Historia larga No soy tan aburrido ¿No?

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Ruriel, 20 Enero 2017.

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    Ruriel

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    No soy tan aburrido ¿No?
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    9
     
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    Es la historia de un adolescente con necesidades cotidianas de todo chico de su edad, aunque con muchas más complicaciones que las que cualquiera pudiera tener.

    NO SOY TAN ABURRIDO ¿NO?



    Capítulo 1: no es mi culpa tener estos gustos



    Hola, quisiera contarles la vida de un ser extraordinario que creció y se volvió alguien importante con el tiempo, pero en lugar de eso decidí contarles de mi vida. Mi nombre es Cecilio Robles, si imagino lo que piensan, incluso el nombre es ridículo, pero en fin mi historia comienza así…



    Estábamos en las vísperas de noche buena cuando mi madre me había dejado una tarea anotada en el almanaque para que lo recordada, era mi día para limpiar mi habitación, razón suficiente para intentar desaparecer de mi casa.


    — ¿Tienes pensado salir Cecilio? Sabes que tu padre vendrá a casa con los regalos hoy — preguntó mi querida madre al verme vestido con mi abrigo en la puerta de salida.


    — Despreocúpate, regresaré antes que anochezca — respondí con rapidez antes sus dudas, aunque claro desconocía realmente el tiempo que me ausentaría de la casa.


    Creo que el frío logro que llegara con bastante corto tiempo al centro comercial ya que sin darme cuenta estaba allí viendo a la gente rezagada que intentaba conseguir de último momento los regalos de sus hijos y familiares.


    — ¿Santa vendrá el día de hoy? — le preguntaba una niña a su madre al pasarse por ahí.


    — ¡Claro! — le contestaba la madre, una mentidita piadosa a su hija no le seria de ningún daño, por supuesto hasta que la pequeña conociera la triste realidad de Santa y sus renos (que por cierto no recuerdo como se llamaban).


    Al lado mío también paseaban una pareja de enamorados (aún existe eso) que planeaban sus futuras compras, obviamente por su apariencia se notaba que contaban con el dinero para hacerlo.


    — ¡Compremos ese! — hacia la petición con esa voz chillona esa bella muchacha a su novio, al ver un lindo vestido rojo.


    — ¡Muy bien, yo te lo compro! — por alguna razón ese tipo de respuestas me asqueaban, de verdad me hacían enfurecer, yo que vivía con unas pocas monedas en el bolsillo, (algunas ya caducadas) y personas como ellos que compraban todo lo que se les antojaban, seria envidia o necesidad, o quizás ambas cosas, de todas maneras era molesto para mí.


    Cuando me acerqué a una tienda de revistas, ahí vi en la vidriera algo que llamo mi atención. Se trataba de un suplemento especial con modelos internacionales vestidas de Santa, nada más hermoso para un chico lleno de fantasías como yo y pasar mis noches adolescentes.


    Ya con el objeto en mis manos, me acerque al mostrador, con algo de vergüenza ya que comprar algo de ese estilo en esa época del año sería visto quizá por algunos como un acto desagradable, pero para otros como yo era el paraíso impreso en treinta hojas más o menos.


    — N-No es que me guste mucho mirar chicas sexys con cosplay de Santa o algo por el estilo, pero… — mis intentos por explicar mis compras hacia la cajera no parecía tener demasiada importancia ya que ella ni siquiera hizo una pregunta al respecto solo dijo…


    — Son cuarenta y cinco pesos, ¨ Chicas sexys de Santa ¨ leyó la joven (bueno al parecer algo de importancia si le dio al contenido de la revista). Al notarlo nuevamente trate de salir en mi autodefensa.


    — Debido a la época navideña he decidido leer cosas nuevas — me justifique de forma torpe y sin sentido.


    — No se preocupe, por cierto estamos realizando una pequeña lotería en el sector comercial, ¿Por qué no participa? — esa pregunta me había sacado de aprietos, por lo que agradecí por dentro a esa hermosa cajera y acepte participar en esa famosa lotería navideña que se realizaría en minutos.


    Los dos primeros premios fueron para otras personas, en realidad no esperaba ganar nada como siempre me solía ocurrir en cualquier lotería o juego que participaba, hasta que al salir la tercera bolilla…


    — ¡¡Felicidades!! — Zamarreaba una campanilla para festejarlo el joven cajero que movía el bolillero — ¡¡Has ganado el tercer lugar!! — me dijo ante mi sorpresa, ¿en verdad gane algo? Eso era algo que si no me lo creía — Nuestro premio para el tercer lugar, ¡¡Es un gel para el cabello y unas lindísimas muñecas Barbie!!


    Era una tontería, ¿Qué clase de premio era este?, ¿se abarataron costos para el tercer lugar o qué? De todas maneras me veía en una extraña situación, sin querer en mis manos contaba con la revista semi-erótica que había comprado y ese gel y las muñecas Barbie, algo me hizo alertar de lo comprometedor que se veía eso.


    ¨¡¿Qué carajo?!, Si la gente llega a verme con estas cosas seguro lo malinterpretarán! ¨ — no podía dejar que pasara eso, ya de por si tengo algunos que otros problemas para encajar con los demás como para comenzar navidad de esta manera — ¡Espera! ¿Acaso será este el regalo que Santa me ha traído? Y si lo es ¿Qué debería hacer con ellos en esta noche buena? — ciertas dudas inundaban mi ser hasta que finalmente me decidí — ¨¡¡Teñiré de blanco esfuerzo tu rojo abrigo Santa!!¨


    Después de recorrer un par de tiendas más, al final me encaminaba hacia mi hogar, no sin antes pasarme por un regalo que tenía encargado de antes.


    ¨ Mi tan ansiada noche buena fue desperdiciada. Tan solo me la pase caminando solo como si mi destino fuera un bar en el cual me embriagaría…¨ — pensaba en ello lamentándome como de costumbre, pero algo bueno había sacado — ¨ Este reloj pulsera que compre por internet en verdad es vistoso¨ — miraba en mi mano derecha la compra que tenía asegurada de antemano y por otra parte… — ¨ No sé qué tan correcto sea andar caminando con estas cosas en la mano ¨ — pensaba por el contenido que tenía la bolsa en mi mano izquierda en referencia al gel, la revista erótica y las muñecas Barbie — ¨ Será mejor que regrese a casa ¨ — concluí al percibir el peligro que generaba tener esas cosas vergonzosas en la calle.


    Ya en mi habitación y con la tele prendida quise darle uso al gel que acababa de ganarme. Al probarlo me di cuenta que no era tan desagradable, bueno jamás había usado uno, el shampoo de dos litros y barato había sido mi amiga desde que tenía uso de razón.


    ¨ Se siente muy bien…¨ — me decía a mí mismo en mi mente al pasarme por mi grasoso cabello ese gel pegajoso con sabor a menta (es que a veces se me da por probar cosas no comestibles) ¨ Es tan agradable y fresquito…oh no, ha comenzado a darme sueño¨, fuu…uuuu… — mis ojos se me cerraban solos, era una lucha que no podría ganar, la del sueño.


    En eso mi padre había llegado a casa, con bastantes ganas de ver a su familia luego de un largo día de trabajo incesante en la oficina.


    — ¡Ya llegue! Y traje los regalos por cierto — entro diciendo papá al entrar y mamá como de costumbre lo recibía como la buena y típica mujer cansada digo casada.


    — Bienvenido a casa amor, por cierto llegaste bastante tarde — dijo mi madre viendo la hora que marcaba el reloj de pared.


    — Verónica y Cecilio ya están aquí — preguntaba papá por mi hermana y por mí.


    — Verónica aún no ha llegado, pero Cecilio ya está en casa, seguramente este mirando televisión — explico mamá por lo que mi padre no tuvo mejor idea que subir las escaleras y dirigirse a mi cuarto que por lo general me incomodaba que lo visitaran, más si tenía en cuenta en la postura incomoda en la que me encontraría.


    Cuando papá abrió la puerta de mi cuarto, ahí me encontró recostado en mi cama y con mi televisión encendida precisamente en el canal donde solían pasar a altas horas de la noche unos programas no aptos para menores de edad, que mejor no explicar de que trataban esas pelis prohibidas para mí.


    Aunque eso no era lo único comprometedor, el gel desparramado en mi cama, las muñecas Barbie en mi almohada y la revista en el suelo con las chicas en trajes sexys de Santa eran prácticamente mi sentencia de muerte, aunque mi padre como buen conocedor de esas complicada edad en la que estaba atravesando solo me acobijo y apago la tele y pensó por dentro…


    ¨ Creo que es momento de que tenga esa charla de padre a hijo con Cecilio y será mejor que lo haga cuanto antes¨ — opinaba mi padre al pensar en mi exasperante necesidad de conocer los secretos de la adultez.


    Por mi parte ese día me desperté ya siendo las tres de la mañana, aun temprano para que me levantara, pero no obstante me di en la tarea de abrir la ventana del cuarto para ver como caía intensamente la nieve sobre la ciudad y un grado de nostalgia acudió mí ser al ver ese espectáculo de la naturaleza.


    — Feliz navidad… — tan solo eso se me ocurrió decir, y deseando que el año que se aproximaba me deparada mejores cosas en mi vida cotidiana, pero… ¿sería así?



    Fin del capítulo 1
     
    Última edición: 20 Enero 2017
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    Es mi nueva creación, la publicaré semanalmente al igual que Lovetion, ojala les guste y me den sus comentarios, hasta pronto!!!
     
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    Capítulo 2: hermana



    Hay cosas con la que uno debe aprender a vivir mientras va creciendo y una de ella es la fastidiosa comparación. Nunca falta la frase, deberías hacerlo como… y ustedes ya saben cómo termina eso. En mi caso esto se me da con bastante frecuencia con casi todas las personas, pero con alguien especialmente me resulta como diría un español, acojonante y ese individuo es mi hermana mayor Verónica.


    — Bienvenida a casa — le saludaba mamá a Verónica que daba acto de presencia en la casa después de asistir a la escuela como casi siempre, limpiándose bien los zapatos para no ensuciar el piso recién lavado y emitiendo el menor sonido posible con tal de no molestar a nadie. Particularmente ese comportamiento tan formal les parecía más que agradable a mis padres que constantemente me demostraban su eventual preferencia hacia ella.


    — Ya regrese… — respondió Verónica a secas, ese rasgo en ella era muy frecuente ya que de por si era muy difícil verle una sonrisa en su rostro, es más, parecería realmente un fenómeno el día que ella intentara hacer algo parecido a sonreír, su cara no estaba preparada para semejante cosa y no por ser fea ni mucho menos, más bien por ser demasiado fría.


    Mi hermana como lo decía su aburrida rutina tenía la costumbre de ir de inmediato hacia la heladera para abrir una botella de agua mineral y bebérsela por completo, pero esa tarde mamá estaba viendo cierto video que le puso los nervios en alerta.


    — ¡Hermana, hermana! — se escuchó la voz de un pequeño niño proveniente de aquella cinta de video (si, aún seguimos con eso y no contamos con un dvd) pero volviendo a lo nuestro, esa vocecita que de por cierto era la mía en mis primeros años, incomodo tanto a mi hermana que le hizo escupir literalmente el agua que se había bebido.


    — ¿Qué estás viendo? — le preguntó Verónica a mamá que estaba atenta y con sus ojitos llorosos viendo aquellas tiernas escenas de dos niños jugando en el parque de diversiones, casi como si en verdad se tuviesen cariño genuino ( hay que tener en cuenta que ella y yo en eso tiempos éramos unos críos).


    — Encontré esto mientras hacia la limpieza — respondió mi mamá que seguía atenta a cada detalle tierno que le pudiera soltar una nueva lágrima ya que en la actualidad ver esas escenas sería algo como misión imposible — Es un video de cuando tú y Cecilio eran pequeños. — aludía mi preciada madre que intentaba hacerle recordar esa plena felicidad que Verónica y yo nos profesábamos en aquellos días de inocencia.


