Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

Elizabeth.

—No lo golpee porque estaba bien ya muy lastimadoby no me meteria en problemas el primer día —respondí menos molesta que antes. Al oir que le encantaría verme golpearlo me saco una risa pequeña.

—Tal ves si se emocionó, pero eso no quita el echo de que nos conocieramos hoy y yo no beso a chicos que conocí hace poco —dije cruzando los brazos sobre el pecho.

—Me moleato con facilidad, quiza por eso no estoy perdida.

 

Omega Vantage

Ya un poco mejor dejé de acariciar a mi familiar. No podia estarme quieto, salí del cuarto a dar una vuelta, aún era temprano y gracias a un poco de magia del doctor no sentia apenas dolor.

Mi familiar salió detrás mia, le ordeno marcharse a volar libremente y al acabar la frasd salió disparado por la ventana sin romperla esta vez.

Entonces me estiré despacio para despejarme después de secar lagrimas. Iba a andar justo cuando me vió el médico y me ordenó estrictamente no salir al menos en una hora y media. Podia recibir visitas pero no salir a menos que sea urgente. Al verle me recordó la escena y me deprimió más, ¿para que iba a salir?, ¿a verla cuando ni sé donde está?.

Me metí en el cuarto y me tumbé a esperar que algo sucediera. Miré el reloj para calcular esa hora y media.

 

Matthew

Le había hecho reir, un paso menos para quitarle el enojo que tenía acumulado hasta el momento por el chico de vidrio.

— Si ya estaba lastimado no importaba, a fin de cuentas le atendería alguien, ¿no?, no hay nada de que preocuparse porque le hubieras golpeado bajo tu defensa, a una chica siempre le creen — sonreí un poco ante mi propio comentario, para mi no sería incorrecto si le hubiese golpeado en su estado y lo último era cierto, siempre le creían a las chicas

— Una chica más que no este perdida me es suficiente, créeme — acaricié un poco a mi familiar sin perder la sonrisa — Solo trata de mantenerte así

 

Omega Vantage/Habitaciones

Seguia tirado en la cama, sin moverme y mirando al techo. Mi compañero no habia vuelto, seguramente estaria haciendo de las suyas. Un recuerdo me vinó a la mente, ojala nohubiera sido así.

Una fuerte presión me vinó al pecho, ese doloroso recuerdo de hace años volvió. Giré la cabeza y intenté mantener la calma para no volverme loco, aquelló fue hace años.

Miré donde estaba, en mi cuarto, a salvo y sin nada que temer. Unas gotas de sudor recorrian mi frente y notaba la garganta seca por lo que bebí un poco de agua. El tiempo pasaba lentamente.

—Haz que me perdoné y que este tiempo pasé rapido—Susurré juntando mis manos y cerrando los ojos.

Sólo silencio en mi cuarto.

 

Bergren
Admito que la respuesta afirmativa de Elizabeth a la proposición que le hizo Omega de salir juntos, me dejó boquiabierto por unos pocos segundos. Después se sucedió una interacción tan empalagosa por parte de ambos, que preferí apartar la vista y dar pequeños sorbos a mi vaso de agua, como una manera de permanecer ajeno a esta circunstancia medio romántica en que se había convertido el desayuno. Eso sí, no me privé de escuchar la conversación entre ambos, ni de mirar de reojo el cómo uno se ruborizaba y la otra jugueteaba con los accesorios de su cabello. Era realmente hermosa y Omega me la había robado (aunque ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón; me hago entender, ¿no?)... No me importó tanto: después de todo, sensualidad femenina era lo que abundaba en esta Academia...

Elizabeth acabó por llevarse a mi compañero a la enfermería, para que curara sus heridas. Alcé una mano para despedirlos, justo en el momento en que vaciaba mi vaso.

Y entonces me encontré con los tiernos ojos de ella fijos en mi persona... Pero apartó mirada antes de que pudiera hacer un ademán de invitarla a sentarse conmigo. El rubor encendía sus mejillas.
Desde mi posición actual podía admirar todo su frente y, obviamente, no se me pasó por alto el hecho de que llevaba la camisa del uniforme desabrochada, por lo menos, hasta el segundo botón. Aprovechando que su atención estaba fija en no encontrarse con mi sonrisa, acaricié sus pechos con mi mirada. Los recorrí, me detenía en la línea que los separaba y adivinaba el volumen... La imaginación comenzó a aventurar.
¡Muack! No importaba desde qué distancia la mirara, la Chica Conejo era una delicia de chica. Su amiguita también, pero mis deseos más profundos estaban enfocados en Satoko.

Tuve que servirme otro vaso de agua para calmar mi fuego interior. Estábamos en un sitio público, no podía permitir que el Lobo despertara aquí, haríamos ruborizar a todo el mundo. Simplemente seguí comiendo, esperando el mágico instante en que el conejo bajaría la guardia. Me sonreí.

 

Me distraí pensando en otras cosas y no me dí cuenta de que Chris ya había dejado la bandeja en la mesa para después salir de la cafetería en alguna dirección. Suspiré y comí algo de lo que había traído, también le ofrecí algo a Keita que comió con gusto, al terminar me dí cuenta de que aún seguía con mis cosas en mano.

