Crystal Me separé de él antes de que pudiera atacar mi cuelo y con un movimiento rápido me puse encima suya. Le agarré de las muñecas y sonreí con el ceño fruncido. —Te tengo— dije de forma seductora.
Vantage Su movimiento rapido me sorprendió y en un abrir y cerrar de ojos estaba a su merced. —Vaya...que buena vista tengo—Dije mientras miraba por debajo de su cuello. Ella un poco avergonzada aflojo un poco, y aproveche. Sin embargo ella volvió con un giro a ponerme debajo. —Me...me rindo—Dije sonrojado y con la respiración un poco más agitada.
Crystal —Vaya... El poderoso Vantage se rinde antes los encantos de una mujer— dije para picarle. Luego no pude evitar reírme y me tumbé a su lado. Le di un beso en la mejilla. -Te quiero- le susurré al oído.
Vantage Aproveche para poner encima de ella y sujetarle las muñecas. —Nunca debes bajar la guardia, ahora me toca vengarme—Dije mientras la besaba fuertemente. Al separarme vi como ella intentaba tomar aire. La bese en el cuello y suavemente fui descendiendo. —¿Deberia parar?—Pregunte de forma picara esperando su respuesta.
Crystal Me estremecía con cada beso que me daba. Luego me preguntó si debería parar. Miré hacia la ventana. Fuera aún llovía. —Todavía llueve, así que puedes seguir— dije sonriente. Luego llevé mi boca hacia la suya y nos dimos un largo y profundo beso.
Vantage Solte sus muñecas para evitar hacerle daño, luego me quite la camisa tirandola al suelo. —Bueno, si me lo pides de esa forma—Comente sonriendo. Luego volvi a los besos y poco a poco fui bajando cada vez más notando como ella se estremecia.
Crystal —Encima... Serás... Es como si fuera un esfuerzo para tí...— dije quejándome ante lo que dijo. Pero no pude seguir hablando. Nos dejamos llevar entre besos y caricias. Y el tiempo se pasó volando. Antes de que me diera cuenta, había dejado de llover, y Vanatage y yo estábamos ahí, uno tumbado al lado del otro, suspirando y pensando en lo que acababa de pasar. Notaba mi pelo revuelto y vi mi ropa en el suelo, junto a la de Vantage. Sonreí. Luego me giré para verle a él. —Ya ha dejado de llover— dije sonriente.
Vantage —Si, tienes razon—Dije suspirando y tomando aire. Luego me gire y le di un beso en la mejilla. —Voy a ducharme, puedes quedarte descansando si quieres—Comente sonriente. Me levante y me agache para coger mi ropa interior y me la puse. Luego abri el cajón y agarre la ropa limpia. Vi como Crystal se quitaba la manta y se estiraba un poco, le molestaba la manta para moverse. —Te podias haber tapado o ponerte las manos detrás—Comento sonrojada y sonriendo. Yo le mire extrañado. —Bueno, tampoco me ha molestado—Decia ella con una sonrisa. —A mi no me molesta tampoco verte asi—Respondi mirandola. Entonces ella se miro y se acordo que no llevaba ropa y se tapo rapidamente con la manta roja. —No es nada que no haya visto ya—Dije riendo para picarla. Ella seguia roja y me miro, nos quedamos callados unos segundos antes de reirnos juntos. —Bueno, voy a lavarme—Comente abriendo la puerta.
Crystal Estaba roja a más no poder. Vi cómo Vantage se iba al cuarto de baño a ducharse. Yo me quedé en la cama, pensativa. —La verdad que a mi también me vendría bien una ducha— dije mientras miraba al techo. Unos segundos después me incorporé y agarré la sábana. Me la enrollé al rededor del cuerpo, cogí mi ropa del suelo y me dirigí a mi habitación. Allí busque ropa limpia. Cogí unos vaqueros, una camiseta y unas playeras. Me senté en la cama a esperar a que Vantage saliera. Mientras esperaba me acordé de lo que había pasado momentos antes en la otra habitación y no pude evitar sonrojarme. Suspiré. Vantage me trataba como toda una dama.
