Meiling Me senté en la silla que Orgen como todo un caballero abrió para mí, estaba encantada cada cosita que nos rodeaba era sencilla pero hermosa, Pancham se sentó en mis piernas viendo todo lo que él hizo: - Orgen, esto es hermoso – dije sonriendo sonrojada – jamás nadie había hecho algo como esto para mí – agacha la mirada a Pancham para que no viera mi timidez.
Orgen Meiling se sentó en la silla y yo me dirigí a la mía, que se encontraba al otro extremo. —Orgen, esto es hermoso. —me dijo. Yo me sonrojé un poco y me senté. —No hay nada más hermoso que tú. —le respondí, tomé mi tenedor y le dediqué una sonrisa. —Espero que disfrutes la cena. —comenté, mientras comencé a comer poco a poco. Por otra parte, Matuku estaba debajo de la mesa acostado al lado de mis pies. Contenido oculto @Sweet Guardian Angel
Meiling — Orgen, esto es demasiado, ¿porque haces esto por mi? - cuestione sonrojada y aparando la mirada, en serio me sorprendida que el pudiera hacer todo esto y solo por mi, estaba cautivada y a la vez asustada.
Orgen Ella me cuestiona sonreí e ingerí el bocado que estaba masticando para responderle. —¿No es obvio? porque de ahora en adelante te protegeré como tu novio, y tú me darás tu apoyo y tu mano cuando el abismo quiera consumirme. —respondí,. mientras le lancé un beso al aire y le guiñaba el ojo. —Ahora tengo una nueva responsabilidad, y contarás conmigo para cualquier cosa. —volví a comer un poco mientras la veía directo a sus ojos.
Meiling suspire y seguí comiendo aunque estaba desconcertada, me encantaba que Orgen hiciera esto por mi y que ahora si me considerara su novia pero aun había algo que me preocupaba, apreté la mano y me levante de la mesa para luego alejarme e ir al balcón a recibir un poco de aire, no lo soporte y deje que las lagrimas salieran de mis ojos: — tengo miedo — susurre sin dejar de sollozar, sentí a Pancham en mi pierna así que lo cargue y lo abrace para intentar calmarme, pero eso no funciono, seguía sintiéndome igual.
Un cálido sueño se había apoderado de mi en aquella cama tan cómoda y suave, pero luego de un tiempo despierto a causa de un movimiento en mi cama, lentamente abro los ojos era picachu con Pidgey jugando no recordaba en qué momento lo saque de la pokebola. *Vaya ¿me quedé dormido con esta topa?No logro entender como dormí así hasta con la mochila puesta aún tengo*me senté en el borde de la cama y allí me saqué la mochila para sacar ropa limpia y luego dejarla en un costado en el suelo. —Pikachu, Pidgey, voy a bañarme no hagan despelote—ambos respondieron con simpatía y procedí a entrar a la ducha sin antes sacarme lo puesto, al pasar 10 minutos salgo de la ducha y me visto, lavo la ropa en la pileta del baño y la cuelgo sobre la cortina del baño, esto iba a ser todo por hoy parecía y volví a la cama tapándome con las sábanas, Pikachu y Pidgey quedaron jugando, al dormirme estos dos traviesos se fueron al balcón y observaron la bella vista, estos dos vieron a una chica pero Pikachu la reconoció por el Pancham era Meiling, deciden entre los dos ir volando para jugar con Pancham al llegar al balcón ven que esta chica estaba triste o así lo parecía . —¿Pikaachu?—chillo al hacercase y parar en frente de ella mirándola de una forma tierna. Pidgey se quedó cerca de Pancham que al parecer este también estaba algo preocupado. Contenido oculto 5/5 @Sweet Guardian Angel
Meiling Me sorprendí un poco al ver a Pikachu frente a mí, me seque las lagrimas y la acaricie con cariño: - Gracias por el ánimo pequeña – dije sonriendo con ternura.
