Al final de todo el vuelo había concluido en Tempera, aunque no sabía si era porque Staraptor simplemente quiso dejarme allí para descansar un rato o porque hasta ahora no se nos ocurría una ruta en la que pudiéramos localizar a Emily, a fin de cuantas había una gran cantidad de rutas en las que ella pudiera capturar pokemon con su nueva.. o vieja amiga. Ese asunto por ahora no estaba tan claro para mí, luego tendría que preguntarle y finalmente aclarar ese asunto. Fuera de eso lo único que había hecho era darle un par de bayas a Staraptor quien después de comerlas se había ido volando nuevamente a sabe Arceus donde y yo tendría que dirigirme al centro pokemon para conseguir algo más de comida pokemon y algo de comida para mí. ¿Aquí estaría igual de lleno de entrenadores que en Acuarela?
Mimi Honda Segundos después, Elisa devolvió a Phantump a su pokéball sin añadir nada más. No sabía si estaba molesta o no, pero suspiré de alivio internamente al verme librada de aquella presencia. Parecía haber captado la indirecta. ''Ya está... esté muerto o no, no tendré que verlo por más tiempo.'' Elisa alzó la cabeza poco después de guardar al fantasma y me dirigió una sonrisa enorme, alegre. Y entonces, se dedico a brincar infantilmente hacia la cafetería. Parecía una niña pequeña... Le dirigí una mirada de circunstancias. ¿Qué...? Está bien que estuviese feliz, ¿pero a qué venía algo como eso? —Yo tampoco he desayunado, así que mejor darse prisa para comer algo— soltó. ''Sí... eso era justo lo que iba decir.'' Antes de seguirla, sin embargo; dirigí la mirada hacia la puerta de cristal del CP. Por un momento recordé la propuesta que me había hecho Alpha; explorar las grutas subterráneas de Galeia. Un entorno desconocido, bajo el suelo de la región. Un mundo dominado por la oscuridad y las sombras... Ugh. ¿Habría fantasmas allá abajo? Sacudí la cabeza con brusquedad. ¡Basta ya de pensar estupideces, demonios! —Tener el estómago vacío no me hace ningún bien...— murmuré, volviéndome sobre mis talones. Chie, que se había mantenido a mis pies toda la conversación, rió antes de seguirme en silencio.
Mi estómago pedía comida y Drifloon solo estaba para hacer peso en mi cabeza, ya en la cafetería la fantasma decidió abandonar mi cabeza, ella miraba minuciosamente la comida de pokémon, y yo por mi parte miraba la comida de entrenador. Al final me decidí por un pastelillo de chocolate, después de todo esto era mi desayuno, para beber opte por un vaso de jugo de bayas. Drifloon en mi bandeja había dejado un plato con su comida, ya todo listo fui a una de las mesas junto a la ventana. No tenía una gran vista de la ciudad, pero de todos modos era una linda imagen, sentí el peso de Drifloon en mi cabeza, sabía que ella también miraba por la ventana, ambas esperando que Mimiko se sentará para poder comer tranquilas.
Y finalmente, tras unos minutos, Mimi se sentó en la mesa de Elisa junto a la ventana. En su bandeja, llevaba una taza de té y una pequeña porción de tiramisú. El té siempre tenía un toque clásico que no podía faltar en la mesa tratándose de Mimiko. Aunque en un principio había pensado probar aquella leche con cacao de la que le había hablado Emily en cierta ocasión,— ¿Cómo se llamaba? ¿Co... cola-cao, había dicho?— se había retractado en el último momento. ¿Por qué optar por otra cosa cuando se sentía cómoda en su zona de comfort? Quizás otro día. —Buen provecho— fue lo único que dijo, porque sus modales en la mesa eran inquebrantables, porque aunque no contase actualmente con dinero ella seguía siendo una acaudala señorita... y porque tenía hambre, no más. Ni siquiera saludó a Elisa. Tomó la taza de té por el asa y se dispuso a desayunar.
Poco a poco mientras más caminaba, más me había ido acercando más al centro pokemon pero había algo...algo raro, en un banco cercano al centro pokemon había una pequeña niña pero no veía a ningún adulto cerca de ella, ¿estaría perdida o sería una nueva entrenadora?, ambas posibilidades eran bastante posibles en mi cabeza, pero nunca había nada malo en preguntar. — Hola, pequeña — saludé una vez que estuve lo suficientemente cerca de ella, colocándome a su altura con una ligera sonrisa para intentar que confiara un poco en mí en el caso de que estuviera perdida aquí en Témpera >> ¿Estás perdida?, ¿necesitas ayuda en algo?
