Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

--Si, por favor Matt

 

Daiki

Asentí con una sonrisa a las indicaciones de Matthew. Jalé las correas pero parecían estar bien así que continué acariciando a la yegua para que se familiarizara conmigo. Sentí que me sonrojaba esto era muy emocionante.
—Eres hermosa —dije al caballo, este dobló su cuello para empujar mi cuerpo y yo reí. Tan pronto se acercó yo me acerqué a ella y comencé a acariciar su cabeza mientras la reposaba en mis manos.

 

Contenido oculto

La palabra "yegua" me recuerda a una amiga xD

Elizabeth.

Empece a acariciar a la yegua con delicadeza, era bonita con su pelaje grisáceo y crin blanca.

—Espero que nos llevemos bien —le dije con suavidad al animal sin dejar de acariciarla.

 

Una vez Arkien a mi lado, le seguí acariciando un poco su melena.

 

Matthew

Traia ya dos sillas conmigo, una la coloqué sobre el familiar de Atemis y otra sobre la yegua de Elizabeth — Lo mismo contigo Elizabeth, no pases por detrás de repente, no queremos que te de una patada ¿vale? — ajusté las correas y repetí el mismo proceso que con Daiki, tome su mano y la coloqué en el estribo par que lo jalara — Avisa si esta flojo para ti o lo ajusto más.

Di media vuelta y volví por una silla más para mi caballo — ¿Te ajusto la silla Atemis o tú puedes sola? — pregunté colocando mi silla sobre mi caballo, hace mucho que no cargaba tantas sillas con sus respectivas mantas, eran realmente pesadas si las cargabas de golpe

 

--Yo ya aprendi, y conozco un ajuste favorable--dije, tomando la silla ajustándola al medio.

 

Matthew

Una vez que Atemis me dio su respuesta pasé a ajustar la silla de mi caballo finalmente, los novatos parecían llevarse bien con sus respectivas yeguas, ahora venía lo interesante — ¿Quieren un mini escalón o les ayudo a subir dandoles impulso? — pregunté para darles opciones, y se sintieran mas seguros — Cuando se suban, colocan uno de sus pies en el primer estribo para impulsarse y cuando esten sentados en la silla ya colocan su pie faltante en el otro estribo

— ¿Fácil no?

 

Daiki

Escuché lo que decía Matthew, ¿ayuda? No necesitaba algo como eso, había visto a varias personas hacerlo así que sin más, me subí y acomodé en la silla. Sonreí cuando la yegua no hizo ningún movimiento. Coloqué mis pies en el estribillo y esperé nuevas indicaciones.
—¡Listo! Esto es muy divertido —dije con una sonrisa.

 

Una vez coloque bien la silla, di embión levemente y subí a Arkien y coloque mis pies donde debían ir.

 

Elizabeth.

—No gracias —coloque un pie en el estribo y con un impulso quede sentada de lado en la yegua, le acaricie el cuello y pase la pierna al otro lado para quedar en el lugar cómodamente —. Bien amiga, lo pasaremos genial —dije inclinandome levemente para acariciar mejor el cuello del animal.

 

--Eli, segura puedes mantenerte arriba? A veces pueden tirarte los caballos...eje

 

Daiki/ Establos.

Reí un poco. La situación era muy divertida, parecíamos niños en comparación a Matthew que parecía el padre y la otra la madre. Continúe riendo, no podía evitarlo, ellos hacían buena pareja, aunque dudaba que se miraran con otros ojos.
Mi yegua se movió un poco, así que tuve que equilibrarme y parar de reír.

 

Matthew

Sorpresivamente ninguno de los dos había necesitado ayuda, eso... podría ser algo bueno, acerqué las yeguas a donde Atemis para tener un mini grupo, pero como ella ya sabía montar era para que ellos le preguntaran a ella por si no entendían algo — Las riendas, estas se toman con las dos manos para tener un control mayor al montar, para ir a la derecha lo mueven hacia la derecha inclinándose un poco al lado deseado para que sepa mejor a donde ir, y lo mismo con la izquierda.

