[Khé]: ¿Y yo soy el raro?

Mi escrito para la actividad ¿Khé? me alejare un poco de lo que se pide que se haga al principio de la historia y lo dejare para el final ¿por qué? pues porque no se me ocurrio ninguna idea que me gustara usando eso, en fin, en cualquier caso espero que esto les guste, y si les gusta, tal vez vuelva a escribir mas a menudo, si no... ya seran los criticos que me tiren piedra... disfruten!




Bicho raro, nerd, pendejo sin vida social, o incluso virgen de mierda, creo que la cantidad de sobrenombres que me he ganado solo siendo yo mismo es más larga que la de cualquier cantante de rock en su historia, bajo el concepto de la sociedad soy raro, pero me considero diferente, si tal vez sea antisocial pero sé que cuento con un buen amigo, aun no tengo mi primera vez pero si la persona que te lo dice está disfrutando su cuarto de bachillerato por segunda vez ya me dirás cuáles son las prioridades en la vida. Si me vez aburrido o divertido no es mi problema, estoy cómodo conmigo mismo y eso es lo importante, pero finalmente llego el día en que a los demás les toco ser los raros y por primera vez en mucho tiempo soy el más normal.

—¡Dios! ¡Hermano! ¡Mira esto!— me gritó mi amigo y camarada Vladimir mientras sostenía su celular, estaba flipando demasiado desde hace rato y eso ya me estaba preocupado.

—Okey ya pásame ese estúpido y sensual teléfono— dije mientras tomaba su Smartphone, era un galaxy note, tenía que ser estúpidamente sensual, aunque no fue realmente agradable lo que vi, era una chica con poca ropa, soy hombre y no voy a mentir que me guste ver, pero aquí está la novedad, chica de piel de un tono más verdoso, sacando la lengua babeando más de lo normal y unos ojos que casi daba hasta miedo verlos por un tiempo prolongado, pasando su aspecto de muerto viviente daba cierta gracia que en la descripción de la foto decía “Tengo hambre ¿quién se ofrece?”

—Natasha no jugaba cuando dijo que se haría la zombieficación, la verdad se ve mejor incluso que mi hermana— me decía mi compa Vlad recuperando el teléfono de mis manos.

—¿Soy el único que le parece anormal? Lo siguiente que pasara será atrincherarnos y finalmente cumpliremos nuestros sueños de un apocalipsis zombie… —decía en un tono aburrido mientras volvía a mi computadora, imagino que más de uno estará confundido por esto, sucede que desde hace un año el aspecto de zombie se pudo de moda desde que varias celebridades desfilaron en la alfombra roja con este aspecto, no pasaría nada si fuera maquillaje y vestuario, es que de verdad se hacían zombies ¿qué maravillosa es la ciencia no? Podemos desafiar a la naturaleza y en contra de lo que es ético modificamos el cuerpo humano a nuestro gusto, creo que saque eso de un sermón del papa.

—Y yo sería el teniente de la resistencia, ya bájale hermano, hasta ahora ninguno de los nuestros se ha comido a otro y todos los casos “sospechosos” fueron bien desmentidos, hasta tú lo dijiste— argumentó tan tranquilo como siempre sin separar la vista de su celular, era verdad que no hubo casos auténticos de canibalismo y los casos que se presumían que fueron causados por personas zombieficadas las víctimas fueron a cadáveres enterrados hace poco tiempo, para mí lo que era “sospechoso” fue la inteligencia de la persona que había tendido la trampa —Además… admítelo te gusta lo que ves— se acercó a mí una vez más mostrándome la foto de aquella chica de poca vergüenza, yo solo voltee a verlo a los ojos y empece a mover la cabeza en negación con una mirada de “Don`t fucking around” (Deja de estar molestando, dicho educadamente).




