Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

[Habitación de Bergren]

—Intenta no moverte demasiado~ —pedí con una gran sonrisa engalanando mi rostro.

La Chica Conejo estaba demasiado adolorida como para incorporarse de la sorpresa, por lo que sólo pudo girar la cabeza sin despegarla de la almohada.

No era cierto lo que había dicho a la Doncella, aquello de que llevaría a su hermosa amiga a la enfermería. En realidad, nuestro destino fue la habitación que me habían asignado en la Academia. Omega estaba ausente, presumo que andaba por ahí, haciendo cochinadas con su nueva "amiguita" (daba la sensación de que quería seguir mis pasos). Pero para asegurarme de que no se apareciera de improvisto, clausuré la puerta con un hechizo: por más potentes que fueran sus intentos, le llevaría tiempo derribarla.

La ventana de la habitación estaba abierta. Las finas cortinas danzaban como fantasmas blancos y se separaban cada tanto, para dejar ver el cielo azul oscuro, repleto de estrellas. La llama tímida de unz vela era toda la luz que teníamos.

En cuanto a mí, observaba a la Chica Conejo sentado en una silla, la cual había colocado junto a mi cama. Ella estaba apenas cubierta por las sábanas, ya que se había movido tanto entre sueños que las mismas se descorrieron hasta dejar al descubierto la mitad superior de su cuerpo, así como la pierna derecha. La falda del uniforme estaba algo levantada, podía verle parte de la ropa interior. Asimismo sucedió con la camisa: se deslizó hasta la zona del busto de Satoko, pero sin revelar su brasier. Un moretón alargado y doloroso ardía en uno de los costados de su abdomen descubierto... Tal vez, provocado por una espada sin filo...

—En cuanto a tu pregunta... —dije, acercándome a un poco más a ella, con silla y todo— Diría que la profesora Agnes cometió el crimen de lastimar tu hermoso cuerpo... Pero no te preocupes, Chica Conejo... Me encargaré de que estés como nueva...

Entonces ella pudo ver, a la luz de la vela, cómo hacía girar mi varita mágica entre los dedos...

 

Cuando termine de practicar un show con Fire en el patio delantero, lo encogi en un tamaño pequeño y este se poso en mi hombro mientras saltaba con una amplia sonrisa por los pasillos, tenia suerte de que no estuviera nadie a mi alrededor o pasaria una posible verguenza.

Luego de unos minutos llegamos a la habitacion E, donde abri con cuidado la puerta y vi a Eliza dormida, me acerque un poco y la arrope ya que estaba desaropada.

Tras hacer eso me separe de su cama y me desabotone los primeros botones de la camisa y me puse a buscar mi pijama, tras encontrarla me la puse y me recoste en mi cama con Fire en el copee de la cama para dormir.

Tras aroparme para no pasar frio, cerre los ojos y me quede dormida.

 

Matthew

Una vez que llegué a mi habitación pude darme cuenta de algo no esencial pero se me hacía algo bastante curioso, mi compañero de cuarto ni siquiera estaba allí, ¿dónde dormía aquel chico?, ¿le darían pánico los cuartos y por eso se rehusaba a entrar a uno?. Bueno eso era lo de menos, si estaba la habitación para mi sola era mejor, cerré la puerta tras entrar y me deshice de mi camisa del uniforme junto con mi pantalón de vestir y me coloqué un pans. Tan solo esperaba que a mi compañero no se le ocurriera llegar con un escándalo a la habitación y tuviera que obligarme a despertar.

 

—¿Seguro? Porque me parece que te has dado algún que otro golpe por allí, y cuando reiste te dolió. —dije ya levantada con ayuda de Keita, ayudamos a Chris a levantarse y le obligué a sentarse en la cama, pinchando con un dedo toda su espalda hasta que en un punto soltó un quejido de dolor— ¿Lo ves? Lo sabía, perdón...

 

Omega Vantage


Después de cenar, regresé a mi habitación o al menos lo intenté porque la puerta estaba cerrada con un hechizo. Supusé que Bergre estaría con una chica dado que a esas horas no era momento de gastar ese tipo de bromas. Intenté abrirla por si habia decidido cambiar de idea, pero nada de nada.