    — Te amo hermanito — decía abrazándose a mi Verónica en aquel viejo video mal grabado por lo borroso que se veía.


    — Cecilio también te ama hermana, eres preciosa — era mi respuesta por entonces (de verdad ¿en que estaría pensando en esos tiempos?, tendría que haber cierta cordura en mi para soltar semejante barbaridad más allá de mi ignorancia infantil, pero bue que se le va hacer).


    Pero esa frase no era la única comprometedora del video.


    — Cuando crezca, quiero casarme contigo, hermano — esa confesión en realidad no solo resultaba penosa para Verónica, yo mismo no lo aceptaba.


    — Eso es imposible, ya que los hermanos no pueden casarse — era mi contestación, incluso con mi infantil mente tenía algo de cordura y mantenía las formas ante un posible incesto entre hermanos o peor aún, el siquiera imaginarme estar en una habitación a solas con ella me resultaba aborrecedor.


    Pero esa maldita cinta (ya a esa altura la odiaba) seguía mostrando el lado perverso y asqueante de nuestro ser por entonces.


    — ¡Besémonos, hermano! — insistía Verónica con bastante testarudez y lamentablemente yo no pude evitar seguirle la corriente.


    — Esta bien Verónica — maldigo el día que dije eso pero en esta oportunidad quien estaba chocando con aquel terrible pasado era ni hermana mayor, quien se había puesto muy pálida al ver eso que podía competir como mejor película de terror.


    Por suerte no fue a mí a quien le toco esa tarde pasar por aquella experiencia lamentablemente muy olvidable pero difícil de hacer por supuesto. Mi hermana se encerró en su cuarto tras eso sin ingerir bocado alguno, claro su estómago no podía aceptar nada comestible ya que seguramente al recordar tales imágenes serian expulsadas de su cuerpo en al acto.


    Fue una noche de insomnio para Verónica Robles, mi orgullosa y pesada hermana mayor, pero en el fondo no la culpo, de haberme pasado a mi seguramente estaría internado en algún psiquiátrico tratando de que ese trauma se me quitara de la cabeza. Nuestras vidas nos dejaron como hermano y hermana, sin embargo muy poco tenemos en común como para congeniar, lo que si no puedo negar es que esa señorita también era parte de mi vida, era la tortura tanto de su servidor como de ella misma.


    — Debí haber llegado más tarde a casa y evitar ver eso — se tomaba la cabeza Verónica sentada en el escritorio de su cuarto, en esa larguísima noche que tuvo que pasar.



    Fin del capítulo 2
     
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    Wow! Me gusta la historia, más que se tratan de jóvenes, me resultó gracioso, divertido y un poco serio.
    Es increíble la forma en cómo escuchas la historia de un joven y lo plasmas en una historia.
    ¡Me encantó! Esperaré la continuación :-) ♥
     
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    Ruriel

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    Capítulo 3: fiesta con amigos



    Unos días antes de que llegara la navidad había tenido unas jornadas algo agitadas (al menos para mí) en la escuela tan querida a la que acudía. Estaba a punto de acontecer la ceremonia de clausura del segundo semestre, lo que significaba que dentro de poco ya empezaría una época que en lo particular nos encanta, aunque no a todos de la misma forma.


    ¨ Vacaciones de invierno, ¿eh? Al fin podre relajarme por un tiempo ¨ — era lo que pensaba, estar un tiempo desconectado de la escuela me venía de diez realmente.


    Pero sin terminar de sentarme en mi butaca esperando a que la última hora de estudios se terminara, uno de mis compañeros, quizás de los que más detestaban por su fresca apariencia, iba a notificar algo presuntamente importante para los integrantes de la clase.


    — ¿Me prestan su atención por un momento? — Exclamaba ese idiota engreído que no digería para nada — vamos a repartir algunos volantes.


    Ya al escucharlo cierto escalofrió se adueñó de mí, ¿volantes? ¿Qué sería lo que traería en mente este fanfarrón ya cerca de las vacaciones?


    ¨ ¿Eh? ¨ — miraba aquel folleto, ¿qué sería lo que trataba ese afiche de mala muerte como para llamar a la clase?, fue ahí donde me di cuenta de las intenciones de ese idiota.


    — La otra vez en el festival cultural, no fuimos capaces de desenvolvernos como hubiéramos querido, y ya que ahora tenemos la oportunidad, pensé que sería bueno convivir de nuevo — pero que idea más ridícula, uno tratando de terminar la clase para disponerme a estar en la comodidad de mi casa y este infeliz tratando de que uno agote aún más de su valioso tiempo en actividades para la escuela. Ya de por si ese bendito volante me hacía cabrear.


    El volante decía algo así…


    Fiesta navideña, 23 de diciembre.

    Lugar de reunión: en frente de la estación, cerca del restaurante de carne a la parrilla.

    A partir de la 1 pm

    Bono de contribución: 100 pesos


    En serio, hasta dinero se nos pedía, esto era un total abuso y por supuesto mi respuesta iba a ser negativa.


    — No es obligatorio que asistan, pero si están libres por favor háganlo ¡los estaré esperando! — seguía con el sermón el niño fachita, así lo veía por su hábito de ganarse a las chicas.


    — Bien, ya que no es el veinticuatro, ¡¡ quizás hasta logre asistir!! — decía en broma uno de mis otros imbécil… digo compañeros de clase.


    — ¡¡Tú cállate!! — se enfadó el señor de la gran idea, claro él era el único con derecho a tomarnos de las narices y arrastrarnos a sus absurdos consejos.


    En fin, la verdad no me interesaba nada lo que hicieran esos fanáticos de la escuela, ya que ni bien llegue a mi casa lo primero que hice fue tomar mis juegos de video y entretenerme con ellos durante largas horas (o esa era la idea que tenía en principio).


    — ¡Bien, no tendré que pasar por el vecindario donde están esos chicos molestos! — me decía mientras trataba de pasar una cancha más en el Súper Mario, un maravilloso juego más allá de ser de la época de antaño, aunque por un breve momento pispié ese volante que me habían dejado mis compañeros de clase.


    Pero mi trance como dije antes dudo poco, debido a la intervención de mi madre que ingreso a mi habitación con sus artículos de limpieza.


    — Cecilio, voy a limpiar tú habitación, así que por favor baja a la sala.


    — Ah, ok — dije sin chistar, no quería ponerme molesto ni nada, no fuera que de bronca ella me hiciera limpiar a mí el cuarto.


    Mi madre, como cualquiera que se preocupa (mentira, chismosean) por sus hijos, al ir limpiando el lugar descubrió el volante, que torpemente deje en mi mesa de luz y a plena vista.


    Yo por mi parte seguía en lo mío, jugar a los videojuegos pero esta vez en la sala, con toda la concentración del mundo, algo que no solía hacer de la misma manera en el colegio. Pero mi cantidad superlativa de puntos en el juego se vio estropeada de nuevo por mi mamá.


    — Aquí tienes tu mesada — me dijo ella dándome dinero (¿qué le pasaba? ¿Tendría fiebre? Sino era inexplicable que voluntariamente me diera efectivo.


    — ¡¿Eh?! ¿Por qué? — pregunte yo asustado, sospechando que pudiese tener alguna segunda intención.


    — Iras a una fiesta el veinte tres, ¿no? — ahora si tenía todo claro, obviamente no me daría de su dinero para que lo gastada en cosas que quisiera, no, definitivamente tendría que ser para algo referido a la escuela.


    — Ah…bueno…ajá — me había quedado sin palabras, mi madre con facilidad estropeaba lo planeado, vagar en la casa todo el día — ¨ la verdad, no tenía pensado ir, pero…¨ — no me quedaba más opción que asistir (gracias mamá).


    De nuevo fui a mi cuarto, tenía que prepararme ya que desde el sábado no me bañaba y hoy estábamos en…jueves (aún debo conservar alguna parte del cuerpo limpia).


    ¨ Aún no se si asistiré o no, pero será mejor que decida de una vez lo que me podría poner ¨ — debería estar listo, y por eso desparrame en el suelo toda la ropa que tenía a disposición (en realidad no eran más de tres o cuatro prendas) — ¨ Quizá piensen que soy bastante maduro, así que debería vestir algo genial y cool ¨ — fue así que me decidí por cierta ropa — ¨ supongo que serán los pantalones de cuero y la campera negra que compre en secundaria ¨ — pero había algo más en que pensar — ¨ también debería peinarme diferente ¨ — eso también sería un problema, ya que el peine jamás lo use por voluntad propia, dejando siempre mi cabello suelto al viento.


    Pero que podría ser bueno para el pelo, tengo el gel que me gane, pero aparte de eso…si lo tenía. Me dirigí al cuarto de mi adorable hermana Verónica y como un zorro me infiltre entre sus cajones y lleve conmigo su secadora de pelo (aunque para ser franco ella me vio todo el tiempo lo que yo estaba haciendo recostada sobre su cama, solo que no me dijo una pablara por la simple razón de no importarle en lo absoluto).


    Otra vez en mi cuarto y luego de usar la secadora de pelo, pasaba ese fresco gel sobre mi cabello, convirtiendo mi cabeza prácticamente en la del muñeco de Toy Story.


    ¨ No estoy realmente interesado, pero pienso que puede ser divertido…¨ — Mi imaginación comenzó a volar en lo que podían decirme mis compañeros y compañeras de clase.


    Fantasía de Cecilio


    — Cecilio, luces muy diferente que cuando estamos en la escuela — se me dirigía a mí de forma coqueta la más linda de mi clase, Fernanda.


    — Sí, como chico que soy déjame decirte que me das envidia compañero, todas están muertas contigo — se llenaba de elogios conmigo el idiota de la idea de la fiesta, no les digo su nombre porque a nadie le interesa.


    Y volviendo a la realidad, al fin llego el veintitrés de diciembre.


    — Me voy — decía ya listo para irme a maravillar a todos.


    — Ah, espera un segundo — dijo mamá que traía algo en las manos — hace frío allá afuera, así que ponte esta bufanda — me la colocaba sobre mi cuello, era bastante bonita con dibujitos de estrellas y toda la cosa — llévate también un calentador de manos.


    Y era cierto que calentaban las manos, ya que las mismas la tenía todas sudadas ya a los pocos minutos de haberme ido de la casa.


    ¨ Tan caliente ¨ — de verdad sentía miedo que en cualquier momento mis manos se prendieran fuego, pero como todo un hombre tenía que soportarlo, todo fuera por obedecer a mamá


    Ya cuando me acerqué al lugar de la cita pude ver al imbécil de la maravillosa idea junto a su mejor amigo Jorge, pero de repente note lo que eso significaba.


    ¨ Rayos…llegué muy pronto. Si me aparezco ahora, tendré que pasar el rato con eso dos hasta que lleguen los demás. Debería irme a algún otro sitio para matar algo de tiempo y regresar justo cuando empiece ¨ — Esa sería la estrategia a seguir, pero fue estropeada — ¨ ¡?, ¡¿ los chicos de mi clase ya están aquí…?! ¨ — de golpe sentí un escalofrío en el pecho al verlos y no era por el frío, era algo así llamado como nauseas al público, por lo que me escondí tras una pared para que los otros que se saludaban con toda la onda no me registraran, en pocas palabras que hicieran lo mismo que me hacían en la escuela todos los días.


    Todos cuchicheaban como cotorras con novedades jugosas por expandir a la mayor cantidad de público posible, en cambio yo sintiéndome como un pajado fuera de su nido ( hoy me desperté con la poesía en mis labios) me aparte yendo al centro de la ciudad a darle algún uso al dinero que me dio mi madre.


    Fue así que entre maquinitas de juegos y alguna que otra tienda de revistas agote el efectivo que llevaba conmigo antes de ir para la casa.


    — Ya llegué — salude al entrar a mi dulce hogar.


    — Bienvenido, regresaste muy pronto — me dijo mamá como si tuviese el control total del tiempo disponible que uso diariamente.


