.

    — ¡De acuerdo! — le respondió la chica sabiendo que su novio quería ir a pelear en contra de los vofkridianos para poner a prueba tanto sus capacidades como las del enemigo.

    — ¡Que los guerreros de mi manada nos sigan! — ordenó Ibev, uno de los tigrazules que acompañó a Blurg a la pelea.

    De esta manera, Odrit, Tiberio, Ulrich, Sonia, Ibev, la manada de este último, y las máquinas de ejecución comenzaron a correr para alcanzar a los vofkridianos de Hkras, y así evitar que su enemigo lograra descubrir su ubicación. Eran un total de 50 guerreros quienes se encargarían de ellos. Los demás se iban a quedar a defender las naves mientras que el arma Boek se cargaba.

    Aquellos que accedieron a perseguir a los enemigos sabían que era de suma importancia que Hkras no descubriera su ubicación todavía. Con el arma Boek sin estar preparada para su uso, un ataque de Hkras era algo que no podían permitir bajo ningún concepto.

    Los vehículos de los vofkridianos eran mucho más rápidos que los terrestres, pero los tigrazules y las máquinas de ejecución podrían correr a una velocidad igual o mayor, por lo que se aprovecharon de esto y comenzaron a aumentar el paso para poder alcanzar a los vofkridianos.

    En el lugar en donde se encontraban las naves humanas, Lodba, otro de los líderes de una manada tigrazul estaba hablando con los suyos. Asher, Kate y Sixto lo notaron, y decidieron acercarse para ver qué era lo que estaban haciendo.

    — ¿Qué ocurre? — preguntó Asher pensando que algo raro pasaba.

    — Me iré con mi manada para ayudar a mis compañeros — respondió el líder tigrazul — Tengo el presentimiento de que algo no está bien aquí.

    — ¿Algo como qué? — le preguntó Kate queriendo saber que era lo que preocupaba al tigrazul.

    — No lo sé — le contestó Lodba algo serio — Es por eso que tengo que ir.

    — Tengan mucho cuidado — le advirtió Sixto a su aliado — Los necesitamos a todos con vida para la batalla.
     
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    Agus estresado

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    El arma Boek
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    Saludos. He logrado terminar el quinto capítulo de la parte Guerra. Después de este, tan solo quedan dos capítulos más para terminar con esta parte, y posteriormente, con la historia.

    Tal y como lo prometí, la épica pelea final de la historia inicia en este capítulo, después de que reservé algunas cosas del anterior para que ocurrieran en este. Al principio me arrepentí, pero después de ver la forma en la que este capítulo resultó, no siento ninguna clase de arrepentimiento. Este fue el capítulo de la historia que más disfruté al escribir. Me encanta este capitulo. Es el que más me gusta, no solo de esta historia, sino también de todas las historias que alguna vez escribí.

    Ya sé que he dicho varias veces que los lectores son los que lo deben juzgar de verdad, pero este capítulo me encanta. Espero que cuando lo lean sientan lo mismo que yo sentí cuando lo escribí.

    Para no quitarles más tiempo, me despido de ustedes y los dejaré leer tranquilos.

    Guerra — Parte 5: Desaparecido en acción

    Sidirio, Fertrok, y el resto de los guerreros de Hkras que iban a participar en la emboscada a sus enemigos estaban en posiciones, esperando a que los diez vofkridianos que enviaron para tender la trampa regresaran para poder iniciar con la masacre. Fertrok se impacientaba cada vez más. Solamente quería que los humanos quedaran atrapados en el medio del bosque para rodearlos y así terminar con la vida de todos ellos. Sabía que podría conseguir el puesto que quería si mataba a más enemigos de los que Sidirio mataba. En caso de no poder hacerlo, su última opción sería eliminarlo por su cuenta. Pero eso sería muy complicado, dado a que algunos de sus compañeros podrían verlo y decírselo a Hkras; además, si Sidirio era eliminado, Fertrok ya no tendría la oportunidad de desquitarse con él por las veces que se burló de él. Sidirio, por su parte, estaba muy tranquilo. Confiaba plenamente en la estrategia de Hkras, y sabía que su plan resultaría. En el momento en el que ellos iniciaran a abrir fuego, el gran ruido producido por las armas le indicaría a Hkras que la trampa había dado resultado, y que era el momento ideal para que se acercara a la nave a robar el arma Boek.

    — Ya vienen — dijo uno de los vofkridianos en voz baja, tras escuchar los vehículos de sus compañeros.

    Fertrok mostró una gran sonrisa cuando escuchó esas palabras. En tan solo unos instantes más, todo empezaría y terminaría de forma rápida. Los vehículos de los vofkridianos empezaron a escucharse cada vez más cerca, por lo que sus compañeros prepararon sus armas para iniciar a disparar de forma inmediata. Tras una breve espera, sus compañeros pasaron por el lugar, lo cual quería decir que pronto sus enemigos serían los siguientes.

    Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa cuando vieron a los tigrazules, una raza a la cual no conocían por lo que era muy extraña para ellos, atravesando el bosque. Dado a la velocidad de estas criaturas, Odrit, Ibev y su manada pasaron por el bosque; y su sentido del olfato detectó a los vofkridianos enemigos rodeándolos en el lugar. Ninguno de los guerreros de Hkras abrió fuego ya que esperaban que pasaran de largo, y no querían gastar munición en una raza que no fueran los humanos.

    Odrit pronto se dio cuenta de que todo se trataba de una trampa, y dio un grito de alerta para los humanos que estaban a punto de pasar por ahí.

    — ¡Es una trampa! — gritó el líder trigrazul — ¡Están detrás de los árboles del bosque!

    Odrit, Ibev y los demás tigrazules empezaron a correr. Fertrok quedó muy sorprendido ante las palabras que la criatura pronunció. No esperaba que otra raza del planeta pudiera hablar, dado a que creyó que en Boek ya no quedaba vida inteligente. Más allá de su sorpresa, decidió actuar rápidamente.

    — ¡Ataquen! — gritó el comandante vofkridiano abriendo fuego contra los tigrazules— ¡Son aliados de nuestros enemigos!

    Fertrok, Sidirio, y el resto de los soldados del imperio empezaron a disparar sus armas en contra de los tigrazules que empezaron a retirarse del lugar. Ibev, junto con varios otros de su manada, fueron alcanzados por los disparos, los cuales los dejaron sin vida apenas impactaron sobre sus cuerpos. Odrit fue capaz de esquivar los ataques al igual que otros tigrazules de la manada de Ibev, quienes al ver a su líder muerto, quisieron contraatacar. Varios de ellos se lanzaron hacia los vofkridianos que tenían más cerca. Usando su agilidad y velocidad, y los árboles como puntos de apoyo, los tigrazules saltaron sobre los soldados de Hkras, empezando a matarlos con sus garras y sus colmillos, como animales salvajes.

    Tiberio, Ulrich y Sonia, que iban unos pocos metros detrás de los tigrazules escucharon los gritos y los disparos. Los tres humanos se sorprendieron mucho de esto, y se dieron cuenta que los diez vofkridianos a los que perseguían eran solamente señuelos.

    — ¡Mierda, están bajo ataque! — gritó Ulrich algo preocupado por los tigrazules— ¡¿Qué vamos a hacer?!

    — ¡Tenemos que pelear! — le respondió Tiberio de inmediato — Si nos vamos, Blurg y los otros tigrazules pensarán que dejamos morir a los demás y podrían abandonarnos. No podemos dejar que eso pase.

    — ¡Pero no hay forma de que podamos con ellos! — gritó Sonia algo asustada por la idea de su compañero.

    — ¡Máquinas de ejecución, ataquen a los vofkridianos! — ordenó el rompe huesos señalando hacia el frente.

    El rompe huesos creyó que Cybershark los habría programado con información acerca de los vofkridianos, y que con solo dar esa orden, podría hacer que las máquinas atacaran a los soldados de Hkras. Los treinta y cinco robots corrieron hacia el bosque con sus espadas listas para la pelea en contra de los enemigos. Tiberio sabía que los números de aliados podrían ser muy pocos, por lo que decidió pedir ayuda a Kendrick.

    — ¡Kendrick, habla Tiberio, es una emergencia!— gritó Tiberio exagerando su tono para que la espada de oro actuara rápido — ¡Hkras nos tendió una trampa, tienen que venir a la pelea!

    — ¡Pero el arma Boek aún no está cargada! — contestó Kendrick esperando que la situación no estuviera tan mala como su soldado lo hacía parecer — ¡Regresen a la nave de inmediato!

    — ¡Nos tienen encerrados, es inútil regresar! — respondió el rompe huesos, exagerando un poco más— ¡Necesitamos ayuda o moriremos!

    — ¡De acuerdo! — le respondió Kendrick tranquilizando a su soldado — ¡Vamos en camino!

    Tiberio cortó la transmisión y ahora miró a los otros dos soldados que habían venido con él.

    — Necesitan nuestra ayuda — les dijo el rompe huesos muy seriamente — Es hora de pelear.

    Tiberio bajó de su vehículo para sacar su espada y activar su escudo. Ulrich y Sonia sabían que era el momento de pelear, cosa que no esperaban, ya que creían que podrían alcanzar a sus enemigos y que estos solamente estaban explorando el lugar. El rompe huesos corrió hacia el bosque. Ulrich y Sonia se miraron a los ojos muy preocupados de que esa pudiera ser la última vez.

    — No tenemos otra opción — le dijo Ulrich muy asustado de lo que podría pasar — Nos necesitan.

    — Tengamos cuidado — respondió Sonia a su novio.

    Ambos chicos se dieron un beso rápido y empezaron a correr detrás de Tiberio. Los tres humanos llegaron al campo de batalla, y allí observaron a un gran número de vofkridianos disparando unas armas extrañas en contra de los tigrazules y las máquinas de ejecución. Los tigrazules evitaban los ataques saltando y usando los árboles del bosque como cobertura, mientras que las máquinas de ejecución resistían los ataques y atacaban con sus espadas. Ninguno de los humanos conocía la fuerza de las balas que esas armas pudieran disparar, y no querían quedarse a averiguarlo, por lo cual se escondieron en los bosques para moverse sigilosamente y aprovechar los momentos oportunos para atacar. Tiberio utilizaba su escudo como cobertura para acercarse y eliminar a sus enemigos con su espada. Ulrich y Sonia esperaban a que varios de estos se distrajeran y atacaban simultáneamente por la espalda, para después regresar a cobertura.

    — Tengo miedo, Ulrich — le dijo Sonia hablando bajo para evitar ser detectada — Son demasiados.

    — Esto es culpa mía — le respondió el soldado — Yo quise que viniéramos aquí, y ahora caímos en una trampa.

    — No podrías haber sabido que esto pasaría — le contestó Sonia tranquilizándolo para que Ulrich no se altere de la misma forma que ocurrió en el ataque a la Tierra hace días.

    Tiberio observó a un vofkridiano disparando en contra de Odrit, quien se encontraba escondido tras un árbol. El tigrazul no podía escapar, y otro vofkridiano se acercaba hacia él desde otra posición sin que Odrit se diera cuenta. El rompe huesos actuó rápidamente para proteger al tigrazul líder. Con su espada, fue corriendo hacia el vofkridiano que disparaba, y con un solo golpe, le atravesó el cuello. Ahora el otro vofkridiano lo tenía en la mira. El guerrero de Hkras abrió fuego sobre el rompe huesos. Sin tiempo para ocultarse o retroceder, Tiberio puso su escudo en frente suyo para protegerse. Los disparos del arma vofkridiana impactaban sobre su escudo, golpeando fuertemente pero sin causar daños importantes. Tiberio, a medida que recibía los disparos, retrocedía, ya que desconocía la potencia del arma que lo atacaba, y si su escudo se rompía, estaría en problemas. Odrit se dio cuenta de que ya no estaba siendo atacado, por lo cual salió de la cobertura para ver a un vofkridiano atacando a Tiberio. Antes de que el enemigo se diera cuenta, Odrit saltó sobre él y le dio un golpe de puño en su cabeza, para luego morderla fuertemente con sus colmillos. La piel del vofkridiano era dura, pero los colmillos de Odrit eran filosos, lo que le permitió matar a su enemigo de forma rápida.

    — Gracias por la ayuda — le dijo el tigrazul al humano.

    — No hay por qué — contestó Tiberio mirando su escudo y observando que no tenía daños visibles — Kendrick, Blurg y los demás vienen en camino. Tenemos que resistir hasta que lleguen.

    Ambos decidieron buscar la forma de ayudar a sus compañeros bajo ataque sin ponerse en peligro.

    [...]

    Hkras y Veygh pusieron sus vehículos en marcha en el momento en el que escucharon desde una gran distancia como sus soldados comenzaron a disparar. Ellos no estaban en el lugar, por lo que no sabían lo que de verdad había pasado. Creyendo que los soldados humanos estaban siendo eliminados, Hkras y Veygh lideraron al resto de los guerreros en la dirección en la que Fertrok les dijo que se encontraba la nave.

    El emperador y su segundo al mando conducían a toda velocidad por una zona del planeta en la cual había algunas rocas de tamaño mediano que obstaculizaban un poco el camino, pero no era un gran problema para ellos, dado a que estas estaban separadas de tal forma en que podían pasar con sus vehículos. Tras unos pocos metros de camino rocoso, las rocas empezaron a desaparecer del camino, y un pozo enorme de gran tamaño empezó a verse desde lejos. Hkras lo notó y dio la señal a Veygh y al resto de sus soldados para que frenaran y se acercaran a pie de forma cuidadosa para verlo más de cerca. Los vofkridianos hicieron caso a su orden y se acercaron para contemplar el tamaño del pozo. Tenía un ancho muy largo, y una enorme profundidad.

    — Es el más profundo que he visto hasta ahora — dijo Veygh mostrándose muy sorprendido por el tamaño del pozo — Si alguien llega a caer aquí, al momento de llegar al fondo, su cuerpo entero se despedazaría del todo por el gran impacto.

    — Y en caso de que eso no pase, y el que cayó allí dentro tenga la desgracia de seguir con vida, ya nunca podría volver a salir de ahí — respondió el emperador vofkridiano muy pensativo — Sería una muerte en la oscuridad.

    — Será mejor que no nos acerquemos mucho con los vehículos — le contestó Veygh siguiendo con su primera impresión — La tierra podría ceder y los vehículos caerían a las profundidades.

    Hkras asintió con la cabeza. El emperador y todos los demás regresaron a sus vehículos, reanudaron la marcha y una vez que estaban muy lejos de ese pozo, retomaron el camino hacia la nave humana.

    [...]

    Después de escuchar las palabras de Tiberio, Kendrick les dijo a los soldados de la FOT y a los tigrazules de que era el momento de marchar hacia la batalla. La espada de oro sabía que no disponían de mucho tiempo, por lo que preguntó a los ingenieros cuanto faltaba para que el arma cargara del todo. Desde el interior de la nave le respondieron que el arma llegó al 90% de carga, pero que solo podría ser usada al llegar al 100%. Kendrick consideró que no podían seguir esperando por más tiempo.

    — No tenemos tiempo suficiente para esperar — dijo la espada de oro verdaderamente alterado — ¡Todos prepárense porque nos vamos a la pelea sin el arma Boek!

    — ¡Maldición! — se quejó Morani muy enfadado al respecto — ¡Nuestros amigos dieron su vida por el arma, y eso no nos sirvió de nada!

    — Con arma o sin arma, tenemos que detener a Hkras— le respondió Simón tratando de permanecer positivo — Somos tres razas y ellos solamente son una sola. Tal vez podamos ganarles sin el arma.

    — No correré riesgos — contestó Kendrick estableciendo una comunicación entre su traje de protección y la nave— ¡Lleven todas las naves hacia otra posición! ¡Es muy peligroso que se queden aquí!

    Los soldados de la FOT se subieron a sus vehículos y empezaron a dirigirse en la dirección en la que Tiberio y los demás habían partido hace no más de algunos minutos. Las naves de la FOT se pusieron en funcionamiento y se alejaron de la zona para ponerse a salvo. En caso de que todos los demás cayeran durante la batalla, iba a ser el trabajo de los ingenieros y el resto del equipo utilizar el arma para detener a Hkras.

    Todos los soldados mostraban una gran preocupación, pero quienes más preocupados estaban eran Kendrick y Sixto. El líder de la FOT pensó que, a pesar de que eran tres razas luchando en contra de los vofkridianos, la batalla iba a resultar mal. El soldado irlandés empezó a pensar negativamente y consideró la posibilidad de que podría morir el día de hoy, y que no podría regresar a la Tierra a salvo.

    Simón, Asher, Kate, Morani, Tiana, Blurg y Jurdo también estaban preocupados. Morani se veía frustrado además de estar preocupado por lo que ocurrió. Varios de sus compañeros murieron por conseguir el arma, y ahora, no podrían utilizarla. Asher también se encontraba molesto por lo mismo, pero recordó las palabras que Tiberio le dijo el día siguiente después de la muerte de Uriel. Si se dejaba llevar por lo que sentía, no iba a poder vengar a su hermano, que era algo que aun deseaba.

    — Espero que no sea tarde para cuando lleguemos — decía Kate empezando a preocuparse por Tiberio, Ulrich y Sonia.

    — No podemos hacer nada más que lo que estamos haciendo ahora — le respondió Tiana tratando de tomar las cosas con más calma, aunque era difícil.

    — Ella tiene razón, solo concentrémonos en llegar ahí a tiempo — contestó Asher — Preocuparse no ayuda en nada.

    Blurg y Jurdo se alejaron un poco de los humanos y de los tigrazules de su manada para que la conversación que estaban a punto de tener no fuera escuchada por nadie más, dado a que no querían desalentar a nadie.

    — ¿Crees que Odrit, Ibev y Lodba puedan sobrevivir hasta que lleguemos? — le preguntó Jurdo a su compañero.

    — Eso espero — le respondió Blurg algo preocupado — Si ellos mueren, sus manadas podrían retirarse y abandonar la lucha. No podemos perder a muchos de los nuestros aquí.

    — No quiero imaginar lo que podría pasar si Hkras gana — le respondió algo aterrado — ¿Qué tal si intenta destruir nuestro planeta? No sabemos de lo que es capaz.

    — Si lo matamos en la pelea, no tendremos que ponernos a pensar el que es lo que podría hacer — contestó Blurg empezando a correr rápido — Así que démonos prisa. Ellos nos necesitan.

    Los líderes tigrazules empezaron a aumentar la velocidad de su corrida, acción que fue imitada por el resto de las criaturas.

    [...]

    Lodba y su manada se encontraban corriendo por el planeta a gran velocidad, tratando de alcanzar a sus otros compañeros que se fueron a seguir a los diez vofkridianos, cuando empezaron a escuchar los sonidos de varios vehículos en movimiento, que se dirigían a su posición. Tenían la esperanza de que se tratara de los vehículos humanos, pero lamentablemente no fue así. Los tigrazules vieron como un gran número de vofkridianos conducían sus vehículos a la distancia en dirección hacia el lugar en donde las naves humanas y el arma Boek se encontraban. Para no levantar sospechas, Lodba le ordenó a su grupo que siguieran corriendo hacia el frente. Ellos no contaban con ninguna clase de comunicador, por lo que tenían que llegar hasta sus compañeros para que alguno de los humanos les diera el mensaje.

    Los vofkridianos los ignoraron por completo, dado a que no sabían nada acerca de la alianza entre humanos y tigrazules, pero si estos daban la vuelta, serían atacados y no habría manera de avisarle a los humanos que los vofkridianos se dirigían a la nave para robar el arma.

    — ¡Corran lo más rápido posible! — les ordenó Lodba a los que los acompañaban.

    Los tigrazules obedecieron y trataron de correr a la mayor velocidad posible sin cansarse demasiado, dado a que necesitarían ser útiles en la pelea de después. Finalmente empezaron a escuchar disparos provenientes del interior de un bosque, y sabían que se trataba de los vofkridianos disparando en contra de los suyos. Lodba y los demás se adentraron en el lugar y vieron como Odrit, Tiberio, Ulrich, Sonia, varios tigrazules y máquinas de ejecución se escondían y se cubrían de los disparos de las armas de los vofkridianos. Estos lograron encerrarlos a todos en un círculo y atacaban desde casi todas las direcciones.

    — ¡Ataquen rápido! — fue la orden que Lodba le dio a sus guerreros.

    Los tigrazules que apenas llegaban a la batalla dieron saltos y ataques directos en contra de los vofkridianos que se encontraban más cerca, logrando matarlos con su fuerza. Sus muertes provocaron que el círculo se abriera, permitiéndoles a sus compañeros escapar de este. Al salir de ahí, todos retrocedieron un poco y se abrieron a su alrededor para dificultar que los vofkridianos restantes volvieran a encerrarlos.

    — Es bueno verte — le contestó Odrit muy aliviado de que Lodba haya aparecido.

    — ¿Dónde está Ibev? — preguntó Lodba muy asustado de no verlo cerca.

    — Lo mataron — respondió Odrit muy seriamente — Tenemos que vengar su muerte.

    — Escuchen, humanos, tienen que alertar a Kendrick y a la FT — dijo Lodba pronunciando incorrectamente el nombre de la organización — Vi a Hkras y a más vofkridianos dirigirse hacia la nave. Son un gran número.

    — Maldición — dijo Tiberio pensando que Hkras no puso esta trampa con el único objetivo de matar a sus enemigos, sino también para tener vía libre hacia la nave — ¡Kendrick, escucha, no hay tiempo para dar explicaciones! ¡Hkras se dirige a la nave con varios soldados! ¡Envía algunos soldados para pelear con nosotros y que el resto vaya a detenerlos a ellos! ¡Lodba te dirá su ubicación!

    — ¡Ellos iban por el este! — gritó Lodba esperando que no hubiera problemas en la traducción al utilizar el comunicador del traje — ¡Son muchos, y se dirigen hacia su nave desde el este!

    Tiberio cortó la comunicación cuando vio a un vofkridiano en frente suyo apuntando su arma. Cuando el enemigo abrió fuego, no tuvieron otra opción más que moverse para evitar los disparos y después seguir con la batalla.

    [...]

    Kendrick escuchó el mensaje de Tiberio y las palabras del tigrazul amigo de Blurg. Todos los que estaban en camino hacia la batalla se agruparon sin detener los vehículos. La espada de oro tenía que tomar una decisión rápida.

    — ¡Simón, llévate a algunos soldados para ayudar a Tiberio! — le dijo Kendrick a la espada de plata.

    — ¡Sixto, Asher, Kate, ustedes conmigo! — gritó la espada de plata, eligiendo a tres de sus mejores soldados — ¡Y ustedes cuatro! — dijo señalando a otros soldados humanos para no tener que ir solos.

    — ¡Muy bien, Blurg, Tiana, Morani, y los demás vienen conmigo! — ordenó Kendrick cambiando la dirección de su vehículo.

    La espada de plata, en compañía de los siete soldados que eligió, siguió su camino para ir a ayudar a Tiberio en la pelea. Mientras que Kendrick, y el resto de soldados humanos y tigrazules fueron al este para interceptar a Hkras y a los demás vofkridianos.

    [...]

    La lucha en el bosque continuaba. Sidirio disparó en contra de una máquina de ejecución que se encontraba en frente de él. A pesar de que el cuerpo del robot era muy resistente, al final los disparos de su arma terminaron por eliminarlo. Levantó la vista para buscar un nuevo objetivo y vio como un soldado enemigo que luchaba con espada y escudo acababa de matar a un vofkridiano. Sidirio apuntó contra él para matarlo.

    Tiberio vio como un vofkridiano enemigo intentó dispararle con su arma, por lo que se cubrió con su escudo. Sidirio disparó seis balas y luego se quedó sin munición. Tiberio aprovechó el momento y corrió hacia el enemigo. Sin tiempo para buscar algún arma que pudiera estar tirada en el piso, Sidirio no tuvo más opción que sacar su espada. Logró hacerlo justo a tiempo para bloquear el ataque del rompe huesos, que luego de esto, observó atentamente a su enemigo.

    — Tú eres el que me impidió matar a Hkras en la esfera — le dijo Tiberio recordándolo a la perfección.

    — Y tú eres el rebelde que intentó matar a mi emperador — contestó Sidirio empezando a recordarlo — ¡Este será tu final!

    Sidirio sabía que si lograba matar a ese soldado y llevarle su cuerpo a Hkras, este podría darle una excelente recompensa. El vofkridiano atacó con su espada, la cual terminó encontrándose con el escudo de Tiberio. El rompe huesos movió su escucho hacia la izquierda, dejando a Sidirio con el arma lejos de su cuerpo, listo para lanzarle un ataque. Tiberio atacó y el tercero al mando de Hkras trató de esquivar el ataque, siendo alcanzado por la espada del rompe huesos en el hombro. Sentía una gran molestia, pero sabía que su atacante estaba atrapado. Sidirio levantó rodilla para golpear el pecho de Tiberio. Sin soltar su espada, Tiberio la retiró del hombro del vofkridiano tras el golpe, y también retrocedió unos pasos hacia atrás. Sidirio dio un nuevo ataque con su espada, el cual fue bloqueado por Tiberio con la suya. Sin embargo, el rompe huesos soltó su arma tras el golpe.

    — ¡Ahora estás indefenso! — gritó Sidirio viendo su oportunidad para matar al enemigo.

    Tiberio vio el ataque y se cubrió con su escudo, aunque eso no detuvo los ataques del vofkridiano. Sidirio golpeó repetitivamente con su espada al soldado intentando asesinarlo, pero solo se encontraba con su escudo, lo que provocaba que sus ataques rebotaran sin éxito. Muy furioso por no poder matar a su enemigo, atacó nuevamente con todas las fuerzas que tenía. Tiberio logró bloquear el ataque con su escudo, pero ahora tuvo que sostenerlo con sus dos manos para poder frenar la fuerza del golpe del enemigo. El rompe huesos sabía que su adversario debería tener alguna molestia en la zona en donde su ataque lo atravesó, por lo que utilizó la fuerza de sus piernas y de sus brazos para levantar su escudo y provocar que Sidirio soltara su espada. Antes de que el vofkridiano tuviera oportunidad de moverse, Tiberio le dio un golpe en el hombro con su escudo, lo cual lo hizo gritar de dolor y detener su cuerpo. Rápidamente, Tiberio se agachó y golpeó las piernas de Sidirio con su escudo. El golpe fue tan fuerte que el tercero al mando de Hkras cayó al suelo quedando boca arriba.

    Tiberio se puso frente a él y lo empezó a golpear en la cabeza con su escudo. Sabiendo que si se levantaba, las cosas iban a complicarse, el rompe huesos le dio una gran cantidad de golpes fuertes y rápidos, los cuales aturdían y debilitaban poco a poco a Sidirio. El soldado humano sabía que no podría matarlo solo con eso, por lo que lo golpeó unas tres veces más y corrió a buscar su espada. El rompe huesos se la clavó rápidamente en la cabeza a Sidirio, acabando con la vida del soldado de Hkras. Una vez muerto, el soldado buscó otro objetivo.

    Fertrok se encontraba tras una cobertura observando la batalla entre Sidirio y el soldado enemigo. Se alivió mucho de que su competidor hubiera muerto, aunque le hubiera gustado que quedara con vida para poder demostrarle que era mejor que él. Pero esto no le importaba demasiado. Ahora el puesto de tercero al mando de Hkras le iba a corresponder a él.

    El comandante vofkridiano salió de su cobertura y mató a un tigrazul que se encontraba de espaldas a él con dos disparos en la cabeza. Ahora necesitaba un nuevo objetivo. Al mirar a su derecha, vio como dos humanos, quienes eran Ulrich y Sonia, luchaban juntos en contra de otro vofkridiano. Después de ver como un humano había asesinado a Sidirio, Fertrok pensó que debía equilibrar la balanza y matarlos a ambos.

    Ulrich y Sonia lograron hacer un gran movimiento para distraer a su enemigo. Sonia logró esquivar sus ataques mientras que Ulrich tomaba un arma que se encontraba en el suelo. El soldado apuntó en contra del vofkridiano mientras se encontraba de espaldas, y logró eliminarlo con unos seis disparos dado el grosor de la piel de los enemigos. Sonia iba a acercarse a Ulrich cuando logró ver como un vofkridiano se acercaba a él.

    — ¡Ulrich, cuidado! — le gritó Sonia advirtiéndole de la amenaza.

    Ulrich vio como Fertrok se acercaba, por lo que buscó la forma de correr a cobertura, dado a que no lograría apuntarle y dispararle antes de que su enemigo lo lograra. Fertrok disparó en contra del humano intentando dispararle, pero dado a que este se movió, le fue imposible acertar alguno. Ulrich logró llegar a cobertura, por lo que Fertrok cambió de blanco y apuntó a Sonia, quien se dirigió a buscar el arma del vofkridiano al que habían matado anteriormente. Antes de que pudiera tomarla, Fertrok apuntó y disparó una ráfaga de disparos, los cuales atravesaron el traje de protección de la chica, provocándole varias heridas en su cuerpo. Sonia dio un grito de dolor por los disparos recibidos, y posteriormente, cayó muerta al suelo.

