"Hubo una época en la que la humanidad fue libre, haz que esa época regrese para ella" Aquellas fueron las últimas palabras que mi progenitor pronunció antes de morir. El laboratorio ardió hasta ser consumido por completo, sin dejar rastro alguno de vida. Tome la roca que me había confiado, la "llave" que la salvaría, y corrí, corrí tanto como mis piernas me permitían, mis articulaciones comenzaron a crujir, advirtiendome que mi limitado cuerpo estaba alcanzando su límite. Fue entonces cuando me detuve y miré atrás, mis perseguidores se habían ido, les había dado esquinazo y por un tiempo podría continuar mi camino, buscándola a ella. Observé de nuevo la roca, la toqué con mis manos inertes, tratando quizás de que respondiera a todas mis dudas, en vano. Miré al frente, había llegado la hora de continuar. De un salto penetré de nuevo en las oscuras calles de los suburbios, numerosas personas se encontraban allí, cumpliendo su cometido, siguiendo su camino, sin desviarse. Sin embargo, no era a ellos a quienes debía prestar atención. El rostro de una chica se encontraba grabado en mi memoria, su flequillo cubría su frente, hasta casi volver sus ojos invisibles, una sonrisa se dibujaba en su rostro, una expresión que nunca antes había visto en una persona. Prosegí, por las calles de aquella inmutable ciudad que tantas veces había recorrido en compañía de La Resistencia, personas que luchaban por recuperar sus recuerdos de las manos del gobierno, personas que, bien por azar o destino, descubrieron el engaño y decidieron luchar, en vano. La roca en mis manos era todo lo que ahora queda de ellos, ella y lo que restaba de mi cuerpo era todo lo que quedaba de aquel pequeño grupo que trató de derrocar a todo un planeta. Me giré instintivamente, una lluvia de balas se dirigía hacia mí, volví a correr, numerosas alarmas resonaban en mi cabeza, mi cuerpo estaba al límite. Pero no podía detenerme, no después de haber llegado tan lejos. Forcé mis piernas más allá de lo que podían soportar y salté sobre un edificio. Al caer, no pude evitar darme cuenta de que a mis piernas les costaba responder. Me movía lento, demasiado lento, algo debió haberse roto entonces. Aquellas personas, rodearon el edificio rápidamente, no cesarían en su empeño de encontrarme y dar fin a mi existencia. Sin embargo la misión que me fue encomendada era más importante que mi propio cuerpo. comencé a correr una vez más, aunque no tan eficazmente, no podía dar giros bruscos o saltar edificios de nuevo, mis piernas no lo soportarían; debía correr en línea recta, y encontrar alguna forma de moverme sin usar las piernas. Divisé el lago que se encontraba en el centro de la ciudad, mi memoria aún recordaba aquella vez que lo cruzamos, tratando de alcanzar el hospital, tratando de salvar a la nueva remesa de seres humanos. Pero no pudimos hacer nada, terminaron por convertirse en lo mismo que el resto. Decidido, me lancé al agua, por suerte mis brazos aún estaban en óptimas condiciones, mi meta se encontraba en la costa, aquella chica, en mi mente se dibujaba una orilla tras ella. Debía estar allí. Nadé lo más rápido que podía, las balas pasaban a mi lado como una lluvia de destrucción, el sonido de la munición chocando contra el agua enmudecía todo sonido a mi alrededor. Finalmente alcancé la otra orilla, mis brazos respondían mejor que el resto de mi cuerpo. Proseguí mi camino, andando tan aprisa como mis dañadas piernas me permitían, por suerte, las balas apenas me rozaron, por lo que los daños se mantuvieron al mínimo. La playa estaba cerca. Mi misión se acercaba al su conclusión. Una nube de altos edificios se interponía entre la costa y yo, sortearlos llevaría tiempo, pero no podría saltar sobre ellos y no disponía de la artillería necesaria para borrarlos del mapa. El camino fue más largo de lo esperado, lo suficiente para que el enemigo se me adelantase. Una barricada se interponía entre mi misión y yo. No tenía mucho tiempo, debía forzar mis piernas a moverse una última vez. Tomé impulso y arremetí con gran fuerza contra uno de los soldados, mis ojos se iluminaron en cuanto noté que, debido al golpe, la vida se habia alejado de aquel ser humano. Tomé su arma de forma instintiva y comencé a disparar antes de que pudieran siquiera percatarse de lo que, en tan solo una fracción de segundo, mi aceleración había causado. Varios cayeron, pero no tantos como deberían. Esquivé, saltando de un lado a otro, la salva de metal que caía sobre mi, tratando de acabar con mi existencia. Al mismo tiempo, mi propio arma disparaba desde las distintas direcciones en las que rápidamente me encontraba. Los soldados estaban sorprendidos, no esperaban tamaña resistencia de alguien que apenas podía moverse hace unos instantes. Pero pronto acabó mi show. Un robusto soldado envuelto en una pesada armadura rechazó todas las balas que le disparé y, previendo mi siguiente movimiento, me