Historia larga Pandemónium

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por chicoanime the only, 31 Agosto 2015.

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    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
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    Acabo de darme de un fallo realmente importante... Me salté un capítulo D:, realmente creí que lo dejé subido ya que lo tenía escrito antes del parón. Fallo mío y grave, pido disculpas. Actualizaré el capítulo 28 y añadiré el 29 en el mismo para no alterar el orden. Pido disculpas de nuevo, sé que esto romperá un poco con el seguimiento de la historia pero prefiero anunciarlo y subirlo que dejarlo fuera ya que es un capítulo importante.
     
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    Lariebel

    Lariebel Usuario popular Comentarista destacado

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    ¡Hola! Por fin terminé de leer todo. La verdad es que la pasé genial leyendo tu long-fic. Es muy entretenido, tiene una trama muy divertida, con muchos misterios y personajes que realmente me han caído bien. <3 Perdón porque ahora no te podré dejar un comentario muy extenso, ya que se puso muy tarde y estoy algo cansada, pero quería que sepas que me sorprendió el hecho de que tu historia no sea tan leída, pero es buena. Creo que manejás muy bien los tiempos y las etapas por las cuales va avanzando la trama. Ah, y por cierto, por suerte pude leer el capítulo 29 justo, así que no me produjo una incomodidad.
    Lo que te recomendaría sería que cuando coloques pensamientos de los propios personajes, sea entre comillas, no entre los guiones largos, porque sino lo leo como si lo estuviera diciendo en voz alta cuando al final me encuentro con que no fue así. La otra también sería agregarle cursiva para que se diferencie mejor.
    Otro consejo que pensaba decirte era que abundan demasiado los diálogos en los capítulos y estaría bueno que te explayes más en la descripción. Has dicho anteriormente que eres muy malo para eso, pero por lo que he notado, no es tan así. La descripción de Elora te ha salido estupenda. Creo que sólo hace falta que te atrevas a dar ese paso y no le tengas tanto miedo a las descripciones, porque sí que eres capaz de hacerlas. Podrías describir un poco más el aspecto de los personajes, cómo hacen x acción (aunque las batallas también las has sabido describir muy bien), cómo se sienten, los lugares, etc.
    Esos son mis consejos por el momento. Lo último que quería decir era que me encantó la actitud del personaje de Kaim al intentar animar a Elora. El desarrollo que tiene es muy bueno y esa escena en la que tira esos diálogos motivadores me ha encantado. Espero saber más acerca de cómo es que Mayka consiguió traerlo a este nuevo mundo. También me re tocó la historia de Anya y Marco, y espero que de ahí salga una gran trama.
    Eso es todo. Sigue así. ¡Saludos! c:
     
  3.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Escritor
    He leído el capítulo que pasaste por alto. Leí algunas partes debido a que ya se sabía quién ganaría. Pero lo poco que leí, me pareció muy entretenido. La verdad, te las empleas muy bien al desarrollo de las batallas.

    Por otro lado, éste capítulo, me hizo reír un poco la situación de Haruna. No puedo creer que intentara seducir al propietario del local para que le dejase el paquete en los doscientos guilds que apenas tenía.

    Y apareció un pervertido, lo curioso es que llevaba una capucha. Es posible que sea uno de los futuros nuevos personajes, o simplemente sea uno cualquiera.

    Me alegra que no ejecutaran a Elora. Pienso que el grupo será aún más fuerte con su incorporación, y teniendo en cuenta también a Haruna y a Anya. Me pregunto que peligros les aguardaran.

    Oh, es verdad, ahora que recuerdo, hace tiempo te había invitado a leer mi historia. Lo olvidé por completo. XD

    Con respecto a eso, espero que puedas ponerte al día. Y sobretodo que sea de tu agrado conforme avances en la lectura. Actualmente la segunda temporada Extinction, se encuentra en el capítulo 08. Y Lost Years fue finalizada hace rato.

    Espero tú opinión cuando leas la primer temporada, y espero también el próximo capítulo.

    Saludos.
     
  4.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
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    Muchas gracias a ambos por la lectura, me alegra que os haya gustado.

    En primer lugar Jess, las descripciones es algo en lo que he mejorado conforme he ido leyendo y escribiendo, las descripciones de los personajes ya no son tanto un reto y las de las acciones es en lo que ando trabajando actualmente, ampliando mi vocabulario para ello. Luego ya solo me quedarían los lugares, edificios, etc. Tomo nota en lo de los pensamientos, la verdad es que no utilizo demasiado los pensamientos por lo que puede que tengas razón en que sí que se leen como algo normal, no sé si usaré la cursiva ya que la adopto para cuando se pronuncia algo en un idioma diferente o cuando hay una lectura (aunque soy consciente de algunas veces en las que se me ha pasado) pero usaré las comillas.

    Trataré de explayarme un poco en la descripción pero no prometo nada XD no obstante creo que mejoré un poco eso en los capítulos venideros, lo tendré en cuenta para los que escriba de ahora en adelante. Sin embargo también tengo pensado que la historia se base mucho en diálogos cuando sea fuera de los combates, pero me esforzaré.

    En cuanto a las historias de los personajes, aunque es algo trillado, serán contadas a su debido tiempo conforme la historia avanza de modo que todo se sabrá, todos tienen sus razones para hacer lo que hacen, además me gusta ir dando pequeñas pistas e indicios así que estad atentos jeje.

    Zurel, la verdad es que quise hacer unas buenas batallas para el final del primer arco de la historia por lo que me esmeré a fondo, cambié casi completamente las batallas que tenía escritas desde un principio y creo que la mayoría me quedaron mejor de lo que estaban (la de Alice fue la única que no cambié porque la consideré perfecta)

    Haruna siempre nos hace reir (? Es un personaje al que le tengo aprecio y siempre trato de sacar situaciones divertidas de ella, después de todo, la comedia es uno de los géneros de mi historia aunque luego tenga una trama más oscura en algunas situaciones.

    Los peligros que les aguardan serán numerosos y cada vez más complicados la verdad, serán puestos a prueba en varias ocasiones y a partir de aquí comenzarán a darse cuenta de que no todo es tan sencillo como hasta ahora y, por supuesto, de las limitaciones de su poder como grupo.

    El siguiente capítulo lo publicaré en unos instantes, aunque no pasareis a leerlos hasta que sea por la tarde en vuestros paises jeje ^^ muchas gracias de nuevo a ambos y espero que os siga pareciendo cuanto menos interesante mi historia.
     
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    chicoanime the only

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    Pandemónium capítulo 33: ¿La vuelta a casa?

    El Sol se había levantado e iluminaba el pueblo con tímidos rayos a través del horizonte. Madrugadoras, Alice y Mayka debatían la ruta a seguir sentadas frente a un pequeño mapa en una de las mesas de madera de la posada.

    —Deberíamos cruzar las montañas escarpadas y desde ahí entrar a Zonde —sugiere Alice señalando el mapa.
    —Sería más rápido si cruzamos a través del bosque, llegaríamos mucho antes a Manarta, el bosque conecta con la linde norte del reino —discrepa Mayka negando con la cabeza mientras sigue la ruta con su índice sobre el papel.
    —El bosque es demasiado grande. Es cierto que tardaríamos más pero es más seguro. Ten en cuenta que partiremos con lo puesto —Trata de hacerle entender Alice.
    —Por esa misma razón el bosque debería ser prioridad. Sólo tardaríamos veinticuatro horas en llegar si cruzamos por ahí —objeta Mayka, recalcando la ruta sobre el papel.
    —Pero deberemos pasar la noche allí, es peligroso, no nos quedan tiendas de lona —responde revisando su mochila.

    Unos pasos apresurados se oyen y se acercan con rapidez. De un golpe la puerta se abre y entran Haruna y Elora.

    —¡Tenemos un problema! —exclama Haruna.
    —¡Kaim está...! —continúa Elora.

    Alice y Mayka se levantan de inmediato y suben las escaleras deprisa hacia la habitación de Kaim. Al abrir la puerta encuentran a Anya postrada al lado de su cama mientras él se agita con los ojos cerrados, empapado en sudor y respirando con dificultad.

    —No soy capaz de despertarle, parece como si tuviera una pesadilla —comenta Anya aún a su lado sosteniendo su mano empapada en sudor.

    Mayka toca la frente de Kaim y coloca el oído en su pecho.

    —Estos síntomas... ¿Veneno? Es imposible, debió haberlo eliminado cuando usó aquella técnica. ¿Acaso aún sigue en su sangre? —murmura Mayka pensativa.
    —En el castillo debe estar el sacerdote, iré a buscarle —dice Alice mientras se marcha corriendo.
    —Kaim, eh vamos. Kaim despierta —Le llama mientras lo zarandea.

    Con lentitud, Kaim abre los ojos.

    —Hey, está abriendo los ojos —comenta un chico, borroso ante los ojos de Kaim.
    —Esta vez te has pasado Benice, le diste demasiado fuerte —Se oye quejosa a una chica, que se acerca a su rostro preocupada.
    —Él se lo ha buscado Akemi, siempre es él quien me reta —responde la otra chica sin reparar en el estado de su compañero.
    —¿Qué demonios? —Se dice a si mismo Kaim mientras se pone en pie con dificultad.

    Kaim frota sus ojos y su vista se aclara. Un edificio de madera se encuentra frente a él, sus manos se posan sobre un suelo de tatami. Ante la absorta mirada de Kaim, unas figuras extrañamente conocidas cobran color y forma ante él.

    —No es... posible —comenta en voz baja, asombrado y con los ojos como platos.
    —¿Oye Kaim, estás bien? —dice preocupado—. ¿En verdad te golpeó tan fuerte?

    El joven de complexión fuerte le ayuda a levantarse. Kaim fija su absorta mirada en su rostro perfilado y su corto cabello negro.

    —¿Eres... Satoshi? —pregunta confuso.
    —Oye Beni esto es serio parece que le ocurre algo en la cabeza —dice mientras gira la cabeza hacia su compañera.

    La chica a la que llaman Beni se acerca a él. Un rostro joven, con afilados ojos y nariz chata; sujetado por una abundante melena color castaño se acerca al suyo.

    —Oye Kaim deja de gastarnos bromas de mal gusto —dice con su rostro casi pegado al de Kaim.
    —No puede ser posible —murmura sin salir de su asombro, mientras sin darse cuenta lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
    —Hey, hey, ¿Kaim? —comenta alejándose un poco—. ¿De verdad te hice tanto daño? —pregunta con la cara llena de preocupación.
    —¿Ves?, te lo dije. Debes dejar de ser tan bruta Benice —la regaña una chica de cabello azul.

    Ahora es ella quien se acerca a Kaim. Apartando su largo cabello azulado recogido en una cola de caballo, fija sus grandes ojos almendrados en sus pupilas.

    —No llores Nozomu, dime dónde te duele —dice con su suave voz y una tierna sonrisa.
    —Akemi —murmura, absorto en sus pensamientos.
    —¿Eh? —pronuncia con sorpresa antes de sonrojarse por completo—. ¿P... por qué me llamas por mi nombre tan de repente? —pregunta entrecortadamente con voz avergonzada.
    —¿He vuelto? —Se pregunta a sí mismo mirando su cuerpo una y otra vez.
    —¿Acaso te habías ido? —interviene el chico al que llama Satoshi—. Venga Kaim, si estás bien recomponte de una vez, no queda mucho para marcharnos.

    Satoshi da un pequeño empujón a Kaim y coloca un boken en sus manos.

    —Aún no ha terminado la sesión —continúa mientras se hace a un lado.
    —¿Oye Kaim vas a continuar? ¿En verdad crees que deberías hacerlo? —pregunta Benice algo confusa, tomando otro boken.
    —¡Si vais a hacerlo al menos poneos las protecciones! —recomienza Akemi, algo preocupada gritando desde una esquina del edificio.
    —Bah, Kaim siempre ha sido más duro que una piedra, simplemente está algo confuso. Él puede con esto y más —responde Satoshi con una confiada sonrisa cruzando los brazos y guiñando un ojo a su compañera.

    Los tres continúan con su conversación, mientras, Kaim se sumerge en sus propios pensamientos.

    —¿Qué está pasando? ¿Es esto real? Al menos se siente real —murmura mientras mueve su boken de un lado a otro —. ¿Entonces todo fue un sueño? ¿Simplemente me golpearon más fuerte de la cuenta? Pero si es así, ¿por qué siento que olvido algo importante?
    —¡Oye, Kaim! —exclama Benice, sacándole de su ensimismamiento—. ¿Vas a continuar o prefieres dejarlo por hoy?

    Su rostro, aunque firme, aún mostraba un poco de preocupación.

    Kaim mira su boken fijamente y lo aprieta con fuerza.

    —Tengo que comprobarlo por mi mismo —murmura una vez más mientras apunta a Benice con su arma—. Cuando quieras Beni.
    —Ese es el espíritu —comenta con una sonrisa mientras empuña con fuerza el boken, eliminando toda preocupación—. Esta vez anota por lo menos un punto antes de desmayarte. ¿Las reglas de siempre?
    —Por supuesto —responde motivado y con una sonrisa.
    —Esto es el club de kendo, ¿por qué no lucháis con las protecciones y las reglas que corresponden al menos una vez? —pregunta Akemi molesta.
    —En guardia —pronuncia Benice antes de lanzarse contra él.

    Benice lanza un ataque lateral al que responde Kaim de inmediato con un bloqueo. Benice, con rapidez, gira sobre sí misma tratando un ataque hacia el otro lado. Kaim aparta su arma y trata una estocada que su oponente esquiva con facilidad torciendo su cuerpo. Aprovechando la tardía respuesta, Benice ataca el rostro desprotegido de Kaim. Éste tuerce su cuerpo y mueve su arma, bloqueando por poco la de Benice, que sale rechazada. Con la ventaja de su lado, Kaim lanza un nuevo ataque frontal que impacta de lleno al pecho de Benice. Pero sin percatarse de ello, el boken de su oponente había golpeado su cabeza al mismo tiempo.

