Colección de Pokémon - Crónica de una Fangirl [30 días de Pokemanía]

Contenido oculto: ¿Desaparecida?

Lo sé, lo sé... estoy atrasada como por dos días (en realidad son tres pero la media noche no cuenta) y es que a la hora en que tomo la computadora para escribir o incluso leer me viene mucho sueño y quedo K.O. sobre el sillón a regañadientes voy a mi cama y duermo como tronco toda la noche.

Hasta que suena la alarma y ¡Adiós sueños!

Pero sé que a ustedes no les importa esto. Es por eso que lo puse en Spoiler, así lo leen los curiosos y los que les importa medianamente lo que pase en mi rutina :D

Día 1: Pokémon favorito.

¿Por qué elegir la ruta más larga?​

Días antes había recorrido muchas veces la ruta safari en busca de un par de pikachu, específicamente un macho y una hembra, ¡daba igual el nivel! ¡Las estadísticas! ¡Los Iv’s y Ev’s! solo necesitaba a ese par, la guardería y un par de pasos para volver.

El sprite del anciano por fin estaba frente a la casa, se acercó lo antes posible, presiono z en el teclado de su computadora, sin leer lo que el NPC contaba ¡Qué más da!, lo que ella quería era otra cosa.

Al fin, en la pantalla apareció un recuadro de texto “…obtuvo un HUEVO”

Se subió a su bicicleta y buscó la ruta más larga y con menos estorbos de NPC o hierba alta que pudo encontrar en toda la región, incluso se puso repelente por si acaso rozaba una zona con posibilidades de que apareciera algún pokémon salvaje.

“A veces se mueve. Debería abrirse pronto”

Había recorrido aquella ruta de Hoenn en la bicicleta tantas veces que se la sabía de memoria, iba y venía a toda prisa en la línea más recta que encontró donde pudiera acumular pasos, incluso había acelerado la velocidad del emulador.

Revisó el estado de su huevo:

“Está haciendo ruidos. ¡Está a punto de abrirse!”

Y con eso continuó con su labor presionando más fuerte la tecla de su computadora, como si aquello acumulara más pasos, como si el huevo sintiera esa presión por eclosionar.

¡Lo único que aumentaba era su desesperación! Y, de pronto el sprite de su avatar dejó de avanzar, parecía que el juego había sentido la presión. Ella de la pura impresión, levantó los dedos de su teclado parpadeando…

“¿Y esto?” —¿Eh?

La pantalla se volvió negra, mostrando ahora al sprite de un huevo amarillento con manchas en verde. De él comenzaron a salir pedazos de pixeles simulando que se rompía el cascaron.

—¡Acaso ya…!

Más y más pedazos saltaban y las grietas aumentaban en el huevo. La pantalla brillo y ella cerró sus ojos no dé la impresión sino que de la emoción.

“PICHU ha salido del HUEVO”

Era una especie de ratón, con orejas más grande que su cabeza y puntiagudas, todo de color amarillo con algunas zonas en negro. Se meció en la pantalla simulando alegría…

“¿Quieres ponerle un mote a PICHU?”

“Si”

“No”

—Sí

“Qué mote quieres ponerle”

—Kory

“Kory ha sido enviado al PC de AREDIA”

—Por fin… ya lo tengo…

La pantalla volvió a mostrar a su avatar, aún sobre la bicicleta, a mitad de alguna ruta larguísima de Hoenn.

“¿Quiere guardar la partida?”

“Si”

“No”

—Si

“Guardando partida, por favor no apague la consola”… “Partida guardada”

-Para obtener su pokémon favorito​

Contenido oculto: Recuerdos

No saben la cantidad de recuerdos que esto me trajo, en esos tiempos no sabía sobre los cheats que usaban otros para obtener los pokémon que quisieran, hasta ahora no tengo idea sobre crianza de ningún tipo. solo busque un par de Pikachu para que me dieran un huevo y saliera mi pokémon favorito desde que soy una mocosa que miraba TV todo el día

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Día 1 Pokémon favorito: Pichu​

 

Contenido oculto: comentarios <3

Algo me decía que lo harías xD pero bueno no lo puse ahí como para que nadie lo leyera jaja~
¿Enserio? ¿Ni un solo dedito que se resbaló? *A* ¡Yujuuuu~!
Lo tierno me atrapa, y Pichu fue esa bolita de ternura que me enamoró cuando era pequeña, cuando miraba las peliculas de pokémon y esos especiales aparecían los hermanos pichu haciendo de las suyas, con decirte que me hice un equipo con pokés pequeños y adorables(?
Soy pobre y ya lo tengo asumido xD es por eso que si puedo jugarlo en emulador seré feliz, y es la única manera en que eh podido jugar pokémon, en mi vida en visto una consola que no sea las de muestra en las tiendas y me duele el estomago ver los precios. Eso sí, algún día tendre mi sueldo y me lo gastaré en alguna xD hasta entonces, de pirata con emulador

Imagina yo cuando por fin pude ver a esa bolita pixelada en mi equipo, <3 lo entrené con piedra eterna hasta el nivel 50 y algo, no es para batallas peor me daba igual xD <3

Supongo que sí, ahora sabrán que no puedo con las fechas xD por lo menos no en estos meses :p

Muchísimas gracias, la ambientación no la pensé mucho, solo fue un recuerdo de esos tiempos, sabía de qué pokémon escribiría desde que ví el reto, y tuve varias ideas de cómo remarcas mi adoración hacia el pokémon pero este es de los recuerdos que más claros tengo, me tomo un día y a pesar de que sabía que no sería el pokémon más fuerte de mi equipo o el que me llenaría de cintas de concurso verlo nacer fue... lindo.

¡Sus adorables cuerpecitos amarillos dominaran el mundo!

Gracias, nunca probé esta manera de contar una historia pero gustó xD y me hace recordar cuando tenia tiempo para jugar pokémon <3

Entiendo el afán del competitivo hasta cierto punto, después de todo ser entrenador es ser siempre el mejor, mejor que nadie más...(? eso sí, los emuladores son mi salvación, yo habría perdido el hilo de pokémon sino fuera por que a mis hermanos y a mi nos gustaba echar competencia en quien ganaba antes las medallas o quien vencía antes a la Elite 4.
Plu, entendí la mitad del segundo párrafo, enserio no tengo idea de eso xD pero sé que tienes razón, después de todo el fin no era criar un pokémon para competir sino tener a esa criatura que te encanta por ser especial para tí, el resto que piense lo que quiera.

Un cambio en mi estilo de narrativa, o eso creo... Gustó más de lo que creí, trataré de no abusar de este estilo. La perspectiva del jugador como externo al ambiente pero a la vez inmerso en ese mundito pixelado con NPC que te hablan como si te conocieran de toda la vida es curioso. Apretar Z a lo bestia se me daba muy bien xD súmale a eso aumentar la velocidad, casi no miraba a mi avatar en la pantalla Jaja.

Contenido oculto: Mis cosas random(?