Estaba bastante cansado y con lo ocurrido hoy no estaba de muy buen humor. Dí un golpe a la pared debido a la rabia, unas pequeñas lágrima surge de mis ojos pero las seco rápidamente porque no era el momento. Decidí marcharme de allí no sin antes avisar a mi compañero.

—No se te ocurrá manchar nada haciendo cosas raras con quien estes—Grite dando un golpe a la puerta antes de marcharme de allí.

Dí grandes zancadas, tenia prisa y sabia donde ir a dormir. Baje las escaleras y crucé el pasillo hasta llegar al patio. Allí encontré a mi pegaso aún despierto pero casi dormido.

—Ves a la habitación de familiares si quieres—Dijé mientras me colocaba cerca suya.

Él negó con la cabeza, nos pusimos en un rincón donde era dificil encontrarnos.

—Dormiré aqui sino te importa, estoy acostumbrado a dormir en el suelo—Le comenté a mi familiar mientras me tumbabá en el césped.

Rocinante se durmió a pocos metros mios mientras yo miraba las estrellas.

@Bruno EVF

 

Elizabeth.

Levante el cuerpo medio dormido sentandome en la cama, un ruido habia llegado a mis oídos perturbando mi sueño.

Parpadee un par de veces con cansancio y mire por la ventana por si veia al causante del ruido, quizá fuera un familiar que no veia en la noche. Lo que vi me sorprendió, Omega dormido en el suelo.

Sonreí un poco y tome una hoja de papel de mi bolsa escribiendo un mensaje en ella, la doble con cuidado logrando un avión de papel, busque mi varita y al encontrarla tras un movimiento toque el avión.
Abrí la ventana un poco y lance el avión hasta Omega.

Vi como él confundido lo tomaba y leia su contenido:
"Hará frío allí afuera, así que mejor taparce con una manta.
Elizabeth."
Reí levemente en la cara de confusión y casi instantáneamente la nota se convirtió en una manta color azul, así no se enfermería por dormir en el suelo del pario.

 

Bergren [Habitaciones]

—¿Que no quieres irte? —sonreí complacido— Me gusta que así sea, Chica Conejo, yo también deseo quedarme contigo... Toda la noche...

Un sonido sordo llegó a nuestros oídos desde una de las paredes aledañas a la habitación. Miré por sobre mi hombro, justo a tiempo para notar cómo la puerta de la habitación era sacudida por un golpe, al tiempo que la voz de Omega, en evidente tono de irritación, me pedía el favor de no manchar cosas del cuarto. Aquello me hizo reír levemente. En el subsiguiente silencio que se produjo, sentimos los ecos de sus pasos, cada vez más débiles por la lejanía.

—Ya lo escuchaste —dije, fijando mi atención nuevamente en Satoko—. Hemos de evitar cualquier tipo de mancha... Lástima que no pueda garantizarlo —hice una pausa para carraspear, anunciando así que íbamos a cambiar de tema:— Ahora volvamos a lo importante: esa herida que tienes en el costado, a la altura de las costillas... Me encargaré de curarla, pero antes debo examinarte... —esbocé una sonrisa picarona— Para estar seguro de que no te duelen otras zonas...

 

Con cuidado Keita y Kiara me habían ayudado a pararme y a sentarme en el borde de la cama, Kiara había empezado a darme con uno de sus dedos por varias zonas de mi espalda, al principio no me importo eso pero cuando dio en una parte de la espalda no pude reprimir otra vez un quejido de dolor, y por instinto me separe de Kiara.

Luego de escuchar sus disculpas solo le acaricie la mejilla con la yema de mis dedos—No te preocupes Fresita, no fue tan grave, no sangre ni nada—Le dije sonriendo.

 

Yukie Inuoe

Caminaba apresurada por los pasillos con la única compañía de la luz vacilante de un candil. Si no recordaba mal, la enfermería no debía quedar lejos y yo debía saber como se encontraba ella. El miedo y la impresión del momento me habían impedido hacer nada... Satoko podría haber muerto en mitad del césped y yo me mantuve allí, a su lado, incapaz de reaccionar y con los ojos anegados de lágrimas. Estática. ¿Cómo podía ser tan cobarde? Si Satoko-chan hubiese muerto, yo... yo... no habría podido soportarlo.