    Ulrich salió de la cobertura para ayudar a su novia para cubrirse, pero cuando miró en su dirección, ella ya se encontraba muerta en el suelo. El soldado no podía creer lo que había pasado. Su novia había perdido la vida y él no pudo hacer nada para evitarlo. Una sensación horrible recorrió su cuerpo cuando la vio tirada en el piso.

    — ¡Sonia! — gritó Ulrich muy horrorizado y furioso al ver que su novia había muerto.

    El soldado sabía que se trataba del vofkridiano que había atacado recientemente. Ulrich lo buscó para eliminarlo, pero no logró encontrarlo por ningún lado. Una máquina de ejecución había atacado a Fertrok, por lo que este tuvo que moverse para seguir con la pelea. Ulrich se acercó hacia el cuerpo de Sonia al ver que la zona estaba despejada. Cuando llegó, su enojo se convirtió en tristeza. No podía creer que su novia había sido asesinada en la batalla. Él creyó que iban a poder derrotar a los vofkridianos y que iban a regresar juntos al planeta Tierra. Las lágrimas no tardaron en aparecer, y en unos segundos, el rostro de Ulrich estaba cubierto por lágrimas.

    — Lo lamento... — decía Ulrich mientras ponía su mano en el rostro de la chica, como una señal de despedida — Fue mi culpa. Yo quise que viniéramos aquí. Yo provoqué esto.

    Sin embargo, el duelo de Ulrich no pudo extenderse por más tiempo. El soldado escuchó los gruñidos de un tigrazul cerca de su posición. Al levantar la vista, vio como un vofkridiano disparaba en contra del tigrazul, el cual caía muerto tras los disparos. Ulrich se levantó para eliminarlo, sabiendo que si no lo mataba, él iba a ser el siguiente.

    El vofkridiano lo vio, y ambos enemigos abrieron fuego casi al mismo tiempo, siendo Ulrich quien atacó antes. Ulrich logró darle tres disparos en la cabeza a su enemigo, pero a cambio, recibió dos disparos en la zona del riñón izquierdo. El soldado dio un grito de dolor para caer al suelo sujetando con fuerza el lugar en donde fue atacado. El vofkridiano, por su parte, no logró sobrevivir al ataque.

    Ahora, las lágrimas de Ulrich eran tanto por dolor y tristeza. El humano sentía un gran dolor en su cuerpo, y al ver que aún quedaban algunos vofkridianos, consideró que ya no sería de utilidad; aunque su traje de protección marcara 59%. Ulrich se arrastró hasta el cuerpo del vofkridiano que había matado y tomó su arma. Luego de esto, tomó el arma que Sonia había intentado agarrar. Una vez que tuvo las tres armas, buscó la forma de mover toda la munición de las tres a una sola, para luego levantarse con algo de dificultad y adentrándose en el bosque, abandonando la zona de la batalla.

    [...]

    Kendrick, Tiana, Morani, Blurg, Jurdo, y los demás humanos y tigrazules avanzaban por el planeta Boek rápidamente y algo separados para poder divisar a Hkras y al resto de los vofkridianos y así evitar que estos llegaran hasta la nave. Pasaban los minutos y no los encontraban, lo que le hizo pensar a Kendrick que tomó la decisión correcta al hacer que la nave cambiara de posición.

    Blurg, quien era el que corría al frente de todos, consiguió divisar a Hkras a la distancia y dio el aviso a todos los demás.

    — ¡Ahí están! — gritó Blurg advirtiendo a sus compañeros.

    — ¡Bajen de los vehículos y pónganse en fila! — ordenó Kendrick a los soldados de la FOT.

    Morani y Tiana fueron los primeros en obedecer, dado a que ya se habían encontrado con Hkras en una ocasión. Le tenían miedo al emperador, pero sabían que juntos tendrían más probabilidades de vencer. Los otros soldados de la FOT, que a pesar de conocer a los vofkridianos, no conocían a su líder, tardaron un poco más en prepararse para la pelea. Finalmente, Kendrick reunió a los guerreros de la FOT mientras que Blurg y Jurdo agruparon a los tigrazules de sus manadas.

    Hkras y Veygh dieron la orden a sus soldados de que frenaran y se bajaran de los vehículos. A diferencia del grupo de Sidirio y Fertrok, ellos no traían armas de fuego, y decidieron que lo mejor sería no arriesgarse a dañar los vehículos. El emperador y su segundo al mando se pusieron al frente de los vofkridianos, y desde la distancia observaron a los humanos acompañados de unas criaturas, a las cuales ya habían visto, pero aún no conocían.

    — ¿Quiénes son esas criaturas? — preguntó muy confundido el emperador vofkridiano — Se supone que las razas de este planeta son estúpidas. ¿Cómo fue que lograron tenerlos de aliados?

    — Tal vez sí son inteligentes, pero se hacen pasar por estúpidas para permanecer a salvo — le respondió Veygh — Sin embargo, si se han aliado con ellos para ir en contra de nosotros, quiere decir que por más inteligencia que tengan, son una raza totalmente estúpida.

    — No importa quienes sean — dijo Hkras preparándose para atacar — Los vamos a eliminar. En este planeta al final si había razas inteligentes a pesar de la extinción de los Boek. Lo mejor será que no corramos más riesgos y nos encarguemos de desaparecer este planeta.

    — ¡Cuando demos la orden, ataquen todos juntos! — gritó Veygh preparando a los soldados.

    Todos tomaron las espadas y se pusieron en fila para que su formación se parezca a la que tomaron sus enemigos. Los vofkridianos estaban listos para atacar y eliminar a sus enemigos. Habían esperado por un largo tiempo por ese día. Las máquinas de ejecución ya habían sido eliminadas. Si tenían éxito en esta misión y obtenían el arma Boek, ya no tendrían más preocupaciones que enfrentar.

    Hkras finalmente dio la orden, y todas las tropas que tenía empezaron a correr hacia sus enemigos.

    — ¡Hemos logrado acabar con los cleexor!— gritó Blurg intentando motivar a los suyos sabiendo que era el momento de luchar — ¡Ahora también acabaremos con los vofkridianos!

    — ¡Disparen las armas de los cleexor! — gritó Kendrick sabiendo que de esa forma podrían reducir el número de soldados de Hkras.

    Los soldados que tenían las armas que les habían robado a Cleexor empezaron a disparar en contra de Hkras y los demás soldados vofkridianos. El emperador recibió un disparo, el cual no le hizo un gran daño, pero para evitar problemas como el que tuvo en la esfera, decidió retroceder y ponerse detrás de sus hombres. Veygh hizo lo mismo que él, pero a diferencia de su emperador, no fue tan atrás.

    Los disparos de las armas eran dirigidos a la cabeza, lo cual causaba daños a pesar del grosor de las pieles de los enemigos. Varios vofkridianos habían caído por estos disparos, lo cual logró equilibrar un poco más la balanza a favor de los humanos y de los tigrazules. Cuando los vofkridianos llegaron hasta el lugar en donde los humanos disparaban, algunos de estos fueron asesinados. Otros soltaron las armas de fuego cleexor y tomaron sus espadas para continuar con la pelea.

    Vofkridianos y humanos ahora luchaban espada contra espada. Una guerra entre dos razas ahora se llevaba a cabo sin ninguna clase de armas de fuego. Como todas las armas eran únicamente de cuerpo a cuerpo, la raza más fuerte ganaría mientras que la más débil quedaría eliminada definitivamente.

    Blurg y los tigrazules no utilizaban armas, sino sus propias garras y colmillos para atacar a los vofkridianos. El líder de la manada que había ayudado a los humanos desde que se conocieron logró derribar al suelo a uno de los vofkridianos y con sus brazos logró evitar que pudiera contrarrestar su ataque. Blurg mordió ferozmente al vofkridiano, logrando matarlo tras morderlo dos veces.

    Tiana y Morani, al igual que como habían hecho desde que empezaron su relación, luchaban juntos en contra de sus enemigos. Ahora eran demasiados para poder usar su estrategia clásica, por lo cual ahora cada uno debía pelear por su cuenta en contra de un vofkridiano. Sin embargo, esto no impidió que se ayudaran mutuamente. El chico de Kenia y la chica de Polinia atacaban y se movían rápidamente pero con mucho cuidado para poder confundir a sus enemigos.

    Cuando un vofkridiano atacó a Morani, este se cubrió con su espada en el primer ataque. En el segundo, se quedó quieto hasta el último segundo, en donde esquivó el ataque de su enemigo para atacar al que luchaba contra Tiana. Su pareja bloqueó el ataque de un vofkridiano y ambos empezaron a forcejear para tirar el arma del rival al suelo. Morani atacó rápidamente al enemigo de Tiana desde el costado, clavándole su espada y retirándola rápidamente para no perder de vista al que luchaba contra él. El vofkridiano que luchaba contra Tiana sintió un pequeño dolor en su cuerpo, lo cual le dio a Tiana ventaja para superarlo. La chica de Polonia logró tirar la espada del enemigo al suelo, para después atravesarle el pecho con su espada. Una vez que su enemigo murió, la chica corrió para ayudar a su novio. Morani y su atacante intercambiaban ataques chocantes entre sus espadas, donde ninguno parecía ser capaz de superar al otro. Tiana atacó por el costado de forma rápida, lo que provocó que el enemigo de Morani soltara su espada, momento que Morani aprovechó para matarlo de un golpe en la cabeza.

    Algunos soldados que vieron eso intentaron imitar ese estilo de pelea, dado a que parecía funcionar bien.

    Jurdo y sus tigrazules luchaban mucho más adelantados y separados de Blurg y los demás aliados. Su objetivo era alcanzar a Hkras para matarlo y así debilitar a su ejército. Gracias a que los de su manada distraían a varios vofkridianos, Jurdo mató a un vofkridiano y logró quedar cara a cara con el líder vofkridiano. Hkras vio que era el momento de que él entrara en la pelea.

    Jurdo corrió hacia él intentando derribarlo al suelo, pero Hkras logró evitar que ese ataque funcionara atacando de frente con su espada. Jurdo no tuvo más opción que detener su propio ataque para poder esquivar el de Hkras. El tigrazul dio un salto alto para ponerse a espaldas del emperador vofkridiano. A diferencia de otros tigrazules, Jurdo tenía mucha fuerza en las piernas, lo que le permitió dar un salto de esa manera. Ahora que se encontraba en una posición ventajosa sobre su enemigo, trató de atacarlo. Sin embargo, Hkras dio un giro rápido mientras daba una patada con su pierna derecha. Su movimiento logró conectar su golpe en el estómago de Jurdo.

    El emperador vofkridiano le dio un golpe de puño en la mandíbula, el cual fue seguido por un golpe con el filo de su espada en la cabeza de Jurdo. El tigrazul recibió el golpe en el centro de su cráneo, lo cual lo hizo caer al suelo. Hkras le clavó la espada nuevamente en la cabeza, esta vez logrando atravesarle el cráneo y acabar con la vida del tigrazul casi sin dificultad alguna. Ahora centró su vista en un nuevo enemigo.

    Kendrick avanzaba acompañado de algunos soldados. El líder de la FOT utilizaba su espada de oro nuevamente en una batalla contra vofkridianos. Uno de ellos atacó a Kendrick, quien logró bloquear su ataque con facilidad, para después levantar los brazos con fuerza hacia arriba, provocando que el vofkridiano enemigo soltara su arma. Kendrick atravesó a su atacante en el pecho de un golpe rápido. Una vez que mató a uno, fue a enfrentarse con otro directamente. Este vofkridiano era más rápido y más fuerte que el anterior, y eso se notaba en sus movimientos. Kendrick quiso imitar su misma estrategia en contra de este otro vofkridiano luego de que sus espadas chocaran, pero no tuvo la fuerza suficiente para poder conseguirlo. Sabiendo que podría estar en peligro, Kendrick retrocedió unos pasos. Viendo que su nuevo contrincante era algo más alto que el anterior, se le ocurrió usarlo como ventaja. Cuando el vofkridiano atacó al líder de la FOT, este se tiró al piso rápidamente, y dio un giro con su cuerpo para poder atacar su pierna directamente. La espada de oro le cortó el pie a su enemigo, provocando que este cayera al piso tras perder el equilibro. Kendrick se levantó rápidamente y lo atacó en la cabeza, partiéndole el cráneo y matándolo directamente.

    Antes de que pudiera hacer algo más, la espada de oro recibió un rodillazo en la cabeza desde atrás, lo cual provocó que cayera al suelo rodando un poco y soltando su arma. El golpe lo aturdió un poco, pero logró arrastrarse hasta su espada y recuperarla. Al mirar para ver quien lo había atacado consiguió ver a Hkras acercándose a él. Kendrick se dio vuelta intentando levantarse, pero no lo consiguió y volvió a caer al suelo, aun herido por el golpe. Hkras se acercaba hacia él, hasta que se detuvo y lo miró atentamente.

    — Te recuerdo. Tú eres aquel soldado al que le perdoné la vida hace varios años — le dijo Hkras sorprendiendo a Kendrick de que después de que pasaran tantos años, este lo recordara — Te dejé marchar y te di la oportunidad de que te fueras a tu planeta para que se unieran a mi ejército. No sabía que tú pertenecías a la raza que vino a Boek— dijo esas palabras pensando en la vez en la que le perdonó la vida a Tiberio y a varios soldados más.

    — Veo que tú no me olvidaste — le respondió Kendrick ahora logrando ponerse de pie — Yo tampoco lo hice.

    — Pero te recordaba diferente — dijo Hkras empezando a hablar en tono de burla — Más joven. Veo que la forma en la que ustedes envejecen es distinta a la nuestra.

    — Tal vez sea algo más viejo, pero también soy más fuerte — respondió Kendrick tomando una postura de pelea — Esta vez no será como la última vez que mataste a Jerry y a los demás. Ahora te derrotaré.

    — No tengo tiempo para ponerme a recordar el pasado — dijo Hkras haciendo lo mismo que Kendrick— Esta guerra debe terminar el día de hoy.

    Después de treinta años, Kendrick, ahora como la espada de oro, volvía a encontrarse con el emperador vofkridiano. Esta vez no le tendría miedo, y lucharía con la misma valentía con la que Jerry luchó aquel día.

    Ambos enemigos atacaron simultáneamente, produciendo un choque entre espadas. Hkras notó que Kendrick tenía una espada que era muy diferente a las que usaban la mayoría de soldados, pero eso no le importaba demasiado ahora. Kendrick retrocedió para poder realizar un ataque rápido con su espada, el cual terminó siendo bloqueado por Hkras realizando un movimiento hacia abajo. Ahora era el turno del emperador vofkridiano, quien atacó dos veces seguidas a Kendrick. El primer ataque fue bloqueado por el humano, pero el segundo fue esquivado. Hkras atacó con una patada frontal, la cual no pudo ser esquivada por Kendrick dado a que no la esperaba. La espada de oro cayó al suelo sin soltar su arma. Hkras atacó con su espada intentando atravesarlo, pero Kendrick se las arregló para bloquear todos los ataques mientras rodaba para ponerse de pie nuevamente y prepararse para atacar.

    Kendrick atacó desde el costado, tratando de lastimar a Hkras en el cuello. El emperador vofkridiano esquivó el ataque para luego hacer lo mismo que su contrincante. Kendrick tuvo que dar un salto hacia el suelo para poder esquivarlo. La espada de oro pensó que podría hacer lo mismo que hizo en la pelea anterior. Kendrick atacó rápidamente la zona de los tobillos de Hkras para cortarle el pie, sin embargo, el emperador vofkridiano se anticipó a esto, dado a que observó las dos peleas entre Kendrick y sus dos guerreros.

    Cuando Kendrick intentó utilizar su espada de oro para cortarle el pie a Hkras, este logró dar un pequeño salto, que le permitió esquivar el ataque. Inmediatamente después, el emperador vofkridiano pisó la espada de oro, provocando que Kendrick no fuera capaz de levantarla otra vez. Kendrick intentó utilizar su fuerza para liberarla de ese lugar, pero sus esfuerzos fueron en vano. Hkras ahora le dio otra patada con mucha más fuerza en la cabeza a Kendrick. El soldado líder soltó su espada mientras el golpe lo hacía retroceder. Esta patada fue mucho más fuerte que la anterior. Kendrick perdió tres dientes por el golpe, y su boca y su nariz empezaron a sangrar.

    — ¡Agh! — gritó sintiendo un enorme dolor en la boca.

    Kendrick se metió la mano en la boca, e inmediatamente después, escupió, perdiendo otro diente que se le había caído pero no salió de su boca. Mientras Kendrick intentaba ponerse de pie para seguir la pelea como pudiera, Hkras le atravesó el hombro derecho, perforándolo totalmente y dejando su brazo inmóvil. Hkras no detuvo sus ataques, y ahora le pateó la espada al líder de la FOT. Kendrick se encontraba muy adolorido por los golpes.

    — Vamos a ver si puedo hacer lo que tú no pudiste — le dijo el emperador vofkridiano tomando con su mano izquierda el pie izquierdo de Kendrick.

    En un ataque muy rápido, Hkras le cortó el pie a la espada de oro, quien ahora empezaba a perder sangre desde aquel lugar. La sangre que había perdido, sumado al gran daño de los golpes anteriores, provocaron que Kendrick perdiera el conocimiento. Hkras se decepcionó de que su enemigo no pudiera durar un poco más, pero al ver su marcador de vida, y recordar cómo se veía el marcador de Uriel después del momento en el que lo mató, el emperador se dio cuenta de que Kendrick seguía vivo.

    — Creo que ya sé que hacer contigo — dijo Hkras tomando el cuerpo sin vida de Kendrick.

    El emperador vofkridiano vio que sus guerreros mantenían una pelea muy igualada en contra de los humanos y los tigrazules, por lo que decidió que se alejaría momentáneamente del lugar.

    Kendrick estuvo unos minutos desmayado, y al despertar, vio que ya no había más vofkridianos a su alrededor. Empezó a pensar que probablemente sus soldados hubieran ganado, o en el peor de los casos, que Hkras estaba muerto y lo llevaron a un lugar aislado para que estuviera a salvo. Pero esos pensamientos se desvanecieron cuando Hkras apareció desde atrás.

    — Qué bueno que despertaste rápido — dijo muy aliviado de que el desmayo durara poco tiempo.

    — ¡¿Qué fue lo que hiciste?!— le gritó Kendrick muy furioso con Hkras.

    — Date la vuelta y lo verás — le dijo el emperador vofkridiano.

    Usando solo su brazo izquierdo, y las piernas de la forma en que podía, Kendrick volteó su cuerpo para mirar en la dirección opuesta. En frente suyo había un enorme pozo de un ancho notable, y una gran profundidad. Kendrick se asustó un poco por la impresión que daba.

    — ¿Qué es esto? — preguntaba Kendrick muy asustado y confundido.

    — Es uno de los pozos profundos que hay en el planeta Boek— le contestó Hkras mezclando alegría y seriedad — Es el más profundo de todos. Y es el lugar en el que vas a morir...

    — ¿Qué? — preguntó la espada de oro muy asustado intentando arrastrarse lejos de ese lugar, dado a que con solo un brazo en buen estado y un pie, no podría levantarse.

    Hkras caminó hasta que logró ponerse en frente de su viejo enemigo. Kendrick tenía una mirada de terror en su rostro. Estaba herido, desarmado, y no había nadie que pudiera ayudarlo. Hkras decidió que era el momento de que la vida de Kendrick terminara. El emperador vofkridiano levantó a Kendrick con su brazo izquierdo, ayudándolo a mantenerse de pie. Con su brazo derecho, sostenía su espada. Antes de asesinar a su enemigo, le dijo unas últimas palabras.

    — Disfruta de la luz del sol por última vez — dijo Hkras muy seriamente y tomándose una pausa para decir lo siguiente — Por cierto, me voy a quedar con tu espada de oro. Como un recuerdo de nuestra batalla y de mi victoria......Adiós, Kendrick.

    Hkras le clavó su arma en el estómago a Kendrick, provocando que el diera un gran grito de dolor al ser atravesado con tanta fuerza y brutalidad. Acto seguido, lo arrojó hacia las profundidades. El emperador vofkridiano tomó la espada de oro de Kendrick y se subió a su vehículo para volver al lugar de la pelea.

    Kendrick caía adolorido, asustado y triste al saber que su pelea en contra de Hkras había terminado, y que después de una caída en la oscuridad, le llegaría su muerte.

    Antes de llegar al final del pozo, un último pensamiento recorrió su cabeza.

    — Simón...Tiberio...por favor, maten a Hkras— pensaba Kendrick esperando que su deseo se cumpliera — Maten a Hkras y salven a la Tierra...

    Unos segundos después, el cuerpo de Kendrick impactó fuertemente contra el suelo de las profundidades. El impacto fue tan fuerte que todos sus huesos se partieron en el interior de su cuerpo, perforando casi todos sus órganos.

    Ahora su cuerpo sin vida se encontraba en el vacío y la oscuridad de las profundidades del planeta Boek.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    40
     
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    Saludos. Voy a empezar pidiendo disculpas por este capítulo y por el anterior por ser demasiado extensos. Yo no tengo problemas con la extensión de los capítulos de una historia, y si un capítulo es muy largo como para leerlo en una sentada, lo leo en dos. Pero entiendo que no todos deben pensar así. Deben saber que yo no quiero hacer capítulos tan extensos con toda esta cantidad de palabras. Yo considero que un capítulo entre 2200 y 4500 palabras es una longitud adecuada, pero aquí hay cosas que no pude dejar de lado, cosas que tenían que narrarse sí o sí en un mismo capítulo.

    Estuve pensando seriamente en dividir el capítulo en dos partes, pero como yo ya había decidido que era lo que quería que pasara en cada uno de estos desde hace mucho, y no supe bien en qué momento hacer la división. Además, una división implicaría cambios en la narración, dado a que una parte que estaba pensada para que actuara como la mitad, debería ser arreglada para que quedara como final. Y otra debería ser editada también para quedar como principio. Es el tercer capítulo que supera las 7000 palabras, y tranquilamente pude haber hecho una división de estos para tener más capítulos en la historia, pero por las cosas que dije arriba, no lo vi posible.

    Una razón por la cual los capítulos se extienden es por la cantidad de personajes, y hay veces en las que no se puede dejar de lado lo que estos sienten. En capítulos anteriores yo no hice esto con todos, sino que un capítulo le daba importancia a unos, en otro a otros, y así hasta que cada uno recibía su parte. Bueno, en estos capítulos no podía hacer esto de darle a uno sí y a otro no. Es otra de las causas de su extensión: mostrar a los personajes para que se vea que son seres vivos, y no robots sin sentimientos que de una cosa pasan a otra. Se supone que en esta parte de la historia están en una guerra que decidirá el futuro de todos.

    Esa es la explicación de por qué estos últimos dos capítulos se extienden demasiado. Mi idea no es aburrir a nadie, solamente contar lo más que pueda de los personajes. Si quieres leer el capítulo pero lo consideras muy largo, entonces lee hasta una cierta parte, y después seguirás leyendo otra. Sé que no es lo mismo que leerlo todo junto, pero si leiste los otros dos capítulos largos que hice, y cuando leas este, sabrás por qué no pude hacerlo más corto. Ahora sí te dejaré leer tranquilo. Ojalá lo disfrutes.


    Guerra — Parte 6: Última batalla

    Simón corría por el planeta en su vehículo,acompañado de Asher, Kate, Sixto, y los otros cuatro soldados que había elegido para acudir a ayudar a Tiberio, y el resto de sus compañeros en la batalla que inició cuando la trampa que los vofkridianos tenían planeada hubiera dado sus resultados.

    La espada de plata estaba muy preocupado. Sabía que contaba con soldados capaces para poder hacerle frente a los vofkridianos, y conocía a la perfección las capacidades de Tiberio, Asher, Kate y Sixto, además de que Odrit ya los estaba ayudando. Sin embargo, su preocupación venía por otro lado. Estaba seguro de que podrían ganar la pelea si luchaban todos juntos, pero si los vofkridianos mataban a una gran cantidad de tigrazules, o máquinas de ejecución, sus números se verían muy reducidos para cuando llegara el momento de luchar al lado de Kendrick y los demás contra Hkras. Con el arma Boek sin estar con carga completa, cada soldado ya sea humano, máquina, o tigrazul era muy importante para la batalla.

    Asher y Kate estaban preocupados por sus dos compañeros que habían conocido hace muy poco. Ninguno de ellos había visto luchar a Ulrich o a Sonia fuera de entrenamientos. Sabían que ambos soldados eran buenos, pero el recordar que no lograron pasar las pruebas para dirigirse hacia Boek en el primer lugar los ponía algo nerviosos. Naomi y Uriel, que sí las habían superado, habían caído en batalla en contra de los vofkridianos. La pareja rogaba porque sus compañeros estuvieran a salvo, no solamente ellos, si no también, todos los demás.

    Sixto se mostraba preocupado por todos, principalmente por Tiberio. El soldado irlandés trataba de convencerse a sí mismo de que su amigo no tendría problema al ser el mejor soldado que la FOT pudiera tener, pero el pensar en la forma en la que él pidió ayuda no le daba una sensación muy agradable. Sixto no supo que Tiberio exageró las cosas para que Kendrick tomara una decisión rápida, por lo cual pensó que los vofkridianos eran una amenaza seria. Si el soldado más fuerte de la FOT caía en la batalla, ¿qué destino le esperaría a él? La preocupación por su seguridad, y también la de la Tierra crecía a cada instante.

    Los cuatro soldados que acompañaban a la espada de plata iban asustados. No se preocupaban demasiado por sus compañeros tanto como los demás lo hacían, solamente temían por ellos mismos. Ninguno quería morir asesinado por sus enemigos en un planeta lejano a la Tierra. Estaba claro que tendrían que pelear y demostrar por qué eran soldados de la FOT, pero la situación no ayudaba demasiado.

    Tras un largo recorrido, el grupo se acercaba al lugar de la batalla. El ruido de los disparos y los gritos de los guerreros lo delataban.

    — Ya estamos por llegar — dijo Simón hablando en voz baja para no revelar la posición a sus enemigos — Prepárense.

    — Asher, ten cuidado — le dijo Kate a su novio algo asustada por lo que pudiera llegar a pasar allí.

    — Tu también — le respondió Asher en un tono que mostraba preocupación.

    Al acercarse al lugar, vieron los vehículos de sus compañeros alejados del lugar de la batalla. Los refuerzos decidieron que también los dejarían atrás, para no arriesgarse a dañarlos, dado a que eso solamente complicaría más su situación. Los ocho soldados apagaron sus vehículos y corrieron de la forma más sigilosa que pudieron hacia el bosque.

    Cuando llegaron a la zona de la pelea, lo que vieron los sorprendió. Varios vofkridianos estaban utilizando armas de fuego, las cuales no sabían si eran suyas o de alguna otra raza, mientras que Tiberio, las máquinas de ejecución, y los tigrazules luchaban como podían utilizando sus alrededores como cobertura o puntos de ventaja. En el suelo había varios cadáveres de vofkridianos y tigrazules, y restos de metal pertenecientes a los robots de Cybershark. Sin perder más tiempo, los refuerzos entraron a la batalla.

    Mientras que Simón, Asher, Kate y Sixto utilizaban sus propias espadas y adoptaban la misma estrategia de batalla que sus compañeros, los otros cuatro soldados se movieron por el lugar buscando armas de fuego para no exponerse demasiado.

    Tiberio estaba luchando en compañía de Odrit en contra de dos vofkridianos. Estos ya no tenían sus armas de fuego, por lo que ahora era una lucha con espadas. Sixto y Simón corrieron para ayudar a su compañero. Cuando la espada del vofkridiano enemigo y la del rompe huesos chocaron, Sixto atacó rápidamente con su espada, atravesándole el cuello y matándolo directamente. El vofkridiano que se enfrentaba a Odrit se llevó una gran sorpresa y cuando se distrajo para ver que ocurría, Simón aprovechó su distracción para poder matarlo con su espada de plata. Tiberio se alegró mucho de que sus compañeros hayan llegado para la batalla.

    — Me alegro de que estén aquí — decía el rompe huesos muy contento de verlos en la lucha — ¿Dónde están Kendrick y los demás?

    — Ellos fueron a detener a Hkras— le respondió Simón algo ansioso — Tenemos que terminar rápido aquí para ir a ayudarlos.

    — Odrit, ¿tus vofkridianos se encuentran bien? — preguntó Sixto, confundiendo a las especies.

    — Veo que la emoción de la batalla te ha confundido un poco — respondió el tigrazul haciéndole notar su error al soldado.

    — Quiero decir tigrazules— respondió Sixto con una risa breve — ¿Se encuentran bien?

    — Ibev está muerto — respondió Odrit muy serio pero sin ocultar detalles — Lodba y yo aun seguimos de pie. ¿Blurg no vino?

