Sombra del pasado. Sinopsis Esta historia mezcla el romance, la tragedia y la magia de una historia fantástica. Introduce al lector desde el mundo real a un mundo velado por el misterio, intrigando a quien lo lea. Espero que lo disfruten Prólogo: Los sueños Un grito, un suspiro y un deseo mudo agitan la noche... Ella despierta en su lecho, los ojos abiertos en par, el grito extinto en sus labios rígidos se desvanecía... Abrazo sus piernas fuertemente contra su cuerpo tembloroso tratando de mantener el calor en vano. "Ha sido solo un sueño... solo un sueño más", se repetía entre susurros al tratar de conciliar la calma. Miró a su alrededor con las lágrimas secas en sus ojos cristalinos, contempló la familiar habitación. El ropero de pino, su trípode de cuadros junto a la ventana, el espejo ovalado sobre su pequeña cómoda que reflejaba la luz de luna entrando por la ventana palideciendo el baúl de sándalo a los pies de su cama... Aquel baúl... todo había comenzado con el... Los sueños que inquietaban el alma de Hazel... Hacía ya unos meses atrás cuando aún tenía el tono sonrosado fijo en sus juveniles mejillas, el brillo titilante es sus límpidos ojos y una sonrisa enmarcada de pétalos rosa, como cualquier joven saludable. Solía dar paseos por Viena bajo el firmamento nocturno decorado con sus infinitas gemas, y en las tardes de otoño pasaba las horas de puesta de sol en una mesa del café Demel. Estaba en la terraza de la cafetería observando como el sol comenzaba a ponerse en el horizonte tras las construcciones antiguas de Viena. Ya había terminado su capuchino y los rayos dorados del sol eran tan solo un recuerdo, pago su cuenta y se alejo por la avenida principal llena de peatones apurados en volver a sus casas después de un día de arduo trabajo. Emprendí el camino hacia mi casa, me dirigía al puente Danubio mientras el frio marcaba su presencia colándose por debajo de mi ropa de otoño, me ajuste los guantes y la bufanda mientras cruzaba a pie el puente desierto, que habitualmente estaba abarrotado de personas que buscaban refugio del otoño en el calor de sus hogares. Un extraño escalofrío se alojó en la base de mi cuello, no era una chica insegura y no solía inquietarme, pero la repentina soledad del puente acompañada de la neblina que subía desde el río estaban infiriendo en mis nervios junto con la sensación de la vigilancia de algo que acechaba entre las brumosas cortinas de la niebla, apresure el paso escuchando el eco en la piedra del puente. Mantuve la vista fija hacia adelante y así llegue al otro lado del puente, ya estaba a un par de calles de mi casa y la sensación de vigilancia había mitigado ni bien abandonar el puente. Esa noche al dormir mis sueños se volvieron inquietos, volvía a estar en el puente Danubio, pero había algo significativamente diferente que no conseguía advertir. Me encontraba a mitad del puente y un vestido blanco ondeaba con el viento rozando mis piernas entumecidas por el frío, estaba sujeta de la barandilla del puente con mis manos y de pronto ellas se soltaban dejándome caer… **************************************************************************************************** Giux: Publicare cada dos semanas un nuevo capitulo, la extensión de cada uno de ellos varia, siéntanse libres de comentar su opinión, ojala les guste :D
Vale, tiene buena pinta este escrito. Por ahora me intriga eso de los sueños, es algo que me interesa bastante y supongo que tendrá bastante que ver con la historia. Ahora pasamos los aspectos técnicos. Primero, cabe señalar que lo que tú indicas como "prólogo" es más bien una sinopsis, algo que habla un poquito de la novela. En cambio, esto que has puesto como primer capítulo, a mí me pareció una toma de contacto con el universo que quieres crear, una pequeña toma de contacto, a mi parecer, este sí sería el prólogo. Quiero señalarte que hacia la mitad del capítulo cambias de tercera persona a primera, repásalo y elige la persona en la que quieres narrar, no puedes narrar en las dos. Después, te faltan varias tildes, repasa el texto. Es tu primer escrito por aquí, no te apures, aprenderás con las críticas que te vayamos haciendo. :) ¡Mucha suerte con el relato! ¡Te seguiré leyendo! :3 ¡Un saludo! :)
Gracias por tu comentario, me ayudara bastante y si tenia varias dudas de como catalogar la descripción de la historia, pensé en lo de sinopsis pero creí que el termino estaba errado xD En fin prestare mas atención a los detalles Gracias :D
¡Hola! Me uno a tus lectoras, pues también me ha llamado la atención especialmente por la mezcla de romance y tragedia; me gustaría ver cómo desarrollas la idea. Veo que por el momento empieza de lleno con el suspenso y misterio, ¿eh? Me pregunto qué tiene que ver ese baúl del que se hace referencia. ¿Qué encontraría allí que empezó a darle a la protagonista semejantes sueños tan turbios e inquietantes? Bueno, lo sabré conforme avance la historia, por lo que a esperar se ha dicho. Sigue los consejos que Ichiinou te ha dado y no desistas; la práctica hace al maestro ^u^ Bueno, no tengo mucho más que agregar, por lo que paso a despedirme no sin antes desearte lo mejor hoy y siempre. Te cuidas. Hasta otra.
Gracias por la preferencia y el consejo :) y debo admitir que le diste en el blanco a uno de los puntos claves de la historia, pero todo a su debido tiempo ;)
Sinceramente esto llamó mi atención, me mantuve atrapado en la historia desde el comienzo. Tengo mucha intriga por saber cómo se va a desarrollar, hay varias preguntas que me fueron surgiendo, sobre todo al final. Tu manera de narrar es impecable, te felicito, parece que tienes mucha experiencia escribiendo, más allá de que sea tu primer historia en el foro. Se nota que eres ávida lectora, tienes muchos recursos dignos de horas y horas de contacto con la literatura, te felicito. Respecto a lo técnico sí hay unas pocas cosas para nombrar, aunque ya lo han hecho. En el primero de esos párrafos narras en tercera persona y en el segundo en primera. En realidad no es algo que no puedas hacer, es algo muy poco frecuente pero siempre y cuando lo sepas manejar puede ser una herramienta con mucho potencial. Si te soy sincero es algo que casi no se ve, y en la gran mayoría de los casos no queda bien, ya que cada narrador sumerge al lector en la historia de una manera diferente, si lo alternas sin una justificación clara, sin coherencia, puede causar una mala impresión... te desprende de la magia que lleva la obra. Un ejemplo que recuerdo en este momento es "La muerte de Artemio Cruz" de Carlos fuentes, él alterna primera, segunda y tercera persona, pero claro, bien premeditado y con la experiencia de ese escritor fue un éxito. Entonces, solo te aconsejo que tengas cuidado nada más, en este caso en particular es preferible que lo corrijas ya que el cambio es brusco y no es agradable. En rojo te marqué palabras que deberían llevar tilde. Estoy seguro que con el tiempo irás mejorando en ese aspecto, es una de las cosas más difíciles de aprender si te soy sincero, pero una vez que lo comprendes ya sale solo. En este caso son terminaciones más que nada, puedes comenzar dudando con los acentos, es decir, llegué tiene acento al final, lle-gué, llegue sin tilde es por ejemplo si dices "esperaré a que llegue", el acento ahí está en la primera sílaba llé-gue (sin tilde, como pusiste tú). Lle-gué es una palabra aguda porque se acentúa en la última sílaba y termina en una vocal (E), también llevan tilde las que terminan en N o S. Bueno, da por hecho que me pasaré a ver cómo sigue la historia, espero con ansias el próximo capítulo. Saludos.