Cuando Mimi tomó asiento voltee a verla, Drifloon bajo de mi cabeza y quitó su plato de mi bandeja, comenzó a comer contenta junto a mí, mire mi pastelillo, lo tome con la mano izquierda, quite parte del envoltorio y di la primera mordida. Volví la vista a la rubia sentada frente a mi, parecía que no tenía intenciones de iniciar una conversación, el silencio me molestaba, pero ya no tenía ideas sobre qué hablar, ¿sobre qué se puede hablar con Mimiko Honda?, los pokémon fantasmas no eran opción, quizá sobre batallas o mejor aún... —Mimiko —llame su atención mientras dejaba el pastelillo en el plato y tomaba mi vaso —, quería preguntar si a ti te interesan los concursos pokémon —le mostré una sonrisa y tome un poco de mi jugo —, parece que se celebrará uno en Ciudad Acuarela. Mimi se vea como la clase de chica a la cual le gustan las cosas lindas y perfectas, y nada más lindo y perfecto que un concurso, ¿verdad?
Mimi Honda Y se hizo el silencio. Me encontraba tranquila, disfrutada de un merecido desayuno, cuando la voz de Elisa llamó mi atención. ''Mimiko'' me había dicho. ¿Por qué usaba mi nombre completo? No estaba acostumbrada a él... Sólo mi familia solía llamarme así, y se me hacía extraño oírlo de otra persona. Como tenía la boca llena no respondí, pero me limité a alzar la mirada para darle a entender que tenía mi atención. —Quería preguntar si a ti te interesan los concursos pokémon —me preguntó mostrándome una sonrisa suave. Enarqué una ceja—, parece que se celebrará uno en Ciudad Acuarela. ¿Realmente era necesario preguntar algo así? De la súbita emoción que se apoderó de mí en segundos, estuve a milésimas de atragantarme. ''Maldita sea, no puedo hablar con la boca llena...'' Le hice un gesto a la entrenadora con la mano para que esperase unos segundos, el tiempo justo para que acabase de masticar, y tomé un sorbo de la taza de té. Mi expresión era tranquila y serena, casi imperturbable en apariencia, hasta que dejé la taza de nuevo en el plato... Y mi semblante se iluminó. —¿Interesarme?— pregunté entonces, golpeando mis palmas contra la mesa—. ¡Nací en Ciudad Corazón, llevo lo de concursar en las venas! ¿Tienes idea de la cantidad de concursos que ha ganado Mimiko Honda desde que tenía seis años? ¡Ja, soy imbatible en ese terreno! Añadí cruzándome orgullosamente de brazos, coloqué una pierna sobre la otra. La sonrisa arrogante y confiada se dibujó en mis labios como si siempre hubiese estado ahí. >>Por eso, no sólo participaré en esa copia barata de concurso en Acuarela, sino que estoy dispuesta a ganar. Ni Alpha, ni Effy, ni Lucas y su doble helado con ojos podrán hacerme sombra esta vez... Porque carisma es algo que me sobra.
Talía~ Mis mejillas seguían hinchadas, y yo aún pensaba qué hacer mirando a Beldum que me devolvía la mirada moviendo la cabeza hacia un lado. Hice lo mismo y le sonreí. —¡Beldum, Beldum! Acércate... Tal como se lo pedí, se acercó. ¡Qué mono!~ Mamá me dijo que mis compañeros no me iban a resultar un gran problema, y que incluso yo podría cuidar de ellos. Pero hace un rato no me sentí segura de ello... Pensando en eso apoyé una de mis manos en la fría cabeza de Beldum y se la acaricié de igual modo. —¿Qué estará haciendo mami? Quiero abrazarla, como cada día...—Me sentí un poco triste. Sí, fui yo quien escogió hacer esto con sus consecuencias, pero... pero es solitario. Además de que empecé con mal pie en una ciudad que no era la que buscaba... "Hola, pequeña." Un chico se presentó en frente de mí, y ante eso me sorprendí y me eché todo lo que pude hacia atrás. ¿Es que sólo habían chicos lindos por este lugar? "¿Estás perdida?, ¿necesitas ayuda en algo?" Oh... ¡oh, oh, oh! —¡Sí, por favor!—exclamé acercándome hacia delante, mirándolo fijamente. Al darme cuenta, me sonrojé y miré hacia mi regazo apenada, viendo que Chikorita y Eevee se despertaron.—P-perdón... sí, estoy perdida... y, uhm... Volví a observar al chico e hinché mis mejillas. Miré hacia abajo de nuevo. Me puse nerviosa y eso no era bueno... Y sentí algo rugir. Miré hacia mi estómago, luego hacia el chico, y no pude evitar sonrojarme todavía más. Sí... tenía hambre.