    — Kendrick se lo llevó a la batalla contra Hkras— respondió la espada de plata — Lo necesitaba.

    — Nos necesitan a todos — respondió Tiberio comenzando a buscar un nuevo objetivo para luchar — Tenemos que darnos prisa aquí.

    Los tres compañeros del soldado superior de la FOT estuvieron de acuerdo con eso. Mientras más rápido terminaran en ese lugar, más rápido podrían ir a ayudar a Kendrick, a Blurg, y a los demás.

    Asher y Kate usaban movimientos discretos pero efectivos en la pelea. Uno de ellos distraía a un enemigo mientras que el otro se acercaba para poder eliminarlos. Era una estrategia que ambos habían usado por un largo tiempo, y se habían vuelto muy buenos en eso. La pareja luchaba al mismo tiempo que buscaba en el lugar a Ulrich y a Sonia. No podían gritar sus nombres, dado a que eso solamente revelaría su posición.

    Dos vofkridianos se dieron cuenta de su estrategia, por lo cual decidieron romperla. Cada uno de ellos se le acercó a un humano desde un lado diferente, y atacaron repetida y rápidamente para separarlos y así evitar que esta estrategia pudiera volver a ser utilizada. Ahora Asher y Kate debían luchar por su cuenta, pero no debería ser un problema para ellos.

    El vofkridiano que atacó a Asher terminó con su ataque siendo bloqueado por la espada del soldado estadounidense. Asher realizó dos ataques consecutivos, pero uno de ellos fue rechazado y el otro esquivado. Su combatiente era bueno peleando, pero cuando vio a una máquina de ejecución luchando contra un vofkridiano, el soldado recordó el punto débil de estos. Si atacaba continuamente en un solo lugar, estos eran destruidos. Decidió implementar esa estrategia con el vofkridiano que tenía adelante. Primero esperó que su enemigo lo atacara para frenar su ataque, y luego de eso empezó con una cadena de ataques rápidos y fuertes a la vez, centrados en el mismo lugar. El vofkridiano no tenía tiempo para realizar otro movimiento más que bloquear los ataques del soldado. Asher atacó de esa manera hasta que con un ataque logró tirar la espada del vofkridiano al suelo.

    — Es imposible que un humano pueda derrotar... — pero no logró terminar su frase, dado a que Asher le atravesó el pecho con su espada.

    Kate vio lo que su novio había hecho y decidió que ella también lo implementaría. La chica de Francia atacó rápidamente centrándose en el mismo lugar en cada ataque que realizaba, el vofkridiano se defendía muy bien de estos ataques, bloqueándolos a todos perfectamente sin ponerse en riesgo en la pelea. Kate supo que la estrategia que Asher usó podría no serle de mucha utilidad a ella, por lo que decidió buscar otra. La chica se acercó al vofkridiano esperando a que este lo atacara. Cuando el enemigo intentó atravesarla con su espada, Kate se agachó, esquivando el ataque, para luego levantarse y apuntar con un movimiento rápido hacia el cuello del vofkridiano, consiguiendo matarlo al atravesarlo de un golpe. Una vez que sus dos enemigos estaban muertos, Kate se reunió con Asher para seguir luchando juntos.

    — ¿Estás bien? — preguntó Asher acercándose a su novia — No te lastimó, ¿verdad?

    — No, descuida, estoy bien — le respondió Kate tranquilizando al chico.

    Lodba y varios tigrazules de su manada tenían su vista puesta en un grupo de vofkridianos, entre los cuales se encontraba el comandante Fertrok. Al guerrero de Hkras quien creía que se convertiría en el tercero al mando una vez que comunicara a su emperador sobre la muerte de Sidirio, veía que varios de los suyos estaban cayendo en la pelea. A pesar de que habían causado varias bajas en el equipo enemigo, consideró que lo mejor sería reagruparse junto al resto de su ejército.

    — ¡Retírense! — ordenó Fertrok a los pocos vofkridianos que quedaban vivos.

    — ¡No te dejaré escapar después de lo que hiciste a Ibev! — gritó Lodba persiguiendo al comandante.

    El líder de la manada de los tigrazules utilizó los árboles del bosque para moverse más rápido y quedar cara a cara en contra del líder de este grupo de vofkridianos. Sin más opción que pelear en contra de él, Fertrok tomó su espada, dado a que su arma de fuego se quedó sin munición. El tigrazul cargó hasta su enemigo e intentó saltar sobre él para tirarlo al piso. Fertrok levantó su espada hacia arriba dirigiéndola a su atacante, consiguiendo darle un golpe en el hombro, lo que le provocó un corte a su enemigo. Lodba cayó al suelo herido y se sostuvo la herida.

    Fertrok se acercó para eliminarlo por detrás. Sabiendo que tenía al enemigo a sus espaldas, Lodba saltó hacia adelante como pudo para escapar de su ataque. Fertrok decidió saltar con fuerza sobre su enemigo para poder evitar que este siguiera escapando de él. El comandante se tiró encima del tigrazul, reteniéndolo con uno de sus brazos, mientras que con el otro, intentaba eliminarlo usando su espada. Lodba se volteó y quiso escapar de su enemigo. Intentó usar sus uñas afiladas, atacando con su mano izquierda a la cara del vofkridiano, mientras que con la otra, le retenía el brazo armado. Las garras de Lodba verdaderamente eran muy afiladas, y estaban empezando a lastimar el rostro de Fertrok, quien decidió presionar el cuello de su enemigo con su mano. La presión ejercida lo debilitó un poco, momento que el vofkridiano aprovechó para levantar su espada y atravesarle el cráneo a Lodba, acabando con él.

    Considerando que ya hizo lo que pudo para seguir el plan de Hkras, Fertrok se retiró del lugar acompañado por varios de sus soldados.

    Un minuto después de que el comandante se marchó, ya no quedaban vofkridianos con vida en el bosque. Simón, Tiberio, Asher, Kate, Sixto, Odrit, los cuatro humanos, algunos tigrazules, y las máquinas de ejecución se reunieron para tratar de estimar cuantas bajas habían tenido.

    — Tiberio, ¿Dónde están Ulrich y Sonia? — preguntó Asher muy preocupado al no haber podido encontrar a sus amigos en la pelea, y al no verlos reunidos con ellos.

    El rompe huesos cerró los ojos y movió su cabeza de un lado a otro, dando a entender que la pareja que fue a acompañarlo en la misión no lo había logrado. Asher y Kate se apenaron un poco al saber que habían perdido a otros dos compañeros en la misión. Odrit notó que Lodba ya no estaba con ellos, por lo que decidió llamarlo a gritos sabiendo que ya no corrían ninguna clase de peligro.

    — ¡Lodba! — gritó Odrit intentando encontrar a su compañero — ¡¿Dónde estás?!

    Odrit buscó por la zona acompañado por varios tigrazules y por los soldados humanos en busca de su compañero. No le tomó mucho tiempo hasta que lo encontró tirado en el suelo, sin vida. Odrit no podía creer lo que estaba pasando. Primero Ibev, y ahora Lodba. El plan de Hkras había salido muy bien. Dos de sus amigos habían muerto en la pelea. Simón sabía que sus compañeros estaban afrontando las pérdidas de la batalla, pero Hkras seguía con vida, lo cual quería decir que no había tiempo que perder.

    — Escuchen, la pelea todavía no termina — les dijo la espada de plata hablando muy seriamente — Entiendo que las muertes de nuestros compañeros son difíciles de enfrentar, pero ahora tenemos que dejarlo para otro momento. Kendrick y Blurg deben estar peleando contra Hkras ahora mismo, y necesitan nuestra ayuda. Además, varios vofkridianos escaparon, lo que quiere decir que tenemos que irnos.

    — Tienes razón — respondió Tiberio empezando a dirigirse a su vehículo — Mientras más rápido lleguemos hasta ellos, más rápido terminará esto.

    Los soldados humanos, las máquinas de ejecución que aún seguían funcionando, y los tigrazules, empezaron a dirigirse al lugar donde los humanos habían dejado los vehículos. Odrit se quedó unos segundos mirando el cuerpo de su amigo.

    — Prometo que los vengaré — pensaba para sí mismo como una promesa — A ambos.

    Odrit finalmente se fue con los demás. Los sobrevivientes a la batalla del bosque empezaron a dirigirse a la zona en la cual se suponía que estaba teniendo lugar la pelea en contra de Hkras. Dado a que no sabían en donde estaba, tuvieron que revisar el mapa compartido por los vehículos. Simón decidió darle el aviso a Kendrick de que ahora se dirigían a la pelea.

    — Kendrick, habla Simón — decía la espada de plata informándole la situación a su amigo — Vamos en camino para ayudarlos.

    Simón esperaba alguna clase de respuesta de parte de la espada de oro, pero no recibió ninguna. Creyó que todos debían estar demasiado ocupados y que esa era la razón por la cual no había respuesta de Kendrick. A nadie le pareció raro. Asher, sin embargo, decidió comunicarse con Morani.

    — Morani, te hablar Asher— dijo el soldado a su amigo — La batalla en el bosque terminó, y en unos minutos estaremos allí, pero tengan cuidado. Algunos vofkridianos escaparon. No serán los únicos en conseguir refuerzos.

    — Entendido — respondió el soldado de Kenia a su amigo, agradeciéndole la información — Los estaremos esperando.

    Todo lo que el grupo quería era llegar rápido al lugar y así poder acabar con Hkras. Su imperio y su amenaza habían llegado muy lejos, y era el tiempo para que alguien lo detuviera.

    [...]

    La batalla entre los vofkridianos en contra de los humanos y los tigrazules era verdaderamente ruidosa a cada momento. Los choques entre las armas y los gritos de pelea podían escucharse en kilómetros, al ser un gran alboroto y estar demasiado concentrado. Algunos humanos y tigrazules conseguían su objetivo de eliminar a los enemigos, mientras que otros caían en el intento. Con el paso de los minutos, los números se estaban achicando cada vez más.

    Morani y Tiana luchaban juntos ahora algo cansados. La pelea había comenzado hace varios minutos, y a pesar de que no era demasiado, el tener que luchar una y otra vez en contra de varios vofkridianos provenientes de cualquier dirección, era cansador, tanto para su cuerpo como para su mente. Varios soldados ya empezaban a notar el cansancio. Los vofkridianos lo sentían, pero estaban muy bien preparados como para evitar que esto fuera un impedimento para la batalla.

    El chico de Kenia bloqueó el ataque de un vofkridiano, y ambos empezaron a hacer fuerza para desarmar a su adversario. Tiana actuó rápidamente y le atravesó el costado al enemigo, provocando que este soltara su arma sin matarlo. Morani se acercó y le cortó la cabeza rápidamente. Ambos chicos se miraron a los ojos muy felices de que la batalla por el momento estuviera saliendo bien.

    — Somos un buen equipo — dijo Morani sonriéndole a Tiana.

    — Siempre lo hemos sido — le contestó la chica devolviéndole la sonrisa.

    Blurg, quien era el único líder tigrazul en pie en esa batalla después de la muerte de Jurdo, estaba buscando a Hkras para pelear contra él. Sabía que el emperador fue el asesino de su compañero, y quería vengarse de este a como diera lugar. Blurg avanzó corriendo hacia un vofkridiano, consiguiendo derribarlo al suelo para después matarlo de una feroz mordida. Ya no se encontraba en el centro de la pelea, sino en los alrededores de esta, creyendo que ese sería el lugar en donde Hkras iba a esconderse.

    Cuando Blurg levantó la vista para continuar buscando, vio a uno de los tigrazules de su manada morir decapitado en manos de un vofkridiano de gran tamaño. El líder tigrazul conocía a Hkras, y sabía que ese no era él, pero decidió tomar venganza por su guerrero. Veygh, el segundo al mando de Hkras y el asesino del tigrazul, vio a Blurg acercándose a él. Por su mirada de enfado, se dio cuenta de que era uno de los líderes de la especie. Sabiendo que era lo que su emperador haría, Veygh intentó probar algo en contra de Blurg para enfurecerlo.

    — Supongo que ese era amigo tuyo — le dijo en un tono de burla y muy sonriente— ¿O mi suposición es incorrecta?

    — ¡Te voy a borrar esa sonrisa de la cara! — le respondió Blurg muy seriamente a su enemigo.

    — Todo esto podría haberse evitado si hubieran elegido el bando correcto — respondió Veygh intentando provocarlo aún más — Si lucharan de nuestro lado, la guerra habría terminado, y la mayoría de los tuyos estarían vivos.

    — Ustedes son una raza hostil — dijo Blurg muy enojado con su enemigo — No hay diferencia entre los cleexor y ustedes. Solo buscan eliminar a los demás.

    Harto de tener que conversar con el enemigo, Blurg pasó al ataque. El líder tigrazul intentó golpear a Veygh con ambos puños, ataque que fue detenido con poca dificultad por el segundo al mando de Hkras. Ahora lo tenía cerca. Movió su brazo derecho a la izquierda, y su brazo izquierdo a la derecha, cruzando tanto sus brazos como los del enemigo. Veygh le dio un cabezazo muy fuerte a Blurg, y luego le dio una patada en el estómago, haciéndolo caer hacia atrás.

    Blurg aún no estaba derrotado. El tigrazul se levantó listo para atacar nuevamente, sin embargo, esta vez quería esperar a que fuera Veygh quien lo atacara, para buscar una manera de contrarrestarlo y luego atacarlo como él lo había hecho. Sin embargo, esto no estaba teniendo un buen resultado, dado a que el vofkridiano no lo atacaba. Veygh estaba esperando a que fuera Blurg quien golpera primero. El tigrazul sabía que se trataba de alguna trampa, por lo que trató de evitar un ataque.

    Veygh notó como Blurg no lo estaba atacando, por lo que adivinó cuál era su estrategia. Su enemigo quería imitar la misma acción que él había hecho hace menos de un minuto. El segundo al mando de Hkras buscó otra manera para poder enfurecer a su contrincante con otra provocación.

    — Yo puedo esperar todo el día, y los vofkridianos también — le dijo Veygh hablándole en un tono incitante a pelear — ¿Pero qué hay de ti y los tuyos?

    Blurg miró a su alrededor y veía como varios tigrazules de su manada estaban cayendo. El número de vofkridianos que caía era muy inferior al de los tigrazules. Se podría decir, que por cada vofkridiano muerto, dos tigrazules morían. Su enemigo, a pesar de la incitación, estaba en lo correcto. Si se quedaba esperando, terminaría siendo superado en número y sus posibilidades de ganar quedarían en cero.

    Sabiendo que no tenía otra alternativa, Blurg atacó. Esta vez intentó atacar con un solo puño a la vez, y de esa manera evitar que Veygh lo capturara del todo, sin embargo, su ataque fue detenido por su enemigo otra vez. Veygh usaba su mano derecha para frenar el ataque de Blurg, para después utilizar la izquierda para golpearlo en la cabeza. El golpe fue centrado y muy doloroso para el tigrazul, el cual quedó algo aturdido tras recibirlo. Veygh ahora le soltó el puño y empezó a golpearlo con las dos manos, tirándolo al suelo. Blurg se encontraba totalmente indefenso ante los golpes de puño del vofkridiano.

    Veygh lo golpeó una y otra vez con fuerza hasta que lo dejó inconsciente de tanto daño recibido. El segundo al mando de Hkras se levantó del suelo, tomó su espada, y se disponía a matar a Blurg, sin embargo, decidió esperar a que recuperara el conocimiento, ya que una mejor idea recorrió su mente. Pasaron algunos minutos hasta que Blurg se despertó, muy confundido, dado a que no sabía que era lo que había ocurrido. Veygh lo tomó rápidamente con su mano izquierda, lo levantó y le atravesó la espalda con su espada, provocando que Blurg diera un fuerte rugido que indicaba que estaba sufriendo daños. Dicho rugido llamó la atención de sus tigrazules, que al ver a su líder en peligro, empezaron a sentir miedo. Veygh se apresuró y repitió el mismo ataque anterior, pero en otra parte del cuerpo distinta, lo cual volvió a resultar en un rugido por parte de Blurg, el cual llamó la atención de otros tigrazules de su manada, quienes no habían escuchado el primer rugido de su líder. El segundo al mando de Hkras consideró que ya tenía suficiente atención, por lo que puso a Blurg de espaldas a él y de rodillas.

    — ¿Por qué me estás haciendo esto? — preguntó Blurg sufriendo por las heridas de combate.

    Veygh le atravesó el cuello de un golpe directo al líder tigrazul, para luego cortarle la cabeza. Se aseguró de que todos aquellos que lucharan para él vieran esa escena. Para que pudieran ver como su líder caía en batalla. El plan macabro de Veygh resultó a la perfección. Los tigrazules de la manda de Blurg se quedaron horrorizados con la muerte de su líder.

    — ¡Blurg! — gritaron varios de ellos al unísono.

    — ¡Nuestro líder ha caído! — gritaron otros.

    — ¡Lo mataron!

    — ¡Son muy fuertes!

    — ¡Nunca les ganaremos!

    — ¡Tenemos que huir de aquí! — este fue el único grito que no fue pronunciado por varios de ellos, sino por uno solo.

    Con la muerte de su líder, todos los tigrazules con vida que pertenecieran a la manada de Blurg estaban escapando de la zona de la pelea. Estaba claro que la muerte de su líder de una manera tan brutal les causó una gran impresión y miedo. Ninguno de ellos quería quedarse a sufrir un destino similar al que Blurg acababa de sufrir. A Veygh no le importaba que estos huyeran. Los tigrazules no eran sus verdaderos enemigos, solamente aliados de estos, y ellos no eran los que estaban en poder del arma.

    Los humanos del lugar, así también los guerreros de la manada de Jurdo, se llevaron una gran sorpresa al ver como ese grupo de tigrazules huía. Intentaron convencerlos a gritos de que se quedaran con ellos en la batalla.

    — ¡¿A dónde creen que van?! — gritó Morani viendo como los tigrazules huían.

    — ¡Quédense a pelear, cobardes! — gritó un tigrazul de la manada de Jurdo.

    Sin embargo, sus gritos de nada sirvieron. En tan solo unos minutos, lo que quedaba de la manada de Blurg ya no estaba. La estrategia deVeygh para reducir el número de enemigos había funcionado a la perfección. Los humanos perdieron una parte algo importante de su ejército, lo que le permitía a los vofkridianos agruparse y pelear contra un solo rival.

    En tan solo unos minutos, los humanos y tigrazules empezaron a caer rápidamente. Cada soldado tenía a tres vofkridianos rodeándolos, y luchar en contra de tantos era imposible. Algunos vofkridianos perdían la vida, pero era un número considerablemente inferior comparado con los humanos y tigrazules muertos.

    — ¡Oh no, nos van a matar a todos! — gritó desesperadamente uno de los humanos aterrado por lo que veía.

    — ¡¿Qué es lo que vamos a hacer?! — preguntó Tiana horrorizada con lo que estaba pasando.

    — ¡Tenemos que buscar a Kendrick! — gritó Morani levantando la vista desesperado buscando al líder de la FOT — ¡Kendrick! ¡Kendrick!

    — ¡¿En dónde está?! — empezó a desesperarse otro de los humanos.

    — ¡No lo veo en ninguna parte! — gritaba Tiana algo asustada por la forma en la que todo estaba saliendo — ¡Kendrick!

    No había respuesta de la espada de oro en ninguna parte. Los soldados humanos y tigrazules empezaron a correr hacia atrás buscando retroceder aunque sea un poco. Veygh, que sabía que gracias a su estrategia, no tendría que pelear más, retrocedió hasta el final de sus líneas. Iba a dejar que los demás se encargaran de terminar el trabajo.

    Al llegar hasta el fondo se encontró con Hkras, quien aparentemente, ya estaba de regreso.

    — Te tardaste un tiempo — le dijo Veygh al emperador, muy alegre de volver a verlo — ¿Dónde está el humano?

    — Lo arrojé al pozo que encontramos hoy — respondió Hkras empezando a observar el movimiento de los soldados — Se encontró con una muerte horrible y aterradora, de eso no hay duda. ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Qué hiciste?

    — Hice que varios de sus aliados se retiraran corriendo— le contestó Veygh con un pequeño tono de arrogancia — Reduje sus números, y ahora ni siquiera tenemos por qué pelear. Ellos se encargarán del resto.

    Hkras y Veygh empezaron a contemplar lo que era la caída de sus enemigos. Aunque algunos intentaban retroceder para ganar tiempo, era inútil, dado a que terminaban siendo asesinados de cualquier manera. Pocos minutos después de que Hkras regresó, Fertrok hizo aparición en el lugar.

    — ¿Cómo salió todo? — preguntó Hkras deseando saber si su plan dio resultado o no.

    — He logrado matar a la mayoría de los que vinieron al bosque — le respondió Fertrok esperando que esta vez, Hkras lo felicitara como correspondía — Aunque algunos de ellos quedaron vivos. Decidimos venir a ayudarles.

    — ¿Y qué ocurrió con Sidirio? — preguntó Hkras notando la ausencia de su tercero al mando.

    — Él no lo consiguió — contestó Fertrok de manera seria — Era un buen líder de exploración, pero no un buen comandante. Eso lo llevó a la muerte.

    — Eso quiere decir que voy a tener que convertirte en mi tercero al mando — le dijo Hkras— El puesto que siempre quisiste ahora es tuyo.

    — Gracias, emperador, le prometo que no lo decepcionaré — respondió Fertrok marchando hacia el campo de batalla para luchar.

    Veygh intentó decirle a su compañero que no era necesario que se involucrara en la batalla, dado a que los enemigos estaban a punto de caer. Sin embargo, el comandante recién ascendido tenía mucha prisa, por lo que no le dio la oportunidad de hacerlo.

    El emperador vofkridiano y su segundo al mando se quedaron en la parte de atrás, viendo como sus enemigos estaban cayendo poco a poco. Ambos estimaban que la guerra iba a terminar en menos de diez minutos. Y que la proclamación de su victoria estaba cada vez más cerca.

    Morani, Tiana, y el resto de los humanos no consiguieron encontrar a Kendrick por ningún lado. El tiempo pasaba y la espada de oro no aparecía, justo en el momento en el que más lo necesitaban a su lado.

    Los humanos y los tigrazules seguían retrocediendo para evitar una muerte en manos de los vofkridianos a toda costa. Fue en ese momento, que varios vehículos empezaron a escucharse aproximándose a ellos. Tiana se dio la vuelta y vio a Simón siendo acompañado por Asher, Kate, Tiberio, Sixto, cuatro soldados más, Odrit, varios tigrazules y máquinas de ejecución.

    — ¡Simón está aquí! — exclamó Tiana alegre de saber que recibirían ayuda.

    — ¡Y Tiberio, y Asher, y Kate! — se alegró un poco Morani.

    Cuando los recién llegados observaron que los vofkridianos estaban superando en número a sus compañeros, decidieron entrar directamente a la batalla sin hacer preguntas. Pero las cosas no iban muy bien. A pesar de la llegada del resto del equipo, los enemigos seguían teniendo la ventaja numérica.

    — ¡¿Qué está ocurriendo aquí?! — preguntó Tiberio viendo a varios enemigos juntos, sintiendo una gran impresión.

    — ¡¿Dónde está Blurg?! — preguntó Odrit muy preocupado de no encontrar a su amigo en ese lugar.

    — ¡Lo mataron! — respondió un tigrazul del grupo de Jurdo— ¡A Jurdo también! ¡Los tigrazules de Blurg se escaparon después de su muerte!

    — ¡¿Qué?! — preguntó de forma retórica el, ahora único, tigrazul líder que quedaba vivo — ¡¿Cómo pudo ocurrir?!

    El tigrazul del grupo de Jurdo le explicó a Odrit la manera en la que Blurg había sido asesinado por uno de los vofkridianos a los que se enfrentó. Odrit no lo podía creer, y tampoco los humanos que habían luchado junto a Blurg en más de una ocasión. Sin embargo, las preguntas no terminaban ahí.

    — ¡¿Y Kendrick?! — preguntaba Asher sin verlo por ningún lado.

    — ¡No lo encontramos por ningún lado! — gritó Morani dejando aterrados a todos.

    — ¡¿Cómo que por ningún lado?! — exclamó Simón sin poder creer lo que le decían — ¡Kendrick! ¡Kendrick!

    A pesar de los gritos de la espada de plata, el líder de la FOT no aparecía por ningún lado. Esta pequeña distracción fue breve, pero aun así les dio a los vofkridianos el tiempo suficiente para rodear por completo a sus enemigos. Por la forma en la que se veían las cosas, los vofkridianos tenían más del doble y medio de soldados que los humanos, incluso uniendo a tigrazules y máquinas de ejecución.

    — ¡No hay manera de escapar! — gritó Kate muy horrorizada — ¡Moriremos aquí!

    Los vofkridianos les cerraron cualquier salida posible para que nadie fuera capaz de escapar de ese lugar. Fue ahí cuando empezó su ataque final. Eran una enorme cantidad, demasiados como para pelear. Los soldados y tigrazules decidieron defenderse entre ellos y no devolver los ataques, dado a que era muy peligroso. Tiberio ordenó a las máquinas de ejecución que se distribuyeran e intentaran crear algún hueco de escape.

    Sin embargo, los esfuerzos de los aliados eran inútiles. Había muchos vofkridianos para pelear y escapar. Era solo cuestión de tiempo para que el imperio de Hkras terminara con la vida de todos los que estuvieran encerrados ahí.

    En ese momento, un ruido muy fuerte llamó la atención de todos los que se encontraban luchando en el lugar. La pelea cesó, y cada uno de los soldados vivos miró hacia el lugar del cual provenían. Fue ahí cuando lo vieron y se quedaron sorprendidos. Una cantidad masiva de gyot avanzaba corriendo a gran velocidad hacia el campo de batalla.

    El ruido escandaloso que causó la guerra de seguro había llamado la atención de todas esas criaturas, quienes ahora eran las causantes del ruido, dado a que la gran cantidad que se aproximaba había dejado enmudecidos a todos.

    No había palabras para describir lo que se sentía. Prácticamente un océano de horrendas y hambrientas criaturas estaban acercándose hacia ellos, listos para saciar su hambre. No había manera de frenarlos. Incluso aunque los humanos, tigrazules y máquinas se unieran a los vofkridianos; los gyot cuadruplicaban sus números en total. Era como si todos los gyot del planeta se hubieran reunido para un festín, y la guerra hubiera sido la campana de la cena.

    — ¡Retírense! — ordenó Hkras a sus soldados, con la intención de no perder a demasiados de ellos — ¡Es hora de la retirada!

    — ¡Nosotros también! — gritó Simón asumiendo el mando de todos los presentes — ¡Hay que ir a la nave!

    — ¡No pienso dejar que estas criaturas nos quiten el triunfo! — gritó Fertrok sin intención alguna de retroceder.

    Fertrok y los vofkridianos que formaban parte de su grupo se quedaban a pelear, mientras que el resto se iba del campo de batalla. Fertrok sabía que si lograban frenar el avance de esas criaturas, y posteriormente ganar la guerra, Hkras podría darle un aumento y convertirlo en el segundo al mando.

    — ¡No les permitan escapar! — gritó Fertrok a algunos de los suyos, observando como sus enemigos se retiraban.

    Los humanos y tigrazules corriendo para alejarse del lugar, sumando a varios vofkridianos que también hacían lo mismo, generaron un completo caos. Tiana, Morani y Asher se habían quedado un poco atrás, y cuando quisieron correr para alcanzar a los demás, Tiana quedó encerrada. La chica de Polonia sintió un miedo terrible al ver que estaba atrapada entre varios vofkridianos corriendo, a pesar de que estos no la atacaban.

    — ¡Morani! — gritó Tiana pidiéndole ayuda a su novio.

    — ¡Tiana, ahí voy! — exclamó Morani retrocediendo para salvarla.

    — ¡Morani, espera! — gritó Asher tratando de ayudar a su amigo.

    Antes de que Morani pudiera llegar a Tiana, un vofkridiano del equipo de Fertrok, llegó hasta ella primero. Atacó con su espada a la chica desde atrás, y logró atravesarle el corazón. Tiana sufrió un gran dolor instantáneo para después caer muerta cuando su marcador indicó el 0%. Morani vio esa escena y quedó en shock. Su novia había muerto frente a él.

    El chico de Kenia salió del estado de shock muy rápido para dirigirse al vofkridiano que había matado a su novia. Con una gran furia, enterró su espada completamente en el cráneo del asesino de Tiana, y posteriormente, tomó a Tiana en sus brazos, esperando que hubiera alguna forma de salvarla.

    — ¡Tiana, Tiana, por favor, háblame! — decía Morani totalmente aterrado, evitando mirar el marcador de vida de la chica — Por favor, hemos pasado por mucho para que esto termine así...Tiana, reacciona por favor. ¡Tiana! ¡Tiana! — tras ese grito de desesperación, las lágrimas del chico de Kenia empezaron a aparecer — ¡No! ¡No me dejes! ¡Tiana!

