Long-fic ABC [Pokémon Rol]

Yey, empiezo a hacer esto ya <3 Siento empezar un día después pero me pilló en un mal momento.
Este escrito es para la actividad Días de abecedario 2.0 de @Shani

Anyways, disfrutad este nuevo fic pls :3

Arceus
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—¡Por Arceus! ¿Qué es todo esto? —La joven Honda exclamó al ver como se encontraba la habitación que había pedido en el Centro.

¿Qué demonios estaban haciendo Emi y Effy con esos globos?

—¡Mimi! ¿Qué haces aquí tan pronto? —Exclamó la morena mirándola con incredulidad.

—Solo quería descansar —se encogió de hombros la aludida—. Pero no creo que sea esa la pregunta clave.

—Jo. Queríamos hacerte una fiesta sorpresa por tu quinta victoria consecutiva. Parecías tan emocionada que pensé que querrías celebrarlo —explicó la más baja antes de dejarse caer sobre la cama haciendo un puchero—. Pero ya ni sorpresa ni nada.

Las dos rubias intercambiaron miradas, Effy encogiéndose de hombros. Sonrieron a los pocos segundos y la honorada se acercó a Emily.

—Bueno, la sorpresa me la he llevado ¿sí? Vamos a celebrar entonces, no dejaremos todo esto sin utilizar ¿verdad? —Emily levantó la mirada para mirar a sus dos compañeras y con ojos llorosos asintió emocionada.

Al menos podían celebrarlo aunque ya no fuese sorpresa.

 

Y este va dedicado a la linda Liza <3 Espero haber plasmado bien algo (?

Buneary​

—¡Mira ese lindo Buneary! —La castaña señaló con el dedo índice hacia el Pokémon con forma de conejo que descansaba sobre el pasto junto a otros de su misma especie.

—¡Glaceon, gla! —La orgullosa Pokémon de tipo hielo que acompañaba a la entrenadora giró la cabeza, de forma digna.

Liza notó aquello y río ante su reacción.

—Está bien, está bien. Nada de nuevos Pokémon al equipo, celosilla —respondió ella con una risa antes de salir corriendo por la ruta, intentando evitar los ataques que la avergonzada Glaceon lanzaba.

 

Y este capítulo está dedicado especialmente a Lucho <3 Espero que te guste :3

Celebi​

—¡Se acabó el juego, Celebi! —El entrenador de cabellos castaños señaló al legendario con característica fiereza en su mirada—. ¡Un último Rayo Hielo!

Regice, Pokémon legendario de Lucas, miró desafiante al otro legendario, quien ya se encontraba debilitado, flotando en el aire con apenas fuerza.

Entonces un poderoso relámpago azulado, helado, se dirigió hacia el enemigo provocando que éste cayera al suelo, totalmente desgastado.

>>Estarás bien con nosotros —murmuró el chico mirando la pokéball antes de lanzarla contra su objetivo.

Tres clics eternos pasaron hasta que Lucas vio su sueño cumplido.

Finalmente… finalmente tras mucha búsqueda y entrenamiento tenía en sus manos al tan deseado Pokémon viajero del tiempo.

 

Y un pequeño escrito de la dulce Elisa [Con la que apenas traté así que disculpadme si no cuadra mucho o no sé] y pues, se lo dedico a Eli

Drifloon​

Acompañada de su leal Pokémon fantasma, Drifloon, la joven Elisa paseaba tranquilamente por una ruta vacía. Ya había anochecido y el silencio del lugar, simplemente roto por sus pasos, era algo que tranquilizaba a la entrenadora.

No era la primera vez que decidía recorrer oscuros caminos sola o en compañía de su pequeño globo fantasmal, y desde luego no sería la última.

Tanta paz… tanta serenidad… deseaba que esos momentos no se acabaran nunca.

 

Capítulo dedicado a le moi (?

Espeon​

—¿Hum? ¿Espeon? —La joven de pelo negro abrió los ojos al sentir la presencia de su Pokémon psíquico —¿Pasa algo? —Preguntó levantándose de forma perezosa de la cama, bostezando a los pocos segundos.

El Pokémon rosáceo solo emitió su ruido característico y se dirigió a la puerta con elegancia, sin embargo, también con prisa.

>>¿Qué pasa? —Emily entonces miró hacia dónde el Espeon, exasperado, señalaba con la cola —¡Oh! ¡Demonios! ¡Me quedé dormida! ¡Llegaré tarde! —La pequeña se puso en pie de forma apresurada e intentó arreglarse lo más rápido posible.