Subí a mi caballo provocando que se moviera un poco, a diferencia de las yeguas él no era tan tranquilo — Para detenerse tiran de la rienda levemente hacia atrás, no muy fuerte o pasara lo que dice Atemis, se levantará y te tirara, asi que no lo hagan tan fuerte. — Hice que mi caballo diera media vuelta para quedar frente al mini grupo

— Y finalmente si van a correr tendrán que apretar sus rodillas a la silla y levantarse un poco para evitar los molestos rebotes, esto es por comodidad, si a ustedes les gusta rebotar y no sienten que tendrán dolor — mire a Daiki — En especial por nosotros, no lo hagan...como les digo cuestion de comodidad

 

(Spoiler) Ya me voy pero no quiero que sigan sin mi, les molestaría seguid mañana? (/spoiler)

 

Daiki

Cuando él mencionó lo de lastimarse, me sonrojé un poco...sé a que se refería. Agaché un poco la cara para que no notarán mi vergüenza y trate de grabar las indicaciones de Matthew. "Derecha, izquierda, apretar rodillas, jalar hacia atrás" me repetía una y otra vez. Sonaba sencillo, esperaba que así fuera.
—Espero esto se fácil —dije en voz alta.

Contenido oculto: respuesta

Por mí no hay problema ^^ Por los demás, no sé. Yo puedo esperar :D

 

Matthew

— Bueno, eso es toda la teoría que puedo darles sobre montar, luego veremos si pueden hacerlo, de igual forma estaremos Atemis y yo al rededor de ustedes por si algo pasa, no creo que pase ningún incidente o algo así — dije ignorando la vergüenza de Daiki ante mi comentario para después tomar una gran bocanada de aire y suspirar, ya había de terminado toda la explicación, ya podía relajarme un poco

 

—Por mí está bien. —Omega y Chris se fueron a sus respectivas secciones y yo me quedé un rato en silencio, pensando en cuál sería la pregunta que me iba a formular al terminar. Espero que sea rápida, ya que después de que nos vayamos de la biblioteca KEita y yo tendríamos que ensayar un poco antes de que anochezca.

—Oye, si te quedas allí sin hacer nada vamos a tardar más. —me dijo mi familiar, quien ya se iba por nuestro pasillo correspondiente.

—Ya voy, ya voy. —repetí siguiéndole.

Estuvimos bastante tiempo buscando entre todos los libros de esa sección, en una hora ya teníamos la mitad de esa parte recorrida, pero eso no era nada comparado con lo que aún nos quedaba por mirar. Bostecé de cansancio y cogí un libro en lo alto de la estantería: "Mages del Vacío"

Fruncí el ceño, ¿qué significaba eso de "Vacío"? Ya que tenía la obligación de revisar todos los libros le dí una vista rápida, hasta que ví durante un segundo en el libro algunos nombres bastantes conocidos.

—Louise de la Valliere, Saito Hiraga, Papa Vittorio de Romalia, Tiffania Westwood, Julio...—fui nombrando los diferentes nombres en alto para mí misma.

Todos eran bastante conocidos en Tristain, o eso pienso yo, ya ha pasado bastante tiempo desde su época. Los nombres me alientaban a seguir leyendo, por lo que bajé la vista al segundo párrafo de la página.

Al parecer, algunos de los antes nombrados eran portadores de un tipo de magia antigua muy especial llamado "magia del Vacío". Todos estos portadores tenían un familiar humano, ya sea otro noble o un simple plebeyo. Estos, al sellar el contrato, obtenían unas runas que les otorgaban diferentes habilidades.

—Oye, Keita, ¿tus runas...en qué mano las tienes?

—¿Mmm? En la izquierda, ¿algún problema?

—¿Izquierda? Siempre pensé que las tenías en la derecha. Veamos, izquierda, izquierda...—con el dedo índice fui bajando hasta que encontré la frase indicada.

—Gandalf: La mano izquierda de Dios, le otorga la habilidad de usar cualquier objeto que fue creado con la intención de usarlo como arma. —abrí bien los ojos, bueno, al menos tardamos menos de lo que pensé.