Y después de un par de segundos, aquella niña había respondido de una forma que no había esperado, ¿tenía vergüenza de hablar conmigo o por mi repentina pregunta sobre su estado aquí en Témpera? ¡Sí, por favor! P-perdón... sí, estoy perdida... y, uhm... Infló sus mejillas y volvió a mirar a su regazo, donde pequeños pokemon se encontraban aparentemente, despertando de una agradable siesta. Sonreí un poco más y pase una de mis manos por su cabeza, soltando una ligera risa por el repentino hecho de que su estómago había revelado el "problema" que tenía: hambre, y su rápida mirada en mí lo confirmaba todavía más. — Mira, te diré lo que podemos hacer — volví a reincorporarme y con permiso de sus pokemon me senté al lado suyo para apuntar hacia el Centro Pokemon — Ese de allí, es el centro pokemon aunque supongo que eso tú ya lo debes saber, perdón por decir cosas tan obvias.— reí un poco — Pero, además de poder curar a tus pokemon y tener cobijo en tus viajes, puedes ir a la cafetería del centro a comer cosas deliciosas. >> De hecho, yo me dirigía allí justo para comer un postre, ¿quieres que te acompañe a comer algo? — pregunté dirigiéndole una sonrisa amable, incluso si teniamos suerte podíamos encontrar a mas personas y que ella comenzara a conocer mas entrenadores.
La emoción invadió a la chica en segundos, supongo que acerté con el tema de conversación, Mimi hablaba de concursos como yo hablaba de los tipo fantasma, su voz era orgullosa y llena de sentimiento. Me contó que competía desde niña, me imaginé a una versión más pequeña y adorable de Mimi, con un pomposo vestido de brillantes, quizá opacándo un poco a su pokémon, solté una pequeña risa, quizá su compañero también tenía un atuendo brillante que hiciera juego con ella, después de todo la presentación era muy importante. —Entonces espero que nos veamos en algún concurso —le mostré una divertida sonrisa, tome nuevamente el pastelillo y le di una mordida —, no crecí en un ambiente de concursos como tu, pero solía verlos por televisión mientras jugaba con los compañeros de mamá. Eran lindos recuerdos, tenía muchos de mi sobre la suave alfombra de la sala jugando a vestir al Shuppete de mi madre, solía ponerle sombrero y cintas, mi padre me vigilaba desde la cocina y mi madre trabajaba. No sabía en qué trabajaba mamá, pero me gustaba su empleo, ya que normalmente solo iba uno o dos días a la semana, así que pase mucho tiempo con ellos. Sabía que inconscientemente una sonrisa nostálgica se había formado en mis labios, salí de los recuerdos cuando noté la mirada de Drifloon sobre mi, ella volteo a mi bolsa, yo cambie mi tipo de sonrisa, ahora era una cómplice, ella sabía que los extrañaba, quizá más de lo que me gustase admitir.
