Colectivo [Actividad Clue] ¿Quién mató a Miku Hatsune?

Luka Megurine POV: ¡Chisme, chisme!​

¡Len! ¡Cabellos dorados se llama Len! Espero esté entendiendo esta pequeña indirecta para salir del pasillo juntos, ¡vamos, entiéndela o voy a quedar como una tonta haciéndole ojitos a absolutamente nadie! Debo admitir que me hubiera hecho feliz que cabellos morados me hubiera volteado a ver a los ojos o por lo menos me hubiese dicho un educado "hola" cuando pasé junto de él.

¡Sí, corresponde! Ahora sólo me acercaré y lo llevaré a la número 4, a donde sea que eso sea, quizá podamos hablar un poco, y quizá pueda aclarar mis dudas sobre esa chica de cabello verde que acabo de recordar, es decir, él estaba presente cuando nos sorprendió y preguntó por su vestuario, entonces estamos todos relacionados ¿cierto?

Bien, respira, acércate más a él y dile "Hola, vayamos a otro lugar ¿sí?"

-(Juego con mi cabello de forma un tanto nerviosa, espero no se asuste por mis técnicas de autocontrol) Ho... hola, ¿podemos charlar un poco? Sé que va a sonar un poco muy extraño pero quisiera que me respondieras algunas preguntas y para ser honesta no quiero que ese chico de cabello morado nos vea. Ammmm... ¿Sabes de casualidad su nombre? Y..... ¿de qué es esa mancha amarillenta? Perdona sé que no debería preguntar así como así pero he tenido un día demasiado extraño hoy y lo único que quiero es saber qué es lo que pasa.

 

Mikuo Hatsune POV: Cigarrillos.​

Eran las cuatro de la madrugada cuando recibí una llamada: “Miku Hatsune ha muerto”, recuerdo mi cuerpo estremecerse ante la noticia, y como me levanté a toda prisa de la cama, agarré mis pantalones del suelo, la primera camisa que encontré y me dispuse a conducir hasta la comisaría.


Me costaba vislumbrar la carretera, mi cabeza estaba dando vueltas sobre el asunto. Su cuerpo se había encontrado en la madrugada del 20 de septiembre, casi un mes después de su decimoctavo cumpleaños, y tener esa idea en mente me estaba desquiciando.


Llegué a la comisaría, azoté la puerta y me dispuse a hablar con el jefe.


— Yo investigaré el caso. —dije con firmeza aquella mañana.


— ¿Es un chiste? Sería negligencia de mi parte dejarte a cargo de dicho caso, ¡Vete!


— ¿¡Para qué me han llamado entonces, acaso esperan que me quede con los brazos cruzados!? —grité.


— Te hemos llamado para que vayas a reconocer el cuerpo, no por nada eres su hermano mayor. —el jefe me miró unos segundos y volvió la mirada a unos documentos que tenía en el escritorio— ve con el forense y no me molestes.


— Tsk… —hice un gesto de disgusto mientras salía de la oficina y me disponía a ir con el forense.


Un par de horas después estaba frente al cadáver: un disparo al corazón. No había más explicación, las investigaciones estaban a punto de iniciar y yo… tenía que estar ahí.


Hice lo imposible por convencer al jefe, no importaba que fuera algo absurdo, ¿Quién conocería mejor a Miku Hatsune que su propio hermano? ¿¡Quién mejor que él para resolver el caso!? Y al final, esa determinación me llevo a este lugar.


En este momento me encuentro en el comedor del hotel: “Travel Hotel”, vaya que son ingeniosos con el nombre. Ahí estaba el: Kaito Shion, un chico alto de pelo azul de veintiún años de edad; recuerdo cuando Miku lo trajo a casa una navidad y lo presentó como su novio, el chico era educado y parecía buen mozo.


Él era su manager, y vaya que era un genio en lo que hacía. Recuerdo que en menos de medio año la volvió una de las cantantes más reconocidas en el país, y fue su ingeniosa administración lo que permitió a mi hermana dar un recorrido mundial para darse a conocer más.


Hace no mucho habían terminado, no conozco los detalles de la ruptura, pero él ahora era la pareja de Meiko Sakine, la eterna rival de mi hermana en el mundo de la música. Muchos rumorearon que fue una venganza, que no la amaba, lo cierto es que él estaba haciendo su trabajo como manager para ella, y Meiko estaba resurgiendo de los muertos en aquel mundo.


Le hice un par de preguntas a Kaito: “¿Cuándo fue la última vez que vio a la víctima?”, “¿Como fue su relación luego de que terminaran en malos términos?”, “¿Sabe si tenía alguna relación con alguien más?”, pero él no respondió.


Me disponía a retirarme, pero algo me detuvo, volteé y miré al suelo y encontré atorados en la pata de una de las sillas del comedor, dos mechones de cabello: uno rosa y otro rubio, y si memoria no me fallaba, sabía perfectamente a quien le pertenecían.


Suspiré, por un momento tuve que quedarme quieto mientras trataba de recordar. Rubio… era ese chico con lentes, no recuerdo bien su nombre, que siempre estaba a lado de mi hermana, como un pequeño mayordomo, haciendo lo que ella pidiera; nunca hablamos de él, así que no tenía ninguna opinión.


Por otra parte, pelo rosa… esa claramente era Luka Megurine, de dieciocho años, la mejor amiga de mi hermana y la chica con la que intenté, alguna vez, tener una relación. Recuerdo que la invité a salir un par de veces, pero jamás aceptó; era una chica inolvidable, de hermosos ojos azules y con excelente sentido del humor.


— Me pregunto como estará —pensando en eso, saco de mi bolsillo una cajetilla de cigarros, tomo uno y lo pongo en mi boca. Era momento de fumar para poder empezar a actuar.