Long-fic Códice de aventuras pokémon

Contenido oculto: Antes de comenzar a leer

Antes de leer este fic espero que comprendan que hace mucho tiempo no escribo nada y sepan apreciar que me tomara un momento para "escribir este relato", explico también que esta escrito de la forma mas genérica y no demostrativa posible adrede pues esto representaría un capitulo 2x o 3x de la historia (entiéndase que seria el cap veinte o treinta y algo) y que dependiendo del apoyo que reciba la misma escribiría las bases y comenzaría a relatar toda la historia desde el principio. La principal razón de esto es para sencillamente predicar con el ejemplo de "como debería ser una batalla pokémon políticamente correcta" dejando ver que un fic puede coexistir de forma armónica con una batalla competitiva "real". Sin mas nada que decir pueden proceder a leer.

El día había iniciado agitado como ya era costumbre en esa región, las fuertes corrientes de aire y las temperaturas por lo general templadas daban la falsa impresión de que una tormenta estaba al acecho pero el día había despertado perfecto y sin una sola nube a la vista. Era una típica escena mañanera en la que los sonoros bostezos de un muchacho desmontando una improvisada tienda y dejando sueltos a sus pokémon inundaban el área. No era una región particularmente inhóspita y la ciudad más cercana estaba a la vista a unos pocos kilómetros, aquel chico en cuestión que ahora ya estaba sirviendo las primeras raciones de alimento para su equipo aun se preguntaba porque había decidido acampar en lugar de llegar a la ciudad, uno de esos pequeños misterios que nos acompañan las últimas horas de la noche y tal vez con algo de suerte las primeras de la mañana pero que luego pierden completo sentido.

—Bien chicos, se que les encanta ver el amanecer pero sentí que nos merecíamos un descanso más prolongado.

Su equipo asintió enérgicamente mientras se disponían a comer, eran pasadas las siete de la mañana y aunque el acostumbraba estar despierto a las seis el último tramo del viaje se les había hecho un tanto más escabroso, algunos retos inesperados, la escases de algunos objetos y en especial tener que telefonear a casa, tal vez esa fue la principal razón de querer acampar en lugar de llegar a la ciudad, estos pensamientos se diluían en su mente mientras terminaba su desayuno y se aseguraba de que todas sus pertenencias y su equipo estuvieran listos para partir, el sol ya había calentado más el ambiente aunque los fuertes vientos continuaban y por alguna razón que él no entendía, “Sigue haciendo un frio del demonio”.

Así entonces retomaron su viaje, todos sus pokémon en su cinturón, su “tienda” y provisiones en su espalda y todo con buen pie de camino a la ciudad y en menos de lo que esperaba ya estaba alcanzando el centro pokémon, la nueva urbe aunque no tan grande como se veía a la distancia se le había presentado demasiado gris para su gusto, las calles estaban perfectamente pavimentadas y las aceras excelentemente cuidadas, los edificios no eran demasiado altos aunque si numerosos y las fachadas de las tiendas y locales que abrían sus puertas a los clientes eran para su punto de vista “muy sobrias” tal vez por eso le resultaba todo tan gris, la naturaleza no era algo predominante en este lugar, había visto dos o tres arboles pequeños adornando el trayecto y aunque recordaba haber visto un pequeño parque con lo que parecía ser un pequeño lago desde la distancia tristemente no estaban en su camino en este primer recorrido.

Una vez estando frente al centro pokémon no pudo evitar escuchar a una pequeña pandilla local, el líder de la misma alardeaba el poder de su equipo o alguna tontería así mientras dejaba salir al primero de ellos, el sujeto en cuestión era alto y corpulento, con la piel algo blanquecina y el cabello peinado hacia atrás de una forma un tanto obligada, vestía ropa casual y aunque su estatura le daba la impresión de que era más adulto tal vez tendría un par de años mas que él, por lo que haciendo caso omiso de la pandilla y luego de una rápida ojeada a su primer pokémon simplemente los ignoro y camino tranquilo a las instalaciones del centro pokémon.

—Buenos días enfermera, mi equipo necesitara un pequeño tratamiento, los demás pueden esperar pero estos dos pequeños necesitan algo de urgencia.