Unas cuantas horas después mientras estaba en el computadora volvía a analizar la situación en la que me encontraba, era sábado y mis padres no regresarían hasta el lunes, yo y Vladimir teníamos la casa para nosotros solos y como era de esperarse de un hijo descarado como yo me prepare excelentemente para la ausencia de mis padres, toda la chatarra que pudiéramos comer, librería de juegos actualizada la cual ya dimos comienzo a una maratón desde el día anterior y hoy sería una maratón de películas de gore y terror, quise hacerlo irónico así que todas son películas de zombies, el fin de semana perfecto para dos frikis como nosotros en el cual el insomnio y nuestras drogas personales serian grandes compañeros, pero ya que el mundo aparentemente me odia algo tenía que venir a arruinarlo.

—¡Tocan la puerta! ¡Voy!— Escuche que me decía mi colega mientras salía de la habitación, seguro pidió otra pizza para poder calentarla a la noche, clásico de el —¡Ema! ¡Que bueno llegaste!— mi teclado crujió… no es normal que un teclado cruja de esa forma… apreté de más algunas teclas al escuchar ese nombre… el nombre de una chica que toda mi infancia me atormento y ahora en mi adolescencia sigue realizando actos de bullying indiscriminado, en fin, una pesadilla pensar que ahora está en la puerta de mi casa.

—¡Vlad! ¡Tu celular se prendió en fuego de pronto! —jugué con el miedo de mi amigo al gritar eso, no tomo mucho tiempo para verlo atravesar la puerta de la habitación— Fue broma, sí que corres…

—Gracioso… oye por cierto invite a Ema… —me dice el buen y encantador Vladimir con tanta naturalidad que hubiera podido morir por sobredosis de clorofila ¿se había vuelto loco?

—¿Te volviste loco? ¿Qué diablos haces invitando a ese dolor de nalgas a mi casa? —Pudo sonar raro, pero lo dije recordando otro suceso bastante traumático de mi infancia, fui a terapia… la psiquiatra me regalo un globo en nuestra sesión…

—Sabes que le gustas, así que la invite a ver si al fin logran romper el hielo ustedes…

—Ella romperá el hielo y luego mi orgullo en cosa de nada por tu culpa… —más de una vez había escuchado eso de nuestra buena amiga Ema, muy a pesar de que fuera cierto seria condenarme a mí mismo si aceptara ser su novio, el principal placer de una mujer es acosar y molestar al chico, o al menos eso leí en varios foros y fics.

—Dale una oportunidad, le gusta las películas de terror y vino enseguida que escucho comida y tu casa en la oración —gran argumentó de mi bro, podría volverse político con discursos tan convincentes, decidí darle la oportunidad hacerle caso a ver si todo salía mal y finalmente me dejaba en paz. Salimos juntos de la habitación a recibir a la que se nos uniría a nuestra noche de libertinaje sin control, en el fondo la idea no era tan desagradable, hasta que vi quien estaba en la puerta que hizo que echara tres pasos hacia atrás y convirtió la idea de Vlad en la más desagradable a mis ojos, piel en descomposición pero que al menos no daba asco, raspones, sangre y mucho más, exacto, mi abusadora se estaba volviendo un zombie.

—Worst… idea… ever… —trate de decir lo bastante bajo para que no me oyera mientras nos acercábamos— Hola… Ema…

—¡Beni! ¡Amigo como estas! —decía llena de emoción mientras me abrazaba, ella sabía que odio que me llamen por mi segundo nombre, mi tortura empezaba, aunque ahora que me daba cuenta me estaba abrazando, y aquel momento el perfume que llevaba era una delicia… probablemente lo usaba para ocultar olor a putrefacción… pero era realmente embriagante la esencia… me separe un momento de la realidad pero ella me devolvió a ella al sentir todos mis huesos se contraían aplastándome— ¡Estoy muy feliz de verte! —estaba expresando su felicidad aplicando el abrazo de oso más bestial que había sentido en mi vida, como pude olvidar que la fuerza de un zombie era terriblemente mayor que la de un ser humano.