Pikachu se mostró muy adorable con Meiling refrego suave con su cabeza en su mano, y así de coqueta que era le mostró su nuevo vestido . —¿Pika..Pi?—Dijo como insinuando si le gustaba, luego Pikachu bostezó de sueño, e hizo seña a Pidgey, levantó vuelo y dejo que se subiera enzima sin antes despedirme de Meiling, ambos volvieron a mi habitación y se acurrucaron bien cerca mio, yo en si no había sentido nada seguía durmiendo profundamente .
Orgen Meiling se levantó del asiento y se fue al balcón, al parecer, estaba triste. —¡Rayos!... ¿Será porque fui muy rápido? ¿Aunque mis intenciones sean buenas? —pensaba mientras terminaba de comer y observaba a través de las ventanas, llegar a Pikachu junto a Pidgey. —¿Le parecerá demasiado perfecto? —pensaba, mientras tomaba un poco de vino. —¿De verdad ella desea una vida conmigo? —me levanté de la mesa y fui al baño. Al llegar me lavé el rostro con un poco de agua y me observaba frente al espejo. —¿Podré protegerla de los peligros?
El viaje hasta el Pueblo Pincel desde las islas al sur de la región fue bastante mas largo de lo previsto; ya era el atardecer cuando Skarmory se encontraba sobrevolando aquel pueblito de la región Galeia. Yo dirigí la mirada hacia el frente... era una vista hermosa, la que proveía esta región, por un momento parecía que lo había olvidado. No había nada tan hermoso como la región Galeia. Descendimos en el pueblo, y Skarmory clavó sus garras sobre la tierra una vez que nos encontramos en el centro del lugar. Regresé al pokémon tipo acero a su pokebola y comencé a caminar hasta llegar al centro pokémon local. Allí, entregué a los pokémon de mi equipo que habían participado en los combates para que sean curados; había sido un sinfín de batallas desde que nos encontramos con Ethan en Isla Artistas, realmente casi todos mis pokémon debían estar exhaustos. Me senté en una de las mesas de la cafetería, cruzada de brazos, a la espera de que terminaran de curar a mis compañeros. Me acompañaba Vaporeon, quien se había acomodado a mis pies y parecía encontrarse descansando.
Meiling Suspire un poco más tranquila, cargue a Pancham en mis brazos y me fui a la habitación para así poder descansar, me senté en la cama y luego me acosté suavemente acurrucando a Pancham a mi lado, el cual se acurruco bostezando. - Descansa Pancham – dije sonriendo con dulzura al verlo quedarse dormido, bostece y al cerrar los ojos caí en un profundo sueño.
Habíamos llegado al fin al Pueblo Pincel. Luego de localizar el Centro Pokémon, le pedí a Chatot que descendiera para ir a curar a mi equipo quien había quedado muy debilitado con las anteriores batallas. Al entrar, coloqué a mis pokémon en una bandeja como era costumbre y la dejé en el mostrador, donde la enfermera Joy me comunicó que el proceso tardaría un rato más de lo normal, pues ya habían otros pokémon siendo curados en ese momento. Suponiendo de quien serían los pokémon que estaban siendo recuperados, me acerqué a la cafetería, donde efectivamente Effy se encontraba esperando. Saludé y me senté a su lado—Bien, aquí estoy—dije, aliviado de poder por fin descansar las piernas. Llevaba varias horas en marcha, en realidad. A lo mejor cuando las cosas se calmaran con el Equipo Gamma podía ir a tomar una siesta en casa. Contenido oculto @Nami Roronoa
No estaba segura de cuanto tiempo llevaba ya sentada allí. Debió de ser un buen rato, pues la luz del atardecer había dejado de filtrarse por las ventanas; ahora eran las estrellas las que sutilmente iluminaban el cielo, y cuya luz intentaba colarse dentro del luminoso centro pokémon. Me encontraba allí, mirando algunas cosas en mi pokedex. A mis pies, Vaporeon seguía descansando, aunque no podía decir con seguridad si estaba dormida o simplemente había cerrado sus ojos por un momento. Estaba distraídamente leyendo algunas curiosidades de la pokedex cuando... —Bien, aquí estoy. Aquella voz masculina, que evidentemente se dirigía a mi persona, me hizo olvidarme del aparato rojo en mis manos por un momento. Al levantar la vista, comprobé que en efecto se trataba de Drake. El muchacho había tomado asiento junto a mi; noté que lucía cansado, y no era para menos. El trayecto desde la isla hacia aquí cansaría a cualquiera, ya que era considerablemente largo. —Vaya, eso fue rápido —comenté, guardando mi pokedex de regreso en el bolso—. Aún tienen a mis pokémon curándose, e imagino que a los tuyos también, ¿verdad? Así que tendremos que esperar un breve instante más para la batalla, supongo... acabo de pedir un té mientras espero, ¿tú quieres algo? >> En cualquier caso, aprovecharé este pequeño descanso para hacerte una pregunta que he querido hacerte hace rato, Drake. Me estaba preguntando... ¿cómo fue que lograste capturar a Meloetta?