@Rasu @Ichiinou Muchas gracias por sus criticas me fueron muy constructivas y me alegro que te halla gustado el comienzo Rasu, ya pronto publicare el siguiente capítulo. No eh editado el prólogo en base a todos los errores que me han marcado para no marear al lector pero lo tendré en cuenta para el próximo capítulo, a pesar que esta historia la escribí hace mucho aun tengo que pulirla y esta experiencia me ha servido mucho en ese aspecto gracias a todos :)
Está bien, en general todos hacen eso, corrigen para su siguiente capitulo, eso de andar editando no queda muy bien, desordena bastante. ¡Me alegro que te hayan servido los consejos! Es un placer comentar y que el escritor se lo tome de buena manera, y sobre todo que le ayude. ¡Espero el siguiente capítulo con ansias!
Capítulo 1: Lo insólito. Desperté sobresaltada en mi cama, con las sabanas enredadas en mis piernas inmovilizadas, me encontraba cubierta de sudor por la impresión del sueño. Respire hondo dejándome caer otra vez en las mullidas almohadas, me quede mirando el techo de mi habitación... observando cómo las luces de los faros de la calle danzaban hipnóticamente arrastrándome a la inconsciencia nuevamente... A la mañana el sol se filtro a través de mis parpados, mire desorientada a mi alrededor con la sensación de que olvidaba algo, tenía las piernas entumecidas al estar fuertemente apretadas en las sabanas, me deshice de ellas y me disponía a vestir cuando me percate de algo extraño en la mesa de luz junto a mi cama... reposaba allí un capullo de rosa, de un intenso color rojo, no recordaba haberla traído a casa... como había llegado allí? Le quite importancia y la tome para dejarla en un pequeño jarrón con agua que tenía en el placar. Salí a la calle temprano antes de la hora de mis clases de arte, camine hacia mi cafetería preferida en busca del desayuno, daría un paseo por Stadpark admirando como el sol ascendía durante la mañana. Decidí sentarme en una banca, no había nadie por allí; estaba sola en compañía del río Danubio que fluía tranquilamente ante mis ojos, con el dorado reflejo del sol en su superficie aparentemente pacifica. Saque mi block de dibujo del morral y comencé a garabatear mientras comía un bocado de mi muffin. Un trazo llevo a otro ligero en mi mano rápido e inquieto. Pronto tenía una imagen... una imagen familiar, pero no recordaba de que... simplemente era una chica con el rostro cubierto por su cabello agitado por el viento, con su vestido largo y blanco que se extendía cubriendo la totalidad de sus piernas ... Una sensación de familiaridad latía en mi interior, pero de donde provenía? pronto aparté la vista de mi dibujo, alarmada observe a mi alrededor... estaba sola en aquella parte del parque, pero me sentía observada, me inquietaba la sensación de inseguridad q acompañaba ese sentimiento, tome mis cosas y me dirigí hacia mis clases de arte, volviendo a la realidad de la rutina. El día transcurrió tranquilamente entre las clases de arte, mi trabajo como voluntaria en restauración de antiguos cuadros, las visitas diarias a la Biblioteca Nacional de Viena, la rutina de todos mis días. Salí del interior de la biblioteca cerca del atardecer, di un rodeo caminando por la avenida Ringstrasse hasta el Demel para tener mi cita con el atardecer. Llevaba algunos libros prestados de la biblioteca en las manos y mi inseparable morral que colgaba de mi hombro oscilando al paso de mis pies. A mitad del camino pare a observar la vitrina de un anticuario, un mueble de maderas rojizas talladas con una exquisita calidad con motivos florales y arabescos que simulaban ser hermanos de la naturaleza, había conseguido captar mi admiración. Levante un segundo la mirada, observando el reflejo de la vitrina que captó mi atención... sobre el reflejo de mi hombro vi la silueta de una persona, con un abrigo largo y oscuro que me observaba desde la vereda frente al anticuario. Me giré algo inquieta como si reconociera esa figura, pero ni bien mirar sobre mi hombro note que allí no había nadie.... confundida seguí mi camino algo apresurada hacia la cafetería, me había entretenido demasiado en el anticuario, y si no me apresuraba no llegaría antes de las primeras luces del atardecer. Al doblar la esquina de Wallnerstrabe y Kohlmarklt choque de frente con una persona que me sujeto los hombros para sostenerme del confuso impacto, mis libros se desplomaron contra el suelo de la vereda. Miré confundida al extraño me sorprendí al ver su rostro, avergonzada desvié la mirada de aquel llamativo rostro y me dispuse a recoger mis libros mientras me disculpaba... _Lo siento mucho no lo vi, disculpe. El se inclinó junto a mí para ayudarme a recoger los libros, mientras contestaba _No se disculpe, no estaba prestando atención a mi camino, tenía mis pensamientos dispersos en las nubes_ me sonrió al tender la pila de libros hacia mí. _Gracias_ conteste sonriéndole. El contestó con un ademan, inclinando la cabeza como los caballeros del siglo XIX. Me quede en mitad de la vereda atontada viendo como daba la vuelta y seguía su camino... me resultaba tan familiar... su pelo oscuro, negro como la media noche, esos ojos claros fríos y cálidos a la vez que brillaban tenuemente como las estrellas del firmamento... su piel, su boca, todo en el me resultaba inquietantemente familiar... El timbre estridente de una bicicleta junto al grito de un chico enojado me volvió a la realidad, me había quedado allí parada a unos pasos del Demel con la vista perdida en el lugar donde había desaparecido la figura de aquel hombre, me giré y entre a la cafetería, pedí lo de siempre un capuchino con extra de chocolate y me dirigí a la terraza a ver el resplandor del atardecer... No podía apartar mis pensamientos de