Si entraste aquí con este titulo de Spioler te ganaste un abrazo psicológico con olor a café(? <3

Primero, ¡gracias por sus comentarios! notarán que no puedo seguir fechas xD pero sí quiero completar el mes.
Segudo; mucho apoyo a historias que no son romance, sobre todo la calidad de comentarios, creo que me puedo acostumbrar a escribir de esto... creo...
Tercero: la segunda parte del reto. Para este fin de semana quiero darme una vuelta por el resto de retos y leer a lo bestia para comentar.

Sin más de mis cosas, les dejo este... relato <3

Día 2: Lider de gimnasio

Pequeño sueño​

Le había tomado una temporada volver a tener la confianza de los habitantes de Ciudad Azafrán, se lo había propuesto después de todo lo ocurrido con el NEO Team Rocket, incluso había comenzado a frecuentar visitas de otros líderes a parte de LT. Surge. Erika fue la primera en aceptar sus invitaciones a la gran ciudad, luego fue Misty –casi obligada por la líder de tipo planta- pronto el resto de líderes la fue aceptando.

Ahora que miraba tranquila por la ventana de su gimnasio recién cerrado, las estrellas a penas se veían en el enorme y oscuro cielo por las luces de los edificios, recordó con melancolía sus días dentro del Team Rocket, las cosas que hiso y como un trio de niñitos de pueblo paleta le habían arruinado los planes. Recordó a Blue, esa pícara chiquilla que en varias ocasiones le sacó de quicio hasta querer estrangular su cuello.

¿Podría decir que eran amigas, conocidas, rivales, enemigas… o… nada? ¿Qué habría pasado con Red y sus responsabilidades en la Liga Pokémon? O con el nieto del Prof. Oak ¿De viaje otra vez?

No sabía mucho de aquel trío vencedor de la Liga Pokémon años atrás, todo lo que había escuchado era de parte de Misty quien parecía mantener una relación cercana hacia Red y ese niño… ¿Yellow? ¿O ese era el nombre de la chica?

—Yo no era tan problemática cuando pequeña…—Rememoró brevemente su niñez, pero con lo de sus poderes psíquicos sus padres tampoco lo tenían muy fácil, suspiro esbozando una pequeña sonrisa

Bueno, de adolescente fue buena entrenadora y tenía mucha facilidad con los pokémon del tipo psíquico, nombrada líder de gimnasio muy joven y desplazando al anterior que terminó convirtiéndose en un gimnasio opcional para los entrenadores. Nada mal para una chica con poderes.

Cerró las cortinas del gimnasio y apagó las luces dirigiéndose hasta la casa de detrás. Era un poco pequeña pero solo estaba ella y sus pokémon por lo tanto gran parte del terreno era un patio amplio con alguna área de juego para sus amigos y algún curioso salvaje que quisiera venir de vez en cuando.

Al entrar a su casa, casi choca con las maletas que estaban cerca a la puerta, piso fuerte con el pie derecho para mantener su equilibrio y desde dentro apareció Alakazan y Mr. Mime, regañándola por dejar el equipaje en ese lugar.

—Bueno, estaba un poco retrasada en la mañana—Se defendió.

Mr. Mime suspiró y encendió las luces del pequeño comedor. Alakazan por su parte corrió las maletas más apegadas a la pared negando con la cabeza.

—No puedo estar atenta a todo, y mi edad no tiene nada que ver—Aseguró cruzándose de brazos mientras ambos pokémon, que ahora hacían de padres sobre-protectores, le regañaban por ese descuido. —Ahora quiero dormir mañana el vuelo a Teselia es algo temprano.

Alakazan le miró unos minutos a lo que Mr. Mine asintió igual de interesado.

—Sí, ya avisé a la Liga y a Rey Kárate sobre esto. Sí, él me cubrirá por estas semanas—Suspiró, sus pokémon estaban realmente preocupados por el repentino viaje a tan lejana región, sobre todo porque ella estaba en las nubes, y no compartía esos pensamientos con ellos.

No sabían que estaba pensando, por qué tan apresurada por ir a Teselia, por qué tantas semanas, por qué de un día para otro…

—Escuchen—Ella decidió calmarlos un poco. —Yo… tengo algo muy importante que hacer en Teselia y quiero que me den su apoyo ¿Está bien?

Mr. Mime y Alakazan cruzaron miradas unos minutos, luego miraron a su entrenadora con mucho cariño y la abrazaron. Sabrina sonrió ligeramente acariciando sus cabezas, sí ellos estaban junto a ella, daba igual todo lo demás.

Después de todo era un sueño frustrado de pequeña, ¿a quién le importaría si probaba suerte en los estudios PokéWood?

Contenido oculto

Contenido oculto

Por si nadie lo ha notado, soy muy de adornar las cosas xD por eso este adorno completamente innecesario.
Puede que me dé la cosa y traiga dibujos, pero eso ya es mucho xD

Gracias por leer, nos vemos en el siguiente día o en otra historia <3

 

Contenido oculto

Thank thanks yo so much~!
Amm... ¿Ups? no me fije en esa coma, supongo que si la vomite xDD
¿Me creerías que iba a escribir de ellos? tuve un debate mental sobre quien escribir, adoro mucho a Sabrina (Manga/Game) pero esos gemelos tienen mi modalidad de batallas favorita, lance una moneda y Sabrina gano por azar xD

Vemos como me va con el OC /?

Día 3: Ciudad/Pueblo

Un poco más​

Por lo general después de ganar la medalla del gimnasio de turno ella se marchaba de la ciudad, o iba al centro pokémon a dormir, para al día siguiente levantarse temprano e ir por su siguiente medalla. Pero esta ciudad era diferente, había algo que la obligo a quedarse un par de días.

¿Era su gente? ¿Su Líder? ¿Sus calles o sus avenidas? ¿Sus plazas? ¿Sus cafés o sus boutiques? No lo sabía, y no lo supo hasta que llegó la noche mientras se dirigía al centro pokémon.

Estaba paseando por la ciudad comprando víveres y pokéball, con ambas manos llenas de compras caminaba a paso lento por una de las avenidas principales, vio de reojo un café de tonos rojos que aparentaba ser exclusivo, pero al llegar a la plaza central quedó atónita.

Las luces, la iluminación, los adornos en lo alto de la gran torre del gimnasio; la “Torre Prisma” le había dejado sin habla. Aquel edificio se levantaba en medio de la ciudad con elegancia y maravilla, siendo el centro de atención de todo turista, entrenador y ciudadano.

Ella soltó varias de las bolsas, recordando el nombre de la ciudad “Luminalia” ¡Tenia sentido! Y se sentía tonta el no haberlo pensado antes, ¡estaba muy claro! Había una maravilla de la iluminación frente a sus ojos y hasta hace un par de horas había luchado dentro, ¿cómo no se había dado cuenta?

—Wow—No era ni lo más remotamente inteligente que pudo decir, lo sabía.

Desde un lado del gimnasio había una pequeña figura femenina que al notar su presencia movió los brazos frenética por llamar su atención; su último recurso fue un grito.