Le dijo con mucha educación y algo de duda a la enfermera y recepcionista del lugar mientras liberaba dos de sus pokémon, sabia o tenía cierta certeza respecto al nombre de la misma, solo que no se atrevió a decirle “Joy” pues era una desconocida y no le pareció lo más educado. La enfermera le saludo con una sonrisa pero al ver a sus dos compañeros un Galvantula y Charizard lo fulmino con la mirada.

—Están extremadamente agotados ¿Cuánto tiempo llevan así?, en especial Galvantula está en las ultimas y apenas se mantiene en pie.

Sabía a lo que se refería, últimamente estaba teniendo batallas más y mas seguidas y aunque se había mantenido bien con pociones y bayas nada de eso puede suplantar el tratamiento completo de un centro pokémon, no iba a decirle a la enfermera toda la verdad pero tampoco tenía intenciones de mentirle.

—Hemos estado entrenado muy duro mientras veníamos de la ciudad vecina, he usado algunas pociones y bayas con ellos pero mi reserva se acabo hace un par de días y Jolt es quien lo ha estado pasando peor.

La enfermera suavizo su mirada al ver que no los había mantenido en ese estado solo por hacerse más fuerte, el chico estaba más preocupado incluso que ella por no tener suficientes insumos en su equipo pues al mencionar esto último pudo notar como bajaba un poco la mirada y se le veía avergonzado de pronunciar esas palabras en voz alta, la enfermera estaba a punto de pedirle que los hiciera regresar cuando un enorme Steelix apareció al lado de ellos.

El chico apenas se inmuto al verlo pero sus pokémon se asustaron casi de inmediato y corrieron a resguardarse detrás de él,

—Sabia que tus pokémon eran unos cobardes, tal y como lo eres tú.

El chico de afuera había entrado al centro pokémon solo para molestar, lo cual no era precisamente molesto para él, pero una serpiente de treinta metros en un espacio tan pequeño era algo que no parecía muy sensato y se disponía a recalcárselo pero la enfermera se adelanto a sus palabras.

— ¡Rito sabes perfectamente que no puedes dejar libre a tu Steelix aquí es peligroso, hazlo regresar ahora mismo!

Rito llamo de regreso a su pokémon mientras el resto de sus compañeros se unían a él y hacían énfasis en la reacción del Galvantula y el Charizard, sus burlas eran muy variopintas pero realmente no causaban que el semblante del chico cambiara, sencillamente él se limito a darse vuelta para encarar a la enfermera y pedirle que por favor curara a sus pokémon pues tenía algo de prisa por alejarse de ese lugar, al escuchar sus palabras las carcajadas se volvieron más notorias y los insultos mas filosos “ve a esconderte con tu mami”, “es una gallinita cobarde como sus pokémon”, “vas a llamar a papi para que venga a salvarte”. Pero algo que ellos no esperaban ocurrió al escuchar este último, la cara del chico antes tranquila se volvió una de furia y rencor girándose de golpe para encarar a Rito.

— ¡Enfermera por favor restaure la salud de mis pokémon, voy a barrer con esta panda de inútiles!

La expresión del chico se había afilado a tal punto que algunos de los compañeros de Rito se amedrentaron, pero este solo se reía dándoles más valor a sus minions para que continuaran insultándolo, la enfermera respiro profundamente y cuando estuvo a punto de decir algo pudo ver la mirada del chico, estaba determinado a batallar y por lo que ella había visto de sus pokémon tal vez sus palabras no fueran tan vacías, así que se dispuso a curar a los pokémon del chico y luego de unos instantes condujo a ambos a la arena de batallas del centro pokémon.

—Oye chico, Rito no es cualquier fanfarrón, el realmente es muy fuerte. Tal vez deberías reconsiderar el pelear contra el de una forma tan…

El chico negó con la cabeza y le dijo en voz baja

—Mi nombre es Inuy, puede que sea fuerte pero no sabe nada sobre pokémon, solo observa, esto va a estar a un nivel completamente diferente.

Inuy se encamino a la arena en la que Rito ya estaba alardeando del poder de sus pokémon diciendo a viva voz cual usaría para derrotar al “alfeñique” mientras sus amigotes lo secundaban, al llegar y estar ambos la enfermera se dispuso a comenzar el encuentro,

—Sera una batalla de tres contra tres entre Rito e…

De golpe fue interrumpida por el chico y un grito de parte de este.