    — Eh…ajá…bueno — realmente mi uso de la lengua española sufre de alguna que otra falta de palabras, creo que si me quitaran el bueno y el ajá definitivamente sería mudo.


    — ¿Te divertiste? — siguió mi madre con el interrogatorio.


    — Sí…la fiesta estuvo bien, creo — ¿qué más le podía decir? Era mi madre, pero tampoco era tan tonta para no darse cuenta de mis engaños, bueno a veces sí, pero este no era el caso.


    — Qué bueno — ella se sintió contenta con mi salida con amigos, al menos eso pensó cuando se acostó a dormir. En cambio yo esperando a lograr el sueño en mi habitación, deseaba otro tipo de cosas.


    Mañana es noche buena y desde la tarde comenzó a nevar en la ciudad de Bs As, lo que pronostica una autentica blanca navidad este año — comentaba un periodista en la televisión (n/a: eso jamás ocurre en las navidades en Argentina, estamos a contramano de esa época festiva).


    Abrazado a mí almohada me decía al respecto de lo ocurrido ese día…


    — ¨ Mañana tranquilamente podré regresar a mi estilo de vida diaria…mi divertida y solitaria vida diaria… ¨ — dije antes de dormirme.



    Fin del capítulo 3
     
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    Estrella Solitaria

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    Hola, gracias por la invitación :3 esta muy entretenida la historia, me hizo reir y si es bien interesante como das a conocer la vida de este chico de forma chistosa aunque sea cotidiana y es agradable de leer. La narración, tu estilo, y la rapidez de la trama me parecen bien y adecuadas, aunque a veces me gustaría que hubiera un poco más de descripción de escenarios, aunque claro sin ser tan profundo en eso tampoco. Me gusta también la personalidad de Cecilio y sus reacciones, es un personaje bien desarrollado para llevar tres capítulos a mi parecer, aunque claro espero a saber más de su vida y del desarrollo de su personalidad.

    Saludos :3
     
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    InunoTaisho

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    Estoy aquí por tu invitación también, gracias... no suelo comentar en los originales porque, como bien dicen, el nombre del foro es "Originales", una trama creada por alguien que se animó a escribir sobre algo en particular y en eso no considero adecuado criticar pues es un gusto que quiso darse... Bueno, en tu caso la trama me parece entretenida sobre la cotidiana y casi nada emocionante vida de un adolescente promedio, con todo y bemoles en cuanto a escasa descripción y algún errorcillo ortográfico que no desmerece el escrito como tal.

    Así que adelante con la historia que lectores no faltarán. Un saludo, felicidades.
     
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    Buenas.

    Al igual que el resto te agradezco que me invites a leer tu historia, ahora bien, tal como se mencionó con anterioridad la trama es sobre la vida cotidiana y eso tienes sus ventajas y desventajas, aunque tú optaste por añadir un toque de humor que siempre cae bien-difícil de aplicar- en la historia. Mi único consejo sería decirte que no sobrecargues de descripciones los diálogos y que emplees párrafos aparte, para realizar las explicaciones que el personaje tiene o quiere hacer al lector. Aclaro que esto aplica para el capítulo 2, en el tercero mejoraste este aspecto.


    Aquí recogí la cita como ejemplo para ilustrar a que me refiero.

    Aquí te dejo como lo haría yo...Esto es claro una sugerencia nada más:

    —Es imposible, ya que los hermanos no pueden casarse —contesto a mi hermana.

    En ese instante, su respuesta me causo mucho impacto; dado que aún cuando mi mente era la de un infante, a mi no me hacía sentido que ella se quisiera casar conmigo. Esta situación es completamente anormal y se le llama incesto, y el solo hecho de imaginar que tendría que estar en una habitación a solas con ella me resultaba aborrecedor.

    Intenté ceñirme a la estructura que tú escribiste lo más que pude.

    Espero haber aportado en algo.

    Saludos y suerte.
     
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    Ruriel

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    Capítulo 4: encuentro con un viejo amigo



    Estaba pasando un grandioso día en la comodidad de mi cama, y escuchando desde mi smartphone el sonido de unas escenas con jóvenes lolis en su momento de excitación junto al muchacho que les gusta. Ese angelical audio lo había extraído de un eroge que jugué la noche anterior, al cual le dedique cinco horas de mi vida.


    — Ahh, se oye tan bien — decía casi con el mismo placer que aquellas Lolis de videojuegos.


    ¿Por qué te haces el serio? ¿Acaso hiciste algo malo? Esto te pasa por hablar con otras chicas sin mi permiso… — ese reclamo inocente y lleno de amor de aquella loli quien me recordaba a Kuroneko de Oreimo, me hacía dar un viaje en el cielo del placer otaku


    — Estas grabaciones de chicas Loli suenan genial — era la realidad, nada más grandioso que fantasear con una chiquilla hermosa y adorable de caricatura, aunque fuese algo perverso y patético para un chico de mi edad.


    Pero si algo me solía pasar en esos días es que siempre alguna cosa o persona estropeaba el ambiente, y esta vez fue precisamente el celular que tenía en mi mano con la grabación, el cual sonaba sin parar con esa musiquita insoportable de la compañía Huawei.


    — ¡¿Qué?! — Me asuste por el ruido fastidioso — ¡¿Uh?! ¡¿Por qué empezaría a sonar mi celular?! Un minuto, ¡alguien está llamándome! — eso sí que era una novedad, sobre todo después de lo que paso en las fiesta previa a navidad.


    — ¿Quién podría ser…? — me encontraba nervioso, no había recibido una llamada desde que me compre el teléfono, casi a principio de año, o sea seis meses atrás, cuando mi hermana me llamo del suyo para que grabada su número — ¡Ah! — tome coraje y apreté el telefonito verde que aparecía en el smartphone para contestar la llamada — Ho…Hola


    — Ah, Cecil, ¡hace tiempo que no sabía nada de ti! — esa forma de llamarme hizo que confirmara de inmediato de quien se trataba


    — Sí, ha pasado un tiempo Nico… — No había dudas, era mi mejor y único amigo Nicolás Rossi, su voz era inconfundible.


    — ¡No he podido verte desde la graduación! ¿Cómo te ha ido, eh? — como siempre él se preocupaba por lo que hacía o dejaba de hacer, pese a que ambos éramos algo reticentes a socializar con el resto, nuestra unión era casi como la de verdaderos hermanos ( muy diferente a propósito de la que tengo con Verónica, con quien compartía la misma sangre).


    — Me…me va bien, supongo… — dude un poco en contestarle, pero bueno, Nico jamás sabría la verdad de lo que pasaba por estos rumbos.


    — Ya veo…por cierto, ¿estarás libre mañana?


    — ¿Hmm? Sí, eso creo — no sé por qué lo pensaba tanto, si en verdad no tenía absolutamente nada que hacer. Mi rutina diaria era dormir, comer, mirar anime, jugar con los eroges y volver a dormir después de tener mis ojeras por el suelo por tantas rutas terminadas en dichos juegos hentai.


    — Entonces, ¿te parece si salimos juntos a algún lado amigo?


    — Sí, claro — esta vez sí fui contundente, en verdad tenía tiempo de no ver a Nico y salir de nuevo como lo solíamos hacer de niños me sería bueno para distraerme y aliviar un poco mi soledad.


    — Genial, te veo a la una en el café que está enfrente de la estación — finalmente concordamos salir como en los viejos tiempo.


    Al cortar el llamado hice memoria de algunas imágenes que retenía en mi mente sobre Nico, en el cual era un chico muy delgado con gafas y mal vestido (su mejor suéter era similar al que usaba Frankenstein) no por nada era su único amigo en esos días.


    ¨…Nico es un viejo amigo de la secundaria. No era del todo apuesto y tenía notas regulares…¨ — también recordé que él había entrado a una preparatoria publica, aunque eso no tenía mucha importancia.


    Al día siguiente…


    Me había arreglado algo para la salida, nada demasiado formal, pero sí lo bastante higiénicamente aceptable, con tal de no quedar mal ante mi compañero de secundaria.


    ¨ Ya ha pasado un tiempo desde que salí con alguien, empiezo a sentirme nervioso…¨ — más allá de tratarse de una salida con un conocido con el que tenía la mayor confianza, la poca calle con la que contaba lograba estresarme mucho en la actualidad.


    — ¡Ah!, ¡Cecil! — Escuché la voz de él que me llamaba — siento mucho la tardanza — había llegado corriendo al parecer, pero eso era algo minúsculo a lo que mis ojos vieron en ese momento.


    ¨ ¡¿Qué?! ¨ — abrí mis ojos casi al igual que un felino hambriento — Eres… ¿Eres Nico? — le pregunté con un hilo de voz, es que la sorpresa me fue demasiada.


    — Sí, ha pasado un tiempo, ¿verdad?, bueno, entremos al café.


    Esto tenía que ser un sueño o alguna especie de broma, ¿acaso yo era amigo de Justin Bieber? Lo peor de todo era que tenía una combinación extraña con ese cantante mediocre lleno de publicidad y también contaba con los bíceps y tríceps y todo lo que termine con ceps de Cristiano Ronaldo.


    ¨ ¡¿Por qué se ve tan diferente?! ¡¡Debe ser sumamente popular!! — Opinaba al verlo de espaldas a mí ya ingresando al café — ¨ Y a pesar que solo iba a salir conmigo, ¡¿Se puso una camisa blanca abierta y esos pantalones chupines ajustados a sus piernas?! ¿Qué tramara? ¨ — no era por dudar de la sexualidad de mi amigo, pero uno tenía que estar atento a cualquier posible cambio que hubiera tenido en este lapso de tiempo sin vernos — ¨ Y, ¡¿Por qué olerá tan bien?! ¨ — me pregunté al olfatear esa fragancia bien varonil, que no tenía comparación con la colonia de oferta que yo compraba en el mercado, Nico por su parte seguía en lo suyo viendo el menú del lugar.


    — ¡Me pregunto qué compraré! — decía Nico mirando las variedades en el menú, sin notar la cercanía que tenía con él, bastante compenetrado aun por ese perfume.


    ¨ ¡¿Qué demonios está pasando?! ¡¿Los chicos normalmente olemos así de bien?! ¡No me lo creo! ¨ — seguía confundido e hipnotizado por ese perfume que posiblemente jamás podría comprar, menos con el dinero que me brindaba mi madre. Pero mi amigo que no sabía de mi trance, me llamaba tratando de que bajara a la tierra.


    — ¿Cecil? ¿Qué ordenaras? — se dirigió a mí, despertándome del sueño aromático.


    — ¿Eh? o…oh… ¿Tú que pediste, Nico?


    — Pedí un Dr. Lemon… — me dijo sin más, aunque yo no capte mucho la idea de lo que era eso.


    ¨ ¿Qué será eso? ¿Una especie de bebida estimulante? Estoy comenzando a preocuparme…¨ — No tenía ni idea de que se trataba ese doctor no sé qué, así que me fui por lo clásico y conocido — Ca…café…quiero un café por favor…


    Tras la elección de ambos, unas jóvenes meseras que no se cansaron de ojear a Nico de pies a cabeza, nos llevaron a nuestra mesa para esperar el pedido.


    — No has cambiado en lo absoluto Cecil, de verdad me alegra — ese comentario suyo no sabía si tomarlo como un elogio o una simple manera de decirme que me quede estancado en la infancia.


    — ¿Eh? ¿Eso crees? Bueno, tú…has cambiado un poco Nico… — ¿Un poco? Ahora mismo estaba con Justin Ronaldo Bieber, ¿Qué más podía pedir? Era el centro de atención de todos en ese café.


    — Sí, cuando entre a la preparatoria, me di cuenta que todos se vestían de forma más sofisticada. Me sentí tan fuera de lugar que incluso empecé a usar lentes de contacto. También voy a diario al gimnasio — ¿No me digas Rambo?, no lo había notado.