—¡Gwen, Gwen!

La entrenadora volteo notando al fin a la pequeña de cabello rubio, se acercó a ella corriendo, no sin antes recoger sus compras, recordando que el dinero no crecía en los arboles como las bayas.

—¿Bonnie? ¿Por qué esta así la torre? —Ni un hola ni un cómo estas, la torre le tenía mucho más interesada que la infante.

—Siempre está así por las noches, mi hermano es un científico además de líder, y ¡Le fascina la tecnología tanto como los pokémon eléctricos! —Ella sería una muy buena manager si su hermano quisiera ser parte del espectáculo.

—Oh—Gwen levanto la vista para volver a quedar boquiabierta frente a lo hermoso de aquella torre.

Cerca de donde ambas estaban, el líder de gimnasio atornillaba con entusiasmo en los controles de la iluminación externa de su gimnasio, concentrado y sin recordar que había más gente afuera cambiada de herramienta junto a un brazo de Aipon mecánico de su mochila. Además de una extraña mirada.

—Mi hermano aún no termina con los arreglos—Susurró la pequeña mirando hacia un lado.

—¡¿Faltan?!

—¡Claro, él te dejara con la boca abierta cuando este todo listo!

¿Es que no lo había hecho ya? ¡Ella no podía dejar de mirar la torre! Estaba hipnotizada por la iluminación y los colores.

—¡Todo listo! —Grito el líder, presiono un botón y se alejó varios pasos, Bonnie y Gwen le siguieron además de la multitud curiosa que se acercó a ellos.

—¡Tres! —Grito Bonnie aplaudiendo emocionada.

—¡Dos! —Siguió su hermano.

Ambos miraron a la entrenadora esperando que finalizara la cuenta, ella a duras penas pronuncio el último número confusa.

—¿Uno?

No era la mejor cuenta regresiva, peor fue suficiente para Clemont que presiono ahora el botón de su control.

La torre se apagó desde la punta hasta la base en cadena, exactos dos segundos las luces de la parte baja se encendieron, le siguieron las de la orilla de la torre hasta una pequeña en la punta que parpadeaba cada tres segundos. Las cuatro paredes de la torre brillaron en tonos azules y blancos de rápidos parpadeos hasta llegar, otra vez a la punta de la cual salieron chispas hasta los edificios cercanos como el rayo de un pikachu. De esos edificios se encendieron unos enormes focos que apuntaron a la torre.

Ahora solo las miles de ventanas del edificio estaban iluminadas de un tono dorado y en la punta una luz celeste que se mezclaba con las estrellas del firmamento.

Una horda de aplausos y ovaciones hacia el joven inventos y líder de gimnasio que avergonzado las recibía, a su lado su hermana le aplaudía muy orgullosa.

Gwen no despego la mirada de la torre, escuchaba los aplausos y todo ese ambiente le hacía sentir conmovida. Recordó la duda de porqué había preferido quedarse esa tarde en la ciudad, con esto ya tenía la respuesta.

Ni sus calles ni sus plazas, la gente, el líder y la maravillosa torre prisma eran la causante de que ella quisiera ver un poco más de Luminalia.

Ciudad/Pueblo: Ciudad Luminalia (Anime) + OC (Gwen)

Contenido oculto: Torre Prisma

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Día 4: Rival

¿Comer polvo?​

Cross era un Buisel complicado, con decir que Gwen se tardó una semana en capturarlo da una idea muy cercana, en entrenamientos siempre destacó por no hacer caso, sacar la vuelta y con su aqua-Jet mojar a todos los pokémon de la entrenadora.

Hasta que encontró una buena razón para entrenar en serio.

Gwen se arriesgó a elegirlo para una batalla de concurso, aun al día de hoy ella no sabe por qué tomo aquella decisión, pero se lo agradece.

Pasó sin muchos problemas la primera ronda junto a Cody su Breloom, pero en la segunda ronda su primera contrincante fue Josy; una coordinadora de Sinnoh que no se llevaba muy bien con Gwen por choque de personalidades. Y como Cross no le conocía, subestimó la fuerza de ese pequeño Chikorita contra el cual se enfrentó.

No sólo ventaja de tipo fue lo que le hiso morder el polvo por primera vez en su vida a Cross, la combinación entrenador-pokémon de los rivales era asombrosa. Chikorita confiaba ciegamente en Josy y ella se aseguraba de mantener la cabeza fría para vencerles.

Para cuando él quiso escuchar a Gwen ya era tarde, su entrenadora se le había quedado mirando, observando como perdía puntos, como tras cada ataque fallido de él, ellos le devolvían el doble.

El tiempo en el marcador se terminó, los puntos de Gwen habían llegado a cero y Cross permaneció en el suelo en shock. La primera derrota que había sentido tan cruda, cerró los ojos y se negó a levantarse hasta que ella le devolvió a su pokéball.

…

Una semana después después, Josy junto a sus pokémon aun celebraba su reciente cinta de aquel concurso. Descansaba en una plaza mientras limpiaba el objeto recordando la victoria por K.O. contra Gwen.

—¿Josy? —Escuchó cerca, levantó la vista y frente a ella estaba la susodicha.

Gwen sonrió como si la estuviera buscando desde hace tiempo.

—Vaya Gwen, ha pasado tiempo. —Sonrió esperando un saludo de vuelta, pero no llego— Desde el concurso no eh sabido nada de ti y…

—Quiero la revancha—Directo al punto, Gwen sacó una pokéball de su bolsillo.

—¿Te dolió mucho la derrota?

—Fue simple suerte.

—Ese Buisel no obedecía, ¿Qué pensaste al elegirlo para un concurso? Esa derrota fue muy humillante para el pobre…

—No necesito consejos tuyos—Se cruzó de brazos—Lo acepto, perdí.

Josy sonrió satisfecha.

—Pero no creas que se quedará así, Cross está listo para derrotar a tu Chikorita.

—No esperaba menos de ti.

Josy se levantó, llamó a su Chikorita de nombre Loki a la batalla y guardó la cinta en su mochila. Gwen sacó a Cross, él mantenía una mirada diferente a la del concurso, combinaba con la de su entrenadora…

Ella podía confirmarlo ahora, aquella batalla solo era una prueba para el Buisel de Gwen, para abrirle los ojos a que existían pokémon mucho más fuertes que él, enemigos y rivales que lo aplastarías si hacia las cosas solo.

Loki y Cross cruzaron miradas, ambos notando la fuerza que poseen, la confianza en sus entrenadoras y las ganas de ganar el combate.

—Te lo advierto—Amenazó Gwen esbozando una sonrisa—Ni yo ni Cross las aceptaremos nunca más como rivales si no son fuertes.

—Descuida—Rio Josy—Loki y yo les daremos batalla.

Cross se puso en posición de combate, no sin antes mandar una mirada de confianza a su entrenadora. Loki hiso igual, ambos esperaban esta batalla.

—¡Loki, Energibola!