Espeon se sentó en el suelo y observó sus movimientos. Su dueña era realmente despistada, no era la primera vez que tenía que despertarla porque llegaría tarde a una cita con Dante.

 

Un poco de Goodair para Nami y Brunildo . Espero os guste <3

Florges
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—¡Vamos, Florges! ¡Acaba con una Voz Cautivadora! —La entrenadora de rubios cabellos exclamó, señalando al Pokémon del rival.

Hubert observó desde la distancia a la chica, sonriendo levemente. Otra batalla de la que Effy salía victoriosa, ¿cómo no?

El novato entrenador se acercó, casi con ojos brillantes, a la chica y le dio la mano con entusiasmo. Otro fan para la joven.

Serperior y su entrenador cruzaron miradas antes de acercarse a la otra.

—Buen combate, Effy —dijo a modo de saludo.

—¡Gracias, Hubert! —Respondió la rubia con alegría, feliz por su victoria.

Se miraron durante unos largos segundos de forma intensa hasta que el chico bajó la mirada, sonriendo de lado. Effy se sintió orgullosa y su elevación de labios demostraba desafío.

—Un 2 a 2, tenía intención de hacer unas cosas así que debo darme prisa —fue lo único que Hubert explicó antes de alejarse para formar el campo de batalla.

 

Esta vez e un escrito un poco diferente, y los que sigan el rol saben de lo que hablo. Espero lo disfrutéis :3
[ Liza , te incumbe en cierto modo (?]

Gible​

[Grutas]

—¡Oye! ¡Gible! ¡Para ya de quejarte! —La pequeña Cottonee exclamó en un repentino ataque de sinceridad.

El Pokémon dragón le dirigió una mirada de incredulidad que asustó a la tipo planta, quien, como única reacción, se giró avergonzada y siguió avanzando con más rapidez.

—Solo dije que tenía hambre —refunfuñó Gible dando una patada hacia la piedra que tenía delante. Sin embargo, a los segundos sonrió levemente. Aquella pequeña… estaba liberándose cada vez más.

 

Este capítulo es especial porque... bueno, los del rol saben en qué momento está inspirado y que pasa~ Espero lo disfrutéis <3

Haxorus​

Emily miró el cielo estrellado con ojos llorosos.

Protegida por su manta, se había “escapado” de la guarida para observar las estrellas. Como numerosas noches, la joven esperaba ver alguna estrella fugaz a la que pudiese pedirle un deseo. Un simple deseo que quería que se cumpliese desde hace mucho.

—No tuvimos que dar esos Haxorus… —era el único pensamiento que cruzaba por su cabeza, esperando que por algún capricho del destino Dialga decidiese dar vuelta atrás en el tiempo y permitiese a los entrenadores enmendar su error.

Aunque la chica sabía que no habían sido sus amigos los verdaderos culpables, pensaba que de todas formas algo podían haber hecho para evitarlo.

 

Igglybuff​

—Los Igglybuff son adorables. Tan rosado y gorditos que dan ganas de abrazarlos. Así que al ver el peluche fue inevitable que lo comprase —explicó la morena rodeando con felicidad el muñeco de felpa nombrado.

“Típico de Emily” pensó su acompañante, Mimi, quien en un principio no pudo evitar sentirse avergonzada al verla aparecer tan alegremente con aquella cosa.

Pero era su amiga, la conocía y sabía que a veces era terriblemente infantil. Y en cierto modo, eso la hacía tan adorable que no se podía quejar.

 

Jirachi​

—¿Por qué te gusta tanto Jirachi? —Preguntó Liza, mirando a su amiga mientras caminaban por el parque.

—Mmm… Todo el mundo desea algo ¿cierto? Y cuando ese deseo se cumple, ¡la persona se pone muy feliz! —Empezó a explicar la morena con emoción—. Y a mí me gusta mucho ver a la gente feliz. Así que… un Pokémon que hace a las personas tan felices, ¡debe gustarme mucho!

La castaña compartió una larga mirada con su acompañante antes de ser contagiada por la sonrisa de ésta.

—Tienes razón, es una buena explicación~ —dijo antes de que el par volviera a mirar al horizonte.

 

Siento que haya tanto de Emily pero, entendedlo, es mi personaje y me es más fácil así xD

Krabby​

—¡Oh! ¡Oooooh! ¡Mirad! ¡Un Krabby! —Emily exclamó emocionada nada más adentrarse en la arena de aquella playa.