—Yazz, todos me conocen como Yazz en las batallas pokémon.

La enfermera no entendió de buenas a primeras porque se colocaría un mote para su nombre de entrenador pero indistintamente del mismo procedió a comenzar la batalla.

Rito lanzo a su primer pokémon, un Staraptor y Yazz lanzo a Jolt, al estar frente a frente Jolt se vio completamente intimidado por la mirada y presencia de Staraptor por lo que su primer instinto fue intentar esconderse lo que causo las rizas de todos en la arena, pero Yazz estaba completamente contento, incluso una pequeña y malévola sonrisa asomaba en su semblante, al momento en el que la enfermera Joy dio la orden de comenzar Staraptor alzo el vuelo, Rito estaba ya dispuesto a lanzar su primer golpe cuando la mirada a su oponente le helo la sangre, por su parte Yazz analizaba la situación mientras se repetía una y otra vez en su cabeza “demonios, atacar o defender, destruir o preparar”, sacudió la cabeza entonces y se dispuso a dar las ordenes con las que se sentía mas cómodo.

—Vamos Jolt hagamos lo que sabemos, usa red viscosa.

La orden de Yazz resonó en el aire y ante los atónitos ojos de los brabucones Rito había retirado a su Staraptor, por alguna extraña razón que no podían entender él había retirado a su pokémon algo que por lo general no ocurría nunca, Rito siempre aniquilaba a sus oponentes de uno o dos golpes de sus pokémon el nunca se acobardaba pero ahora estaba haciéndolo y ante un pokémon débil al suyo y que estaba completamente intimidado.

Por su parte al escuchar su voz Jolt empezó a trabajar lanzando unas redes pegajosas por todo el área de combate, los demás no lo notaron, pero la enfermera Joy si y al ver la cara de Rito se podía evidenciar que el también, aquella araña miedosa era demencialmente rápida.

Así el campo se lleno de telarañas y Rito lanzo a su siguiente pokémon, su poderoso Steelix que al entrar al campo se vio disminuido y enredado con la red pegajosa que Jolt acababa de soltar por el campo, Rito se mostro tranquilo al ver como su pokémon rompía alguna de las telarañas y se incorporaba pero ahora estaba seguro que su decisión fue la mejor y aunque por su parte sus compañeros comenzaban a incordiarlo sobre su decisión él se mantenía calmado, una vez mas ambos entrenadores se veían las caras unos a los otros y a los pokémon de su rival y en esta ocasión fue Rito quien se adelanto.

— ¡Steelix aplasta a esa araña con tu cola férrea!

La orden fue dada con una enorme fuerza y Steelix se dispuso a atacar con su potente cuerpo que emitía un brillo metálico y se disponía a aplastar sin más dilación a la “pequeña” araña que tenía delante, pero Yazz por su parte estaba esperando algo tonto pero no tan tonto.

—Esto tiene todavía menos sentido de lo que imagine, ¡Jolt usa zumbido impacta el punto de apoyo de Steelix con el suelo!

Jolt con una velocidad endemoniada se separo del ataque de Steelix y como una canción emitida por todo su cuerpo unas ondas empezaron a salir disparadas al punto en el que el abdomen de Steelix tocaba el suelo, el impacto fue fuerte pero Steelix se repuso y no parecía haber sufrido daño alguno, Steelix continuaba lanzando coletazos sin parar pero la velocidad de Jolt quien como un bailarín se paseaba por la telarañas mientras Steelix se enredaba mas y mas y solo fallaba

—Alto Steelix, su Galvantula es muy rápido mejor pasemos a la artillería de alto rango ¡utiliza terremoto!

Pero antes de que dicha orden se llevara a cabo el Galvantula de Yazz fue sustituido por su Charizard y el terremoto de Steelix paso bajo sus pies mientras este ultimo volaba tranquilamente sin inmutarse si quiera y una vez más Rito pudo ver la cara de Charizard lo mismo que vio antes en Galvantula, estaba asustado y esto aunque él no lo entendía lo hacía dudar pero no iba a dejar que ese dragón miedoso le hiciera retroceder, sabía que Steelix podía derrotarlo, no era la primera vez que enfrentaba pokémon de tipo fuego o volador, ya había estado en esta situación antes y por eso había enseñado el poderoso movimiento roca afilada a Steelix, esto acabaría rápidamente.