aquel hombre... su mirada y su sonrisa me intrigaban. Saque mi block de dibujos y escogí una pluma negra para dibujar mientras los anaranjados rayos de sol teñían tenuemente mis pálidas manos y la blanca hoja de papel, mimetizándolas como una sola. Al llegar el crepúsculo había conseguido plasmar los rasgos del extraño que había importunado en las veredas de Viena. Su mirada devolvía la mía desde el papel, en un claro conjunto de luces y sobras, con su cabello medianamente corto, negro como la tinta y sus labios en una media sonrisa, acentuando su mentón y el guiño de los hoyuelos en sus mejillas al sonreír... Un suspiro se escapo de mis labios y avergonzada guarde rápidamente el retrato en mi morral, cerré los ojos y deje que los últimos rayos del crepúsculo entibiaran la piel de mi rostro... _Señorita.... señorita! Me desperté sobresaltada en la mesa de la cafetería, con la mano del camarero en uno de mis hombros sacudiéndome para despertarme... el sol ya se había ocultado y yo me había quedado dormida en la mesa, no solía sucederme esto... _Señorita_ volvió a repetirme el camarero agitando su mano delante de mis ojos. _uhm, si, lo siento me quede dormida_ dije avergonzada al camarero, mientras tomaba mis cosas. _Espere señorita, le han dejado esto para usted_ dijo tendiéndome un papel doblado a la mitad. Desconcertada lo tome en mis manos, era un papel rígido, como las hojas que usaba para dibujar mis acuarelas, lo abrí por la mitad pensando que era una carta, pero adentro se encontraba un dibujo... un atardecer y en una de las esquinas del papel citaba: "...dejaba penetrar una claridad semejante a la que la reina en las opacas selvas, o como luce el crepúsculo cuando Febo desaparece del cielo, o la noche ha transcurrido sin presentarse el sol todavía; luz tenue que conviene a las muchachas, pudorosas, cuya timidez busca sitios retirados..." _Quién le ha dejado esto para mí?_ pregunté al camarero mientras quitaba la mirada del papel, pero me encontraba sola en la terraza. Salí del Demel sin poder encontrar al camarero que me había entregado aquel extraño mensaje. Caminé sin rumbo hasta toparme con el puente Danubio, seguramente había llegado allí por la costumbre de mi rutina... la niebla se había dispersado del puente aquella noche y las personas circulaban por allí como de costumbre. Avancé sin prisa junto a la barandilla del puente, mi mano paseaba por ella tranquilamente, al llegar a mitad del puente me detuve... mire el horizonte, oscuras aguas se juntaban con el cielo de un violeta mortecino plagado de estrellas... un impulso nació en mi... me acerqué más a la barandilla, el viento soplaba en mis oídos desafiándome, llamándome... _Aléjese de la barandilla!_ volví a la conciencia con aquellas palabras, un policía me miraba con el ceño fruncido_ por favor apártese de la barandilla señorita_ volvió a repetir el policía. Confundida lo miré y me dí media vuelta apresurando el camino hacia mi casa, que me había sucedido?... ****************************************************************************
A ver, adorable moe, vamos a comentar por acá. No te diré muchas cosas del aspecto técnico, porque ciertamente prefiero ir directo a la historia, en fin. Recomiendo que uses el guión largo —, ya que me confundí un poco al tratar de seguir los diálogos entre cada personaje. Otro detalle, al menos al principio hiciste una rotación de POV, preferiría que avisaras cuando va a cambiar el narrador para poder mantener la cohesión en la historia, también cuidado con las tildes en los verbos en pasado y trata de mantener un tiempo verbal dentro de la narración, sin embargo, puedes jugar con los tiempos a la hora de usar los diálogos. Respecto a la trama, veo que te gusta describir escenarios europeos, la protagonista se ve que es muy refinada con sus gustos y tiene un toque de romanticismo clásico en su narrativa, me gusta que manejes la primera persona, ya que también es mi fuerte para escribir. Un misterioso sujeto que la sigue sin hacerle daño ni acosarla, más bien, un misterio que está envuelto en la bella ciudad que recorre nuestra heroína, la carta me pareció un detalle interesante, ya que traía un dibujo consigo, ¿por qué presentó ese paisaje?, menudos misterios has puesto, totalmente diferente al estilo narrativo que yo manejo, ya que yo describo las tramas de una forma menos poéticas y más realistas, tú buscas enfocar la belleza de lo cotidiano mediante tu lenguaje. Veremos como sigue esto.
@George Asai Tendré en cuenta los aspectos técnicos, espero que se valla viendo la mejora capítulo a capítulo. En cuanto a mi estilo le has dado al blanco, sucede cuando tu influencia mas fuerte son textos del siglo XIX xD Me sorprendió mucho lo intuitivos que son chicos al leer mi escrito, espero que sus dudas se despejen mientras la historia se desarrolle, gracias por el apoyo :) (@Ichiinou @Borealis Spiral @Rasu)
Hola Giux, ahora visitándote por acá y vaya cosa ¿eh? Talento desbordante para el dibujo y para las letras... Me ha agradado tu historia, quería que avanzara un poco más más tener más elementos pero mn, no pude resistirme a leerte. Es por demás interesante, intrigante, los escenarios real y bellamente descritos, esta chica Hazel es por demás cautivadora, su "aburrida vida rutinaria" sólo dice de ella que es disciplinada, organizada, apasionada y que cultiva su mente, una mujer así es una mina de oro. Ahora, ese halo de misterio, de suspenso que al menos yo interpreto es lo que me atrapa: ¿es acaso un fantasma siguiendo, vigilando a Hazel? ¿Hay un ser sobrenatural instando a Hazel a suicidarse, regresiones? Es muy bueno el fic, me quedo, hay que ver a dónde llega todo esto. Giux, has ganado un lector mas, que estés muy bien, hasta luego.