Empezó a caminar de lado, tal y como lo hacían aquellos Pokémon, riendo alegremente mientras jugaba con ellos.

El resto de entrenadores, quienes tuvieron la brillante idea de aprovechar su milagroso tiempo libre en ir a la playa, compartieron miradas extrañadas y divertidas.

Sí, esa chica nunca cambiaría.

 

Luxray
​

Raiden, ese maravilloso e impresionante Luxray que tan fiel compañero siempre fue de Mimi. Siempre cumpliendo todos los deseos y órdenes de su pretenciosa ama. Con su pelaje brillante y suave, siempre cuidado, y sus ojos eléctricos que todo lo veían, era envidiado por muchos entrenadores. Se notaba su procedencia opulenta.

Ese magnífico Pokémon se encontraba en aquel momento siendo usado por unos cuantos niños como caballo por culpa de la joven Honda.

—Lo siento, pero así están entretenidos —se excusó simplemente antes de ponerse a leer una entrevista de moda, cómodamente sentada en el sofá.

 

Brunchis <3 (?

Maractus​

Hubert se encontraba paseando por Ciudad Acuarela en una pacífica tarde primavera. El cálido viento mecía su cabello de forma rebelde y el sol acariciaba su rostro con dulzura.

Iba acompañado de su querido Serperior, ambos disfrutando de la soldad, la tranquilidad y el silencio.

Características que sin embargo fueron rotas en cuanto el alegre Maractus hizo aparición con sus marchosas maracas y ese ritmo constante que le caracterizaba.

No tardó en crear música para hacerle compañía a su dueño y buen amigo, creyendo que era su obligación romper el silencio que se había creado.

Era algo tan habitual que, más que enfadarse, los otros dos sonrieron y siguieron con sus tareas. Al fin y al cabo, la música del Pokémon era bastante animadora.

 

Natu​

Natu, posiblemente el pokémon más desafortunado de toda Galeia. Tenía que llevar todos los días a su pesado amo a la ciudad que le antojaba y el pobre tipo psíquico acababa agotado.

¡Él quería evolucionar! ¡Claro que sí! ¡Era lo que más deseaba en el mundo! Pero era incapaz de hacerlo. Y hasta el día que por fin lo consiguiese, tendría que seguir transportando a Ukita poniendo en riesgo su salud física e incluso mental.

 

Me permitiré no publicar la ñ porque no hay pokémon con dicha letra xD

Oshawott​

—Recuerdo cuando aún eras un pequeño Oshawott. Mucho más cómodo de llevar en brazos y mucho menos molesto —murmuró Liza observando a su inicial, que descansaba a su lado bajo la sombra de un enorme árbol.

>> Sí, sí, no me mires así que es verdad —la joven abrió un ojo para mirar de reojo al pokémon y sonrió ante su reacción facial—. Está bien, ahora tampoco está tan mal y eres más fuerte… pero echo de menos el principio de la aventura… cuando aún eras un pequeño Oshawott… y demás cosas —bostezó mientras se dejaba caer por el tronco, acabando tumbada boca arriba en el césped para poco a poco quedarse dormida, recordando viejos tiempos.

 

Tenía que meter a los Pancham de alguna manera (?

Pancham​

—¿No te resulta curioso? —Preguntó Drake a su Chatot, provocando que éste ladeara la cabeza—. Todos los pokémon que han ido a visitar las grutas han hablado de los Pancham. Y no parecían exactamente felices de haberse cruzado con ellos —reflexionó, más para sí mismo que para su acompañante—. Deben haber sido muchos Pancham… desde luego Galeia tiene muchos secretos: bajo tierra, sobre el cielo, en el suelo y en el agua —finalizó como conclusión antes de seguir con su camino, haciendo como si aquella pequeña conversación nunca hubiese tenido lugar.

 

Quilava​

Emily se encontraba de cuclillas, observando al pokémon de tipo fuego de Dante con atención.

—¿Qué pasa, pequeña? ¿Por qué miras tanto a Typhlosion? —Dijo el dueño al entrar al lugar, acariciando la cabeza de la chica en el proceso.

—Es que… ¡nunca vi tu pokémon como un Quilava! Estaba intentando imaginármelo —explicó la joven sin desconcentrarse de su misión.

—Está bien, disfrútalo entonces —fue la única respuesta de Dante mientras se dejaba caer en la cama, observando con una sutil sonrisa a la adorable chica.