—¡Cross, Hidropulso!

Ambas esferas fueron lanzadas con mucha fuerza, chocando a mitad del campo formando una explosión junto a una nube de polvo que comenzó a cubrir el campo de combate improvisado. Cross y Loki corrieron hacia el centro usando el polvo para ocultarse del otro.

Aunque a Cross aun le costara aceptar ordenes de batalla de una niña, la idea de no poder ser rival para un Chikorita tan pequeño como ese era peor. Ahora que la revancha estaba pasando, saboreaba con gusto como ataque a ataque igualaba su velocidad y le superaba en fuerza. Pero si no fuera por ese enfrentamiento hace días él no había encontrado la dicha en entrenar para superar a otros y mejorar junto a ella.

Algún día le agradecería a ese Chikorita por enseñarle lo que era tener un rival al que vencer, pero por ahora ¡Que coma polvo el desgraciado!

Contenido oculto: Estoy viva!!

¡Tendré la semana más horrible con trabajos u exámenes en la universidad y casi no eh dormido por estar leyendo! odio a todos mis profes y tengo que comprar más café...
Que linda es la vida... Por otro lado, no supe como iniciar la historia, después no sabía como terminarla ¿relataba una batalla? ¿la dejaba inconclusa? ¿ponía un flashbkac? ah... mejor corté ahí y una reflexión de Cross
Pero, lo bueno es que ya tengo lo del día de la derrota xD
Gracias por leer~

PD: hoy no hay adorno, estoy trasnochada D:

 

Día 5: Tipo Elemental

Tal como ella…​

Era tarde, muy tarde para una niña como ella, ya había sido regañada por sus tías por no querer ir a comer juntos en el comedor -su plato del almuerzo aún estaba a su lado casi vacío- pero estaba tan maravillada observando a los pokémon acuáticos nadado ahí todo el día, que la idea de despegar sus ojos de ellos fue rechazada sin mucha reflexión.

Sus estaban manitos pegadas al vidrio y su rostro a centímetros del cristal mientras admiraba a los pokémon que de vez en cuando la observaban algo incómodos por su mira penetrante.

—¿Ariel? —La voz de su padre sonó desde el fondo del pasillo que conectaba esa habitación.

La pequeña despega por fin el rostro del vidrio para mirar algo asustada hacia el final. Allí, algo sorprendido estaba un hombre mucho más alto que ella de ojos oscuros que caminó hasta estar cerca de la niñita, se cruzó de brazos y dejo escapar un suspiro.

—Ariel, ¿no crees que los pokémon quieren un poco de privacidad?

—Bueno, papá… —Ella miro hacia todos lados buscando una excusa que le sirviera, pero ya las había agotado todas—¡Se ven muy lindos!

Y no encontró otra cosa que usar su rostro en un puchero adorable.

Él sólo sonrió enternecido, se agachó a su altura para acariciarle la cabeza, desordenando los cabellos anaranjados oscuro, ella cerró los ojos inflando sus mejillas aún más.

—Mamá llegará dentro de poco, sé que se alegrará de verte aquí.

—¿Entonces, puedo quedarme? —Preguntó ilusionada.

—Si —Tomó el plato de al lado y se le llevó, antes de salir de la habitación con acuarios de pared volteo a verla y en un susurro dijo — Tal como ella…

Ariel no contaba con más de 8 años de edad, pero siempre demostró ser una fanática de los pokémon tipo agua, -su madre casi la tiene en una piscina, pero no entraremos en esos detalles- se llevaba de maravilla con todos los pokémon del gimnasio incluso con el enorme y gruñón de Gyarados. Salía de paseo con Azumarril y con Psyduck por la ciudad y siempre los fines de semana iba a la piscina a jugar con Seel y la hermosa pareja de Ludovic.

Posiblemente se la pasase más con esos pokémon que con cualquiera de sus amigos del colegio. Cosa totalmente normal a la vista de todos.

La puerta se abrió junto a una brisa fría por la noche, por ella entro una mujer de cabello anaranjado con un enorme traje café oscuro y una maleta. Con su rostro cansado miró hacia la niña y tardó un par de minutos en asimilar que su querida hija la observaba expectante.

—¿Cariño, que haces levantada a esta hora? —No alcanzó a ser regaño, la jornada laboral la tenía muy apagada, pero ambas sabían que mañana el discurso de “una hora prudente” sería lo primero que hablarían.

—Papá me dio permiso — Sonrió ampliamente levantándose por fin del suelo, sacudió el polvo de sus rodillas y corrió hasta su madre para darle un abrazo, con una dulce voz y asegurándose de sonar lo más tierna posible— Bienvenida a casa~

—Gracias Ariel—Correspondió el abrazo, se agachó a su altura dejando la maleta en el suelo— Sabes que no puedes estar aquí tan tarde.

—Pero quería esperar a que llegaras…

—Lo que quieres es seguir viendo a los pokémon del acuario—Ella levantó una ceja, Ariel soltó una suave risa y miró hacia otro lado.

—Eso también…

La mujer se levantó tomando la mano de su hija y caminaron hasta el acuario donde aparecieron la pareja de Ludovic que saludaban a la mayor.

—Yo solía pasarme horas viéndolos jugar en el agua, igual que tú.

—Lo sé, las tías me lo dijeron.

—Pero me iba a acostar en cuanto me lo pedían — Dijo torciendo la boca y mirando hacia la pequeña.

—También sé que eso no es verdad.

La mayor acarició la cabeza de su hija con amor, se sentía tan reflejada es ella. Su hija se sonrojó con la caricia mientras reía.

—¿No son maravillosos? —Preguntó después de unos segundos la mayor.

—Podría verlos todo el día, son como mágicos, dentro del agua…—Ariel acercó su mano hasta el vidrio, sus ojos se iluminaron mientras observaba fijamente a los pokémon que se alejaban—Es otro mundo.

La madre se quedó impresionada por las frases dichas por su hija, apretó su mano contra la suya y ella le dirigió la mirada seguido de una inocente sonrisa.

—A dormir.

Ambas, tomadas de la mano, caminaron hasta la parte del acuario que se convertía en su casa, pasaron por el comedor haciendo el menor ruido posible hasta que llegaron a sus habitaciones, Ariel se despidió con un beso en la mejilla para su madre y un “buenas noches”.

Seguramente en cuanto tocara la cama caería dormida.

La mayor cerró con cuidado la puerta de su cuarto dejando escapar un suspiro de cansancio, agitó sus pies para liberarse de los zapatos de tacón que la estaban matando y maldijo a la formalidad de aquellas reuniones en la Liga pokémon.

Recordó por un momento que la maleta había quedado en el acuario de la entrada, pero la pereza pudo más y se dejó caer de boca sobre la cama. A su lado una luz se encendió y la cegó por un par de segundos seguido de un gruñido de agotamiento.

—Bienvenida.

—Lamento llegar a esta hora—Murmuró contra la cabecera.

—Está bien ¿Cómo estuvo todo?

