Ciudad Acuarela

—Bueno, fíjate... resulta que este barrio solo tiene siete casas. Antiguamente, lo componían catorce, hace ya años, pero hubo un desastre, un incendio masivo... y la mitad de las casas acabaron destruidas. Ahora, tras tantos años, se han iniciado unas obras de reconstrucción para ampliar nuevamente el Barrio. Hay multitud de Conkeldurr, Gurdurr y Timburr trabajando en la obra. ¿Entramos?

 

—Entremos, puede que alguien haya visto algo anoche.

Le di una pasada al lugar con la mirada, ¿qué rayos haría una señora en la noche en esta parte de la ciudad? En seguida, empecé a buscar a alguien que pudiese responderme a algo, quizás algún jefe de construcción, obrero recurrente, etc.

 

Asentí ante la indicación de Farrow y antes de que pudiese ir a ver a alguno de los implicados, vi a Ukita acompañado del que parecía ser el ayudante del detective. Fósforo y yo nos despedimos de Farrow y corrimos tras la pareja. Una vez los alcanzamos nos encontramos en una zona del barrio que parecía estar siendo ampliada, pues habían varios edificios en plena construcción. Ambos entraron a una de las obras y yo les seguí.

—¿Ukita? ¡Hola!—saludé al entrenador y luego volteé al tipo que le acompañaba—. Tu debes ser Erwin, ¿no? Soy Chad y éste es Fósforo—señalé al Blaziken.

—¿Qué hacen aquí?

 

En esos momentos, en la obra no había nadie, solo pokémon trabajando en ella.
Llamaba la atención un enorme aparato que parecía servir para mover grandes objetos, una especie de grúa... además, el suelo estaba lleno de grandísimas superficies llenas de cemento, que se suponía que serían los cimientos, claro...
Una de las casas ya tenía la estructura básica montada, y podía subirse por las escaleras hacia la planta de arriba, que aún estaba al aire, pues solo los suelos y las escaleras estaban construidos. A los márgenes de la obra, había algunos árboles, y demás vegetación, no muy espesa y abundante, pero existente, después de todo.
Había, además, una única cámara de seguridad vigilando el lugar, desde un ángulo amplio, teniendo la misma movilidad automática para abarcar mayor visión.
Por último, sobre cada uno de los cimientos de cemento, había una gran máquina que parecía diseñada para verter ese mismo cemento al lugar. ¿Los pokémon controlaban todas estas máquinas ellos solos? Guao.

Contenido oculto

Toca la investigación; puedes investigar hasta tres de los elementos que tengan señalado en negrita el contenido del texto. A veces, al seleccionar un elemento, éste tendrá varias opciones de investigación; muchas veces solo una de esas opciones dará resultados, y puede ser complicado averiguar cuál de ellas es... por eso, es mejor que, si no sabes dónde investigar, te retractes y elijas otra cosa para examinar; hasta que no se produzca la investigación definitiva, no perderás esa oportunidad, así que, ¿quién sabe? Igual más tarde obtienes nueva información qeu te permite investigar con mayor facilidad. Aprovecha bien tus usos

 

Abrió la puerta un seor rechoncho, vestido con una bata de andar por casa y en pantuflas. Su aspecto era horrible: unos dientes negros y deformes, unos pelos blanquecinos y escasos mal peinados, unos ojos pequeños pero sagaces que no dudaban en fijar la atención donde no debían... inspiraba desagrado. Junto a él, un Liepard apareció, agazapándose a la pierna del señor.

—¿Qué queréis? ¡No quiero comprar nada!

 

—¡Chad, a los años que nos volvemos a ver!—saludé—Ahora andamos en un caso muy importante, es algo de vida o muerte.—Parecía que se iba a unir, pues se presentó a Erwin.

El lugar amplio y había polvo por todos lados. Alguien tenía que saber algo, no era muy buena idea preguntarle a los pokémon, se veían muy ocupados y rudos. Di una mirada de 360 grados nuevamente, hasta que me encontré con una pequeña cámara se seguridad, ¡esta podría servir de testigo, si es que la señora Morgan estuvo aquí anoche!
Me acerqué a verla, pues tendría que tener alguna conexión hacia computador o pantalla de vigilancia.

@GalladeLucario

 

Mimi Honda

Y había salido de un problema para meterme en otro peor.

—Ugh...— fue lo único que escapó de mis labios cuando abrieron la puerta y ese ser con aspecto de caminonero/pordiosero/de barrio apareció detrás. Vestido con una bata gastada de andar por casa, con unos dientes negros y la cabeza prácticamente calva, el tipo me dejó con una mueca de asco por un interminable segundo. ¿Cómo podían aceptar a semejante calaña en un barrio tan elitista?

—¿Qué queréis? ¡No quiero comprar nada!— soltó, como verdulero de mercadillo.

Mi expresión se contrajo aún más.

>> Debería contratar un estilista— le dije con ojo crítico, olvidándome un segundo de la investigación—. Y... comprar un cepillo de dientes no le vendría nada mal. ¿Sabe lo que es, verdad?