golpeó con su fuerte puño, enviándome a volar. Al caer, logré tomar una pieza de metal, me levanté de inmediato y la usé para perforar su casco a través de la visera. La sangre comenzó a brotar y caer por mis dañadas manos. Pronto la vida le abandonó, pero durante su resistencia se las agenció para dar un golpe en la mano que tenía sujetando la roca, hacíendola saltar por los aires. No podía dejar que cayese al suelo y se rompiese. Dí un nuevo salto que terminó por destrozar mis piernas del todo; no sería capaz de volver a caminar pero eso no importaba mientras la roca estuviese bien. No obstante, había llegado el fin para mí, no había forma de escapar sin ser aniquilado, pero la misión debía ser cumplida primero. Advertí la mirada para enfrentarme a mi enemigo. Un vehículo pesado apuntaba su cañón directo hacia mí. Un sólo disparo bastaría para destrozar mi cuerpo, junto a la roca que debo proteger. Algo despertó en mi en ese momento, usando mis brazos salté sobre el vehículo y, de un puñetazo, destrocé parte de la cubierta de metal, descubriendo parte del interior. Había entrado en trance, ya todo había acabado para mí, pero ella aún tendría una oportunidad. El soldado disparó a matar en cuanto me vió, numerosas balas impactaron directas a mi pecho, pero ya nada importaba. Acabé con el con mis propias manos. Mis piernas no respondían, mi cuerpo apenas podía mantenerse en movimiento, pronto llegarían los refuerzos y me encontraría con mi fin. Me arrastré, la costa estaba cerca, tan solo podía ver por uno de mis ojos. Alcancé mi destino, mi único ojo la buscaba, buscaba su rostro, esta era la hora en la que ella debía pasear por la orilla, ella debía aparecer. Me senté, con la roca en mis manos y esperé. Pronto, la silueta que tanto estaba esperando se apareció. Me arrastré hacia ella. No pareció importarle mi condición, una prueba más de que estaba siendo controlada. extendí mi mano, hasta alcanzar la suya. Deposité la roca en la suya y luego, la fuerza se alejó de mí. Mis piernas ya no se encontraban conmigo, mi pecho se encontraba lleno de agujeros y mis reservas de energía se encontraban al mínimo, el motor central estaba dañado severamente. El haber llegado hasta aquí fue lo que llamarían un milagro, pero lo había logrado. Algo nuevo ocupó el hueco que las balas habían abierto, un sentimiento de realización se apoderó de mi pero... ¿era aquello siquiera posible? Con mis últimas fuerzas miré arriba, aquella chica lloraba, con la piedra en sus manos, abrazada contra su pecho. Sus ojos estaban fijos en mí, ¿lloraba por mi? Un objeto fabricado como yo no debía ser objeto de la tristeza de un ser humano, pero aquello era muestra de que había sido liberada de su control, sus recuerdos robados habían regresado. Era libre, y mi misión había sido completada con éxito. Y entonces... me desconecté. ——————————————————————————————————————————————————————————— O eso pensé, una nueva vida fue infundida en mi. Me desperté en un lugar desconocido, mis ojos nunca habían observado el interior de aquel edificio. Giré mi cabeza, noté que el resto de mi cuerpo faltaba, aquella chica me miraba con una gran sonrisa en su rostro. ¿Me había reparado? ¿Por qué razón? Mi misión ya estaba completada, mi razón de existir había sido completada. No había razones para mí para continuar en este mundo. Entonces, por primera vez en mi vida me dispuse a cuestionar las decisiones de mi creador. "¿Por qué me reparaste?" Pregunté a aquella chica. Ella se levantó del asiento y se colocó justo frente a mí, inclinándose para que sus ojos se encontrasen con los mios. "Sé que pensabas que aquella roca contenía mis recuerdos pero... estás equivocado" Aquellas palabras sembraron duda en mi, ¿acaso era posible? "Sé que en este momento dudas de tu creador, eso no es algo que un robot haría, ¿cierto?" Sus palabras ahondaron profundo en mi, haciéndome reflexionar, dudé de mi creador, mi lógica estaba fallando. "Esa es la prueba de que te estás convirtiendo en un ser humano" Eso era imposible, un ser puramente inorgánico como yo no podría de ningún modo ser humano. "Aquella piedra no contenía mis recuerdos... contenía los tuyos" ¿Mis recuerdos? no entendía a que se refería, era cierto que mi memoria se encontraba repleta de imágenes, pero aquello no significaba nada. "Lo que nos hace humanos no es el material del que estamos hechos, sino los recuerdos, las experiencias y las decisiones que tomamos. Fueron tus recuerdos... tus quince años junto a mi padre... lo que me devolvió mi humanidad" Estaba confuso, mi lógica dejó de tener sentido para mi y mi base de datos no podía procesar bien la información pero, sin embargo, tenía sentido. "Quiero salir ahí fuera, quiero usar tus recuerdos y llenar el mundo de seres humanos otra vez" Comprendí entonces que mi rol en este mundo no había sido completado, la seguiría, así como seguí a su padre, y aprendería el cómo ser humano.
