Colección de Pokémon - 30 Días de pokémanía [FanDeFic]

Día 1: Pokémon favorito. [30 Días de pokémanía]​

Faltaban tan solo dos horas para cumplir mis diez años para poder escoger un pokémon y así salir de viaje. Era las diez de la noche, y yo había salido corriendo de mi casa, si bien me esperaba una fiesta de cumpleaños después de las doce, esperen... ¡¿Quién haría algo así para un chico de casi diez años?! Están locos. Pero bueno, ése no era el punto, pero sí era el simple hecho de que había venido el profesor Oak, para decirme que se quedó sin pokémon, y yo, obviamente, no lo podía creer. Me había dicho que no podía salir de viaje hasta la próxima semana. Eso me destrozó, el día que tanto esperaba se había pospuesto una semana. Así que no aguanté y salí corriendo, mientras lloraba y gritaba que no quería esperar tanto tiempo.

Me encontraba sollozando bajo el árbol a pocos metros de mi casa. La noche estaba muy tranquila, estrellada y con luna llena. Era raro que no hayan venido a buscarme. Seguí llorando, y llorando, aproximadamente unos dos minutos. Cuando sentí que algo o alguien me acariciaba la cabeza, haciéndome quedar más tranquilo.
Me di la vuelta para ver quién o qué era. Ya que me parecía extraño, si bien mi casa quedaba para el otro lado, y para su opuesto no había nada ni nadie.
Fui girando la cabeza mientras me secaba las lagrimas, y pude observar una silueta en la penumbra del árbol y era un... ¿pokémon? Era raro, por ahí no había criaturas.
El Lucario me seguía acariciando, mientras hizo un rugido, como si fuera que quisiera oír mi historia. Así lo hice, cuando le conté, mis ojos se pusieron cristalinos. Yo no sabía qué expresaba el pokémon, ya que estaba serio. Luego su pata de mi cabeza para situarla en su pecho, para luego dar una cuantas palmadas y afirmaba con la cabeza.
—¿Quieres, ser mi, pokémon? —pregunté mientras él asentía—. ¡¿Enserio?! ¡Qué genial!—exclamé mientras refregaba mis manos en mis ojos, luego abrazaba al pokémon. posteriormente le agradecí, y le dije que no se arrepentiría.
Lo que es la ironía de la vida... o sea, Lucario es el pokémon que más me gusta, mi pokémon favorito, y que sea mi inicial, estaba en la gloria. Un regalo de Arceus o algo. Pero tenía como primer pokémon al mejor de todos para mí.
Y así es como yo: FanDeFic, conseguí mi pokémon favorito como inicial.

 

Día 2: Líder de gimnasio. [30 días de pokémanía] ​

La líder del gimnasio Celeste, Misty. Es una chica que para llegar a donde llegó tuvo que pasar por muchas cosas. O tal vez no. Claro, si el viaje de sus hermanas había sido expuesto a la luz antes de que Misty saliera del gimnasio, ella hubiese sido líder de igual forma. Obviamente sin experiencia, ya que, bueno, al principio apenas era oponente de alguien. En cambio después de que terminó de viajar con Ash, debido al viaje, ya era una oponente digna para cualquiera. Es más, llegó a coronarse como la mejor líder y debido a eso, le ofrecieron un puesto como élite cuatro, que no rechazó, pero sigue con su labor como líder.
Ella es bonita, y tierna cuando quiere. Pero tiene un temperamento que no querrás conocer, eso lo aseguro. Sino pregúntenle a Ash, que el lo conoce mejor que nadie.