@Víngilot Hola, que bien que te hallas pasado por aquí, y que te halla gustando tanto mi historia, ciertamente consideraré publicar mas seguido los capitulos ya que por el largo me parece que dos semanas es excesivo xs Me gusta el sentido que le has dado a mi historia pero lamentablemente no te diré si estas en lo cierto o no, secreto de escritora xd Me alegra q te halla gustado tanto como para quedarte gracias :D
¡Hola! Lo sé, ha pasado un tiempo... creo que estaré medio perdida otra vez por estos lares o no, no se xD El caso es que haré lo que pueda para seguir la lectura. Inicio con unos consejitos que espero puedas tomar en cuenta, aparte de los que ya te han dado arriba del uso del guión largo y cuidar los acentos en pasado. Uno es que no abuses de los puntos suspensivos ... ya que haces que la fluidez te tu escrito se pierda, pues al ponerlos haces que el lector haga una pausa considerable al lee cuando no es necesaria y usándolos tanto, al final es bastante cansino. Sería bueno que te animaras a usar otro tipo de puntuación como el punto y coma ; y más puntos seguido ya que no los usas demasiado o casi nada. Algo más, en cuenta que hay dos signos de interrogación y exclamación en el español, por lo que sería bueno que usaras ambos. Ejemplo de signos y guiones: Ah, también cuida los dedazos como este: Es "que" no q. Y eso sería lo que yo tengo que aportar en cuanto a lo técnico, pero no te preocupes que como bien has dicho tú, con el tiempo y la práctica se mejora, así que tranquila. En cuanto a la historia, pues me gusta cómo describes el escenario, el vivir de la protagonista, cómo ve algunas cosas y el hecho de que al menos sabemos algo de ella como que trabaja en una biblioteca y que artista. Lo del hombre con el que chocó y que le parece tan familiar me ha dejado pensado. ¿Por qué es que cree conocerlo? ¿Es el mismo que la figura que vio en el reflejo del vidrio? ¿Y por qué esa imagen que tuvo de la chica con el vestido? Seguro que hay alguna relación con esa chica, el hombre y ahora ella; la cuestión aquí es qué clase de relación. Las suposiciones de Víngilot son interesantes aunque me asustan, si soy sincera, especialmente porque no soy muy amante de la fantasía en general, pero habrá que ver. Insisto que lo que atrapa aquí es el misterio este que la rodea a ella y por qué esos lapsos de inconsciencia que se manda y que la orillan hasta casi cumplir su sueño. Y nada más, me despido por el momento esperando que estés bien hoy y siempre. Te cuidas :3 Hasta otra.
Capítulo 2: Coincidencias. Una respiración junto a mí, unos pasos pisando los míos, un llanto a lo lejos, viento de murmullos, el caudal de un río bajo mis pies, frío y hostil en sus gélidas hondas... me adelanto un paso y caigo. —¡Noooooooo!— El desgarrador grito se escuchaba mientras me precipité, y salté en mi cama. Tomé mi cabeza entre mis manos, me dolía mucho, que había soñado?... no lo recordaba. Solo tenía la sensación de vértigo, que constataba con el acelerado latir de mi corazón. Me levanté de la cama desperezándome de las sabanas, fui al botiquín del baño y tome un analgésico para el dolor de la cabeza. Me envolví en un albornoz de satén que tenía colgado en el respaldo de la silla de mi cuarto y con el vaso de agua aun en mi mano me acerqué al balcón Miraba como el sol se desperezaba de su lecho de media noche lentamente mientras la luz inundaba mi habitación. Me quedé unos minutos pensativa tratando de recordar aquel sueño. Pero nada venía a mi mente... Luego de un rato no tuve más remedio que abandonar la idea, me dirigí a la mesita de luz para comprobar la hora en el reloj, al mirar el reloj descubrí que justo a su lado descansaba el extraño mensaje de la noche pasada. Lo tomé en mis manos y lo examine nuevamente. La caligrafía que se destacaba en la cita del poema era estilizada y levemente inclinada, algo poco común en estos tiempos. Aun así el dibujo era sin duda con unos detalles muy definidos, repleto de sombras y luces coloridas que recreaban a la perfección aquel atardecer. En cuanto a la hoja, me resultaba tan familiar, era tan similar a las de mi block que... no, no podía ser, yo no había hecho ese dibujo, sin embargo… ahí estaba. Busqué mi morral por la habitación, al encontrarlo saqué de allí mi block de dibujos, los comparé con la hoja del mensaje, ¿esto era imposible?... eran ¡idénticas! pero quién iba a saber la clase de hoja exacta que yo utilizaba… "¡Para!" pensé para mí misma "te estás volviendo paranoica, ¡cálmate!", pero al haber pensado en eso, fije mi mirada en un detalle que había pasado por alto... en mi block de dibujos, faltaban dos hojas que habían sido arrancadas. Comparé la hoja del mensaje con la rasgadura, ¡no había duda! era una de las hojas que faltaba, pero... ¿Quién había sido tan desubicado para hacer esto? Instintivamente me enojé con aquel desconocido/a, pero entonces... porque me había dejado la hoja con el dibujo y aquella cita de poema? no tenía sentido. Volví a mirar el block, como si en él contuviera la respuesta, pero solo me devolvía la mirada vacía de una hoja en blanco. Faltaba otra hoja a parte del mensaje, eso ya era un abuso. Repasé el block hoja por hoja con el ceño fruncido, pasando ante mis ojos dibujo por dibujo, parecía que nada faltaba allí, pero tenía la terrible sensación de que había perdido algo. Frustrada tire el block de dibujos en mi cama y me fui al baño a darme una ducha ya que me había despertado tan temprano. Una hora más tarde salí a la calle con mi morral colgando y mi abrigo en la mano ya que no hacía tanto frío, deje correr la brisa fresca sobre mi rostro y mis antebrazos descubiertos, se sentía tan vigorizante. Ya espabilada, seguí mi camino hasta el Demel. Compré mi desayuno en la cafetería; unas cookies recién hechas y mi vaso de cartón con el capuchino con extra de chocolate como acostumbraba a tomar. Me dirigí al parque para disfrutar de mi desayuno, pero al llegar alguien estaba sentado en mi banca. No podía distinguir mucho de la persona excepto que tenía el cabello muy oscuro... Simplemente me aparte y me senté en el césped más cerca de la vista del río. Saqué mi block de dibujo y al abrirlo el mensaje del atardecer salió volando por una repentina ráfaga de viento. Giré sorprendida siguiendo el movimiento de la hoja, me levanté del césped en busca de ese misterioso mensaje, pero cuando alcé la vista el extraño de la banca me sonreía, evidentemente con el mensaje preso en su mano alzada