—Horrible, muchos papeles, mucha gente y el campeón se retrasó—Volvió a gruñir esta vez sentándose sobre la cama para quitarse las medias negras. —Por su culpa nos atrasamos…

—¿Viste a Ariel en la entrada?

—¿Estuvo ahí todo el día? —Su tono agotado no ocultó tanto su descontento. Volteo a mirar a su marido frunciendo el ceño.

—No pude sacarla de ahí—Se encogió de hombros restándole importancia—Me recordó mucho a ti…

Ella le dio la espalda y se quitó el abrigo, luego el vestido y finalmente se puso su pijama.

—De todas formas…

Pero fue interrumpida por él.

—La misma postura, la misma mirada al ver a los pokémon de agua, ese hermoso brillo en sus ojos verdes mientras estos nadaban. No solo se te parece físicamente… No pude pedirle que se levantara.

—Tracey—Trató con todas sus fuerzas de contradecirle, de regañarle, pero guardó silencio, bajó sus hombros ya tensos y cansados. —Deberíamos darle ya un pokémon para que lo entrene…

—No tiene la edad, y creerá que podrá salir sin avisar.

—Pero saldrá a entrenarlo y recuerda que ella heredará el gimnasio. Debe aprender desde pequeña.

Tracey miró a su esposa buscando algún hueco para que desechara esa idea. Pero a su mente vinieron las imágenes de su pequeña junto a los pokémon del acuario y los del gimnasio, sobre todo lo feliz que estaba Ariel con aquellas criaturas.

—Está bien, Misty.

Ella se recostó a su lado con una sonrisa bastante infantil en los labios, acurrucándose junto a su brazo cerró los ojos y cayó ante el cansancio y el sueño. Tracey por su parte no pudo evitar pensar que esta idea la llevaba pensando varios meses atrás, pero no pudo hacer nada, ella ya lo había decidido y esto de recién era sólo un aviso para él.

Después de todo, entre madre e hija se entendían mejor que con él, y sí estaba de por medio los Pokémon de tipo agua, él no tenía ni voz ni voto en contra de sus sirenas favoritas.

Tipo Elemental: Agua + Ariel (Fankid Orangeshipping) ​

Contenido oculto

Yo terminaré esto el día en que Ash gane una liga xD (chiste malo, lo sé pero no me importaa~) A pesar de que lo tenia escrito hace como dos días, no lo había podido revisar como es debido... eso ademas de que por alguna razón no eh podido escribir mucho en ninguno de mis fandosm </3

Contenido oculto

El pokémon tiene una cicatris en un costado como una X por eso Cross xD es de hace tanto tiempo que apenas lo recuerdo jaja~

Cuando vi el Buizel en DP me fascino mucho el diseño y sus ataques, por eso se lo puse a Gwen como pokémon pero si algo así xD aunque Gwen no lo atrapo para los concursos sino para gimnasios pero vez como se cola este en esas cosas (?

Por lo menos en el manga si aparece le habla a White Two... emm, ¿Has leido el manga? sino esto es casi un spoiler .w. aunque ya lo dije... Creo que en el juego también por que tiene un sprite de BW2 :3

 

Día 6: Derrota.

Elije​

No había querido salir ni a comer con el resto del equipo, estaba seguro que sería regañado por ellos ante tal derrota, de por sí era alejado por su actitud tan arrogante. Ahora se lo pensaría dos veces antes de hacer cualquier cosa estúpida.

Ya entrada la noche decidió salir de la pokéball para respirar algo de aire fresco y sacar aquella frustración que cargaba desde la derrota en ese concurso.

Gwen se había tomado la molestia de contarle un poco sobre ellos, sus etapas y qué ganaban al final de estos. No les tomó interés, le parecían un chiste estar lanzando ataques para que se vieran lindos, en cuanto le contó sobre las batallas se interesó un poco más, él era bueno en eso, el mejor si se lo preguntaban.

Nadie nunca lo hacía…

La hierba y la tierra se sentía muy bien bajo sus patas, dejó escapar un suspiro y cerró fuertemente los ojos.

Este sentimiento de derrota era tan amargo, tan molesto y frustrante, ¿por qué un pokémon como él tenía que pasar por esto? Dejó caer su cola contra el suelo, golpeándolo con todas sus fuerzas.

“No es suficiente” Pensó, abrió sus ojos y localizó un árbol de esos que siempre hay cerca del centro pokémon, corrió hasta él y lo embistió con todas sus fuerzas.

Un agudo dolor en su costado fue lo que obtuvo por imprudente, comenzó a respirar más rápido. Se calmó un poco y relajó sus músculos.

“No” Su brazo palpitaba “Aun no es suficiente”

Con el otro brazo golpeo el árbol esta vez midiendo la trayectoria del golpe. Pero aun no era suficiente, golpe tras golpe atacó el árbol para sacar la frustración de haber perdido ante un mísero Chikorita enano, el sólo recordar como este había salido casi ileso de una estúpida batalla de concurso lo enfurecía aún más.

Sus golpes ya no eran con sus patas delanteras, ahora se había unido su cola. Giro tras giro se fue olvidando del punzante dolor en su costado, estaba completamente cegado por el amargo sabor de la derrota por una tontería como su ego.

Los rayos del sol fueron los que lo despertaron de su entrenamiento, su respiración agitada, el dolor no solo en su costado, sino también en otras partes de su cuerpo, el tronco del árbol dañado y su conciencia adormecida por el agotamiento, pronto se desplomó boca arriba mirando como el cielo se tornaba de un oscuro azul a unos tonos anaranjados casi tranquilizadores.

— ¿Ya terminaste? —La suave voz de su entrenadora lo sobresaltó, se sentó en el suelo y se le quedó mirando con los ojos muy abiertos.

“¿Desde cuándo…?”

—¿Te despejaste? ¿Entiendes por qué perdimos?

“Perdimos…”

Ella caminó hasta su lado y se sentó mirando el árbol, se veía muy tranquila.

—Dentro de poco nos iremos a entrenar para el siguiente gimnasio—Ella comenzó a hablar sin mirarle— Si quieres, puedes venir y entrenar con nosotros para vencer a Josy y Loki…

Cross bajo la mirada, sus patas delanteras estaban llenas de astillas y un par de moretones, sus músculos dolían y apenas se mantenía en esa posición. Terminó por cerrarlos con fuerza.

—No te obligaré, sé que no querías que te atrapara en primer lugar…

El pokémon puso una de sus patas en el brazo de Gwen interrumpiéndola, negó con la cabeza mientras gruñía.

Ella sacó de su bolsillo una pokéball, la suya, y se la acercó al pokémon mientras sonreía.

—¿Te rindes o remontas?

Cross sonrió de lado y tocó con su mano la parte de arriba de la pokéball asintiendo, ella soltó una suave risa antes de mirar hacia atrás.

— ¡Cross se queda con nosotros!

El pokémon de agua miró hacia atrás encontrándose con que el resto del equipo pokémon los estaba esperando en la entrada del recinto de salud. Todos se alegraron al escuchar eso y corrieron hasta Cross y Gwen para lanzarse sobre ellos.