—¡Tam… también yo! ¡También yo! —gritaba con un tono de “¡Me rindo!” a ver si me soltaba y eso hizo, me tome mi tiempo para que mi columna vertebral volviera a su lugar, la tarde apenas empezaba, y la noche seria larga…




—¡Esa fue la mejor de todas! ¡Reproduce la siguiente! —Ema estaba disfrutando bastante de las películas, al menos no las encontraba ofensivas como pensé, ya iban 4 con la acabábamos de ver.

—Tal vez tengamos que parar… —Gire mi mirada a mi compañero que se encontraba roncando con varias malvavisco y chocolate a su alrededor, no podía creerlo, el sabía que comer eso lo ponía a dormir como un tronco— Ver películas sin Vlad no es lo mismo…

—Entiendo… pero podemos hacer otra cosa

—¿Cómo qué? —algo no me gustaba en ese buen humor que tenía

—Vladi me dijo que tenías una colección de cartas de pokemon ¿puedo verlas? —escuche atentamente su pregunta y la analice, estábamos en la sala y tendríamos que ir a mi cuarto muy lejos de Vlad para ver mi colección, ni de broma iba a sacar mi colección de mi habitación asi que enseguida me di cuenta de su intención, quería que fuéramos a un lugar donde no se escucharan mi suplicas para buscar ayuda, claro que lo sabía, pero había un problema…

—¡Claro que sí! ¡Vamos te mostrare! —yo mismo la jale a mi habitación mientras decía esta las palabras, mi mayor problema es no poder ocultar mi emoción cuando se habla de cartas de pokemon, pokemon en general, pero más por las cartas— Mira las tengo aquí… tengo cartas mega raras guardadas más abajo pero tal vez te las podría mostrar… —Mientras seguía en mi mundillo desconocía la amenaza que se deslizaba a mis espaldas, ignoraba que planeaba pero se acercó y tan gentil como siniestra me susurro al oído.

—Te quería ver a ti… —Escuche sus palabras y antes de darme cuenta, todo se volvió oscuro…



La luz volvió, abrí mis ojos de par en par y quede cegado por la totalmente molesta luz del sol, me sentía pesado, como si hubiera hecho ejercicio luego de más de 3 años de aprender a como faltar a clase de educación, busque mi celular ciegamente por la cama para ver la hora, cuando finalmente recobre el sentido de la vista encontré mi celular y además a la tramposa de Ema… en mi cama… desnuda… aparentemente tuve sexo con una zombie… ante aquella relevancia la excitación y el asco se mezclaron aunque por fortuna la excitación fue sobre el asco y logre levantarme de la cama sin vomitar.

Camine tambaleándome un poco hacia el baño, tuve que apoyarme de las paredes para no caerme por la falta de equilibrio ¿así se sentía la primera vez? Considerando que fue con una zombie no lo puedo catalogar como algo normal, pero por algo me sentía bien… esas ideas que me nublaban la cabeza empezaban a desaparecer, me estaba concentrando en lo que estaba haciendo y estoy dejando de pensar tanto a parte de pronto me siento mas fuerte, finalmente entro al baño para empezar el que pienso que será un buen domingo al fin.

—¡AHHHHHH! —ese grito desgarrador fue mío

—¡¿Hermano que te pa… sa...?! —la expresión de Vladimir valía oro, estaba totalmente incrédulo ante lo que le mostraban sus ojos, paso un tiempo considerable hasta que decidió hablar— Asi que… tu… ¿Te la tiraste verdad? —parece que fue la pregunta más inteligente que había logrado formular.

—Estupido… —le dije eso para no decirle algo peor… y por si no lo habían adivinado… ¡Me convertí en un zombie!

Resulta que la mordida de una persona zombificada puede volver a otro humano zombie con el ligero problema de que la persona mordida ve su apetito aumentar drásticamente, el cual al no ser saciado en cierto tiempo puede llegar a recurrir al canibalismo sin poder pararse a pensar pues además con el tiempo el cerebro tambien se va alentando y descomponiéndose hasta dejar de razonar como una persona normal, lo siento Vladimir, pero todos debemos pagar por nuestras fechorías, igual siempre me pregunte a que sabias, en fin, otra vez soy el raro…


FINNALE