    —Ambos se han golpeado al mismo tiempo. Un punto para cada uno —señala Satoshi.
    —¿Realizamos recuento de victorias y derrotas Kaim? —pregunta Benice con tono altivo—. Creo recordar que iba así: Kaim, cero; Benice, treinta y cuatro; empates, dos. ¿Será esta mi trigésimo quinta victoria?
    —Vas a acabar tragándote esas palabras —responde Kaim emocionado y algo molesto colocando su arma frente a sí una vez más.

    Kaim ahora es quien inicia el ataque con una estocada directa. Benice la esquiva con facilidad y contraataca con un golpe a su izquierda. Detiene el golpe girando sobre si mismo, lo que rechaza la espada de su oponente, aprovechando el momento, Kaim lanza un ataque a su pierna izquierda con la fuerza del giro. Rápidamente, Benice reacciona y salta mientras golpea la cabeza de Kaim con su arma.

    Kaim se sostiene la cabeza con fuerza mientras Benice ríe.

    —Dos a uno para Benice —anuncia Satoshi.
    —No le des tan fuerte, acaba de recobrar la consciencia —La regaña Akemi.
    —A mi me parece que está igual que siempre —comenta con una risa—. Igual de torpe que siempre digo.

    Kaim afila su mirada algo enfadado consigo mismo.

    —Muy bien, tú lo has querido —dice mientras sostiene el arma con una sola mano y la retira hacia atrás.
    —Oh, ¿y eso? ¿Un nuevo estilo? —comenta Benice sorprendida.
    —Ahora verás lo que he aprendido en todo este mes.

    Kaim corre hacia adelante y lanza un golpe vertical que Benice detiene con su arma. De un empujón rechaza a Kaim y lanza un golpe al costado, Kaim retrocede rápidamente y lanza una estocada. Benice no reacciona a tiempo y el golpe le roza el pecho. Kaim suelta una salva de estocadas rápidas a las que Benice solo se puede defender. De improvisto, se acerca y lanza un golpe al costado. Benice lo rechaza con facilidad pero él aprovecha para colocarse a su lado. De un empujón, golpea su costado con el lateral del boken.

    —Empate dos a dos —anuncia Satoshi.
    —¿Desde cuando eres tan rápido? —pregunta algo enfadada y sorprendida.
    —Cuando la uso a una mano me resulta mucho más manejable —responde con una pequeña risa.
    —Es cierto que no pesa tanto como una espada real pero nuestros boken aún así son pesados. Es imposible que puedas manejarlo con esa velocidad a una sola mano —expone Benice sin terminar de creerle, pataleando como una niña.
    —Quizás es que estás perdiendo facultades —se mofa Kaim con una sonrisa y mirada pícaras.
    —¿Estás seguro de que quieres burlarte de mí Kaim? —le pregunta con una sonrisa sombría.

    Kaim ríe e inicia de nuevo con una estocada. Benice aparta su arma de un golpe y contraataca al costado. Kaim cubre la zona con el arma antes de que Benice la golpease con su gran fuerza. El golpe desestabiliza a Kaim que apenas puede responder a los sucesivos golpes laterales. Oscilando el arma sobre su cabeza, Benice lanza un devastador golpe que destroza el boken de Kaim. Inmediatamente después Benice coloca su arma bajo el cuello de Kaim de forma amenazante, manteniendo una de sus manos sobre la cintura.

    —M... me rindo —dice Kaim sorprendido mientras levanta los brazos.
    —Aún te quedan años para poder vencerme, ¡¿Queda claro?! —exclama con voz seria mientras coloca el boken sombre su hombro izquierdo.
    —¡S...sí! —responde de inmediato.
    —Otro boken más que termina rompiendo —suspira Akemi con melancolía —. ¿Quién cree que termina pagándolos?
    —Bueno, no es alguien a quien le guste perder —explica Satoshi—. Aún así me ha sorprendido Kaim, ¿cuando ha aprendido a moverse así? Hace unos minutos se movía igual que siempre
    —Bueno bueno, ¿no creéis que ya es hora de marcharnos a casa? —dice Akemi aplaudiendo suavemente para llamar la atención de todos.
    —A casa... —susurra Kaim.
    —¡Cierto! —grita Benice dando un respingo, como si acabase de recordar un asunto de vida o muerte—. ¡Prometí a mi padre que le ayudaría a ordenar hoy!
    —En ese caso deberíamos recoger e irnos rápidamente —sugiere Akemi con su usual sonrisa apaciguadora.

    Los cuatro ordenan la sala y meten el equipo tras una puerta corredera de papel. Luego salen y cierran con llave el edificio. El Sol comienza a desaparecer en el horizonte, dotando al cielo de un color anaranjado. Las luces del camino se encienden mientras poco a poco el cielo va perdiendo su luz.

    Caminando por un camino de tierra junto a un río, el pequeño grupo marcha hacia sus respectivas casas. Tras llegar a una bifurcación, Satoshi y Benice se despiden y se separan de Kaim y Akemi.

    Kaim camina pensativo a un lado de Akemi.

    —“Esto se siente demasiado real, pero también en cierto que mi fuerza y velocidad son tan fuertes como en aquel mundo” —piensa mientras observa sus propias manos —. “¿Qué es lo que está pasando?”

    Tras unos minutos caminando, Akemi rompe el largo silencio.

    —Has estado bastante pensativo Nozomu. ¿Te encuentras bien? —Le pregunta preocupada.
    —No, no pasa nada —Queda en silencio unos segundos; mirando al cielo—. Oye Homura, ¿Te importaría llamarme por mi nombre? Se siente un poco raro que seas la única en llamarme por mi apellido —pide Kaim sin dejar de mirar arriba.
    —¿Eh? —pronuncia antes de sonrojarse—. P... pero no nos conocemos de hace tanto tiempo. Es vergonzoso —responde mirando de un lado a otro avergonzada, con mas manos cruzadas frente a su pecho.
    —No tienes por qué hacerlo. No te preocupes no importa —responde con una pequeña risa nerviosa.
    —¡No es verdad! —exclama alzando la cabeza de golpe con una mirada decidida y ligeramente sonrojada—. S... si te sientes raro si te llamo por tu apellido entonces te llamaré por tu nombre. Pero tú también tendrás que llamarme por el mío —responde nerviosa, avergonzada y algo molesta por alguna razón.

    Kaim se sorprende y se detiene para luego comenzar a reír.

    —Está bien, está bien. Gracias, Akemi —dice con una sonrisa.

    Akemi asiente sonrojada mientras camina a grandes zancadas con una sonrisa en su rostro. Pasados unos minutos, ya entrando a las callejuelas de la zona residencial, Akemi rompe el silencio de nuevo.

    —Oye No... Kaim. Hoy has estado bastante raro —comenta de la nada, con las manos cruzadas en su espalda, dando grandes pasos.
    —¿Tú crees? —pregunta Kaim ladeando su cabeza con expresión confusa.
    —Sí, pero por alguna razón me agrada ese cambio. De alguna manera, te ves más maduro y fuerte —responde adelantándose un poco para ocultar su rostro—. Dime, ¿hay alguien que te guste?
    —A... ¿a qué viene ese pregunta? —responde a la defensiva, algo incómodo ante la repentina pregunta.
    —Responde a la pregunta, por favor —dice con nerviosismo, sin dirigirle la mirada.
    —Pues, yo diría que no —responde tras pensarlo un poco, rascando su nuca avergonzado.
    —Menos mal —susurra con un suspiro colocando la mano en su pecho con alivio—. Ya veo, bueno, yo he de irme por este camino —comenta mientras se gira hacia él con una sonrisa y las manos aún cruzadas en la espalda—. Nos vemos mañana Kaim.

    Akemi se marcha trotando alegre, despidiéndose brevemente. Tras la corta despedida, Kaim continúa unos metros más adelante. Un edificio de dos pisos color blanco se presenta frente a él. Una pequeña puerta bloquea la entrada al pequeño jardín.

    —Finalmente... ¿Estoy en casa? —se pregunta a sí mismo, indeciso.

    Continuará...
     
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    chicoanime the only

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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Total de capítulos:
    58
     
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    1993
    Decido subir otro capítulo, ya que pienso que se sentirá bastante pobre el tan solo subir uno tan corto el día de hoy ^^ espero que les guste.

    Pandemónium capítulo 34: Un nombre olvidado en el mundo de los sueños.

    Tumbado sobre una cama, Kaim se mueve violentamente con sus ojos cerrados, empapado en sudor y tratando de articular palabras.

    —Parece que está sufriendo —comenta Haruna en voz baja, acariciando su frente preocupada.

    A un lado de Kaim, un hombre vestido de blanco examina cuidadosamente su cuerpo.

    —No hay duda, está gravemente envenenado —concluye el sacerdote.
    —¿Pero cómo es posible? —interviene Alice —. Vimos perfectamente cómo se deshacía del veneno, además le dimos un antídoto por si acaso.
    —Eso puede ser cierto, pero por lo que me has contado puedo deducir que no estamos ante un envenenamiento normal —Comienza a explicar con una mano sobre su barbilla —. Normalmente un envenenamiento provoca un malestar y un empeoramiento físico, pero en el caso de Kaim, él se encuentra perfectamente. El problema radica en que, quizás, parte de ese veneno mágico penetró en sus reservas de poder mágico. Eso explicaría el porqué el antídoto no funciona en él, y el porqué tardó tanto tiempo en mostrar los síntomas. Aunque —continúa — es raro el hecho de que haya caído dormido, no le encuentro sentido a ello.

    La preocupación se apodera de la estancia, hasta que Alice decide romper el silencio.

    —¿Qué podemos hacer para sanarle? —pregunta, tratando de mantener la calma.
    —Lo único que podría ayudarle es un conjuro de sanación avanzada, o un Elixir.

    Suspiros de alivio llenan el ambiente.

    —Sin embargo —continúa, interrumpiendo la pequeña celebración del grupo y volviendo a introducir un aire tenso en la habitación —. Nos falta un ingrediente indispensable para poder crear uno de ellos.
    —¿Cuál es ese ingrediente? —pregunta Mayka rápidamente.
    —Flor de Cedrosombrío.
    —¡Eso es imposible! —interrumpe Haruna —. ¡El Cedrosombrío es una especie de planta ya extinta en este reino!
    —Eso es cierto, podríamos pedir que nos trajeran una pero no llegaría a tiempo para salvarle.

    La desesperación hace mella en la moral de todos. Hasta que Anya se levanta de su asiento.

    —¿Dónde se vieron los últimos Cedrosombríos en Arnor, Haruna? —pregunta directa a Haruna, quien estaba tratando de contener su frustración.
    —Hay un bosque al norte de aquí, se supone que allí fue donde se secó el último de ellos. Pero como dije, ya están extintos en estos bosques —responde con tristeza y la cabeza gacha.
    —De hecho —Toma la palabra el sacerdote — existe una leyenda que se ha extendido por Mokgrad últimamente a través de los mercaderes. En dicho bosque, un poderoso monstruo lanzó un conjuro ilusorio sobre el bosque y ahora custodia el último de los Cedrosombríos.
    —Eso es suficiente para mí —continúa Anya dispuesta a marcharse—. No pienso quedarme sentada a esperar.
    —Pero el camino hasta allí es muy largo —Se queja Haruna.
    —Correré a toda velocidad si hace falta, no me quedaré sin hacer nada.
    —Espera un segundo Anya —Se pone en pie Mayka —. Voy contigo, necesitaras mi apoyo si un poderoso monstruo en verdad custodia el árbol.
    —¿De cuanto tiempo disponemos? —pregunta Alice al sacerdote.
    —A este paso, mañana al atardecer es el límite.

    Elora se levanta de su asiento y junta sus puños con fuerza, liberando una pequeña llama.

    —Entonces deberíamos darnos toda la prisa que podamos —sugiere, llena de energía.
    —Esperadme, no sabéis que aspecto tiene el Cedrosombrío —interviene ahora Haruna, recogiendo sus dos bolsas de un rincón de la habitación.

    Alice se acerca al sacerdote y hace una reverencia.

    —Dejamos a nuestro miembro en sus manos, sin duda volveremos con la flor antes de que sea demasiado tarde.

    El sacerdote asiente con la cabeza y Alice se marcha tras las demás.

    En pocos minutos el grupo alcanza la puerta de madera, que marcaba la salida norte del pueblo.

    —El árbol florece a la caída del Sol y luego cierra sus flores hasta el día siguiente —expone Haruna a todo el grupo—. Así que debemos encontrar el árbol antes de que el Sol se esconda.
    —¿Si tiene un conjuro de ilusión como pensáis encontrarlo? —pregunta Elora, estirando sus brazos al aire
    —Eso dejádmelo a mí —responde de inmediato Mayka, golpeando su pecho con orgullo.
    —Es curioso que ya te hayas acostumbrado a moverte sin llevar puesta tu túnica —comenta Alice de la nada.
    —Sigue siendo un poco vergonzoso, pero este atuendo me permite luchar con mucha libertad, aunque recordad que no puedo usar conjuros de curación.
    —Pues si está todo claro, emprendamos el camino antes de que se nos haga tarde.

    A paso rápido a través de los campos semidesérticos, el grupo camina en dirección al bosque que se encuentra al norte de Mokgrad.

    Mayka y Alice lideran el grupo mientras que el resto caminan un poco más atrás.