    — Ya veo — la verdad que cada día tenía menos palabras, pero es que en verdad esto era peor que chocar con una pared de piedra, solo que en este caso era una pared de realidad.


    — Oye Cecil, ¿Todavía ves anime?


    — ¿Uh? Si, a veces… — más o menos seis horas por día.


    — ¡En serio! ¡Qué bueno! No he podido hablar de anime desde que entre a la preparatoria, y ¿qué estás viendo?


    Esa emoción que expreso al preguntármelo me hizo darme cuenta que algunas cosas aún seguían como antes, dentro de esa desconocida persona que tenía frente a mí.


    ¨ Es verdad, incluso si su apariencia ha cambiado, ¡¡Nico sigue siendo Nico!! ¨ — En el fondo me puso contento que algo de su antiguo yo siguiera en su ser — Solo estoy viendo ese anime de los Caballeros del Zodiaco con todos esos chicos cara de nena y musculosos ¨ ¡¿Le molestará?! ¨ — pensé al ver que él se parecía a ellos.


    — Ya veo…


    — Últimamente han estado regulando todo, así que es difícil que pueda ver alguna serie para público adulto. Ya sabes cómo son de exigentes los canales de televisión con eso del horario para menores.


    — Ya veo…


    — Pero, siendo sincero, la verdad es que no hay nada interesante — me sentí reconfortado al poder hablar de algo que me gustaba tanto como mi preciado anime.


    Ya nos habíamos terminado nuestras bebidas, pero creo que ni nos dimos cuenta del tiempo, en verdad las horas pasaban volando cuando nos reuníamos.


    — La verdad que me divierto más cuando estoy contigo amigo — me comento Nico con sinceridad.


    — ¡Ehh! ¡¿De verdad?!


    — Desde que terminamos la secundaria, siempre he querido marcarte para hablar contigo — Note cierta tristeza al decírmelo, me llamo la atención ya que el Nico que veía ahora parecía mucho más desenvuelto y adaptado a la sociedad.


    — ¿Lo dices en serio…Nico?


    No quería que mi amigo se deprimiera por una absurda e innecesaria nostalgia de niña de novela, así que me decidí llevarlo al lugar adecuado para quitar cualquier preocupación y de paso pasarla bien realmente.


    — Vaya, ¡hace tiempo que no venía a estos videojuegos! — menciono Nico al recorrer ese lugar que él no pisaba desde hace mucho y en el que yo pasaba gran rato para alegrar un poco mis aburridos días — ¡Ah! ¿No es ese tu juego favorito? ¡Juega una partida Cecil! — me señalo el inigualable Arkanoid, juego ochentoso pero realmente entretenido.


    — Ehhh, hace mucho que no lo juego, seguramente ya no soy tan bueno — ¡que mentira! Ayer mismo había estado aquí tratando de batir el record — Seguro…que ni logro llegar al nivel cuarenta esta vez — trataba de contener la emoción por usarla, eso me generaba esa maquinita frente a mí.


    Pero no creo haber disimulado lo suficiente, por un momento algo se apodero de mí ser. No sé si fue la reencarnación del maestro del games o qué, pero mis incesantes movimientos de dedos logro que llegara con plena y total facilidad hasta la última cancha del juego, consiguiendo así el puntaje perfecto.


    — Haa…Haa…después de todo aun no pierdo la habilidad…Haa…Jeh…lo logré…Haa — estaba sumamente agitado, me parece que me pase y más si quería aparentar no tener tanto dominio del juego delante de mi amigo.


    — Vamos, relájate un poco — Nico no dijo nada, pero se notaba que le causaba gracia la situación, ese niño de seis años que él conoció alguna vez seguía muy vigente en mí, y vaya que si tenía razón — También eras muy bueno en el metegol, ¿Qué te parece? — acercándose a ese otro juego.


    — Aquí voy…huf..huf — todavía estaba intentando tomar algo de aire del anterior juego y un nuevo desafío aparecía, no podía defraudar la confianza de Nico así que le metí nomas.


    Nico se encontraba especialmente preguntón por decirlo de alguna manera, y mientras trataba de terminar con el metegol y hacer más goles que Messi, él me pregunto sobre mi situación actual.


    — ¿Y te has divertido en la preparatoria Cecil? — preguntó cómo si fuese una vieja chismosa


    — ¡¿Eh?! Ahhh…pues, supongo que sí. H-He hecho nuevos amigos y todo eso — Espero que no quiera preguntarme sobre ellos también.


    — ¡Qué bien! No sabes lo mucho que hubiera deseado ir a la misma preparatoria que tú amigo Cecil…


    — ¡?


    — Si fuera así… entonces no tendría que…


    — ¿Nico…? — algo no estaba bien, ese estado cabizbajo no era el primero que veía en el día, algo le pasaba.


    Se hacía tarde, y la salida con Nico comenzaba a llegar a su final, caminando hasta nuestras casas él de nuevo me agradecía esta reunión repentina.


    — ¡Ahh! Sí que me divertí. Salgamos juntos de nuevo en otra ocasión, Cecil.


    — Claro — le respondí pero aun pensando es esos brotes de tristeza que tuvo en la tarde.


    — Bueno, nos vemos — Nico se daba vuelta despidiéndose de mí


    — Adiós… — respondí yo, aunque al verlo no quería dejarlo ir así — ¡Espera! — Grite con fuerza — ¡¡Yo planeaba tener una vida escolar plena, pero eso no ha sucedido hasta ahora!! Pero, pero, aun así, ¡¡trataré de dar lo mejor!! Así que, ¡¡también debes dar lo mejor de ti, Nico!!


    Al fin mi amigo soltó una sonrisa y me respondió…


    — ¡¡Cecil!! ¡¡Muchas gracias!! Sabes, recientemente he estado muy deprimido. Cuando entre a la preparatoria, tuve una pelea con mi primera novia, y eso ha sido verdaderamente un golpe duro. Pero desde ahora, trataré de dar lo mejor de mí, Cecil…


    Cuando lo escuché sentí varias cosas, al principio creí que se había vuelto gay y no se animaba a decírmelo, después creí que tenía una obsesión por parecer un cantante pop moderno y conservar la figura. Pero que ya terminada la salida me saliera con eso de la novia, realmente sentí que me tomo el pelo por completo. Yo preocupado por el infeliz y este me viene a refregar en la cara que ya no pertenece al club de los solitarios.


    No lo soporte más, tome mi smartphone otra vez y al igual que esta mañana, seguí escuchando las frases de esas Lolis que grabe con tanto gusto.


    Onii-chan, mientras pueda permanecer a tu lado, todo estar bien

    ¿Eh? ¿También lo crees?, entonces, ¿te parece bien si nos vamos a algún sitio lejano, solo nosotros dos?

    Está bien, mientras los dos estemos juntos por siempre, lo demás no me importa onii-chan


    Seguí escuchando en mi teléfono a esas adorables Lolis, mientras mi estúpido amigo me seguía hablando como si de verdad me importara lo que me dijera ahora, tan solo saque una conclusión de todo esto ¡la realidad apesta!



    Fin del capítulo 4
     
    Última edición: 22 Enero 2017
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    Ruriel

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    Capítulo 5: un pequeño paseo después de clase



    — La hora para el examen ha terminado. Mañana comienzan los días feriados, les pido por favor, que no dejen de estudiar al menos un poco. Muy bien pueden retirarse — esas eran las sabias palabras de mi amargado y joven profesor de literatura. En verdad no comprendo mucho cual es el afán de los profesores por recargarnos de obligaciones, vamos, ustedes también se quieren ir de vacaciones, ¿o acaso no?


    ¨ Días feriados, uh…supongo que me la pasaré en internet o quizá juegue algún videojuego ¨ — pensaba mientras escuchaba música de mi mp4 en plena clase, aunque nadie lo notaba. En fin eran estas dos opciones las que tenía sobre la mesa para planear mis ratos de regocijo.


    — ¡Oigan! — Llamó en voz alta uno de mis compañeros — ¿Quién era el que quería ir al karaoke de nuevo? — así es señores, el karaoke se ha vuelto popular en Argentina. Si bien su infiltración en esto pagos aun no es tan grande, cada día se vuelve más habitual encontrar sitios así en la ciudad de Bs As. Finalmente la cultura oriental nos está invadiendo, pero volvamos a lo importante.


    — Yo, Estela y también… ¿les parece si va Agustina? — una de las chicas de la clase comenzaba a formar su grupo musical propio (o más bien un rejuntado de niñas ricas).


    ¨ Ugh, ¡cállense! Estúpidos compañeros, ¿es necesario que vayan a diario al karaoke? ¨ — me había levantado en un mal día por lo que sus charlas triviales me resultaban más tontas que de costumbre — ¨ la manara de idiotas de mi clase cantando a la par, que feliz, que feliz me siento por ustedes ¨ — apretaba el mp4 con ganas de lanzárselos a la cabeza, pero eran muchos como para lastimarlos con este aparatito, tendría que haberme traído la heladera.


    Imaginación de Cecilio


    — ¡Yo cantaré algo de Maluma! — decía uno de mis compañeros de clase acompañado por las risas de las tontarronas que compartían mi clase


    Y en la realidad…


    ¨ Seguramente dirán alguna estupidez parecida, me enferman. Si, seguramente así será y durante ese tiempo de estar cantando algunos lentos, pasaran a realizar cosas pervertidas en esa habitación…¨ — Imaginarme a esas niñas tontas pero sexys de mi clase en ese tipo de situación levanto mi autoestima o mejor dicho otra cosa — ¨ ¡oops! ¡Mi micrófono de abajo se encendió! ¡No me provoques! ¡Aah! ¡¡Tenía que excitarme en un lugar como este ¿y a esta hora?, vaya molestia!! ¨


    Mire por la ventana que estaba al lado de mi pupitre con un solo deseo.


    — Quiero irme a casa — suspiraba ya con ganas de apartarme de allí y volver a mi intimidad encerrado en mi cuarto.


    Iba yendo camino a mi casa con el fastidio de costumbre, cuando divise en varios rincones de la plaza principal de la ciudad a diferentes grupos de chicos, muchos de mi edad, reunidos alegremente y tal vez planificando reuniones en alguna de sus casas o quizás otros sitios, como esos benditos karaokes que se pusieron de moda.


    ¨ Ahora que lo pienso, desde que me convertí en un estudiante de preparatoria, nunca he salido de paseo después de clase. Me gustaría hacerlo, ya que todos los chicos de mi edad lo hacen, pero…Comprar ropa, jugar un partidito de fútbol, salir al boliche o ir al karaoke…todas esas cosas son difíciles de hacer estando solo…si tan solo hubiera un sitio en el que una persona sola se divirtiera fácilmente ¨


    Comencé a replantearme mi estilo de vida y el rumbo que tomaría de seguir así, pero de hecho pensar mucho en ello era desgastante y muy fastidioso pero de repente un sitio en particular me dio la solución de emergencia a mi nuevo conflicto.


    — ¡¿Uh?! — note una gran cantidad de movimiento en una tienda de libros que acababa de inaugurase recientemente, eso me dio la idea, en este sitio no era necesario estar acompañado por nadie para pasarla bien, así que me decidid a entrar ahí.


    Me quedé fascinado porque el lugar que por cierto era bastante grande, tenía a sus empleados muy ocupados atendiendo a la gran cantidad de clientes que iban ingresando. Uno que vendía algo, otro que daba la bienvenida, otro que ofrecía la variedad de libros que tenían, cada uno de ellos mantenía de forma eficaz su asunto con tal de llevar adelante esa biblioteca del futuro.


    ¨ Aquí podré leer libros como un single player sin pena alguna ¨ (n/a: single player es el término que se usa en los juegos cuando se juega de a uno). ¨ Pero, a pesar que estamos entre semana, ¿por qué viene tanta gente? ¨ — ¿Citas? Era lo primero que podía imaginarme al ver el lugar tan concurrido, mas notando que la mezcla entre chicos y chicas era bastante peculiar — ¨ Nah, seguro su única actividad fuera de casa es venir a este sitio, geez…Bien, este lugar sin más que personas inferiores a mí, me agrada.¨


    Eso fue lo que creí, pero en realidad estaba muy equivocado.