 

Día 3: Ciudad/ Pueblo. [30 Días de pokémanía]​

Es raro, que May haya querido ver el pueblo. Era raro. Dijo que quería pasar unos cuantos días para poder descansar de los concursos. No entendía el porqué.
—¿Pero por qué quiere ir a pueblo paleta? —le pregunté curioso.
—No seas metiche, no te metas donde no te llaman, eso es egoísta de tu parte —me dijo, no entendía nada.
—¡Pero si fuiste tú quién me lo dijo! No seas lela, May.
—Ash, tienes un buen punto, pero ya te dije que quiero descansar —me dijo mientras se cruzaba de brazos y cerraba los parpados.
—Ah...
—Además, fuiste tú quien me recomendó pueblo paleta. ¿O me equivoco? No seas tarado, Ash —es verdad que yo se lo había dicho, pero, no tenía por qué decirme tarado.
—Así es, pueblo paleta es muy lindo.
—Ya lo había visitado, y creo que no mientes —me dijo con una sonrisa.
—Claro que no, es un buen lugar... Bueno, seguiré mi viaje en Kalos, nos vemos.
—Adiós —me dijo, luego cortamos la videollamada.

 

Día 4: Rival. [30 Días de pokémanía]​

Era evidente, sin duda él era el malo, ese Luxray. Pero también era mi rival, era mi amigo hace tiempo, pero hizo malo. Le robaba las comidas a otros pokémon más débiles que él. Tenía mala reputación, y la verdad no entiendo por qué pasa lo que pasa. Ésta criatura era peligrosa, pero no le temía.

Pero se tuvo que meter conmigo, y conmigo nadie juega. Él trató de hacerlo sigilosamente, sí, trató de robarme la comida.

Soy un hueso duro de roer. Un Pyroar que tiene los huevos bien puestos.

Estábamos los dos enfrentándonos, rugiendo sin dar tregua alguna. Las demás criaturas del bosque estaban empezando a llegar, y todos aclamaban por mí. Al parecer quería que le ponga los puntos a mi rival, al enemigo de los débiles, al malo de la película.

Pronto empezó a correr, acercándose más y más a mí. Pero yo no sedería, di un paso adelante y rugí con fuerza para demostrar quién manda. Luego comencé a correr hacia él. Pasó de ser una batalla del bien contra el mal, a una batalla de rivales, ya que me trajo viejos recuerdos.

Posteriormente saltamos a unos cuantos metros en el aire, y nos dimos un zarpazo en el rostro haciéndonos retroceder, ambos volvimos adonde estamos deslizando y levantando polvo al caer. Todos me alentaban. Me mandó un rayo muy potente y lo contraataqué con una llamarada de igual potencia. Cuando llegaron a un punto medio, hicieron colisión, creando una bola que se mescló de fuego y electricidad para luego explotar, creando una onda expansiva que les hizo retroceder a todos los que veían.

Nadie decía ni una palabra, ni los espectadores, ni mi oponente. ¿Y yo para qué iba hablar, entonces?

Nos mirábamos con desprecio, y de una batalla de rivales pasó a mezclarse con un montón de mociones.

Volvimos a correr, pero ninguno saltó, y cuando llegamos nos paramos en dos patas y comenzamos con los zarpazos. Le acerté uno que lo hizo desviar la mirada demasiado y así yo lo casé con los colmillos del cuello de la parte izquierda, hice fuerza para mandarlo a volar y así lo hice, luego corrí con una súper velocidad mientras mi cola brillaba para luego propinarle una cola de hierro en la cabeza. Luego volví a mi lugar y rugí con ferocidad.

“Yo soy el mejor”, escuché que habló mientras se levantaba a duras penas y armaba una electro bola para así lanzármela.

“Para ser el mejor, tienes que ganarle al mejor”, le dije para lanzar una llamarada que acabó con su ataque eléctrico y siguió, así dándole al Luxray y así dejándolo fuera de combate. Luego terminé mi frase. “O sea yo”.

Sí, él era mi rival, está bien, en ésta batalla corta demostré rápidamente que soy mejor que él. No lo maté, ya que después de todo era mi amigo y rival de toda la vida. Así que decidí darle una oportunidad y se la dejé pasar por esta vez.

