Una vez revisadas todas las postales las guarde. Estaba un poco aburrida esperando a Chad y no tenia que hacer. —¿Que podemos hacer, Drifloon? —pregunte buscando una idea de lo que podríamos hacer. Drifloon en su idioma dijo algo que claramente no entendí, solté una risa, ¿en que pensaba al preguntarle eso a mi pokémon sabiendo que no entiendo lo que me dice?, supongo que sigo olvidando las cosas.
Camine rumbo al Centro Pokemon y entre en el, le pedí a Joy que curara a mis pokemon, acto seguido partiría al Bosque probablemente con Kyo, aunque un pokemon curioso se bajo de mi hombro y se le quedo observando a un Drifflon de una forma curiosa, quizá nunca había visto uno. @zereffu @EliLover
Kyotsuke Habia seguido al chico hasta el centro pokémon, me interesaba conocer como seria su equipo, quizas sea algo fuerte, aunque si tenia un Swamper no era ningun blandengue. Me acerque a paso calmado a el chico y me quede a una distancia considerable, ya que realmente no me agradaba estar muy cerca del resto.
Sentí unos pasitos venir a nosotros, tuve que bajar la mirada para ver al adorable Plusle que miraba con curiosidad a mi fantasma, de inmediato me enamore del pequeño. —¡Pero que lindura! —exclame mientras tomaba al pokémon en mis brazos estrechándolo —, eres de lo mas lindo que he visto en mi vida —Difloon me miro molesta por el comentario, pero la ignore —, eres una cosa preciosa, ¿estas solo? —le pregunte relajando el abrazo para tomarlo y ponerlo frente a mi cara, claro que sin borrar la sonrisa de mi cara.
—Plu! Plusle Plusle Plue!— exclamaba el pequeño tipo electrico apuntandome mientras platicaba con Kyo y la enfermera Joy. —Bien gracias enfermera Joy! entonces Kyo, me acompañas al Bosque? veras, tenia una Casa del Árbol pero desgraciadamente el árbol cayo hace poco y quiero construir una nueva, me ayudas?— le preguntaba mientras buscaba a Plusle con la vista. @zereffu @EliLover
—Iremos a comprar madera para la construcción, algo de cristal y marcos de ventada y del tronco viejo quedaron varios trozos grandes, podríamos hacer una escalera o algún balcón con esa madera... Podríamos traer piedras de alguna parte y formar un Pozo de Agua, seria lo bastante bueno para que se pueda sustentar, y algún transformador eléctrico para cargarlo y que tenga iluminación...— le comentaba a Kyo mientras mi cabeza se echaba a volar con toda la imaginación de la construcción.
—No entiendo nada de lo que dice este pokémon —pensé mientras veía a donde apuntaba, quizá ese era su entrenador —, ¿Estas con él? —pregunte ganándome un asentimiento del pokémon —. Entonces vamos a devolverte. Me levanté y de inmediato Drifloon se posó en mi cabeza, valla floja que no va flotando a ningún lugar. No le dí mayor importancia al asunto y con aun Plusle en brazos camine a donde se encontraban dos entrenadores hablando. —Disculpen —llame amable la atención de ambos —, creo que a uno de ustedes se les perdió la criatura mas adorable del mundo —informe refiriéndome al tipo eléctrico mientras volvía a abrazarlo con mucho cariño.
En eso una simpática entrenadora se acerco con Kyo y conmigo y logre ver que tenia a Plusle en brazos, este repegaba su mejilla con ella muy cariñosamente, el pequeño era muy cariñoso y amigable, no me sorprendía, entonces di un paso al frente y exclame. —El pequeño es mio, perdona si te dio molestias... Es algo travieso e inquieto algunas veces, resulta que los de su especie son algo enérgicos...— exclame mientras le acariciaba la cabeza mientras aun estaba en los brazos de la chica. —Soy Brendan un gusto... Justo ahora me dirigía a la tienda, gustas acompañarnos?— le hice la cordial invitación mientras tomaba las pokebolas de mis dos dragones. @EliLover @zereffu
Uno de los dos entrenadores afirmo ser el dueño del pokémon eléctrico, se disculpo por molestias que nunca existieron, lo mostré una gran sonrisa y continué acariciando a la criatura en mis brazos. —No te preocupes, es muy mono —le dije mientras volvía a frotar mi mejilla con la suya, si que era una lindura y no me cansaría de decirlo. Escuche atenta su propuesta, no estaba segura de aceptar, yo estaba aquí con Chad y debía esperarlo, no importaba lo aburrido que fuera. —Lo siento, pero estoy esperando a alguien —dije con una pequeña sonrisa —, de todos modos muchas gracias por la invitación —siento que olvido algo, despues de pensarlo unos segundo recordé que me faltaba decir —. Por cierto yo me llamo Elisa.
