Apocalipsis Z Madrid

Rosus Bralo

—¡Fruta madre! —Pensé mientras la mujer poco a poco retrocedía y el montón de personas iban tras ella, le hice señas para que corriera, no quería llamar la atención de la turba y volví por donde había venido, y el hombre se encontraba ahí inerte de pie.... —Soy lo suficientemente paranoico para creer esta mamada ¡Joder!, que son unos putos Zombies... —pensé mientras miré la puerta entreabierta al lado del hombre y luego me percaté del ascensor. —Un momento... ¿Si utilizo el ascensor? puedo... puedo llegar a planta baja de una sola vez. —caminé hasta el ascensor y justo cuando estaba frente a él, se me vino otro pensamiento... —Un momento... si dentro del ascensor hay de estas criaturas se armará la grande en este pasillo... Es más, capaz el estúpido Zombie que no me ha oído se percate de mi presencia.... —fruncí el ceño en silencio maldiciendo la situación en mi mente. —Mejor examinemos el piso superior... —volví a las escaleras pero esta vez decidí subir al cuarto piso del edificio.

• Ascender por las Escaleras

 

Ian Chaskel

—Oh no... oh, maldita sea... —era realmente morboso ver aquello: los labios descarnados del vejete y el cuerpo del chico con algún que otro espasmo involuntario. Lechuga no paraba de ladrar hacia el anciano. —Tenemos que... tenemos que sortearlo... el vagón que se encuentra detrás de él está abierto... podemos... podemos meternos ahí. —tragó saliva y dejó el perro en manos de la chica. Lechuga seguía ladrando. El anciano era un simple viejo, aunque claro... ahora un zombie o lo que fuese. Ian tenía una contextura física superior y estaba en forma... podría reventarle la cabeza sin problemas... ¿no?

 

Kalevi Westermann

—No… —respondió la camarera— es decir, las ventanas tienen persianas, pero no estoy segura de si son de metal, o qué tan resistentes sean —pareció meditar por unos momentos ante la mirada expectante del joven, que se había colocado sus lentes por sobre sus cabellos—. Pero debemos cerrar la cafetería cuanto antes, en eso estamos de acuerdo.

La joven, que parecía ser de su edad ahora que se fijaba mejor, se dirigió hacia la puerta que se encontraba detrás de la barra. No hizo falta que le hicieran la seña dos veces: Kalevi entendió que debía presentarse él también ante la persona que dirigía aquel establecimiento. Miró a sus espaldas, nervioso, sabiendo que podrían entrar en cualquier momento. Como todo pareció estar en relativa calma, atravesó la puerta del despacho del jefe de la camarera, un hombre gordito y casi pelado que no parecía tener paciencia.

Cuando el hombre preguntó qué quería Elena, Kalevi tomó la palabra. El tiempo apremiaba, por lo que fue directo al grano.

—Debemos cerrar la cafetería —dijo en español, pero con marcado acento extranjero—. Bajar las persianas, cerrar la puerta y montar una barricada sobre ésta... Ahí afuera... Es una locura. Las noticias hablan de gente enloquecida asesinando a otros en plena calle. Yo lo he visto. Y están tratando de entrar.

Espero impaciente la respuesta del jefe.

 

Cassandra Baker

Corres sin parar, temiendo que alguien pueda estar persiguiéndote. De vez en cuando te encuentras con alguna persona que parece haber enloquecido, no entiendes nada. ¡Es como si la ciudad entera se hubiese vuelto loca! Sigues por algunas callejuelas estrechas hasta que, finalmente, logras llegar a una pequeña plaza de una única entrada. Casi parece más bien un patio, pero te basta para dar esquinazo a cualquiera que pudiese estar detrás de ti. Te sientas a tomar un respiro, ha sido una larga carrera. Prestando más atención al lugar que acabas de llegar, no ves muchas ventanas por los alrededores así que descartas que sea un patio común. En la pared de la derecha hay una puerta de hierro, no sabes adónde da, pero puedes intentar Abrirla. También puedes permanecer un poco más de tiempo para Descansar o Registrar (9) (elige solo una de las dos). También puedes Salir del patio si lo prefieres, pero si la fortuna te ha llevado hasta aquí será por algo...