Debía agradecerle al chico pelirrojo por haber venido a salvarla. Ahora que lo pensaba, era el mismo joven del comedor... ese que le había robado un beso mientras desayunábamos. También debía agradecerle a él por haber tenido el valor de hacer algo que yo no había podido.

Me detuve frente a la puerta de la enfermería, y suspiré. Debía disculparme con ella, sí. Debía pedirle perdón por no haber podido ayudarla. Eso era lo que iba a hacer. Se lo diría y la abrazaría muy fuerte, o me lanzaría llorando a sus brazos, para saber que seguía estando ahí, que seguía viva. Inspiré profundamente, armándome de valor, y abrí de golpe la puerta.

—¡S-satoko-chan, lo siento, no pude hacer nada!—grité, con los ojos cerrados.

....

No hubo la más mínima respuesta. ¿Seguiría inconsciente? Oh, ¿y si le había pasado algo peor? preocupada y extrañada a partes iguales, abrí los ojos, y mi rostro enrojeció hasta las orejas. La luz vacilante de la vela sobre la mesita, alumbraba el cuerpo semi desnudo de alguien que no era Satoko-chan. En lo absoluto. Se trataba de un muchacho de mi misma edad, cuyo torso descubierto era fácilmente apreciable sobre las sábanas. Su expresión era de asombro, y me miraba como si se preguntase que hacía yo allí. Pero estaba... estaba... ¿a-a-acaso llevaba algo más encima a p-parte de la s-sábana?

El candil que llevaba en las manos se resbaló de mis dedos y se estrelló contra el suelo haciéndose pedazos.

—¡Lo-lo-lo siento!—grité apresuradamente, cubriéndome el rostro con las manos y saliendo de habitación lo más deprisa que pude. —. ¡E-esto, yo... m-me he equivocado, por favor, perdóname!

A mi espalda, la puerta se cerró de golpe con estrépito.

 

Omega Vantage

Me levanté confundido, encontre una nota de Elizabeth y la leí. Luego la carta se convirtió en una manta por arte de magia. Era bastante grande.

Agarré la manta, me acerqué a Rocinante y se la pusé suavemente por encima mientras se la acomodaba.

—Tú tienes que realizar el espectaculo, no yo—Susurré antes de volver a tumbarme en el suelo.

 

Sentí algunos escalofríos en mi cuerpo cuando Chris pasó sus dedos por mi mejilla para tranquilizarme. Suspiré de alivio y asentí.

—Bueno, al menos no es nada que sea de gravedad extrema...creo. ¿Te has roto algo? ¿Un hueso? ¿Una costilla? ¿La columna vertebral entera?

 

Mientras dormia, sin querer le habia movido mucho el copete de la cama, lo que hizo que Fire se despertara y cayera al suelo; este me vio con una mirada asesina y me dio unos picotasos en el brazo.

—Fire...vete a dormir—susurre aun dormida, el fenix de fuego solto un quejido de molestia y cuando vio que la ventana estaba abierta y salio volando por ella pasando con rapidez al lado de Eliza.

El ave retorno hacia la entrada de la academia pero vio que la puerta estaba cerrada asi que suspiro y empezo a volar con tranquilidad por los alrededores de la acadeIa; en una de esas, se fijo en otro fenix que se encontraba en una habitacion, el cual era de agua.

Contenido oculto

@Nekita

 

Matthew

Mientras descansaba logré oír un grito bastante fuerte de reclamo, si no me equivocaba era la voz de Omega, ¿por qué en el instituto nadie podría permanecer callado?, por suerte Omega no tardó en hacer silencio nuevamente para que la tranquilidad de la noche reinara nuevamente.

Para mi desgracia, no mucho tiempo después pude oír como Aqua hacía pequeños sonidos que parecían ser su forma de gruñir, abrí ligeramente los ojos encontrándome con la escena de mi familiar en posición de ataque, sus plumas estaban erizadas y sus garras se clavaban fuertemente en el poste en el cual estaba reposando minutos antes.

— ¿Aqua...qué estas...?— en un movimiento rápido salió volando por la ventana directamente hacia otro fénix que lo miraba desde lejos, desde mi cama solo pude apresiar como nuevamente tomaba su tamaño original dispuesto a responder a la provocación del fénix de fuego.