 

Omega Vantage

Estuve mirando durante mucho tiempo los libros y nada de nada, ninguna como esa. Por suerte, encontré un libro que describía las runas y fui rapidamente hacia donde estaba Kiara y Keita. Los encontré sentados en una mesa donde al mostrarle la información juntada con la suya completamos el misterio practicamente.

—Es decir, permite al portador usar cualquier espada, arco, lanza,etc—Explique de forma resumida.

Ellos se alegraron al ver el poder que podian conseguir y la facilidad de esa habilidad.

—Keita, ¿podrías dejarnos 5 minutos y ayudar a Chris?—Le pregunté a su familiar quien me miro intrigado.

Yo sólo sonrei y miré a Kiara para que el chico captara el mensaje. Tardó en darse cuenta pero se fue un poco feliz de ver que su habilidad era muy útil.

—¿Qué querias preguntarme?—Me preguntó ella extendiendo sus brazos por el cansancio.

Me senté cerca suya y empecé a explicarle lo sucedido con el pegaso, luego lo que ocurrió con Bergren y Elizabeth, que no ocurrió nada entre nosotros y algunas cosas más. Ella estaba callada asimilando todo lo que le contaba.

—Tú me has salvado la vida, me has tratado muy bien y bueno...la única chica que he besado y espero besar...no queria ocultarte nada por si escuchas algo de otra persona ya sea Elizabeth, Bergren u otro...se que puedes estar enfadada por ello y tienes razones...pero no quiero separarme de ti, eres una chica genial y me encantaría verte sonreir junto a mi todos los dias—Comencé a explicar un poco nervioso.

Tome un poco de aire para poder continuar.

—Se que es difícil asimilar todo esto, pero creeme que para mi no hay nadie más que tú—Agarré su mano dado que estabamos sentados. —Por ello la pregunta era si...bueno...¿quisieras ser mi novia?—Terminé de concluir con esa pregunta que tanto me habia costado sacarla de mi boca.

La miré a los ojos esperando su respuesta, después de contarle esto era normal si se enfadara, pero no queria ocultarle nada, queria decirselo yo antes que otra persona lo hiciera. Sentia un nerviosismo por mi cuerpo.

—Si...si me odias lo entenderé—Entonces mire un poco hacia la mesa temiendo como iba a reaccionar ella.

 

Elizabeth.
—¿Así Matthew? —pregunte dandole un leve golpe a mi yegua con el pie para que avancé, esta obedeció y se puso en marcha, de inmediato la hice girar a la derecha como se me habia indicado y regrece a donde estaba antes, tire suave la rienda y el animal se detuvo sacudiendo la cabeza mientras relinchava.

 

Escuché atentamente la historia de Omega sin expresión alguna, por una desconocida razón creo que empezaba a enfadarme cada vez más. Cuando me contó lo de Elizabeth me vino un recuerdo a la mente, creo que algo había oído de eso cuando me estaba comiendo su pastel, pero con los sucesos que me ocupaban no recordaba ese momento.

Cuando terminó de decir todo lo que sentía estuve un rato pensándolo, sí, podría perdonarlo y vivir una vida feliz como los de los cuentos de hadas...

O puedo ser como mi madre: bipolar.

—Gra...Gracias por los...halagos, pero creo que necesito un indefinido periodo de tiempo para pensarlo...Adiós, Omega, ya te diré mi decisión cuando llegue el momento. —me levanté y sin darle tiempo a decir nada me fui dando grandes zancadas y miando al suelo.

En el camino me encontré a Keita y Chris, mi familiar le estaba contando a este última todo lo que habíamos descubierto. Me acerqué a ellos y tomé a cada uno por un brazo.

—Listo, vámonos ya. —les arrastré rápidamente fuera de allí antes de que Omega pudiera alcanzarnos y dí vueltas por los pasillos con ellos sin rumbo fijo— Tendríamos que ir a practicar. —le sugerí a Keita— ¿Quieres venir, Chris? Podrías ensayar con tu familiar también.

@Elric Edward