—Un gusto— exclame con una gran sonrisa —Chad? Bueno dile que si quiere ver a su amigo Brendan que vaya a el Bosque del Lago jaja es un buen tipo, cuídate y nos vemos luego!— exclame y Plusle salto de sus brazos a mi hombro, aunque quizá no le parecía mucho la idea ya que agacho un poco la cabeza. —Vamos Plusle, Eli ira mas de rato con nosotros al Bosque y ahí jugaras con ella de acuerdo?— le explicaba a mi pokemon y este asintió con bastante alegría mientras le decía adiós con su patita a la chica del fantasma al mismo tiempo que yo salia con Kyo del Centro Pokemon. @EliLover @zereffu
Después de que las cosas se calmaran un poco, la abuela me contó como pasaron las fiestas, el abuelo me comentó de sus avances, recordamos algunas anécdotas y reímos un poco. Entonces la abuela quizo saber un poco de mi vida en la región. —Y cuéntanos, Chad, ¿cómo te va en Galeia? ¿haz hecho amigos?—preguntó con ilusión en su voz. —¡Es una región hermosa!—exclamé recordando el Bosque Pincel, donde conocí a Dante y a Liza, la Pradera Arte, donde gané mi primera batalla de entrenador, la Torre de los Dragones, donde casi muero atragantado, el Lago Helado donde peleé con Alpha, y tantos otros lugares. —Hice muchos amigos, abuelita. Son personas excepcionales y únicas—mostré una amplia sonrisa—. He aprendido mucho de ellos y hemos tenido un par de aventuras—dije mientras recordaba al grupo, preguntándome al mismo tiempo dónde estaría cada uno. —¡Vaya, que alegría oír eso!—dijo feliz mientras juntaba sus manos y sonreía. —Mucha cháchara, ¿qué hay del entrenamiento, muchacho?—interrumpió el abuelo. Pyroar se mantenía a su lado con una pose que demostraba poder. —Bueno... hemos entrenado mucho, incluso empezamos un entrenamiento intensivo con una amiga, pero tuvimos que dejarlo porq- —no pude terminar la frase, el sonido de la mesa siendo golpeada me interrumpió. —¿¡Lo ves, Dalia!? ¡Es un flojo! ¡Seguramente se la pasa vagando con sus amigos o perdiendo el tiempo con sus aparatos electrónicos!—gruñó el anciano—. ¡Esas máquinas se apoderan de su mente! —Cálmate, Bel, deja que Chad terminé—dijo con una serena sonrisa. El abuelo se sentó de vuelta y se cruzó de brazos esperando que continuase. —Bájale un cambio, anciano—me quejé por su demostración de impaciencia. —¿¡A quién le dices anciano, bebito llorón!?—interrogó poniéndose de pie otra vez—. ¡Lo recuerdo muy bien, no creas que se me olvida! "Ay, son las 2:00 de la mañana, déjame dormir, abuelo", "Ésta canasta de rocas está muy pesada, abuelo", "Hace 3 días que no como, abuelo", "Las personas no son inmunes al fuego, abuelo", "Los pokémon salvaje no se pueden capturar sin pokéball, abuelo" ¡eras un llorón! —¡Tenía como 7 años, viejo desquiciado!—me quejé apuntando al anciano. —¡Excusas baratas!—dijo volteando la cabeza, tomando asiento. —Bueno... ¿y cómo vas con tus pokémon, mi cielo?—preguntó la abuela, tratando de cambiar la atmósfera de tensión. —Oh, he atrapado un montón. Tengo un buen equipo, aunque me faltan algunos tipos para ventaja estratégica—informé acomodándome en el taburete—. Tengo un Tyranitar, un Aggron, un Dusknoir, un Arcanine y varios más. —¡Asombroso, éres todo un entrenador ahora!—elogió la dulce anciana. ... Charlamos otro rato, sobre cosas referentes a mi día a día. Finalmente saltó la duda y les pregunté: —¿Qué hay de papá? ¿está en casa?