sobre su cabeza, lo había atrapado en pleno vuelo. Me quedé perpleja en mi lugar y algo avergonzada, era el chico que me había llevado por delante al doblar en la esquina de Wallnerstrabe y Kohlmarklt. Su sonrisa seguía ahí mientras se levantaba de la banca y avanzaba a mí, mientras la mirada de sus ojos me estudiaba calculadoramente. — Creo que se te ha escapado esto — Dijo ocultando en su tono de voz la risa. — Gracias — contesté repentinamente ofendida, tendiendo la mano para que me lo devolviera. Pero él se quedó allí, frente a mi observando la hoja. — Uhm… — Murmuró — Interesante dibujo, ¿Lo has hecho tu? excelente cita de Ovidio has escogido — Dijo a modo de cumplido, pero con sorna en el tono de su voz. — No es mi dibujo — Dije algo cortante, arrebatándole el dibujo de sus manos. Guardé el dibujo dentro del block y me dispuse a juntar mis cosas para irme, me sentía perturbada en su presencia. El no se había movido de su lugar, y me observaba juntar mis cosas, cuando volví a erguirme dispuesta a despedirme, él me interrumpió. — Disculpe, por la molestia y mi falta de educación, mi nombre es Erich — dijo sonriendo y extendiéndome su mano. Se la estreche de forma cortés y me presente. — Mi nombre es Hazel, gracias por recuperar mi dibujo. — — No habías dicho que el dibujo no era de usted? — contestó socarronamente — Cierto, pero me lo han regalado —"intercambiado" pensé para mí misma. Me había percatado que la segunda hoja que me faltaba del block era el retrato de aquel hombre, no lo había percibido antes. ¿Dónde estaría ese retrato? — De todos modos, es un buen dibujo... quieres acompañarme? — Dijo así sin mas señalando la banca y sonriendo — No has terminado tu desayuno por culpa de la brisa ladrona — Concluyó sonriendo para sí mismo. Hazel dudó por unos minutos, pero le intrigaba tanto aquel hombre... quería conocerlo. — Claro, si no te molesta — dije tímidamente. — Al contrario, será un placer conocer a alguien que le gusta leer tanto y dibujar como tú lo haces — Comentó con tono cómplice. No se había olvidado de la tarde pasada donde impacté contra él, y mis libros habían caído al suelo. — No pude evitar ver tu block de dibujo — Admitió, interrumpiendo mis pensamientos a la vez que señalaba mi morral. — Oh, claro — dije sacando el block de mi morral a la vez que me sentaba en la banca. — ¿Sueles venir aquí a dibujar? — preguntó interesado — ¿puedo? — dijo mientras tendía su mano al block. Le tendí el block algo reticente, me ponía un poco incomoda que vieran mis dibujos, pero no podía negárselo después de haber sido tan cortés conmigo. — Vengo seguido aquí a dibujar, pero solo dibujo cuando siento que debo hacerlo, así como me ha pasado en algunos atardeceres en la cafetería Demel — dije al ver que contemplaba uno de mis dibujos desde la terraza del Demel. — Son muy buenos… — Alabó sonriéndome, dedicándome una de sus miradas sonrientes. — Gracias, pero creo que no eres el único que opina eso, ya que un ladrón se ha robado uno de mis dibujos en la tarde de ayer — "que por cierto era tu retrato" pensé para mis adentros, era la primera vez que sentía algo de gratitud por la persona que había hurgado en mis cosas. — jajajaja — el se rió de mi comentario — tan orgullosa eres? — me preguntó socarronamente. Lo mire con el ceño fruncido y contesté. — No me creo orgullosa de mi arte, simplemente digo la verdad — termine cortante el comentario, apartando la vista de él. — Oh... entiendo, solo bromeaba — se disculpó. — No importa — dije restando tensión del momento — ¿Qué era lo que habías dicho hace un rato, cuando viste este dibujo? — Pregunté tendiéndole el mensaje del atardecer, al recordar súbitamente el comentario que había dicho. — Que era un excelente dibujo — dijo sin importancia alguna, al mirar de reojo lo que le estaba enseñando. — No — le contradije — me refiero a la cita de esta esquina — — Ah... que era una cita de Ovidio muy bien empleada — Respondió sonriendo al comprender mi insistencia. — ¿El poeta Romano? — pregunté algo perpleja. — Veo que lo conoces — dijo con tono de cómplice y su sonrisa colgando. Nos quedamos en silencio un rato mientras yo terminaba mi capuchino y el finalizaba su exhaustivo examen de mis dibujos. Lo veía sonreír y sorprenderse de vez en cuando al observar las ilustraciones, como si se tratara de una historia escrita que le estuviera susurrando mis secretos a su oído. Finalmente me lo devolvió diciendo. — Tienes talento, y un muy buen punto de vista — me hizo el cumplido sonriéndome con su brillante mirada fija en mi. — Gracias — contesté — ¿Y tú qué haces para ganarte la vida?_ pregunté ya que no sabía nada de él aparte de su nombre. — Yo me dedico a disfrutar de la vida, viajo de país en país recolectando nuevas culturas — respondió sonriéndome — Pero también soy un buen bibliotecario — Finalizó humildemente. — Entonces ¿No eres de Viena? — — ¿Y de donde somos realmente sino pertenecemos a ningún sitio y a todos a la vez? — preguntó astutamente. — Cierto — contesté riendo — Entonces... ¿Qué te ha traído a Viena? — Cuestioné implacablemente. — El pasado me ha traído... — contestó dramáticamente y enseguida se rió de sí mismo al ver mi expresión confundida — Hay una buena recopilación de antiguas ediciones que debo trasladar a la biblioteca para la que trabajo — Explicó. Le sonreí, era agradable charlar con Erich, tenía una opinión resuelta para cualquier tema y conocía mucho de las culturas europeas, el tiempo pasaba rápido mientras conversábamos, hasta que reparé en la hora de mi reloj. Salté de la banca alarmada diciendo. — Me tengo que ir llego tarde a mi clase, fue un placer conocerte Erich — finalicé dubitativa de irme tan pronto, quería seguir conociéndolo. — A donde te quiere robar la brisa Hazel? — Dijo sonriendo al ver el revuelo que había hecho. — Tengo que ir al barrio antiguo tengo clase en la casa de cultura, y voy llegando tarde — afirmé volviendo a corroborar la hora en mi reloj de pulsera. — Pues tengo la solución — Señalando un casco de moto debajo de la banca del cual no me había dado cuenta. Lo mire dudosa, apenas lo conocía y yo no sabía manejar motos, pero necesitaba llegar a tiempo a esa clase. — Oh vamos — dijo él, viendo que dudaba — no te raptaré — me aseguró guiñándome un ojo a la vez que sonreía abiertamente. Asentí con la cabeza y él encabezó la marcha hasta donde había dejado la moto. Se subió a la clásica Harley Davdison, me tendió el casco para que me lo colocara y luego