[capitulo catorce]: ¡vamos al parque de diversiones!

Volteé a ver al pelirrojo, ¿cuándo había regresado? Sin duda parecía más extraño de lo normal, ¿era a causa de Lenka?
—Hey, Akaito, ¿por qué las maletas? —pregunté pero me di cuenta que iba hablando por teléfono, ¿ya tenía incluso uno también? ¡Vaya! Su ausencia lo había cambiado demasiado. Miré a Mikuo, confundido.

 

Colgué un tanto molesto por la situación y miré a Gakupo sonriendo. —Es ropa que traje del viaje y uno que otro obsequio que compré. — Metí la mano en la maleta buscando una bolsita de regalo de mediano tamaño. —Esto es para ti, Gakupo. Y...— Devolvió su mano a la maleta y sacó una mas —Este otro para ti, Mikuo— Espero y les siente la ropa francesa, a mi me va de maravilla.

(En la bolsa de Gakupo había un perfume fresco, también una gabardina ligera en color grisq y en la de Mikuo unas zapatillas color acua [como su cabello] y una bufanda gris, igual)

 

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Ok... creo que... bueno... este post estará en otro "tiempo" ya que mi primer pots era un poco mas a futuro ahora que me doy cuenta...

Me encontraba caminando de regreso de mi habitación luego de haber ido a la dirección a hablar sobre mi retiro de licencia, me dijeron que me pusiera al día y todo lo demás...— Tendré que ir primer a dejar mis maletas... —dije mientras empezaba a tomar rumbo a las habitación... estaba nerviosa, al fin después de ausentarme tanto de la escuela por varios motivos estaba de vuelta... Mi corazón palpitaba mucho al pensar que dentro de poco por fin podría encontrarme con Akaito-kun...

 

Miré sorprendido al pelirrojo, ¿ropa francesa? ¿Así que se había ido de vacaciones a Francia? ¿Por qué ni siquiera nos aviso? ¿No eramos sus amigos?
Sacudiendo esos pensamientos de mi cabeza, abrí la bolsa y me encontré con un perfume y una gabardina gris, sonreí ampliamente.
—¡Vaya! Son increíbles —dije sorprendido. Era el primer regalo que me daban sin ninguna situación especial de por medio— Si esto fue para nosotros no quiero saber que es lo que darás a Lenka-san... —comenté a modo de broma. Sería gracioso, hacerlo sonrojar.

 

—Mi padre me llevo a remplazar a uno de sus violinistas en un concierto en Palais Garnier y aproveché para comprarles un presente.—
Un tono rojizo comenzó a subir por su cara, un poco exaltado preguntó —¿Cómo lo supiste?— Pensó un poco mejor y formuló otra pregunta —¿Ella está por aquí?— Miró para todos lados juntando las flores a su pecho.

 

—No sé si estoy ciego o no, pero esa chica de ella se parece mucho a Lenka —dije señalando con la cabeza a la pequeña figura que caminaba con maletas en sus manos. Si fuera un pervertido o mal pensando, diría que esos dos se habían ido de "vacaciones" juntos pero no...Yo confiaba en ello así que no pensaría mal, eso se lo dejaría a Mikuo.

 

Con calma me dirigía hasta los dormitorios cuando a lo lejos vi a un grupito de tres chicos... entre ellos estaba Akaito-kun... Me sonroje al verlo, no se habían dado cuenta aun de que yo estaba cerca pero el peli morado al parecer le hizo saber a Akaito-kun de mi presencia, a pesar de estar a un a una buena distancia de ellos y de la mirada sorprendida del pelirrojo, me sonroje al mas no poder al ver esos ojos a la lejanía... Dios estaba nerviosa, no esperaba encontrarlo tan pronto... Por un momento... mi cuerpo se quedo estático... ¡Madre mía, Lenka muévete!

 

Estaba distraído pensando sobre mi vida, ese pensamiento que rara vez tomaba con seriedad, cuando recibí una bolsa en mis manos: un regalo, a decir verdad no estaba de ánimos para abrirlo por lo que simplemente me limite a sonreír y agradecer para ver a Gakupo preguntar cosas sobre su ausencia a Akaito— ¡Ah...! —suspiré mientras seguía caminando, pero por ese estado choque con un poste.

 

Akaito estaba atontado cuando miró a la rubia y está parecía estar en el mismo estado. Sacudí mi palma frente a Akaito pero no reaccionó, el amor si que le había pegado fuerte... Estaba a punto de darle un zape cuando un pequeño grito llamó mi atención: Mikuo se había golpeado con un poste. Corrí a verlo, ¿desde cuándo él cometía esos errores?
—¿Estas bien chico? —pregunté con preocupación.