Rosus Bralo

Has decidido tratar de hacer señas a la mujer para ayudarla sin alertar a los zombis; pero tienes dudas de que haya visto tus señas. Con estas dudas en mente, asciendes hacia el cuarto piso. Aquí todo parece más tranquilo, no hay nadie a lo largo de todo el pasillo. En este piso también puedes acceder al Ascensor, todas las puertas parecen estar bien cerradas, no podrás acceder a ninguna a menos que decidas forzar algún cierre con una tirada de Robo (10). Al otro lado del pasillo divisas otras escaleras que Descienden de piso, aunque tampoco podrías subir más pisos, éste es el último.

SinB

NOTA: Debes dejar tres elementos al completo, es decir, si decides dejar los yogures debes dejar los dos yogures, si decides dejar las naranjas debes dejar las tres y así sucesivamente. Edita tu post con las tres cosas que dejarás atrás antes de continuar.

Sales del piso y bajas al garaje atenta de lo que te puedas encontrar, pero no ves nada destacable. Hay muchos coches así que te resulta difícil detectar cualquier cosa que pueda estar escondida, no te queda más remedio que seguir con cuidado. Sigues por el camino que consideras más seguro y... Realiza una tirada de Detección (8), si la superas oyes un extraño ruido algo obsceno. Sea lo que sea es muy probable que no quieras verlo, sería recomendable que acto seguido hicieses otra tirada de Sigilo (9). Si fallas cualquiera de las dos tiradas te encontrarás con algo desagradable...

Ian Chaskel

Analizas tu situación. Tienes dos opciones: o te enfrentas en Combate contra el anciano caníbal o lo eludes con una difícil tirada de Acrobacia (12), debes ser rápido para rodearle y entrar al siguiente vagón sin que te atrape y cerrar la puerta antes de que te persiga. Además, vas con la chica así que también tendrás que realizar la misma tirada de Acrobacia (12) por ella, teniendo en cuenta que la suma de su agilidad y acrobacia es 3. Si decides iniciar el combate, tú superas la agilidad del anciano por lo que darás el primer golpe.

Kalevi Westermann

El jefe te mira incrédulo. ¿Un cliente dándole órdenes? ¡Ni muerto! Se gira y te mira muy fijamente.

- ¿Cerrar? ¿Estás loco? ¿Sabes el dinero que perdería si hago eso? Ni hablar, este local permanecerá abierto, sin peros. Y tú, Elena, vuelve al trabajo. No te he dado permiso para que descanses.

Gente enloquecida... Qué absurdo, parecía ser la típica broma de los jóvenes. No saben hasta qué punto las bromas dejan de serlo, tenía claro que si insistían con el tema echaría a ese patán de su negocio y sería el último día laboral de Elena. Sin embargo, el violento crujido de los cristales impiden que tomase cualquier medida.

- ¿Qué demonios está pasando?

El jefe se levanta sobresaltado y está a punto de salir a mirar qué está ocurriendo en SU local. Podéis oír golpes, crujidos, cosas rompiéndose, gritos... ¿Vais a Mirar qué está pasando? ¿Dejaréis que sea el jefe quien lo compruebe? ¿O vais a Cerrar rápidamente la puerta?

Decisión de karma: Si cerráis la puerta estaréis a salvo de cualquier cosa que pueda estar pasando, pero no dejaréis que se salve nadie. No obstante, si dejáis la puerta abierta permitiréis que entre cualquiera, tanto lo bueno como lo malo. Esta decisión la puede tomar tanto Kalevi como Elena.

 

Kate Nolan

¡Las escaleras de emergencia, por fin!

Me giré levemente para comprobar si realmente esto era real y me encontré con la ventana de mi piso, estupido diseñador que quería que muriera dentro de mi casa al no tener accesible una ruta de escape, si esto no fuera un apocalipsis estaba segura de que me iría a discutir con el dueño del edificio para decirle mi inconformidad, aunque sabía que eso no iba a llegar a mucho.

Las cosas en las calles no parecían ser lo mejor, las personas corrían de un lado a otro al igual que esos zombies que se enfocaban en asesinarlos, miré a Hell y noté como sus fieros ojos seguían a los zombies y mostraba sus dientes para mostrarles que no se acercaran a el, lástima que no supiera que esas cosas no podían entenderlo. Tomé algo de aire para tranquilizarme y le hice una señal a Hell para que me acompañara a subir las escaleras, estaba claro que bajar no era una agradable opción.