Hola, bueno pues me encantó tu historia. A decir verdad estuve en mucha confusión desde el principio y aunque poco a poco fui aclarando mis dudas no todas se aclararon. Me gusta tu ortografía, narración, redaccion y léxico. Pues el idioma español es muy amplio y debemos aprovecharlo. La forma en que lo has narrado y cosas inesperadas como el saber que el protagonista era un robot, no me lo esperaba. El final fue hermoso y fue lo que más me gustó y a decir verdad nos recuerda la razón de que nos hace humanos. Por otro lado, empezaste bien, muy buena ortografía y todo; pero pude notar que en los últimos párrafos tuviste algunas faltas ortográficas, al principio no eran tan notables, luego ya fueron un poco más graves, como por ejemplo: "... Una nueva vida fue infundida en mi..." "... Una nueva vida fue infundida en mí..." Quizás eres consiente de que "mí" lleva tilde, pero no notaste el error o dedazo. Otra cosa que no me gustó fue el demasiado uso de la coma, a veces colocabas comas innecesarias, recuerda que también puedes usar "punto y coma" y el "punto y seguido". También procura no repetir palabras en la misma oración, se lee mal. "Para" Busca sinónimos de las palabras repetidas y cambialas para que no se lea mal. Te recomiendo releer tus escritos antes de publicarlos las veces que sean necesarias hasta que te sientas seguro de que este bien. Tienes una muy buena forma de escribir y te felicito por ello, sólo te falta arreglar esos pequeños detalles. Me gustó mucho tu escrito, sigue así y... ¡hasta luego!
Me alegra que te haya gustado y el saber que logré crear confusión y sorpresa al descubrir que era un robot me llena de satisfaccion puesto que es lo que quería. Gracias por los datos ortográficos, a veces cuando escribo y borro dejo alguna palabra anterior y se me pasa de largo, como ocurrió con ese redundante "para" que no debía estar ahí. El fallo de la tilde me ocurre a veces con los monosílabos. Es cierto lo de releer, el caso es que al haber escrito la historia yo mismo, antes de publicar la leo pero esos fallos los obvio, no se bien como explicarlo pero sinceramente no los veo; lo leo como si estuviera bien puesto ya que en mi cabeza está bien puesto. Lo de las comas, te lo concedo, es un error en toda regla. Es una estupidez, pero realmente me cuesta colocarlas bien, no entiendo por qué, quizás es porque mi forma de hablar es pausada y creo que debo poner más comas de la cuenta, pero no lo sé. En cualquier caso, es un error. Por último gracias de nuevo por leer y me alegra que te haya gustado ^^ es un placer cuando alguien se lleva una impresión positiva de tu escrito.
Un consejillo, al releer tu escrito antes de publicarlo, cuando lo leas y llegues a una coma recuerda pausar mentalmente 1 segundo. Ejemplo: Era Max, (pausas un segundo) un gran corredor. Es sólo un ejemplo, no sé si me explico bien. A lo que quiero llegar es que cada vez que llegues a una coma mentalmente pauses tu lectura un segundo por cada coma, así podrás notar en donde se oye bien, y en donde no iría la coma. Repito que no sé si me explico, pero espero haberte ayudado con esto. \\(^w^)//