— Steelix ahora utiliza roca afilada…

La orden y su voz fueron opacados por un brillo en la muñeca de Yazz, así como también en la cola de Charizard, apenas lo había notado pero tenía algo, un adorno en la cola y este brillaba y resonaba con una pulsera de su entrenador, de golpe esa energía envolvió a Charizard transformándolo completamente en algo nuevo, era un pokémon completamente diferente y Rito no podía entender lo que estaba pasando, sus ojos lo engañaban pero sus oídos no y para sacarlo de su estupor aquel pokémon extraño a sus ojos emitía un brillo descomunal, de pronto la temperatura de la arena se había vuelto insoportable como si el sol del mediodía en el verano más caluroso acabara de posarse sobre ellos.

—Garmit, déjale sentir el calor del sol en todo su cuerpo, ¡lanzallamas!

Garmit se disparo como un torpedo sobrevolando el recinto y al abrir sus fauces baño a Steelix con un devastador lanzallamas, Rito sabía que Steelix podría resistir cualquier ataque por fuerte que fuera pero aun ante sus desconcertados ojos su pokémon se debilito, tardo un poco en entenderlo el pequeño golpe de la araña había sido solo para eso, todo para causar el daño mas mísero a su Steelix para dañar su robustez.

Todos en la arena estaban atónitos y ante sus miradas Yazz no pudo hacer más que reírse.

—Es un Mega-Charizard Y, se nota que realmente no conocen demasiado sobre las megaevoluciones por estos lados.

Rito dejándose llevar por la rabia lanzo a su siguiente pokémon, en quien más confiaba y que sabía que su poder no le fallaría su Staraptor, había sido su compañero más acérrimo y antiguo, era el primer integrante del equipo y con su poderoso ataque había conseguido victorias contra pokémon incluso más experimentados y en las peores situaciones, su confianza estaba en el.

Al entrar en batalla una vez mas Staraptor intimido a su oponente quien aun a pesar de estar envuelto en los poderes “Mega” no podía evitar ser un miedoso y se espanto al verlo, por su parte Yazz sonrió y dedico algunas palabras de aliento a su compañero mientras Rito se preparaba para reanudar el combate.

—Dale con todo lo que tienes, ¡usa tu poderoso pájaro osado Staraptor!

Su pokémon tomo impulso y envuelto en una energía enorme se dispuso a estrellarse contra su oponente pero no fue Garmit quien recibiría su ataque seria Jolt. Yazz había cambiado de pokémon en el momento más extraño y más aun sabiendo que un ataque tan poderoso debilitaría a su pokémon pero para sorpresa de Rito y de todos en la arena en el momento en el que Staraptor impacto a Jolt este no solo recibió el ataque si no que lo resistió gracias a una extraña banda amarrada en su pata delantera izquierda la cual al recibir el ataque resplandeció como si parte del ataque fuese absorbido con ella y luego quedo opaca y gastada como si de un trapo roto se tratara.

Staraptor se incorporó de nuevo el pájaro osado pasaba una gran factura luego de usarse y Rito lo sabía, al mirar a su oponente pudo ver que Galvantula apenas se sostenía en pie así que sin pensarlo dos veces ordeno a su pokémon que repitiera su ataque, pero esta vez la sorpresa para él fue mayor. La orden de Yazz fue “voltio cambio”, no reconocía semejante ataque pero la araña se envolvió en una potente carga eléctrica y se abalanzo contra su pokémon quien fue golpeado y derribado y aun más sorprendente la muy debilitada araña volvió a la pokebola de Yazz permitiéndole cambiar de pokémon poniendo al dragón mega una vez más frente a él.

En las gradas sus compañeros estaban como estatuas, la enfermera Joy lo miraba con algo de preocupación, sabía lo que ella estaría pensando, sabía lo que todos sus amigos estarían pensando debía remontar la batalla y lo haría con el pokémon mas fuerte de su arsenal, uno que se enorgullecía de mostrar y al que consideraba su mayor logro.