    Asher llegó hasta el lugar para encontrar a su amigo Morani quebrándose en llanto tras ver a su novia muerta de esa manera. El soldado estadounidense sintió un gran escalofrío cuando recordó la muerte de su hermano. Ahora una gran amiga suya, la chica a la cual Uriel consideraba como una de las mejores, estaba muerta. Asher empezó a llorar su pérdida también.

    Sin embargo, no había tiempo para eso. Los gyot ya habían llegado hasta el lugar. Varios vofkridianos les hacían frente, incluyendo a Fertrok, pero era inútil. La única manera de ganarles, sería que cada vofkridiano asesinara a 17 gyots consecutivamente sin morir, lo cual era imposible en un lugar como ese. Asher decidió sacar a su amigo de ahí.

    — ¡Morani, tenemos que irnos! — gritó Asher contemplando la pelea entre los enemigos y las criaturas del planeta.

    — No me iré — respondió Morani muy serio y profundo — Me quedaré con ella. Eso es lo que habría querido.

    — Ella no querría que dejaras como unas criaturas como los gyot te asesinaran — Asher intentaba convencerlo de irse — Ahora están entretenidos con los vofkridianos, pero no va a durar para siempre. Tenemos que salir de aquí.

    — Lo siento, Asher— le respondió su amigo sonando muy apenado — Yo no la abandonaré. Para mí esta guerra ya no tiene sentido.

    — Morani, no hay tiempo — le respondió Asher empezando a impacientarse — Hemos perdido a varios soldados. Ulrich y Sonia fueron asesinados también. Blurg, Lodba, los demás tigrazules... Lo siento, pero te necesitamos.

    Asher tomó a Morani con ambos brazos y empezó a empujarlo fuera de ese lugar. A pesar de que el chico de Kenia no se quería ir, no mostró resistencia alguna a esto. Por lo que se veía, con la muerte de Tiana, su instinto de batalla había desaparecido del todo.

    Simón y Kate, muy preocupados de ver que ni Asher, ni Morani, ni Tiana regresaban, decidieron regresar para salvarlos. Simón se asombró al ver a Asher llevando a Morani de esa forma. Kate se asustó al no ver a Tiana, y la expresión en el rostro de Morani lo daba a entender todo. Su amiga, con quien había estado desde el inicio de la misión, se había ido. La chica francesa quiso llorar su pérdida, pero esperó a que estuvieran fuera de peligro para hacer eso. Simón, Asher, Kate, y un destrozado Morani, subieron a los vehículos y condujeron hacia la posición en donde habían ubicado la nave.

    Fertrok y sus vofkridianos se dieron cuenta del error grave que habían cometido al haberse quedado a pelear en contra de un gran número de gyot. El, recientemente ascendido a, tercero al mando de Hkras había sido superado por la enorme cantidad de criaturas que acudieron a ese lugar. A pesar de que hizo su mayor esfuerzo para salir con vida de ahí, no lo consiguió, y su imprudencia lo había llevado a la muerte.

    Ahora que no quedaba nadie en el campo de batalla, los gyot empezaron a devorar ferozmente los cuerpos de humanos, tigrazules, y vofkridianos que quedaron en el lugar. Las horrendas criaturas del planeta Boek estaban dándose el festín de sus vidas.

    [...]

    Todos los sobrevivientes a la pelea en contra de los vofkridianos se encontraban reunidos en el interior de la nave madre de la FOT. Dado a la poca cantidad de soldados y tigrazules que habían, el espacio que había en ese lugar sobraba demasiado. Tiberio ordenó a los robots de Cybershark que se quedaran afuera vigilando por si alguien se acercaba. Los soldados, los médicos, los ingenieros, y los tigrazules restantes se encontraban teniendo una gran discusión en el interior de la nave.

    — ¡Se terminó! — gritó Morani amenazando a Asher para que lo soltara — ¡Todo terminó! ¡No hay nada más que hacer! ¡La guerra está perdida!

    — Relájate, Morani— dijo Sixto aproximándose al chico de Kenia — Asher solamente quiere ayudarte.

    — ¡No puedo relajarme! — gritó Morani ahora empezando a enojarse con el soldado irlandés — ¡El arma Boek todavía no se terminó de cargar, la mayoría de los tigrazules están muertos o huyeron, Kendrick fue asesinado, y Tiana...

    Al pronunciar el nombre de la chica que amaba, Morani cayó al suelo destrozado. Recordó el momento en el que Cybershark asesinó a Evandro. Ahora la situación era la misma, excepto que la persona que había muerto era mucho más significativa para él.

    — No tenemos el arma, ni los números — decía Morani tratando de calmarse y no desquitarse con sus compañeros — No hay razón para seguir luchando. Hkras ganó.

    — Eso no es cierto — le respondió Simón a su soldado — Nosotros aún seguimos con vida. Mientras haya alguien que se enfrente a Hkras, la guerra no está perdida. Y nosotros seremos quienes nos vamos a enfrentar a Hkras.

    — No eres el único que busca venganza — le dijo Asher poniendo la mano en el hombro de su amigo — Hkras mató a mi hermano. Y puedes estar seguro de que no voy a dejar de pelear contra él.

    — Mis padres también murieron por culpa de Hkras— respondió Tiberio hablando fuerte y claro — He esperado toda mi vida para vengarme. No voy a rendirme ahora.

    — Blurg, Lodba, Ibev, Jurdo... — les decía Odrit recordando a sus compañeros caídos — Ellos vieron la maldad que había en Hkras y trataron de detenerlo para salvar nuestro planeta. No dejaré que sus muertes sean en vano.

    Estaba claro que el líder tigrazul contaba con el apoyo de los sobrevivientes del resto de las manadas. Cada soldado humano que quedaba con vida quería muerto a Hkras, tanto como Morani, Asher y todos los demás.

    — Ahora que Kendrick ya no está, ¿quién será el líder de la FOT? — preguntó Odrit curioso por saberlo.

    — Él confió en mí como su espada de plata — contestó Simón ante la pregunta del tigrazul— Yo voy a ser el líder en lo que queda de la misión. Luego de esto, veremos qué hacer.

    — ¿Cuál es el plan para derrotar a Hkras? — preguntaba Kate pensando en todo lo que habían perdido — Ahora estamos en desventaja, y el arma Boek todavía no se cargó.

    — Yo tengo uno — respondió el rompe huesos sorprendiendo a todos los que estaban ahí — Primero necesito saber si las otras tres naves que trajeron tienen sistemas de defensa.

    — Claro que los tienen— contestó un ingeniero de la FOT — Pero la nave madre no cuenta con ninguno. Por lo general, se supone que solo se usa para entrenar y llevar las tareas importantes.

    — Entonces esto es lo que van a hacer — les dijo Tiberio de manera muy seria — Yo me quedaré aquí con las tres naves, las máquinas de ejecución, y algunos soldados más. El resto de ustedes se llevará la nave madre con el arma Boek hacia un lugar lejano para mantenerla a salvo.

    — ¿Qué planeas? — preguntó Simón algo intrigado por el plan de su soldado.

    — Hkras sabe dónde estamos — contestó seriamente el rompe huesos — Cuando llegue hasta aquí, activaremos los sistemas de defensa de la nave y eso eliminará a varios de ellos. Cuando su ejército se debilite, usaré a las máquinas para eliminarlo.

    — El resto de nosotros nos quedamos contigo — respondió Asher muy serio en su postura.

    — No, ustedes tienen que proteger el arma Boek— respondió Tiberio — Quién sabe cuándo vaya a cargarse. Se alejarán lo más posible de este lugar, y cuando esté cargada del todo, es ahí cuando ustedes regresan. Yo lo detendré el tiempo que sea necesario, y luego, uno de ustedes dispara el arma, y mata a Hkras de una vez por todas.

    — Es un buen plan — respondió Simón creyendo que hicieron una excelente elección al pensar en Tiberio para que sea el líder de la FOT en un futuro — Pero necesitarás de alguien que se quede a activar los sistemas de defensa para cuando Hkras llegue. Si los activas y te quedas a esperar, la energía de la nave se agotará, y estos quedarán inservibles.

    — Eso nos deja a mí, a los robots, y a tres soldados más en este lugar — dijo Tiberio analizando su plan.

    — Yo seré uno de esos tres soldados — dijo Sixto muy decidido.

    — No, tu eres uno de los mejores de la FOT actualmente — respondió Tiberio, que buscaba en realidad una forma de proteger a Sixto — Asher, Kate, Morani y tú se quedarán a proteger el arma mientras se carga. No podemos arriesgar a ninguno de ustedes.

    — Elije a tres soldados al azar — le respondió Simón pensando que no importaba a quien se eligiera, su única función sería activar el sistema de defensa de las naves para atacar a los vofkridianos.

    — Y yo también me quedo a pelear contigo — le dijo Odrit muy seriamente — Le daré al resto de los tigrazules una oportunidad de que ayuden a los tuyos.

    Tiberio asintió con la cabeza, aceptando el plan que Odrit le había propuesto. Finalmente, llegó el momento de que las naves se dividieran. Simón se llevó a los miembros de la FOT y a los tigrazules lejos del lugar. El arma se encontraba en el 98% de su carga. Los humanos no podían creer que estuvieran tan cerca y a la vez tan lejos de poder utilizarla. Solo debían mantenerla cargándose durante unos minutos más, y finalmente podrían utilizarla con el propósito por el cual la habían ido a buscar.

    La nave no se alejó ni mucho ni muy poco. Iban a estar a una distancia prudente para poder regresar rápido a ayudar en el momento en el que el arma estuviera cargada del todo, pero también era lo ideal no arriesgarse a que Hkras lograra llegar hasta el arma antes de que estuviera lista para usarse.

    Tiberio, Odrit, los tres soldados que estaban en el interior de la nave, y las pocas máquinas de ejecución que aún seguían con vida, estaban esperando en el lugar por la llegada de Hkras. Sería realmente agradable si pudieran eliminar al emperador vofkridiano por su cuenta, pero eso parecía se imposible. Sin embargo, lo que sí era posible para ellos era resistir hasta que el arma estuviera lista.

    Finalmente llegó el momento en el que todo daría inicio. A la distancia, Tiberio y Odrit lograron identificar a Hkras y a varios miembros de su ejército dirigiéndose hacia ellos. Sabían que era la hora de pelear. El emperador vofkridiano y todos los guerreros que luchaban para él se estaban aproximando con sus vehículos, a gran velocidad.

    — No se ven tantos como antes — dijo Odrit observando la cantidad de soldados que venían hacia ellos.

    — De seguro estuvieron encargándose de los gyot— respondió Tiberio sacando sus conclusiones — Pero aun así nos siguen superando en número — tras decir esas palabras, el rompe huesos se comunicó con los soldados que estaban en el interior de las naves — ¡Preparen los sistemas de defensa!

    Los soldados hicieron caso a la orden del rompe huesos, y activaron el sistema de armas para defender la nave de amenazas externas. Para tener más precauciones, Tiberio y Odrit se apartaron para ponerse en la parte de atrás de la nave. Dado a que no sabían muy bien cómo funcionaba este sistema, podría reconocer a Odrit como una amenaza y terminar atacándolo. Tiberio, su amigo tigrazul, y las máquinas de ejecución estarían posicionados detrás de las naves humanas, listos para luchar contra los vofkridianos que llegaran hasta ellos.

    Cuando sus enemigos estuvieron dentro del rango de visión del sistema de defensa, este abrió fuego en contra de los enemigos. Los disparos de las armas externas de la nave no eran demasiado dañinos para la piel de los vofkridianos, pero ataques que se acumulaban sí que llegaban a causar daño. Veygh recordó el momento en el que los humanos lo atacaron usando ese sistema de defensa, y sabía cómo detenerlo.

    — ¡Busquen la forma de entrar a las naves y cortarles la energía! — ordenó el segundo al mando del emperador a los soldados.

    — Nosotros y un grupo más seguiremos avanzando — respondió Hkras.

    El emperador vofkridiano en compañía de Veygh, y más guerreros vofkridianos, esquivaron los disparos de la nave para poder pasar por los costados y así seguir su camino hasta la nave más grande, que era la que faltaba. Sin embargo, al pasar por ese lugar, Tiberio y Odrit los interceptaron junto con las máquinas de ejecución. Hkras recordó a Tiberio por sus dos encuentros anteriores que había tenido con él.

    — Veo que tú sigues con vida después de tanto tiempo — le dijo el emperador vofkridiano al rompe huesos.

    — No creas que iba a morirme sin enfrentarme a ti — le respondió Tiberio muy serio listo para luchar contra su gran enemigo — Esta será nuestra última batalla. Al final del día, solo uno de nosotros va a seguir con vida.

    — Estoy de acuerdo con eso — respondió Hkras tomando su espada listo para la batalla contra el soldado humano — ¡Al ataque!

    Los vofkridianos que iban con Hkras tenían como objetivo a las máquinas de ejecución de Cybershark. Veygh atacó a Odrit, y Hkras fue a enfrentarse directamente contra Tiberio.

    Odrit atacó a Veygh sin saber que se trataba del asesino de Blurg. El tigrazul quería vengar la muerte de su amigo, pero al desconocer a su asesino, debía luchar contra todos los vofkridianos que pudiera. El tigrazul atacó saltando encima de su enemigo, intentando derribarlo al suelo, pero Veygh se agachó y el ataque terminó pasando de largo. Veygh corrió hacia Odrit para atravesarle el cuello con su espada. El tigrazul esquivó el primero de sus ataques agachándose, y los demás retrocediendo unos pasos hacia atrás. Odrit veía el gran tamaño de su enemigo, y se dio cuenta de que iba a costarle trabajo poder vencerlo, pero debía intentarlo de cualquier manera. Odrit corrió hacia él para luchar cuerpo a cuerpo. La estrategia que utilizó en el bosque ya no le iba a funcionar. No en una zona sin árboles y menos contra un rival de esa altura. El tigrazul intentó tomar la espada del vofkridiano para poder quitársela de las manos, y así poder luchar más tranquilo; sin embargo, Veygh logró atacar con su espada a las manos de su enemigo, provocando que cuando este quisiera tomarla, recibiera daño por el filo de su arma. Las manos de Odrit empezaron a sangrar cuando Veygh las atacó de esa forma. Sin perder el tiempo, el segundo al mando de Hkras le dio un rodillazo en el estómago al tigrazul, lo cual lo puso de rodillas. El daño que había recibido era poco, pero algo intenso. Odrit emitía quejidos del dolor. Al ver que estaba solamente él, Veygh le metió la espada en la boca y le atravesó la garganta a Odrit con ella. El tigrazul terminó siendo asesinado por el mismo guerrero que asesinó a su amigo.

    Mientras esta batalla tenía lugar, Tiberio y Hkras luchaban uno contra el otro. El rompe huesos luchaba con todo su empeño en contra del emperador vofkridiano. No dejaría que todo el entrenamiento por el cual pasó para derrotarlo fuera en vano. Incluso si después era asesinado por algún otro vofkridiano, no le importaba, en tanto pudiera llevarse a Hkras con él. Si conseguía asesinarlo, el imperio enemigo se terminaría debilitando, empezando por el ejército que se encontraba en Boek, y tal vez de esa manera, consiguieran ganar la guerra más fácilmente.

    La lucha entre ambos era intensa. La primera vez que se enfrentaron, fue Hkras quien logró la victoria. En su segundo encuentro, Tiberio consiguió ganar gracias a la ayuda de un arma cleexor, pero no consiguió asesinar al emperador. Su tercer batalla sería la definitiva.

    Las espadas de ambos guerreros chocaron para dar inicio a un forcejeo por intentar desarmar al otro. Hkras se dio cuenta de que debería intentar otra cosa, dado a que sabía que era lo que Tiberio iba a intentar hacer. Hkras atacó con su espada tratando de atravesar el torso del humano. El rompe huesos utilizaba su escudo para rechazar el ataque del emperador vofkridiano. Estaba esperando por una oportunidad en la que Hkras dejara su espada lo suficientemente lejos de su cuerpo como para que un ataque suyo fuera efectivo, sin embargo, esta nunca llegó. Cuando un ataque del emperador vofkridiano era bloqueado, este simplemente atacaba nuevamente para volver a encontrarse con el escudo del soldado en cada ocasión. Tiberio decidió que movería su escudo al momento de rechazar los golpes, para que de esa forma pudiera lograr su objetivo.

    El rompe huesos esperó al siguiente ataque de Hkras, y al momento de bloquearlo, levantó su escudo hacia arriba, provocando que Hkras tuviera su arma lo suficientemente lejos para utilizarla como defensa. Tiberio utilizó su turno para atacar. Dirigió un ataque hacia el pecho de Hkras, ataque que el emperador vofkridiano consiguió esquivar, pero no del todo. La espada del rompe huesos consiguió causar daño en el brazo del emperador vofkridiano. Este estaba algo enojado con el soldado humano. Hkras atacó nuevamente con su espada, esperando que Tiberio bloqueara su ataque, y cuando lo hizo, tomó su escudo con su brazo libre y lo movió hacia abajo para realizar otro ataque con el que le atravesaría la cabeza a su enemigo. El rompe huesos tuvo que moverse hacia atrás para esquivarlo, pero el ataque lo alcanzó, creando un mediano corte poco profundo entre su hombro derecho y su pecho. Tiberio sabía que Hkras era más experimentado en la pelea, pero tenía una estrategia para vencerlo.

    Hkras atacó nuevamente. En lugar de bloquear el ataque con su escudo, Tiberio decidió retenerlo utilizando tanto este como su espada. Al momento del ataque, Hkras se encontraba atrapado. No podía retirar su espada por la presión que el rompe huesos causaba sobre su cuerpo. Tiberio miró al emperador con una sonrisa, la cual le decía que había llegado el momento de su muerte. Movió tanto su espada como su escudo a la izquierda al mismo tiempo, lo cual provocó que el emperador terminara perdiendo su espada, para quedar indefenso ante él. Pero antes de que pudiera realizar su ataque, su costado izquierdo fue atravesado por una espada. Tiberio terminó dando un grito de dolor y de sorpresa al ver que alguien lo había atacado por detrás. Al girar la cabeza veía a Veygh, quien después de haber matado a Odrit, le mostraba una sonrisa al rompe huesos. Tiberio quiso golpearlo con su escudo para que el sirviente de Hkras lo soltara, pero el vofkridiano le sujetó el brazo, para después empezar a torcérselo.

    — ¡Esta pelea era entre tú y yo! — gritó Tiberio mientras era retenido por otro enemigo.

    Hkras se acercó hasta él después de recuperar su espada. La sonrisa en su rostro era algo aterradora.

    — Eres gracioso cuando te lo propones — le respondió el emperador vofkridiano en un tono de burla — ¡¿De verdad crees que me convertí en el emperador del universo peleando de manera honrada?!

    Tras decir esas palabras, Hkras levantó su espada y le cortó el brazo derecho a Tiberio, en la zona del codo. Ese era el brazo que el rompe huesos utilizaba para sostener su espada, y ahora ya no lo tenía más. Después del ataque, Veygh dejó a un herido Tiberio caer al suelo. El rompe huesos miraba como perdía sangre en el lugar donde Hkras hizo el corte, y mostró una expresión de miedo y furia al ver que ya no podría volver a levantar su espada. Hkras atacó nuevamente, esta vez dirigiéndole el ataque a la cabeza. Tiberio levantó su escudo para protegerse a sí mismo del ataque, pero para su sorpresa, al momento del impacto, el escudo se partió en pedazos, dejando sorprendido al rompe huesos. Estaba consciente de que su escudo había sufrido varios daños en la batalla, pero en ningún momento dio signos de que fuera a destruirse. Ahora su espada estaba fuera de su alcance y su escudo estaba hecho pedazos en el suelo.

    Hkras le atravesó el estómago con su espada, para luego empezar a moverla de un lado para el otro en el interior de su cuerpo, provocando un dolor muy intenso en el soldado. Sus órganos estaban siendo cortados en dos, y su carne le dolía de una manera como nunca había sentido antes. Hkras le retiró la espada del estómago para poder darle un golpe en la cabeza con el mango de la misma. Tiberio ya se encontraba muy débil, ya casi no podía moverse, y dentro de poco iba a perder el conocimiento para morir por pérdida de sangre o falla de su organismo.

    Las pocas fuerzas que le quedaban en su cuerpo las utilizaba para aguantar las lágrimas en el interior de su cuerpo. El intenso dolor por el que estaba pasando y la angustia, el miedo, y la desesperación por morir en las manos de su enemigo y no poder cumplir la promesa que le hizo a sus padres, eran motivos suficientes para que cualquiera soltara aunque sea una lágrima. Pero Tiberio no lo quería hacer. Su enemigo lo estaba matando, y no quería darle la satisfacción de verlo quebrarse, ni siquiera de que viera una sola de sus lágrimas.

    — Llegó el final — le dijo Hkras en un tono bajo, pero a la vez profundo.

    Tiberio levantó la vista para mirar con desprecio a su asesino por una última vez.

    — Papá, mamá...lo lamento mucho— pensaba Tiberio totalmente destrozado por dentro al no poder cumplir la promesa que les hizo — Lo intenté...en serio lo intenté...simplemente, no pude.

    El rompe huesos vio como Hkras levantó su arma y le atravesó el pecho y el corazón con ella. Eso fue lo último que vio al final de su vida. Una gran cantidad de sangre había salido de su boca tras el golpe, un instante después de que el rompe huesos terminara perdiendo su vida.

    Su última batalla había terminado. Había perdido. Hkras retiró su arma del cuerpo de Tiberio, para después dejar su cadáver en el suelo como una víctima más de la guerra.
     
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    Ya logré terminar con el capítulo 7 y último de la parte Guerra. La razón por la que no he estado conectado en los foros se debe a un problema que tuve durante estos días con mi conexión a internet. Y como les he dicho antes, a partir de ahora, uso las versiones online de Word para escribir, lo cual quiere decir que sin internet, no puedo escribir un capítulo. Si bien tengo el Wordpad en mi pc, no me gusta utilizarlo, puesto que no te marca los errores. Yo los capítulos los escribo siempre de noche, y necesito tener a la vista los errores que cometo para poder arreglarlos sin que se me olviden.

    No quiero decir mucho de este capítulo. Al igual que los dos anteriores, es largo y épico, y me encantó escribirlo. Así que los dejaré leer sin más interrupciones.


    Guerra — Parte 7: Fin de la misión

    Unos instantes después de que Tiberio cayera muerto al suelo, las máquinas de ejecución que estaban luchando en contra de los vofkridianos quedaron totalmente inmóviles. Estas habían sido configuradas por Cybershark para que solo pudieran obedecer a una sola persona, y reprogramadas por los ingenieros de la FOT para que esa persona a la que siguieran fuera el rompe huesos. Como ahora el mejor soldado de la FOT estaba muerto, las máquinas dejaron de escuchar órdenes, por lo que se quedaron estáticas. Iban a permanecer así hasta que volvieran a ser reprogramadas, pero eso no entraba en los planes de Hkras. El emperador vofkridiano vio como los robots se habían detenido. Los vofkridianos de su imperio aprovecharon esa oportunidad para destruirlas por completo.

    Las pocas máquinas de ejecución que quedaban fueron aniquiladas en menos de un minuto después de la caída del hombre que las dirigía. Las que habían sido dejadas en el planeta Tech 001 murieron enfrentándose a la tripulación de Fertrok, mientras que las que habían sido llevadas por Cybershark al planeta Boek para la búsqueda del arma, terminaron siendo destruidas en el proceso. Este acontecimiento marcó el final de la raza robótica que había nacido en el planeta Tech 001 con el objetivo de derrotar a Hkras. Habían fracasado al cumplir su objetivo, y ahora toda la evidencia de su existencia estaba totalmente destruida.

    Con las máquinas de ejecución eliminadas por completo, los vofkridianos no tuvieron problemas en entrar al interior de las naves humanas, que utilizaban los mecanismos de defensa para el enfrentamiento con los vofkridianos. Los soldados humanos que operaban esas naves fueron asesinados por los vofkridianos que entraron al lugar. Ahora, Hkras y su segundo al mando Veygh, se encontraban reunidos en el campo de batalla, contemplando una victoria más de su ejército. Odrit, Tiberio, y todos los que participaron en la batalla estaban muertos frente a ellos. Una gran sonrisa se formó en el rostro del emperador vofkridiano, quien sabía que aún quedaba una nave humana en el planeta y que eso sería la última batalla que le quedaba por ganar para conseguir el arma más poderosa del universo y de esa forma, asegurar la existencia de su imperio hasta el final de los tiempos. Los soldados tenían dudas sobre qué hacer con las naves.

    — ¿Quiere que nos llevemos las naves hacia Driun Morgh para estudiarlas, señor? — preguntó uno de los soldados vofkridianos.

    — No, quiero que las destruyan — respondió el emperador vofkridiano muy decidido — Puede que los humanos intenten escapar del campo de batalla y llegar hasta estas naves en un intento de escapar. Y en esta guerra no quiero a ningún sobreviviente del bando enemigo.

    — Ya oyeron a Hkras— respondió Veygh hablándole a un grupo de soldados — Entren en esas naves y déjenlas totalmente inútiles. Si no me equivoco, todavía tienen una nave con ellos. No dejen nada que pueda ser usado como repuesto.

    Los soldados obedecieron las órdenes de su emperador de inmediato. Varios soldados entraron a cada una de esas tres naves y empezaron a destruir todo lo que encontraban. Ningún objeto en su interior quedó intacto. Al cabo de seis minutos, las naves eran totalmente inservibles. Nada de lo que estuviera ahí dentro podría ser usado. Ni siquiera serviría como un lugar de descanso.

    Hkras y Veygh miraron hacia adelante. Sabían que la otra nave humana, la última que quedaba, debía estar no muy lejos de ahí.

    — Será su final — dijo Veygh a su emperador, inspirando confianza de que la victoria sería de su imperio — Llegamos, les arrebatamos el arma Boek y los matamos con ella. Será un buen espectáculo. Un día que será recordado por siempre en la historia vofkridiana.

    — Varios de mis comandantes y mejores hombres murieron en esta batalla — dijo Hkras recordando las muertes de Sidirio y Fertrok principalmente — Cuando todo esto termine, tendremos que reorganizar a todo el imperio nuevamente. Si el inútil de Fertrok no se hubiera quedado a pelear contra esas criaturas, las cosas serían más sencillas.

    Veygh no sabía que responder ante eso. Le sorprendían mucho las palabras dichas por su emperador. Creyó que estaría aliviado por el triunfo de los vofkridianos, en lugar de preocupado por la reorganización de su imperio. Hkras se quedó pensativo por un momento hasta que decidió volver a hablar.

    — Debo reconocer que tienes razón — le respondió el emperador vofkridiano — Este día lo vamos a recordar para siempre. Será mejor que nos pongamos en marcha y terminemos con esto.

    Hkras, Veygh, y los demás soldados vofkridianos fueron a sus vehículos para ponerlos en funcionamiento y partir en búsqueda de la última nave humana que quedaba en pie. Los cuerpos de los soldados que se quedaron a luchar en un intento para retener a Hkras el tiempo suficiente hasta que el arma estuviera cargada del todo, fueron dejados atrás. Ahora solamente eran los restos de otra batalla más ganada por el imperio vofkridiano.

    Hkras estaba impaciente por encontrar la nava y acabar con los pocos humanos que quedaban. El número de sus enemigos se había reducido muy notoriamente gracias a la estrategia que Veygh utilizó en batalla. Causando que varios huyeran y que otros fueran asesinados muy fácilmente. Algunos de sus guerreros murieron asesinados durante la batalla y también en el ataque sorpresa de los gyot, pero los vofkridianos aún tenían la ventaja numérica en este asunto. Todo indicaba a una victoria inevitable para el malvado emperador y para los suyos.

    [...]

    Simón, Asher, Kate, Morani, Sixto, el resto de soldados y los últimos tigrazules que quedaban para terminar la batalla se encontraban en el interior de la nave madre de la FOT. El arma Boek había llegado finalmente al 99% y confiaban de que sería cuestión de tiempo para que obtuvieran el 100% y estuviera lista para ser utilizada en contra de los vofkrianos. Los vehículos estaban preparados para salir hacia el lugar de la pelea en el momento en el que el arma se encontrara cargada del todo. Los soldados no querían esperar más. Tiberio y Odrit podrían estar en peligro, y mientras más rápido llegaran hasta ellos, más rápido terminaría la guerra en contra de Hkras.

    Simón seguía procesando la muerte de Kendrick. Si bien, no había manera de confirmar que su amigo estuviera muerto, las probabilidades de que estuviera vivo eran muy bajas. Simón era mayor que él, y nunca imaginó que algo como eso pudiera llegar a pasar y que la FOT pasaría a ser responsabilidad suya. No se sentía muy cómodo con esto, pero sabía que era su deber. La espada de plata tenía pensado en realizar una exploración para intentar encontrar el cuerpo de Kendrick, junto con la espada de oro. En el caso de que no pudiera ser encontrada, la FOT retiraría la espada de oro de la misma manera en que la espada de bronce fue retirada hace años. Lo cual significaría que la espada de plata sería la única autoridad en la FOT. El soldado español no veía la hora de que esta guerra terminara y poder pasar a su retiro.