Mimi Honda Elisa sonrió divertida ante mi ególatra reacción, supongo que ya todo el mundo debía estar acostumbrada al hecho de que no era una persona demasiado humilde. O de plano no lo era en absoluto. Seguidamente, me contó un poco de su vida, o más concretamente de su infancia. Así que solía ver los concursos en televisión... Hmm... No pude evitar preguntarme de donde sería Elisa, aunque no lo expresé en voz alta. —Bueno... — me limité a explicar poco después, con un tono más sosegado—. nací en Ciudad Corazón, sí. Pero no pasé toda mi vida allí. Cuando papá volvió a casarse con otra mujer, nos mudamos a una mansión a las afueras de Ciudad Jubileo. Desvíe la mirada. Por un momento, un sentimiento de tristeza me azotó por dentro, opacando mi ánimo y mi súbita energía. Aquella mudanza había puesto todo mi idílico mundo del revés. Diablos... ¿Por qué en un momento cómo este? Se suponía que ya debía haberlo superado, no podía deprimirme por todo. ¡Esa... Esa actitud negativa no era buena en lo absoluto para mí! Lamentarme por ello no cambiaría nada, sólo me ahogaría más y más en la miseria. Mi madrastra seguiría siendo una arpía en busca de dinero y mi hermano un bastardo que me había robado hasta mi derecho a heredar la hacienda de mi padre. ¿Quién le había mandado formar parte de mi vida? ¡Los odiaba! Los odiaba tantísimo... Estaba harta de vivir a su sombra. Alcé la cabeza para mirar a Elisa, pero su expresión no era mucho mejor que la mía. Me aclaré la garganta, tratando de despejar mis ideas, y parpadeé rápidamente en un intento patético por contener las lágrimas que pugnaban por salir. —Así que...—empecé de nuevo, tras unos segundos de silencio—. Fantasmas... Wow. E-es curioso, supongo. Phantump es... es mono a pesar de lo macabro que resulta saber que es el espíritu de un niño. O algo así... Sonreí ligeramente. O lo intenté. ''Oh vamos, es lo más que puedo hacer. Deja de lado esa mirada perdida, por Arceus... Haces que me sienta culpable''.
Así que se mudó desde Corazón a Junileo, debe ser molesto tener que viajar tan lejos, tener que abandonar algo que te apasiona porque tu padre te lo dice. Me preguntaba cómo sería ir a un concurso en ciudad Corazón, nunca había visto uno de esa zona, pero una de las señoras encargada de las aguas termales me había comentado que allí tú también debes lucirte. "Así que... Fantasmas... Wow. E-es curioso, supongo. Phantump es... Es mono a pesar de lo macabro que resulta saber que es el espíritu de un niño. O algo así..." Clavé la mirada en Mimi, pense que no le gustaba hablar sobre Phantump, es más, se notaba algo incomoda al tocar el tema, pero si se sentía incómoda ¿por qué tocaba ese tema? Fruncí la nariz un poco, luego le mostré una sonrisa. —Es realmente adorable —comenté, termine lo que quedaba de mi pastelillo y tomé mi vaso con jugo. Pensé unos segundos, no estaba dispuesta a volver al tema de fantasmas si Mimiko no quería, los concursos traen recuerdos lindos, pero a la vez nostálgicos. Volvi a arrugar la nariz, supongo que solo me quedaba un tema que sabía a Mimi no le molestaría. —¡Ya sé que hacer! —exclamé con una sonrisa —, tengamos una batalla.
Mimi Honda Pareció funcionar, por lo menos aquella mirada nostálgica desapareció del semblante de Elisa, y fue sustituida por una tierna sonrisa cuando comentó que Panthump era adorable. No era algo que pudiera desmentir, de hecho. Sí era adorable. M-macabramente adorable, pero tenía ese aire tierno que hacía lindo a cualquier pokémon. Tomé un poco más de té. Ni siquiera había probado aún el tiramisú, pero ya no sentía tanta hambre como antes. Aquellos pensamientos... Mi madrastra, el bastardo de su hijo, o ambos juntos eran un puñado de parásitos usurpadores que creían tener la vida solucionada. ¿Cómo creía tener esa mujer el derecho de estar en el lugar de mi madre? ¡Maldita sea, era tan... injusto! Y en ese momento, mientras mi mente volvía a rememorar la situación de hace unos segundos, la voz de la entrenadora se alzó sobre los murmullos del local. —''¡Ya sé que hacer!''— exclamó, decidida—. Tengamos una batalla. ¿Una batalla? ¿Ahora? Después de lo que había pasado con Lucas, ¿cómo osaba...? En el momento que estaba por replicar, las palabras de Alpha golpearon mi subconsciente con la fuerza de una maza. ''Tienes prohibido volver a la Torre hasta completar cuatro victorias al hilo, ¿entendido?'' Fruncí el ceño, molesta con el sólo hecho de recordarlo. ¿A qué había venido esa prepotencia y esa cara tan seria? ¿Me estaba obligando? ¿Creía que no era capaz? ¡Ugh! Se iba a enterar de quién era Mimiko Honda. ¡P-por supuesto que no lo haría porque él me lo hubiese dicho, sino porque quería demostrarme algo a mí misma! Estaba cansada de perder, pero eso no me haría dejar de intentarlo. Después de todo, esta era el camino que había decido seguir. —¡Muy bien Elisa, tú lo has querido!— exclamé desafiante, dejando la taza vacía y levantándome de un salto de la mesa—. ¡Vayamos al campo de entrenamiento que hay detrás del CP!
