Lo peor de investigar aquellas superficies es que había seis superficies, una por cada casa, sin contar la que ya tenía la estructura montada. ¿Cuál habría que examinar? ¿La más cercana a la entrada de la obra; la más alejada; la adyacente a la casa con la estructura ya montada; la más cercana a los árboles; una de las centrales; o la otra central?
Mimi Honda ¡Eso no sonaba bien precisamente! Miré a Emily, ceñuda. Yo no podía hacer algo como eso, definitivamente no podía. Rebajarme a seguirle el juego a un asqueroso depravado... Volví a mirarle de reojo. Repugnante. Que cosa tan... despreciable. ¿Qué pasaba con mi honor como Honda? ¡Podía hacer muchas cosas pero esa no era una de ellas! —¡Hablar es muy fácil, Emily!—le espeté, olvidando por un instante que debía mantener un tono de voz bajo—. ¡N-no puedo hacerlo! ¡Definitivamente no puedo hacerlo! ¡Mi orgullo no me permitiría algo así!
Hubert En el escritorio había muchas cosas para analizar. Pero sentí que ya había estado demasiado tiempo en los aposentos privados de la víctima, de modo que lo que tomé a continuación, fue lo último que tomé antes de retirarme: se trataba del recibo.
Suspiré. — Yo no puedo hacer nada, si me hubiera confundido a mí sería más fácil... — dije encogiéndome de hombros — Mejor vamos a hablar con la señora Morgan — añadí finalmente, empezando a alejarme del lugar — Sentimos las molestias~ Así pues me dirigí rápidamente hacia la casa de la señora, entrando gracias a que le dije a la seguridad que estaba ayudando en el caso. >> ¿Disculpe? ¿Lady Morgan? ¿Puedo hablar con usted? — pregunté, buscando a la mujer con la mirada.
Era un recibo de... ¿un aparcamiento? Sí, el recibo de un aparcamiento. Era de hacía casi una semana... al parecer, la señora Morgan estuvo en el parking del barrio más o menos hacúa mismo tiempo que comenzaron las amenazas... Hubert obtiene el Recibo del parking
— Hola~ Me gustaría preguntar por lo que ocurrió hace tiempo con el señor que vive en la esquina, el que tiene un Liepard. Me han dicho que hubo problemas y usted junto a Henry lo arreglaron.
Noté que la cosa no estaba fácil, era DEMASIADAS superficies como para atinarle a la primero. Tendría que hacer el viejo método de prueba y error. Elegí la adyacente a la estructura montada.
Aquel lugar... bueno, era una plataforma de cemento, ¿no? El cemento estaba seco, y no es como si hubiese algo especial que mirar ahí...
—Oh... el señor. De hecho, no sabemos ni su nombre, ni quién es, ni nada. El pobre padece de alzheimer... y hubo una época en la que tiraba la basura a la calle, azuzaba a su Liepard para que atacas a la gente, perseguía a las mujeres y les gritaba obscenidades... yo y Henry le pusimos solución al asunto. Llamamos a un hospital, y vinieron para llevárselo a un centro donde recibió tratamiento. Pero hace unos meses... volvió. Aunque ya nunca sale de casa. Nadie sabe por qué ha vuelto o qué pasó en el centro, pero... la cuestión es que ya no molesta más.
— Oh, vaya, ahora todo tiene mucho sentido. ¡Muchas gracias por esa respuesta! Humm... ¿ha venido algun compañero mio aquí ya?
— Oh, está bien, voy a verlo~ Gracias, espero que arreglemos esto pronto — y con aquello me despedí para subir las escaleras. Cuándo llegué a la habitación me sorprendí de lo rosa que era todo... pero me podría acostumbrar... esperaba. >> ¡Hubert! ¡Hola! — saludé llegando a su lado. Espeon se bajó de mis brazos para acercarse a Serperior y saludarlo. Mis ojos se fijaron en un bote de color rojo que había en el escritorio, sin evitarlo lo cogí para investigarlo mejor.
El bote de color rojo era... era... ¿¡un bote de pintura roja!? Además, había sido usado, pues estaba algo gastado... Emily encontró el Bote de pintura roja
Habían hecho un pintada también ¿cierto? Aquello era interesante. Pasé mi pelo por detrás de la oreja mientras me acercaba a observar una foto.
Era una foto de todo el vecindario... guau. Estaban en ella Henry, Morgan, el anciano de la esquina (con cara de pocos amigos), Rhyme (que no parecía estar divirtiéndose), una pareja abrazándose fuertemente, un hombre joven y pelirrojo, una chica igualmente joven con gafas y vestimenta formal, y una anciana entrañable que se apoyaba en un bastón. Junto a ellos, había muchos pokémon: un Chatot al hombro de Henry, un Purrloin a los pies del anciano, un Furfou junto a Morgan, un Volbeat y un Illumise revoloteando las cabezas de la pareja, y un Porygon flotando junto a la chica con gafas. Además de eso, estaba el chico pelirrojo, que entre sus brazos tenía un Togepi. ¿Cuánto tiempo hará de esta foto? Emily ha encontrado la Foto de los Vecinos
— Woooow — exclamé al ver todas las personas que habían en las fotos, quizás estaría bien preguntarle por aquellas personas a la señora Morgan. Vi numerosos papeles desordenados también [el primer montón], por lo que los miré con curiosidad.
Cogí el brazo de Hubert para llamar su atención. — Será mejor que bajemos... — le dije y así ambos, seguidos de nuestros pokémon volvimos a estar junto a la señora Morgan. >> Disculpe, ¿nos puede hablar de la pintada que dice que hubo en su casa?
—P-pues —Morgan entre cruzaba los dedos—, ponía "vas a morir" en letras rojas y chorreantes... casi parecía sangre. Me alarma mucho y me alejé del barrio tanto como pude. Estuve tentada de ir a avisar a la policía, e iba a hacerlo, pero... cuando regresé para hacerle fotos a la pintada, ya no estaba. Había desaparecido. Se tocó el cabello con nerviosismo.