    Sixto estaba preocupado por su compañero Tiberio. Sabía que era el mejor soldado que pudieran tener, y que de la última persona de quien debería preocuparse en una batalla, debería ser él, pero no podía evitar tener un mal presentimiento sobre eso. Tiberio lo ayudó a convertirse en un mejor soldado en la batalla, además de ayudarlo a vengar la muerte de su amigo Benjamín. Sixto quería pagárselo algún día. Sabía que si Hkras era derrotado, los gobiernos de la Tierra podrían decidir ponerle fin a la FOT, o tal vez darle un descanso, lo que significaría que tendría que pagarle de otra forma.

    Asher y Kate se encontraban con Morani, quien aún estaba dolido por la pérdida de Tiana. El soldado de Kenia estaba prácticamente destrozado. Cuando Evandro perdió la vida en manos de Cybershark, Tiana fue quien le hizo entrar en razón en medio de todos sus pensamientos de venganza en contra del robot. De no haber sido por ella, Morani podría haber terminado muerto. Tiana además de ser su novia, le había salvado la vida. De todas las personas en la FOT, Tiana era a quien Morani más quería. Y hace no menos de poco tiempo, un vofkridiano le había quitado la vida sin que pudiera hacer nada. Asher y Kate lo miraban totalmente entristecidos. Querían buscar la forma de levantarle el ánimo a su amigo. Lo necesitaban al máximo en la guerra, y no quería que eso lo distrajera y terminara muerto; pero eso no hacía la situación más fácil. No había forma de que Morani pudiera superar lo que pasó tan rápido.

    — Escucha, Morani, yo sé por lo que estás pasando — le dijo Asher hablando en un tono serio pero a la vez amable — Sé lo que es perder a un ser querido en manos de los vofkridianos. Y no lo digo solamente por Uriel. Tiana era mi amiga también. Desde que inició la misión me pareció una buena amiga, el perderla también me duele mucho. A excepción de Nikolai, todas las pérdidas que sufrimos me han sentado mal. Sé que no hay ninguna palabra que pueda ayudarte a salir del dolor por el que estás pasando, pero debes hacerlo. La guerra no terminó. Hkras sigue vivo. Eso quiere decir que la FOT te necesita. Kate, Sixto y yo te necesitamos. No podemos perderte.

    — Asher tiene razón — contestó Kate con el mismo tono que su novio — Yo quería mucho a Tiana. Era una gran amiga para mí. A todos los que vinieron a esta misión los consideré como grandes amigos, pero con Tiana era distinto. Mi amistad con ella duró mucho más tiempo que con los demás, y su muerte fue muy dolorosa para mí. No estás solo. Siempre podrás contar con nosotros dos.

    Morani miró a Asher y a Kate mostrando una sonrisa sincera de amistad. El hecho de que sus dos compañeros lo estuvieran apoyando en un momento muy difícil para él significaba mucho. El soldado se levantó y abrazó a ambos chicos.

    — Gracias por esto — dijo Morani soltando algunas lágrimas — De verdad se los agradezco... Son dos grandes amigos.

    — La vamos a vengar — dijo Asher aceptando el abrazo de su amigo — A ella, a Uriel y a todos los demás.

    Simón miraba la escena prestando atención a las palabras que Asher le había dicho a Morani. Estaba impresionado por la forma en la que el soldado estadounidense intentaba ayudar a su amigo. Cuando los gyot atacaron, Asher fue quien logró sacar a Morani de ese lugar. Y en este tiempo que estaban en la nave, se había mostrado muy compasivo con él. Probablemente porque Asher vivió una experiencia similar cuando Hkras asesinó a su hermano menor. Sixto miraba a Simón algo pensativo y se acercó para preguntarle si algo andaba mal.

    — ¿Pasa algo? — preguntaba el soldado irlandés creyendo que Simón podría no estar bien.

    — No, solamente estoy preocupado por Morani— le contestó Simón a su soldado — Tiana era muy importante para él, y ahora que ya no está, es probable que esto le afecte. Si le toca cruzarse con algún vofkridiano, puede que termine perdiendo el control de la batalla.

    — ¿Cómo sucedió con Ismael? — preguntó Sixto comparando ambas situaciones.

    — Exactamente — respondió la espada de plata — Esta es una guerra, y necesitamos a todos muy concentrados. Lo cual no quiere decir que Morani no tenga derecho a sentirse mal. Es un ser humano, y es normal sentirse así cuando un ser querido muere, y más de esa forma.

    — Asher y Kate lo están ayudando — respondió Sixto.

    — Así es, pero lo que Morani haga en la batalla dependerá totalmente de él — contestó Simón.

    Sixto se quedó junto a Simón esperando a que el arma Boek estuviera cargada por completo. Ya no quería seguir esperando. Quería que Hkras estuviera muerto lo más rápido posible. Una vez que los enemigos caigan, la guerra estaría terminada y él podría regresar a casa junto a su esposa y su hija, que era lo único que quería en ese momento.

    Los soldados humanos y los tigrazules se estaban preparando mentalmente para pelear cuando llegara el momento. Ellos también habían sufrido algunas pérdidas de grandes amigos, y el ver morir a varios de ellos hacía que más responsabilidad recayera sobre ellos cuando llegara el momento de pelear. A diferencia de los soldados que vinieron a Boek originalmente, y de Sixto que llegó más tarde, ellos no habían luchado en el principio contra Hkras y no habían visto de lo que era capaz hasta ahora. Era una sensación fuerte, pero deberían ser capaces de controlarla o de lo contrario, iban a perder la guerra.

    Cuando nadie lo estaba esperando, un soldado que estaba en un puesto de guardia, dio un aviso que preocupó a todos los que se encontraban en esa nave.

    — ¡Alerta! — gritó el vigilante muy aterrado— ¡Hkras se acerca!

    Las palabras de este soldado causaron un gran pánico en todos los que las escucharon. Hubo algunos que empezaban a temblar, otros que estaban casi paralizados por el miedo, mientras que otros se rehusaban a creerlo.

    — ¡Imposible! — exclamó Simón al escuchar esas palabras — ¡Déjame ver!

    Simón se acercó hacia la zona de vigilancia de la nave para observar bien lo que estaba pasando. Sus miedos se confirmaron en cuanto vio a Hkras acompañado de Veygh y más vofkridianos, ahora dirigiéndose hacia su posición desde lo lejos. La espada de plata empezó a sentir un miedo mucho mayor al que alguna vez en su vida llegó a sentir. Fue corriendo con sus demás soldados y tigrazules para avisarles lo que ocurría.

    — ¡Es verdad! — gritó Simón alertando a todos — ¡Hkras está viniendo hacia nosotros!

    — ¡NO! — respondió Sixto llevándose las manos a la cabeza poniendo un rostro de preocupación — Si Hkras se dirige hacia aquí, quiere decir que...

    — Mató a Tiberio — dijo Kate en un tono bajo por el miedo que sentía al pensar en esa idea.

    Esas palabras solamente aumentaron el pánico entre los soldados humanos. Todos ellos sabían que Tiberio era el mejor soldado, principalmente porque tanto Kendrick como Simón lo habían admitido varias veces; y ahora resulta que había muerto. Muchos empezaron a dudar acerca de esta guerra. El hecho de que uno de los mejores soldados haya caído era un indicio de que el enemigo era imparable. Mientras la mayoría fue invadida por el miedo, Simón, Sixto, Asher, Kate y Morani fueron invadidos por la tristeza. Tiberio era su compañero, y ahora había caído.

    — No puede ser — Sixto caía de rodillas al suelo negándose a aceptar lo que escuchó — Tiberio no puede estar muerto.

    — Esto solo pone las cosas mucho peor — pensaba Simón para sí mismo — Kendrick y Tiberio están muertos, lo cual quiere decir que ahora voy a tener que buscar a otra persona para que me garantice que será capaz de liderar a la FOT cuando yo me retire...si es que no me muero aquí hoy — esto último lo pensó con mucha más preocupación.

    — ¡Estamos perdidos! — exclamó Morani sintiendo tristeza, miedo y enojo al mismo tiempo — ¡Ninguno de nosotros podrá matar a Hkras si Tiberio no pudo!

    — ¡No se desesperen! — gritó Asher intentando calmar la situación, sabiendo que de seguir así, todo iba a empeorar en pocos minutos — ¡Todavía tenemos el arma Boek!

    — ¡Aun no llega al 100%! — le respondió un ingeniero que supervisaba la carga de la misma — ¡Hkras va a llegar hasta aquí antes de que lo haga!

    — ¡Tenemos que encontrar una manera para retrasarlo! — dijo Asher pensando rápido en lo primero que se le ocurrió.

    — Nosotros lo haremos — dijo uno de los tigrazules dando un paso al frente.

    Los humanos se llevaron una gran sorpresa al ver la determinación y calma de los tigrazules restantes de la manada de Jurdo. Ellos no conocían a Tiberio, y tampoco conocían del todo bien a los humanos, lo que sirvió para que pudieran mantener la calma ante esa situación.

    — Vamos a salir y los retrasaremos lo suficiente para que el arma tenga tiempo de cargarse — dijo el mismo tigrazul.

    — Es un suicidio, Hkras los matará — dijo un soldado de la FOT que dio su punto de vista.

    — Jurdo murió para detener a Hkras— respondió aquel tigrazul mirando al resto de los suyos — Nosotros haremos lo mismo que él. No vamos a escapar como los otros.

    — Lo que ustedes están por hacer es algo muy valiente — dijo Asher sorprendido por la decisión que los últimos tigrazules habían tomado.

    El tigrazul que habló en el nombre de los suyos pidió que se abrieran las puertas de la nave madre de la FOT para que todos pudieran salir a pelear. Estaba claro que los vofkridianos los superaban en número y no había probabilidades de que sobrevivieran, pero si Hkras llegaba hasta la nave y lograba obtener el arma Boek, ellos iban a morir de todas formas. Simón abrió las puertas y los pocos tigrazules que quedaban con vida fueron a enfrentarse a los vofkridianos. Estos se encontraban muy lejos, pero con sus vehículos, iban a llegar en poco tiempo.

    — Esto nos dará algo más de tiempo — dijo Asher a todos los soldados humanos, quienes eran los únicos que seguían en la nave — Esperemos que sea el suficiente.

    Simón prestó atención a lo ocurrido y tuvo una idea, pero decidió esperar a que el arma Boek estuviera cargada del todo. Uno de los soldados que mantenía la vigilancia miraba la batalla desde lo lejos. Los vofkridianos luchaban ferozmente y derrotaban a los tigrazules, que conseguían derrotar a varios enemigos, pero era una cantidad muy poca comparada a la de los enemigos.

    [...]

    Hkras y Veygh no querían seguir perdiendo el tiempo con los tigrazules. Cada uno de ellos mató a uno de los miembros de esa especie y luego retrocedieron para permitirles a sus guerreros avanzar hacia la batalla. No querían cansarse demasiado sabiendo que aún quedaban humanos con vida, y que la nave se encontraba muy cerca de ellos. El emperador vofkridiano y su segundo al mando observaba como los guerreros del impero atravesaban con sus espadas a los tigrazules que hacían lo que podían para matar la mayor cantidad posible.

    El número de vofkridianos era considerablemente mayor que el número de tigrazules, y en solamente tres minutos, ya no quedaba ninguno de ellos con vida. Una vez que todos los tigrazules habían muerto, el emperador vofkridiano avanzó hasta el frente en su vehículo. Tenían la nave humana en frente, y lo único que tenían que hacer era llegar hacia ella e iniciar una masacre en contra de los humanos.

    — Cada momento que pasa ellos pierden más guerreros — decía Hkras poniendo en marcha su vehículo — ¡Terminemos con ellos de una vez!

    — ¡Es hora del exterminio! — gritó Veygh alentando a los guerreros.

    Los vofkridianos sobrevivientes dieron un grito de exclamación y aceptación ante esas palabras. Solamente les quedaba una batalla por ganar para terminar la guerra. Una vez que los vehículos fueron encendidos de nuevo, todos partieron hacia la nave, la cual no estaba muy lejos.

    — Se acerca su final — pensaba Hkras mientras acortaba la distancia entre él y los humanos — Y su planeta será el siguiente.

    [...]

    — ¡Hkras se dirige hacia aquí! — gritó el soldado que estaba de guardia.

    — Los tigrazules ya han caído — dijo Kate muy preocupada por lo que se venía — Ahora solo quedamos nosotros.

    Los humanos sabían que ahora les tocaba luchar solos. Con las máquinas de ejecución destruidas, y los tigrazules muertos, solamente eran ellos en contra del imperio vofkridiano. Cada uno de ellos preparó su espada, listo para matar a la mayor cantidad de enemigos que pudieran. Ya no tenían la confianza de antes de que iban a ganar, lo único que les quedaba ahora eran sus armas.

    Pero en el medio de todo ese miedo, un ingeniero habló.

    — ¡El arma ya está cargada! — gritó uno de los ingenieros llevando el arma con el resto del equipo — ¡Los tigrazules nos dieron el tiempo que necesitaba!

    Simón tomó el arma y vio que efectivamente, el marcador mostraba un 100%. Ese suceso le devolvió la esperanza a todos los humanos, quienes ahora creían que tenían una oportunidad para derrotar a Hkras.

    — No podemos perder esta oportunidad — dijo Asher hablando seriamente — No sabemos bien que es lo que hace, por lo que tenemos que asegurarnos de que Hkras esté en la mira del disparo que vayamos a utilizar.

    — Eso es cierto — respondió Morani estando de acuerdo con su compañero — Si Hkras no se encuentra en la mira, el disparo no lo matará. Y estoy seguro de que solamente tendremos una oportunidad para disparar.

    — Quiere decir que vas a tener que tener cuidado cuando le dispares, Asher — dijo Simón sorprendiendo a todos los presentes del lugar.

    — ¿Yo voy a disparar? — preguntaba el soldado estadounidense muy sorprendido.

    — Has sido el que mejor mantuvo la calma últimamente, y si solo hay una oportunidad de disparar, quiero que lo haga alguien que no se encuentre nervioso — le dijo Simón muy seriamente — Pero si no quieres disparar, eres libre de no hacerlo.

    Asher miró a Simón fijamente para después centrar la vista en el arma Boek. La espada de plata tenía toda la razón. Él logró mantener la calma en una situación difícil, y sería lo ideal que las cosas se mantuvieran de esa forma en el momento de disparar. Asher posteriormente miró a Kate, a Morani y a Sixto. El soldado tomó su decisión.

    — Lo haré — dijo muy seguro de sí mismo — Puedes contar conmigo.

    Simón sonrió muy satisfecho de haber obtenido esa respuesta de parte de su soldado. La espada de plata le entregó el arma y les dijo a todos que se prepararan para salir a pelear. El, ahora, primero al mando de la FOT tenía un plan para que Asher pudiera disparar sin problemas.

    — Voy a necesitar que dos soldados se queden con Asher para cubrirlo — les dijo Simón a todos muy seriamente — El resto de nosotros nos acercaremos hacia Hkras abriéndonos paso a través de su ejército. El plan es dejarlo expuesto para que Asher pueda disparar. Los dos soldados que cubrirán a Asher se encargarán de los vofkridianos que atraviesen nuestras filas.

    — Yo me encargaré de cubrirlo — dijo Kate muy seriamente, sabiendo que su novio necesitaría toda la ayuda posible.

    — Y yo te voy a ayudar — contestó Sixto poniendo su mano en el hombro de Asher — Ninguno de ellos llegará hasta ti.

    Asher sabía que cargaría con una gran responsabilidad. La oportunidad para matar a Hkras era suya. Si él lo lograba, la FOT ganaría la batalla. Pero si fallaba, Hkras terminaría matándolos y conquistando la Tierra. A pesar de todo, Asher no estaba dispuesto a fallar.

    — Es la hora de matar a Hkras— dijo Asher listo para actuar.

    — Primero hay algo que tengo que hacer — respondió la espada de plata en un tono serio — Necesito que me des tu espada.

    Asher y los demás estaban muy confundidos de por qué Simón había dicho eso, pero sabían que no disponían de mucho tiempo, por lo que obedecieron a su líder de inmediato. Asher le entregó su espada a su líder, sin entender cuál era el propósito.

    — Haremos la ceremonia cuando regresemos a la Tierra — dijo Simón tomando su espada de plata para entregársela a Asher — Pero a partir de ahora, tú eres oficialmente la espada de plata de la FOT.

    Asher quedó muy sorprendido por esto. No imaginó que algo como eso pudiera llegar a pasarle. A pesar de que quería celebrar su promoción, sabía que no había tiempo que perder. Todos los soldados salieron de la nave listos para la batalla en contra de su enemigo.

    Los ingenieros y el personal médico decidieron que iban a luchar también. No tenían mucha experiencia de combate, pero el número de soldados de la Tierra era muy pequeño comparado al de vofkridianos, y sus compañeros iban a necesitar toda la ayuda que pudieran recibir. Cada uno de ellos tomó una espada y se prepararon psicológicamente para su primer batalla en toda su vida. Ellos no habían ido hacia Boek para pelear, pero si Hkras ganaba, lo que menos necesitaría la FOT serían ingenieros y médicos.

    Al salir de la nave, vieron como los enemigos estaban a solo un minuto de distancia. Simón, Morani, y todos los demás se formaron rápido para entrar en la batalla. Asher se mantenía cerca de la nave, con Kate y Sixto a su lado, quienes estarían listos para protegerlo de los vofkridianos que sus compañeros no fueran capaces de detener.

    Finalmente, Hkras y sus guerreros estaban frente a ellos. Varios de ellos sintieron miedo cuando vieron a los vofkridianos nuevamente en frente de ellos, mientras que los médicos e ingenieros sentían aún más miedo dado a que esa sería la primera vez que lo veían en persona.

    — ¡Llegó el final para todos ustedes! — gritó Hkras intentando intimidar a sus enemigos — ¡Ya casi no les quedan guerreros, y yo tengo muchos! ¡Ataquen!

    El emperador vofkridiano, y su compañero Veygh, hicieron lo mismo que habían hecho anteriormente en la batalla contra los tigrazules; retrocediendo y dejando que sus soldados se pusieran al frente. Los guerreros vofkridianos cargaron hacia la batalla. Simón, por su parte, les dio la orden de atacar a todos los suyos.

    — ¡Recuerden el plan! — gritó Simón tomando ahora una espada diferente a la que sostuvo por años — ¡Ahora!

    El ex espada de plata corrió junto a todos hacia el frente. Morani, quien estaba decidido a morir si era necesario, se mantenía cerca del que había sido su líder desde el inicio de la misión. Ambos grupos chocaron y la batalla comenzó. Vofkridianos y humanos, quienes ahora eran los únicos en la batalla, intercambiaban ataques unos con otros. Los soldados humanos conseguían matar a algunos vofkridianos, mientras que los médicos e ingenieros, que nunca habían peleado antes, caían con facilidad. A pesar de que era muy fácil para los vofkridianos matarlos, esto provocaba distracciones que eran aprovechadas por los soldados humanos para matar a sus enemigos.

    Tal y como se había previsto, algunos vofkridianos escaparon de la zona de pelea y se dirigieron hacia Asher, Kate y Sixto intentando atacarlos. Asher decidió esconder el arma Boek para que sus enemigos no la descubrieran, o de lo contrario, estarían en peligro. Dos vofkridianos llegaron hasta ellos. Sixto tomó al primero y Kate al segundo. El chico irlandés y la chica francesa tenían mucha experiencia al enfrentarse a ellos, y solamente era cuestión de bloquear sus ataques y después contraatacar rápidamente. De esa manera, los vofkridianos enemigos terminaron cayendo ante ellos dos con facilidad.

    Morani, Simón y otros soldados seguían avanzando hasta la posición de Hkras, intentando dejar el camino libre para que Asher pudiera utilizar el arma Boek contra ellos. El resto de los soldados se encargaba de resistir los ataques. Llegó un momento en el que Hkras y Veygh notaron como el número de vofkridianos estaba empezando a decrecer muy rápido, por lo que se decidieron a entrar a la batalla ellos también.

    — Terminemos con esto nosotros — fue la orden de Hkras a su segundo al mando.

    — Como ordenes — respondió Veygh obedeciendo a su emperador.

    Los dos vofkridianos que se limitaban a mirar, ahora entraron a la batalla. Dos soldados los atacaron intentando matarlos. Hkras movió su espada hacia abajo para dejar indefenso a su oponente con ese ataque, y posteriormente, la levantó para atacar, consiguiendo perforarle el cráneo a su enemigo. Veygh hizo el mismo movimiento que su emperador, con la diferencia de que, en el momento de su ataque, decidió decapitar al humano que lo enfrentaba en vez de atravesarle el cráneo.

    Simón dio un grito a los soldados, que los vofkridianos interpretaron como una agrupación, sin saber que se trataba de su estrategia de dejar a Hkras expuesto ante Asher. Los humanos se agruparon y empezaron a luchar todos juntos, intentando imitar las estrategias que sus compañeros utilizaban en la batalla. Hkras estaba tan concentrado en la pelea que no notaba que los humanos lo estaban llevando cada vez más cerca del lugar en donde se encontraba Asher con el arma Boek.

    El soldado estadounidense encendió el arma como el ingeniero les había mostrado el día anterior. Al girar el disco con la palabra "Dyurt" escrita en el reverso y presionar un botón, un gatillo y una mira salieron del cañón de oro. Asher puso su dedo en el gatillo listo para disparar el arma Boek. Hkras estaba a punto de quedar totalmente expuesto ante el alcance del arma Boek.

    Quedaba muy poco para que el arma pudiera ser disparada. Simón vio que la distancia entre él y Hkras era muy corta, por lo que decidió atacar para guiarlo directamente hacia la posición que ellos requerían. Cuando el soldado español quiso acercarse al emperador vofkridiano, Veygh intervino intentando asesinarlo con un corte limpio. Simón retrocedió para esquivar el ataque. Veygh intentó atacarlo nuevamente, pero su ataque fue bloqueado por Morani, quien logró interponerse entre él y Simón. El anterior líder de la FOT se movió para pasar a Veygh, quien ahora luchaba contra el soldado de Kenia. De esa forma, Simón quedó frente a frente con Hkras.

    El emperador vofkridiano estaba dispuesto a asesinarlo. Hkras atacó a Simón con su espada, quien fue capaz de bloquear el ataque enemigo. Simón observó como Asher se movía sigilosamente y sin ser detectado para poder estar más cerca del emperador, quien ni siquiera se percataba de lo que ocurría, y solamente quería asesinar a sus enemigos.

    Simón intentó atacar a Hkras por la izquierda, ataque que terminó siendo bloqueado por el emperador vofkridiano. Solamente quedaba realizar un último movimiento para que Hkras quedara expuesto a la mira del arma. Simón atacó nuevamente, pero ahora de frente. El emperador vofkridiano decidió no bloquear su ataque esta vez. Hkras movió su cuerpo y su espada hacia la derecha, provocando que Simón perdiera la suya en el momento en que sus armas impactaron. Posteriormente, intentó atacar blandiendo su espada hacia la izquierda. Simón lo vio y quiso retroceder, pero no fue lo suficientemente rápido. Hkras le hizo un largo corte en el abdomen. No había logrado atravesar ningún órgano, pero el corte era largo y le causó algo de dolor al soldado español. A pesar de todo, Simón logró su objetivo. Hkras se encontraba justo donde lo quería.

    — ¡Ahora, Asher! — gritó Simón dando la señal de disparo.

    Asher, quien tenía en su mira a Hkras, presionó el gatillo, disparando finalmente el arma Boek. El gran cañón hizo un gran sonido que terminó llamando la atención de todos los que se encontraban luchando en ese momento, principalmente de Hkras. Todos se asombraron en cuanto vieron el arma en acción. Una esfera color celeste, que era del mismo tamaño del cañón, salió disparada hacia su objetivo, el emperador vofkridiano, quien no podía creer que había caído en la trampa de los humanos sin darse cuenta. Hkras estaba inmóvil mientras veía como esa esfera se acercaba a él.

    Veygh, quien notó como su emperador no se movía, decidió actuar rápidamente. El segundo al mando de Hkras empezó a correr con la mayor velocidad que su cuerpo podía alcanzar para interponerse entre esa esfera disparada por el arma y su emperador.

    — ¡Hkras, atrás! — gritó Veygh corriendo directamente hacia esa esfera intentando que su emperador se moviera.

    El segundo al mando de Hkras recibió el impacto de la esfera celeste en la cabeza. En el mismo momento en el que el disparo alcanzó al vofkridiano, se escuchó el ruido de una explosión la cual destruyó la cabeza de Veygh, pero sin causar ninguna onda expansiva. El segundo al mando de Hkras, cayó muerto al suelo después de que esa esfera destruyera su cabeza. Todos estaban atónitos esperando que algo más sucediera, pero no pasaba nada. Lo único que el arma Boek hizo fue disparar una única esfera que ni siquiera tuvo la potencia suficiente para destruir completamente el cuerpo de un enemigo.

    Los humanos no podían creer que eso fuera todo. Habían luchado mucho y solo por un arma que no hacía nada más. Asher, Kate y Sixto, vieron como el medidor del arma Boek pasó a 0% en un solo instante. El arma sería inútil hasta que no volviera a ser cargada. Ninguno de los tres podía creer que la supuesta arma más poderosa del universo solamente hiciera eso.

    — ¡No! ¡No! ¡NO! — gritaba Asher presionando el gatillo del arma múltiples veces esperando que algo ocurriera — ¡Maldita arma de mierda! ¡Haz algo!

    — ¿Eso es todo? — preguntó Simón muy decepcionado de ver que el arma ya no podía hacer nada más, y horrorizado por el hecho de que Hkras siguiera con vida — ¿No hace nada más?

    — Todos mis amigos...¡¿dieron su vida por nada?! — exclamó Morani empezando a temblar de los nervios al recordar como varios de sus amigos perdían la vida por un arma que no fue capaz de matar a Hkras.

    — Tal parece que el arma Boek no es tan buena como se decía que era — dijo Hkras en un tono que mostraba seguridad — Van a pagar muy caro por esto.

    Hkras se dio la vuelta listo para atacar a un Simón que se encontraba totalmente desilusionado de que el arma Boek no hiciera nada que ninguna otra arma de la Tierra fuera capaz de imitar. El soldado español veía a Hkras acercándose a él y decidió que no se resistiría a su muerte. El arma Boek falló y ya no quedaba nada que hacer en contra de ellos.

    Sin embargo, antes de que el emperador vofkridiano pudiera intentar algo, un ruido no tan fuerte comenzó a oírse. Dicho sonido provenía del cuerpo sin vida de Veygh, el cual, empezó a emitir un resplandor de color celeste que rodeaba todo su cuerpo. Nadie sabía que era lo que estaba ocurriendo. Finalmente, el cuerpo del vofkridiano explotó, liberando una gran cantidad de rayos de color celeste, los cuales impactaron a pocos metros por encima del campo de batalla. Una vez que los rayos celestes se fundieron, un viento muy fuerte comenzó a soplar desde ese cuerpo que se había formado. Ninguno podía apartar la vista de eso.

    En tan solo unos segundos, un par de rayos que ahora eran de color negro empezaron a surgir desde ahí; y en un instante, se escuchó una explosión, la cual terminó convirtiendo el cuerpo celeste en un pequeño agujero negro. Dicho agujero comenzaba a tragarse a varios humanos y vofkridianos que se encontraban por debajo de este. El emperador Hkras lo vio e intentó escapar del lugar con la mayor parte del ejército que pudiera salir de ahí.

    — ¡Corran! — gritó Hkras intentando escapar de dicho agujero negro junto a todos los vofkridianos.

    — ¡No! — exclamó Simón viendo como Hkras estaba intentando escapar — ¡No podemos dejar que se escape!

    Hkras y varios vofkridianos corrían con dificultad, dado a que estaban luchando por no ser absorbidos por el agujero negro. Simón y Morani también corrían de la misma manera mientras que el agujero negro se tragaba a varios de sus soldados. Morani veía como Hkras se estaba por escapar, por lo que le dio un empujón a Simón para que este pudiera atraparlo. Luego de haber empujado a Simón, el chico de Kenia terminó siendo absorbido también. El ex espada de plata logró sujetar a Hkras con los brazos, evitando que este pudiera seguir corriendo. El emperador intentaba quitárselo de encima para poder escapar, pero no podía.

    — ¡Suéltame inútil gusano! — gritó Hkras sacudiendo su cuerpo para apartar a Simón.

    Lamentablemente, el emperador vofkridiano no lo consiguió. El pequeño agujero negro empezó a absorber a Hkras junto a Simón, que utilizaba todas sus fuerzas para retenerlo. Finalmente, ambos fueron arrastrados y terminaron siendo absorbidos por el agujero negro.