inclinó la moto facilitándome a mí para subir a ella, sonrió al verme hace equilibro para acomodarme torpemente en el asiento de acompañante. Aunque finalmente estábamos listos para emprender la marcha. — ¡Sujétate bien! — grito al arrancar la moto sin previo aviso. Sorprendida me sujeté con fuerza a su cintura, él se rió sonoramente a través del rugido de la moto, su largo abrigo de cuero golpeaba mis piernas mientras avanzábamos por la ciudad, apoyé mi rostro a su espalda y afirmé mi agarre a su cintura, él se tensó por unos minutos por el repentino contacto, pero paulatinamente fue acostumbrándose a mi agarre. Paramos en unos semáforos de tráfico, él miró sobre su hombro sonriendo tentadoramente — ¿Te encuentras cómoda? — preguntó con tono de broma. Yo le enseñe mi lengua, una actitud propia de una niña de cinco años, pero el me provocaba. Se carcajeo de mi gesto abiertamente, pero a mi no me importaba, solo me importaba llegar en una pieza a la clase. Arrancó nuevamente la moto a toda prisa por la ciudad, nos movíamos como el caudal un río a través de las rocas. Al fin llegamos a la casa de cultura, me fije en la hora y habíamos llegado cinco minutos antes de mi clase, lo cual representaba un alivio. Erich estaciono la moto en la puerta, me baje de ella con cuidado mientras me sacaba el casco se lo tendí y él lo colgó del manubrio. — ¿Te volveré a ver Hazel? — me preguntó algo ensimismado. — Si el destino lo quiere... sí — contesté con sorna. — No me fío del destino — contestó él con una media sonrisa — ¿Tienes una pluma?— Asentí y busque una pluma roja que siempre tenía prendida en el bolsillo del morral, se la dí y él me tomo la mano... me estremecí al tacto mientras el garabateaba en mi mano. — Llámame — dijo al terminar de escribir su número en mi mano — Hasta pronto Hazel... — se despidió besando el dorso de mi mano y encendiendo la moto para marcharse y perderse entre las calles de Viena como las hojas de otoño arrastradas por la corriente del Danubio. ****************************************************************************
Hola Giux, encantado de leerte de nuevo. Esta historia es muy misteriosa, debo decirlo, aún no sé cómo definirla, yo sigo pensando que es una especie de regresión, o fantasmas, algo así, ese hecho de que a Hazel le falten dos hojas de su block que curiosamente estén contenidas por un dibujo que ella no recuerda haber hecho pero que tiene su impronta es realmente perturbador. No es paranoica, a cualquiera en su lugar le pasaría, me gusta ese punto y es uno de los atractivos del fic, además de uno de tus aciertos. Los otros aciertos es la manera como describes los lugares, me trasladas con ello y me agrada el resultado, sé que Europa es bonita, así que tanto las imágenes que tengo en mente como tus atmósferas creadas me otorgan un bello cuadro, de ensueño, a pesar de que las noches las concibo de otra manera, enigmáticas, angustiosas, no sé, algo así, parecieran contrastar día y noche. Y he aquí que aparece un misterioso sujeto, no quiero creer que será el galán, como que lo percibo como el causante de lo que sucede con Hazel, es antinatural que esté en el momento y lugar oportunos, pareciera conocer a la chica mejor que ella misma, no me agrada, hasta no ver otros motivos lo declaro el causante de los “males” de Hazel. En cuanto a la reacción de Hazel hacia él pues es muy peculiar, inicia algo desconfiada ¿y quién no? y precavida pero paulatinamente accede y se deja “conquistar” por Erich quien tiene los elementos que cautivan a una mujer promedio: guapo, sonrisa que derrite, cortés, refinado, moto… vaya, todo un galán de telenovela, pero cuidado Hazel, no confíes tanto en él, hay una sombra en torno suyo. Finalmente comento que tanto las primeras líneas así como las últimas son maravillosas, las primeras consiguen atraparme y desear saber más, las últimas me hacen quedar con un buen sabor de boca aunque algo nostálgico, pero bien, me agrada esa sensación. Bueno Giux, estoy al pendiente del próximo capítulo, avísame cuando lo tengas que estaré encantado de leer y comentar. Hasta entonces, que estés muy bien.
Bueno @Víngilot me alegra mucho que mi cuento te halla atraído y gustado tanto, realmente es un logro para mi sentirme apoyada por los que leen mi historia :) Me gusta mucho como mi historia te envuelve y te hace sacar conclusiones, pero como buena escritora no develaré ningún misterio antes de tiempo xD En fin espero que mi historia pueda cautivarte hasta el final y gracias por todo el apoyo :D
Capítulo3: Amanecer. Mi mente se desconectó en las siguientes horas, la clase de arte pasó rápidamente mientras mi mente divagaba sin rumbo en las nubes, apenas había tocado el lienzo cuando la clase había terminado. Me dirigí lentamente a la biblioteca sin prestar atención, me dejé caer en una de las butacas en las mesas de lectura de la biblioteca, permití que mi mente vagara un poco más, no podía olvidar aquella mañana y no dejaba de repasar con todo detalle; su sonrisa, sus palabras, su gestos, sus modales, todo en el me invitaba a querer recordar cada segundo que había pasado en esa mañana. En medio de un suspiro saque un libro al azar de mi morral. Tenía tres ejemplares que había retirado el día de ayer de la biblioteca que comenzaría a leer, mis dedos se cerraron entorno al lomo de uno de los libros, lo abrí por la primer página y leí el título. "Odas y poemas de la antigua roma" Extrañada me dirigí directamente al índice y leí atentamente... ¡Ahí estaba! Ovidio, el poeta responsable de mi misterioso mensaje. Abrí el libro en la página de su capítulo y repase los poemas buscando el poema citado en el dibujo. Al repasar cada poema del libro por fin lo encontré, lo leí rápidamente, pero su contenido no revelaba nada más excepto el típico deseo lujurioso que sentían los poetas hacia las mujeres jóvenes y bellas que eran objeto de sus obras. Frustrada cerré el libro, quizás podía llamar a Erich para que me ayudara a entender el mensaje, mire mi mano; el número seguía ahí, algo borroso, pero permanecía allí. No, no podría llamarlo, dejaría pasar un día al menos, de lo contrario ¿Qué pensaría? Derrotada salí de la biblioteca sin poder concentrarme mucho más en mi lectura. Me dirigí tranquilamente al Demel por el camino largo de la avenida Ringstrasse me detuve en varias tiendas viendo libros, cuadros, antiguos posters de las películas de la década de los 50, había mucho que ver y siempre se podría contar con mi cita