Contenido oculto Odio mi post con todo mi ser. Alguien que me pegue un tiro. No logro hacer lo que quiero, soy un total asco en esto de rolear, I'm so sorry u_u Pero no quiero atrasar a Nekita aún más, so ya qué u-ù Y sí, todas tienen razón, Dante es amor. Y ahora está sólo para mí(???? *Censura porque Gabi se puso Yangire*(?) Talía~ Aún mirando hacia abajo, noté que una de las manos del chico acarició mi cabeza, y cerré mis ojos, un tanto sorprendida ante el gesto. Levanté mi cabeza abriéndolos mientras él se reía. Parecía que en verdad quería ayudarme... O tan sólo se reía por el sonido de mi estómago hambriento. "Mira, te diré lo que podemos hacer" Mis pequeños compañeros saltaron hacia el suelo, dejando que el chico se sentase a mi lado, y éste apuntó hacia un edificio cercano. "Ese de allí, es el centro pokemon aunque supongo que eso tú ya lo debes saber, perdón por decir cosas tan obvias. Pero, además de poder curar a tus pokemon y tener cobijo en tus viajes, puedes ir a la cafetería del centro a comer cosas deliciosas." ¡Oh! ¿Tienen también cafetería? ¡Genial! Debería plantearme el investigar un poco antes de hacer cualquier cosa... "De hecho, yo me dirigía allí justo para comer un postre, ¿quieres que te acompañe a comer algo?" El chico se ofreció a acompañarme, con una sonrisa amable. ¿Acompañarme? Eso... eso es extraño, ¿no? Mamá se aseguró de recordarme una y otra vez antes de irme de no hablar con desconocidos, y mucho menos confiar en todo lo que decían. Miré hacia el suelo, giré mi cabeza levantándola y miré hacia Beldum. Hmm... no hablar con desconocidos... ¿Y si este chico resulta ser una buena persona al fin y a cabo? ¡Oh, y ahora que lo pienso, Alpha y Mimiko están en el Centro Pokémon! Puede que los vuelva a ver y... Aunque... Volví a observar al chico. —Aún no me has dicho tu nombre—le sonreí. Para que algo deje de ser desconocido, hay que conocerlo, ¿no, mami? Contenido oculto Algún día espero mejorar y no dar cáncer ;_; *Huye*
"Aún no me has dicho tu nombre" Y sonrió mientras yo no sabía si había palidecido más de la cuenta o mis mejillas tomaran ligeramente algo de color, ¿enserio se me había olvidado decir algo primordial?, tal vez el estar tanto tiempo callado sin acercarme mucho a los nuevos provocaba que yo me olvidara de las cosas mas simples como lo era el presentarse. — Cierto... — murmuré entre unas ligeras risas nerviosas y una de mis manos se dirigía inconscientemente a mi nuca. — Mi nombre es Dante, es un placer conocerte — sonreí y me levanté de la banca y extendí mi mano hacia ella por si quería que la ayudara a levantarse. — Ahora que me he presentado, tengo curiosidad de preguntarte, ¿cómo te llamas tú?
Termine mi jugo en dos tragos y deje el vaso en la mesa, me levante de la misma y agarre a Drifloon. —Hagamos el combate interesante —comente yendo con Mimi a la salida del centro pokémon —, hagamos un tres contra tres — voltee la cara a la entrenadora, una traviesa sonrisa en los labios —, escojamos a los pokémon de una forma especial —continúe explicando mi idea —, piensa en la torre de batalla, elijamos un pokémon para la categoría difícil, otro para intermedio y uno para fácil, así le damos oportunidad a los menos usados, ¿te parece?