 

Kate Nolan

Decides subir las escaleras. Por suerte para ti, las escaleras llevan a todos los pisos. ¿A qué piso quieres ir? ¿Vuelves al Primero, vas al Segundo, al Tercero o al Cuarto? Todavía tienes la opción de Bajar si decides cambiar de idea.

 

Kate Nolan

Hell se mantenía a mi lado, expectante de cualquier decisión que tomara, las escaleras parecían conectar todos los pisos del edificio así que eso me permitiría desplazarme con mucha facilidad por los pisos que decidiera, así que... para tener una clase de orden descendente en caso de que tuviera que ir a la calle, me dirigí hacia el cuarto piso del edificio y antes de decidir si entrar o no, me quedé en silencio observando cómo era el piso en el que estaba.

—No quiero entrar sin estar segura, Hell...—murmuré acariciando levemente su cabeza, el también estaba observando el pasillo que conectaba donde estábamos.

 

Kate Nolan

Observas a través del ojo de buey que tiene cada puerta el interior del cuarto piso. Está totalmente desierto, dentro hay mucha tranquilidad, demasiada... O puede que sean solo imaginaciones tuyas. ¿Entrarás o decides ir a otro piso?

 

Kate Nolan

No parecía haber absolutamente nada dentro de las puertas del cuarto piso y eso me asustaba demasiado, ¿dónde estaban todas esas personas que deberían estar aquí? ¿habrían salido? ¿estarían muertos dentro de sus hogares? No lo sabía con exactitud, gruñí con cierta frustración y mantuve el cuchillo que había encontrado en mi casa cerca de mi, preparado para defenderme si era necesario.

—Mantente cerca —le ordené a Hell, y lentamente me adentré al piso de forma silenciosa, tratando de apoyar mis pies lo menos posible para ver mejor que había allí, si no me agradaba lo que veía era casi seguro que iría a otro piso, pero necesitaba estar segura.

 

Kate Nolan

Entras en sigilo al cuarto piso, pero no parece necesitarlo: sigue sin haber nadie. Lo único que encuentras llamativo es una de las puertas que está atrancada con una escoba, a modo de seguro improvisado, y con sangre están escritas las palabras "NO ABRIR". Puedes ignorar el aviso y Abrir la puerta, o bien Bajar por las escaleras interiores o Retroceder hasta las escaleras de emergencia.

 

Kate Nolan

El piso estaba terriblemente desértico, no se podía escuchar absolutamente nada de vida y gracias a eso podía escuchar mi corazón latir de todos los nervios que tenía acumulado en mi cuerpo, de vez en cuando Hell me empujaba ligeramente con su cuerpo para tranquilizarme un poco y se lo agradecía con pequeñas caricias.

Mientras caminaba, pude ver una puerta que estaba trabada con una escoba y una nota escrita en sangre advertía sobre no abrirla. Me detuve frente a ella unos segundos pensando si algún valiente había colocado a los zombies dentro y con su sangre había escrito esa advertencia. —Bueno... creo que esa persona lo habrá escrito por algo... —murmuré mirando a Hell sin convencerme demasiado del tema, pero no lo abriría, no me arriesgaría.

Seguí caminando y vi las escaleras de ese piso, pero no las usaría, prefería tener la ventaja de las escaleras de emergencia, por el momento exploraría con cuidado el tercer piso, observando primero antes de adentrarme, al igual que lo había hecho en el cuarto piso, ya allí decidiría en cual de los pisos debería buscar cosas.

 

Rosus Bralo

—Intentar adentrarme en algún apartamento lo veía complicado. —a lo lejos en las otras escaleras, me pareció divisar a una persona bajando las escaleras —¿Estará infectado? —me preguntaba, mientras me dirigía con sigilo hacia dichas Escaleras.
—Creo que bajó ¿no? —comencé a descender poco a poco con el menor ruido posible, a ver si observaba al personaje y su "reacción".