A regañadientes Cross aceptó los abrazos de esos pokémon, aunque el único que correspondió fue el de aquella niña con sueños de ser entrenadora, que por ahora permanecería a su lado para remontar la derrota juntos.

El resto del equipo que se quede mirando como se hace más fuerte. Él ya había elegido.

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Contenido oculto: ¿DOS DÍAS SEGUIDOS? O.o

¡Será posible! pude publicar dos días seguidos~ YAAAHOOOOO! pero hasta hoy me quedé xDD si, ya se fue la inspiración, yo creo que ella me odia ;n;

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Bueno, Orangeshipper de corazón no lo soy, pero entre las posibles parejas de Tracey es la primera opción, ademas no me acuerdo del nombre de la hermana rubia de Misty que con ella igual hace linda pareja xD
Yo voy atrazadísima! pero de a poco terminaré~ aunque me tome el año xDD -que no es la idea...-

¿Por el nombre, el acuario, los pokémon o la descripción? xD Mi error, lo busque en la wikidex pero como el internet me está dando por culo lo mandé a la soberana montaña(? y salió eso, se supone que lo debía corregir cuando se arreglara, pero como no me acordé de si realmente lo había escrito pues pensé "Si sale ya lo señalará Nathan" xD Descuida, me encanta saber que la gente le sangran los ojos cuando leen mis one-shot :D okya xDD que es broma~ jajaja.
El factor nostalgia igual aporta mucho a que no se nos olvide el personaje... creo.

Tú quieres ver el mundo arder... xD

 

Día 07: Shipping

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Hoy les traigo azúcar para que les dé diabetes(?

Galletas para la familia.​

Diamond había estado muy pensativo desde algún tiempo, raro en ese chico glotón. Parecía extrañamente más pensativo que de costumbre, cosa que solo había notado Pearl, pues claro él le conocía desde pequeños. Y con lo impulsivo que lo caracterizaba no se cuestionó mucho, fue a preguntarle directamente que tenía tan reflexivo a su amigo de cabello negro.

— ¡Oye Dia! —Gritó abriendo la puerta de la cocina estruendosamente, y dentro estaban Diamond y Platina cocinando alguna cosa. — ¿Señorita?

Cabe decir que la sorpresa de Pearl no era porque ambos cocinasen juntos, si no era porque la cocina era un ¡Completo desastre!, miles de ollas estaban remojando con restos de comida carbonizada, y ellos estaban con restos de arroz esparcido por la ropa.

— Oh, Pearl, la señorita quería aprender a cocinar onigiris, así que estoy enseñándole—Contestó de lo más natural el chico.

A su lado la joven asintió sonriendo levemente mientras amontonaba un puñado de arroz en sus manos.

— ¡Vieron la cocina! —Gritó asombrado por el caos ¡¿Se podía hacer eso tratando de cocinar onigiri?! — ¡Es un desastre!

— Es mi culpa—Dijo rápidamente Platina, realmente comprometida con todo el desorden.

—Por favor no lo diga con esa cara—Le dijo Pearl, ella se tomaba todo muy literal.

—Lo limpiaré—Y la chica agarró la escoba para comenzar a barrer.

—No es necesario, señorita, Pearl y yo lo haremos—Se ofreció Diamond sonriendo como siempre.

—Espera, Dia, quiero decir Diamond—Le dijo el rubio, y de su frente nació una vena que comenzaba a hincharse.

—Muchas gracias chicos—y sin más la joven se retiró de la cocina.

Pearl no lo podía creer.

— ¡Se puede saber por qué debo limpiar yo! —Le gritó el chico a su amigo.

—La señorita dejaría peor la cocina si tratase de limpiarla—Le contesto Diamond muy tranquilo.

Y el rubio le encontró la razón. Esa chica no sabía limpiar, seguramente ni si quiera sabia como tomar una escoba para barrer.

…

Al cabo de unos minutos la cocina del hotel donde se hospedaban los chicos estaba incluso más brillante que antes. Y olía extrañamente a rosas, Pearl estaba sentado en el suelo mirando satisfecho su trabajo limpiando el desastre de antes, a su lado Diamond esperando que del horno terminara de cocinarse las galletas que había metido antes.

—Por cierto, Dia… yo venía a preguntarte algo—Se acordó el rubio y giró su cara para mirar el rostro brillante y expectante de Diamond esperando sus galletas. —Diamond, te estoy hablando.

Pero el nombrado no contestó, estaba mirando sus galletas, y no prestaba atención a lo que quería decir su amigo.

— ¡DIAMOND! —Gritó asustando al chico que calló sentado del susto.

— ¿Si? —Preguntó riendo.

Pearl suspiro— No es nada.

—Pearl, ¿Recuerdas a Manaphy? —Susurro Diamond mirando sus galletas en el horno.

—Claro que sí, era como un bebé, lloraba si no lo cargabas—Rio el rubio recordando al príncipe del mar.

— ¿Crees que este bien? —Preguntó más bajo que antes.

— ¡Claro que sí! No actúes como madre preocupada.

—No es eso, es que cuando pienso, me acuerdo que parecíamos una familia de esas que muestran en la televisión, una mamá, un papá y el bebé—Rio Diamond alzando la mirada al techo.

— Oye, oye, ¿Quién se supone que era la madre? —Alzo una ceja el rubio, interesado en la visión de familia que pudiese provenir de la mente de Dia.

—Tú

— ¿Eh? — Logró emitir Pearl de pura sorpresa.

—Tú eras la madre regañona y estricta, yo era el padre cariñoso y que le consentía, Manaphy era el bebé que quería estar siempre con su padre pero que adoraba a su madre y Platina era la tía ricachona — Dia ensanchó su sonrisa y acomodo sus manos entre sus piernas, algo avergonzado por lo que había dicho y por su puesto por la posible reacción violenta que pudiera tener el otro.

Por parte de Pearl, a pesar de lo incomodo que había sido que le dijeran madre, lo sintió diferente por venir de Diamond, poco a poco sintió como sus mejillas se sonrojaron por eso, y algo golpeo su corazón haciendo latir fuertemente contra su pecho.

— ¿P-Por qué yo soy la madre? —Apuntó a decir frunciendo el ceño aparentando estar molesto y no ansioso, que era como se estaba sintiendo.

— Pues, porque así me lo imagine—Respondió Diamond con simpleza y algo de encantadora inocencia.

—Dia… yo…—Pero fue interrumpido por el horno.

— ¡Oh, ya están listas! —El pelinegro tomo un par de guantes para abrir el horno y sacar las galletas. Las dejó en un bol y las soplos con cuidado. — Quedaron bien—susurro feliz.

Pearl no comprendía esa emoción, era diferente a cuando cocinaba normalmente, entonces la mirada de su amigo se transformó a esa mirada que tenía desde hace unos días, una mirada reflexiva. El rubio se levantó del suelo de la cocina a ver las anheladas galletas que tanto miraba el chico, grande fue su sorpresa al ver su forma.