Mimi Honda —Hagamos el combate interesante —escuché decir a Elisa mientras salíamos del edificio. ¿El combate interesante? Enarqué una ceja preguntándome a que se referiría. ¿Fantasmas, tal vez? No me sorprendería en lo absoluto tratándose de ella —, hagamos un tres contra tres. Escojamos a los pokémon de una forma especial — ¿De una forma especial? —, piensa en la torre de batalla, elijamos un pokémon para la categoría difícil, otro para intermedio y uno para fácil, así le damos oportunidad a los menos usados, ¿te parece? ¿¡Qué?! Me detuve de súbito, y alcé las manos cómicamente frente a mí, representando lo que parecía ser una enorme ''x'' —¡Oh no, mejor no pensar en esa condenada Torre!— expresé entonces, recordando la sonrisa burlona de la Gran patética Mine. Me ponía furiosa, y no era momento para dejarme invadir por la rabia—. ¡Tengo asuntos pendientes allí, y prefiero mantenerlos al margen! ¿Está bien? >>Pero, dejando eso de lado... Creo que es una buena idea cambiar el planteamiento de la batalla. Adelante, hagámoslo. Añadí, dirigiéndole una sonrisa entre cómplice y confiada. Esto de pasar tanto tiempo con Alpha me estaba pasando factura... Ya casi sonreía como él.
Cuando me dijo que no quería pensar en la torre de batalla me asuste un poco, parecía que mi idea no le gustó mucho, pero cuando dijo que era una buena idea otra gran sonrisa se asomó en mis labios. Comencé a dar pequeños saltos de alegría, había sido una buena idea y a Mimi le había gustado, este sería una batalla realmente interesante. Cuando salimos del CP me coloqué en el lado más alejado a la puerta, solté a Drifloon, busque la pokébola en mi bolsa, tome la que tenía una pegatina de dos círculos negros unidos. —Como yo rete saco primero —fue lo primero que dije mientras liberaba al pokémon escondido en el esférico —. El pokémon de nivel intermedio es Zweilous. ZWEILOUS: Dragón/Siniestro (Equilibrado) Entusiasmo: movimientos ofensivos con límite de usos reducen esos usos a la mitad a cambio de más potencia (x1.5) Salud: 144/144 Fuerza: 150 Resistencia: 140 Agilidad: 1/1 (58 de Velocidad) Movimientos: -Dragoaliento (40 Potencia, Dragón) -Cara susto (Baja en 2 los puntos de agilidad del rival) (Usos: 2/2) -Triturar (90 Potencia, Siniestro) (Usos: 2/2) -Pulso Dragón (90 Potencia, Dragón) (Usos: 2/2)
Mimi Honda Y nada más pronunciar aquellas palabras, emergió del esférico la silueta de un pokémon bicéfalo, un dragón al parecer, cuyo flequillo era tan largo que cubría sus ojos. ¿Ah? ¿Un pokémon emo? Oh, esto iba a ser muy interesante. —¡Muy bien, Katze!— exclamé pues, lanzando una ocaso-ball al aire—. ¡Demuéstrale a ese punk lo que es el verdadero estilo! La silueta de un elegante y estilizado felino se materializó frente a mis ojos, agitando de forma amenazante su cola en forma de guadaña. Contenido oculto LIEPARD: Siniestro (Potente) Flexibilidad: no puede ser paralizado. Salud: 128/128 Fuerza: 176 Resistencia: 100 Agilidad: 3/3 (106 de Velocidad) Movimientos: -Tajo Umbrío (50 Potencia, Siniestro) -Golpe Bajo (50 Potencia, Siniestro; solo puede usarse cuando en el turno previo el rival ha atacado ofensivamente. Se necesitan 2 puntos de agilidad para esquivarlo) (Usos: 3/3) -Carantoña (50 Potencia, Hada) -Tormento (El rival no puede repetir dos veces seguidas el mismo movimiento mientras este pokémon esté en el campo. No puede ser esquivado) (Usos: 1/1)
—Primero quiero ver la aterradora cara que puede hacer —dije con una pequeña risa, Liepard era un pokémon rápido, había que eliminar eso lo antes posible. ZWEILOUS: Dragón/Siniestro (Equilibrado) Entusiasmo: movimientos ofensivos con límite de usos reducen esos usos a la mitad a cambio de más potencia (x1.5) Salud: 144/144 Fuerza: 150 Resistencia: 140 Agilidad: 1/1 (58 de Velocidad) Movimientos: -Dragoaliento (40 Potencia, Dragón) -Cara susto (Baja en 2 los puntos de agilidad del rival) (Usos: 1/2) -Triturar (90 Potencia, Siniestro) (Usos: 2/2) -Pulso Dragón (90 Potencia, Dragón) (Usos: 2/2)