    —Espero no tener que enfrentar ningún problema de camino —habla Alice consigo mismo.
    —¿Crees... Crees que lo lograremos a tiempo? —pregunta Haruna preocupada, apretando los bajos de su túnica con fuerza.
    —Tenemos que hacerlo Haruna —responde Alice girándose hacia ella.
    —No quiero que le ocurra nada a Kaim, es gracias a él por lo que estoy aquí ahora... —continúa Haruna.

    Anya coloca su mano sobre la cabeza de Haruna y sacude su cabeza.

    —Me molesta escuchar tus quejas —objeta y apresura el paso —. Si tienes tiempo para quejarte, tienes tiempo para hacer algo al respecto.

    Haruna se golpea las mejillas con las palmas de sus manos y acelera el paso para alcanzarla.

    —“Es cierto, ahora es mi momento para ayudarle” —piensa mientras la alcanza.

    Mientras tanto, Kaim aún se encontraba en aquel lugar que parecía ser su propio mundo.

    —¿Esta definitivamente es mi casa verdad? —Se pregunta a sí mismo dudoso.

    Mirando en su bolsillo descubre que sus llaves están dentro. Algo nervioso, Kaim abre la puerta del patio y a continuación la de entrada.

    —Ya estoy en casa —Se hace notar con algo de nerviosismo en el habla.
    —¿Kaim? —Se oye la voz de una mujer al final del pasillo.
    —Mamá... —susurra tratando de contener la emoción.

    Al fondo, su madre, Mai, asoma la cabeza por detrás de una puerta.

    —Estoy ocupada preparando la cena, tienes el baño preparado arriba, úsalo antes de que llegue tu padre y comamos los tres juntos.

    Dicho eso, desaparece por el mismo lugar por el que asomó.
    Sin articular palabra, Kaim sube las escaleras pensativo y entra en su habitación.

    —Esto es raro, esta es definitivamente mi casa, ¿por qué tengo la sensación de que falta algo muy importante? —murmura Kaim, sentándose sobre la cama —. Debería entrar a la ducha, eso me despejará un poco, he sudado bastante hoy.

    Kaim comienza a desvestirse, pero al quitarse la chaqueta, un colgante cae al suelo.

    —¿Qué es esto, un colgante? Tiene forma de llave. ¿quién me dio esto?

    Un pitido y un fuerte dolor de cabeza aquejan a Kaim.

    —No consigo recordar... ¿Quien? Ka... —El dolor aumenta de forma que debe llevarse las manos a la cabeza—. ¿Kaori?

    Al pronunciar su nombre, el espacio alrededor de Kaim se rompe en pedazos como si fuese un espejo y un vacío negro flota a su alrededor.

    —¿¡Qué demonios está pasando!? —exclama sorprendido, mirando de un lado a otro.
    —Pudiste haberte quedado aquí y volver a la vida feliz que tenías, pero decidiste echarlo todo a perder por tan solo una persona —Resuena una voz en el lugar.
    —Esa persona... ¡Esa persona es mi hermana! ¿Quién eres? ¡Muéstrate! —ordena.

    Una humareda de color violeta cubre el ambiente. Lentamente, las nubes se enroscan sobre sí mismas, mostrando la figura de una enorme serpiente de escamas violáceas.

    —¿Mi nombre? Eso no importa. Te ofrezco de nuevo tu vida, y sin embargo no quieres aceptar una pequeña condición —comienza a hablar la serpiente—. ¿Por qué? ¿No querías volver a tu hogar?
    —Este no es mi hogar —responde convencido.
    —¿Ah, no? ¿Y dónde está tu hogar entonces? —pregunta en tono burlón.
    —Mi hogar está allí donde están todas las personas que quiero.
    —¡¡¡Necio!!! —grita de forma ensordecedora.

    La figura desaparece de igual modo a como se formó

    —Has elegido el camino más difícil. Será mejor que estés preparado —finaliza antes de disiparse por completo.

    Tras eso, Kaim es tragado por el espacio negro y cae sobre su cama estrepitosamente.

    —¿Qué demonios? —maldice Kaim—. ¿Cómo pude olvidarla? —Golpea con furia el mueble al lateral de su cama.

    Mientras tanto, Alice y el resto continuaban campo a través con la esperanza de alcanzar el bosque antes del anochecer.

    Repentinamente, Alice se detiene de forma súbita mientras, con el rostro pálido, mantiene la mirada fija adelante.

    —¿Qué ocurre Alice? —pregunta Mayka, quien se había chocado con su espalda al detenerse.
    —¿No podéis verlos? —pregunta ahora Anya, acercándose a ambas.
    —¿Ver el qué exactamente?
    —Eso.

    Anya señala más adelante, pero Mayka niega con la cabeza. Pero, ante los ojos de Alice y Anya, un enorme enjambre de escarabajos translúcidos volaban más adelante, formando círculos.

    —Ya veo —concluye Anya pensativa.
    —E... E... Escarabajos espectrales —Logra articular palabra finalmente, aunque con la voz entrecortada.
    —Los escarabajos espectrales son monstruos generalmente invisibles y tranquilos. Pero si descubren a alguien capaz de verlos, pasarán al ataque en masa —comenta Haruna leyendo su bestiario —. Si podéis verlos significa que emiten un aura similar al vuestro.
    —En ese caso deberíamos pasar al ataque antes de que se percaten de nuestra presencia —comenta Anya preparándose para el ataque —. ¿Alice?
    —Su pánico a los insectos es demasiado grande, estará paralizada hasta que desaparezcan de su vista —explica Mayka.
    —Puedo abrasarlos si me decís donde están —comenta Elora, mostrando una llama en su mano.
    —Solo aquellos que resuenan con su aura son capaces de dañarlos, son fantasmas al fin y al cabo —resuelve Haruna.
    —¿Qué podemos hacer? Puedo intentar algo pero no quiero agotarme demasiado, es todo un enjambre —responde Anya, en conflicto consigo misma.

    Mayka sonríe pícara y se acerca lentamente a Alice.

    —¡Esto! —exclama, empujándola hacia el enorme enjambre.

    Los enormes insectos fijan su mirada en Alice. Un escalofrío recorre su espalda y retira de inmediato el listón en su cabello, volviéndolo azul.

    —¡Al suelo! —grita Mayka, empujando a Elora.

    Un semicírculo color añil rodea a Alice, quien grita con fuerza, y un colosal rayo impacta de lleno en él. El sonido del impacto resuena en el aire mientras numerosas columnas de rayos giran en torno a ella. Al instante, el enjambre es erradicado por completo.

    Alice respira con dificultad y la tormenta de rayos se calma.

    —¿Por qué has hecho algo como eso? Eres mala Mayka —Se dirige a Mayka con los ojos llorosos y voz quejica —. Idiota.

    Alice comienza a dar golpecitos en la cabeza de Mayka repetidas veces como una niña pequeña.

    —Te está bien empleado —responde tratando de cubrirse de los golpes —. Llevas tensa desde que alcanzamos la ciudad ayer, deja de culparte por todo lo que pasa.
    —Pero soy la líder, si no soy capaz de protegeros, ¿qué clase de jefa sería? —Se defiende.
    —No necesitas ser ningún tipo de jefa, nos gustas tal y como eres.
    —Pero entonces... ¿por qué Marco? —Baja la cabeza con tristeza.

    Anya por su parte prosigue el paso, ignorando la escena frente a ella.

    —Podéis seguir discutiendo cuando queráis, pero no voy a esperar mientras Kaim sigue empeorando —dice con su usual tono frío.
    —Es cierto, ahora deberíamos de preocuparnos por lo que hemos venido a hacer —Se convence a sí misma Alice —. Gracias Mayka, ya podemos seguir adelante.
    —No tiene ningún sentido que me des las gracias si sigues golpeándome de esa forma —Se queja Mayka—. Hey para, comienzas a hacerme daño.

    Elora y Haruna retoman el camino también.

    —Todos son tan raros —comenta Haruna más animada y con una sonrisa en el rostro.
    —Estas escenas me traen muchos recuerdos... —susurra Elora con nostalgia.
    —¿Pasa algo? —pregunta Haruna, curiosa.
    —Nada —responde negando con la cabeza—. Sigamos.

    El grupo prosigue su camino mientras el Sol comienza a descender lentamente en el horizonte.

    Continuará...
     
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  7.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

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    Debo admitir que en un momento pensé. ¿Pero qué pasa aquí?

    Ahora se descontrolo un poco la situación, Kaim cayó en un mundo de sueños. Y para peor, las chicas deberan ayudarlo.

    Sin querer, Kaim se está formando un harem. Aunque no están enamoradas, pero supongo que a la larga lo estarán. Me resulta curioso la actitud de Anya. Actuaba fría y ahora derepente se preocupa por Kaim, más que todas las demás. Sin dudas hay algo raro aquí.

    Me preguntó porqué Kaim habrá olvidado a su hermana Kaori de la nada. Y lo que dijo esa serpiente me tiene con la duda, espero que sea respondida en el avance de la historia.

    A pesar que has subido dos capítulos y no uno como tenías planeado, estás perdonado XD. La verdad, el último hasta el momento está bastante pequeño.

    Ha sido un gusto leerte, nos vemos en el próximo capítulo. Espero que tengas tiempo para leer mi historia ^^

    Saludos.
     
  8.  
    chicoanime the only

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    Aquí traigo el siguiente capítulo de Pandemónium, regresa un poco la acción. ^^

    Pandemónium capítulo 35: El guardián del árbol milenario.

    Su nombre había sido olvidado hace mucho tiempo, frente a ellos, El Bosque, se extendía hasta donde la vista alcanzaba. Una inmensa masa forestal que se extendía por la mayor parte del reino de Arnor, antiguamente había sido hábitat de hadas, duendes y demás Seth; pero ahora se encontraban extintos, nunca se supo la razón.

    —Finalmente —suspira Haruna, con sus brazos en jarra.
    —Vamos, está empezando a oscurecer —continúa Alice, iniciando la marcha —, perderemos nuestra oportunidad si nos retrasamos.

    El grupo viaja tras ella, pero, conforme se adentran en el bosque, la espesura comienza a mostrarse oscura, ya que los altos árboles bloqueaban la poca luz del día que quedaba.

    —Esto quedará completamente oscuro de un momento a otro —dice Mayka mirando hacia las copas de los árboles.
    —No os preocupéis —afirma Elora con una sonrisa.

    Extiende su mano y de la palma nace una tenue llama que, poco a poco, crece hasta iluminar lo suficiente.

    —Útil —dice Anya.
    —Estaba pensando en otra cosa pero eso también servirá —comenta a continuación Mayka.
    —Tan solo ten cuidado de no prender fuego a todo esto —bromea Alice con una risilla.

    Rodeando a Elora, el grupo de chicas se interna en lo más profundo del bosque, una oscuridad casi total se hace presente y el paso del tiempo deja de ser fácil de medir.

    —¿Cuánto llevamos caminando? —comenta quejosa Haruna.
    —Es difícil decirlo —responde Mayka.

    De repente, un sonido ahogado quiebra el silencio.

    —¿Qué ha sido eso? —pregunta Elora.
    —Silencio —ordena Anya repentinamente.

    Una tenue luz se vislumbra a la distancia, de repente, se detiene y se gira hacia ellos.

    —¡Espectros! —grita Haruna.
    —¡No puedo luchar si he de mantener la fuente de luz! —interviene Elora.
    —Usar mis rayos en pleno bosque causaría un gran incendio, es mejor que...

    Un fogonazo de luz ciega al grupo.

    —¿Habéis olvidado que estoy aquí? —comenta Mayka con una sonrisa.

    A unos pasos de distancia, numerosas luces se agrupan y flotan lentamente hacia ellas, repentinamente, su velocidad aumenta.

    ¡Lux carcerem! —exclama.

    Al instante, una jaula de luz encierra a Mayka y las numerosas luces, que comienzan a tomar forma humanoide y emitir un leve susurro.

    —¡Mayka! —grita Alice al otro lado de la barrera.
    —No te preocupes por mi, seguid buscando el árbol.
    —Podemos huir de ellos y...
    —¡No hay tiempo! —La interrumpe Mayka—. Además, ¿acaso piensas que estas cosas pueden derrotarme? ¡Ensis lucis! ¡Duo cápulus!

    Dos espadas hechas de luz aparecen en las manos de Mayka.

    —Yo también conozco un par de conjuros para luchar Alice.
    —Pero sabes que tus conjuros no son tan poderosos como los de un mago negro de verdad —argumenta Alice.
    —Oh, vamos —se queja Mayka —. No es de mi de quien debéis preocuparos, ¿verdad? Entonces dejad de parlotear e id a buscar el árbol de una vez.

    Alice muerde su labio inferior y da la orden para continuar, procediendo a retirarse junto con las demás.

    —Y ahora bien, ¿por dónde íbamos? —susurra con una sonrisa, observando a las fantasmagóricas criaturas frente a ella.

    Los espectros comenzaban a agruparse en el interior de la jaula, poco a poco, se juntaban hasta formar la figura de una persona encapuchaba. Del interior de la luz, un susurro incesante emanaba, llenando el silencio del bosque.

    —Acabemos con esto.

    Empuñando ambas espadas, Mayka realiza un salto hacia la criatura, pero su ataque es desviado de un manotazo. Acto seguido, un rayo de luz sale proyectado del interior.

    ¡Scutum!

    Una de las espadas de Mayka desaparece y en su lugar se extiende desde su mano un escudo rosado que desvía el rayo en otra dirección.

    —No eres el único que sabe hacer eso. Lux fulgur.

    El escudo desaparece y, en esta ocasión, un rayo de luz sale disparado hacia la criatura, impactando de lleno. Tras sacudirse, el espectro se abalanza contra Mayka.