Eran galletas de vainilla con unas chispas de chocolate. Lo más curioso era la forma de esas galletas, ¿era él? ¿La forma de esas galletas tenía su rostro? ¡Estaba casi seguro de eso! No, cien por ciento seguro de que su cara había sido convertida en galleta por Diamond.

—Pearl—Dijo firmemente el chico, y se sobresaltó al verle tan cerca y admirando las galletas que había preparado.

— ¿Dia? — El otro miró asombrado los dulces que había hecho el chico— ¡Realmente eres muy hábil en la cocina!

—Escucha Pearl, Debo decirte algo—El rostro del chico era serio, algo muy raro en él.

—Dime.

—Las galletas… yo… pensé, y eso… Pearl…—Poco a poco la lengua de Diamond se fue atorando dentro de su boca y la seguridad del inicio se había desvanecido rápidamente.

—Oye, oye, cálmate una cosa a la vez—Rio Pearl tratando de calmar a su amigo.

— ¡Las galletas —Le grita Dia algo molesto— son para ti!

—G-Gracias. Pero no tienes que ponerte tan nervioso por eso Dia, somos amigos—Le dijo girando el rostro para ver las galletas.

—Pearl —Dijo recuperando el valor de antes— Yo…— y como vino se fue.

—Vamos ya cálmate—el rubio no comprendía nada, relajo los hombros y tomo una de las galletas, le dio un mordisco para probarlas— A mamá le gustan estas galletas que prepara papá.

Diamond se quedó mirando a su amigo sorprendido por la comparación, creyó que a Pearl le molestaría recordar que le vio como la madre de Manaphy, pero no era así. Le quitó la galleta de las manos dejándola en la charola y rápidamente junto sus labios con los de su amigo.

Fue un simple contacto de labios, fugaz, pero tierno. Y ese simple acto de afecto hiso que Pearl se sonrojara fuertemente, y se quedara sin palabras.

—Pearl, eh tratado de decirte esto desde hace unos días, tú me gustas mucho, no importa lo que haga tú me sigues gustando, por eso yo eh pensado cómo decírtelo, Pearl, dime algo—Rogó Dia ante el silencio extraño del chico. Que ni si quiera parpadeaba. — ¡Pearl!

— Otro…—susurro después de un rato, parpadeo y enfocó su mirada en el rostro acongojado de Diamond.

— ¿Qué? —Pregunto confundido, no es la respuesta que esperas cuando te confiesas.

— Beso… Otro…—Volvió a susurrar, esta vez un poco más alto y sus mejillas enrojecieron fuertemente como la flama de un Chimchar.

Diamond bajo los hombros, aun confundido pero extrañamente feliz, ¡Había dejado sin palabras a Pearl! Por primera vez desde hace mucho tiempo. Posó sus manos en las mejillas encendida del rubio y volvió a unir sus labios en un tierno beso pero esta vez más largo.

— Mamá quiere otro beso…

Shipping: Absurdishipping / ClingyShipping + Platina & Manaphy
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Hoy no hay comentario, la semana de no-dormir sigue y la gente se quiere tomar mi universidad :D ¡Paro! = Vacaciones (??

 

Día 08: Starter

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¿Cómo? ¿Que se me acaba el año? ¡AH! Pero aun debo terminar este reto y voy en el 8 recién D:
Menudo retraso, debo dejar de hacer eso xDD

PD: Estoy viva xD Sin tiempo, pero viva jajaja

Regalo​

Tocó la puerta de su casa con prisa, le dolían los hombros más que otras partes del cuerpo del puro cansancio, solo quería ver a su hija, abrazarla y darle este regalo que llevaba días emocionado por ver su rostro. ¿Le extrañaría? ¿Estaría feliz de verlo?

Escuchó los tacones de una mujer dentro de la casa. Pikachu en su hombro se dispuso a saltar sobre quien abriera.

— ¡Ah, hijo! —Su madre le abrió con aquella sonrisa tan amable, como cuando él regresaba de sus viajes cuando era un entrenador muy joven.

Pikachu no dudó en saltar a sus brazos gruñendo de felicidad por ver a la mujer que a pesar de su edad seguía siendo muy linda.

—Bienvenido Pikachu—Acarició la cabeza del pokémon tipo eléctrico con cariño.

—Hola mamá—Saludó el hombre ya acostumbrado a ese comportamiento.

—Pasa cariño, han pasado un par de meses ¿Cómo te ha ido? —Se apartó para dejar pasar a su hijo, mientras cargaba al pokémon.

Ambos se acomodaron en el sofá de la sala, su madre trajo algo de té, mientras él le contaba sobre su trabajo y lo agotador que era ser un cerebro de la frontera, pero que el proyecto le encantaba.

— Me da libertad de viajar como cuando era más joven, y puedo venir más seguido a ver a Kay—Terminó de contar mirando la taza de té casi vacía— Por cierto ¿Dónde está?

La mujer dejo la taza sobre la mesita de centro.

— Estaba aquí hasta hace un momento—Comentó mirando algunos juguetes en el suelo. —Kay, papá ya llego a verte.

— ¡No quiero! —Gritó alguien desde una de las habitaciones de la primera planta.

Se escuchó una puerta cerrarse con seguro, luego una silla siendo arrastrada por el suelo y finalmente los resortes del sofá de la sala de estar.

— Parece que sigue enojada—Susurró la mujer observando el semblante dolido de su hijo. — ¿Por qué no le das algo más de tiempo Ash?

— Supongo que sí… —Contestó él volviendo a sentarse en el sofá, pero no quedando tranquilo.

— ¿Te quedaras?

—Una semana, debo volver para la inauguración del frente batalla—Suspiró desilusionado, su pequeña aún estaba enfadada porque él no pudo llegar a tiempo para su cumpleaños, y no parecía querer hablarle por nada del mundo.

¿Cuánto puede durarle el enojo a una niña?

……………………….

Ya había pasado una hora, Delia Ketchum estaba terminando de preparar el almuerzo para tres personas, que desde hace meses no hacía, de cierta manera extrañaba eso. Mandó a su hijo a que fuera a buscar a la pequeña Kay a la habitación de la cual aún no quería salir, y rezó a Arceus que ella estuviese dispuesta a hablar un poco con su padre.

Él había pasado toda esa hora con la cabeza pegada a la mesa susurrando cosas que no entendía, mientras era consolado por Pikachu sin éxito.

—Kay, pequeña, es hora del almuerzo— había suavizado su voz y rogaba por que la pequeña se dignara a hablarle.

— ¡Vete!

Era lo mejor que había obtenido en un largo rato.

—No puedes estar así todo el día—Esta vez uso una voz más madura.

—No quiero hablar contigo.

—Estás hablando conmigo ahora

—Entonces no quiero verte.

¿De quién había aprendido a ser tan cerrada?

Suspiró y optó por sentarse en el suelo apoyando su espalda en la puerta. Pikachu llegó unos minutos después a ver como estaba todo.