    — ¡Discúlpame! ¿Te hice esperar mucho? — escuché como le preguntaba una linda jovencita al chico que quizás era su novio.


    — ¡Llegas tarde! Estaba tan aburrido que tuve que meterme aquí para leerme algún libro — le recriminó el joven (maldito idiota si yo tuviera una novia jamás la trataría así).


    — ¡Lo siento de verdad! Pero descuida, te compensaré — ella pese a los reproches del infeliz, aun lo trataba con ese cariño tan especial con el que te trata una chica que te quiere, bueno solo lo imagino de esa manera ya que jamás lo experimenté.


    — Bueno, será mejor irnos ya — el sujeto casi pasando por alto la atención de esa niña siguió recorriendo el lugar acompañado de esa señorita (que en verdad debería fijarse bien con quien sale).


    Viendo que yo no tendría que pasar por una situación como la de esos dos, me puse a leer de las distintas estanterías diferentes libros, cada uno de ellos con contenidos opuestos uno del otro. En algunos casos tenía que empujarme entre la multitud de gente para poder conseguir alguno en especial que estaba con muy pocas copias de la editorial.


    Después de dejar que el tiempo trascurriera de forma fugaz, ya cansado de la lectura me retire de esa librería. Saludado por los que atendían, ahí que como buenos comerciantes me agradecían la visita y me invitaban a acudir de nuevo cuando yo quisiese, algo que podría darse siempre y cuando tuviera ganas.


    ¨ Justo como lo pensaba, veinte libros eran demasiados…mis piernas han llegado a su límite…quisiera descansar en algún lugar, pero…¨ — arrastraba los pies para dar cada paso en dirección a mi casa, pero como nunca el camino se me hacía interminable y agotador (consejo, nunca lean estando parados por varias horas).


    No sé cómo fue posible, pero en al camino me cruce con un local de McDonal´s , mi cansancio y el hambre que tenía me llevaron a entrar en el lugar a probar esa deliciosa comida chatarra.


    — ¡Bienvenido! ¿Qué desea ordenar? — me recibió una empleada del lugar. Era una chica rubia muy atractiva por donde se la viese, sobre todo en esos dos dirigibles colgando que tenía en su pecho ya casi por explotar y al que se le llama vulgarmente lolas.


    — S-Si, um…yo…comeré…aquí…¨ ¡No hay razón para que me sienta apenado! En la actualidad, un chico de preparatoria debería de ser capaz de comprar en un local de comida rápida.¨


    — ¡Por favor, dígame su orden! — la rubia de mucha pechonalidad me apuraba con la decisión o más bien con mi indecisión, para colmo de males mis ojos por una cosa o la otra siempre terminaban apuntando hacia su sostén.


    — Una, ham…una hamburguesa… — me exprese con mi típica y molesta vergüenza.


    — ¿Lo quiere con combo? — pregunto ella, pero que demonios, ¿no se daba cuenta lo mucho que me costaba hablarle y tratar de verla a los ojos?


    — Um…si…um, con agua o…uh, um… — a esas alturas traspiraba más que un maratonista y encima la muchacha no parecía haberme escuchado del todo bien.


    — ¿Disculpe? — la pechugona no había escuchado el pedido, ¿o tal vez se daba cuenta de mi nerviosismo?


    — ¡Augh! ¡No, no dije nada! — saliendo de ese estrés que me causó hablar con esa chica salida del playboy, tome mi orden y me fui a sentar atrás del todo, tratando de alejarme del resto. Mientras iba hasta allí me daba cuenta que no era el único que en solitaria acudía a dicho sitio — ¨ Ya…ya veo, varias personas si pueden venir a estos sitios ellos solos.¨


    Me había ubicado en mi lugar, una mesa que se veía algo grande, tal vez por el simple motivo que estaba hecha para que se sentaran cuatro personas, pero en fin, no era el único solitario y eso me reconfortaba. Tome mi hamburguesa, comida que de hecho no acostumbraba a ingerir y ahí me lleve una grata sorpresa al masticar el primer bocado.


    ¨ ¡¿Tan bien saben?! Desde la primaria que no me comía una de estas pero, ¿siempre han sido así de deliciosas? ¡Y pensar que creía que este tipo de comida es solo para niños y los retrasados…! ¨ — era una exquisitez y jamás me lo imagine de un alimento tan simple y callejero como la hamburguesa — ¨ ¡Whew! La verdad es que salir solo también es divertido…claro que sería mejor venir acompañado, sobre todo de chicas…bueno… ¿Cómo decirlo? Puede ser que esto sea un avance, ¿no? ¨ — es me decía, creyendo que estaba haciendo lo correcto, después de todo era una salida, solo faltaba el detalle de tener alguien con quien salir.


    Mientras disfrutaba de mi tranquilidad oí las voces odiosas de ciertas personas que yo lograba reconocer con tan solo escucharlas y más teniendo en cuenta el tema del que hablaban.


    — Ahh, ¡cante demasiado!


    — Uh, ¿tan pocos estamos?, ¿Cómo cuantos se fueron a sus casas, unos ocho?


    Esos comentarios si que me dieron la razón de mis temores.


    — Ustedes siéntense ahí — los invitaba una chica a los muchachos y muchachas que venían acompañándola.


    ¨Ah… ¿no son ellos los chicos de mi clase? ¡¿Por qué han venido justo hoy?! ¿Sera porque el karaoke está cerca de aquí…? ¨ — eran de las tantas preguntas que me hacía al verlos ahí a las carcajadas riéndose de las mismas tonterías que en la escuela, pero algo me puso los nervios de punta al pensar en la situación más detenidamente — ¨ Si ellos llegan a notar mi presencia…¨


    Imaginación de Cecilio…


    — ¿Que ese chico no va a nuestra clase?


    — Si, siempre esta solo que triste pensar que incluso lo está en un lugar como este.


    Fin de la imaginación de Cecilio, por ahora…


    ¨ ¡Tengo que salir de aquí antes que me descubran! ¨ — la poca tranquilidad que creí tener segundos antes se habían esfumado y esta problemática me congestionaba mi mente. Al recorrer dentro de mi cabeza el mapa del lugar me di cuenta que la única salida era por donde estaba sentados esos fastidiosos compañeros de clase — ¨ Tengo que hacer algo rápido, de lo contrario seré descubierto por algunos de los chicos que entre al baño. ¨ — Me decía yo mismo notando que el mismo estaba detrás de mí. — ¨ ¿Hm? ¡El baño! — fue ahí donde halle la solución.


    Minutos más tarde y dentro del baño…


    ¨ No puedo creer que tenga que lucir así de nuevo ¨ — me observaba en el espejo luego de tratar de levantar con la gomina mi cabello, para dejarlo parecido a los cortes que se usan en la actualidad y recordando que ya antes lo había intentado con muy malos resultados — ¨ Por último, ¡¡solo necesito poner otra cara al pasar!! ¨


    Mi estrategia no estuvo tan equivocada, ya que ante la cantidad de idioteces que charlaban mis compañeros de clase, ninguno de ellos noto mi presencia al pasar al lado, a excepción de una que parecía sospechar de algo.


    — Y entonces… — uno de esos idiotas con dinero de mi clase sacaba su teléfono nuevo, equivalente a un año de alimentos para mí.


    — ¿Huh? — me observo mientras pasaba su linda acompañante


    — ¿Sucede algo?


    — Bueno…es sólo que ese es el uniforme de nuestra prepa…


    — ¿Tú lo conoces?


    — No, no lo conozco.


    ¨ ¡Sí!¨ — me decía cantando victoria por un plan que supuestamente había salido perfecto, solo que en ese momento…


    Al pasar por la salida de ese sitio de comidas tuve que encontrarme en el camino con mi insoportable hermana mayor.


    ¨ ¡¿Qué estará haciendo este idiota..?! ¨ — pensó mi hermana al verme con algo peculiar en mi rostro, diferente de otras ocasiones.


    — ¿Qué estas esperando?, vámonos. — le dijo una estudiante de su misma clase que junto a otra chica más, bastante guapas ambas, acompañaban a mi hermana, algo habitual ya que ella siempre se rodeaba de personas lindas y populares.


    — Seh… — le contestó ella con esa desganes de siempre.


    Pensé allí que todo había terminado, y que al fin podría marcharme a mi casa sin pasar por otra situación bochornosa, sin embargo…


    — Jeh — se sonrió una de las acompañantes de mi hermana.


    — ¿Qué pasa? — le pregunto la otra amiga que las acompañaba.


    — Pues sucede que el chico que paso apenas estaba bastante feo — Ese comentario fue como una estaca en el pecho para mí — Verónica, tú también lo viste, ¿cierto?


    — N-Nah, no logré verlo…vámonos — contestó Verónica queriendo hacerse la desentendida.


    — Que desperdicio y a mí que me gustan todo tipo de chicos.


    Tras esos dichos me perdí en una plaza cercana, tenía pocas ganas de cualquier cosa, incluso de volver a mi hogar. Algo amargado y triste me senté en un columpio pensando en lo que había ocurrido, hasta que mi hermana llego y se puso frente a mí.


    — Vamos a casa…y deja de salir tu solo si quieres evitarte problemas.


    — Si… — conteste aún con mi cabeza gacha.


    La presidenta del consejo estudiantil es muy amable, tal como era de esperarse por ser mi hermana mayor.



    Fin del capítulo 5
     
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    Brunchi

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    No es el único nombre ridículo, tengo una profe que se llama Amparito xD
     
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    Hola, aprovecho la oportunidad para comentar.

    Lo primero solo leí el capítulo cuatro y el cinco solo le di un vistazo, pero vi que al menos lo que tengo que aportar puede ayudar al último también.

    Lo primero que quiero destacar es que hay muchas ocasiones en donde sobrecargas de descripciones los diálogos como en esta ocasión:

    Como pasa aquí; concentras demasiada información sobre el diálogo lo cual, no permite que uno pueda comprender de manera rápida todo lo que quieres decir. Como sugerencia te propongo que a la hora de utilizar los diálogos seas lo más breve y concreto posible como en este ejemplo:

    En este caso se aplica de forma precisa y directa lo que se quiere transmitir, y eso hace que sea mucho más fácil de comprender el trabajo. El resto lo puedes describir con un párrafo que sea narrado por el narrador, ya sea contando información necesaria, descripción de lugares o hacer alusión a otros temas.

    Creo que eso es todo lo que te puedo decir.

    Saludos y suerte.
     
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    Ruriel

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    Capítulo 6: no soy divertido así que me refugiare aquí



    Me había ido a dar una vuelta, cuando me pase por una tienda a comprar una revista Condorito, una historieta que me encantaba por su humor y por sus personajes (quienes la hayan leído sabrán a que me refiero). Ya en las primeras páginas, la tentación termino ganándome e inesperadamente solté una sonrisa, cosa que quise disimular de inmediato.


    ¨ Me termine riendo de repente, no me vieron, ¿verdad? ¨ — miraba a mis alrededores cerciorándome que ese impulso provocado por esta historieta no hubiese sido observado por ninguna persona.


    Tras esa visión general, la única persona que puso haberme captado era la chica que atendía en la tienda y que se encontraba acomodando algunos libros en la estantería, pero al ver que solo volteo su mirada por unos segundos para enseguida seguir en lo suyo me dio a entender que no era necesario preocuparse o eso creí, ya que saliendo de ahí mi mente me siguió dando indicios de que tendría que cambiar los lugares que frecuentaba a menudo.


    ¨ No podré ir a esa tienda por un tiempo, pero esa broma fue la mejor ¨ — decía recordando esas líneas tan divertidas — Esa escena donde Condorito hablaba con Huevoduro Y Garganta de lata era de lo más graciosa.


    El placer que me generaba leer aquella fabulosa historieta chilena fue interrumpido lamentablemente por algo que la naturaleza jamás se encarga de avisarte con tiempo.


