[capitulo catorce]: ¡vamos al parque de diversiones!

Me sentí molesto al escuchar la voz de Gakupo insistente en la puerta, sólo tome el limpiador de vidrio y un poco de periódico mientras salía sin hacer caso a Gakupo.
— Espero esto quite la mancha... —hice como si no existiera para ir al vidrio y empezar a limpiar.

 

El rubio paso de largo, como si no existiera en lo absoluto. Eso me dejo en shock, ¿qué había hecho para que me ignorara de esa manera? Miré a Mikuo con los ojos abiertos, ¿por qué sentía punzadas en el pecho? Además ese no era su trabajo, ¿lo estaba haciendo para evadirme?
Me acerqué y toqué su hombro.
—Len...¿hice algo mal? —pregunté preocupado.

 

Sólo moví el hombro un poco molesto como si se tratara de una mosca y mantuve la temple para girarme.
— ¡Oh! Hubiera jurado que alguien me había llamado —al voltear observé a Mikuo, él no había hecho nada así que le sonreí— ¡Mikuo! ¿¡Desde cuando estás aquí!? —sonreí mientras me acercaba— por lo visto hoy no tenemos camarero, así que si se te ofrece algo no dudes en pedírmelo directamente a mí.

 

Sonreí— ¿Hola Len? —levanté mi mano amigablemente mientras veía a Gakupo siendo totalmente ignorado. No sabía si reír o sentir lástima de él... ¿Por qué el enano se había enojado con este?— pues creo que ya llegó el camarero —señalé a Gakupo— pero ese no es el asunto por el que vine —le sonreí amablemente— en realidad vine a pedir un favor.

 

Cuando Mikuo señaló a Gakupo volteé pero hice como si hubiera visto a nadie, aún así nuevamente me posé en Mikuo que me dejó un poco perplejo.
—¿Qué favor? ¿Está todo bien? —dije preocupado mientras empezaba a limpiar un poco la mesa en donde él estaba sentado— si puedo hacerlo y no es nada cruel, puedo asegurarle que lo haré.

 

Me quede perplejo... ¿por qué? ¿Qué ocurría? ¿Qué había hecho? Llevé una mano a mi pecho, ¿por qué se sentía un vacío? El silencio era horrible. Sin poder evitarlo, un recuerdo, golpeó en mi mente. Era un niño, era de noche y llovía mucho, trate de llamar a mamá o a papá pero ellos no respondían, no estaban...nadie me respondía, nadie estaba a mi lado...Estaba completamente solo.
—Lo...lo siento —dije en al aire antes de irme a los baños. Me recargué en el lavabo y mojé mi rostro. Las palabras de mi padre azotaban en mi cerebro:

—"Nunca hagas ni digas nada sin autorización mía, ¿entendiste?" —pregunta con gesto serio.
—No puedo tomar mis propias decisiones, ¿por qué? —estoy confundido, ¿no seré libre?
—Porque cometerás muchos errores, si obedeces nada de eso pasara —responde él con una sonrisa y yo le creo.

Cuando llegué aquí me di cuenta que podía ser libre, que podía tomar mis decisiones y decir lo que pensara pero, Mi padre...¿tenía razón? ¿Me había estado equivocando todo este tiempo con ellos? Mi corazón latía muy rápido y mojé mi rostro nuevamente. Todo este tiempo...¿no hice más que cometer errores?

—¿Por qué? —le pregunté a mi reflejo aunque sabía que no obtendría una respuesta.

 

—Pues me gustaría me cambiaras turno, es decir trabajar ahora en la mañana con Gakupo y tú en la tarde con Shion —cerré los ojos a modo de oración— ¡Por favor Len! —luego abrí la mirada para ver a un Gakupo enojado— y también, me gustaría saber, ¿Por qué estás tan enojado con Gakupo?

 

Miré a Mikuo, estaba a punto de acceder cuando menciono lo de Gakupo, entonces inflé mis mejillas.
— ¡El me ignoró antes! —me quejé casi llorando— por eso lo ignoraré un rato más hasta que aprenda la lección y se disculpe correctamente —dije mientras me quitaba el delantal y lo botaba sobre la mesa donde estaba Mikuo— por ahora creo te apoyaré y te cederé mi turno —sonreí— así que por el momento me retiro —sin decir más me despedí y me fui.

 

Sin decir más tomé el delantal y me dirigí a la cocina— Parece que Len dejó algo en el horno —me quedé viendo un rato el proceso para después buscar a Gakupo, él cual parecía estar triste— ¡Hey! ¡Gakupo! ¡Gakupo gato del café! ¡Ven! ¡Bicho bicho bicho!

 

Mojé mi rostro una vez más. Respiré profundamente, acomodé las orejas de gato y traté de salir...No abrí la puerta y terminé estampado en la madera, justo como Mikuo había hecho....Que patético era. Salí con la cabeza un poco adolorida y miré a Mikuo, no había señales de Len. Ahora Mikuo estaba en la cocina, quería preguntar por qué pero si mi padre tenía razón, no debía hablar hasta que se me dijera, justo como antes. Cuando él me llamó, sin más fui a su encuentro y lo miré esperando a que me pidiera algo.

