—Llévame con vecino ese, amigo Erwin. Tal vez preguntarle a él sea un paso clave, supongo que la señora debe estar muy aterrorizada como para colaborar, ¿dónde podría encontrarlo? @GalladeLucario
El anuncio de voz suena a un volumen tan alto que sobrepasa al de la música en mis audífonos. Del sobresalto casi me caigo de Altaria, pero Fósforo logra sostenerme del brazo evitando mi caída. Me saqué los audífonos y presté atención al mensaje: ¡Un nuevo caso de la CSG! ésta vez tenía que participar. Con un gesto le indiqué a Altaria que descendiera y el pokémon asintió. Atravesamos el cielo nocturno de Acuarela hasta aterrizar en uno de los barrios pijos de la ciudad, donde encontramos al tipo encargado de la investigación. —¡Detective, Chad y Fósforo reportándose al servicio de la comunidad! —dije haciendo un gesto estilo militar con la mano—. ¿qué podemos hacer?
—No —respondió Rhyme, tras un bufido—. No nos llevamos muy bien. —luego, miró a Mimi con asco—. ¿Quién es esta loca? ¿¡Otra imbécil de esas holders!?
—Claro. Escucha, ¿quieres que te acompañe y te ayude en la investigación, o prefieres hacerlo tú solo?
—¡HOLA, HOLA, cuánta gente! ¡Me GUSTA que haya juventud comprometida con la justicia, SÍ SEÑOR! Bueno, chico, ¡TODOS están ocupados, así que si quieres, ve con alguno de ELLOS! Puede ir a hablar con Erwin, mi compañero, con la víctima o con el denunciante, TÚ DECIDES!
— Tranquila, Mimi, no... no es buena idea hacer eso — murmuré acercándome para echarle un brazo sobre los hombros — Disculpa, no quería decirlo de mala manera~ — excusé con una sonrisa para después volver a ponerme seria — ¿Así que no os lleváis bien? ¿Por alguna razón en específico? — pregunté.
—Supongo que da igual amigo Erwin, no te ofendas. Ahora será mejor que me acompañes hasta donde está el señor.
Contenido oculto Lo interpretaré como un "sí", supongo xD —Aquí lo tenemos. Este es el señor Henry —presentó Erwin al ver al hombre trajeado. —Oh, eres tú. Supongo que este es uno de esos chavales que os ayudan, ¿no, agente Erwin? —Así es. Adelante, pues, chico. Puedes preguntarle lo que quieras.
Inflé las mejillas, molesta. Esa muchacha era muy sospechosa y mala. — ¿Conoces a Henry? El amigo de tu madre, vuestro vecino.
—Señor. ¿Qué fue lo que le contó exactamente la señora Morgan para que usted decidiese contactar ayudar? Necesito que abonde en detalles y me cuente todo lo ocurrido. Sobre las amenazas y tooooodo eso Me sudaban las manos, pues a veces ni pensaba en lo que decía.
—Claro. Un tipo estirado, como todos los de este barrio. Invierte en cosas y empresas. En fin, un hombre de negocios. ¿Por? —Vaya, me preguntas algo ciertamente concreto —acarició el pico de Chatot, siempre en su hombro—. Me contó que estaba siendo amenaxzada de muerte. Que le llegaron varias cartas desde hacía unos días, que pintaron toda la fachada de su casa con amenazas en rojo, y que un tipo encapuchado la amenazó y la persiguió ayer por la noche, pero pudo huir. Asustada como estaba, me dijo que no lo aguantaba más, y que temía por su vida. Me ofrecía a llamar a la CSG por ella, y así lo hice.
— Parece llevarse especialmente bien con tu madre pues ella acudió a él para informarle de todo esto y que llamaran al CSG. ¿Qué sabes de la relación que tiene con ella?
—Así que ella se la propuso entonces...— Demonios, una persecución en la noche, esto estaba feo. —¿Y qué me puede decir acerca del lugar en dónde fue perseguida, le contó acerca de ello, me podría dar una referencia o algo así? Supongo que habrá sido un callejón o algo parecido, en plena noche. >Y por último, ¿algún otro dato que quiera decirnos para colaborar al caso?
—Son amigos. Se conocen desde hace mucho, y su casa es justo la que está frente a la nuestra. Además, desde que ese viejo empezó a molestar a todos los vecinos, mi madre y Henry se hicieron aún más amigos, pues eran los únicos que movieron ficha para pararle los pies al loco ese.
—¿¡Loca?!— gruñó ella en respuesta, apretando los puños y caminando pesadamente hasta Emily y Rhyme. Traspasó a la segunda con una mirada gélida. Aunque era notablemente más alta que ella, aquello no fue algo que la intimidó—. ¿¡Cómo osas—?! Fue Emily quien le impidió seguir hablando, deteniéndola justo en el acto. No se calmó en lo absoluto, sin embargo. ¿Cómo podía calmarse? Loca. ¿¡Loca!? ¿Qué demonios? ¡Si ella tenía más prestigio que esa maldita petarda en un sólo dedo del pie! Apretó los puños hasta que los nudillos se le volvieron blancos. —Son amigos. Se conocen desde hace mucho, y su casa es justo la que está frente a la nuestra. Además, desde que ese viejo empezó a molestar a todos los vecinos, mi madre y Henry se hicieron aún más amigos, pues eran los únicos que movieron ficha para pararle los pies al loco ese. Aquello llamó irremediablemente la atención de Mimi, distrayéndola por momentos de su rabia. —¿Qué viejo?— preguntó, enarcando una ceja con escepticismo.
—Hmm... creo recordar que me dijo que fue por los alrededores de las obras de ampliación del barrio, a las afueras de éste. ¿Qué hacía ella allí?, podrás preguntarte. Pues eso ya no lo sé, chico.
—Eh, tranquilitas, tigresas. El viejo loco de la casa de la esquina. Id a verlo si queréis, ya veréis... es un hombre detestable que solo sabe molestar. Hizo la vida imposible a los del barrio, hasta que lograron pararle los pies... todo gracias a Henry, con la ayuda de mi vieja, claro.
—Gracias señor Henry, ¡buena onda! De inmediato Erwin y yo nos dirigimos hacia el lugar mencionado, en las afueras del barrio. —Erwin, ¿qué se supone que son estas obras de ampliación, qué hay aquí? @GalladeLucario