al atardecer. Me pare frente a una vitrina donde exhibían antigüedades, allí estaba un hermoso baúl de sándalo, tallado con delicadeza y a su lado, estaba el mismo mueble con motivos florales que me había detenido a ver la tarde pasada... Recordé la extraña sensación al ver el reflejo de aquella persona mirándome en la calle de enfrente, pero allí no había nadie... Volví la mirada hacia el baúl; era realmente una reliquia, entre a la tienda cuando una campanilla sonó por encima de mi cabeza anunciando mi presencia, al fondo se encontraba el vendedor ya entrado en sus años sentado detrás de un mostrador de madera noble, al escuchar mi entrada levanto su vista blanquecina del volumen que leía, al verme sus ojos se abrieron sorprendidos, pero su sonrisa se mostraba amable sin las señales de reconocimiento que sus ojos mostraban. Seguramente me había visto pasar por delante de la tienda varias tardes y se sorprendía de que entrase a ella. — ¿Qué se le ofrece joven? — preguntó cortesmente. — Quería saber cuál es el precio del baúl que tiene en exhibición en su vitrina? — solicité directamente así evitaría entretenerme mucho allí. — Pues usted tiene un muy buen gusto — contestó el vendedor caminando hacia la vitrina — es una excelente reliquia de la familia Rosenstock — siguió diciendo mientras tomaba el baúl entre sus manos, dudaba que pudiera con él solo, pero aun así insistió en llevarlo él solo hasta el mostrador. — Disculpe ¿A qué familia me ha dicho que pertenecía?_ volví a preguntar. El anciano sonrió ampliamente y dijo — A la familia Rosenstock. No podía ser coincidencia... o ¿si? era el mismo apellido que llevaban mis antepasados hace siete generaciones... — Aunque este hermoso baúl perteneció a una joven tan bella como usted imagino — dijo el vendedor interrumpiendo mis anonadados pensamientos — Aunque creo saber que tuvo un trágico final… — concluyó diciendo con aire pensativo. — Disculpe, pero estoy interesada en comprar el baúl ¿Podría decirme su precio? — volví a reiterar la pregunta creyendo que no me había escuchado a la primera vez. — Eso estaba intentando de explicarle señorita — aclaró con un dejo de impaciencia en su voz — este baúl no tiene precio, la familia Rosenstock nunca encontró la llave que lo abre, por eso... creo que no hay propietaria más adecuada para esta hermosa pieza que usted, ya que su antigua dueña debería de tener su edad cuando murió trágicamente y seguramente era tan bella como usted, entonces… — dijo haciendo una pausa — ¿Le gustaría quedarse con él? sólo prométame una cosa, no fuerce su cerradura, pero si consigue su auténtica llave, dígame qué es lo que contiene en su interior, es un misterio que ha sobrellevado nuestra familia por años.... Sorprendida me quedé viendo la expectante expresión del anciano, era demasiado bueno para creerlo, pero... ¿Por qué no aceptar la oferta? Acepté el regalo del vendedor, quede en pasar a buscar el baúl la tarde siguiente, ya que debía conseguir en que transportarlo. Salí de la tienda aún anonadada por el regalo del vendedor, anduve sin prestar atención hacia la cafetería doble a la esquina de Kohlmarklt, con la vista clavada en el asfalto de la vereda. Mi mano ya estaba en el picaporte de las puertas de cristal del Demel, cuando una voz me volvió a la realidad. — Creí haberte dicho que me llamaras. Sorprendida levante la mirada, allí estaba Erich recostado en la pared de rojos ladrillos, sus manos en los bolsillos del abrigo, presumiendo una sonrisa de burla en sus labios, fingiendo estar ofendido por mi "falta de interés". — ¿Es que no dices nada? debería dejarte que me atropelles ¿otra vez? así podría tener tu atención en mi — dijo riendo alegremente. Sonreí ante sus bromas, feliz de saber que no era la única que quería que nos volviéramos a encontrar. — Bueno, ¿Debería denunciarte por persecución? — contesté bromeando con él — ¿Cómo me has encontrado?— cuestioné con curiosidad. — Pues dijiste que en la tarde venías a la cafetería a dibujar y la primera vez que me tope contigo, literalmente me topé de frente contigo — dijo con tono de complicidad — estábamos cerca de esta cafetería, solo fue... un corazonada— finalizó guiñandome un ojo. — Bueno... ¿entramos?— pregunté dudosa. — Creí que nunca me lo pedirías— dijo riendo — pensé que te gustaba tomar el fresco en la calle — siguió bromeando. Se adelantó para abrir la puerta de cristal para mí, me dejó pasar con una media sonrisa colgada de sus labios. Entré dudosa a la cafetería; halagada con tanta atención, nos dirigimos al mostrador para pedir nuestra orden, como siempre pediría mi capuchino lleno de chocolate y algunas galletas. Al obtener nuestros pedidos nos trasladamos a la terraza seguida de cerca por Erich; sentía su presencia tan familiar al punto de invadirme una sensación de seguridad junto a él... ojalá esa sensación nunca se acabara. Llegamos a la terraza y nos ubicamos en una de las mesas más cercanas a la barandilla del balcón, nos sentamos uno frente al otro algo incómodos, pero pronto la conversación surgió, conversamos agradablemente por un rato mientras tomábamos nuestras bebidas y bromeamos sobre la coincidencia de volvernos a encontrar mientras disfrutábamos de la comida, en el horizonte el sol recién había comenzado a ponerse. Me quedé en silencio y me giré contra el respaldo del asiento para ver el magnífico espectáculo del sol, sentí el tibio calor sobre mi piel, el dorado resplandor invadiendo los colores de mi visión, sentía el asombro resplandecer en mi rostro, aquel asombro que me acogía cada tarde en cada puesta de sol con sus dorados y anaranjados brillos, pacífico y feroz, me arrebataba un suspiro de los labios. De pronto fui consciente de Erich, sentía su mirada sobre mí, lo observé sonriente justo a tiempo para ver su expresión de desconcierto y asombro, sus ojos me recorrían como si memorisara mis rasgos a su paso, a la par de su sonrisa cómplice. Otro suspiro se escapó de mis labios, Erich era otra criatura bajo ese resplandor... sus ojos antes fríos y gentiles brillaban con una fuerza sobrecogedora, como si brillaran bajo un calor de briosas llamas de fuego, su sonrisa dorada me cegaba y su piel de marfil tomaba el color del sol, era el ser más conmovedor que antes había contemplado. El sol ya comenzaba a tocar su punto en el crepúsculo, los dorados rayos se tornaron naranjas y rojos, Erich no había apartado la vista de mi rostro, su mano se alzó hacia mí, acarició mi mejilla con las