    —A veces desearía haberme enfocado en la magia de ataque —Suspira—. Celeris pedis.

    Un humo amarillo rodea los pies de Mayka, volviéndola más rápida y logrando con ello evitar el ataque.

    —Tendré que usar algo más potente entonces.

    Mayka clava su báculo en el suelo, pero antes de que pudiera recitar el conjuro, el espectro arroja numerosos hilos de luz que rodean su cuerpo y restringen su movimiento.

    —Mierda.

    El espectro zarandea varias veces el cuerpo de Mayka en el aire antes de estamparla contra el suelo con violencia.

    Mayka reacciona y su cuerpo se rodea de luz.

    ¡Potentia pura! —exclama al tiempo que se libera de las ataduras con un violento movimiento de sus manos.

    Mayka da un salto rápidamente y se coloca sobre la criatura, su puño se envuelve de una brillante luz amarilla.

    ¡Dextra lucis!

    Con un grito, Mayka deja caer el puño con fuerza sobre lo que parece ser el rostro del espectro.

    De un solo golpe, el espectro se disipa y la jaula pierde su poder y desaparece. Envuelta en oscuridad, Mayka jadea cansada.

    —Me hiciste usar algo que no quería —comenta para sí misma, secándose el sudor de la frente—. Y bien, ¿dónde estará el resto?

    Más adelante, el resto de chicas no estaban exentas de problemas.

    —¿Qué hacemos Alice? —pregunta Elora señalando al frente.

    En aquella dirección, un grupo de árboles antropomorfos comienzan a alzarse a partir de un puñado de raíces.

    —Hay bastantes entwines —afirma Anya —. ¿Deberíamos rodearlos?

    En la lejanía, tras las criaturas, una tenue luz resalta en mitad de la oscura espesura.

    —¿Haruna? —pregunta Alice alarmada.
    —Aún faltan unos minutos para que caiga el Sol, pero... —Queda en silencio unos segundos—. No hay duda de que esa luz es emitida por un cedrosombrío.
    —Creí que una barrera protegía al árbol —añade Alice—. ¿Cómo es que podemos verlo entonces?

    De inmediato, la llama en las manos de Elora se hace notablemente más grande, llamando la atención del resto.

    —¡Sigan adelante!, ¡les abriré paso! —comenta colocándose en posición de combate.
    —¿Estás loca? ¡Quemarás todo el bosque! —responde Alice.
    —¡No hay tiempo! Coged la flor, os alcanzo en un par de minutos.

    El guantelete de Elora se rodea completamente de llamas y el primero de los tres anillos de su muñeca se extiende y comienza a girar a gran velocidad.

    —¡Primera combustión! ¡Lanzallamas! —exclama al tiempo que lanza un puñetazo hacia adelante.

    Cuando el brazo alcanza su máxima longitud, la llama del guante sale proyectada hacia adelante en forma de rayo de fuego, abriendo un camino entre las criaturas.

    Sin pensarlo dos veces, Anya cruza en mitad de las criaturas, dejándolas atrás. Acto seguido, Haruna mira a Elora y va tras ella.

    —Ten cuidado —se despide Haruna.

    Pronto, la oscuridad las envuelve y desaparecen de la vista de Elora.

    —Bueno —suspira mientras hace unos estiramientos—, llevo unos doscientos años sin luchar, espero no haber perdido mi toque.

    Choca sus puños y una llama estalla iluminando brevemente la oscuridad del bosque, los entwines se acercan rápidamente a ella y arrojan sus enrevesadas ramas. Con un rápido paso lateral, Elora se coloca al costado de una de ellas y lanza un derechazo directo, que envuelve en llamas a su enemigo. Alertados por las llamas, los entwines se separan y la rodean.

    —Parecen más inteligentes de lo que eran en mis tiempos —Sonríe para sí misma.

    Los entwines se lanzan uno tras otro hacia ella, lanzando una incesante lluvia de golpes que Elora es apenas capaz de evitar.

    —Y también son más rápidos.

    Una de las criaturas encaja un golpe al rostro. Elora aprovecha para lanzar un contraataque, colocando el puño en su torso.

    —¡Torbellino ígneo! —exclama al tiempo que desde su puño una columna de fuego abrasa y reduce a cenizas a su adversario —. Tardaré demasiado si tengo que acabarlos de uno en uno.

    El primero de los tres anillos de sus guantes comienza a girar de nuevo, esta vez liberando una densa cortina de humo.

    —¡Acelerando!

    Un chasquido llena el silencio y al instante, Elora se coloca tras una de las criaturas y la destroza de un golpe, con gran velocidad se mueve golpeando uno tras otro, destrozándolos hasta que ninguno más quedase en pie. Sobrecargados, los anillos dejan de girar y vuelven a su posición original.

    —Parece que soy incapaz de mantenerlo por más de unos segundos —comenta para sí misma con voz quejosa —. Parece que sí perdí mi toque después de todo.

    Elora prosigue su marcha, siguiendo la tenue luz del árbol.

    Sin embargo, antes de que pudiera avanzar demasiado, una rama la toma de la pierna y levanta del suelo, sosteniéndola en el aire.

    —¿Qué demonios?

    Los fragmentos de los entwines destrozados del suelo comienzan a unirse unos a otros, hasta formar una criatura tan grande como los árboles de la zona.

    —¿Hablas en se...?

    Antes de que pudiera terminar su expresión, un puñetazo de la criatura golpea su estómago y la lanza hacia adelante, destrozando un par de troncos en el camino. Tosiendo algo de sangre, Elora se levanta con dificultad sosteniendo su estómago con firmeza.

    —Maldito... seas. —maldice con dificultad.

    La criatura, emitiendo sonidos renqueantes, se acerca con paso lento y firme de nuevo a Elora.

    —Solo eres —comenta al tiempo que su mano izquierda se rodea de una llama color rojo brillante —, ¡Un maldito árbol! ¡Flama real!

    Gritando, Elora salta directa al torso del entwine gigante, quien lanza otro devastador puñetazo.

    Un sonido de crepitado comienza a emanar de Elora, quien poco a poco comienza a tomar un color rojo brillante igual al de las llamas de su mano.

    —¡Explosión! —grita con todas sus fuerzas al tiempo que impacta su puño en el de la criatura.

    Una gran deflagración reduce a cenizas el brazo de la criatura, quien parece desorientada.

    —Aún hay más —continúa Elora en pleno salto —. ¡Explosión! —grita nuevamente, enviando un segundo golpe, directo al torso.

    Desde el lugar del golpe, una explosión se extiende por todo el cuerpo, estallando a la criatura en su totalidad y enviando una lluvia de cenizas sobre el bosque.

    Elora toma aliento, jadeando a ratos y levantándose del suelo.

    —Me hizo usar demasiado poder, será mejor que apague todo esto antes de continuar. —comenta para sí misma, observando los alrededores en llamas.

    Por otro lado, Haruna, Anya y Alice se acercaban rápidamente a la fuente de luz.

    —Nos estamos acercando —comenta Alice.

    Entrando a un claro en mitad del bosque, un inmenso árbol se alza por encima de todos los demás, en sus ramas, numerosos frutos brillan con luz tenue.

    —No hay duda —comenta Haruna sorprendida —. Es un cedrosombrío pero, es muy viejo, debe tener al menos mil años.
    —Esas no son flores, ¿cierto? —interviene Anya.
    —No, son frutos, cuando éstos se abran las flores nacerán, no deben quedar más que unos minutos —explica Haruna.

    Un crujido se oye y una rama seca cae desde lo alto, al mirar hacia arriba, una figura desconocida se muestra ante ellas.

    —¿Así que sois vosotras quienes han venido a destruir el bosque esta vez? —Se oye una voz ronca y áspera.

    Un anciano con una barba exageradamente poblada y larga, sosteniendo un báculo de madera con el extremo puntiagudo y vistiendo una larga túnica verde que ondeaba en el aire sin control se presenta flotando ante ellos.

    —¿Acaso los humanos no aprenderéis nunca a dejar este bosque en paz?

    Anya y Alice se preparan para atacar, pero Haruna las detiene.

    —¿Haruna? —dice Anya confusa.
    —Baja tu lanza, no es bueno hacerle enfadar —afirma Haruna con la mano temblorosa.

    El anciano levanta una ceja sorprendido.

    —¡Oh! —exclama —. Parece que la pequeña me conoce, ¿podría ser que fueras una invocadora? —pregunta con la mano acariciando su larga barba mientras acerca su rostro al de Haruna.

    Haruna asiente nerviosa con la cabeza.

    —Necesitamos una flor de cedrosombrío —expone Haruna aún nerviosa.
    —Desgraciadamente, no puedo daros ninguna flor.
    —¿Por qué no? —interviene ahora Alice —. La necesitamos para preparar un elixir para un compañero gravemente enfermo.
    —Puede ser, pero este árbol es muy viejo y solo puede desprenderse de una flor antes de marchitarse —explica el anciano —. No puedo permitir que mi vieja amiga muera aquí; ni siquiera sé si lo que decís es verdad.
    —Es inútil tratar de convencerle —afirma Anya, preparando su lanza.
    —¡Espera! —exclama Haruna, tratando de detenerla.

    Haciendo caso omiso al aviso de Haruna, Anya se lanza hacia el anciano y lanza una estocada que le atraviesa la túnica.

    —No voy a permitir que Kaim muera por un maldito árbol —asevera irritada —. No podrás esquivar esto.

    Anya se gira y prepara una nueva estocada

    —¡Golpe sónico!
    —Eres demasiado impaciente.

    El anciano levanta su mano y, al instante, un rayo cae sobre Anya, quien lanza un enorme grito. Tras pocos segundos, Anya cae al suelo inconsciente.

    —¡Anya! —exclama Haruna.
    —Un rayo tan poderoso... ¿Quién demonios eres?
    —Ramúh —aclara Haruna —. Antiguo espíritu elemental del rayo. Uno de los seres más antiguos y sabios del mundo espiritual.
    —Así se quedará quieta un rato —comenta Ramúh acariciando nuevamente su barba—. Les propongo un trato. Demuéstrame tu determinación pequeña invocadora, lucha contra mi. Si te considero digna, les entregaré la flor. Demuéstrame que no estáis mintiendo.

    Continuará...
     
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  9.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

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    Vaya, ya empieza la accion de esta segunda temporada de Pandemónium, digo segunda porque desde hace rato debía señalarse la temporada.

    Comienzan los peligros, enemigos, y sobre todo la acción.

    Al parecer, el anciano es uno de los seres más poderosos del mundo espiritual, entonces, es un espíritu?

    Quizás estamos ante un ente fantasmal. Su sabiduría está clara, su barba no se compara a la del maestro Roshi XD. Me encantó las batallas de Mayka y Elora, no sabía que Elora tenía poderes de fuego, esa niña es peligrosa. O.O

    Veremos que les depara a las chicas, por el momento he notado que tenemos chicas con diferentes poderes elementales. Allice: Rayo, Anya: Viento, Mayka: Luz, Elora: Fuego. Sólo Haruna quedaría aparte, pues ella es una invocadora, creo que no tiene elemento alguno que la identifique. Al no ser, que sea un elemento neutral, un elemento nulo, que usa todos los demás elementos para sus invocaciones.

    Si me equivoco en algo, te pido que me corrijas, por favor. ^^

    Nos vemos en el próximo capítulo. Saludos.
     
  10.  
    chicoanime the only

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    Lo de las temporadas no es algo que yo tenga marcado dentro de la propia historia, sino más bien algo que yo decidí en base a los acotencimientos que ocurren y van a ocurrir así que, en un principio, no encontrarás más indicios de un final de temporada más allá que cuando yo lo diga, aunque puedo decir que llegan tras eventos importantes en la historia.

    En cuanto al anciano, Ramúh, nunca dije que es de los más poderosos, dije sabio. Y sí, su aspecto según mi historia es como el de la saga final fantasy, con una barba que prácticamente llega al suelo XD

    Y con respecto a los elementos, cada uno tiene el suyo, otra cosa es que los usen para combatir o no. En el caso de Haruna, al ser invocadora y no usar conjuros nunca ha sido nombrado. Por si te interesa, su elemento en la arena. El único personaje hasta ahora mostrado que no posee elemento alguno es Marco, por razones que se conocerán a su debido tiempo.

    Muchas gracias por leer y me alegra que te haya gustado ^^
     
  11.  
    chicoanime the only

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    Aquí está el nuevo capítulo de Pandemónium. Espero que les guste ^^

    Pandemónium capítulo 36: Un mar de sombras y la puerta dorada.


    —¡E... Es imposible! —exclama Haruna, apretando su túnica con fuerza —. ¡No soy lo bastante fuerte!
    —Haruna... No te preocupes, te prestaré apoyo —asevera Alice.

    Alice retira hacia atrás una mano y comienza a cubrirla de rayos.

    —Es inútil.
    ¡Fulgur! —exclama Alice al tiempo que libera la descarga, que vuela directa hacia Ramúh.

    El anciano recibe el ataque de lleno, pero no se inmuta lo más mínimo.

    —Vaya, tus rayos son poderosos jovencita.
    —Es inútil Alice, es completamente inmune a los hechizos de rayo no puedes hacerle daño —recalca una vez más.
    —¡Eso no importa! —exclama ahora Alice, cargando de nuevo un rayo—. Sea imposible o no, debemos derrotarle. Nosotras somos las únicas que podemos salvar a Kaim. ¡Fulgur!

    De nuevo, un rayo sale disparado de la mano de Alice y vuelve a ser absorbido por Ramúh.

    —Esto comienza a ser aburrido —comenta el anciano, acariciando su barba y mostrando una jovial sonrisa.