    Asher, Kate y Sixto lograron ponerse a salvo al esconderse detrás de la nave madre, dado a que el agujero negro no tenía el tamaño y la fuerza suficiente para absorberla. Unos pocos vofkridianos consiguieron escapar de él, mientras que el resto de los vofkridianos y los humanos que estaban en el lugar fueron absorbidos por el agujero.

    Dicho cuerpo duró durante unos tres minutos más, en donde no logró absorber nada, y finalmente, se terminó cerrando y desapareciendo. Cuando todo terminó, Asher, Kate y Sixto salieron desde atrás de la nave madre para ver qué era lo que había pasado, y vieron que no quedaba nada ni nadie.

    — Es...imposible — decía Sixto muy asombrado por lo que había visto — Los boek crearon un arma capaz de formar un agujero negro.

    — ¿Cómo fue que lo lograron? — preguntaba Kate sin encontrarle ninguna explicación posible.

    — No lo sé — respondió Asher sorprendido de la misma forma que sus dos compañeros — Pero se tienen ganado el título de la raza más inteligente del universo.

    — El solo pensar que Cleexor intentaba crear algo aún más poderoso que eso... — dijo Kate mientras recordaba asustada lo que el grupo había averiguado respecto a los esqueletos — Fue un alivio que no lo lograran.

    — Todos...se han ido — dijo Asher viendo que ya no quedaba ningún humano en el campo de batalla — Simón, Morani, los otros soldados...

    — Hkras tampoco está aquí — dijo Sixto dándose cuenta de que el peor enemigo de la FOT tampoco estaba presente — Se terminó...lo logramos.

    Asher, Kate y Sixto sintieron una alegría inmensa al notar que el emperador vofkridiano no estaba en ningún lugar. Aunque ellos no lo habían visto, sabían que el agujero negro se lo había llevado. A pesar de la victoria, a los tres humanos les era imposible poder celebrar. Si bien, Hkras se había ido, todos sus amigos y compañeros se habían ido con él. Se sentían felices de haber logrado vencer a su enemigo, pero eso le costó la vida a varios soldados que no merecían que algo así les pasara.

    — El arma Boek es muy peligrosa — dijo Asher mirando el artefacto alienígena muy detalladamente — No podemos dejarla aquí para que alguien más la encuentre.

    — Tienes razón — respondió Kate poniéndose de acuerdo con su novio — Cuando volvamos a la Tierra, la llevaremos con nosotros.

    — ¡Ustedes no escaparán! — los tres soldados escucharon un grito proveniente desde la dirección en donde los vofkridianos habían aparecido por primera vez.

    Los últimos tres humanos levantaron la vista y observaron a cinco vofkridianos con sus espadas dirigiéndose hacia ellos. Cuando los observaron atentamente, notaron que Hkras no estaba en ese grupo. Asher, Kate y Sixto se prepararon para pelear en contra de sus enemigos; por última vez, dado a que ninguna de las dos razas tenía pensado en dejar que nadie escapara.

    — No permitiremos que se marchen después de lo que le hicieron a Hkras— dijo un vofkridiano en un tono amenazante.

    Los cinco vofkridianos y los tres humanos se acercaron unos a otros y empezaron con su último enfrentamiento.

    El vofkridiano que amenazó al grupo se enfrentó a Asher. Su espada y la de la nueva espada de plata chocaron. Asher no quería morir sin antes haber matado a un enemigo con la espada de plata, por lo que, con todas sus fuerzas, logró levantar su espada, provocando que su enemigo tirara la suya. Asher atacó rápidamente con la espada de plata y le perforó el corazón al vofkridiano que lo atacó. Kate fue atacada por otro vofkridiano distinto. Cuando este atacó, la chica de Francia se agachó y realizó un movimiento desde el suelo, con el cual logró causar un daño efectivo en la pierna de su enemigo. El vofkridiano cayó al suelo mal herido, momento que Kate aprovechó y le clavó su espada en la nuca.

    Sixto intercambió ataques con el vofkridiano que lo atacó a él. El chico de Irlanda bloqueó los primeros dos ataques de su adversario, para después ser él quien pasara al ataque, los cuales también eran bloqueados. Sixto decidió que lo mejor sería atacar a su enemigo por la espalda, dado a que por el frente, sus ataques siempre terminaban siendo bloqueados. Cuando el vofkridiano lo atacó, Sixto esquivó su ataque, y se movió rápidamente hacia las espaldas del guerrero enemigo. Antes de que el vofkridiano pudiera darse vuelta, Sixto lo asesinó cortándole el cuello desde atrás.

    Solamente quedaban dos vofkridianos, los cuales enfrentaban a Asher y a Kate al mismo tiempo. La pareja utilizaba la estrategia que habían usado desde hace tiempo: cada uno de ellos bloqueaba los ataques de un vofkridiano distinto, y luego, cuando tuvieron la oportunidad, esquivaban los ataques e intercambiaron a sus enemigos. Kate atacó al vofkridiano que luchaba contra Asher, logrando acabar con su vida al clavarle la espada en el pecho. Asher atacó al vofkridiano rápidamente moviendo la espada de plata hacia abajo, lo cual provocó que su enemigo quedara sin espada para defenderse. Posteriormente, Asher atacó al cuello del último vofkridiano que seguía en pie, consiguiendo decapitarlo de un fuerte golpe.

    La batalla había terminado. Los últimos vofkridianos que quedaban ahora estaban muertos en el suelo. Esta vez, los chicos decidieron celebrar la victoria.

    — ¡Lo conseguimos! — dijo Asher levantando triunfalmente la espada de plata — ¡Les ganamos!

    — ¡Finalmente se terminó! — dijo Kate dándole un abrazo a Asher.

    Asher y Kate se besaron después de aquel abrazo. Ese beso era un símbolo de victoria. Habían logrado vencer a los vofkridianos, y ahora, tendrían una oportunidad para vivir una vida tranquila en la Tierra. Sixto miró el beso entre sus compañeros sintiendo una gran alegría por ellos, recordando que en la Tierra, su esposa y su hija lo estarían esperando.

    El beso de Asher y Kate fue muy largo, y fue interrumpido cuando escucharon el ruido de un vehículo a lo lejos, acercándose a la zona. Este ruido les llamó mucho la atención, y creyendo que podría tratarse de algún enemigo, los tres se prepararon para luchar.

    Sin embargo, eso no fue necesario. Cuando el vehículo se acercó lo suficiente, los soldados lograron observar a Ulrich conduciendo hacia ellos, llevándose una gran sorpresa, ya que creyeron que su amigo había muerto. Ulrich vio a sus tres compañeros en el campo de batalla y al ver que la nave madre se encontraba muy cerca, sabía que estaba fuera de peligro. Cuando se acercó lo suficiente, detuvo el vehículo, y se bajó de este con mucha dificultad. Asher y Sixto decidieron sostener al soldado, dado a que creyeron que iba a desmayarse. Al observar el contador, se dieron cuenta de que este estaba muy bajo, marcando solamente 8%.

    Los tres soldados querían saber qué fue lo que le había pasado a su compañero.

    — Ulrich, ¿qué fue lo que te sucedió? — preguntó Asher mirando a su amigo con el contador muy bajo.

    — Después de que mataron a Sonia, yo fui herido — respondió Ulrich muy débil contestando la pregunta de su compañero — Quería seguir luchando, pero no me encontraba muy bien, y sabía que me iban a asesinar si no trataba mis heridas. Así que me retiré en silencio al bosque para tratar de regresar a las naves y así poder curarme. Fue ahí cuando una criatura muy rara me atacó. Logré sobrevivir porque me traje un arma con munición, pero esta criatura me dejó muy mal herido. Seguí caminando hasta que encontré un vehículo, y estuve intentando localizar las naves para poder tratar mis heridas. Pero el sistema de navegación y localización aparentemente se encontraba dañado, puesto que no me marcaba nada. Fue entonces cuando escuché una explosión. Y vine lo más rápido que pude.

    — Te llevaremos a la enfermería — le dijo Kate tratando de ayudar a su compañero — No te preocupes.

    — Gracias — contestó Ulrich muy aliviado de que podrían ayudarlo a reponerse— Prometo que seguiré luchando en cuanto me recupere.

    Asher, Kate y Sixto iban a contarle a Ulrich sobre el resultado de la guerra, pero el soldado se desmayó antes de que pudieran decirle algo. Al ver el contador nuevamente, notaron que había bajado y ahora se encontraba en 6%. Para evitar que Ulrich terminara muriendo por sus heridas, sus tres compañeros lo llevaron hasta la sala de la enfermería de la nave madre de la FOT. Una vez allí, le dieron tranquilizantes y medicación para el dolor muscular. Ulrich seguía inconsciente, pero ahora se mantenía estable. Su contador de salud pronto volvería a subir pero necesitaría descansar, fue por eso que decidieron que lo mejor sería dejarlo en la sala médica mientras se recuperaba.

    Los tres soldados fueron a la sala de mando de la nave madre. El arma Boek había sido encontrada, y la misma fue utilizada para eliminar a Hkras, tal y como había sido planeado en el momento en el que inició la misión.

    — Ya hemos cumplido con la misión que Kendrick nos asignó — les dijo Asher a sus dos compañeros — Llegó el momento de volver a casa.





    Bueno, el capítulo 7 terminó, y también la parte Guerra. Los avisos yo suelo hacerlos al principio del capítulo, pero tenía miedo de que pudiera terminar resultando en un spoiler de lo que ocurriría aquí. Fue por eso que decidí que este aviso lo daría al final en vez de darlo al principio: la historia aun no ha terminado. Si se dan cuenta, la historia tiene un prólogo, que viene antes del primer capítulo de la parte Inicios. Pues, aun queda un capítulo más para la historia, y ese capítulo será el epílogo. La parte Guerra yo la considero como terminada con los acontecimientos del capítulo, y es por eso que el siguiente será un epílogo. Tengo la intención de que se cuente que fue lo que pasó después de terminar con la guerra que ha transcurrido en los últimos tres capítulos. Así que alegrense, la historia aun no llega a su fin :D
     
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    Agus estresado

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    Escritor
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    El arma Boek
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    40
     
    Palabras:
    7763
    Y aquí está publicado el epílogo. El cual será el último capítulo de esta historia. Que puedo decir además de que me gustó mucho el haberla escrito. Esta fue, para mí, la mejor historia que he hecho hasta ahora, y dudo que alguna otra historia mía futura pueda superarla.

    Empecé a planear esta historia en noviembre del año 2015, pero hasta que decidí bien que era lo que yo quería que ocurriera, como, cuando, y con qué personajes, no fue hasta octubre del año 2016 que fue publicada. Yo casi siempre, cuando decido empezar una historia, siempre tengo decidido lo que sucederá en los primeros diez capítulos. Es decir, hasta que no tenga diez capítulos planeados, no empiezo a escribir una historia.

    Con esta es diferente. Aquí ya tenía decidido que era lo que quería que pasara y como quería que terminara desde mucho antes de empezar siquiera a escribir el primer capítulo. Habrás notado que en diciembre y en enero (los meses donde tengo mas disponibilidad) publiqué una gran cantidad de capítulos, llegando a publicar tres capítulos durante tres días consecutivos. Eso pasó porque yo ya tenía decidido que era lo que iba a ocurrir en cada uno de ellos.

    Cambios han habido. Eso es lógico. Hay veces en las que yo decido algo pero al final lo cambio por otra cosa, y esta historia no fue la excepción. Pero como la mayoría ya estaba planeado, el aplicar esos cambios no me supuso un gran desafío. Sé que hay algunos errores ortográficos y de narración en algunas partes, pero eso es porque yo escribo por las noches, dado a que es el único momento del día donde encuentro tiempo disponible y tranquilidad.

    Me alegra haber podido terminar con mi historia antes del regreso a clases, pero también me pone triste que este proyecto haya llegado a su fin. Sin embargo, pronto (después de un breve descanso) estaré escribiendo una nueva historia aquí en el foro de originales. No puedo decir nada ahora mismo, pero si has leído esta historia, la(s) que venga(n) después te fascinará(n).

    No es mi intención quitarte más tiempo de lectura. Te dejaré el capítulo. Que lo disfrutes.

    Una aclaración antes, en este capítulo ocurren varios acontecimientos y no todos ocurren en el orden correcto. El orden en el que son narrados es el orden en el que yo creí correcto para contarlo.


    Epílogo:

    La nave madre de la FOT había abandonado la atmósfera de Boek para dirigirse de regreso a la Tierra. La guerra en contra de los vofkridianos había terminado en victoria para la Tierra. Gracias al arma Boek, los humanos fueron capaces de desaparecer a Hkras y a casi todo su ejército. Lamentablemente, el agujero negro que el arma creó se llevó también a Simón, Morani, y el resto de los soldados que seguían con vida. La victoria tuvo un costo muy alto, no solo por los soldados muertos en la guerra, sino también por los que dieron sus vidas para encontrar y defender el arma, sin mencionar también a aquellos que murieron mucho antes de que la humanidad supiera de la existencia de la misma.

    Asher, Kate y Sixto, quienes eran los únicos sobrevivientes además de Ulrich, se encontraban en la sala central de la nave. Los tres soldados debían tener cuidado durante los tres días que durara el transcurso del viaje, o podrían terminar sufriendo un accidente con la nave más importante de la FOT. Asher y Kate eran quienes se encargaban de la conducción de su nave.

    — Fue bueno que Simón nos haya enseñado cómo funcionaba la nave anterior — decía Asher notando que el sistema de navegación de la nave madre y su nave anterior era muy similar — De no haberlo hecho, no podríamos regresar por nuestra cuenta.

    — ¿Qué creen que haya pasado con Simón? — preguntaba Kate muy curiosa al respecto — ¿Creen que ese pequeño agujero negro lo haya enviado hacia otro planeta, o lo habrá destruido?

    — Voy a activar el sistema de localización de la nave — dijo Sixto, quien era el único que no conducía la nave.

    El soldado irlandés activó el sistema para localizar soldados basándose en la comunicación con los trajes de protección. Al intentar establecer una comunicación con Simón, el sistema simplemente marcó un error. Esto les hizo pensar a los tres que su líder no había sobrevivido.

    — Debe haber sido desintegrado — respondió Sixto luego de recibir el resultado del análisis — Espero que no haya sufrido.

    Los tres soldados agacharon la cabeza sabiendo que habían perdido a grandes compañeros como Simón y Morani a causa del uso del arma Boek. Siendo un artefacto, el arma no tenía ninguna clase de conocimiento sobre quiénes eran los buenos, y quienes eran los malos, y simplemente se llevó lo que encontró en su camino. Sixto activó ahora el sistema de comunicación para tratar de contactar con otras naves, dejando confundidos a Asher y Kate.

    — ¿Qué es lo que estás haciendo? — preguntó Asher ante la acción de su compañero.

    — La guerra se ganó — contestó Sixto — Debes avisarle a la Tierra. Decirles que nos esperen cuando lleguemos.

    — De acuerdo — respondió Asher.

    La nueva espada de plata se retiró de su posición, siendo reemplazado por Sixto, que no sabía mucho sobre el sistema de navegación, pero no le parecía muy complicado. Asher hizo una llamada al resto de las naves de la FOT para que el mensaje fuera escuchado por la mayor cantidad de gente posible. La llamada llevó su tiempo en ser respondida, pero al cabo de dos minutos, ya se estableció una conexión.

    — Aquí las naves protectoras de la FOT — dijo uno de los soldados que iban a bordo de esas naves — Recibimos la llamada, ¿quién habla?

    — Habla la espada de plata — dijo Asher sin querer mencionar su nombre ni la muerte de Simón — Hemos cumplido nuestra misión. Derrotamos a Hkras, y ahora nos dirigimos de regreso a la Tierra.

    El soldado que estaba hablando por el otro lado se quedó casi sin palabras cuando escuchó las noticias de victoria de la Tierra. Todos los soldados de las otras naves que estaban escuchando la llamada empezaron a celebrar por el éxito de su compañero. El soldado decidió responder.

    — ¡Lo han logrado! ¡Felicidades! — dijo muy contento de que todo hubiera terminado bien para la Tierra — ¡Lo estaremos esperando en el destino en el que ustedes elijan! ¿En dónde quieren que los recibamos?

    — Déjeme hablarlo con el resto del equipo — respondió Asher dándose la vuelta mirando a Kate y a Sixto — ¿En qué país quieren que tengamos nuestra bienvenida?

    — No tiene importancia para mí — respondió Kate haciéndole saber que cualquier país estaba bien para ella.

    — Asher, si no es molestia, ¿podría ser en Irlanda? — preguntó Sixto queriendo ver a su familia lo más pronto posible — He estado separado de mi familia por mucho tiempo, y no quiero esperar demasiado para reencontrarme con ellos.

    — De acuerdo — le respondió Asher retomando la comunicación con el soldado de la FOT — La nave madre aterrizará en Irlanda. Quiero que varios soldados nos esperen en ese lugar, y que difundan la noticia de nuestra victoria.

    — Entendido, señor — le contestó el soldado hablándole a la espada de plata con respeto — Estaremos esperando su llegada.

    Asher cortó la llamada y se dirigió a su puesto para reemplazar a Sixto. El soldado irlandés se mostró muy agradecido con su compañero por haberle permitido encontrarse con su familia apenas llegaran a la Tierra.

    — Gracias, Asher— dijo Sixto dándole un abrazo de gratitud a la espada de plata — Significa mucho para mí.

    — No es nada — le respondió Asher — Tu familia de seguro te extraña y estará feliz de que hayas regresado con vida.

    Los tres soldados conscientes de la nave continuaron con el viaje de regreso a la Tierra. Les tomaría tres días regresar a su planeta, lo cual quería decir que en estos tres días, deberían organizarse para llevar el control de la nave. En el momento en el que Ulrich se despertara, le explicarían la situación y le pedirían ayuda para el regreso a la Tierra.

    [...]

    La guerra entre los humanos y los vofkridianos había llegado a su fin en el planeta Boek. Pero ese mismo día, en el planeta, una nueva guerra estaba dando inicio. El hábitat en donde vivían Tun y los miembros de la manada de Blurg, incluyendo a los soldados que habían dejado la guerra tras la muerte de su líder, ahora estaba siendo atacado por un grupo extenso de gyots. Mientras algunas criaturas se quedaron en el campo de batalla para devorar los cuerpos de los caídos, algunos decidieron desviarse para encontrar comida en otro lado. Y ese otro lado era el hábitat que ahora estaba siendo liderado por Blurg.

    — ¡Protejan a los niños! — fue la orden del segundo hijo de Blurg, que intentaba tomar las decisiones que su padre habría tomado en un momento como ese.

    Todos los guerreros tigrazules, tanto machos como hembras, formaron dos líneas de defensa protegiendo a los miembros más jóvenes de la manada. Los números de los gyot atacantes y los tigrazules que se defendían eran muy parejos. Cuando la raza hostil de Boek atacó intentando matar a los tigrazules, la línea defensiva que el hijo de Blurg decidió formar fue capaz de frenarlos.

    Tun y otros guerreros lograban asesinar a sus enemigos mordiéndolos en el cuello o dándoles golpes en el corazón, el cual era su punto débil. Aunque algunos tigrazules caían, los que habían participado en la guerra contra los cleexor y los vofkridianos tenían una gran experiencia de combate, que les permitió superar a sus enemigos. Cuando los gyot vieron que la mayoría de los suyos fueron asesinados por sus enemigos, se dieron a la fuga del hábitat. Los tigrazules aclamaban a Tun, quien ahora que Blurg ya no estaba, debía liderarlos para sobrevivir, y había tenido éxito en su primer día a cargo del grupo.

    — Eres un buen líder, Tun — dijo uno de los tigrazules que había escapado de la guerra en contra de los vofkridianos— Tu padre estaría muy orgulloso si pudiera verte ahora.

    — Se suponía que mi hermano mayor debía encargarse de esto — respondió el joven tigrazul recordando con tristeza a Titao, pero a la vez asumiendo la responsabilidad de ser el líder — Haré todo lo que esté a mi alcance para que nuestra especie sobreviva.

    — Y puede contar con nuestra ayuda — respondió otro de los guerreros tigrazules— Cuando vimos caer a su padre, decidimos retirarnos de la guerra para venir a ayudarte. Estoy seguro de que él lo habría entendido.

    — Me encantaría mucho poder salir a buscar al vofkridiano que asesinó a mi padre — decía Tun mostrándose apenado por no haber podido despedirse de él de forma correcta — Pero sé que mi padre querría que mi mayor prioridad fuera defender a la manada. Además, el depositó su confianza en los humanos. Mi padre nunca se equivoca. Si se unió a los humanos, es porque estaba seguro de que iban a ganar la guerra. Estoy seguro de que ellos ganaron, y que se encargaron de vengar al asesino de mi padre.

    Con el final de la guerra entre humanos y vofkridianos, y la extinción de los raocos y los cleexor, ahora en el planeta Boek solamente quedaban dos razas con vida. Tigrazules y gyot. Dos especies iban a estar en una guerra plena y constante a partir del día de hoy, y la supervivencia de cada especie dependerá de la forma de actuar de cada uno de ellos. Tun lo entendía, y estaba listo para afrontar la batalla en contra de los hostiles.

    [...]

    Habían pasado dos días desde que la nave humana había partido del planeta Boek. Ulrich ya se había recuperado de las heridas del combate y se llevó una gran sorpresa al saber que ellos habían ganado la guerra, y que ahora se encontraban en el camino de regreso a la Tierra. Las cosas eran muy confusas para él, y se llevó una gran sorpresa cuando sus amigos le contaron lo que había pasado.

    — ¿Un agujero negro? — preguntó muy sorprendido el soldado — Es inimaginable. No creí que eso fuera posible.

    — Fue posible para los Boek— contestó Asher muy seriamente intentando pensar en lo avanzados que eran sus conocimientos científicos — La FOT nunca habría podido hacer algo así.

    — Les debemos a ellos la victoria — añadió Kate — De no haber sido por el arma, no habríamos tenido oportunidad ante ellos. Ni siquiera la ayuda de los tigrazules y las máquinas de ejecución fue suficiente.

    — Lo que me sigo preguntando es por qué el agujero negro no fue demasiado grande y potente — decía Sixto recordando lo que había visto.

    — Bueno, yo no lo he visto, pero si recuerdo bien, el arma fue cargada con nuestra electricidad — decía Ulrich sacando una conclusión lógica — Sus armas estaban muy avanzadas y de seguro su electricidad también. Claramente crearon el arma para que fuera cargada con electricidad creada por ellos.

    Los tres soldados creyeron que la idea de Ulrich podría ser acertada. Ese hecho podría explicar además, por qué fue que tardó demasiado tiempo en ser cargada. Es una lástima que no hayan pensado en eso en el momento de realizar la carga del arma, ya que tal vez podría haberles ahorrado varios problemas en el momento de pelear, y las bajas podrían haberse reducido.

    — Tal vez si hubiéramos usado su electricidad, el arma se habría cargado más rápido y menos de nuestros amigos habrían muerto— pensaba Sixto analizando la situación.

    — O tal vez si lo hubiéramos hecho, el agujero negro podría haber sido más grande y todos hubiéramos muerto— dijo Kate pensando en otro posible desenlace para la situación.

    — Es aterrador de pensar — respondió Asher pensando en que ahora tenían un arma muy poderosa pero peligrosa al mismo tiempo — Tenemos que tener cuidado con el arma Boek.

    Los tres soldados estaban de acuerdo con lo que la espada de plata decía. No podían permitir que nadie tomara el arma Boek para usarla para sus propios propósitos. La FOT la guardaría y la debía utilizar únicamente en caso de emergencia.

    El viaje continuó sin ninguna dificultad hasta el día siguiente. Finalmente habían pasado los tres días y la nave estaba acercándose al planeta Tierra, principalmente a Irlanda. Una gran sensación de emoción recorría el cuerpo de Sixto, quien no podía esperar para reunirse con su familia.

    Tras una larga espera, la hora del aterrizaje llegó. Asher y Kate buscaron la capital de Irlanda para aterrizar en dicho lugar, asumiendo que la gente los estaría esperando en ese lugar para recibirlos como héroes. Al momento de bajar, desde la nave se podía ver una gran cantidad de personas reunidas que estaban aplaudiendo, sabiendo que se trataba de la nave madre de la FOT y de los supervivientes de la guerra. Cuando la nave tocó el suelo, y una puerta se abrió, todos guardaron silencio.

    Un segundo después desde que Asher, Kate, Sixto y Ulrich bajaran de la nave, la gente empezó a aplaudir eufóricamente y gritar al unísono para festejar la victoria de la Tierra sobre los vofkridianos de Hkras. Los cuatro soldados levantaron las manos para saludarlos y agradecer el recibimiento. La gente se llevó una gran sorpresa al ver que no había más soldados que bajaran de la nave, lo cual causó que los aplausos duraran mucho menos de lo que iban a durar.

    Un soldado de la FOT dio un paso al frente muy sorprendido para obtener respuestas.

    — ¿Dónde está Simón? — dijo aquel soldado haciendo una pregunta que todos escucharon — Yo hablé con él hace tres días.

    Asher puso una cara seria y triste hacia aquel soldado. Acto seguido, sacó la espada de plata de su funda y se la enseñó al soldado y a todos los presentes.

    — Simón ha fallecido en la guerra — dijo Asher hablando muy serio ante esa multitud — Antes de su muerte, él me otorgó la espada de plata, y me pidió que yo liderara a la FOT.

    Las declaraciones de Asher causaron un gran revuelo en todos los presentes. Aunque no todos conocían a Simón en persona, sabían que él había sido la espada de plata desde hace varios años, y el ver a un soldado que nunca habían tenido la oportunidad de conocer como la nueva espada de plata era algo extraño.

    — ¿Y Kendrick? — cuestionó otro de los soldados — ¿Él también murió?

    — Nosotros cuatro somos los únicos que sobrevivimos — dijo Kate respondiendo la pregunta para mostrarle a Asher que contaba con su apoyo.

    — Kendrick, Simón, Tiberio, mi hermano, mis amigos... — decía Asher mencionándole lo ocurrido a los presentes — ¡Todos ellos dieron su vida en esta misión. Pero su sacrificio no fue en vano. Hkras está muerto. Sus guerreros están muertos. La FOT ha ganado la guerra. La Tierra finalmente está a salvo!

    Algunas personas empezaron a celebrar por el hecho de que sus preocupaciones habían terminado gracias al sacrificio de los soldados. Todos los que celebraban eran civiles. Sin embargo, los soldados que estaban en esa multitud tenían opiniones divididas. Algunos festejaban la victoria, otros aplaudían las palabras de Asher y otros simplemente se retiraban molestos del lugar, como si no aceptaran a Asher como la nueva espada de plata y líder de la FOT.

    Cuando esos soldados se retiraron, algunos civiles que no podían acercarse demasiado se acercaron al lugar. Asher, Kate, Ulrich y Sixto se acercaban para hablar con la gente y con algunos soldados que querían saber más acerca de la guerra. Sixto miraba hacia la multitud buscando ver a su esposa y a su hija, pero no las encontraba por ningún lado. El soldado irlandés se empezó a poner triste, dado a que pensaba que su esposa y su hija no habían venido a recibirlo, y él esperaba verlas apenas bajar de la nave.

    Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando una voz familiar lo llamó.

    — ¡Papá! — escuchó un grito que se encontraba cerca.

    Sixto alzó la mirada y vio a su esposa con su hija en brazos corriendo hacia su dirección. Sixto sintió una gran alegría cuando ambas llegaron a él. El soldado irlandés abrazó a su hija y besó a su esposa con una felicidad indescriptible. El haberse reencontrado con ellas provocó que varias lágrimas de felicidad empezaran a caer por su rostro. La familia reunida se dio un abrazo intenso, el cual fue observado por Asher, Kate y Ulrich, quienes se sentían felices por su amigo.

    — ¡Regresaste! — dijo la esposa de Sixto empezando a llorar de la emoción de tener a su esposo de vuelta — ¡No sabes cuánto te extrañamos!

    — Papá, prométeme que ya no volverás a irte — dijo la hija pequeña de Sixto abrazando a su padre y dándole un beso en la mejilla.

    — Descuida, hija — le respondió el soldado con una gran determinación — Yo ya no me iré — ahora centró su mirada en Asher — Señor — dijo con respeto dado a que él era la nueva espada de plata — Quiero pedirle que acepte mi retiro como soldado de la FOT, y me transfiera a los cuarteles de entrenamiento para convertirme en instructor. De esa manera seguiré contribuyendo y podré pasar más tiempo con mi familia.

    — En primer lugar, quiero que me llames Asher, no señor — le respondió Asher respondiendo sarcásticamente el pedido de Sixto — Y en segundo lugar, acepto tu petición. Te lo has ganado por tu gran servicio a la FOT. Y estoy seguro de que a los demás soldados les servirá tenerte de instructor. Tiberio te ha entrenado y tú has sabido convertirte en un gran guerrero. Harás una gran contribución a la FOT desempeñando esa función.