 

Era ver otra cara, Gakupo parecía estar feliz en la mañana y ahora parecía otra persona, alguien sin... ¿Vida?— ¿Qué pasa Gakupo? —le di un golpe en su frente pero parecía no reaccionar, así que lo tomé de las mejillas y le di un ligero beso en los labios para entonces sonreír— si te preocupa Len, ya se le pasará el coraje, sólo está un poco sentido porque lo ignoraste —desconocía cuando— pero dijo que si pides disculpas correctamente, te perdonará.

 

Me quede mirando a Mikuo, lo mínimo era enojarme por ese beso pero...tenía que obedecer a lo que se me dijera si no quería cometer errores por lo que solo fruncí el ceño y escuché lo que decía. ¿Yo? ¿Ignorarlo? ¿En qué momento? Tracé el día en mi cabeza pero solo recordaba lo ocurrido en el baño. Cada vez me cada más cuenta que mi pade tenía razón: mis decisiones siempre traían errores. Le pediría perdón a Len y... conmigo, no sabía lo que pasaría.
—Dime Mikuo —dije esperando a que dijera algo para comenzar a hacerlo.

 

Maika escucho como sonaba él timbre de su celular, y se imagino que era su imito. Pero por desgracia ya estaba en la ducha.
— ¿Nova?, ¿Podrías leerlo para mi en voz alta? — pregunto en voz mientras se enjabonaba él cabello.
— Claro. — contesto la pequeña máquina. — "¡Claro que sí! :D"
Maika se río al ver a NOVA hacer una especie de sonrisa al final del mensaje, probablemente haya un emoticón.
"Me apuraré entonces" pensó mientras se apresuraba.

 

Después de darme una ducha y vestirme, decidí que era buena hora para hablar con alguien... Ya que bueno, a pesar de que vi a alguien no hable... ¡Como sea! Tenía mi propia misión, buscar a alguien con quien estar y eso haría, así que tomé mi bolsa de bloomers y me fui a caminar por el lugar, haciendo extraños sonidos para atraer la atención de alguien.

 

Había entrado a las duchas y mire a Nova hacer una cara rara ... ¿una sonrisa? Con razón era rara para mí --Hello~ -- salude a Nova --Buenos días Maika Onee-chan-- comence a quitarme la ropa y acto seguido entre a una regadera.

 

Maika sonrió al escuchar la voz de Defoko con su inglés.
— Good morning! Did you sleep well? — pregunto siguiéndole él juego.

 

Me quede viendo a Gakupo, su reacción natural ante mi beso normalmente era un ataque de ira pero más bien parecía adquirir una acción deprimente— ¿Qué pasa Gakupo? —mi mirada se perdió unos segundos pensando en que quizá las acciones del pequeño enano estaban despertando traumas en él— ¿Tanto te afecta lo de Len? Si gustas puedes hablarlo conmigo —le miré fijamente mientras le preparaba un poco de té verde.

 

Él me estaba dando permiso de hablar así que...¿estaba bien si hablaba con él? Suspiré aunque no quería pero me acerqué a una silla y sin permiso,me senté. Recargué mis codos y hundí el rostro en mis manos.
—Lamento usarte de paño de lágrimas —solté una risita—. Mis decisiones siempre traen errores —comenté sin más—. Es lo que decía mi padre y tiene razón, al sentirme libre de su yugo quise hacer las cosas por mí mismo pero..no hago más que cometer errores. Me he equivocado todo este tiempo —finalicé sin alzar el rostro.

 

Al ver a Gakupo así y ante su respuesta no evite lanzar una ligera risa— ¡Eso es una tontería! —comenté— perdona si sueno insensible Gakupo, pero eso es estúpido, es imposible que nunca tomes decisiones —empecé a tomar una rebanada de pastel del refrigerados y se la lleve a Gakupo— ¡Por la cuenta! —sonreí mientras me sentaba a su lado— cuando hablamos de decisiones puedo decirte que el simple hecho de hacerle caso al consejo a tu padre, también es una decisión. En pocas palabras, tú estás decidiendo si hacerle caso o no, así que es una decisión tuya —sonreí amable mientras veía tristemente mis manos— pero si hablamos de decisiones incorrectas, creo yo te gano y aún así no vivo bajo lo que me han enseñado mis padres —le miré a los ojos y sonreí— quizá debería irme y no volver a la academia, y tomar la decisión de mis padres.

Suspiré un momento— También, si hablas de Len, recuerda que es un niño —le miré mientras revolvía su pelo— así que el hecho de que este enojado es temporal, simplemente es alguien muy sentido, ¡Así que anímate! —palmeé su espalda y me metí a la cocina.

 

En el fondo sabía que tenía razón, pero...aún así me sentía una persona innecesaria en esta Academia. El haber venido también había sido una decisión mía pero, ¿realmente había estado bien? Suspiré pesadamente. Arriesgarse era un reto pero, por alguna razón quería intentarlo.

—No te irás...no lo permitiré —dije mirándolo de forma seria y decidida, era uno de mis mejores amigos, no podía perderlo cuando a penas lo conocía—. En cuanto a Len, veré que haré con eso —respondí mientras él se metía a la cocina. Miré el pastel y comencé a comerlo, no era fanático de las cosas dulces pero no quería rechazarlo.