    Ramúh alza su bastón al cielo y una nube de tormenta se arremolina alrededor.

    —¡Tormenta eléctrica!
    ¡Tempestās!

    Tanto del bastón del anciano como de las manos de Alice sale una tormenta de rayos que chocan entre sí, llenando el bosque de un atronador sonido. Sin embargo, la tormenta de Alice termina por ceder y es impactada por el rayo de Ramúh.

    —Parece que no puedo andar conteniéndome —suspira Alice mientras comienza a desatar el listón de su cabello.
    —¡Invoco al espíritu guardián del bosque de Aken, Frelom!

    La repentina intromisión de Haruna toma desprevenido a ambos.

    Nada mas aparecer, las raíces de Frelom se hunden en el suelo y reaparecen bajo los pies de Ramúh. Sin embargo, es capaz de cortarlas con un látigo de rayo antes de que le alcance.

    —D... Déjamelo a mi Alice —comenta Haruna, aún temblando un poco, empuñando ambos charkrams — Yo me encargaré de él.
    —Te prestaré...
    —¡No! —niega su ayuda con rotundidad—. Tus conjuros no podrán dañarlo y si te quitas el limitador tu cuerpo sufrirá.
    —¿Cómo puedes saber eso? —pregunta sorprendida.
    —Leí un libro sobre los limitadores, tu cuerpo es incapaz de controlar el enorme poder por lo que lo necesitas para no estallar debido a la enorme presión mágica.

    Alice ata de nuevo el listón, preocupada por las palabras de Haruna.

    —Parece que aceptarás mi duelo entonces —pregunta Ramúh mientras ríe.

    Haruna, por su parte, tan solo asiente con la cabeza, nerviosa.

    —Haruna... —interviene Frelom.
    —Lo sé pero... Esta vez es mi turno de salvar a Kaim —responde y golpea su rostro con ambas manos para parar sus nervios.

    Mientras tanto, Kaim, quien continuaba sumido en su sueño, despertaba en su habitación.

    —¿Qué demonios ha sido eso? —se pregunta a su mismo, confuso y empapado en sudor, llevando la mano a su frente.

    Con miles de cosas en la cabeza, Kaim baja hacia el salón, donde sus padres se encontraban preparando la cena.

    —Mamá —La llama preocupado —¿Recuerdas a Kaori?

    Su madre se gira hacia él, con una mirada confusa en su rostro. Mientras, el timbre de la puerta suena.

    —Cariño, puedes ir a abrir, estoy ocupada —pide amablemente Mai a su marido.

    Ushio se levanta del sofá y se marcha del salón.

    —Lo sabía... —murmura Kaim cabizbajo apretando el puño—. Esta no es mi casa.
    —Oh, vamos Kaim ¿Qué tonterías estas diciendo? —ríe su madre.
    —¡Quién demonios eres! —exclama Ushio desde el pasillo en tono amenazante.
    —¡Papá!

    Kaim corre hacia la entrada a toda velocidad, al llegar descubre a una sombra, más alta que una persona y provista de garras de gran tamaño. Frente a él, su padre es herido en el hombro

    —Qué demonios... ¡Papá! —exclama mientras corre en su auxilio.
    —Kaim, ¡las espadas del salón deprisa! —grita mientras lo aparta con su mano.
    —¡Cariño! —le llama su mujer, exaltada y lanza una espada —. ¡Cógela!

    Kaim toma la espada al vuelo y la desenvaina rápidamente. Con un corte veloz, la sombra queda dividida a la mitad y estalla en un polvo negro que se disipa lentamente.

    —¿Qu... Qué era esa cosa? —pregunta Ushio confuso y asustado.
    —Cariño, ¿estás bien? —pregunta ahora su mujer, preocupada y a punto de romper en llanto.
    —Sólo ha sido un rasguño.
    —Papá, mamá —dice, llamando su atención—. Hay algo que debo comprobar.

    Kaim corre de su casa con una preocupada expresión en su rostro.

    —Ese movimiento... Esto es... —murmura en voz baja mientras corre con la espada en la mano.
    —¡¡Kaim!! —le llama a gritos una voz muy familiar.
    —¿¡Akemi!? —reacciona sorprendido al verla correr hacia él.

    Akemi le alcanza, exhausta y le abraza asustada

    —¡He recibido una llamada de Satoshi! —comenta apurada—. Dice que está en problemas, ¡están en casa de Benice!
    —¿¡Qué!? ¡Vamos! —dice mientras la toma de la mano y comienza a correr.

    Al alcanzar por fin la propiedad de Benice, descubre a Satoshi, espada en mano, sosteniendo a Benice y luchando contra tres de esas sombras, mientras dos más se desvanecen en el suelo.

    —¡Satoshi!

    Con velocidad sobrehumana, Kaim se abre paso entre las tres sombras y las corta en pedazos.

    —¿¡Qué demonios!? —exclama Benice en un tono especialmente exaltado— ¿¡Cuándo has aprendido a moverte así!?
    —Es una larga historia, ¿estáis bien? —responde acercándose a ellos
    —Benice, tu pierna —señala Akemi asustada cubríéndose la boca con la mano.
    —Fue culpa mía, me torcí el tobillo —explica Benice, con la pierna rasguñada y ensangrentada—. Tengo otra espada más en el edificio, puedes soltarme Satoshi.

    Asiente con la cabeza y la posa sobre el suelo con cuidado, acto seguido, entra en el edificio.

    —Pude derribar a dos de ellos, pero llegaron los otros tres. Si no hubiera sido por Satoshi, ahora tendría algo mucho más grave.
    —¿De dónde demonios han salido esas cosas? —pregunta Akemi, a punto de romper en llanto—. Esto es una pesadilla, ¿verdad?
    —Pude ver una estructura extraña en mitad de la plaza, apostaría a que salieron de ahí —asegura Benice con rotundidad.
    —He de ir a ese sitio —afirma Kaim.
    —¿¡Eh!? ¿¡Estás loco!? ¡Acabo de decir que de ahí es de donde salen esas cosas! —grita Benice alterada—. Deberíamos esperar a que venga la ayuda.
    —Esto es culpa mía, tengo que ponerle fin.
    —¿Qué quieres decir? —pregunta Akemi confusa, levantando la vista del suelo.

    Kaim toma aliento y cierra los ojos.

    —Todo esto no es más que un sueño —afirma, apretando los puños con fuerza—. Sólo un sueño.

    El silencio se apodera del lugar, hasta que una carcajada de Benice lo rompe por completo.

    —Disculpa, es sólo que has dicho algo demasiado estúpido.

    Kaim alza su espada, al hacerlo su sombra se despega del suelo, imitando su movimiento.

    —No sería capaz de hacer esto si no fuera cierto, ¿no? —dice en un tono completamente serio
    —Como... —articula Benice sin saber que decir.

    Mientras tanto, Satoshi sale con una espada en la mano.

    —Solo he encontrado una, agárrala Akemi —comenta mientras le da la espada.
    —Me voy a la plaza.
    —¡Espera! —Le detiene Akemi—. N... No sé que pensar de todo esto, no se si lo que dices es cierto, pero no voy a dejarte ir solo, voy contigo.
    —No sé que está pasando aquí, pero no pienso dejar que vayas solo a ningún lado Kaim —añade Benice

    Benice se levanta del suelo y arrebata la espada de las manos de Satoshi.

    —¿Eres idiota? Tu pierna está herida.
    —Esto no es nada —objeta con una seria expresión—, ¡vamos!

    Los cuatro caminan por la ciudad, nadie se ve en las calles y en los distintos recovecos y callejones se podían ver más de aquellas sombras buscando víctimas. Finalmente, la plaza aparece frente a ellos. Al fondo, tras una inmensa horda de sombras, una inmensa puerta dorada se encontraba entreabierta.

    —Tengo que ir ahí —afirma Kaim.
    —¿Estás de broma verdad? —ríe Satoshi con sarcasmo.

    Benice le aparta con la mano y da un paso adelante.

    —¿A qué estamos esperando entonces? —comenta impaciente—. Esto es lo más estúpido que he hecho en mi vida, más te vale que lo que has dicho sea verdad Kaim.
    —Podéis quedaros atrás si queréis, son bastante débiles puedo con ellos sólo —asevera con una sonrisa.
    —¿Estás de broma? Esta es la primera vez que podré usar mi espada contra algo, no podría estar más emocionada.

    Benice echa a correr hacia la multitud..

    —Je —ríe Kaim—. Estás loca Beni.

    Kaim corre tras de ella y la alcanza con facilidad. De un salto, se introduce en mitad de las sombras.

    —Torbellino de sombra.

    Kaim da un giro sobre sí mismo blandiendo su espada. A su espalda, una sombra realiza el mismo movimiento, produciendo un corte de 360 grados y acabando con multitud de enemigos.

    —Parece que funciona del mismo modo que en el otro lado —comenta para sí mismo, mirando su espada

    Por otro lado, Benice entra en la multitud blandiendo su espada, evitando las garras con rápidos movimientos laterales. Una de las criaturas lanza un ataque contra ella, pero Satoshi le toma del brazo y lo arroja al suelo con fuerza.

    —Son bastante frágiles, parecen de cristal —comenta Satoshi, dirigiendo una sonrisa a Benice
    —Pero sus garras cortan como cuchillas —añade ella.
    —¿Dónde anda Kaim? —pregunta Akemi preocupada mientras corta en dos a una de las criaturas.

    Más adelante, Kaim se abre paso rápidamente entre la multitud de sombras, blandiendo su espada de un lado a otro a gran velocidad, mientras su sombra imita sus movimientos.

    —Esto es bastante útil, ¿por qué no fui capaz de hacerlo antes? —se pregunta a si mismo.

    Frente a él, las sombras comienzan a unirse las unas a las otras, formando una más grande. De un puñetazo al suelo, la sombra gigante destroza a la de Kaim.

    —Esto no hace más que complicarse —comenta Satoshi, rascando su nuca.
    —¡Kaim debe estar ahí! —exclama Akemi de inmediato.

    Antes de que pudieran acelerar el paso, un golpe al suelo los desbalancea y les hace caer al suelo. Tras ellos, otra enorme sombra se había formado y se interponía en su camino a grandes zancadas.

    —Este tipo va a ser un problema —comenta Satoshi, inquietado por el tamaño de esa sombra.
    —Maldito Kaim, ¿por qué tiene que inmiscuirnos en sus problemas? —se queja Benice mientras corre hacia la gran sombra con su espada hacia abajo—. ¿Y por qué demonios es capaz de hacer cosas tan raras de repente? ¿¡Qué demonios quieres decir con que todo esto es un sueño!?

    Enfadada, Benice tropieza en un descuido y cae al suelo frente a la criatura, quien no pierde la oportunidad y lanza un puñetazo directo hacia ella.

    —¡Benice! —grita Satoshi corriendo hacia ella desesperado.
    —¡Cuidado vosotros dos! —advierte Akemi mientras apuñala una de las sombras que no se habían unido al gigante.

    Satoshi alcanza a Benice, pero el puñetazo impacta de lleno en ellos.

    —¡Satoshi! ¡Benice! —grita Akemi, quien apenas puede repeler la gran cantidad de enemigos que la rodean.

    Continuará...
     
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  12.  
    Lariebel

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    ¡Hola! Veo que la historia ha avanzado a pasos agigantados. La otra etapa de la novela empezó con todo. Tengo muchas preguntas en la cabeza, pero por ahora estoy disfrutando un montón los dos arcos paralelos que estamos teniendo: El del mundo fantástico y el del mundo real. Fue muy entretenido leerlo todo y estoy muy emocionada por saber qué pasará.
    Lo único que quería decirte era que estas últimas actualizaciones fueron súper juntas y no tuve tiempo de leer tanto. Recién ahora pude hacerlo. Si pudieras esperar un poco más a actualizar entre cada capítulo, sería mucho mejor. Por ejemplo, algunos actualizan cada semana, o al menos puede ser cada 4 días, y así. También así le das más tiempo a los lectores para que puedan leer el capítulo y puedan estar al día a un ritmo al que ya se habrán acostumbrado.
    Eso solamente. ¡Seguí escribiendo, por favor! Me encanta tu long-fic. ¡Saludos!
     
  13.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
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    Haha, sé que ando subiendo bastante rápido, la verdad es que tengo aún cerca de veinte capítulos ya escritos y por eso me estaba apremiando un poco, y como a zurel (quien hasta ahora era el único que dejaba comentarios) no le importaba pues seguía con ese ritmo XD. Realmente pensaba que al ser capítulos de 4 páginas no importaba demasiado, no obstante trataré de contenerme un poco. Gracias por el comentario Jess y me alegra que te esté gustando el desarrollo, espero no defraudar ^^
     
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  14.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    No puedo decir mucho, apenas me has dado qué comentar XD.

    No recuerdo bien a los amigos de Kaim, pero por lo visto, son de esos amigos que les gusta molestarse entre ellos, y hasta pueden sacarse canas por ello. Pero a pesar de todo, son buenos chicos.

    Las sombras son un tipo de enemigos muy interesantes. Admito que en algunos capítulos me traes algunas sorpresas. Ahora, frente a Kaim se encuentra una puerta dorada, me preguntó que clase de enemigo hay detrás de esa puerta. O bien, puede ser, una salida de ése sueño.

    Poco a poco se va viendo una ligera mejoría de Kaim, lo curioso es que en muchos capítulos, se ha mostrado que puede utilizar los elementos que hay a su alrededor. Como por ejemplo: La arena, viento, veneno, entre otros. Ésto puede ayudarle a controlarlos todos y adaptarlos a su estilo de batalla, pues es un guerrero. O bien, centrarse en uno sólo. Veremos que sorpresas hay para el futuro. Por el momento me está gustado su desarrollo.