Por suerte Emily si estaba centrada en las cosas que debía estar.

 

La cámara de seguridad iba girando de un lado a otro, a cada ciertos segundos, de forma automática. Estaba en lo alto de gran poste, y, en la base de éste, un cuadro de control parecía mostrar códigos relativos a las fechas en que la cámara habia grabado imágenes:

128 era el código del día actual
127 era el código del día anterior
125 era el código de hace dos días
124 era el código de hace tres días

El aparatito seguía mostrando así, sucesivamente, tales registros. Parecía que no podía verse desde ahí los videos grabados, pero sin duda estarían en alguna parte.

Acarició a Liepard. Éste miraba con ojos furiosos a las chicas.

—¡Bah! No conozco a ninguna Morgan. ¿Y tú, Purrloin mío? ¿Qué me dices, cariño?

 

—No se preocupe, Lady Morgan, encontraremos pronto la respuesta a ese misterio... Quisiera que me muestre su habitación. Tal vez encontremos pistas interesantes allí.

 

—¿Rhyme? ¿Has oído eso, Persian? —le dijo a Liepard—. Rhyme viene a preguntarnos por ella misma. ¡¿Qué quieres ahora, chiquilla?! ¿Qué quiere tu madre?

Contenido oculto

Olvidé que Ukita ha encontrado los Códigos de Grabación

 

Al parecer las investigaciones de Ukita lo había llevado a aquella obra en construcción. Erwin me puso al tanto de lo que habían averiguado por su cuenta así que me puse en marcha para investigar por mi lado. Ukita fue a ver las cámaras de seguridad del lugar y yo permanecí con Erwin, mirando el lugar con una mano en el mentón y gesto pensativo.

Rodeando parte de la obra, había una zona de vegetación que me llamó la atención.

—Veamos qué tenemos aquí...—murmuré agachándome a ver de cerca.

@GalladeLucario

 

Un mensaje había llegado a mi holomisor, al parecer otro caso de investigación se iniciaba y a mi realmente me entraba la duda por saber como era, a lo lejos note como Chad se acercaba a un hombre bastante sospechoso y luego de alejaba en otra dirección.

—Bien al parecer tu eres la gallina de huevos de oro...— dije mas para mi que para el exterior, así que poco a poco me acerque a la persona.

—Disculpa, tu sabes algo sobre el caso de investigación? Lamento ser inoportuno pero me da esa sensación...— exclame para revisarlo de arriba a abajo de una forma bastante disimulada esperando su respuesta.

@GalladeLucario

 

—Claro... adelante, suba.

La habitación de Lady Morgan era una explosión de color rosa y de adornos cursis. Corazones de peluche, peluches de pokemon tales como Pichu, Azurill, todo lo que una niña tendría en su cuarto, lo tenía la señora Morgan en el suyo.
Sobre una mesita, dotada de un cajón, había un pequeño baúl de madera con cerradura, pequeño y sencillo. En una esquina, tenía un escritorio lleno de cosas y papeles. Luego, una gran ventana decoraba una de las paredes. La cama daba la espalda a dicha ventana, y frente a la misma, un armario propio de una princesita se alzaba., cursi hasta la médula.

 

Contenido oculto

Debo entender que te diriges a Henry, ¿no? Perdona pero tu post me confundió ^^U

Entre los arbustos... encontró Chad algo muy interesante. era una especie de mando con un solo botón. ¿Para qué serviría eso?

Chad ha encontrado el Mando Extraño

 

Mimi Honda

Arceus, mientras veía como el tipo gordo acariciaba a su pokémon con esas enormes y peludas manazas, casi me arrepentía de tener un Lierpard. Emily me miró de soslayo, y yo le devolví la mirada cuando habló por última vez. ¿Rhyme?

—¿Eh...?— pregunté, con una expresión de pura confusión dibujada en el rosto.

¿Nos estaba confundiendo con la díscola de antes? Miré a Emily, pálida. Un escalofrío me recorrió la espalda y retrocedí un paso prudencial. ¿Q-qué rayos...? ¡Ugh! Apreté los puños, la mandíbula y afrenté al hombre como había enfrentado a Rhyme.

—Escúcheme bien, viejo carcamal— dije con el ceño ligeramente fruncido—. No somos Rhyme, yo no soy Rhyme. Soy Mimiko Honda, hija de uno de los magnates más importantes de toda Sinnoh. Si hemos venido hasta su horrible morada, para verle ese desastroso cuadro de Picasso que tiene por cara, es porque tenemos razones para considerarle sospechoso de las amenazas de muerte a Lady Morgan. ¿Tiene algo que decir a eso que no sean delirios de chiflado?

 

—Algo no cuadra aquí.— No era un genio, pero sabía contar hasta cierto número para darme cuenta que ahí faltaba un 126. Me preguntaba dónde podría encontrar algo para poder ver los registros de la cámara, este lugar no parecía tener ninguna oficina de control, ¿ o sí?

Volteé, Chad ya había empezado su búsqueda del tesoro entre unos arbustos. —¿Qué tienes ahí, amigo?

@Hey Miguel