    — Huh… — preste atención a una gotita que cayó sobre mi nariz — ¿Qué? — al mirar hacia el cielo, varias gotitas de agua comenzaban a caerse, la bendita lluvia acechaba la ciudad repentinamente sin ser previamente avisados por el pronóstico del tiempo (que vale decir que en mi pueblo por lo general nunca acierta el estado del tiempo).


    Me refugie bajo el techo de un local ya cerrado, esperando a que al menos disminuyera la cantidad de agua que estaba cayendo.


    ¨ Si iba a ser así, debí haber comprado un paraguas en esa tienda ¨ — lamentaba no saber el futuro para prevenir la mojadura, pero en fin, eso era algo que nadie puede hacer realmente — Bueno, parece que es pasajero — pensé al ver que el agua comenzaba a mermar lentamente — Así que regresare cuando escampe.


    Al rato dos chicas se acercaron corriendo hacia el mismo local donde me encontraba, con la misma intención de evitar mojarse.


    — ¿¿ Qué es esto tan de repente?!


    — Olvídalo, solo corre.


    Ya al lado mío, ellas siguieron hablando sin haberse dado cuenta de mi presencia.


    — Esto es lo peor.


    — Después de todo empezó de repente.


    ¨ Po, ¿Por qué aquí? Yo ya estoy aquí, ¡así que vayan a otro lado! ¿O quizá debería ser yo quien escape de aquí? ¨ — Me molestaba la presencia de extraños, más cuando me encontraba en mi reconfortante soledad.


    — Hey hola, ¿también tratas de escapar de la lluvia? — una de esas chicas trataba de entablar una conversación conmigo, grave error.


    ¨ ¡¿Qué?! , ¿Ellas me hablaron?, ¿Por qué?, ¡¡oh no!! ¡¡Tengo la mente en blanco!! ¨


    — ¿Qué haces? Hablarle así de repente, lo estas molestando.


    — ¿Huh? Está bien, no es nada, de todas maneras estoy aburrida, ¿oh quizás estoy siendo ignorada? — Esa chica seguía esperando una repuesta mía, pero…


    — Déjalo…obviamente es un chico callado — daba su conclusión la otra muchacha al ver que no salía palabra de mi boca.


    ¨ ¡¡Estas equivocada!! No te estoy ignorando, ¡¡yo no soy un chico callado, de hecho soy un chico animado e interesante!! Como sea, tengo que decir algo.¨ — la poca imaginación comunicativa con la que contaba solo me hizo sacar el tema del clima para comenzar una charla — ¡¡E…Esta…lloviendo verdad!! A ha ha… — que manera tan patética de hablar, creo que ni yo me molestaría en contestar eso.


    — …Ah…si…es verdad — esa chica apenas había escuchado lo que dije para después por unos minutos quedarnos otra vez los tres callados, en pocas palabras había cagado mi chance de hacer conexión con ellas.


    ¨ ¡¡No está bien, ya estoy al límite, es difícil respirar!! ¨ — el nerviosismo generaba que sintiera como un ahogo, la poca capacidad de expresarme con esas chicas me habían puesto muy intranquilo.


    Para colmo sentí que unas gotas caían sobre mis pies, pero ¿cómo podía ser posible si estaba refugiado contra la lluvia? Fue ahí que me di cuenta del motivo.


    ¨ ¿Qué es este sudor? ¡¿Esto es una historieta de básquet o algo así?! ¨ — tras pensar en esa frase tuve una idea — ¨ No pienso seguir, pero ¿esto es una historieta de básquet o algo así? ¡¡Es algo gracioso verdad!! Si, si le digo a esas personas podrían reírse. Podrían pensar que soy un chico interesante…muy bien ¨ — me había decidido a ejecutar el plan — Ah…ah!! ¡Es-esta es una sudoración loca! ¡¡Es, esto es algo como una historieta de básquet!! — al terminar la oración creí que lo había hecho perfectamente, que al fin había dicho algo cómico y copado pero…


    — ¿Qué?... — la chica ni siquiera me había escuchado.


    ¨ ¡¿Huh?! ¡¡Augh!!... ¿N, No me escucharon? ¨ — quise intentarlo de nuevo — Qu… ¿Que es este sudor? ¡¡Estoy sudando como un personaje de una historieta de ba-ba-basquet!!


    — ¿Qué? Oh, ¿me lo estás diciendo a mí por casualidad?


    ¨ Solo mátame ahora ¨ — era en lo único en lo que pensaba tras mi fallido intento por aparentar ser cool — ¨ Que pasa con ellas, cielos. Apuesto que se entretienen con bromas aburridas y pervertidas, ¿no te ríes de las impresiones en tv? ¡Por eso es que no entienden una broma de tanto nivel! ¨


    Mi estado de ánimo estaba en un nivel bastante bajo ya en esas alturas y mi cuerpo lentamente me lo iba reflejando.


    ¨ Oh cielos…esto no es bueno si me quedo aquí terminare llorando…baño…el baño…¨


    Trataba de huir de ese lugar para no seguir metiendo la pata con esas chicas, pero una de ellas ahí quiso hablar conmigo al notar que me marchaba, ¿justo ahora?


    — La lluvia todavía esta fuerte, ¿te vas a casa?


    — ¡? Ah…umm. ¨ Se darán cuenta que estoy llorando, ¡¡tengo que decir algo cómico!! ¨ Ba-Ba-Ba-Baño…estaba pensando en echar una buena cagada o algo así…


    — Oh, perdón…por preguntar eso…


    — ¿¡No!? Fue una mentira voy a orinar… ¨ ¡¡A pesar que fue una broma!! ¡¡Lo convertí en una broma sucia!! ¨


    Tras eso me fui hasta el baño público a meditar en lo que había hecho.


    — No puedo deshacerme de esta sensación, pero si no regreso realmente pensaran que estoy cagando — decía inclinado contra la pileta, pensando en cómo salir bien parado de la avergüenza.


    Pero cuando regrese a aquel lugar ya esas niñas no estaban más, no tendría la posibilidad de remediar mi error. Me senté en esa butaca que tenía la entrada del local, a esperar de que de una vez por toda la lluvia se detuviera. En ese trascurso al parecer el agotamiento hizo que mis ojos me pesaran hasta no poder más y deje que me ganara por el sueño.


    Y mientras yo dormía…


    — Ah, grandioso, él todavía está aquí — comentaba una de esas chicas al verme durmiendo en la butaca del local.


    — ¿No está durmiendo? ¿Lo despertamos? — le pregunto u amiga al verme en reposo absoluto.


    — No está bien. Dejemos el paraguas aquí.


    — Pero ir a la tienda, comprar un paraguas y regresar…quiero decir, parece que la lluvia no parara de acuerdo al pronóstico de mi teléfono así que…


    — ¿Parecerá que lo dejemos aquí verdad? — menciono la chica dejando ese paraguas recién comprado sobre mis piernas.


    — Bueno, supongo que está bien, ¿él lo notara?


    — Esta justo en sus pies.


    Minutos después yo comencé a abrir lentamente mis ojos, con la lluvia aun presente note ese paraguas frente a mí.


    ¨ ¿Un paraguas? ¿Huh? ¿Olvidaron algo así aquí? ¿Me pregunto si estará bien si lo uso? ¿Eso no es robar verdad? ¨


    Al decidirme usarlo, me retire hacia mi casa sin chistar.


    ¨ Solo una vez, me gustaría ser tratado bien por una chica… ¨ — suspiraba al pensar sobre esa sensación que no conocía aún, o eso creía.


    ¡Sería bueno si notara la bondad oculta!



    Fin del capítulo 6
     
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    Capítulo 7: jugare porque no soy divertido



    Que estará haciendo este chico tan tarde en la noche se preguntaran.


    Estaba entretenido probando en mi computadora un juego que en internet era altamente recomendado, más para las personas de mente perversa y hentai como yo, su nombre era Artificial Academy.


    — Como lo pensaba, esto…no tiene un mecanismo similar a un juego eroge pero no puedo dejarlo ahora — probaba ese juego, y en cierta manera me entretenía la opción de crear mi propia chica hentai y luego usarla en el mimo juego para conquistarla tras pasados los días y las interacciones entre los personajes, algo bastante agradable diría yo.


    Al otro día mi madre ya estaba sirviendo el desayuno como de costumbre.


    — Buenos días — le saludo con mis ojos más abiertos que de costumbre.


    — Buenos días… — saludo ella pero se me quedo mirando por un momento.


    — ¿Oh? ¿Qué? — pregunte por esa extraña mirada de mi querida madre.


    — Normalmente te ves adormecido en las mañanas, pero hoy te ves bastante enérgico.


    No entendía bien porque me lo decía, así que sin poder responderle debidamente me senté a ingerir mis alimentos.


    ¨ Esta salchicha…me recuerda la escena del juego de anoche ¨ — pensaba mientras masticaba la comida con los ojos aun en forma de faroles.


    ¨ ¿Me pregunto si sucedió algo bueno? ¨ — se preguntaba mi madre al verme en ese estado, pero no te ilusiones mamá, que mi comportamiento y la forma de mis ojos no tenían nada que ver con chicas o de haber estado chateando con alguna de ellas, por ahora tu hijo sigue invicto en ese sentido.


    Y en la escuela, mi mente seguía flotando por aquel eroge.


    ¨ Pero como las páginas web dijeron, ese juego era bastante erótico…quiero apresurarme e ir a casa ya…hay tanto material para probar en ese juego…¨


    Cuando sonó el timbre de receso de la escuela, al primer lugar donde fui fue al baño, para mojarme un poco el rostro ya que tenía algo de calor. Pero me lleve una gran sorpresa cuando vi mi rostro por el espejo del baño.


    ¨ ¡¿Qué?! ¿Qué es esto? De alguna manera tengo la sensación de que me veo muy guapo… — veía que mis ojos estaban grandes y luminosos, casi como los de un personaje de anime — ¨ Vamos a pensarlo, esta es la primera vez que me miro hoy…¡¡mis ojos están brillantes y los círculos se han ido!! ¨


    Al rato apareció un grupo de alumnos que también tenían necesidades, interrumpiendo así mi estado de shock, pero al oír voces de mujeres me di cuenta que por equivocación me había metido al baño de chicas, por lo que cautelosamente me encerré sentándome en el inodoro.


    — ¿No te parece una molestia usar rímel en la escuela?


    — Si, se lo que quieres decir.


    Esas triviales conversaciones siempre solían molestarme, pero mi incómoda posición no me permitía quejarme en esos momentos.


    ¨ No se pongan su maquillaje todos los días en la escuela demonios, pero en verdad me veo muy atractivo ¨ — seguía pensando en la apariencia que vi en el espejo, era una especie de Sasuke Uchiha Argentino, bueno algo así — por qué diablos…


    — Hey Myrna, ¿en verdad tienes novio? — las chicas seguían con su tan profunda charla mientras tanto.


    — Si, fue algo repentino, no crees.


    — Pero realmente, te ves más linda cuando tienes novio, aunque decías que los chicos son solo molestos y desagradables.


    Esa conversación me hizo generar alguna duda que tenía que resolver cuanto antes.


    ¨ Ni hablar, tengo que averiguarlo ¨ — me dije al decidirme ir a investigar si esa charla tan tonta que tenían esas dos poseía algo de realidad.


    Al pasarme por la tienda de revistas, vi en vidriera algo que podría saciar mi desconocimiento en el rubro chicas.


    — Esto parece la clase de revistas que leen las chicas estúpidas — ojeándolo un poco descubrí unos párrafos más que interesantes — Los adolescentes que son lindos y encantadores y amaros por los demás emiten altos niveles de estrógeno en el caso de las mujeres y algo en menor proporción en los hombres. El estrógeno es emitido cuando sudas, tus proporciones tienden a ir aumentando y tu cuerpo se vuelve más deseable — y aun había cosas atrayentes por leer en esa revista — ¿Y sabes cuando tu estrógeno aumenta más? Cuando tienes sexo. En otras palabras si quieres volverte más atractivo u atractiva, ten más sexo. Eventualmente te convertirás en una persona hermosa.