    Interesante lo de Haruna, tenía una ligera impresión del elemento que controlaba, pero me lo has confirmado ^^

    Nos vemos en la próxima publicación. Saludos.
     
  15.  
    chicoanime the only

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    Capricornio
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    Aquí el siguiente capítulo de Pandemónium, espero que les guste ^^.

    Pandemónium capítulo 37: Todo para salvar a Kaim. La estrategia de Haruna.


    Está bien —asiente Alice —, no me quitaré el listón. Pero si veo que corres peligro actuaré sin pensarlo.

    —Vale —confirma Haruna con la cabeza mientras una gota de sudor cae por su mejilla.
    —Es normal estar nerviosa —interviene Frelom —. No todos los días debes enfrentarte a un oponente de su nivel para cumplir tu objetivo. Pero por favor, recuerda que tienes a tus espíritus, lucharemos con todo para derrotarle.

    Haruna respira hondo y sonríe ampliamente, luego, alza la cabeza sin borrar la sonrisa de su rostro.

    —¡Tienes razón! ¡No estoy sola, esto lo hago por Kaim! —comenta alegre, con una sonrisa dibujada en el rostro—. ¡Usaré todo lo que tengo para derrotarte! —Señala a Ramúh, llena de confianza.
    —Jo, jo, jo. Esa es una buena respuesta pero, ¿estarás a la altura de esas palabras? —Ramúh oscila su bastón de un lado a otro a su alrededor—. Me lo tomaré en serio de ahora en adelante.

    Un nubarrón oscuro le envuelve y varios rayos se entreven por los claros entre nubes.

    —"Es cierto que solía ser el guardián elemental del rayo" —piensa Haruna mientras introduce la mano en una de sus bolsas—. "Pero fue derrotado por otro espíritu y bajó a la categoría de espíritu protector; siendo así... ¡Puedo hacerlo!"

    De entre el nubarrón un rayo sale disparado a gran velocidad hacia Haruna.

    —¡Carta escudo! —exclama al tiempo que saca un trozo de papel del bolso.

    Al instante, una cúpula rosa la rodea y el rayo se disipa al contacto.

    —¡Ahora Frelom! —exclama al tiempo que salta de su espalda.

    Frelom se introduce bajo tierra y se mezcla con las raíces del bosque.

    —¿Una usuaria de cartas encantadas además de invocadora? —susurra algo sorprendido—. Qué versátil.

    Desde el suelo, una ráfaga de raíces espinadas rodean el espacio alrededor del nubarrón, envolviéndolo en una cúpula.

    —¿Un ataque subterráneo?
    —No es tan simple —interrumpe Haruna arrojando uno de sus charkrams—. Equipamiento, torbellino.

    Una carta brilla en su mano y desaparece, de inmediato, el charkram arrojado se imbuye del poder del viento y gira a mayor velocidad.

    —¿Usas un ataque de viento contra el rayo? ¡Necia!

    Ramúh emerge de entre los nubarrones y destroza la parte superior de la cúpula de raíces de Frelom.

    —¡No acabé aquí! —exclama una vez más al tiempo que arroja el otro de sus charkrams, esta vez hacia Ramúh.
    —¿Así que usaste un cebo para hacerme salir de las nubes y poder atacarme? No funcionará.
    —Es un poco más complicado que eso —comenta con una sonrisa mientras saca toda su baraja de la bolsa.

    Bajo ambos, las raíces se retiran súbitamente y el torbellino creado por el charkram de Haruna crece en fuerza, levantando parte del suelo con él.

    —Sólo tengo que demostrarte que voy en serio, ¿verdad?

    Frelom emerge del suelo, impulsado hacia arriba por el torbellino y se coloca sobre ambos.

    —No me será difícil esquivar una criatura tan grande —comenta mientras se aleja a gran velocidad.

    Sin embargo, las raíces de Frelom se extienden a su espalda desde el suelo y el cielo, cortándole el paso con una gran barrera.

    —!Equipamiento, fortalecer!

    Otra carta se desvanece en la mano de Haruna y las raíces se refuerzan.

    —Pasaré a través —dice Ramúh al tiempo que forma un rayo en sus manos.
    —¡Vamos Haruna! —exclama Frelom mientras cae de nuevo al suelo.

    Una de las raíces rodea la cintura de Haruna y la lanza hacia Ramúh.

    —¡Carta escudo!

    Haruna se coloca frente Ramúh y coloca un escudo que repele su ataque.

    —¿Qué planeas niña?
    —¡Voy a derrotarte y a salvar a Kaim, aunque tenga que usar toda mi baraja!
    —¡Insolente! —exclama Ramúh enfadado—. Látigo lacerante

    Un rayo en forma de látigo golpea repetidamente el escudo y termina por destrozarlo, alcanzando a Haruna.

    —¡Demasiado tarde! —grita, tratando de soportar el dolor—. ¡Equipamiento, Llamas!

    Una nueva carta desaparece en la mano de Haruna, Ramúh mira hacia arriba, una enorme raíz espinada, envuelta en llamas azota a Ramúh, quien detiene con su vara el ataque.

    —Este espíritu, ¿Frelom verdad? Eres poderoso, pero tu ataque no tendrá efecto contra mi vara.
    —No será él quien te derrote —afirma Haruna con una sonrisa.

    Desde el costado, uno de los charkram de Haruna vuela en su dirección envuelto en llamas, a gran velocidad.

    —¿Cómo pudo predecir la posición en la que me colocaría con tanta antelación? Esta niña —susurra para sí mismo—... ¡Es un peligro!

    Ramúh estalla en una explosión eléctrica, alejando a Haruna y sus charkrams, así como al enorme cuerpo de Frelom y enviándolos de vuelta al suelo con un fuerte golpe.

    —¡Auch! Eso duele —se queja Haruna.
    —¡Tú, niña! —exclama enfadado, con su voz resonando a través de los árboles

    Haruna mira hacia arriba y descubre a Ramúh, con el pelo completamente erizado, envuelto en una esfera de electricidad y con numerosos rayos a su alrededor.

    —No puede ser, este no es el poder de un espíritu protector —dice mientras retrocede asustada, sin despegar sus ojos de Ramúh.

    La abrumadora sensación comienza a alcanzar a Haruna, quien no puede evitar comenzar a temblar de nuevo.

    —Él está en un nivel completamente diferente. Es imposible que yo...
    —¡¡¡Oye!!!

    Un atronador grito resuena en todo el bosque y una mujer, con el cuerpo completamente envuelto por raíces, emerge de la corteza del cedrosombrío golpeando la cabeza de Ramúh con un puñetazo.

    —¿Quieres parar de una vez? ¡La estás asustando! —regaña la mujer al anciano, alzando el puño enfadada.
    —Pero tengo que... —replica Ramúh
    —Sabías que estaba diciendo la verdad desde el principio, deja de asustar a estas niñas y dales lo que han venido a buscar.
    —¿Una hamadríade? —dice Alice con sorpresa.

    La mujer se gira hacia Alice y la mira de arriba abajo antes de dirigirle la palabra.

    —Así es, sé que habéis venido a por la última de mis flores.

    Una sonrisa triste se dibuja en el rostro quebradizo de la aparentemente joven hamadríade.

    —Mi viejo amigo Ramúh me acompañó durante largo tiempo, protegiéndome de aquellos que querían herirme. Pero por fin han llegado personas con una razón lo bastante importante para que decida dar un paso adelante.

    Desde lo alto, una flor brillante desciende hasta las manos de la hamadríade y la acerca a Haruna.

    —Toma, Haruna. Por esto es por lo que has luchado tan duro, te lo has ganado —Trata de reconfortarla con una dulce sonrisa.
    —Pero si la tomo... tú —dice Haruna, extendiendo la mano dudosa.

    La hamadríade cubre los labios de Haruna con su dedo índice y niega con la cabeza.

    —¿Sabes la razón por la que nosotras nos hemos extinguido?

    Haruna niega con la cabeza, con sus labios aún sellados.

    —Nosotras nos dedicábamos a ayudar con nuestras flores a quienes necesitaban ayuda, los antiguos creaban elixires con ellas, ¿para eso la necesitáis verdad? Durante la guerra de los ochocientos años, numerosos soldados acudieron a este bosque. Nosotras siempre ayudábamos a los heridos, pero aquella vez la codicia humana se apoderó de ellos. Nos arrancaron las flores una a una para crear elixires para sus soldados. Todas caímos y solo un árbol que aún no había florecido quedó en pie.
    —Tú... —afirma Haruna.

    La hamadríade asiente con la cabeza.

    —Hubo algunas de nosotras que dieron sus flores y con ellas sus vidas para ayudar a aquellos que consideraron dignos. Aquellos que fueron salvados aseguran haber observado el espectáculo más hermoso de sus vidas. Tómala, y observa con tus propios ojos lo que hace miles de años nadie ha observado. El último acto de compasión de un cedrosombrío por una criatura de este mundo, abrid bien los ojos.

    La hamadríade deposita la flor en las manos de Haruna con una amplia sonrisa.

    La copa del árbol comienza a llenarse de luz hasta ocupar su totalidad. Los frutos que colgaban de sus ramas se petrifican y se convierten en ceniza luminosa, cayendo sobre ellas como una luminosa nevada. Una explosión de luz libera en todas direcciones la luminosas motas. Mientras, un abanico de luces de colores danzan en el aire y rodean el tronco del árbol. Lentamente, el tronco comienza a petrificarse junto con el cuerpo de la hamadríade, quien queda con una gran sonrisa y sus manos depositadas sobre las de Haruna. Antes de que la luz se disipe, un “gracias” se oye como un susurro en el viento.

    —Es... hermoso —comenta Alice con asombro.
    —No es algo que hubiese esperado observar en toda mi vida —añade Haruna.
    —Gracias —agradece ahora Ramúh—. Gracias a su sacrificio, sus semillas se han esparcido por el bosque. En numerosos años, nuevos cedrosombríos repoblaran este lugar.

    El anciano se inclina ante ambas.

    —En verdad os agradezco por cumplir el último deseo de mi amiga.
    —No, no tiene que dar las gracias —niega enérgicamente Haruna con la cabeza—. Nosotras debemos agradecerle, gracias a ella podremos salvar a nuestro amigo.
    —Entonces será mejor que os deis prisa —Les apresura Ramúh mientras se eleva en el aire—. Haruna, espero que nuestros caminos se crucen de nuevo; y entonces lucharé sin contenerme contra ti. Cuando ese momento llegue, en verdad deseo que seas tú quien salga vencedora.

    Finalmente, Ramúh desaparece entre las nubes dejando tras de sí el sonido de su jovial risa.

    Continuará...

     
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    Aqui un nuevo capítulo de Pandemónium, por fin el grupo puede continuar su camino, pero pronto descubriran que el mundo es mucho más peligroso de lo que ellos recordaban.

    Pandemónium capítulo 38: La puerta al final del camino.


    La sombra de grandes dimensiones arroja su puño con fuerza y golpea el suelo, destrozando el concreto y levantando una densa humareda.

    —¡Satoshi! ¡Benice! —grita Akemi con todas sus fuerzas, zafándose del agarre de un par de sombras y corriendo hacia donde se encontraban sus compañeros.

    Sin embargo, la gran sombra retira su brazo adolorido, emulando un aullido ahogado. Bajo la sombra de su puño sesgado, Benice y Satoshi emergen de la humareda agazapados en el suelo.

    —¿Qué ha sido...?

    De entre la humareda y con un grito, Kaim emerge y salta hacia la criatura rebanándola a la mitad de un solo tajo, haciéndola estallar en polvo de color negro.

    —¿Estáis bien? —pregunta inmediatamente tras aterrizar.
    —S... si —responde Benice perpleja, arreglándose la ropa al levantarse.
    —¡Eso ha sido increíble Kaim! —interviene Satoshi emocionado.
    —Je, je —ríe de forma altiva y coloca su espada al hombro—. Ni siquiera se acercan al nivel de un bégimo.
    —¡Chicos! —Les llama Akemi, tratando de captar su atención—. ¿Os importa dejar la charla para más tarde? —dice, tratando de detener a las sombras con su espada.
    —¡Lo siento, Akemi! —responde Benice de inmediato, acudiendo a su llamado.
    —Aún quedan muchos —apunta Kaim.
    —Hey, ¡echa un vistazo, Kaim! —señala Satoshi a la enorme puerta.

    La puerta comenzaba a cerrarse mientras la últimas sombras salían de su interior.

    —Parece que en efecto es de ahí de donde salen esas cosas.
    —¡Necesito entrar ahí! —exclama antes de comenzar a correr, pero su compañero le sostiene del brazo.
    —¿¡Estás loco!? ¡¿Piensas entrar ahí!? —grita alterado—. ¡De ahí es de donde salen esas cosas!
    —Ese lugar es la clave de toda esta locura Satoshi, si no voy ahí y acabo con esto nunca seré capaz de volver... Además —Queda en silencio un instante—, he de saber que es lo que ocurre con mi hermana pequeña.
    —¿Tienes una hermana pequeña? —pregunta benice sorprendida
    —Así es, yo también estuve a punto de olvidarla pero... su desaparición debe tener algo que ver con todo esto. Estoy seguro.
    —Está bien —responde convencido y libera el brazo de Kaim—. Confío en ti, Kaim.

    Satoshi levanta uno de sus puños, Kaim sonríe.

    —Me alegra ver que no has cambiado —Agacha la cabeza y cierra los ojos—, no sé cuando despertaré de este sueño pero... te aseguro que regresaré Satoshi. Cuídalas en mi ausencia por favor.

    Kaim levanta la cabeza aún con su sonrisa y choca los puños con su compañero antes de correr en dirección a la puerta.