yemas de sus dedos; "aaahhh... se sentía tan dulce tan delicado" pensé para mí. Cerré mis ojos por un momento mientras sostenía su mano contra mi mejilla rozando la piel de su mano con mis dedos, sentí como se inclinaba levemente, abrí los ojos algo sorprendida, él tenía una mirada decidida, pero dudaba a la vez... Su rostro estaba a centímetros del mío, mi respiración se había acelerado con la proximidad, el me dedicó una última mirada antes de posar esos tersos labios sobre los míos. Cerré mis ojos y me entregue a las sensaciones de aquel beso, tan tierno y cuidadoso, dulce y lleno de respeto. Mis manos rodearon su cuello acercándome más a él, él deslizó su mano por mi espalda, para aproximarse más a mi, nuestros labios juntos y sincronizados se movían lentamente explorando uno al otro. Finalizamos aquel beso con algo de reticencia, recupere de apoco mi aliento mientras nuestras frentes seguían juntas, tenía sus ojos fijos en mí, con un brillo peculiar como si sonrieran, sus labios me sonreían abiertamente con ese tono de complicidad que me volvía loca. Su mano aun en mi mejilla me acariciaba levemente, causándome ligeros escalofríos, su mirada atrapó la mía en aquel momento mientras su voz me susurraba. — Me has robado el aliento Hazel... Reí nerviosamente ante aquella afirmación, mi rostro encendido con el repentino rubor me evidenciaba ante aquella atenta mirada. No había duda, aquel chico había conmovido mi corazón. Nos quedamos allí abrazados sin decir una palabra hasta que la noche se nos vino encima, yo no tenía frío bajo sus brazos y su chaqueta de cuero que nos abrigaba a ambos. Pero ya era hora de volver a casa había sido un día muy largo. Lo miré y antes de decir algo él respondió a mi mirada. — Lo se... tienes que irte a casa...— un tono de pesadumbre se asomaba a su voz — ¿No te puedo pedir que cenes conmigo? — preguntó casi con esperanzas. — Uhm...— sospese la propuesta mientras asimilaba el asombro de que me estuviera invitando a cenar — mejor mañana, así tendré una excusa para llamarte — contesté sonriendo — Está bien...— dijo algo decepcionado — Al menos ¿Me dejarás llevarte a casa?— preguntó divertido. — Trato hecho, pero prométeme algo — dije fingiendo una expresión de seriedad — No me raptes y no desaparezcas el día de mañana — confesé ruborizándome. Me sorprendía que insistiera tanto en permanecer junto a mi... — Yo escuche un trato hecho — contestó mofándose de mí. La sorpresa se hizo evidente en mi rostro, a la vez que comprendía que solo bromeaba conmigo, lo miré con fingida expresión de estar ofendida y él se apresuró a decir. — De acuerdo, lo prometo. Juntamos nuestras cosas al salir de la cafetería, nos dirigimos donde permanecía aparcada su motocicleta, él volvió a inclinar la moto para que pudiera subirme fácilmente y me pasó el casco, miró hacia atrás y dijo — Sujétate bien preciosa, no sea que la brisa te robe lejos de mi. Me lo quedé mirando con incredulidad mientras él me robaba un furtivo beso de los labios antes de que yo pudiera reaccionar, arrancó la motocicleta. Aferrada a su cintura avanzamos por la ciudad, se detuvo luego de pasar un par de semáforos giro su rostro hacia mí y preguntó sobre su hombro. — ¿Hacia dónde vamos? Había caído en la cuenta de que no le había dicho la dirección de mi casa, pero aun así íbamos por buen camino, nos encontrábamos a unas 10 calles de mi casa, lo cual era extraño... como si supiera ya qué camino tomar para llegar a mi casa. — A la calle Ménesi ut. 2343 — a pesar de eso recite de memoria la dirección de mi casa. En unos diez minutos llegamos al portón del edificio donde vivía. Erich estaciono la moto nos quedamos en silencio unos minutos mientras bajábamos. Me quité su casco y se lo tendí, él atrapó mi mano con la suya y me acerco con cuidado a él. Apartó un mechón de mi cabello y lo apartó de mi cara; colocándolo detrás de mi oreja, a la vez que acariciaba levemente mi piel, consiguiendo que me estremeciera a su tacto. — Tienes frio… — dijo Erich sin pensárselo— pero tengo tanto miedo de perderte si te dejo ir... Confundida con sus palabras lo observe atentamente, una intensa sensación se apoderó de mí, una sensación de apego, no quería apartarme jamás de él, quería vivir cada segundo cerca de él, sentía un nudo en la garganta solo de pensar en cuánto tiempo pasaría sin él. La noche entera hasta el día siguiente sin saber una hora exacta en la que lo volvería ver. Mientras trataba de interpretar todas estas sensaciones, Erich inclinó su rostro al mío hasta posar sus labios sobre mi, yo lo recibí confusa y dichosa de aquel tacto. Recibí sus labios en los míos, el tacto suave y terso, nuestro beso profundizándose cada vez más, explorando, invadiendo el ser del otro, yo me aferraba a su cabello y sus manos se aferraban a mi cintura. Al fin me aparté jadeante, sus brazos aún me sostenían y su mirada fija en mi relucía igual que en aquella tarde, aquel fervor abrasador que me inundaba cada vez que me besaba... — Descansa Hazel....— susurro acariciando una vez más la piel de mi mejilla — y sueña conmigo— agregó guiñando un ojo con complicidad. Me acerque y sin decir nada, robe un beso de la comisura de sus labios y me aparté de él dirigiéndome al portón, el tomo mi mano en mitad de camino y tiró de ella dejándola pegada a su cuerpo, confusa y sorprendida no me dio tiempo a reaccionar cuando volvía a besar mis labios, un beso corto, una promesa, una esperanza... — Para el camino— dijo riendo a medias. Se dirigió a su moto y sin más se marchó en ella dejándome anonadada frente al portón de mi edificio. ****************************************************************************
Ya me puse al día, creo que esto se tornó bastante intenso en cuanto al romance, no lo sé, creo que fue un poco apresurado que de la nada, pasaran de simples desconocidos a dos amantes apasionados, bueno, este tipo de romance no es mi favorito, ya me conoces bien, Moe-cute, aún así, creo que está bien narrado y transmites un mensaje claro a los lectores. Tus palabras no se andan con rodeos y eso es bueno, desde un principio nos pones bien detalllados a los dos protagonistas n.n La chica se me hace bastante inteligente y apasionada, ese cofre seguro trae un misterio de su familia, muero por saber que hay dentro, igual el chico si bien se comportó bien con ella, pero siento que esconde algo detrás de esas palabras tan bonitas para el oído. No tengo mucho más que decir, vas por el buen camino, pequeña moe.