 

Día 5: Tipo elemental [30 Días de Pokémanía]​

O sea, sabemos bien que ser un pokémon es algo bueno, así tiene sus ventajas como sus desventajas. Pero ése no es el punto, o tal vez sí. Cada Pokémon tiene un tipo elemental, y si son híbridos pueden tener más de un elemento. Cada uno tiene ventajas y desventajas sobre otros tipos. Por eso, una batalla no es solo fuerza bruta, sino también lógica.

Yo, Pikachu, para ser exactos el de Ash. Soy una rata eléctrica. Tengo ventaja sobre los tipos agua, los tipos volador. Pero también tengo desventaja, por ejemplo; soy débil ante el tipo roca o metal. Pero soy tipo eléctrico y estoy orgulloso de lo que soy. Ése es mi tipo elemental.

También soy muy veloz, pero eso no es un tipo elemental. Pero bueno, soy eléctrico y eso nadie lo puede cambiar. También puedo usar cola de hierro.

 

Día 6: Derrota: [30 Días de pokémanía]
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No sabía qué había pasado… Ash Ketchum, me había ganado la batalla. Pero no entiendo el porqué, si yo soy mejor que él. Había sido un combate de uno contra uno, su Pikachu contra mi Roserede. Yo había demostrado que era el mejor en aquella batalla que tuvo Roselia contra su Taillow, y le di una paliza.

Yo tenía ventaja de tipo, era hierba contra electricidad. ¿Por qué perdí tan rápido? No puedo decir que fue una batalla reñida porque no lo fue, el Pikachu como Ash ni se inmutaron ante mí y mi Roserade.

Me encontraba inmerso en mis pensamientos, no sabía qué hacer ahora. En el campo de batalla del aquel centro pokémon de Kalos, estaba mi pokémon derribado y el Pikachu de Ash en buen estado.

“Te confiaste, ya que tenías en mente la pelea anterior de mi Taillow contra Roselia, pensaste que podrías ganar por eso. Pero sabes, hay algo que nunca te dije, mi pokémon en aquel entonces, era recién capturado y no tenía experiencia en batalla”. Me dijo, ahora entendía todo. Me había confiado, y había caído derrotado ante el chico que creía haberle dado una paliza en aquel entonces.

“Yo no le daré mi humildad a quién no lo merece, así que lo diré. Para ser el mejor, tienes que ganarle al mejor, o sea yo”. Me dijo, para luego darse la vuelta y caer arrodillado. En verdad, todo este tiempo había sido arrogante y no tenía con qué respaldarlo. Había sido derrotado, fue mi derrota. La primera que me dolió.

 

Día 7: Shipping [30 Días de pokémanía]
(PearlShipping indirecto)​

Él es un chico bastante extravagante. No sé por qué es así, pero creo que él es lindo. Su forma de interactuar con los demás, ya sea con los pokémon o personas. A donde quiera que va hace amigos, y no enemigos. Hasta el equipo Rocket llegó a sentir cierto afecto por él.

Todos sus pokémon lo quieren, y sí, es verdad que Charizard no le agradaba Ash al principio, pero eso cambió cuando en verdad lo conoció y supo cómo era él. Puede ser muy ingenuo en ocasiones, pero eso no quita que sea buena persona… además… eso es lo que más me gusta de él. También creo que en verdad es un gran entrenador, uno de los mejores. Yo; Dawn, aprendí muchas cosas con él. La ingenuidad se le va a la hora de batallar y de ponerse serios, puede ponerte en aprietos. Pero esa inocencia es la que él destaca, la que lo hace diferente a los demás y todos tengan afecto por él.

El me hace sentir muchas cosas, y no sé qué hacer. Me desespero cuando no estoy con él, y cuando estaba con él era muy feliz a su lado. Me hace palpitar mucho el corazón. A veces, me da celos, pero luego recuerdo que con su infantilismo, no aceptará a ninguna chica… y ése es el principal problema por el cual no me declaro. Porque tengo miedo al rechazo.

Quizás y solo quizás, en algún futuro no muy lejano lo haga, pero el problema es que temo a llegar tarde, o sea, a que alguien se me haya adelantado. En éste momento él se encuentra viajando en Kalos, y no sé nada de él.