    —Déjalas en mis manos, ten cuidado...

    Dicho esto, Satoshi se gira hacia las chicas y, de un puñetazo, destroza el cráneo de una de las criaturas.

    —¡Nosotros no hemos terminado! —exclama con una gran sonrisa, dirigiéndose a las chicas con expresión preocupada tras de él—. No dejemos que ninguna de ellas pase de aquí.

    Por su parte, Kaim se abre paso fácilmente entre multitud de sombras pequeñas. Las puertas comenzaban a cerrarse y solo un rayo de luz atravesaba el resquicio.

    —¡No! ¡Malditas cosas! —maldice mientras cientos de sombras le cierran el paso.

    La puerta, ya a punto de cerrarse, se abre de repente envuelta en luz cegadora.

    —¡Rápido!

    Una figura luminosa aparece frente a Kaim y le tiende una mano.

    —¡Tu eres!
    —No hay tiempo, ¡deprisa! —Le apremia la figura, acercando su mano aún más.

    Sin pronunciar una palabra más, Kaim toma su mano y la luz le envuelve por completo.

    —¿Ha funcionado? —Se oye una voz femenina algo áspera.
    —Es muy pronto para saberlo, deberíamos esperar un po...
    —¡Se está despertando!
    —¡¡¡Kaim!!!

    Haruna aparece de repente y salta a los brazos de Kaim.

    —¡H... Haruna! —Se sobresalta—. ¿Qué demonios ha pasado?
    —Estuviste enfermo Kaim —explica Alice—. El veneno que absorbiste finalmente hizo mella en ti y quedaste en coma. No lo habías expulsado de tu cuerpo como pensamos.
    —¿En coma? —se sostiene la cabeza—. Me duele la cabeza, tengo la sensación de que olvido algo importante.
    —Deberías agradecerle a Haruna tu recuperación —continúa Alice—. Si no hubiera sido por ella ahora mismo no estarías aquí.
    —¿De verdad? Gracias Haruna —responde, acariciando su cabeza con suavidad.
    —Be Bada —dice levantando la cabeza, con la cara llena de lágrimas y tratando de articular palabra entre sollozos
    —¡Eh, espera un momento! Límpiate esos mocos ¡Ah! ¡Me has ensuciado todo!

    El grupo ríe ante la situación y todos comparten un tiempo de alegría.

    —Kaim ni se te ocurra volver a hacer una locura así, ¿entendido? —le reprende Mayka con sus brazos en jarra.
    —Eso, eso —añade Haruna ya tranquila, adoptando la misma pose—. No siempre estaré ahí para salvarte.
    —Je, lo tendré en cuenta —responde con una sonrisa.
    —Pero en serio, nos diste un susto de muerte —interviene ahora Elora, apoyándose en la pared con los brazos cruzados sobre su nuca.
    —Además nos retrasaste —añade Anya.
    —Tan estricta como siempre, Anya.

    La noche pasó sin imprevisto alguno, a la mañana siguiente, el grupo ya se encontraba preparándose para la siguiente parada en su viaje.

    —Tardaremos varios días así que debéis estar preparados para acampar —expone Alice—. Por desgracia no tenemos apenas provisiones más que las que tomamos prestadas del castillo por lo que debemos apresurarnos.
    —Maldito Marco... Mi dinero —suspira triste Kaim.
    —¿Te encuentras bien Kaim? —pregunta preocupada Haruna.
    —Si, estoy perfectamente —responde enérgico, sacando músculo con el brazo—. Alice me contó el como te enfrentaste a aquel tipo tan fuerte.
    —S... sí, al principio estuve asustada, pero luego pensé que tenía el mismo rango que Frelom y me relajé un poco —comenta mientras abraza sus manos contra su pecho—. Pero estaba equivocada, si hubiera luchado en serio... yo...

    Kaim deja caer su mano sobre la cabeza de Haruna y comienza a acariciar su cabello.

    —Lo que importa es que tuviste el valor para enfrentarte a él. Eras la única que podía hacerlo y lo hiciste muy bien.

    Haruna, cabizbaja, sonríe y se adelanta un poco. Mostrando una brillante sonrisa, se gira hacia Kaim.

    —Si fuera necesario, volvería a hacerlo —dice con una risilla—. Aunque preferiría que no volviese a pasar algo parecido.
    —Prometido —responde de inmediato Kaim ante la expresión de reproche de Haruna, alzando una mano.

    Haruna sonríe de nuevo y le da la espalda, mirando de lado a lado, buscando algo.

    —¡Wah! —exclama al encontrar aquello que buscaba—. ¡Ahí estás!

    Haruna apunta con su dedo, señalando a Anya, quien muestra una mueca de desagrado. Acto seguido, Haruna corre hacia ella y comienza a hablar enérgicamente.

    —Pude notar que Anya nunca tratar de establecer más que el contacto justo con nosotros y alguna que otra observación —interviene Mayka, apareciendo de la nada con una mochila a la espalda—. Pero con Haruna parece realmente diferente
    —Bueno, al comienzo también era así con Haruna, pero pronto aprendió que no podía escapar de ella —Kaim ríe y le dirige una mirada de soslayo—. Su error fue bajar la guardia por ser una niña.
    —Una niña, ¿Eh? —murmura Alice a su espalda.
    —¿Qué piensas? —pregunta Mayka, girándose para establecer contacto visual.
    —Me cuesta pensar en ella como solo una simple niña después de verla luchar de ese modo —responde con su mano en el mentón—. Esa perfección con la que ejecutó su plan fue simplemente increíble.
    —Si pone su corazón en ello sería capaz de darte pelea incluso a ti Alice —interviene ahora Kaim—. Aunque cuando las cosas le salen mal se atasca un poco y pierde la compostura, lo demostró contra aquel espadachín cuando Lilith fue herida —añade con un suspiro.
    —Me pregunto qué sería capaz de hacer con un guardián elemental de su lado —susurra Alice, asegurándose de que nadie la oiga.

    Tras ellos, Elora corre hacia ellos moviendo sus manos con energía, cargando con una mochila a la espalda.

    —¡Lo siento! —Se disculpa mientras se acerca, aunque tropieza y casi cae al suelo—. Es un poco complicado empaquetar las cosas mientras llevas estos guantes.

    Finalmente les alcanza y toma un poco de aliento.

    —Ya podemos proseguir entonces —afirma Alice, dirigiéndose al grupo completo.
    —¿Por qué no te los quitas si te resulta complicado empaquetar con ellas? —pregunta Kaim con algo de interés.
    —¿Y además de dónde has sacado cosas para empaquetar? —añade Mayka—. No traías nada encima.
    —Son provisiones de Zihark, me las dio para todos nosotros —dice mientras se gira para mostrar el bulto a su espalda—. Y me gustaría quitarme los guantes, pero es doloroso hacerlo, estos guantes están anclados a la muñeca, removerlos abriría las heridas.
    —Es un arma un tanto masoquista —se burla Kaim con una sonrisa.
    —Bueno, me los colocaron en contra de mi voluntad, no hay mucho que pueda hacer. Ya te contaré la historia si deseas oírla en algún otro momento Kaim —finaliza guiñando un ojo.

    Alice, Anya y Haruna echan un vistazo a un mapa y discuten la ruta a tomar.

    —Deberíamos cruzar por la frontera de las montañas, es la ruta más cercana —comenta Alice sosteniendo el mapa del área en sus manos
    —Pero atravesar el desierto nos sería complicado, no tenemos demasiadas provisiones para el camino, aún con lo que trajo Elora —añade Mayka.
    —Entonces daremos un rodeo, será más lento pero menos agotador, si racionamos bien las provisiones no tendremos problemas para llegar —finaliza Alice, cerrando el mapa—. La ruta está decidida entonces.

    Con todo decidido, el grupo comienza su marcha; destino, el vecino reino de Zonde.

    Continuará...
     
    Última edición: 20 Septiembre 2017
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    Lariebel

    Lariebel Usuario popular Comentarista destacado

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    ¡Hola! He vuelto a leer los nuevos capítulos. No recibí notificación de éstos y me pareció muy raro. >< Lo siento. Cuando subas nuevo cap, avisame en el perfil o en algún lado y voy. :D
    Ahora sí: El long-fic. Me emocioné con todo lo que pasó y me gustó muchísimo que Haruna pueda demostrar su valía y sus habilidades. Que sea la más pequeña no significa que sea menos débil. <3 Que linda que es. Además, por otro lado, la contraparte del sueño de Kaim fue genial. Al principio, estaba muy WHAT, y ahora ya lo entiendo mejor. Lo que sí espero averiguar pronto es qué tiene de misterioso la hermana de Kaim. o: Me gustó volver a ver a Benice, Satoshi y Akemi. (Por cierto, ¿hay un nuevo shipp? Ya lo veremos(?).
    Vi que implementaste las comillas para los pensamientos. Te recomendaría hacerlo sin los guiones. Algo así:
    "Es cierto que solía ser el guardián elemental del rayo", piensa Haruna mientras introduce la mano en una de sus bolsas, "pero fue derrotado por otro espíritu y bajó a la categoría de espíritu protector; siendo así... ¡Puedo hacerlo!".
    :'D
    Me encantó cuando apareció la cedrosombrío (creo que se decía así D:) y narró la historia de las flores. Esta parte me puso muy *-*:
    "El último acto de compasión de un cedrosombrío por una criatura de este mundo, abrid bien los ojos."
    ¡Ah! También hay una promesa entre Ramúh y Haruna. Ahí se viene algo bueno. <3
    También al leer esto me pareció raro, creo que querías decir "cabeza de Haruna":
    "Kaim deja caer su mano sobre la cabeza y Haruna y comienza a acariciar su cabello."
    Eso es todo. :D Esperaré los siguientes caps. ¡Sigue así! He notado mejorías en tu narración. ¡Saludos!
     
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    En primer lugar gracias por leer jess, te avisré en tu perfil cuando suba un nuevo capítulo pues ^^ que raro lo de las notificaciones.

    Me alegra que te haya gustado, la verdad es que esta parte es, de hecho, para crear intriga y misterio acerca de la historia, parece ser que supe hacerlo bien jeje.
    Haruna es un personaje que se infravalora mucho debido a que nunca ha tenido que demostrar nada ya que ha vivido en soledad toda su vida. Pronto llegará su momento de brillar.

    Probaré lo de los pensamientos, creo que podría quedar genial para que los diálogos no se vean tan cargados en algunas situaciones, gracias por el dato.

    Me esmeré en esa parte la verdad jajaja en ese momento estaba inspirado :p

    Y sep, esa oración fue un error que pasé por alto, lo solucionaré a la brevedad gracias ^^

    Conforme los capítulos avanzan se acercan cada vez más a mi forma de escribir actual, siempre repaso y retoco algunas cosas antes de publicar capítulos más antiguos pero no tengo el tiempo de reescribirlos enteros por lo que espero que la mejoría se siga notando con el avance de la historia, ya que cada vez esta más cerca de los capítulos más recientes .
     
    Última edición: 20 Septiembre 2017
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    chicoanime the only

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    Título:
    Pandemónium
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    2271
    Buenas, aquí vuelvo con otro capítulo de Pandemónium, el camino hacia el reino de Zonde es tranquilo y sin peligro aparente, sin embargo, siempre hay que estar atento, nunca se sabe lo que puede morar bajo las arenas. Espero que les guste.

    Pandemónium capítulo 39: Camino a Zonde.

    El grupo marchaba hacia el sur, rodeando el desierto, camino a la frontera con el vecino reino de Zonde. Por el momento, el paisaje seguía siendo verde, pero la temperatura comenzaba a subir a medida que se iban acercando a la linde del mencionado desierto.

    —Oye Alice —Llama su atención Mayka—. ¿Has pensado en qué haremos cuando lleguemos a la frontera?
    —¿Qué quieres decir? —pregunta, ladeando la cabeza confusa.

    Mayka suspira.

    —Los salvoconductos, solo tú y yo tenemos uno y no tenemos forma de conseguir otros —explica Mayka.
    —Yo también tengo uno —comenta Anya sacándose una tarjeta de entre los pechos.
    —Aún con el tuyo, siguen siendo tres, Haruna y Elora no tienen y el de Kaim se lo llevó Marco —continúa Mayka.
    —No te preocupes, no habrá problema —afirma Alice con convicción.
    —Siempre que dices eso terminamos metidos en algún lío —dice Mayka con un suspiro, llevándose una mano a la frente.
    —Oye trato de hacerlo lo mejor que puedo —responde Alice con los brazos cruzados, hinchando las mejillas.
    —¿Esas dos siempre son así? —pregunta Elora.
    —Desde que las conozco —responde Kaim—. Aunque a decir verdad no hemos pasado más que un par de semanas juntos.
    —Haruna —Le llama Anya, que caminaba a su lado
    —¿Sí? —responde al instante.
    —Me he estado preguntando algo desde hace tiempo, ¿Por qué siempre caminas a mi lado? —pregunta con curiosidad.

    Haruna trata de disimular su risa.

    —Sé que te esfuerzas por no acercarte demasiado a los demás. No confías en los humanos —responde mientras se adelanta un poco a grandes zancadas antes de girarse frente a Anya, caminando de espaldas—. Pero quiero cambiar eso, quiero ser tu amiga.
    —Para; es molesto. No necesito ser amiga de ninguno de ustedes. Tan solo quiero continuar aquello que me encomendó mi maestra.
    —¿Ariadna? —pregunta confusa—. Pero ella es humana.
    —Ella se ganó mi respeto, es una humana, pero es fuerte y no se ve incómoda entre los Seth —responde con los ojos cerrados, recordando—. Ella y yo tenemos una historia... que no comprenderías.
    —¡Entonces ya sé! —exclama, resuelta—. Yo también me ganaré tu respeto. Y forjaré nuestra propia historia.
    —Suerte con ello —responde con parsimonia, apartando la mirada.