La pokebola de Rito cayó sobre la arena dejando salir a un potente Alakazam, este a diferencia de sus demás pokémon llamo la atención de Yazz quien luego de observarlo un instante sonrió un poco.

—Ese pokémon jamás lo hubiese esperado en tu equipo.

Alakazam se mostraba amenazante y Rito volvió a relajarse, si bien Alakazam no era el pokémon con el que mejor se llevara puesto que el no encajaba en su estilo de combate lo cierto es que el potencial ofensivo de este último era uno de los más altos en su equipo y en estos casos era lo que necesitaba.

—Ya hemos hablado mucho, ¡vamos Alakazam utiliza psíquico!

Yazz no pudo evitar soltar una carcajada y rápidamente dio su orden.

— ¡Utiliza maquinación!

La risas de Yazz resonaron en Garmit, pero esto no amedrento a Alakazan y muchos menos a Rito pero el potente ataque psíquico de su pokémon no impacto, Rito una vez más ordeno que repitiera el ataque y Alakazam atacaba sin cesar pero sus ataques no parecían surtir ningún efecto.

—Dejemos de jugar, ¡usa pulso noche Zoru!

Mega Charizard Y fue envuelto por una energía muy rara y oscura que se disparo como un pulso expandiéndose por la arena y aunque Alakazam hizo lo posible por evitarla el golpe le impacto dejándolo fuera de combate se un solo golpe.

Luego de la batalla Rito se desplomo en el suelo, sus compañeros de pandilla ni si quiera intentaron acercarse ninguno podía creer lo que estaba ocurriendo pero para sorpresa de todos Yazz se había acercado a Rito y junto a él estaba la enfermera Joy.

—Zoroark puede tomar la apariencia del ultimo pokémon en tu equipo, si usas esto con estrategia puedes sorprender a cualquier pokémon psíquico con la guardia muy baja, también debes cuidar

Le decía mientras le extendía la mano para que se pusiera de pie, este último apenado aceptaba y se levantaba despacio y con la mirada baja.

—Vamos a recuperar a nuestros pokémon, aun nos queda un largo camino por recorrer a ambos.

Estas últimas palabras animaron un poco a Rito por lo que pudo levantar la mirada y al darse cuenta de que Yazz no lo decía solo para hacerlo sentir mejor, el había estado en su lugar, por su semblante parecía que más veces de las que le gustaría admitir pero estaba acostumbrado a las derrotas más humillantes y aun estaba allí dispuesto a mejorar para seguir fortaleciéndose.

— ¡Seré mas fuerte! Y cuando lo sea volveré a retarte.

—Eso espero, la liga pokémon esta próxima y si no mejoras no podrás llegar muy lejos en ella, puede que no lo creas pero esta batalla estuvo más ajustada de lo que imaginas.

Esto último restauro el ánimo de todos en la arena, incluso la pandilla de Rito se acerco a él y comenzaron a animarlo, el no se había planteado si quiera ir a la liga pokémon y este extraño ya daba por hecho que el podría asistir y tener una buena participación, esto sería su compromiso.

— ¡Nos volveremos a encontrar en la liga!

Así la batalla termino y Yazz pudo retirarse del centro pokémon ya con todas sus energías renovadas pero antes de irse lo esperaba un pequeño interrogatorio mas, la enfermera Joy que le entrego al resto de su equipo ya restablecido quería saber más de él.

—Galvantula, Zoroark, Metagross, Garchomp, Whimsicott y Mega-Charizard Y. Eres un entrenador muy poderoso para estar por esta área, ¿Por qué te haces llamar Yazz?

La enfermera se veía curiosa y aunque él no tenía demasiadas intenciones de revelar toda su vida tampoco se avergonzaba de su nombre.

—Mi padre es bastante bromista, me nombro Inuy al nacer y desde siempre en casa me llamaban Yazz, creo que es una especie de broma de él a mi madre, ahora debo irme espero que Rito aprenda de esta derrota, tanto como yo aprendí de las mías

Lo decía con una pequeña y melancólica sonrisa mientras daba la espalda y se retiraba del centro pokémon para retomar su viaje y aventura.