    Ahí me di cuenta de ese gran secreto que había permanecido oculto hasta hoy.


    ¨ La razón por la que me volví más guapo es porque… ¡estaba tan excitado cuando jugaba ese juego hentai! ¡¡Porque estaba emitiendo esa hormona, me hice más atractivo!! En otras palabras, si continuo jugando esos juegos cada día comenzare a verme más atractivo. Ahora que lo pienso, antes cuando estaba en la escuela y aun jugaba esos juegos, era muy querido…¨


    El los recuerdos fantasiosos de Cecilio, o sea los míos…


    — Cambiaremos de asientos así que por favor escoge un punto — me proponía por entonces la delegada de mi clase, en el primer día donde se elegían las ubicaciones de cada uno.


    — ¡Ah, sí! — y esa era la contestación de mi yo anterior cuando era popular.


    Habiendo descifrado el secreto, era evidente lo que tenía que hacer, así que me fui de inmediato a mi computadora.


    — Produciré más hormonas si juego más horas, mi musculatura se hará mayor y comenzare a verme hot, mi cuerpo será objeto de deseo.


    La mañana siguiente…


    Mi hermana se había levantado para cepillarse los dientes, cuando nos encontramos en el baño. Donde yo me regocijaba viéndome en el espejo.


    ¨ ¡Mierda, se ve tan asqueroso…! ¨ — Pensó ella al verme, aunque no sé por qué motivo — ¨ ¿Qué ocurrió? ¿Nado en aceite o algo? ¨ — se preguntaba, seguramente la había impactado mi viscosidad.


    ¨ ¿Qué está viendo? ¿Esa mirada…? Ella no me está viendo como su hermano, ¡¡pero si como un hombre!!, aunque es de mañana, ¡¡me ve como en alguna clase de noche pervertida!! Solo por jugar ese juego toda la noche, ya estoy en el nivel donde mi hermana me desea…¨ — me miraba en el espejo lo deslumbrante que estaba — ¨ Ambos, mi cara y mi cabello están brillando…perdón, pero gracias a ese juego hentai ya no estás en mi liga…perdón pero…no eres demasiado buena para mi…¨ — gire mi cabeza para observarla y decirle en forma clara y simple… — Perdón — era lo único que podía decirle a mi hermana como muestra de respeto hacia sus sentimientos.


    ¨ ¿Se está disculpando? ¡¡No sé ni lo que está pasando!!


    Si seguía actuando como era, no me volvería más atractivo como ahora, pero no debo preocuparme ahora que he cambiado.


    Poco días después…


    Continúe las noches de insomnio jugando aquel eroge tan vicioso y adictivo. Pero pese a mi resaltante atractivo, el hambre y el sueño trataban de ponerme obstáculos en mi camino a la perfección. Finalmente ocurrió lo que me imaginaba y tuve una charla en privado con mi hermana mayor.


    Y en el cuarto de mi hermana…


    — Como esperaba, me canse de ese juego después de jugarlo tanto…siempre decía las mismas cosas, y hacia las mismas cosas repetidas veces. Tal como las mareas vienen y van, sigo las mismas cosas todos los días — Charlaba con mi hermana que me escuchaba sentada en su cama, y por su silencio podría decirse que la atrape con mi reciente actividad — Cuando pensé, si quiero hacerme un mejor hombre tengo que salir y enamorarme de personas reales.


    Pero en la mente de mi hermana no todo era tal cual yo creía.


    ¨ De que está hablando…tal vez es un idiota…¨ — pensaba mi hermana al mirarme hablar sin sentido.


    Tienes razón esta vez hermanita, ¡¡soy un idiota!!



    Fin del capítulo 7
     
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    Ruriel

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    Capítulo 8: porque no soy divertido, cada día pasa sin incidentes



    Cada día de que pasa, ¿me acerco cada vez más a convertirme en un adulto?


    Yendo a la escuela…


    La vida escolar de un chico muy aburrido.


    ¨ Es un día agradable…¨ — los primeros rayos de sol golpeaban mi rostro despertándome un poco más— ¨ se siente como si algo bueno podría pasar hoy. El horóscopo de hoy dijo que tendría buena fortuna por primera vez ¨ — Ahí comencé a recordar las buenas cosas que me pasaron en estas primeras horas del día — ¨ El desayuno estuvo bueno hoy, comí más de lo usual. A pesar de que anoche me quede hasta las dos de la mañana en la computadora, aun así me siento muy bien ¨ — las energías las conservaba en buena medida así que digamos que era correcta mi afirmación — ¨ Muy bien, ¡correré todo el camino a la escuela! Ahora mismo, puedo hacer cualquier cosa ¨


    Debí tomar en cuenta mi poca capacidad atlética, alguien que de hecho era desastroso en educación física. Pero esa corrida no habitual en mi me produjo un cansancio bastante elevado, que incluso me provocó vómitos, expulsando de esa manera el buen desayuno que había probado. Menos mal que había un callejón estrecho camino a la escuela, en donde podía hacer tal asquerosidad sin que nadie lo notase, ¿o sí?


    Un par de alumnas de mi escuela se juntaban cerca del callejón, maldita suerte la mía.


    — Buenos días.


    — Hola.


    — ¿No has hecho la tarea todavía?


    — Ya me di por vencido — hubiese deseado al menos esta vez sí pasar desapercibido como siempre, pero no fue así — ¿Ese chico esta borracho? Tomar tan temprano, que horrible.


    — Desagradable…


    Ya para ese entonces había dos chicas más a las cuales debía tachar como posibles amigas y ni hablar de posibles novias, mientras…seguía vomitando los huevos revueltos hechos por mamá.


    Y dentro de la escuela, intentaba escaparme de la soledad cerca de empezar la clase con la misma estrategia que utilizaba casi todos los días, que era hacerme el dormido mientras todos charlaban como pericos.


    Ding Dong, sonaba la campana que indicaba la finalización del recreo. Pararme, levantarme, enderezándome, echando atrás, sentarme, estirarme. Más gestos no podía hacer para convencer a los demás de mi agotamiento.


    — Abran sus libros en la página cuarenta y dos — decía mi maestra de turno y yo lentamente abría mi libro que estaba como nuevo (casi nunca lo ojeaba).


    ¨ He estado mejorando en fingir que estoy dormido hasta que suena la campana. Ya que tire todo esta mañana, tengo mucha hambre ¨ — tocaba mi vacío estomago que había devuelto todo lo ingerido hoy temprano — ¨ Todavía faltan dos clases antes del almuerzo, pero quizá debería comer ahora mismo…pero voy a sobresalir si como mi almuerzo ahora…pero me vería inexplicablemente atractivo si como de forma delicada como lo hacen los caballeros ingleses de las películas ¨ — me imaginaba una escena del rey de Francia en la película el hombre de la máscara de hierro ( bueno no soy precisamente Leo Di Caprio pero podría terminar viéndome como él si me arreglo un poco).


    Pero como me pasa a menudo mis conclusiones a veces carecen de realidad, y el elegir comer durante la clase no fue la mejor de las ideas.


    — ¿No hueles a algo? — le preguntaba una chica que se sentaba dos butacas delante de mí a su compañera.


    — Ahora que lo pienso, huele a comida, ¿verdad? — le respondió su compañera olfateando el ambiente.


    — Apenas es la segunda clase, pero alguien ya se está comiendo su almuerzo.


    Escuchar esos comentarios me avergonzó tanto que ocultaba mi cara detrás del libro para que nadie me notara con la boca llena.


    Ya pasada la comida y sin que nadie me viese, el receso entre una clase y la otra se me hacía extremadamente aburrido, más por tener que oír las mismas conversaciones siempre.


    El tipo de persona que me hace enojar más.


    — Nunca lo esperaría de él, sabes — comenzó la charla uno de mis compañeros, un riquillo que siempre busca llamar la atención hablando cualquier boludez.


    — Ayer yo y Carlos, y dos chicas de otra clase, lo vieron cuando regresaba del karaoke. Regresaba a casa con una chica — otro idiota participaba de la tan grandiosa charla.


    — Bueno, no es como si salir con personas fuera algo malo — Y no podía faltar la opinión de algunas de las chicas de la clase, estos temas sí que eran de su gusto, de estudios ni hablar.


    — Si, pero siempre lo usa para hablar de mariconeadas normales, solo debería mantenerse callado.


    — Ahora que lo pienso, ayer dijo que volaría a todos los maricas normales en Tweeter.


    — ¡Apuesto a que sí!


    Mientras mis oídos eran contaminados de tanta charlatanería estúpida, algunos malos pensamientos aparecían en mi mente.


    ¨ Si el acortamiento de mi vida por un año sería matar a estos chicos, yo lo haría…¨


    No quiero imaginarlo


    — Lo de segundo año están por ir a un viaje de campo, ¿verdad? — le comentaba un chico pelirrojo a su amigo, el tonto ese me hacía acordar a Wayne Rooney, y no por ser un buen futbolista, más bien por el color de su cabello y sus innumerables pecas en el rostro.


    — ¿Sabes a dónde irán?


    No pude dejar de oír la charla, era bueno escuchando, pero algo me causo cierto cosquilleo al pensarlo detenidamente.


    ¨ Un viaje de campo ¿huh?, el próximo año…¨


    Un montón de cosas que no quería pasar aparecieron casi dibujadas en mi cabeza.


    ¨ ¡¡Viajes de noche, ropa casual, fotos, división de grupos, habitaciones, autobuses, trenes, aviones, asientos!! Tiempo libre, parrilla, profundización de las relaciones, alta tensión en las noches, charlas románticas, baños, chicas entrando a mi habitación ¨ — en resumidas cuentas deje de pensar en todas esas opciones y trate de tranquilizarme.


    ¨ Finalmente, solo falta una clase…¨ — pensaba ya con ganas de volverme a casa de una vez por todas.


    — ¿Qué clase tenemos ahora? — escuché que preguntaba uno de mis compañeros al que estaba al lado suyo.


    — Arte, creo que tenemos que hacer equipo y dibujar la cara del otro — respondió este.


    — Ehh, entonces seamos equipo.


    No puede ser que tenga tanta mala suerte, ya con el maestro de arte comenzando la clase…


    — Busca a alguien para hacer un equipo — me pedía mi maldito maestro, que fastidio.


    Yo observaba que todos habían armados sus parejas con bastante rapidez, ¿qué podía hacer entonces?


    — ¿Qué pasa? Cualquiera está bien busca un compañero — el idiota me seguía insistiendo, ¿acaso era ciego o qué? ¿No ve que están todos los equipos armados ya?


    — Si…pero ya todos tienen equipo… — le dije con un poco de pena, en realidad la pena que siempre siento cuando alguien me habla.


    — Entonces únete al grupo de alguien.


    De tanto insistir mi maestro tuve que recurrir a un viejo método de escapatoria.


    Saltando clases


    Enfermería


    — Uh, Uh…umm…no me siento muy bien… — le dije a la enfermera de la escuela que estaba tomándose tranquilamente su té.


    — Oh vaya, ¿estás bien? ¿Quieres acostarte?


    Me había dormido profundamente en la cama de la enfermería, y al abrir los ojos luego de un buen rato me encontré con una sorpresita al lado mío. Una joven durmiendo con su suave respiración golpeando mi mejilla.


    ¨ Estoy durmiendo…¡¡al lado de una chica…!! ¨


    Yendo a casa


    Camino a mi dulce hogar algo se me cruzo en el camino.


    ¨ Una pelota… ¨ — había levantado esa bola de béisbol, deporte que debo decir que odio completamente, nunca vi un juego más complicado y aburrido dios mío.


    — Disculpe — oí una voz femenina — Gracias por recoger eso por mí.