    Alejados del grupo, Elora y Kaim mantienen una curiosa conversación.

    —¿Y bien Kaim? —pregunta de la nada—. ¿Cuál de ellas te gusta?
    —¿A qué demonios viene eso? —responde confuso.
    —Oh, vamos Kaim —ríe descaradamente—. ¿Viajas rodeado de bellezas y no te has fijado en ninguna? Dudo que los hombres hayan cambiado tanto en el tiempo en que estuve muerta.
    —Nunca había pensado en algo como eso, además no hace apenas una semana desde que nos reencontramos, más o menos.
    —Vamos a mi no puedes engañarme, dime, ¿es Anya? Me he fijado en que la tratas muy bien a pesar de ser una Seth, en mis tiempos eso era algo impensable.
    —¿No vas a dejarlo estar verdad? —responde con un suspiro.
    —¿O quizás es Alice? Desde luego no me extrañaría si así fuera, aunque ella no parece interesada en ti —Habla ahora consigo misma, sumida en sus pensamientos.
    —Ya dije que no había pensado en eso, he tenido demasiadas cosas en la cabeza como para preocuparme por algo así.
    —¡Espera un segundo! —exclama de repente, sobresaltando a Kaim—. ¿¡Haruna!?
    —¿Por que clase de pervertido me tomas? —dice en un suspiro, ahora rascando su nuca.
    —Entonces debe ser Mayka, su personalidad agresiva puede ser atrayente para algunas personas desde luego.

    Kaim da una zancadilla a Elora, quien tropieza. Antes de caer al suelo, Kaim la toma de la espalda y acerca el rostro al suyo.

    —Quien en verdad me gusta... eres tú —responde con una seria expresión.
    —¿Eh? —Trata de articular palabra al tiempo que se sonroja—. ¿Que?...

    Antes de que pudiera decir algo, Kaim rompe a reír y la suelta.

    —Eso te pasa por andar emparejándome con todas —dice mientras ríe.

    Elora, enfadada y aún avergonzada golpea a Kaim con un fuerte puñetazo en el vientre.

    —¡Idiota! —exclama antes de marcharse indignada.
    —Pero si has sido tú quien ha empezado —responde sin apenas poder articular palabra, sosteniéndose el vientre con fuerza, pero sin perder la sonrisa.

    Durante unas horas, la travesía continúa sin percances y el atardecer comenzaba a teñir el cielo de un color anaranjado.

    —¿Deberíamos ir preparándonos para acampar? —pregunta Mayka, dirigiéndose a Alice.
    —Deberíamos avanzar un poco más —responde Alice de inmediato—. Estamos demasiado cerca del desierto y temo que la barrera no pueda defendernos contra algunas criaturas.
    —Creí que esta era una zona pacífica —interviene Kaim.
    —Así es, los soldados del reino peinan la zona y derrotan a las criaturas periódicamente, pero el desierto es una zona vedada —responde Alice cruzada de brazos.
    —Los desiertos suelen ser un lugar donde abundan las criaturas poderosas, debido a esto incluso los soldados tienen prohibido su acceso durante esta época del año.
    —¿Esta época del año? —pregunta con curiosidad, cruzado de brazos y ladeando la cabeza levemente.
    —Es en este tiempo cuando comienza la época de cría de gran parte de las criaturas, lo que las convierte en seres muy territoriales y extremadamente agresivos.
    —Es cierto, recuerdo habernos encontrado con criaturas feroces en una de nuestras campañas en Arnor —interviene ahora Elora.
    —Nos encontramos en la linde del desierto por lo que no debería haber problema, pero me gustaría asegurarme y avanzar un poco más —finaliza Alice.

    Con todo decidido, la travesía continúa durante unos minutos hasta que un puñado de criaturas les interrumpe el paso.

    —¿Qué es eso? —pregunta Kaim, señalando a la distancia unas misteriosas formas, que se contonean persiguiendo a algo.
    —¡Están atacando a alguien! —exclama Haruna—. Parecen un par de goblins siendo perseguidos.
    —Deberíamos aprovechar y rodearlos sin llamar la atención. —sugiere Alice—. Un alboroto podría atraer a algo peligroso
    —¿¡Estás loca!? —interviene Kaim con un grito.

    Casi de inmediato, Anya bate sus alas y se impulsa hacia adelante en dirección a las criaturas. Tras ella, Kaim comienza a correr.

    —¡Esperad vosotros dos! —exclama Alice, estirando el brazo en vano.
    —¿De verdad creías que no irían en su ayuda? —comenta Mayka con una sonrisa—. A ellos no les importa si son Seth o no.
    —Son una pareja divertida —Sonríe Elora.

    Acto seguido, ambas corren tras Kaim y Anya.

    En un instante, Elora alcanza a las criaturas y lanza un puñetazo, pero su enemigo la detiene con su puño.

    —¿Qué demonios son esas cosas?

    Frente a ella se encontraba, una planta de tallo delgado y raíces por pies. Poseía una gruesa cabeza cubierta de pétalos amarillos y en sus manos unos grandes bulbos se abrían y cerraban, formando puños.

    —¡Son flores orchis cazadoras! —exclama Haruna desde la distancia, revisando su bestiario—. ¡Tened cuidado, sus fluidos pueden causar ceguera!

    Una enorme boca se abre en su rostro, mostrando una larga y gruesa lengua y numerosos dientes. La flor contrae los pétalos de su cabeza y lanza un escupitajo a Elora, impactando de lleno en su rostro.

    —¡Maldita sea! —maldice mientras retrocede de un salto—. No puedo ver nada —dice mientras trata de quitar la mugre de sus ojos.
    —Os apoyaré —grita Mayka y apunta su báculo a Elora—. Sensus.

    Una nube amarilla cubre el rostro de Elora.

    “Sigo sin poder ver nada, pero puedo sentir su presencia” piensa Elora, tratando sin éxito de ver sus propias manos.

    —No es un conjuro que esté acostumbrada a usar, no puedo hacer más sin mi túnica —dice Mayka—. No puedo sanarte la visión pero sí potenciar tus otros sentidos.
    —¡Esto es más que suficiente! —exclama al tiempo que el primero de los anillos de sus muñecas comienzan a girar, despidiendo una humareda blanca—. Primera combustión, ¡torbellino!

    Elora lanza el puño hacia adelante, proyectando un ciclón de fuego y calcinando a la criatura.

    —Aún quedan dos —murmura Kaim.
    Celeris pedis —conjura Mayka.

    Los pies de Kaim se rodean de una nube amarilla y su velocidad aumenta. Por otro lado, Anya logra alcanzar a la criatura más cercana a los goblins, una mujer que llevaba a un niño en brazos.

    —Por favor, no nos hagan daño —habla la mujer, agotada y temblando de miedo.
    —No te preocupes, hemos venido a ayudarte —responde Anya, de espaldas a ella.
    —Quédate tras nosotros —añade Kaim cuando finalmente la alcanza.
    —¿Un humano? —comenta incrédula la mujer.

    Kaim gira su rostro y muestra una sonrisa antes de desenvainar su espada. Sin embargo, ambas plantas con una enorme sonrisa en el rostro, desaparecen de su vista.

    —¡Arriba Kaim! —exclama Anya al tiempo que salta, impulsándose con sus alas.

    Una de las plantas escupe hacia Kaim mientras que la otra es interceptada por Anya en plena caída. Kaim logra desviar con su espada el escupitajo pero aquello le impide evitar un puñetazo directo, haciéndole caer al suelo.

    —Ese puñetazo no se parece en nada al de Elora —responde sonriendo y levantándose con presteza.

    Sobre ellos, Anya es enviada de vuelta al suelo por un fuerte empujón, regresando todos a la posición en la que se encontraban en un principio.

    —Son rápidas —comenta Anya.
    —Mayka, aumenta la velocidad de mis brazos en lugar de mis piernas —pide Kaim, dirigiéndo brevemente su mirada a su compañera.
    —Estoy en ello. Dexteritas.

    Esta vez, el humo amarillento cubre sus brazos.

    —Espada de sombra —pronuncia al tiempo que su espada adquiere un tono oscuro—. Corte sombrío.

    Con gran velocidad, Kaim oscila su espada, liberando una hoja de sombra que avanza rápidamente hacia la criatura, quien la esquiva sin dificultad.

    —Estocada sónica.

    Anya sale disparada hacia adelante, pero la criatura evita el golpe y lanza un contraataque, golpeándola en el costado. Sin embargo, Anya sostiene con fuerza el delgado brazo de la criatura, impidiéndole marcharse.

    Cultri ventus.

    Tras pronunciar el conjuro, numerosas cuchillas se forman en el aire y se lanzan contra la criatura, destrozándola en pedazos.

    —Atadura de sombra.

    La onda evitada por la planta cambia de forma tras ella, creando una afilada púa que se clava en el rostro. Luego, con gran velocidad, Kaim lanza una estocada atravesando por completo su cabeza. La criatura cae al suelo, inmóvil.

    —Una vez restringes su movimiento no son nada del otro mundo —comenta Kaim, envainando su espada—. Aunque golpean fuerte.
    —Tuvimos suerte de que no eran de una variedad de flor demasiado astuta —añade Anya, mirando como la planta se devanecía en una polvareda de color verde.
    —¿Estáis bien? —Se gira Kaim hacia ambos goblins.
    —¿Por qué un humano se molestaría en salvarnos? No tenemos nada para pagarte.
    —No necesito vuestro dinero —La rechaza rápidamente, negando con las manos—. Estabais en problemas y simplemente quise ayudar.

    La mujer se echa a llorar y hace varias reverencias.

    —Gracias, gracias. No pensé que quedasen humanos así en este mundo.
    —No hay de qué de verdad —responde algo abrumado.
    —¿Qué hacen un par de goblins como vosotros viajando solos? Según tenía entendido vuestra raza se mueve en grandes grupos —pregunta Alice, quien acababa de alcanzarlos.

    La mujer agacha la cabeza y su alegría desaparece de inmediato.

    —Nuestra aldea... fue atacada —confiesa sin ser capaz de mirarles a los ojos—. Un gran grupo de humanos nos atacó sin previo aviso.
    —¿No hubo más supervivientes? —pregunta Anya.
    —No lo sé... se llevaron a algunos soldados y al resto los mataron, yo y mi hijo estábamos fuera cuando comenzó todo, por lo que pudimos escondernos. Cuando salimos... no quedaba nada.
    —¿Y qué es lo que vais a hacer ahora? —pregunta ahora Kaim.
    —Eso es, ¿a donde os dirigíais? —pregunta ahora Haruna, interviniendo en la conversación como si nada.
    —Sabemos que en el desierto vive otra tribu nómada, aunque no sé cuanto tiempo estarán allí, si no los alcanzo rápido no sé que será de nosotros.
    —Entonces nosotros os escoltaremos —responde Kaim.
    —Ni hablar —niega de inmediato Alice—. No tenemos apenas provisiones, si tomamos un rodeo aún mayor no lograremos llegar a Manarta.
    —Pero no podemos dejarlos a su suerte Alice, no tienen a dónde ir —trata de convencerla Kaim.
    —Si nos paramos a ayudar a cada persona en problemas no acabaremos nunca, no podemos ir ayudando a todo el mundo sin esperar nada a cambio Kaim, no somos una hermandad de caridad, somos un grupo armado.
    —Yo los llevaré —interviene Anya—. No pienso dejarlos a a su suerte.
    —¡Anya! —exclama Alice.
    —Voy contigo Anya —añade Kaim.
    —¿¡Kaim, que demonios crees que haces!?
    —Por esta vez estoy con ellos, Alice —añade Mayka, quien acababa de limpiar los ojos de Elora.
    —¿Pero qué os pasa a todos últimamente? ¿Por qué todos cuestionáis mis decisiones? ¡Yo soy la líder! —grita, señalándose a sí misma con furia.
    —Alice... —susurra Mayka, mostrando una triste expresión.

    Todos quedan en silencio un instante.

    Repentinamente, el suelo comienza a temblar, aumentando en intensidad por momentos.

    —¿Qué está pasando ahora? —comenta Kaim confundido, tratando de mantener el equilibrio.

    Frente a ellos, una criatura sale bajo el suelo, unas piernas gruesas y fuertes, un rostro fornido con una gran melena y dientes afilados, sobre ella, la cabeza de una cabra con grandes cuernos y, al final de su cuerpo, una serpiente por cola.

    —¡Imposible! —exclama Haruna sobresaltada, con los ojos completamente clavados en la criatura.
    —¡Una quimera! —exclama Anya asustada.
    —¡Corred todos al desierto! ¡No podemos enfrentarnos a esa cosa! ¡¡¡Haced lo que queráis pero marchaos de aquí ya!!! —ordena Alice, gritando fuera de sí.

    Un atronador rugido resuena mientras la criatura se prepara para atacar.

    Continuará...
     
    Última edición: 21 Septiembre 2017
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  20.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

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    Hola.

    Me paso para ponerme al día. ^^

    La batalla de Haruna, ha sido interesante, creo que es muy hábil, y eso que es sólo una niña. Me pregunto que serán esos guardianes elementales de los que habla Alice, me parece que son criaturas bastante poderosas.

    Por fín, Kaim despertó, más vale que no siga haciendo tonterías.

    Ahora el equipo va camino al reino de Zonde. No han llegado y ya tienen problemas apenas empezando. Es muy probable que no puedan huir de esa quimera.

    Nos vemos en la próxima oportunidad.

    Saludos.
     

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