No tardé mucho en salir rápidamente de la habitación, donde el director lo viera estaría en problemas y no me daría ese lujo, ¿lo malo?, solo había logrado tomar mi varita así que practicamente había salido en pans de mi habitación para perseguir a mi querido familiar que estaba dispuesto a iniciar una pelea

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@Taiga Aisaka

 

Omega Vantage/Patio

Estaba tumbado y de vez en cuando miraba las ventanas por si veia a alguien aunque a esas horas no era posible.

Suspiré y pensé en lo ocurrido, ¿desde cuando Elizabeth se preocupaba por mi?, ¿porque hizó eso si estaba enfadada conmigo por aquella petición?.

Todas esas preguntas me rondaban la cabeza y me impedian dormir, eso y no poder estar en mi cuarto por culpa de Begren.

Observo a mi familiar, profundamente dormido. Sentia un poco de frio, pero no me importaba, no era nada comparado con aquellos años. Me relajé totalmente allí tumbado a la espera de que el sueñome hiciera dormirme de nuevo.

 

Elizabeth.

Despues de ver la reacción de Omega sonreí levemente, él era buena persona, solo un poco torpe, tal ves pudiera estar molesta con él, pero no me permitiría que muera de frío cuando yo podía hacer algo.

Me quede mirando por la ventana, cuando algo paso volando rápidamente, volteé y vi a Rae dormida en su cama con un brazo colgando, ¿en que momento llegó ella?, seguí mirandobla habitación y noté la ausencia de su fénix, debió ser el lo que voló fuera del lugar.

Mire nuevamente por la ventana y lo que vi me sorprendió. Ví aun semi-desnudo Matthew corriendo por el patio, ladee la cabeza en la confusión sin entender el porque de su acción, mi cabello colgaba fuera de la ventana moviéndose de un lado para otro por el viento y porque yo buscaba con la cabeza la causa del comportamiento del rubio.

 

Omega Vantage/Patio

Ya practicamente estada dormido cuando escuché una voz o un grito, no estaba seguro. ¿Qué demonios pasaba hoy?, ¿Es qué nadie quiere que yo duerma?.

Me levanté un poco enfadado, me sentia agotado pero hicé el esfuerzo, di un par de pasos pero caí al suelo.

Por mucho que mis heridas estaban curadas, la fátiga no se habia ido así que volví como pudé a donde estaba antes esperando que el ruido cesara.

 

Matthew

Mordí levemente mi labio inferior, Aqua y el fénix de fuego ya se encontraban en un remolino de zarpazos y picotazos entre si, no estaba lejos de Aqua por lo tanto invocarle no servía para esta ocasión, solo podría invocarle si estuviera realmente lejos y aunque estuviera en mi habitación no era lo suficientemente lejos como para hacer aparecer a mi familiar al lado mio.

Los gritos hacia mi familiar para que volviera tampoco eran eficaces, estaba tan sumado en su "pequeña" pelea que no me prestaba atención en lo absoluto, tomé mi varita y les apunté para causar una explosión algo sonora, pero nada de que preocuparse que los hizo separarse momentáneamente.

Pero nuevamente iniciaron ese pequeño baile de ataques, pero ahora era la dueña la que había gritado el nombre de su familiar, menos mal que ella ya había llegado a nuestra escena de pelea, si no, le hubiera entregado de otra forma a su fénix

 

Senti que uno de mis brazos estaban fuera de la cama, lo cual me fue muy incomodo; empecé a abrir los ojos lentamente al sentir que los rayos de la luna pegaban contra mis ojos lo que hizo que me despertara completamente.

Cuando me reincorpore en la cama vi a Eliza viendo por la ventana, yo no le preste atención a eso y simplemente voltee a ver a Fire pero me di cuenta de que el fenix no estaba.

Casi se me salio el alma al ver que en ningun rincon de la habitación estaba mi familiar; me sali de la cama y sin importarme que me contraba en un camisón de ceda como pijama y salí corriendo al patio de la academia a toda velocidad para buscar a mi familiar.

--¡Fire!--Exclame llamando a mi fénix, lo pude ver a lo lejos con su tamaño normal ¿como volvió a ese tamaño? Y mejor aun, ¿De quien era el otro fénix que se acercaba a mi Fire?

Contenido oculto

@Nekita