Ciudad Témpera

Effy había bajado de mi Altaria, devolví a mi amiga a su pokébola dispuesta a entrar al centro pokémon, cuando Chad apareció disculpándose. Intente no reír cuando nos contó que Fósforo se había caído de su Altaria, pero fue inútil y una pequeña risa se escapo de mis labios.

—No te preocupes —dije entre pequeñas risas, mire a mi Drifloon, la cual se encontraba en la misma situación que yo, seguramente ella no reía a carcajadas debido a la mirada molesta que el tipo fuego/lucha tenia.

 

—Cambio —anuncié con serenidad. Con un ágil movimiento de manos, regresé a Banette y lancé una segunda pokébola al campo de batalla— ¡Esquiva, Lucario! —el luchador de acero eludió ágilmente el Brillo de Espeon apenas se materializó en el campo de batalla.


LUCARIO: Lucha/Acero (Asesino)
Justiciero: Sube el ataque en 10 cuando recibe un ataque tipo siniestro
Salud: 140/140
Fuerza: 265 (40)
Resistencia: 160 (20)
Agilidad: 1/2 (100 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Esfera Aural (60 Potencia, Lucha, ineludible) (Usos: 2/2)
-Copión (Realiza el mismo ataque que usó antes el rival) (Usos: 5/5)
-Puño Bala (30 Potencia, Acero, se esquiva con dos puntos de agilidad) (Usos: 5/5)
-Detección (Evita un ataque sin gastar un punto de agilidad) (Usos: 2/2)

[Espacio Raro: 1/3]

 

Tras descender en la familiar Ciudad Témpera, le agradecí al Altaria de Elisa por el suave y cómodo viaje hasta aquí a la vez que bajaba de una vez a la tierra… y en eso llegó Chad, quejándose de haber tardado por haber ido a rescatar a Fósforo. Cosa que, obviamente, nunca hubiese pasado si lo hubiese regresado a su pokebola como toda persona normal haría… pero me guardé ese pensamiento para mí misma.

—Vayamos al centro pokémon… si no está en la Torre, seguro Emily estará ahí. Y si sigue en la Torre, podemos comprobarlo por las pantallas de ahí —comenté, y tras decir esto me apuré a atravesar las puertas del centro.

Una vez dentro, lo primero que miré fueron las pantallas que televisaban las batallas de la Torre… sólo había una batalla en progreso, la de Mitsuki, al parecer Emily ya había terminado. Me acerqué a Joy para preguntarle si la había visto, mientras que de paso le tendía la pokebola de Jolteon; el tipo eléctrico aún seguía herido por los golpes cortesía de Gengar y Blaziken.

—Oh, Emily es la chica que tiene un Espeon, ¿verdad? —preguntó Joy, a lo cual asentí con la cabeza—. Sí, se ha dirigido hacia la parte de atrás con otro amigo tuyo, Hubert… tenían pinta de que iban a tener una batalla.

Asentí con la cabeza, a la vez que Togepi usaba sus poderes psíquicos para hacer levitar la pokebola de Jolteon, totalmente sanado, hasta mis manos. Agarré el esférico y salí corriendo hacia la parte trasera, dispuesta a encontrar a mi medio de transporte principal. Digo, a mi queridísimo Skarmory, claro.

 

Salí de la torre con una sonrisa en mis labios, me sorprendía un poco el echo que después de esta batalla aun me quedaran ganas de otra pero debía contenerme un poco, mis pokemon necesitaban descansar un poco y que ellos estén bien era mi mayor prioridad.

Aunque, no estaba tan feliz por haber ganado la batalla sino al ver que Gib y Togetaro estaban muy fuertes, y sino mal recuerdo, esta era la primera batalla de Gib y creo que de Togetaro.

Tras un corto recorrido llegué al centro pokemon, entré a este y les di mis tres pokemon a la enfermera Joy para que me los curara; espere varios minutos hasta que Joy me entregó las pokeballs, yo las tome y las puse en mi cinturón.

—Gracias..—Le dije sonriendo para luego hacer antes que ella una rápida reverencia en señal de agradecimiento y me dirigí a uno de los sillones que había en el CP para descansar un poco, ya vería a quien retar después.

 

—Vamos Chad, primero hay que curar a nuestros pokémon, luego vamos a la torre —lo tome del brazo y lo lleve al centro pokémon, siendo seguidos por Drifloon y por Fósforo.
Solté el brazo de Chad una ves dentro para rebuscar en mi bolso la pokéball de Gengar, era el único dañado, al encantarlo camine hasta el mostrador, una sonriente Joy me recibió, le entregue a mi amigo y esta amablemente restauro sus energías al cabo de pocos segundos. Con una sonrisa volví con el entrenador.