—Pikachu, ella no quiere salir ¿Qué hago? —Rio un poco con eso, sabía que Kay adoraba a Pikachu, y tal vez a través de él consiguiera algo más que una negativa.

El pokémon negó, no comprendía como él se había convertido en padre en primer lugar, por suerte su madre lo apoyó desde el principio.

— ¿Puedes hablar tú con ella? —Le rogó, guiñándole un ojo para que le siguiera el juego.

— ¿Pikachu? ¿Estás ahí? —Preguntó la niña muy cerca de la puerta.

El tipo eléctrico gruño en aprobación y puso su pata en la puerta en un intento de que ella hablara.

— Mi papá es un idiota, se la pasa fuera de casa, y apenas llama, ¿no crees que tengo derecho a estar enfadada con él? —Comenzó a relatar ella sumamente enojada y seguro que con las mejillas infladas.

Pikachu miró inmediatamente a Ash, y libero pequeñas chispas a modo de desaprobación, él abrió los ojos y miró hacia la puerta.

— Y cuando viene, se la pasa entrenando o en alguna batalla con el Tío Gary, no se queda en casa ni un día.

— Lo siento…—Interrumpió Ash afirmando su cabeza en la pared con los ojos cerrados— Tienes todo el derecho a estar…

— ¡Estoy hablando con Pikachu! —Le gritó ella.

Ash rio un poco y miró a su pokémon con una pequeña sonrisa de arrepentimiento.

—Amigo, dile a mi hija que me perdone y que entiendo por qué no quiere verme.

Pikachu suspiró, luego se dirigió hacia la pequeña y entre gruñidos trató de comunicarle lo arrepentido e idiota que es su padre.

Después de un largo rato de silencio ella comenzó a hablar de nuevo.

— Dile a papá… que esta perdonado—Su suave voz comenzaba a quebrarse, junto al sonido de una silla arrastrándose por el piso de cerámica— S-Sólo si me carga hasta la mesa…

Pikachu saltó hasta las piernas de Ash y asintió, el hombre se levantó del suelo con el pokémon en su hombro. Tocó la puerta dos veces y la abrió con mucho cuidado mientras sostenía una sonrisa enorme para su pequeña.

— Pikachu me dijo que...

Antes de terminar de hablar vio como el cuerpo de la niña se abalanzaba hacia él, sus brazos se enrollaron en sus piernas, y su cabeza era ocultada en la tela de sus pantalones.

Ash acarició la cabeza de su hija con sumo cuidado, la apartó delicadamente y se agachó gasta su altura para mirarla al rostro.

— Hola cariño—Le saludó secando las lágrimas con la yema de sus dedos.

—P-Papá… Bienvenido a casa—Dijo tragándose las ganas de seguir llorando para sonreírle lo mejor que pudo.

—Ya estoy contigo Kay.

La pequeña se abalanzó sobre su padre ocultando su rostro en su pecho tratando de callar su llanto y calmarse, aferró sus pequeñas manos en la polera sin intensión de soltarla por lo menos en un par de años. Ash la rodeo con sus brazos acercándola a su cuerpo, extrañaba mucho abrazarla de esa manera y sabía que el tiempo estaba en su contra.

Ya en la mesa de la cocina, Delia tenía servido los platos y vio maravillada como su hijo y su nieta llegaban a la mesa riendo por alguna cosa que no se enteró, pero tampoco preguntó.

— ¿Eh? ¿Sopa? —Se quejó Kay inflando sus mejillas.

—Y te la comes toda—Sonrió Delia.

—No hay nada como la comida casera—Comentó Ash sentándose a la mesa junto a su hija.

Pikachu se puso a comer de un plato con alimento pokémon ya más tranquilo.

……………………………………………..

— ¿Regalo? —Preguntó ella confundida.

Delia sonrió al ver como su hijo sacaba algo de su bolso con mucho entusiasmo, había un pequeño brillo infantil en su mirada.

—Yup, como no pude venir a tu cumpleaños pues te lo doy ahora, no hay nada que te hayan regalado que sea mejor que esto.

— ¿Es un pokémon? —Preguntó ilusionada.

— ¿Cómo lo sabes? —Le miró Ash.

Kay comenzó a reír y a aplaudir de la felicidad, ¡sería la primera entre los niños de Pueblo Paleta en tener un pokémon! Podría salir a jugar con él, bañarlo, alimentarlo y luchar, aunque eso ultimo no se lo permitirían.

Finalmente Ash sacó de su bolso una pokéball en tonos rosas, adornada con un moño ya arrugado por estar al fondo de sus cosas.

— ¡Feliz cumpleaños, Kay! —Sonrió extendiéndole el regalo a su hija.

Ella no tardó ni dos segundos en tomarlo y admirar el objeto con sus enormes ojos castaños.

— ¿Qué pokémon es? ¿Es de otra región?

—Ábrelo y averígualo.

—Abue, abue, ¿Qué crees que sea? —Preguntó emocionada.

—Creo que será muy lindo.

La niña se levantó del suelo y optó por una pose como si ya fuera entrenadora con licencia, arrogó la pokéball de manera torpe y de ella salió un pequeño pokémon de tonos castaños. De orejas alargadas, ojos oscuros, de cuatro patas, con una cola con las puntas blancas.

— ¡Woah! ¡Es hermoso! —Kay se abalanzó sobre el pokémon a darle un abrazo. — Gracias papá, eres el mejor.

Ash se llenó el pecho de orgullo y susurro un “ya lo sé” por el cumplido de su hija- cosa que no había recibido en mucho tiempo- Miró como su ella acariciaba al Eevee y sus ojos brillaban como cuando él miraba a los pokémon de pequeño.

—Debes cuidarlo muy bien, ya que este es tu primer pokémon—Le dijo actuando como adulto.

— ¿Enserio? ¡Mi primer pokémon! Eevee, soy Kay tú entrenadora, mucho gusto.

El Eevee asintió moviendo su cola muy feliz, Kay tomó al pokémon en brazos y corrió a algún lugar de la casa cantando y saltando.

— ¿Estás seguro?

— Creo que crecer con pokémon le hará muy bien, sobre todo porque yo no puedo estar aquí junto a ella… Y con ese Eevee sabrá que la quiero.

Delia acarició la cabeza de su hijo de manera maternal, Ash le sonrió bajando la mirada.

—Nadie dijo que sería fácil

—Sabes que no me rindo

—Hasta el final—Terminó de decir Delia.

Escucharon a Kay correr por la casa, la vieron abrir la puerta con una mochila en los hombros y a su lado el Eevee, gritó con energía un “Me voy de viaje” y salió disparada a algún lado.

Dos segundos después, Ash estaba corriendo tras ella junto a Pikachu para decirle que aún no tenía la edad, ¡Con 7 años no puede salir aún! Y ni si quiera se había despedido como se debe de ellos.

Starter: Eevee + Kay Ketchum (OC) & Ash Ketchum & Delia Ketchum​