—quise saber y lo busqué con la mirada, sabiendo que no lo vería de esa manera. —Ahora no está, lo siento, Chad... ya sabes como es él, ser líder de gimnasio lo tiene muy ocupado—dijo la abuela, aunque no era su culpa. —Ya veo... —dije un poco desilusionado, realmente tenía ganas de verlo. —¡Oh, hablando de tu papá! —dijo de pronto, como recordando algo—. Tiene un regalo para tí, quería enviartelo en Navidad pero no pudo ubicarte—dijo con una sonrisa. —¿¡En serio!? ¡Genial! ¿qué es?—pregunté con emoción. En verdad no me importaba qué fuese, lo que sea que viniese de papá era bueno. —Es una sorpresa, lo sabrás cuando te llegue—dijo con un toque de misterio en su voz. Luego vi el tiempo de duración de la llamada y ya había pasado media hora, no quería hacer esperar mucho a Elisa. —Está bien, lo esperaré con ansias—dije sonriendo—. Debo irme, alguien me espera, abuelita. —¿Es una chica?—dijo con un tono de complicidad. —S-sí, pero no es lo que piensas... —aclaré para que no hubieran malentendidos. —¡Lo que faltaba, salió como su padre! ¡Ese maldito mujeriego! Debería estar concentrado en su entrenamiento, pero no!—se quejó el viejo, pero nadie le hizo caso realmente. —Está bien, cariño, puedes irte, llama más seguido—dijo con una sonrisa—. Te queremos mucho, Chad, ¡cuídate, mi cielo! —Yo también los quiero, abuelita—le dediqué una última sonrisa—. Adiós, viejo—me despedí con una sonrisa burlona y desconecte la llamada. Lo último que pude ver fue al abuelo saltar de su silla para, seguramente, quejarse de nuevo. Me puse de pie y me estiré, apagué la máquina y fui junto a Elisa. La entrenadora estaba jugando con un Plusle que no recordaba como parte de su equipo. —Disculpa, me tarde demasiado—dije apenado. La había hecho esperar demasiado. Contenido oculto @EliLover
Kyotsuke Mientras brendan hablaba con esa chica yo me escabulli y me fui a la tienda a ver que necesitaba ese chico —Algun dia superare mi miedo a las chicas.
Mimi Honda —Te equivocas— le respondí nada más terminó de hablar. Steve me dirigió una mirada que divagaba entre la curiosidad y el escepticismo. Parecía incrédulo y molesto. Como si me estuviera burlando de él... Pero yo no me retracté de mis palabras—. Ser la hija de un empresario de éxito no es tan brillante como pueda parecer. Yo he pasado por eso, he vivido amistades falsas. Mi voz decayó varios tonos, y se hizo más frágil, impropia de mí, cuando terminé de pronunciar aquellas palabras. No me gustaba en lo absoluto recordar aquellos episodios de mi vida. Esos momentos donde había empezado a formarse la impenetrable coraza que protegía mis emociones del mundo exterior. Pertenecía al pasado, y no había tenido necesidad alguna de recordarlo si no hubiese sido por Steve y sus estupideces. —La gente... —continúe—. La gente solía aprovecharse de mí por mi dinero, porque era la hija de Honda. Nunca he sido una persona demasiado popular, ¿entiendes? aunque dé la impresión de todo lo contrario, así que sencillamente me callaba y lo dejaba estar. ¿Estás satisfecho? ¿Era esa la respuesta que esperabas? No aguardé una contestación por su parte. No me interesaba en absoluto lo que un plebeyo pudiese pensar, estaba cansada de estar allí de pie y de lastimarme a gritos la garganta. Sencillamente volví sobre mis talones para marcharme. —Bien, en ese caso he terminado aquí—dije, con un tono seco, mas no molesto—. Raiden, vámonos. Y sin volverse a mirar al joven entrenador, el pokémon eléctrico se dio la vuelta y caminó tras mis pasos.