—Yo estoy lista —informe, sentí un movimiento y vi como Gengar se materializaba frente a mi, sano y salvo —. ¡Gengar! —dije con alegría para abrazarlo —, tu mega evolución fue fantástica, estuviste maravilloso —le dije separándome y acariciando su cabeza, Drifloon levito sobre Gengar y termino posada en la cabeza de este, una pequeña risa se asomo por mis labios, se llevaban bien.

 

Mimi Honda

El sol empezaba a teñirse de ocre cuando Skarmory posó sus garras sobre el suelo de ciudad de Témpera. A diferencia de Swellow, este pokémon se había dejado la delicadeza por el camino, y sus movimientos eran algo bruscos y toscos. ¿Cómo podía Effy volar en esto todo el tiempo? ¡A mi me resultaba incómodo!

El Rayquaza de Alpha llegó después, con algo más de gracilidad, y descendiendo la cabeza permitió que bajase su entrenador al suelo. No pude evitar preguntarme dónde había atrapado un pokémon así... ¿Un Rayquaza? ¡Era un pokémon legendario! Una criatura de siete metros que según la historia había creado los cielos. Me limité a sonreír levemente, y descendí de Skarmory lo más ágilmente que pude. Algún día, en algún combate, sería capaz de enfrentar y vencer algo así.

Pero hoy no sería ese día. Tal y como estaba actualmente, una cosa como esa me destrozaría; y además, había algo que llevaba algún tiempo dando vueltas en mi cabeza. Una vez Joy hubo sanado a nuestro equipo, y nuestros pasos se dirigían a la cafetería, no puede evitar preguntarle:

— Ahora que lo pienso... ¿y Destiny?—dije—. Estaba contigo la última vez que la vi...

Aunque era incapaz de recordar lo que había pasado en la batalla de Arceus, sí que recordaba nuestro último encuentro, y todo lo que había dicho aquella vez. Había degradado a Alpha de una forma ingeniosa pero muy cruel delante de ella. Ni siquiera había pensado lo que decía... Acaso... ¿había subestimado mi poder de persuasión y ahora él estaba solo por mi culpa? ¿Qué tontería era esa? De todos modos, hice un esfuerzo por disculparme.

>> Esto... S-si te ha dejado por lo que dije, yo...— me rasqué la mejilla, nerviosa—. Lo siento. Sabes que en realidad no pienso que seas un Ditto gigante...

 

En la parte trasera del centro pokémon, en una de las arenas de combate, encontré finalmente a Emily y a Hubert, que se encontraban súper concentrados en su enfrentamiento; Espeon y Lucario se encontraban dispuestos a dar su máximo. No quería interrumpir tan intensa batalla, pero Emily me notó enseguida y se dio cuenta de lo que hacía allí.

Le grité que me arrojara la pokebola de Skarmory desde allí, que la atraparía… Emily finalmente hizo lo que le pedía y la lanzó; por poco y no lo logró, pero pude atraparla. La guardé con las demás y regresé al centro pokémon tras despedirme y desearle a ambos buena suerte.

Una vez dentro, me dirigí directo a la entrada, dispuesta a salir y volar hacia la isla… pero noté a Mitsuki en uno de los sillones cercanos al televisor. Recordando que había visto su batalla en la Torre brevemente (pero claramente estaba por ganarla), me acerqué para felicitarla.

—¡Mitsuki! Felicidades por ganar en la Torre… aunque sólo vi el final, parecía que fue una buena batalla —le comenté a la joven.

 

—Esto no estaba en mis cáculos —comenté, más para mí mismo—. Hora de cambiar de planes: ¡Esfera Aural! —exclamé, señalando en dirección a Emboar. Lucario cargó entre sus garras una potente esfera de energía azulada, la sacudió el césped del campo al ser lanzada contra el pokémon de Emily.


LUCARIO: Lucha/Acero (Asesino)
Justiciero: Sube el ataque en 10 cuando recibe un ataque tipo siniestro
Salud: 140/140
Fuerza: 265 (40)
Resistencia: 160 (20)
Agilidad: 1/2 (100 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Esfera Aural (60 Potencia, Lucha, ineludible) (Usos: 1/2)
-Copión (Realiza el mismo ataque que usó antes el rival) (Usos: 5/5)
-Puño Bala (30 Potencia, Acero, se esquiva con dos puntos de agilidad) (Usos: 5/5)
-Detección (Evita un ataque sin gastar un punto de agilidad) (Usos: 2/2)

[Espacio Raro: 2/3]

 

—Sal, Bane. Renueva el Espacio Raro y esquiva.