Contenido oculto

Angelivi

 

Cassandra Baker

Casi sintió el mundo a su alrededor detenerse durante los segundos en los que giró la última calle, expectante, anhelando encontrarse bien encaminada. Cada respiración ardía en sus pulmones, y los pies la estaban matando a cada paso. Sabía que era ahora nunca; si la suerte no estaba de su parte, era probable que no saliese de esta.

Pero al parecer el destino aún le tenía reservados varios ases bajo la manga, y le dejó continuar su recorrido a salvo hasta el final, pudiendo resguardarse en la pequeña plaza escondida entre los edificios y matorrales. Desfallecida, se dejó caer, apoyada contra la pared, y se acurrucó en un intento por ocultarse del mundo y pasar desapercibida al menos, durante unos segundos.

La calle estaba sumida en un silencio sepulcral que hizo ponerle los pelos de punta.

—Esto no puede estar pasando. ¿Qué ha ocurrido durante mi horario de trabajo, la Tercera Guerra Mundial? —se quejó entre dientes, sintiéndose una completa lunática. ¿Y si tan solo se trataba de eso, que había perdido la razón? Quería creerlo, pero todo lo que había pasado frente a ella se había sentido tan... real—. Por ahora creo que lo mejor será encontrar a otras personas, no me siento segura estando sola en este estado.

Y como si hablar para sí misma le infundiese nuevos ánimos, se levantó no sin cierta dificultad, y tras romper la punta de sus tacones para suavizar el empeine volvió a calzarse de nuevo. Un problema menos, ahora sólo quedaba encontrar señales de vida en las proximidades. Comenzó a llamar a su alrededor mientras se paseaba por la zona segura, sin dejar de observar cada detalle que captase su atención. Pronto, una puerta metálica fue su máxima prioridad.

Se acercó a ella casi sin vacilar, y colocó su mano sobre el pomo, empujándola con suavidad hacia sí misma. Quizás, deseaba, diese al interior del edificio, y podría subir hasta su punto más alto para pasar la noche con la mayor seguridad posible. No sabia cuánto duraría esa locura, pero deseaba que su estadía allí fuese suficiente.

 

Ian Chaskel

Estaba aturdido y el corazón parecía que se le iba a salir del pecho. No razonaba muy bien y su instinto de supervivencia; aquél instinto animal tan escondido en lo más profundo del cerebelo se despertó como una luz. La adrenalina movía sus extremidades y su razón ya parecía olvidada en esos segundos que debía de pensar o reaccionar. Y reaccionó sin más, sin pensar, lanzando por la borda su estilo de vida. Nunca dejaría la vida por nadie más que por él mismo pero en esos momentos donde su lado primitivo salía a flote, se sorprendía de él mismo viendo como uno de sus puños, macizos como una roca, se dirigía justo a la quijada del anciano con el afán de apartarlo del camino para poner a salvo a aquella mujer que no le debía nada...

Contenido oculto

Por lo que entendí no debo lanzar un dado d12 caras, solo agilidad + pelea, verdad? por las dudas lanzo el dado igualmente... xD

Agilidad (2) + Pelea (2) = 4

 

Kate Nolan

Regresas a las escaleras de emergencia y te dispones a observar el tercer piso desde la puerta. Ves que dentro hay algunos hombres y mujeres que parecen vagar sin rumbo. Cuentas hasta 9 personas. Puedes Entrar o bien Ir a otro piso.

Rosus Bralo

Bajas por las otras escaleras hasta la tercera planta, allí ves a un hombre de pie en mitad del pasillo. Está mirando hacia tu dirección, pero aún no te ha localizado. A juzgar por su ropa, ya le has visto antes. Tal vez podría ser una buena idea Hablar con él, también puedes Descender o Ascender de piso. Recuerda que todavía puedes registrar las zonas que hayas visitado siempre que no te encuentres con ningún obstáculo.

Cassandra Baker

Giras el picaporte de la puerta de hierro, pero no se abre. Sin embargo, tu intuición te dice que lo mejor será Esperar. Mientras que estás en este lugar seguro puedes organizar tus ideas o realizar alguna de las acciones recomendadas antes. La paciencia trae sus recompensas.