Salí caminando con rumbo al Centro de la Ciudad Tempera para comprar las cosas y comenzar con la construcción de la casa, ya había mandado a Hydreigon a notificarle a los otros que comenzaran a cortar el árbol que había caído mientras yo compraba los materiales, después de notificarles debía de regresar junto con Altaria y Druddigon para poder transportar los materiales hasta el bosque.
May Agarre con fuerza mi mochila, mientras la colocaba en mi hombro y mire hacia afuera de mi cada. Hoy había sido él gran día. Por fin me habían dado mi primer pokemon. — Hija...¿estas segura de que quieres irte? — me pregunto mamá mientras me miraba, a lo que asentí sin dudar. — No te preocupes por mi mamá, ¡prometo que estaré bien!, además, tengo a Amelia, ella cuidara de mi...— dije mirando a una pequeña Minun que un día mi padre había traído a mi casa. — E-Esta bien...—dijo mi madre mientras trataba de no llorar — Oh, vamos mamá —dije dejando caer mi mochila y me acercaba a mi mamá y le quitaba las lagrimas con mi dedo. — No me pasara nada, lo prometo...así que por favor, déjame ir. Mi madre asintió, mientras se limpiaba las lagrimas. — Amelia, cuídala mucho, por favor. — Amelia, asintió con fuerza. — Bueno...ya es la hora. — tome nuevamente mi mochila y mire hacia enfrente, no pude evitar sonreír, esperaba que un montón de retos me esperaran. —Vamos, Amelia. Se trepo rápidamente hasta mi hombro, donde se acomodo. — Adiós, mamá — dije agitando mi mano mientras caminaba mirando hacía atrás, hasta que después de un tramo, no pudiera divisar a mi madre, mire ya para enfrente. Sabía que era egoísta de mi parte irme, pero el recuerdo de mi padre me atormentaba, y no podía seguir en esa casa...y más sabiendo que mi padre había... Agite con fuerza mi cabeza, despejando mis pensamientos. — ¡Vamos Amelia, vamos al centro! No ganaba nada culpándome, mi padre estaba muerto y no podía hacer nada.
Estaba por responder cuando tomo a su Plusle y tras decirle que pronto iría a jugar con él se marcharon. Suspire un poco y quite a Drifloon de mi cabeza para poder mirarla a modo de disculpa, estaba molesta por mis comentarios hacia el tipo eléctrico. —Ya sabes como me pongo con los lindos pokémon —intendente excusarme, pero fue inútil, solo gane otra mirada molesta de su parte, decidí dejarlo hasta allí, ya se le pasaría. Estaba por volver a mi asiento cuando escuche la voz de Chad, volteé en dirección del sonido de su voz y lo vi acercándose con Fósforo. Le mostré una sonrisa cuando llego a mi lado y solté a Drifloon para que se posara nuevamente en mi cabeza. —No te preocupes —dije sin borrar la sonrisa —. Vi a Brendan y a su lindo Plusle —le conté emocionada al hablar del lindo pokémon, pero me gane otra mirada de molestia de parte de mi fantasma —, dijo que si quieres verlo iría al bosque del lago. Contenido oculto Ya lo dije pero lo repito, no metas a Elisa a tus discusiones con tu abuelo e.e @Hey Miguel
Por fin en el Centro de la Ciudad caminaba observando las calles y todas las tiendas que tenia, Necesitaba comprar los materiales para la casa, aunque después de haberlos comprado, al salir casi no lograba ver por todas las bolsas, y aun así debía dirigirme a la zona de carga para tomar todas las tablas y el material pero era un desorden con todo en mis manos.
—¿Brendan?—repetí tratando de ubicarlo y luego lo recordé. Si no me equivocaba era amigo de Hubert y de ahí nos conocíamos—. Bueno, no tengo apuro. Además prometí acompañarte a donde quisieras ir, así que tú decides—le sonreí a la entrenadora.
May Mire a todos lados mientras caminaba, este era mi pueblo natal, pero ahora, viéndolo desde otra perspectiva, de una donde yo me cuidaba mis espaldas y era libre, era aún más grande, a mi parecer. Siendo sincera, no estaba prestando atención a mi camino, pero la preste cuando sentí que me golpe contra algo y caí al suelo. — A-Auch, eso duele...—dije mientras me sababa mi espalda. @Arno Dorian