Vantage Fui a la ducha y me lave tranquilamente y feliz. Todo me iba bien y eso me hacia muy feliz. Tras un buen rato bajo el agua del grifo sali de la ducha, agarré la toall y me seque bien. Luego me pusé la ropa limpia, unos vaqueros, una camiseta negra y unas botas. Después me mire al espejo y me peine el pelo. —Bien, todo listo—Pensé mientras salia del cuarto. Cuando fui al cuarto faltaba mi sabana y Crystal no estaba. Fui a su cuarto y estaba con la sabana enrollada. —Cariño, ya puedes usar la ducha, y luego deja la sabana en mi cuarto por favor—Dije riendo viendo esa escena. Ella inflo sus mofletes a modo de enfado para luego soltar una leve risa. —Por cierto, tengo un regalo para ti, bueno...es una sorpresa. Luego te la doy—Dije antes de marcharme a mi habitación.
Crystal Me quedé perpleja ante las palabras de Vantage, pero antes de que pudiera decirle nada, se dirigió a su habitación. Yo me dirigí rápidamente hacia la ducha. En un cuarto de hora ya me había duchado, vestido y peinado. Estaba ansiosa por saber que me iba a regalar Vantage. Salí rápidamente a su habitación con la sabana en la mano y la dejé sobre la cama. Luego me giré a mirarle. Le miraba con ojitos y el se rió.
Vantage Las acciones infantiles de Crystal siempre me sacaban una sonrisa. Asenti y busqué su sorpresa. Saque una caja y la abri, de ellos saqué dos guantes blancos. Ella extrañada por el regalo, tuve que explicarle. —Estos guantes son mágicos, el de la derecha permite un agarre firme del arco, el de la izquierda utiliza tu poder mágico para crear flechas poderosas capaz de atravesar paredes y muros—Le explique detalladamente. Ella escuchaba toda la explicación. —Creo que deberiamos ir a entrenar porque necesitamos mejorar nuestras habilidades, y de esta forma haremos las misiones más rapidos—Termine mientras le daba los guantes. Crystal tomo los guantes y los miró. —Lamento si te he decepcionado con el regalo, supongo que te esperabas alguna joya—Rei algo nervioso.
Crystal Me quedé sorprendida, mirando los guantes. —Para nada, me encantan— dije sonriente— ¡Gracias a tí me transformaré en la mejor arquera del reino! Me lancé a sus brazos para abrazarle y luego le planté un buen beso en los labios.
Vantage El beso me tomo por sorpresa pero lo correspondi encantado. Luego saque unas dianas y unos muñecos grandes con forma humana. —Con esto podrás prácticar, ¿quieres que vayamos al bosque?—Le pregunte mientras sacaba más artilugios. Encontre por suerte otros muy parecidos pero eston tenian una gema mágica que cuando se activaban luchaban contra el que la activaba. Así se lo explique a Crystal quien se habia puesto los guantes. —Te quedan bien—Le dije mientras ella los miraba. —Gracias—Respondio ella feliz. También encontré una foto de hace años cuando era pequeño, en la foto me veia junto a mis compañeros del dojo donde entrenamos nuestras habilidades. Apareciamos 4 personas, Helen la chica rubia, Edgar el chico de pelo rojo, Manuel el chico más bajito y yo en mitad de la foto. Ella queria ver la foto cuando la saque y me la quitó de las manos y se pusó a verla.
Crystal Le quité la foto de las manos con curiosidad. —¡Ohhh... Que cosa más mona por dios!— exclamé mirándolo y comparándolo con el de la foto. Luego miré fijamente la foto y caí en algo— Un momento...¿No me contaste alguna vez que no te criaste con ninguna niña?
Vantage —Era la hija de un amigo del maestro, de hecho solo la vi esa vez. Insistió en salir en la foto—Rei recordando esa escena. Ella miro la foto comparandome con ahora. —Realmente era buena espadachina, hasta que la derrote en un combate jaja—Comente mientras ordenaba unas cosas. Ella se acercó a mi con ojitos de cordero...algo queria. —Quiero una foto tuya de pequeño—Me dijo sin parar de mirarme. Rebusque entre mis cajones en busca de una en particular, la encontre en un albúm y se la di. En ella aparecia con el traje del dojo y una espada en la cintura. Tenia los brazos cruzados y sonreia feliz.