    — Ah, si…¨ la manager del club…¨ — la chica seguía con su tarea luego que le entregada la pelota, mientras yo contemplaba sus labores — ¨ Esa chica normal es la manager del club de béisbol, pero parece que da su mejor esfuerzo para hacer todos esos trabajos diversos. Apuesto que solo esta tratando de impresionar a unos de los chicos del club…o quizá solo tiene un fetiche por esto…supongo que ser manager significa que tienes que cuidar de los bates de los chicos… ¨— mi mente perversa se ponía marcha — ¨ de todos los bates de los chicos ¨ — ya una escena erótica se cruzaba por mi cabeza — ¨ Hey manager, mira mi enorme bate, je, je, quizás si sería bueno practicar algún deporte de vez en cuando. ¨


    Yendo a casa 2


    Mientras caminaba vi que delante de mí iba una pareja de adolescentes, la chica de espalda se veía que estaba muy buena.


    ¨ En serio, camina rápido… ¨ — pensaba al notar el rápido andar de la chica en cuestión, pero de repente un pequeño viento logro que yo tuviera una visón celestial — ¨ ¡¿Huh?! ¡No! No soy un pervertido, solo tenía curiosidad por ver qué tipo de bragas usa una chica con novio…es pura curiosidad, no hay otro motivo…¨ — estaba sonrojado pero esa ropa interior con frutillitas sí que era sexy.


    Recordando el pasado


    ¨ Hoy también han pasado muchas cosas…muchas cosas…tan lindas ¨ — aun soñaba despierto con esa excitante braga juvenil — ¨ Recordare eso ¨


    Y así el día de Cecilio, o sea el mío termina…



    Fin del capítulo 8
     
    Última edición: 7 Abril 2017
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    Ruriel

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    Capítulo 9: como no soy aburrido, me importan las cosas insignificantes



    Miraba a mis compañeros de clase mientras se estaban cambiando en los vestidores de la escuela, y algo me encendió la alarma.


    ¨ Ya casi es hora, las personas se están cambiando al uniforme de verano ¨ — los torsos desnudos de mis colegas de escuela, casi a la altura de Jean Claude Van Damme, me causaron una tremenda preocupación con respecto a mi estado físico — ¨ ¡Esto es diferente de la secundaria! Los cuerpos de todos ellos están marcados… ¿son físico culturistas? ¿Yo soy el único que usa camiseta manga larga para no mostrar mis flacos brazos y mi fea panza? ¨ — Era normal que la elección de mi ropa se la dejara a mi mamá, pero por lo general algo aportaba con mi creatividad a la hora de elegir.


    Flashback:


    En una charla con mates acompañado de mi querida madre, recurría al tema de mi ropa.


    — El blanco destaca, así que usaré negro — El color oscuro seria perfecto para ocultar mi visible barriga y los dos alambres que tenia en mis extremos a lo que debía llamar brazos.


    — Entonces se compraré algunas camisetas de ese color — concluía mi madre.


    Fin del Flashback:


    Y de vuelta a la realidad…


    ¨ Ahora que lo pienso, la braga de la chica que vi antes se veía muy bien, ella no temía en mostrar ese sexy atuendo ¨ — Me decía a mi mismo, aunque en realidad le mire sin querer su ropa interior — ¨ Probablemente yo tenga la ropa mas pasada de moda que todos aquí. Quizás si uso vestimenta moderna podría ser capaz de hacer nuevos amigos, y tener una novia. Mis camisetas deben valer unos 500 pesos, ¡¡lo decidí!! ¡¡Compraré ropa moderna!! Excepto que no se donde comprarla…¨


    De inmediato pensé en la persona que me sacaría de ese conflictivo asunto.


    — ¡¡Oh es Cecil!! Ha pasado mucho tiempo amigo — el torpe, ¿acaso se había olvidado que hace poco nos encontramos?


    — Uh, Uh, Umm… — lo complicado que me resulta soltar palabras, pero si estoy hablando con mi amigo de la infancia


    — ¿Qué pasa? — preguntaba Nico del otro lado del teléfono


    — Ni-Ni-Nico, ummm… ¿q-que tipo de calzoncillos llevas puesto ahora? — Por alguna razón esa pregunta la notaba un tanto extraña, pero ¿por qué la hice? ¿no podía preguntar por alguna otra prenda?


    — ¡¿Cecil?! ¿Dijiste…calzoncillos?


    — Si…Si… — No se porque, pero desde que Nico volvió me estoy comportando mas raro que de costumbre, o mejor dicho cada vez me siento menos masculino.


    Entre una cosa y la otra, Nico me comento en donde solía comprarse su ropa.


    — Así que compraste cerca del centro, ¿y fuiste tu solo?


    — Por supuesto Cecil, ¿quien más lo haría si no soy yo mismo?


    — Uhh…ummm me puedes ayudar a comprarlos ahí… — quería usar al menos calzoncillos a la moda


    — ¡¿Eh?! — Nico parecía aun desconcertado.


    — Entonces, ¿quieres ir mañana? — Yo seguida embalado con la idea de ir de compras.


    — ¿Eh? ¿mañana? — ¡Si! Quiero salir contigo de nuevo Cecil — No se si él entendió bien de que se trataba todo, lo único que se es que pese a convertirse en un chico normal, el sigue siendo una persona agradable.




    Al día siguiente…


    Mientras esperaba a Nico, me miraba en la vidriera de una tienda las prendas que llevaba puesta.


    ¨ ¿Esto esta pasado de moda?, ¿debería haberme puesto esos pantalones rajados? quizás si subo el cuello de mi camisa podría verme genial ¨


    — ¡Cecil! — escuché la voz de mi amigo que me llamaba — Perdón por llegar tarde.


    — Nico — gire mi cabeza para verle y de nuevo note que usaba esos ajustados pantalones que no puedo tolerar.


    — ¿Hmm? ¿Mis pantalones son raros o algo así? — Me preguntó Nico al verme concentrado en su chupin.


    — ¿Eh? Para nada… — le respondí con disimulo.


    — Por alguna razón son populares en mi escuela — me contaba mientras me mostraba como le quedaba — Pero supongo que mi escuela tiene modas extrañas.


    — ¿D-De verdad? ¨ Como si yo lo supiera ¨


    — Cecil, ¿cambiaste la forma de usar tu uniforme? ¿ es popular u algo así? — me pregunto al verme con mi canchedo cuello de mi camisa subido para arriba.


    — Ah, bueno…un poco, algunos actores de cine llevan el cuello así ¿verdad?


    — Si, ese tipo de cosas se ven bien — Nico me daba la razón, pero no sabia si lo hacia por conocimiento o solo por quedar bien conmigo.


    — ¡¿De verdad?! — dije casi con sorpresa.


    Yendo ya hacia el local, subiendo por la escalera mecánica, podía observar como el trasero de mi amigo estaba sumamente ajustado a su pantalón.


    ¨ Me pregunto si eso será erótico para las chicas ¨


    Ya cuando llegamos al lugar, quede sorprendido de lo grande que era y de la gran variedad de prendas para hombre que había en las vitrinas, en especial de calzoncillos.


    ¨ ¡¡Asombroso!! ¡¿Todos compran su ropa en lugares como este?! ¡¡Y que es este asombroso aroma saliendo de la tienda!! ¨


    — ¿Cecil? — Mi amigo me miraba algo extrañado por esa exagerada reacción mía.


    ¨ Quizás sea el aroma de la ropa nueva ¨ — me quede olfateando unos calzoncillos que estaba a mano — Nico, es ropa con perfume, huele a perfume.


    — Cecil…¨ es el aroma de la tienda no de los calzoncillos ¨


    Pero me quede mirando la variedad de ropa, especialmente de calzoncillos que era lo que menos tenía a parte de remeras y no lograba decidirme por nada.


    ¨ Pero incluso estando aquí no decido que comprarme ¨ — observaba como Nico miraba algunas ropas con total tranquilidad y me hizo reflexionar al respecto — ¨ Si me calmo y lo pienso un momento, ¿Por qué alguien como yo vino a esta tienda en primer lugar? De repente me empecé a sentir avergonzado…quiero apurarme y comprarme ropa para ir pronto a casa ¨ — N-Nico


    — ¿Hmm?


    — ¿Qué calzoncillos piensas que me quedarían bien?


    — ¡¿Eh?! Umm no lo sé… — se quedo pensando.


    — Creo que cualquiera que elijas por mi estaría bien.


    — Realmente no he pensado que tipo de calzoncillos te queden bien.


    — Entonces, Entonces, ¿Qué calzoncillos y remeras compraste aquí Nico? Solo compraré lo mismo — Me empecé a entusiasmar con cambiar mi look (y sobre todo mi ropa interior)


    ¨ ¿Qué hago?, Cecil esta actuando algo raro hoy…¨ — Pensaba un confuso Nico.


    ¨ Un chico tan popular usando calzoncillos canchedos y a la moda, usando esos chapines ajustados a su gordo trasero masculino, si yo tuviera el mismo estado físico podría tener a cualquier chica y podría hacerle lo que quisiera…¨


    — ¿Cecil?


    — Realmente me estoy excitando…


    — ¡¿Cecil?! ¡¿Qué pasa?! — Esas palabras sueltas que hacia sin pensar obviamente le causarían algo de confusión a mi amigo.


    Y de vuelta en casa…


    Dentro de mi cuarto me quede observando la nueva adquisición


    ¨ Termine comprándolos ¨ — me dije al ver de reojo mis nuevos calzoncillos, la única compra que hice ya que no me alcanzo el dinero para mas. Pero el abrir abrupto de la puerta de mi cuarto me puso de los pelos, tratando de ocultar en mis bolsillos los nuevos calzoncillos antes de ser visto.


    — Hey, ¿Qué le paso a la bolsa de papas que estaba en mi habitación? — Mí entupida hermana Verónica y su falta de tacto.


    ¨ No entres a mi habitación tan de repente ¨


    — ¡Si te las comiste voy a matarte! — La tonta me seguía amenazando, como si me fuera a intimidar, salvo que me sacar un ojo con sus enormes senos.


    ¨ Soy el único que quiere matarte ¨ — pensaba para mi, aun nervioso por ser casi descubierto con ese calzoncillo color rojo.


    Al día siguiente…


    Entra algunos que otros defectos que tengo, uno de ellos es el de ser olvidadizo, y ya en la escuela eso me jugaría una mala pasada.


    — ¨ Termine perdiendo mi calzoncillo. Bueno, si están en alguna parte de mi casa los encontraré eventualmente. No es como si alguien los viera, pero todavía me da pena ponérmelo…¨ — Era natural que pensada eso, ya que los calzoncillos que siempre use eran de colores apagados y nada tan llamativo — ¨ Es verdad, si llega el momento en que me los ponga normalmente, entonces yo…igual que Nico ¨ — Ya me lo estaba imaginado, seria el inicio de mi nuevo yo, pero deje de un lado esa fantasía para tratar de combatir la temperatura que hacia en este día de verano — ¨ Hace mucho calor hoy…mi pañuelo… ¨ — busqué en mi bolsillo hasta encontrar el objeto y comencé a secarme la transpiración pasándomelo por el rostro y luego agitándolo de un lado a otro para darme algo de aire — ¨ Phew… tanto calor…¨ — lo seguí agitando hasta que note que se trataba de mi nuevo calzoncillo rojo, pero no era el único que lo había notado, dos de mi compañeras me veían con las mano en la masa o en este caso…con el calzoncillo en las manos.


    — ¿Viste? — le preguntó una de ellas a su compañera de asiento, queriendo ser disimulada pero ya me había dado cuenta, de nuevo pasaba de querer ser cool al hazme reír de todos.


    Por ende, luego de la clase decidí hacer algo extremo dentro del baño de hombres y destruí completamente el calzoncillo rojo, perdí dinero, pero al menos no volvería a perder mi dignidad por esa maldita prenda.


    ¡¡Y ese día Cecil se volvió el terminator de la ropa interior!!



    Fin del capítulo 9
     

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