Orgen Salí del baño y caminé hasta la mesa y comencé a recoger los platos, el plato de Meiling estaba a tope. —Tengo que aprender a entenderla. Le meto a la torpeza de vez en cuando. —pensé mientras reía para mi mismo y llevé los platos al lavaplatos que se encontraba en la cocina empotrada de dicha habitación. Una vez terminado pasé al cuarto y allí se encontraba Meiling durmiendo con Pancham, y he aquí que observé a mi querida Mei durmiendo plácidamente y me encantaba observarla, se veía adorablemente tierna mientras dormía. —Y pensar que te enamorarías de mí, un desastre. —dije, mientras tomaba una sábana y la cubría, ya que, se había quedado profundamente dormida y olvidó taparse. —Eres despistada, luego coges un resfriado y me preocuparás. —sonreí y bostecé, al lado de la cama dormía Matuku. —Vaya, pero que flojera. —salí del cuarto y observé por el balcón. A lo lejos se veía el Centro Pokemon. Estuve viendo por un buen rato lo hermoso que se veía el pueblo desde el balcón. Una vez dentro, dejé las ventanas del balcón abiertas y el sereno de la noche entraba al lugar. Me dirigí a la cama, la cual era bastante grande, tomé una esquina desocupada, me arropé y cerré mis ojos, dormí profundamente.
Me dirigí entonces a la cafetería, a pedir algo de café. Tenía más de un día sin dormir, y me estaba pasando factura. Luego de que estuviera listo, llevé la humeante taza a la mesa para seguir hablando con Effy. —En cualquier caso, aprovecharé este pequeño descanso para hacerte una pregunta que he querido hacerte hace rato, Drake. Me estaba preguntando... ¿cómo fue que lograste capturar a Meloetta? Esta pregunta me tomó por sorpresa. Había dado por hecho que me había escuchado de cuando se lo conté a Mimi, aunque ahora que lo pensaba, a lo mejor no había sido el caso: Effy y Hubert habían estado alejados desde que Mimi se había dirigido a mi en la Pradera Arte. Entonces se lo conté. Le conté que Hiko había querido volver por un momento a la isla donde lo había encontrado, y que al escuchar el canto de Meloetta siendo más fuerte que de costumbre había decidido acompañar el canto con su propio trino y el compás de su cola. Le conté de como la canción se hizo más fuerte cuando Meloetta escuchó a Chatot, y como se apareció entre nosotros, y la forma en que la adrenalina que destilaba su canción crispó mis nervios de una manera que me hizo darme cuenta de la razón por la que en aquella isla todos bailaban. Le conté de la batalla y de la posterior captura. Y de la forma en que, en cuanto la canción se detuvo, todos los pokémon que habían estado bailando en ese momento cayeron exhaustos y se echaron a dormir al momento. Y que el motivo por el que Meloetta debía de haberse quedado conmigo era porque entendió lo que había pasado, y creía que yo podía ayudarla a controlar eso. Cuando acabé, noté que el café se me había enfriado. Pero como yo no tenía problema con eso y me parecía que la cafeína valía tanto caliente como fría, me lo tomé de un trago. —¿Necesitas saber algo más?—le pregunté entonces. Contenido oculto Lo siento pero mi teléfono anda "hetero" como suele decir GL x'D he tenido que resumir el post o no posteaba nunca, este es ya mi tercer intento de responder Dx