Crystal —Ohhh... ¡Me encanta!— exclamé entusiasmada. Aquella foto me había derretido el corazón. Luego el me miró, arqueando las cejas. No hizo falta que me dijera nada. —Mm... ¿Tu también quieres una mía no?— dije suspirando. Luego negué con la cabeza y mi expresión se volvió más triste.—Yo... Sólo tengo una foto... Rebusqué entre los bolsillos de mi cartera y la encontré. Era una foto vieja, de cuando yo tendría 7 años. En ella se veía a una niña de pelo castaño oscuro y dos pequeñas coletas que miraba al frente asustada. Estaba cogida a la mano de un hombre adulto, cuyo rostro no se llegaba a ver porque en ese sitio, la fotografía estaba rota. —Yo... he cambiado mucho... Empezando por el pelo— dije mientras bajaba la mirada hacia mi pelo plateado y le daba la foto a Vantage.
Vantage Senti tristeza al verla asi. Rechaze la foto, la atraje hacia mi y la bese de la manera más dulce posible. —De pequeña eras guapa, ahora estas muy guapa y eres toda una mujer—Le susurre. Pense una cosa. —Podriamos hacernos una foto, y dentro de años una foto aunque nose si cabran los 30 hijos—Dije serio mientras pensaba. Entonces nos reimos, ella estaba un poco mejor.Entonces le di un fuerte beso hasta dejarla sin aliento. —Ahora soy tu familia y tu eres la mia—Dije mirandola a los ojos. Ella parecia a punto de llorar.
Crystal Las palabras de Vantage me emocionaron mucho. Estaba a punto de llorar. Le abracé tiernamente. Luego nos separamos y Vantage me miró estrañado. —¿Por qué te teñiste el pelo? Te quedaba bien el castaño— me dijo acariciandomelo. Yo sone tristemente negando con la cabeza y mirando hacia mi pelo. —No me lo teñí— le dije mirándole a los ojos. Tomé aire antes de volver a hablar, poca gente sabía esta parte tan dolorosa de mi vida— Poco tiempo después de echarme esa foto, el gremio de mi padre llegó a su extremo conmigo. Se les fue mucho la mano. Me maltrataban para que sacará mi poder. Ellos sabían que yo podría llegar a controlar el diamante, pero nunca llegaba a hacerlo. Un día me torturaron hasta quedarme sin fuerzas, estuve apunto de morir. Ese día sentí tanta rabia y desesperación por dentro que logré liberar el poder del diamante. Logré transformar todo mi cuerpo en diamante. Duró poco, pero les fue suficiente. Cuando volví a mi estado normal estaba muy débil y malherida. Mi cabello se volvió plateado.... al día siguiente me escapé, a pesar de haber estado sin fuerzas. Y años después aquí estoy— dije encogiendo me de hombros.
Vantage Cuando Crystal me contó toda aquello sobre su pasado, el color de su pelo y demás al principio sentí una gran tristeza. Pero poco a poco la ira y la furia iban apoderandose de mi. Luego de darle un tierno abrazo para animarla me separé un poco de ella. —Dime...Crystal...¿cómo se...llama ese gremio oscuro?—Le pregunte tratando de mantener la calma. —Pues...Demonios de las sombras—Respondio ella aún triste. —¿Por?—Me preguntó ella. —Tengo un amigo en la ciudad, él quizás me de una pista de su paradero—Respondi tirando las dianas y muñecos al armario. Ella me miró extrañada. —¿Qué planeas?—Preguntaba Crystal secandose aún las lagrimas. Yo me gire hacia ella con alguna lagrima en los ojos. —Voy a buscarlos, cuando los encuentre les hare pagar por todo lo que te hicieron—Dije guardando mis espadas en la funda y poniendolas en la cintura. Después saque la espada de las sombras de mi mano invocandola. Tenia la empuñadura negra y el filo un rojo oscuro. —Escuchame bien Crystal—Dije acercandome a ella. Ella sintió miedo al verme actuar así y incluso temblaba. Me acerqué más y le di un beso dulce. —No permitire que nadie te haga daño, no dejare que se aprovechen de ti ni mucho menos que esos que te hicieron aquellos esten libres—Dije mientras me alejaba un poco. Luego le ofreci mi mano. —Eres mi princesa y te protegere—Dije esbozando una sonrisa.