Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

Elizabeth.

—Cuando me ofrecieron aprender, como a los 7 años, no mostre interes en intentarlo —continue balanceando mis píes al ritmo de una suave melodia —. Me interesaban otras cosas.

 

Matthew

— Entonces ya todo tiene algo de sentido — dije levantando una de las sillas para sentarme en esta una vez que me deshice de los vidrios — Montar es algo muy relajante si me permites decirlo

 

Elizabeth.

—Eso dicen, a mis padres les encanta montar, en cambio a mi me encanta dormir —solte una carcajada leve, me cansaba fácilmente y me encanta dormir.

 

Matthew

—Aprenderás a amarlo tanto como a dormir, ya verás — miré por la ventana destruida como Aqua estaba sobre la rama de un árbol en su imponente tamaño de fénix, era gracioso ver ese tamaño si lo comparabas con el tamaño de cuando estaba sobre mi hombro

 

Elizabeth.

—Espero que si —me estaba aburriendo un poco, no había mucho que hacer, a menos que ordenaramos el lugar y eso era algo que no me emocionaba —. ¿Tardan mucho, no crees?

 

Matthew

— Demasiado diría yo... — murmuré en un suspiro levantándome de la silla para ponerla algo mas cerca de ella — ¿Por qué no me cuentas algo interesante? — pregunté — Yo ya te he contado que se montar... es tu turno de contar cualquier cosa que se te venga a la cabeza

 

El chiste de Omega me hizo reír, en parte por el chiste y por otro lado el hecho de le diesen ganas de contar chistes —no muy geniales— de repente. Tomó mi mano para depositar un pequeño beso en ella y me dejó seguir reposando mi cabeza en su hombro.

Después de varios minutos, la profesora Agnes aún no llegaba a la clase, solté un gemido de decepción. En realidad me apetecia mucho ver el estilo de entrenamiento de Agnes, aunque he oído por allí que no es tan divertido, ya que a un chico casi le costó una costilla...Bien, ahora ya no me parece tan divertido...

Levanté mi cabeza de su hombro y miré discretamente a Keita, tal vez la idea de entrenarle en las armas sea más buena de lo que parece, y las clases de Agnes serían de gran ayuda.

Claro, si no muere golpeado en el intento.

 

Omega Vantage

Ella miró a su familiar, la profesora no venia y eso afectaba al animo de todos. Le comenté la idea de ser espadachin.

—Hay variedad donde elegir—Dijé pensando en la gran cantidad de modalidades.

También pensé otra cosa.

—Podriás brindar apoyo desde la lejania con el arco—Propusé al chico.

Cuando hice un movimiento, un pinchazó me advirtió. Su familiar se quedó pensando.

 

Elizabeth.

—A ver... —me quede pensando en que contarle, se me ocurrió algo, pero no era precisamente agradable —, ¿recuerdas que te comente sobre mis antiguos compañeros? —asintió con la cabeza y yo mire a otro lado —, bueno, esta es mi tercera academia en 3 años —admiti un tanto avergonzada por eso.

 

Bergren [Comedor]
—Ahora me está picando la curiosidad... —dije mientras disfrutaba el hechizo de su sonrisa. Me acerqué lentamente hacia ella, hasta que pude ver mi rostro sonriente reflejado en el color de sus ojos— ¿Qué es lo que piensa la hermosa y deliciosa Chica Conejo? ¿Acaso son pensamientos dulces como su sonrisa? ¿Nacen con la gracia de las flores? ¿Rondarán, tal vez, fantasías impúdicas? —me gustaba mucho esta última idea: por lo general, las chicas inocentes tienden a ser, en el fondo, las más fogosas.

 

Keita Fukube

Omega me recomendó entrenarme en el uso de espadas, y tal vez también con el arco. Lo pensé durante un momento, cuando aún estaba en Japón la mejor materia que se me daba era gimnasia, ya que era bastante hábil...¿Pero usar armas? Nunca había pensado en eso.

Kiara Reige

Mientras Omega comentaba las diferentes variedades entre las que Keita podría elegir, el hecho de estar de nuevo en el patio donde tuvieron lugar las invocaciones me recordó las misteriosas runas que habían aparecido en la mano de mi familiar.

Brillaron durante un segundo, en los cuales parecía que le ardían mucho, y luego la luz desapareció, dejando las quemaduras de la runa en su mano. ¿Qué significado tenían esas runas?

 

Omega Vantage

Ella parecia estar muy pensativa con ese asunto, me explicó el porque estaba así. Intenté pensar en algo relacionado, escuché que algo similar ocurrió hace tiempo pero nada más.

Keita estaba profundizando en sus pensamientos, pero parecia muy perdido.

—Ya sé, cuando acaben las clases y nos den tiempo podemos ir a la biblioteca a buscar información—Propusé mintras sonreia ampliamente.

Estaba emocionado. ¿Seria eso lo importante que iba a pasar?.

—Puedes contar conmigo—Dijé guiñando un ojo y levantando el pulgar como señal de aprobación.

 

Matthew

— Tu tercera academia en tres años...— murmuré claramente sorprendido —Me queda claro que no te aburres mucho Elizabeth, a ver si puedo mantenerte aquí hasta que te gradúes, porque con nuestro director lo más probable es que aunque haya pruebas en tu contra si tu dices que no lo hiciste, hará de la vista gorda...

 

—Está bien, gracias por tu ayuda y apoyo. —sonreí y volví a profundizar en mi mente.

Creo recordar que cuando era pequeña, mi madre me contaba una historia de una chica llamada...hmm...¡Louise de la Valliere! Sí, me contaba que esa noble también invocó un humano como familiar, creo que su nombre era Saito. También me decía cosas sobre algo de un poder llamada Magia del Vacío, un tipo de poder que muy pocas personas específicas podían poseer.

Eso es más o menos todo lo que recuerdo de esas historias, no tengo buena memoria de esos momentos. Tal vez cuando vayamos a investigar después de clases podamos encontrar algo más concreto en la biblioteca.

 

Elizabeth.

—Ellos eran los culpables, te hacen perder la paciencia muy rapido —me defendí, eran todos unos torpes. Escuche su otro comebtario y sonreí levemente —. Suerte intentándolo, tendras que vigilar me para que me calme antes de actuar.

 

Omega Vantage

Kiara también hizó memoria y logró decir información que nos facilitaria la búsqueda. La profesora seguia sin venir y era bastante raro que tardase tanto tiempo.

Me tumbé cerca de sus rodillas, alargé mi mano para acariciar su cuello. Pero debido a las vendas no podia sentir bien su piel.

Keita se tumbó a relajarse, no tenia muchas ganas mientras Kiara seguia pensando aunque decidió que no era el momento.

—Te quiero—Dijé susurrando pero lo suficiente alto para que lo escuchase.

 

Matthew

— Probaré mi suerte entonces, después de todo, no queremos que tengas que irte tan rápido de este instituto ¿no? — eso de tratar si no la descubran si golpea a alguien no debía de ser tan difícil, ¿no?, además si la atrapan también podríamos culpar a alguien más

 

Elizabeth.

—Supongo que no, dicen que es de los mejores institutos —comenté más aburrida que antes —, es tu turno de contarme algo.

 

Matthew

— Hmm... que vayamos a intentar montar, no creo que la profesora venga pronto y llegar tarde tampoco es mucho problema, ¿no crees?