    — Tal vez no sea de esa manera — dijo un hombre hablando cerca de ellos.

    Los cuatro soldados, la familia de Sixto, y todos los demás presentes se dieron vuelta y vieron a un hombre con traje, acompañado por otros más que llevaban la misma ropa que él. Por el comentario que aquel hombre acababa de hacer, parecía que había estado escuchando la conversación desde que había comenzado. Asher quería saber qué fue lo que quiso decir con esas palabras.

    — ¿Disculpe? — dijo Asher queriendo entablar una conversación con aquel hombre — ¿Quién es usted, y que es lo que quiere decir?

    — Soy un representante del consejo de los gobernantes de todo el mundo — respondió aquel hombre hablando muy seria y formalmente — Los gobiernos de cada país se han reunido después de haber escuchado las noticias de la victoria sobre Hkras, y creen que ahora que la amenaza que ponía en peligro a la Tierra está eliminada, ya no es necesario que se siga gastando dinero en la FOT. Los gobiernos de cada país han aportado una gran cantidad de dinero para contribuir con esa organización, y consideran que no merece la pena seguir haciéndolo ahora que la Tierra está segura. Me han enviado a que se lo comunicara personalmente. Los gobiernos invertirán una última cantidad de dinero para poder crear depósitos para guardar las naves en caso de que se vuelvan a necesitar, y una vez que esos depósitos estén terminados, la FOT dejará de recibir financiación y quedará disuelta.

    Las noticias de la disolución de la FOT dejaron sin palabras a Asher, Kate, Sixto, Ulrich y los demás soldados que habían escuchado esas palabras. Después de que hicieron un gran esfuerzo para poder salvar a la Tierra, los gobiernos dejarían de invertir en ella. A ninguno de ellos les cayó muy bien en esa noticia, principalmente a Asher, quien consideraba que Simón lo había nombrado espada de plata para poder dirigir la FOT, y sería un insulto a su intención si permitiera que los gobiernos hicieran lo que quisieran.

    — Me gustaría tener una charla con usted, en privado — le dijo Asher al representante de forma muy seria.

    La espada de plata y el representante de los gobernantes se alejaron de la multitud para tener unas palabras en solitario, palabras que no fueron escuchadas por nadie más. La charla duró solamente diez minutos, pero en esos diez minutos, Asher aprovechó para decirle sus pensamientos al representante. Durante esa charla, el representante sacó un dispositivo móvil para realizar anotaciones a algunas cosas que Asher quería decirle.

    Cuando la charla terminó, Asher regresó con sus amigos y el representante se retiró acompañado por las personas que se encontraban junto a él. Kate, Sixto y Ulrich tenían curiosidad sobre lo que su líder y aquel hombre habían charlado.

    — ¿Qué fue lo que le dijiste? — le preguntaba Kate a su novio.

    — Acordé una reunión con los gobernantes de cada país del mundo en una plaza de Canadá — respondió Asher — En esa plaza vamos a rendirle homenaje a nuestros amigos que murieron durante la guerra. Ellos se lo merecen. Y después de aquel homenaje, pediré que no disuelvan la FOT. Me gustaría que ustedes vinieran conmigo.

    — Asher, escucha, yo no puedo ir — le respondió Sixto a su compañero — Acabamos de llegar del planeta Boek y no quiero estresarme tan rápido en un viaje. Quiero quedarme aquí con mi familia y disfrutar de unos días de paz antes de retomar mi trabajo.

    — Lo entiendo — le contestó Asher a su compañero, estrechándole la mano — Supongo que esta es una despedida.

    — Todos ustedes están bienvenidos a visitarnos cuando quieran — dijo Sixto saludando a Asher ahora que ambos iban a separarse.

    — Ustedes han ayudado a que Sixto pudiera volver a casa — respondió la esposa del soldado — Estaré encantada de que vengan a vernos de vez en cuando.

    — A nosotros también nos encantaría venir — respondió Kate muy alagada con ese comentario.

    Finalmente, llegó el momento de separarse. Asher, Kate y Ulrich debían estar en Canadá para el homenaje al día siguiente, lo que significaba que debían irse de inmediato. Los tres soldados se despidieron de Sixto y de su familia, muy alegres de haberlos conocido y de que su amigo se hubiera reencontrado con ellos. Antes de subirse a la nave madre para dirigirse a Canadá, Sixto les pidió una cosa más.

    — Recuerden que tienen que invitarme a su boda — les dijo Sixto a sus dos compañeros, alentándolos a que tuvieran la vida que se merecían tener después de su esfuerzo por salvar la Tierra.

    Asher y Kate se despidieron de su amigo asintiendo y aceptando su pedido. Ahora la pareja, y su compañero Ulrich, pusieron la nave en dirección a Canadá. Debían descansar bien antes de poder asistir al homenaje, además de que Asher debería encargarse de convencer a los gobiernos de no disolver a la FOT.

    Una vez que la nave madre partió, Sixto se dirigió a su casa acompañado de su esposa y de su hija. Con la amenaza de Hkras terminada, nada le impediría estar con ellos, y el futuro que quería darle a su hija, se había hecho posible.

    [...]

    Pasaron varias semanas desde que los vofkridianos habían recibido noticias de Hkras por última vez. Dos naves de patrulla partieron hacia el planeta Boek para ver qué era lo que estaba sucediendo, ya que les parecía sospechoso que su emperador estuviera demasiado tiempo ausente. Las naves recorrieron el planeta entero y lo único que encontraron fueron las naves abandonadas y algunos cadáveres en descomposición que habían quedado después de la guerra. No había ningún rastro de Hkras por ningún lado, y eso solamente quería decir una cosa: su emperador había muerto.

    La noticia de la muerte de Hkras se extendió rápidamente no solo en el planeta vofkridiano, sino también en los planetas que habían sido conquistados por el emperador.

    Los vofkridianos se negaban a renunciar a los logros que el imperio había obtenido en todos estos años de lucha, por lo que un nuevo emperador fue elegido para llevar a cabo las acciones del imperio. Sin embargo, el elegido era un comandante más. Sabía muy bien como liderar tropas, pero no sabía nada sobre cómo mantener un planeta como Driun Morgh, y mucho menos como seguir manteniendo influencia sobre los planetas que habían sido conquistados. Cuando estos planetas vieron que el imperio vofkridiano ya no estaba tan bien organizado como antes, decidieron organizarse entre ellos. Planetas con guerreros pero que no tenían tecnología se unían a planetas con un gran avance tecnológico pero sin guerreros para formar una resistencia al imperio, cosa que bajo las órdenes de Hkras y con el gran número de vofkridianos que tenía, era imposible de hacer.

    Al cabo de un año, el imperio vofkridiano se debilitó considerablemente. Y solo se necesitaron dos años más para liberar a todos los planetas que habían sido esclavizados. Los vofkridianos lo terminaron perdiendo casi todo. Solamente les quedó su galaxia, en donde todas las especies que había fueron eliminadas por los vofkridianos. Pero ya no tenían la tecnología para poder mantener varias naves al mismo tiempo, lo que quería decir que ya no podrían enviar al número de guerreros necesarios para volver a conquistar esos planetas.

    Los vofkridianos seguían existiendo, pero su imperio de terror terminó desapareciendo y su gran amenaza terminó por convertirse en nada más que malos recuerdos.

    [...]

    Era muy temprano, y varias personas se encontraban reunidas en una plaza de Canadá para realizar el homenaje. Entre esas personas se encontraban Asher, Kate, Ulrich, y la gran mayoría de gobernantes de los países del mundo. Los tres soldados estaban de pie al frente de todas las personas reunidas. Asher, como espada de plata, fue quien decidió hablar.

    — El día de hoy, quise reunir a todos los gobernantes después de que me enteré de sus intenciones por disolver a la FOT — dijo Asher caminando hacia la derecha, en donde había una zona que tenía algunos objetos cubiertos con un manto blanco — Si los gobernantes quieren disolver la FOT porque la amenaza a la que enfrentamos fue eliminada, primero deberían conocer a las personas que hicieron esto posible.

    Asher retiró el manto descubriendo una gran estatua de un soldado levantando una espada. En frente a esa estatua, había variaslápidas, siendo un total de 12 y cada una tenía una inscripción con el nombre de un soldado que había perdido la vida. La estatua era para homenajear a aquellos desconocidos que perdieron la vida, y las lápidas eran para homenajear a Kendrick, Simón, Tiberio, Uriel, Morani, Tiana, Evandro, Naomi, Benjamín, Alison, Ismael y Sonia; quienes eran los más cercanos a Asher. Nikolai era el único soldado al cual no se le había hecho una lápida. Los presentes aplaudieron tras la revelación de las mismas, ya que estaban homenajeando a los caídos. Asher volvió a hablar cuando este aplauso terminó.

    — Elegí Canadá porque es el país en donde nació mi hermano menor, quien murió asesinado por nuestro enemigo en persona — decía Asher recordando a Uriel — Esta plaza era su favorita cuando era niño, y ahora será llamada "Plaza de los héroes" — luego de un aplauso para honrar a aquellos héroes que perdieron la vida, Asher pasó a un asunto de igual importancia — Ellos dieron sus vidas por la FOT, y gracias a ellos, Hkras está muerto. La gran amenaza que ponía en peligro la Tierra desapareció... Sé que muchos quieren que la FOT se disuelva porque no le encuentran sentido en destinar dinero para proteger a la Tierra si no hay nada de qué protegerla. Pero ustedes se equivocan si lo creen así. En el planeta Boek, encontramos una raza llamada Cleexor. Ellos estaban intentando crear un arma más potente que el arma Boek. Ellos no lo consiguieron porque nosotros los detuvimos. Pero los detuvimos porque los encontramos. Imagínense si no los hubiéramos encontrado. Ellos crearían el arma Cleexor y después vendrían aquí para recuperar lo que les quitamos. Y si hubiéramos derrotado a Hkras con el arma Boek, después habríamos caído ante los Cleexor. Sé que ustedes creen que la Tierra está salvada, pero no es así. Estoy seguro de que aún quedan muchos más vofkridianos con vida y que seguramente querrán vengar la muerte de Hkras. Y también podríamos correr el riesgo de que otras razas se enteren de que Hkras está muerto y decidan hacer lo mismo que él. Lo sé porque nos encontramos con un robot llamado Cybershark que estaba planeando eso exactamente. Hkras está muerto, pero la Tierra no está a salvo. La Tierra necesita a la FOT, y la necesitará hasta el final de sus días. Ya fuimos invadidos una vez, ¿por qué esperar a que pase una segunda vez cuando tenemos una organización que puede impedirlo? Es por eso que les quiero pedir que no disuelvan a la FOT. Si lo hacen, y somos invadidos, puede que no podamos hacer nada al respecto si eso ocurre.

    Asher terminó su discurso frente a todos los gobernantes, quienes quedaron en silencio para reflexionar. Una vez que el momento de reflexión terminó, varios de esos gobernantes empezaron a murmurar entre ellos. Aquellos murmullos duraron unos cinco minutos, hasta que uno de los gobernantes se puso de pie.

    — Sé que no puedo hablar por todos los países del mundo — decía aquel gobernante muy seriamente — Mucho menos puedo decidir por ellos. Pero sé nota que como soldado, estás dispuesto a hacer lo mejor por la FOT y por la Tierra. Y es por eso que Simón te ha elegido como espada de plata. Yo soy el gobernante de España, y fue un honor cuando me enteré que la espada de plata era alguien de mi país. Sí él confió en ti, es porque de seguro vio algo muy especial en tu interior. Y acabas de mostrarlo ante todos nosotros. No sé qué es lo que decidan hacerlos demás gobernantes al respecto, pero mi país seguirá financiando a la FOT.

    — Yo soy el gobernante de Grecia — dijo un hombre poniéndose de pie para agregar algo — Mientras ustedes estaban buscando el arma, mi país fue atacado por vofkridianos. La FOT fue capaz de detenerlos, y yo sé más que nadie lo importante que es para la Tierra que esa organización siga de pie. Mi país les debe mucho, y no olvidaremos todo lo que hicieron por nosotros.

    Poco a poco, todos los demás gobernantes del mundo empezaron a mostrarse de acuerdo con las palabras de Asher y decidieron que iban a seguir con la financiación de la FOT, sobre todo si alguien como Asher era el encargado de dirigirla. Asher, Kate y Ulrich se llevaron una grande y agradable sorpresa cuando vieron que todos los gobernantes habían accedido a su pedido para mantener a la FOT de pie. Finalmente, todos los gobernantes presentes aceptaron la propuesta de Asher, e iban a intentar convencer a los ausentes de aceptarla también. Cuando el homenaje terminó, solo Asher, Kate y Ulrich quedaban en la plaza.

    Los dos soldados y la espada de plata miraron las lápidas, las cuales fueron hechas muy rápidamente para el homenaje. Ulrich se quedó contemplando en silencio la de su novia Sonia. El soldado no pudo evitar contener sus lágrimas cuando recordó la forma en la que un vofkridiano la mataba en frente de él. Tenía deseos de morir, pero sus deseos de venganza eran mayores, y no podría vengarse estando herido. Esa fue la causa por la cual dejó el campo de batalla. Quería recuperarse lo antes posible para buscar al responsable. No logró encontrarlo, pero se sintió muy bien al saber que sus amigos sí lo encontraron y lo hicieron pagar.

    Kate caminó para poder observar cada una de esas lápidas, sintiendo curiosidad de saber si Asher ordenó construir una para Nikolai. Cuando vio que el chico ruso no tenía lápida, supo que a partir de ese momento, se olvidaría de él para siempre, y también toda la humanidad. El deseo de Nikolai era ser recordado como un héroe, y ahora, por su traición, iba a ser olvidado.

    La chica francesa caminó hacia su novio, quien se encontraba mirando la lápida de su hermano menor. Asher estaba al borde de las lágrimas, pero hacía lo que podía para contenerse. Uriel merecía ser recordado con alegría y no con tristeza. Kate lo abrazó para hacer ese momento más fácil para él.

    En ese momento, una voz familiar se escuchó por detrás.

    — ¿Asher? — la voz era de una mujer mayor.

    Asher se dio vuelta y vio a su madre en esa plaza. Era una señora mayor, la cual, había ido a la plaza al enterarse que en ese lugar homenajeaban a los caídos.

    — Mamá... — dijo Asher en un tono algo triste abrazando a su madre.

    La mujer abrazó a su hijo muy feliz de poder tenerlo de vuelta. Pero había algo que le llamaba la atención.

    — Asher, ¿dónde está tu hermano? — preguntó la madre del soldado — Creí que él vendría para honrar a sus amigos igual que tú.

    Asher miró a su madre con una expresión de tristeza, para luego enseñarle la lápida en homenaje a Uriel. La mujer nunca imaginó que eso pudiera pasar. Cuando escuchó la noticia de que los sobrevivientes llegaron a la Tierra, ella se imaginó que su hijo Uriel estaría con ellos. El encontrarse con una lápida en su memoria en lugar de encontrarse con su hijo con vida le destrozó el corazón. La mujer abrazó a Asher llorando desconsoladamente.

    La espada de plata no pudo contener las lágrimas más tiempo, por lo que también empezó a llorar junto a su madre, mientras la abrazaba.

    — Dios...Uriel... — dijo la mujer sin encontrar consuelo — Mi hijo...¿por qué?

    — Está bien, mamá — respondió Asher intentando que se sintiera mejor — Uriel salvó a la Tierra. Es un héroe. Deberías estar orgullosa de tu hijo.

    Kate y Ulrich se acercaron a la mujer para consolarla, después de todo, ella también enfrentaba la pérdida.

    — ¿Ustedes también perdieron a un ser querido? — preguntaba la madre de Asher mirando a los dos chicos mostrando compasión.

    — Sonia... mi novia — dijo Ulrich algo desanimado señalando a su lápida.

    — Mis amigas, mis amigos... todos ellos eran importantes para mí — le respondió Kate en un tono serio.

    Los cuatro tuvieron un momento de duelo apropiado para llorar las muertes de sus seres queridos. Al terminar su duelo, los cuatro se retiraron de la Plaza de los héroes. La madre de Asher quería que su hijo pasara algo de tiempo con ella, y decidió invitar también a sus otros dos compañeros.

    — ¿Les gustaría quedarse en nuestra casa por unos días? — preguntaba la madre de Asher.

    — Nos vendría muy bien — contestó Asher sabiendo que sus amigos aceptarían — Debemos regresar a la FOT lo más pronto posible, y antes nos vendría bien un descanso.

    — Sobre todo ahora que su hijo va a necesitar toda la ayuda que podamos darle — respondió Ulrich.

    — Pero nosotros estaremos siempre junto a él — agregó Kate acercándose a Asher para mirarlo cariñosamente— Siempre...

    — ¿Por qué tus amigos hablan de ti de esa manera? — le preguntó la madre de Asher.

    — Tengo varias cosas para contarte, mamá...— le respondió Asher listo para empezar a hablarle sobre la misión a su madre, que se llevaría una gran sorpresa al enterarse de lo que había ocurrido.

    [...]

    Existe un lugar muy alejado del planeta Tierra, y del planeta Boek. Es un planeta que no se puede encontrar mediante la exploración normal, y se requiere de un gran riesgo para poder acceder a él. Un riesgo que no vale la pena correr. Este planeta es un lugar desértico en toda su totalidad. Toda su superficie es un largo e infinito desierto en el cual no hay ni árboles, ni agua, ni nada más que no sea arena.

    En una parte de ese planeta, Simón, Morani y el resto de los soldados de la FOT se encontraban tirados sobre la arena. Algunos soldados habían muerto al llegar hasta ese lugar cuando cayeron por el agujero negro, otros simplemente quedaron inconscientes. Y alrededor de ellos, no había ninguna señal de Hkras ni de ninguno de sus vofkridianos. Los soldados inconscientes estaban empezando a despertar.

    — ¿Qué fue lo que ocurrió? — preguntó Simón sin recordar casi nada desde que cruzaron el agujero negro — ¿En dónde estamos?

    — El arma Boek nos envió aquí — respondió Morani mirando a su alrededor — Parece ser un planeta desértico.

    — ¿Crees que este sea el famoso "Dyurt"? — preguntó la anterior espada de plata recordando la inscripción que había de la otra cara del disco del arma Boek— Porque en Boek no hay desiertos.

    — Tendría sentido — le respondió Morani — El nombre de Dyurt está del otro lado de la cara con la forma del planeta. Podría simbolizar que este es el lugar a donde te envía el arma Boek.

    — ¿Cómo fue que hicieron algo como esto? — preguntaba Simón sin poder creer lo que había pasado.

    — No lo sé, pero de verdad son dignos de admirar si lo lograron — contestó Morani asombrado por lo que la raza Boek había llegado a crear.

    — ¿Qué es lo que vamos a hacer? — preguntó uno de los soldados acercándose a Simón.

    — El sistema de regulación de temperatura nos protegerá del calor — respondió Simón pensando muy bien en la situación — Pero no podrá hacer nada para aliviar nuestra sed. Con un calor como este, es imposible que haya agua. Todo lo que nos queda es esperar a morir por deshidratación.

    — No creo que tengamos que esperar demasiado — dijo Morani llamando la atención de Simón y de todos los demás.

    Las palabras del soldado de Kenia dejaron confundidos a todos los que estaban vivos. Cuando voltearon la vista hacia el lugar en donde Morani estaba mirando, vieron como Hkras se estaba acercando hacia ellos, junto con un gran número de guerreros vofkridianos.

    Ninguno de los humanos podía encontrar sus espadas, lo más probable es que hayan quedado enterradas en la arena. Sería imposible encontrarlas antes de que Hkras y sus soldados llegaran hasta ellos, pero no les importaba. Simón, Morani y los demás no iban a imponer ninguna clase de resistencia. Una muerte rápida asesinados por Hkras iba a ser mejor que esperar a morirse deshidratados en ese desierto.

    Hkras miraba a Simón muy furioso. Fue él quien lo había retenido y por culpa suya había terminado cayendo en ese agujero negro y posteriormente en el planeta desértico Dyurt. Hkras tomó su espada y le atravesó el cuello, provocando que Simón muriera en un instante. Morani se sintió muy mal por haber visto morir a su líder de esa forma, pero su sufrimiento no duró mucho, ya que un vofkridiano le partió la cabeza a la mitad de un golpe muy fuerte. El resto de los soldados humanos no mostró resistencia y en menos de un minuto fueron asesinados por Hkras y el resto de sus guerreros.

    — ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora? — preguntó uno de los vofkridianos — Con este calor no hay probabilidades de encontrar una fuente de agua, y no hay ninguna nave que pueda sacarnos de aquí.

    — Vamos a bebernos la sangre de estos gusanos — respondió el emperador vofkridiano, aunque su idea no era para nada agradable — Esperemos que nos pueda mantener hidratados por más tiempo.

    El emperador vofkridiano y varios de sus hombres comenzaron a extraer la sangre de los cuerpos de los humanos para poder beber e intentar hidratarse lo más que pudieran. El sistema de los vofkridianos permitía que se hidrataran al beber cualquier clase de líquido no tóxico, sin importar cual fuera.

    Sin embargo, los humanos eran muchos menos que los vofkridianos, lo que quería decir que no todos podrían beber de la sangre de sus víctimas.

    Una vez que aquel acto desagradable terminó, Hkras se dio cuenta de que solo sería cuestión de algunas horas para que el calor y la falta de oxígeno del planeta desértico acabara con su vida. El emperador vofkridiano nunca había imaginado que iba a terminar teniendo una muerte como esa. Cada segundo que pasaba, la ira en contra de los humanos por haberlo enviado a ese planeta, se hacía cada vez más grande. Pero en poco tiempo, esa ira terminaría convirtiéndose en nada, al igual que su vida.

    Fin.



    Bueno, es el final. Si has llegado hasta aquí, quiero agradecerte por haberte leído todos estos 40 capítulos (algunos mejores que otros). Si no te molestara y tienes deseos de hacerlo, me gustaría que respondas un par de preguntas acerca de la historia. No es necesario que las respondas inmediatamente después de leerte este capítulo, y puedes tomarte el tiempo que quieras.

    ¿Te gustó la historia en general? ¿Por qué?
    ¿Has visto alguna historia similar en el género de ciencia ficción? Si es así, me gustaría que me dijeras cual, porque yo no he visto ninguna similar a esta.
    ¿Cual fue tu capítulo favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)
    ¿Cual fue tu parte favorita? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de una)
    ¿Cual fue tu personaje favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)
    ¿Cual fue tu personaje menos favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)
    ¿Cual fue tu capítulo menos favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)

    Si tú tienes alguna pregunta que quieres que yo te responda, hazla y yo lo haré con gusto.

    También dejaré una lista con capítulos que yo tenía planeados y de que iba a tratar cada uno de esos capítulos, para que veas que fue lo que dejé afuera.

    -Equipo: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 1. En este capítulo se tomarían las pruebas en la Tierra y se nombraría a los 50 soldados que obtuvieron el puntaje necesario para ir a la prueba siguiente. Lo eliminé porque no me gustaba la idea de pensar en 50 personajes para quedarme con 10

    -Simulador: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 1. En este capítulo, los 8 soldados que quedaron para ir a Boek iban a entrar a un simulador que intentaría prepararlos para ir a dicho planeta. Lo eliminé porque me parecía ilógico que tuvieran algo como eso, y si lo tuvieran, deberían haber hecho las pruebas ahí directamente.

    -Comité de bienvenida: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 2. En este capítulo, 4 soldados se encontrarían con los gyot en una cueva y los iban a matar tras un largo enfrentamiento. Lo eliminé porque no le veía la lógica a que en la parte "Peligros" los humanos pudieran controlar a una especie nueva y estando divididos. Además, me jugaba en contra para lo que les tenía planeado a los gyot en la parte 3

    -Una especie prehistórica: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 3. Aquí, los soldados iban a pelear contra una especie muy parecida a los dinosaurios en la forma física. Lo eliminé porque pensé que con los tigrazules ya no sería necesario incluir a otra especie parecida a una que habita en la Tierra.

    -Frío extremo: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 4. Los humanos, los vofkridianos y las máquinas de ejecución buscarían el arma en una zona de glaciares, pero pronto se dan cuenta de que el lugar era demasiado frío y peligroso. Lo eliminé porque en este capítulo, la búsqueda del arma no avanzaba casi nada y solo se desarrollarían algunos personajes.

    -Unión: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 5. Hkras y Cybershark se unirían para poder quitarle el arma a los humanos. Lo eliminé porque me parecía ilógico que dos enemigos mortales se unieran, aunque iba a haber una traición, pero me seguía pareciendo ilógico.

    -Ruptura: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 5. Hkras traiciona a Cybershark y se queda con el arma. Los humanos deberían recuperarla. Lo eliminé porque para poder hacer este capítulo, necesitaba sí o sí del anterior. Eliminar uno era eliminar el otro.

    -Tu vida termina aquí: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 5. Originalmente, la batalla entre cleexors y tigrazules iba a durar dos capítulos. "Solo uno de nosotros" sería la introducción y este sería el desenlace. Lo eliminé porque pensé que podría hacerlo en un solo capítulo y no había necesidad de dos.

    -Ganando terreno: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 6. Aquí, los humanos que llegan a Boek se enfrentan a algunos vofkridianos y los derrotan, eligiendo ese lugar como el lugar en el que se quedarían hasta derrotar a Hkras. Este lo eliminé porque me parecía muy flojo para ser un capítulo solamente de ese tema.

    -Las profundidades: Este capítulo iba a pertenecer a la parte 6. Antes de que Hkras los alcance, los humanos deciden llevarse el arma con ellos y esconderse en las profundidades de Boek, donde encontrarían el cuerpo de Kendrick y se prepararían para la batalla final. Lo eliminé porque sería muy difícil de narrar el como descendían todos y después salían de regreso a la superficie

    Así que, como verán, dejé unos 10 capítulos fuera de la historia. Lo cual quiere decir que iba a hacerla más larga. ¿Tu habrías dejado alguno de estos capítulos en la historia original? ¿Cual?

    Bueno, una vez más, te agradezco por haber leído. Como ya he dicho, tras un breve descanso, volveré con una historia más a esta sección. Saludos.
     
    Última edición: 13 Marzo 2017
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos. El día de hoy empecé a escribir la primera de lo que serían unas "mini historias" relacionadas con esta historia. Estas mini historias se publicarán a parte, dado a que consideré que lo mejor sería no incluirlas aquí ya que tienen relación con los personajes que aparecen en esta historia, pero no con la historia en sí.

    La primer historia se llama El imperio del terror. También hay un orden de lectura recomendado para todas estas historias (no está completo y se irá actualizando a medida que publique más capítulos) si quieres echarle un vistazo.

    Hasta luego.
     
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    Borealis Spiral

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    ¡Por fin! ¡Por fin pude acabar de leer esta historia! Ufff, me tomó más tiempo del que pensaba. Hubieron muchos factores que influyeron en mis desapariciones constantes, pero oye, al menos la terminé. En cuanto a mis pensamientos finales, bueno, agradezco que dejaras las preguntas porque me facilitas las cosas bastante. Responderé a ellas y aclaro que todo lo que pase a decir es algo bastante subjetivo. Es meramente mi sincera opinión y claramente no lo digo con intención de reprochar u ofender. Ahora sí, a darle y ahí cuidado que la cosa va para largo. De verdad te lo digo: agárrate fuerte.

    ¿Te gustó la historia en general? ¿Por qué?

    Es complicado. No puedo decirte que sí con la suficiente convicción como para que sea la pura verdad, pero tampoco puedo decir que no, porque en realidad hubo muchas cosas en la historia que disfruté muy bien. Creo que iniciaste con una primicia bastante interesante que fue desarrollándose como una trama de acción bastante decente.

    Hubo muchos elementos sorpresas que le dieron viveza a la historia, como las muertes de varios personajes, el encuentro con varias razas del planeta Boek y que uno cree que todas son hostiles, como los Cleexors y los Gyot, pero luego se descubre que no todos son así, como los tigrazules. A mí en lo personal, la traición de Nikolai también fue algo que no esperaba y no sé por qué si viéndolo bien era más que obvio, pero que me sorprendió bastante y que también me gustó mucho. Igual con la parte final del epílogo que nos mostró que los que fueron succionados por el agujero del arma Boek siguieron con vida. Eso fue algo que no esperaba, pero que me gustó bastante como idea.

    Fue una historia muy entretenida y creo que tienes buenas ideas. El manejo de ellas, bueno, muchas las manejaste con lógica y hubo otras que si bien no estaban mal para el contexto, a mí no terminaron por convencerme. En general eso sería más o menos lo que terminó por echarme para atrás en cuanto a decir con seguridad que sí me gustó la historia en totalidad. Pero eso es más por cómo quizás yo, como escritora, podría haberlas manejado y no necesariamente porque estuvieran mal; es cuestión de perspectiva. También tu manera de narrar yendo al punto y al grano es algo que realmente no acostumbro y por lo mismo había ciertos choques a la hora de leer. Pero en general, estuvo bien.