 

Mi frente estaba sangrando levemente por el golpe, sólo me limite a tomar un pequeño pañuelo de mi bolsillo y limpiar mi frente. Gakupo fue a mi auxilio preocupado— ¡Nada grave! —comenté con una sonrisa— quería ver que era besar a un poste tan ardiente y sexy, pero parece que me ha abofeteado —conté como chiste para levantarme del suelo y sacudirme un poco la tierra. Fue ahí cuando me percate de cierta situación entre cierto pelirrojo y cierta rubia— Ahmm... ¿Y ellos? —los señale aún con el pañuelo en mi frente.

 

Sacudí la cabeza en señal de desaprobación. Le di un pequeño golpe en su cabeza.
—¿Cómo puedes decir eso de manera tan despreocupada? Deja de fingir sonrisas —me queje un poco molesto. Suspiré—. Vea como lo vea, no estas bien, tendré que hablar con Len para que tome tu turno —Ignoré su comentario del pelirrojo y la rubia, su momento de estar a solas había llegado. Tomé a Mikuo de la mano y lo jalé hacia la habitación para tomar mi tarea.

 

Cocinaba en la soledad del café bastante molesto.

— Si Gakupo decide ignorarme, lo ignoraré todo el día —inflé mis mejillas molesto para empezar a cocinar un pastel de carne— ¡Hoy que nadie me provoque! —grité en la soledad de la cocina.

 

Miraba idiotizado a la pequeña rubia, incluso Gakupo intentó hacer que reaccionara, se volteó para atender a Mikuo por su golpe con el poste, corrí hasta la pequeña, dejé las cosas en el piso y la cargué apretandola fuerte en un abrazo. —¡Hola!—

 

Mis ojos se quedaron vacíos, no es que fingiera, pero enojarse o llorar no serviría de nada— Ya te dije que estoy bien Gakupo... —dije secamente hasta que el tomó mi mano y me jaló con el camino al café— ¡Hey! Si quieres invitar a alguien a una cita esta no es la mejor manera —volví a contar el chiste mientras reía amablemente.

 

Me quede colorada cuando de un momento a otro tenia a Akaito-kun dándome un abrazo, solté mi maleta por instinto y correspondí al abrazo— Te extrañe... —fue lo único que pude decir mientras lo abrazaba con el rostro todo sonrojado...

 

Cuando tomé mi tarea y comencé a jalarlo hacia el café, el volvió a bromear, esta vez decidía acompañarlo.
—Créeme que si pidiera una cita a un hombre, tendría mejores gustos —reí y abrí la puerta de la cafetería. Sabía que no ea su turno, pero no podía dejarlo solo. Quizá acabaría estampado en una calle con manchas de neumáticos encima—. Buenos días, lamento llegar tarde —dije con una sonrisa mientras sentaba a Mikuo en una mesa y me iba a los vestidores a cambiarme.

 

Gakupo entró con Mikuo, ¿¡Agarrados de la mano!? Me sonroje levemente al verlo pero posteriormente gire la cabeza para ignorar al pelo morado, ¡Estaba realmente muy molesto!

— Debo limpiar las ventanas —dije sin más y empecé a caminar al cuarto de limpieza por algunos utensilios para limpiar.

 

Respiré profundamente antes de abrir el casillero para encontrarme con mi traje de hoy. Solté un suspiro de alivio cuando vi ropa con pantalones y no falda. Reí con alivio.
"Por fin algo masculino" Pensé para comenzar a vestirme de mayordomo, vi las orejas de gato...no eran malas considerando el cetro del día anterior. Cuando finalicé de vestirme me sentía realmente masculino. Salí para encontrarme con Len.

—Len...¿dónde estas? ¡Len! —grité en voz alta, ¿dónde se había metido? Me acerqué a Mikuo y pregunté por el rubio.

 

Miré a Gakupo con su extraño traje, estaba sentado en la mesa algo ausente de todo— ¿Gato? —dije con cierto tono de gracia para después mover la cabeza— pues vi que el rubio se metió a donde se guardan los utensilios de limpieza —señalé la puerta— aunque se nota molesto.

 

—Miaw —dije a modo de broma cuando el me llamó gato, sin duda este se convertiría en uno de mis trajes favoritos, ojala lo pusieran más seguido.
Miré a la puerta que me señaló Mikuo, ¿enojado? ¿Por qué razón? Me acerqué a la puerta y toqué con los nudillos.

—Len, ¿estas ahí? Contesta por favor —pedí sin dejar de tocar...No entendía porque estaba molesto.