BANETTE: Fantasma (Potente)
Insomnio: No puede quedar dormido.
Salud: 128/128
Fuerza: 198
Resistencia: 128
Agilidad: 0/3 (65 de Velocidad)
Movimientos:
-Golpe cabeza (40 potencia, Normal)
-Pulso Umbrío (60 Potencia, Siniestro) (Usos: 3/4)
-Sombra Vil (30 Potencia, Fantasma; para esquivarlo, se necesitan 2 puntos de agilidad) (Usos: 5/5)
-Espacio Raro (Se invierten los puntos de agilidad de ambos pokémon: 0 puntos pasan a ser 5, 1 punto pasa a ser 4, 2 pasan a ser 3. El efecto perdura mientras el pokémon siga en pie, pero si el pokémon que lo usó se retira, durará 3 turnos activo; tendrá que volver a salir al campo antes de que acaben los 3 turnos para “renovar” el efecto) (Usos: 0/1)

 

—Y ahora regresa y ve tú a la carga —lancé mi tercera pokébola en este encuentro—, Aggron... Esquiva.

Profiriendo un rugido metálico, el sólido pokémon se interpuso en el camino de Emboar.


AGGRON: Acero/Roca (Resistente)
Robustez: un movimiento que lo aniquilaría teniendo todos sus PS, le hace resistir con 1 PS.
Salud: 140/140
Fuerza: 170
Resistencia: 240
Agilidad: 3/4 (50 de Velocidad)
Movimientos:
-Cabezahierro (50 Potencia, Acero)
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Poder Pasado (60 Potencia, Roca) (Usos: 4/4)
-Trampa Rocas (Pone una capa de rocas; resta 20 PS a aquel pokémon que use un ataque de contacto o salga al campo. Se aplican las efectividades a roca en cuanto a los PS perdidos) (Usos: 1/1)

[Espacio Raro: 1/3]

 

—Esquiva y coloca tu Trampa Rocas.


AGGRON: Acero/Roca (Resistente)
Robustez: un movimiento que lo aniquilaría teniendo todos sus PS, le hace resistir con 1 PS.
Salud: 140/140
Fuerza: 170
Resistencia: 240
Agilidad: 2/4 (50 de Velocidad)
Movimientos:
-Cabezahierro (50 Potencia, Acero)
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Poder Pasado (60 Potencia, Roca) (Usos: 4/4)
-Trampa Rocas (Pone una capa de rocas; resta 20 PS a aquel pokémon que use un ataque de contacto o salga al campo. Se aplican las efectividades a roca en cuanto a los PS perdidos) (Usos: 0/1)

[Espacio Raro: 2/3]

 

Alpha.

Ya aterrizando en la ciudad bajé de la cabeza de Rayquaza, como siempre hubo escándalo por el pokémon o por mí. Al parecer no era tan normal como en mi cabeza que un legendario llegase a una ciudad con su entrenador. Ya cuando pude alcanzar a Rayquaza con el rayo rojo de la esfera entré al lugar de curación junto con Mimi.

Entonces con pokémon curados una pregunta apareció. Era sobre Destiny y nuestra relación.
—No me ha dejado, de hecho estaba en la Pradera—Le hablé pasando mis brazos tras mi cabeza.—. Sí, por desgracia era la tipa de cabellos blancos—No sé qué habrá pensado ella al momento de hacer ese cambio de look, pero supongo que estaría a al moda o alguna tontería de mujeres.—. ¿Por qué se haría eso? ¿Algún cambio de "moda"?

Al final con la charla habíamos llegado a la cafetería, ahí se supone que comeríamos algo para luego continuar la aventura.

 

—¡Rápido, Aggron! ¡Esquiva y contraataca con Poder Pasado! —comandé. Ésta era la última oportunidad para aprovechar su velocidad ya que, cuando llegara nuestro siguiente turno, el Espacio Raro se desvanecería.


AGGRON: Acero/Roca (Resistente)
Robustez: un movimiento que lo aniquilaría teniendo todos sus PS, le hace resistir con 1 PS.
Salud: 140/140
Fuerza: 170
Resistencia: 240
Agilidad: 1/4 (50 de Velocidad)
Movimientos:
-Cabezahierro (50 Potencia, Acero)
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Poder Pasado (60 Potencia, Roca) (Usos: 4/4)
-Trampa Rocas (Pone una capa de rocas; resta 20 PS a aquel pokémon que use un ataque de contacto o salga al campo. Se aplican las efectividades a roca en cuanto a los PS perdidos) (Usos: 0/1)

[Espacio Raro: 3/3]

 

Me levante del sillón para salir del centro pokemon al no encontrar nada entretenido, pero cuando iba a dar un paso alguien grito mi nombres y antes de que me volteara llego donde estaba yo y me felicito por mi victoria en la torre; En ese momento reconocí la voz y era la de Effy.

Di media vuelta hasta ver y confirmar que si era la rubia, yo le sonreí ampliamente.

—¡Effy! muchas gracias —Le respondí sonriendo antes de pensar en algo—Etto...¿Estas libre en estos momentos?