Ian Chaskel

Arremetes contra el zombi con Éxito inflingiendo 2 puntos de daño. Al golpearle, un trozo de carne se desprende de su cuerpo, resulta desagradable. Sin embargo, y a pesar del fuerte golpe que habría tumbado a cualquier persona normal, el anciano no parece haberse inmutado y contraataca.

Zombi anciano ataca.

-Zombi anciano- Pv: 2 / 4
Fuerza: 3
Resistencia: 2
Agilidad: 1

Contenido oculto: Habilidades

Pelea: 1
Acrobacia: 0

Contenido oculto: Pasivas

Infección Zombi - Cualquier ataque realizado con éxito inflingirá 5 puntos de infección.

Contenido oculto: Aclaración

Para decidir si se acierta el ataque se usa una tirada de Agilidad y la habilidad que se esté usando. Siempre que diga "tirada" se realizará una tirada de dados, en nuestro rol siempre será un d12 salvo si se especifica otro dado. Por lo tanto SÍ se hace la tirada, que ya la he contado, y para calcular el daño NO se realiza tirada.

Ataque enemigo: 11+1=12
El segundo dado del ataque enemigo lo tiré sin querer. XD

 

Cassandra Baker

Golpeó la puerta en un arranque de ira al comprobar que, efectivamente, el pomo no cedía. Estaba cerrada. Maldita sea... ¡Estaba cerrada! ¡Había acabado en otro callejón sin salida! ¿Y ahora qué?

Irritada, pero por sobre todo, angustiada, comenzó a caminar por los alrededores, intentando mantener la calma. Se había dado de bruces contra la única esperanza que había visto brillar ante ella, y ahora... volvía a estar como al principio. Perdida. Desorientada. Sola. Un repentino escalofrío recorrió su espalda.

Pero no iba a rendirse tan pronto. Haciendo acopio de las fuerzas que aún le quedaban intentó registrar el lugar en el que se encontraba, intentando así buscar algo, cualquier objeto que le fuese de utilidad.

Aún era muy pronto como para darse por vencido.

 

Kalevi Westermann

El jefe de la camarera miró a Kalevi de un modo tal que éste se sintió como un fenómeno que había llegado para impresionar a aquel hombre con su sola presencia. Luego le respondió con las negativas habituales de alguien que sólo piensa en sus bolsillos. El joven había esperado que no le creyeran. El televisor seguía sin recibir señal y su sonido comenzaba a resultar molesto. Saltaba a la vista que el dueño del local estaba desinformado. ¡Él había visto las noticias hacía unos minutos! Sintió que sus nervios volvían a tratar de jugarle una mala pasada.

Estuvo a punto de replicar cuando, a sus espaldas, resonó el estallido de un cristal. Kalevi se dio la vuelta con un sobresalto, mientras el jefe murmuraba un “¿Qué demonios está pasando?”. La puerta seguía abierta. Por el umbral entraban sonidos poco tranquilizadores. Lo peor, sin duda, eran los gritos de la gente.

Kalevi notó que el dueño del local comenzaba a acercarse a inspeccionar. Aquel hombre no le había respondido de la mejor manera, pero el chico comprendía su posición: no creería nada hasta verlo con sus propios ojos, como de hecho la acababa de pasar. Mas, no podía permitir que ni él ni la camarera asomaran la cabeza por la puerta, por lo que se adelantó y se asomó por la puerta para mirar qué ocurría en la cafetería.

 

Ian Chaskel

El sonido fue pastoso; vio como parte de la quijada del anciano se desprendía como carne vieja. Retrocedió un poco, si aquella cosa aún se mantenía en pie seguro sería imposible derribarlo. Pero cuando dio un paso atrás el anciano dio uno adelante e Ian se preparó para defenderse como podía, con los puños y patadas, de ser necesario.

Contenido oculto

Dado (6) + Agilidad (2) + Pelea [Habilidad] (2) = 10

Esquivar
Dado (2) + Agilidad (2) + Acrobacia (2) = 6

 

Rosus Bralo

Observé al pasillo y distinguí al hombre de antes estático, aúnen la misma posición, supuse que estaba infectado, así que decidí en cambio bajar las escaleras y Descender de piso, quizá logre volver a ver a la mujer de antes, ojala se encuentre bien. No obstante, pudiese ser que la turba me persiga a mi también, de manera que fui con cautela.