    ¿Has visto alguna historia similar en el género de ciencia ficción? Si es así, me gustaría que me dijeras cual, porque yo no he visto ninguna similar a esta.

    No, no me ha tocado ver una historia igual. El género del Ciencia Ficción es uno que me gusta mucho, no obstante, no tengo mucha experiencia con él en el ámbito literario. No suelo leer este tipo de historias, de nuevo, no porque no me gusten, me encantan, pero soy más de leer drama, romance y de la vida cotidiana, es todo. Por mi falta de conocimiento en cuanto al género no he leído historias que se le parezcan a esta, aunque quizás haya alguna por allí. Pero desde mi perspectiva es bastante innovadora pese a que hay muchas cosas propias del género que podrían resultar típicas, como la invasión extraterrestre, la rebelión de parte de los humanos, la manera de ver cómo deshacerse de los enemigos y un largo etcétera. Claro que aquí lo importante es saber usar ideas comunes para creer algo único; eso es lo que le da vida a las historias.

    ¿Cual fue tu capítulo favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)

    El primer capítulo que podría catalogar como favorito, y mira que lo leí hace mucho y de todos modos me acuerdo, es el de la parte Criaturas – Parte 6: La huida. Fue cuando un grupo de soldados se infiltró en la ciudad de los cleexors, la ciudad de los huesos. Recuerdo que ese capítulo me dejó al filo de la silla y creo que desde ese momento en adelante, comencé a sentir un poco más de interés en la historia. No sé si fue porque hasta ese día los soldados no había encontrado ningún rastro de civilización o no sé, pero imaginarme la ciudad, imaginarme sus calles, imaginarme cómo entraron con sigilo y luego leer cómo se las ingeniaron para escapar, eso me encantó, fue genial.

    Además, en ese capítulo el trabajo en equipo entre Nikolai y Asher me pareció genial. Me gustó mucho que ambos pusieran sus diferencias a un lado al menos en ese momento. Demostró que, en el caso de Nikolai, si quería podía hacer un esfuerzo por trabajar hombro con hombro con Asher pese a que le cayera de la patada. Creo que fue un buen contraste con lo que pasó en la cueva cuando combatieron con Cybershark y sus máquinas de ejecución, donde por culpa de sus pleitos, Naomi terminó muriendo. Me gustó ese detalle, esa antítesis entre ambos capítulos y creo que, queriendo o no, le diste a Nikolai un poco de bastante desarrollo como personaje y amé eso.

    Los otros dos capítulos que llegaron a mi lista de favoritos son el penúltimo y último de la parte Búsqueda: Búsqueda – Parte 7: Cero por ciento y Búsqueda – Parte 8: El arma Boek.

    El de Cero por ciento me gustó porque la muerte de Uriel me dolió bastante; de hecho, es la única que me dolió en toda la historia y en un rato explicaré por qué. Pero sí, me gustó mucho por ese hecho; amo las muertes bien dadas y desgarradoras y esta lo fue. Sobre todo porque me imaginé a Asher y el impacto que debió ocasionarle… aunque un poco más de dramatismo no hubiese estado mal y le hubiera dado un toque mucho más realista y quizás me habría llegado mucho más. Una de las tantas veces en las que tu estilo de narrar al punto y sólo los eventos chocó con mis anhelos de más detalles en los pensamientos y sentimientos de los personajes.

    El capítulo de El arma Boek me encantó no sólo por que ¡por fin!, por fin encontraron el arma que habían estado buscando por taaaanto tiempo, sino por lo bien que manejaste el capítulo en general o al menos a mí me gustó bastante. Si no mal recuerdo, en las notas de autor del principio dijiste que deseaste sacar el máximo de cada personaje en ese capítulo y la verdad se vio que fue así. Cada escena mostrando tanto a los grupos de humanos haciendo lo suyo, a Cybershark haciendo lo suyo, a los Cleexors haciendo lo suyo, a Hkras haciendo lo suyo, el ataque a la nave de Simón… En fin, todo me pareció tan bien logrado que creo que puedo decir que es mi capítulo favorito por encima de los dos mencionados arriba. Sin duda, excelente trabajo.

    ¿Cual fue tu parte favorita? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de una)

    Si tengo que elegir una parte favorita tendría que ser la de Búsqueda. Primero, porque ya me daba la idea de que en esta parte tendrían que encontrar el arma Boek sí o sí, y no es por nada, pero ya ansiaba que la encontraran, especialmente por mi curiosidad de saber cómo era y qué hacía la dichosa arma era inmensa y casi que incontenible. Desde el momento en que se nombró quise saber su alcance y su poder y su apariencia, claro. Me desesperó bastante que ya aún teniéndola en su poder, los humanos no sabían usarla y por ende yo no supe cuál era su capacidad. Cierto, es lógico y tiene sentido, pero igual me desesperó xD

    Pero bueno, en sí la parte Búsqueda fue mi favorita. Después de todo, allí hay dos de mis capítulos favoritos y el que es mi favorito por excelencia, así que se merece el puesto. Aunque admito que la última parte de Guerra también estuvo bastante interesante. Sobre todo porque ¡por fin vimos lo que el arma Boek fue capaz de hacer! Y fíjate que no fue decepcionante pero para nada, pero ya hablaré un poco más de ella aparte.

    En fin que la parte Búsqueda se lleva la medalla de oro.

    ¿Cual fue tu personaje favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)

    Tengo cuarto personajes favoritos en toda la historia y por razones bastante diferentes el uno al otro. Los enumeraré junto al porqué de que me gustaran. No necesariamente van en ese orden específico, pero es conforme fueron gustándome.

    Nikolai. Sí, este infeliz, desgraciado y traidor me gustó y mucho. Nikolai me gustó desde el comienzo de la historia. ¿Por qué si tenía una personalidad del asco? Por eso mismo, porque para mí, en principio, era el único que tenía una personalidad. Que era mala, sí; que estaba llena de malas características, sí; pero tenía una. Lo que al inicio más me molestaba de tus personajes era que todos se me hacían una copia exacta del uno y del otro, excepto Nikolai. ¿A qué me refiero? Por ejemplo, siempre que hablaban hacías alusión a quién decía qué o quién respondía a qué, lo que agradecía porque en principio lo que decía Asher bien podría haberlo dicho Tiana o cualquier otro y no haría ninguna diferencia por lo planos que me parecían todos; no había manera de distinguirlos de ninguna otra forma salvo a Nikolai. Ese sí destacó siempre por ser un cretino imbécil y créeme que nada más por eso me gustó. No necesitabas recalcar que él decía algo porque yo ya sabía que era él por su manera tan arrogante de expresarse.

    Cierto que conforme avanzó la historia, algunas características de algunos personajes y sus historias fueron revelándose, haciendo un poco más fácil el diferenciarlos entre ellos y darles más personalidad, pero para ese momento yo ya estaba loca por Nikolai. ¿Es una razón tonta para que te guste el personaje? Tal vez, pero es la que hay. Además, el desarrollo de Nikolai en el transcurso de la historia me gustó, incluyendo su impertinencia y crueldad al hacer que mataran a Naomi, su terquedad por hacerle creer a Kate que no era cierto que era su culpa y de convencer a la chica de que fuera su novia, su fuerza de voluntad de que si lo deseaba podría trabajar con Asher sin altercados como cuando se infiltraron a la ciudad de los huesos y claro, su traición, una que, de nuevo, no preví pese a que era algo que podía darse sin problemas. En general, me gustó cómo manejaste a este personaje salvo por el asunto de su muerte, pero de eso hablaré más adelante, espero.

    Tiberio. Otro personaje que amé desde que apareció. ¿Por qué? Por mis gustos en general. Tiberio es el tipo de personajes que me gustan. Serio, enfocado en lo que quiere, con una meta fija, calculador, un as en lo que hace, el que no participa en conversaciones vanas, frío, hasta cierto grado enigmático, que no se abre con todos y que pese a eso tiene muchas cargas sentimentales dentro de él, como el peso de la muerte de sus padres y su deseo de vengarlos. Total, el personaje perfecto que cumple mis caprichos. Obviamente que me gustó también la tenacidad que demostró al rendirse pese a la derrota que sufrió contra Hkras cuando combatieron frente a frente. Una voluntad inquebrantable que le da puntos a favor.

    Y claro, que no se tentara el corazón ni anduviera con sentimentalismos cuando la ocasión necesitaba de seriedad fue genial. También amé cuando por fin puso en alto su sobrenombre de rompe huesos y le rompió los huesos a Nikolai cuando supo que los había traicionado y cuando lo estaban sentenciado y ejecutando. Ah, esa escena estuvo de lujo y ni siquiera yo sabía que la estaba esperando con ansias sino hasta que la leí.

    Pero… pero… ¡pero ¿en serio, hombre?! ¿También tenías que matarlo? No es raro que mis personajes favoritos suelan morir, pero ¿en serio? Creo que esta es la muerte más sorpresiva e impactante. Siento que no debió sorprenderme demasiado considerando el tipo de historia que es y que claramente tú no te tocas el corazón a la hora de matar, ¡pero hombre! Igual me impactó. Es que te juro que yo me lo imaginaba sobreviviendo a la guerra, siendo el futuro líder de la FOT y toda la cosa. Es más, yo esperaba que fuera él el que le diera el golpe de gracia a Hkras, de verdad quería que vengara a sus padres; sentía que de toda la bola de personajes, él era el que más se merecía la victoria, te lo digo de verdad. Pero nada. Lo resiento un poco, honestamente, pero no me molesta del todo el desenlace que tuvo. Él no mató a Hkras, pero al menos me alegra que fuera el mismísimo emperador el que matara a Tiberio personalmente y no un vofkridiano cualquiera. Al menos así siento que fue una muerte plena y hasta honorable; digna de él.

    Cybershark.De los villanos principales, mi favorito. ¿Por qué? Creo que aquí es cuestión de carisma, ¿sabes? Como villano, Cybershark me parecía muy carismático, en contraste de Hkras que, bueno, era un malo ingenioso, cruel, fuerte, talentoso y lo que quieras, pero a mí nunca me causó gracia de ningún tipo; no tenía mis simpatías. Lo mismo pasó con los cleexors; venían importándome bien poco. En contraste, Cybershark y todos sus motivos detrás de todo lo que hacía me parecían no sólo interesantes y bien logrados, sino que contaban de un magnetismo personal que me hizo encariñarme con él. Si lo piensas bien, su motivo no difería del de los humanos. Su planeta había sido conquistado por Hkras y quería acabar con él para liberarlo. Que sí, que luego quería ser el emperador del universo él, pero eso sólo le da puntos por tener tan gran ambición. Tanto así me encariñé con él, que muchas veces deseé que lograra su objetivo y se volviera él el emperador universal. Imagínate tú.

    También me gustó el desastre que hizo con los humanos y que tú mismo explicaste en un comentario. Hasta cierto punto de la historia, Cybershark había estado haciendo un mejor papel de villano que Hkras con todas las bajas que se había aventado ya. Eso sólo me demostró su increíble potencial. Incluso, cuando supe que Nikolai decidió hacer equipo con él, buah, casi grito como fanática loca. Pensé que sería un dúo asombroso, por desgracia no :/ Hablaré también de eso más adelante. Eso sí, cuando leí que su disco de almacenamiento explotó al morir para que nadie viera la información que tenía, pensé que si hubiese sido una explosión mucho más intensa, a lo tipo auto destrucción, se hubiera llevado a la tumba a unos cuantos con él o al menos hubiera dejado a varios heridos y eso habría quedado súper genial; habría sido una muerte a la mar de digna de él. Pero como ya había hecho suficiente como malo lo dejé estar. Estuvo bien, no excelente, pero bien.

    Pero bueno, que en general amé a Cybershark, aunque también tiene que ver el hecho de que me decanto mucho por los villanos y los antagonistas en general, así que eso.

    Uriel. Que este personaje alcanzara a meterse entre mis favoritos me sorprende bastante, ¿sabes? Primeramente, porque igual que con casi todos, al principio me parecía más plano que nada. Es más, por mí él bien podía ser su hermano y yo ni en cuenta. No obstante, como te dije también, conforme la historia fue avanzando y algunos de los personajes fueron evolucionando, Uriel llegó a desarrollarse de tal forma que me gustó mucho. No sólo se vio el gran apoyo que siempre le daba a Asher, sino que se vio que era un chico de buen corazón y creo que yo lo noté más por el tema con Tiana y Morani. Aquí vi un gran contraste entre Nikolai y Uriel, pues aunque ambos perdieron a sus chicas en manos de otro, ambos actuaron de una forma propia de cada uno, y el que Uriel sacrificara sus sentimientos por la felicidad de sus compañeros, wow, fue genial; me ganó, me cautivó.

    Pero no sólo eso, sino que también mostró que no era de hielo y que tenía flaquezas y debilidades como todos. Una escena que recuerdo mucho es cuando él se cae de su vehículo y se lastima y Tiana va a ver que está bien y él aprovecha para sostenerla cerca de sí al menos por unos segundos. Awww, esa escena me conmovió tanto por eso mismo de que mostró que a veces, por muy grande que fuera su resolución de dejar de lado sus sentimientos por el bien de otros, en ocasiones iba a caer, en ocasiones iba a desear sentirse querido por su chica especial. Ay, no sé, me pongo muy sentimental con él, pero eso es por lo tanto que alcanzó a gustarme. Por eso fue que su muerte me dolió tanto; esa sí la resentí y mucho. Mucho más que la de Tiberio; creo que fue más sentimental o no sé, pero fue la que más me dolió. Fue un buen movimiento para Hkras como villano, pero me destrozó el corazón.

    ¿Cual fue tu personaje menos favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)

    Eh… ¿Todos los demás? Digo, no necesariamente tengo que odiarlos, ¿verdad? Pero si alguien no entra dentro de tus favoritos, entonces obviamente se vuelven de tus menos favoritos y en este caso es así. Asher, Kate, Sextio, Tiana, Hkras, Veygh, Blurg, y todos los caídos fueron personajes que cumplieron bien su función y tuvieron su participación en la historia y fueron los héroes y bla bla bla, pero la mera verdad nunca me importó lo que pasara con ellos. Quizás los que se salvan de estar aquí son Simón y Morani. Ellos me caían bien aunque no fueran mis favoritos. Aunque sinceramente no pensé que absolutamente todos los personajes que me gustaran terminarían por morir. O sea, que mis favoritos murieran, okey, te lo acepto, pero ¿estos dos también? ¿En serio? Ah. La historia de mi vida.

    Aunque si tengo que elegir a uno que de a tiro no me tragué nunca tendría que ser Asher. Es que lo siento mucho por él, pero su personalidad tal cual nunca me cautivó :/ Es más, cada que salía en pantalla rodaba los ojos con fastidio xD Creo que de todos era el que menos me importaba. No sé, es que se me hacía tan meh. No tengo una justificación razonable, simplemente no me gustó y ya; normalmente los protagonistas de cualquier historia nunca son de mi agrado y parece que esta vez no fue la excepción. Y me cayó más mal que él fuera el que tuviera el gran honor de disparar el arma Boek y desterrara a Hkras a su muerte. Agh. Debió ser Tiberio, maldición. Debió ser él. ¡Y luego lo ascendieron a espada de plata y a líder de la FOT! Pfff. ¡También debió ser Tiberio, rayos! >.< No lo supero. Estúpido Asher ¬¬

    ¿Cual fue tu capítulo menos favorito? ¿Por qué? (Puedes nombrar más de uno)

    Okey, mi capítulo menos favorito es el de Resistencia – Parte 2: La espada de plata, y creo que debiste darte cuenta tú mismo cuando te llegó la notificación de dicho capítulo, jejeje. Ese “no me gusta” que le di creo que habla por sí solo. La verdad, creo que cuando leí toda esa parte de Resistencia andaba en una mala racha y al parecer ese capítulo en especial me tocó una fibra que ya estaba irritable de por sí. Sin embargo, por más que pienso y veo el sello que le di, más me convenzo de que no fue un error. Ese capítulo me dejó un sentimiento malo, amargo e insatisfactorio y en el momento no tuve otra manera de expresarlo que con ese “no me gusta”.

    ¿Por qué? Como dije, me dejó bastante insatisfecha y no hablo del hecho de que uno de mis personajes favoritos muriera, no. Ya Uriel se había convertido en uno de mis favoritos y para ese punto ya lo habías matado también. Tampoco fue porque Nikolai muriera como un traidor despreciable. Al contrario, reitero que el que hayas hecho que los traicionara le dio un toque genial a su personaje y encajó completamente con su personalidad y sus ideales. Por lo mismo era consciente de que como el maldito traidor que era, merecía morir sí o sí y que fuera a manos de Simón en lugar de, yo qué sé, Asher, fue todavía más genial. Pero, de nuevo, me quedé descontenta con cómo terminaron las cosas.

    Sinceramente esperaba un desarrollo más extenso para Nikolai en su papel de desertor y como informante de Cybershark. Desde que supe que planeaba unirse a la máquina de ejecución y ayudarle a conseguir el arma Boek, creí, de verdad creí que el equipo que formaran sería genial. No sé, pensé que me gozaría más a Nikolai como villano, más villano de lo que venía siendo ahora, pero no. Los traicionó en un capítulo y al siguiente lo mataron, así como así. Que sí, que seguro ya tenías todos planeado y que te gusta ir al grano y en general ya me había acostumbrado a eso a lo largo de toda la historia, pero en ese momento y justo en ese capítulo, a mí personalmente me pareció que dejó mucho que desear. Por eso puedo decir que no sólo es mi menos favorito, sino que es el que más inconforme me dejó y el que más me disgustó. También hubiese estado genial que Nikolai mostrara un poco más de su desfachatez usual aún estando a punto de morir en lugar de ser tan… ¿patético? Que alguien muera con su dignidad y su orgullo propios es algo que aprecio mucho.

    También, quiero agregar una pregunta adicional que va ligada al tema de menos favorito y que, en mi caso, también está ligada a la parte de la que el capítulo del que hablo arriba es el número dos. La pregunta es esta:

    ¿Cuál fue tu parte menos favorita?

    Correcto, la parte Resistencia en general, no fue de mi completo agrado. Es curioso que sea esta la que menos me agradara siendo que la parte Inicios, al ser la primera y la más introductoria, es la más lenta y medio aburrida de todas. Y de hecho, antes creía que esa sería la parte más floja de toda la historia, pero al leer Resistencia cambié de opinión. De nuevo, quizás sea porque, como te digo, estaba en una mala temporada o algo, pero lo único que recuerdo de toda esa parte es un mal sabor de boca.

    Con toda esta parte en general tuve el mismo sentimiento de disconformidad porque en esta parte todos los enemigos que los humanos ganaron a lo largo de su aventura en Boek, todos exceptuando a los vofkridianos claro, terminaron muriendo en manos de ellos, siendo su batalla y su erradicación una por cada capítulo. Nikolai el traidor murió en el 2, Cybershark en el 4 y todos los cleexors en el 5. Todos y cada uno de ellos en la misma parte, por un margen de poco tiempo y sinceramente eso me disgustó bastante.

    Comprendo que querías dejar la mejor parte, por decirlo así, para la lucha contra Hkras dado que era el malo principal, pero cómo desenvolviste las luchas contra estos fue, desde mi perspectiva, desagradable. ¿Por qué no le pudiste dedicar a cada uno una lucha de por lo menos una parte completa? Creo que así se habría visto menos apresurado y menos chafa. ¿O por qué no dejaste que en la última parte todos pelearan contra todos? Eso habría estado genial. Después de todo, todos los villanos eran enemigos entre ellos y los tres también tenían como enemigos a los humanos, así que habría estado genial un todo contra todos. Imagino que no hubiese sido sencillo escribir algo así, pero habría estado tan genial.

    Tampoco me gustó que los humanos hayan acabado con Cybershark. Que Nikolai muriera en manos de sus compañeros fue perfecto y creo que fue un buen toque que en el caso de los cleexors, los que tomaran la iniciativa de pelear fueran los tigrazules teniendo en cuenta que ya tenían cuentas pendientes con ellos; que le pidieran ayuda a los humanos también tuvo sentido. Pero sinceramente me habría gustado más que en el caso de Cybershark, él hubiese muerto a manos de Hkras. Es que no sé, siento que morir a manos de los humanos le quita un poco de prestigio a su carácter xD De nuevo, probablemente no esté siendo razonable y quizás mi lado fangirl esté hablando de más, pero es mi opinión y simplemente la comparto.

    ¿Tu habrías dejado alguno de estos capítulos en la historia original? ¿Cual?

    ¿Qué te puedo decir aquí? Si tú decidiste que no eran necesarios para la historia, difícilmente lo que uno te diga de haberlos dejado hará alguna diferencia. Total que la historia ya está terminada sin tenerlos. Mas ya que preguntas y después de leerlos, creo que yo hubiese metido el de Frío extremo, básicamente porque me gusta la idea de estar en una zona congelada, en medio de una exploración y búsqueda, con todos estos personajes. Cierto que quizás no habría avanzado mucho, pero si se hubiesen desarrollado bien los personajes creo que eso lo hubiese compensado.

    También habría metido el de Las profundidades, nuevamente porque la idea de que en un intento de evitar que Hkras encuentre el arma escondiéndose bajo suelo me agrada. Eso e imaginarme el impacto que habría ocasionado el que todos los que fueran allí hubiesen encontrado el cuerpo maltrecho de Kendrick. Eso habría estado tan genial; habría azotado el pánico de forma asombrosa. Pero entiendo que no desearas complicarte la vida imaginando la posible ruta de descenso y después de ascenso a la superficie, así que se vale.

    Impresiones y comentarios extras

    Me causa curiosidad. ¿De dónde has sacado los nombres para todas estas razas y personajes? Hkras, Veygh, Fertrok, vofkridianos, Odrit, Ibev, Lobda, gyots, clexoors, etc. En lo que a mí respecta, son nombres muy creativos. Me pregunto de dónde los sacaste o cómo se te ocurrió inventarlos. ¿Escogías palabras y luego revolvías las letras o cómo? Lo digo porque yo suelo sacar nombres exóticos de esa manera. Me gustaría conocer tu truco o si es que tienen alguna referencia de algo o lo que sea.

    Algo que me gustó mucho fue que le diste un buen margen de desarrollo a Hkras en la última parte, la de Guerra,gracias a que ya sólo te enfocaban en él como villano. Hasta ese momento no había destacado mucho para mí, ni siquiera con la muerte de Uriel, pero en esta última parte lo manejaste bastante bien. Por ejemplo, la escena en la que mata a Kendrick estuvo muy bien lograda; me gustó mucho porque podría decirse que ambos tenían todavía cuentas pendientes que saldar desde la primera vez que se vieron y el resultado final indicó que Hkras seguía siendo invencible para él. Y que el emperador arrojara el cuerpo medio muerto y consciente de Kendrick a aquel pozo, buah, genial en serio. Una escena que pone la piel de gallina. Lo mismo con la muerte de Tiberio; ambos tenían cuentas pendientes que arreglar y al final el que resultó vencedor fue el poderoso emperador, demostrando así que su título de temible gobernante no era por nada.

    En cuanto a la función final del arma Boek. ¡Wow! En serio que fue gratificante saber que abría un agujero negro. Me había imaginado muchas cosas a lo largo de la historia y más específicamente pensaba que terminaría siendo un arma bioquímica o algo así, pero no lo fuey me gustó. Sin embargo, después de leer el epílogo, como que pensé que más que tratarse de un agujero negro que desintegra totalmente y extingue lo que se traga, en realidad es un arma que teletransporta y que tiene propiedades de un agujero negro, pero no es uno tal cual. Yo sinceramente no sé mucho de ciencia, pero hasta donde sabía, los agujeros negros comprimen hasta límites increíbles y no lleva a ningún otro lugar y claro que a eso, nadie sobrevive. Pero supongo que el que su función específica quede algo abierta le da intriga a esa misteriosa arma que aún viéndola funcionar, sigue igual de indescifrable y peligrosa para la humanidad.

    Tengo quejas con el tema del romance a lo largo de la historia. A mí encanta un romance bien logrado en cualquier tipo de historia, no importa que sea de aventura o acción; siento que le da un poco de más sabor a las cosas… el problema aquí fue que este romance no supo a nada. Desde el principio se me hizo condenadamente forzado, al igual que el resto de relaciones de amigos. Mira tú que durar dos o tres días para hacerse amigos del alma o para quedar perdidamente enamorado del otro. Hm, no, no me lo creo. Esta clase de romance es uno que me desagrada en las novelas por lo apresurado y falso que se siente y así mismo lo sentí aquí.

    Por eso mismo ninguna de las parejas que fueron desarrollándose me gustó. También tiene que ver el hecho de que, igual que los personajes, las parejas eran idénticas entre ellas. Todas actuaban igual que las otras, no había variedad dentro de las muestras de afecto y eso le quitó realismo. Iba a quejarme también de que Asher y Kate fueran la única pareja sobreviviente, pero luego de que me enteré de que Ulrich también sobrevivió a pesar de que Sonia no lo hizo, ya no lo veo necesario. Ese me pareció un gran detalle porque se salió del patrón de “matan a uno de los dos y al rato el otro también muere”.

    Ah sí, amé que las máquinas de ejecución de Cybershark tuvieran un papel en la lucha final contra Hkras. Aplausos a eso.

    Y nada más. Rayos, este sí es el comentario más largo que he hecho en mi vida. Puedes considerarlo sin problema como un capítulo extra a la historia, ¿sabes? XD Pero bueno, repito que esta es nada más que mi opinión. Y de nuevo, fue una historia entretenida de leer en sus mejores momentos y algo complicada de seguir en lo malos.

    En general con respecto a ti como escritor, he de decir que ha sido toda una experiencia poder leerte. Buena o mala, no importa, la cuestión es que lo he experimentado y no me arrepiento, la verdad; me la pasé bien. Eso sí, no prometo leer nada tuyo por ahora. No estoy cerrando las puertas en totalidad a la posibilidad, pero de momento no me sentiría a gusto leyéndote otra vez. Como te dije, tu estilo de escritura choca mucho con mi estilo de lectura y a veces me es difícil seguirte, es todo. Igual, seguro que hay mucha gente que se compenetra bien con tu escritura, así que no dejes de escribir.

    Gracias por la paciencia de esperar y perdona otra vez la extensión insana de este comentario -.-’ Me despido deseándote lo mejor del mundo y te cuidas mucho.

    Hasta otra.
     
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    Agus estresado

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    Hola. Me da mucho gusto que te hayas tomado el tiempo de leer la historia, aun cuando estabas a varios capítulos de distancia, y aun mas que hayas comentado de esa manera (es el comentario más largo que me han hecho XD).

    Lamentablemente, con el paso del tiempo, olvidé algunas cosas de la hsitoria. Como por ejemplo, no recuerdo quienes son Ulrich y Sonia. Sé que aparecieron por el final, pero no recuerdo nada de ellos. Así que hay cosas que no podría responder del todo.

    Entiendo tu comentario sobre la parte de Resistencia. Yo mismo la veo y me digo a mi mismo "increible, dos razas extintas en solo 5 capítulos, ¿en qué estaba pensando?". Me arrepiento de algunas cosas, pero esa es la mayor de todas.

    Me encantaría responder a todo lo que me has dicho, pero ahora me estoy conectando desde mi notebook, y no me es demasiado cómodo, además de que mi batería se me gastará si me pongo a responder a todo. Así que iré a cosas más importantes.

    Agradezco mucho la crítica, tanto a cosas buenas como a cosas malas. Estoy de acuerdo en que las relaciones fueron el punto débil de la historia, y que los personajes en en principio eran demasiado planos y que parecían un clon del anterior. Si te soy sincero, el personaje de Tiberio era mi favorito, y el tener que matarlo fue algo de lo que me arrepentí tiempo después. Pero ya no podía hacer nada.

    Resalto lo que dijiste sobre Cybershark. Hkras es el villano principal, y lo considero mejor como amenaza o enemigo; pero Cybershark para mí lo supera como personaje y también como villano. Con mucho menos fue una amenaza considerable, e incluso más peligroso que él en el principio. Es como Bane y el Joker en la trilogía de Batman. Bane era más peligroso, y un mayor reto para Batman, pero el Joker fue mejor personaje y villano que él.

    Los nombres de los personajes y las razas me salen espontáneamente. Nunca me puse a pensar más de cinco minutos por el nombre de algún personaje. Cuando se meocurría algo y me gustaba, era un nombre que asignaba. Y si no me gustaba, simplemente era descartado.

    Entiendo que mi estilo de escritura no te guste, pero se me hace imposible escribir de otra manera. Si empezara diferente, al final terminaría llegando al mismo resultado. Aun así, aprecio que hayas leído la historia hasta el final.

    No tengo mucha batería restante, así que me voy despidiendo. Si quieres que te responda otra cosa, o algo parecido, envíame un mensaje y yo lo respondo cuando tenga mi pc de escritorio.

    Adiós y gracias.
     
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