La pregunta pareció tomar al muchacho por sorpresa, aunque no supe decir si era porque había sido tan directo (como solía serlo yo) o porque presumió que al ser amiga de Mimi yo ya me conocía la historia. Escuché el relato de Drake con suma atención. La verdad que fue bastante sorprendente de oír; y más sorprendente aún era el hecho de saber que Meloetta quizás no tenía el completo control de sus poderes despues de todo. Bebí mi té mientras escuchaba el desenlace de la historia de Drake, quien ahora relataba la captura del pokémon mítico, y finalmente terminó su relato. —Fascinante... —murmré por lo bajo. Levanté la mirada tras oír su pregunta—. No hay nada que necesite saber realmente, pero me generaba intriga eso, y pensé que no había nada de malo en preguntar para pasar el tiempo. >> En cualquier caso, nuestros pokémon seguramente ya estén curados... vayamos a retirarlos por el mostrador, ¿sí?
Dante M. Después de que Astrid hubiera decidido visitar el pueblo pincel antes que la caverna, me giré hacia Liza y Devan que por el momento seguía peleando para avisarles que haríamos una pequeña visita al Pueblo y que volveríamos pronto y que si podían venir ellos después de su pelea, yo estaría encantado porque así de paso, Devan también conocería ese lugar. Una vez hecho eso Astrid y yo nos encaminamos a nuestro nuevo destino sin mucha prisa debido a que el pueblo en cuestión no estaba tan lejos como realmente aparentaba y antes de lo que pensáramos ya estábamos dentro. —¿Quieres ir primero al centro para atender a tus pokemon? Contenido oculto @Jenivere
Emily Hodges El viaje fue largo, tremendamente largo. Si además le sumábamos las aventuras que habíamos tenido en poco tiempo y la desaparición de la adrenalina, el cansancio era más que evidente. Nada más aterrizar, delante del Centro Pokémon, guardé a Unfezant en su correspondiente pokéball. No pude evitar dejar escapar un bostezo. —Dejemos a nuestros pokémon y busquemos a Effy —propuse, sonriendo levemente. Así pues, entramos al edificio y dejamos a nuestros pokémon en las expertas manos de la enfermera Joy. Poco después nos dirigimos a la cafetería, donde supusimos estarían Drake y Effy. Afortunadamente, así fue. >>¡Hola, chicos! ¿Vais a combatir ya? —cuestioné, acercándome al dúo. Contenido oculto @Noir @Nami Roronoa @Graecus
Astrid Müller El pequeño trecho que quedaba desde la ruta 304 hasta Pueblo Pincel fue suficiente para despejar la mente de Astrid. Se sentía tan... nerviosa, en el fondo. Enfrentarse a otra persona además de Devan o Sky le había causado mucha emoción a pesar de la derrota. La muchacha miró a su alrededor, ausente, todavía absorta por sus pensamientos. La voz de Dante la despertó. —¿Uh? Sí, por favor —respondió rápidamente, acordándose de Eevee—. Necesito recuperar a mis Pokémon.
Dante M. Asentí con una pequeña sonrisa cuando Astrid respondió la pregunta que le había hecho, de hecho me había preocupado un poco notarla tan perdida en algunas ocasiones aunque sabía también que no debía meterme en eso por ahora, quizás solo eran pensamientos de todo lo que había pasado durante el viaje. Dejando esos pensamientos de lado, comencé a caminar hacia el centro pokémon para que Astrid pudiera curar a sus compañeros después de la gran batalla que había tenido con Bezzy. —¿Cómo crees que te irá en el torneo de novatos? —pregunté con cierta curiosidad para romper el silencio —¿Querrás atrapar más pokémon luego de que lleguemos a Témpera?