—Tal vez sea hora de ver cómo es nuestra habitación. —dije levantándome, el asintió y me siguió por el pasillo. Tuvimos que dar varias vueltas para llegar a la habitación, ya que en algún momento nos habíamos perdido— Uh, por fin llegamos, creí que moriríamos en el camino.

Suspiré de alivio cuando ví mejor la habitación, afortunadamente tenía dos camas, eso significaba que no tendría que compartir cama con Keita —¡bien!—.

Dejé mis cosas en la cama que estaba ubicada cerca de la ventana, y al ver que no pasaba nada, me dirigí al patio con mi familiar, dando algún que otro salto por el camino.

 

Elizabeth.

—Es una generalización incorrecta —comente deslizandome por la pared hasta quedar sentada en el suelo —, no me solian creer en las otras escuelas.

Suspire levemente areglando la falda de mi uniforme y quitandome la capa.

—Además Omega me agrada un poco y no me hubiera gustado golpearlo y que otro lo note y se propague mi actitud explosiva. Me gusta ser el centro de atención, pero no por esas razones.

Cruce nuevamente los brazos sobre mi estomago cerrando los ojos, poco a poco me calmaba y cuando este tranquila iría a ver a Kit.

—No creo que cambie, tendras que acostumbrate a mi actitud —le dedique una sonrisa.

 

Omega Vantage/Habitaciones

Con el paso de los minutos empiezo a sentirme mejor, sin angustia, un poco triste por lo ocurrido con Elizabeth pero decidí que lo mejor era esperar a que se calmara y no volver hacerla cabrear de esa manera. Miré los vendajes, notaba como surgian efecto gracias a la magia. Me pusé en pie, ya no notaba dolor alguno pero era mejor dejarlos un poco más. Con cuidado me cambié de ropa puesto que aún llevaba encima la ropa con la que habia tenido el accidente y estaba rota y rasgada en algunas partes.

Como las clases se habian suspendido decidí ponerme algo formal pero no demasiado, y me sentía más cómodo. Con mis pantalones y camisa negra pero sin la chaqueta dado el calor. Y sin olvidar mi pañuelo. Los brazos al aire pero vendados y unos guantes en las manos para cubrir el vendaje de los dedos que era el más delicado. No habia pasado apenas 20 minutos pero ya estaba bastante bien, creo que el doctor se equivocó al calcular el tiempo. Salí y eche a andar por los pasillos, daba gusto no tener que apoyarme en nada para caminar. Miré a la ventana y a lo lejos ví a mi familiar dar vueltas arriba y abajo extendiendo sus alas. Dejé que se diviertiera sin mi.

—¿Qué deberia hacer ahora?—Pensé mientras caminaba por los extensos pasillos.

 

—Hmm...¿no hemos pasado por aquí antes?...—pregunté con la voz ligeramente temblorosa. Mi familiar no me dió una respuesta, supongo que estaba tan confundido como yo.

Seguí andando hasta llegar a los pasillo donde estaban la mayoría de las primeras habitaciones, la A,B,C etc. Miré a mi alrededor confusa, probablemente tardaría mucho en encontrar la salida.

 

Omega Vantage

Continuando por los pasillos, encontré unas gafas como las que usan los jinetes de bestias voladoras. No habia nadie alrededor y estaban ahi tiradas, al tomarlas me las coloqué en la cabeza, un poco arriba de la frente. Son fantásticas.

Al continuar sonriente pudé ver a la chica junto a su familiar. Me acerqué a saludar, total no tenia nada que hacer.

—Hola—Saludé con alzando la mano y acercándome.

Tenian pinta de andar casi tan perdidos como yo.

 

Seguía buscando la salida cuando escuché una voz familiar a mis espaldas, me dí la vuelta y allí estaba Omega, saludando con la mano alzada. Me fijé en las gafas que llevana en la cabeza, pertenecientes a los jinetes de bestias, creo.

—Tienes mucho estilo. —reí un poco— ¿Sabes dónde está la salida? Creo que me he perdido...—susurré apenada.

 

Omega Vantage

Ya conocia un poco mejor los pasillos por lo cual no debia ser muy dificil.

—Es por aquí, te acompañare, necesito que me dé un poco de aire—Respondí echando a andar por uno de los pasillos.

 

Matthew

-- ¿Por qué no te creían? -- pregunte notando como se deslizaba hasta sentarse en el suelo aunque no estaba obligada al responder realmente

-- Pues creo tu y las demás chicas son el centro de atención de muchas cosas entre los demás chicos así que preferiría, si fuera tu no ser el centro de atención -- suspire y luego reí al escuchar su último comentario

-- No te pido que cambies, con esa actitud que tienes me acostumbrare rápido, no te preocupes

 

Elizabeth.

—Si ven a un chico poniendo cara de cordero degollado mientras muestra su nariz sangrando la chica sale perjudicada —solte una pequeña risa tras decir eso, eran "lindos" recuerdos de mi experiencia escolar en otra academia.

—Lo que pasa es que la mayoria de los chicos son torpes —reí de nuevo al ver la cara que habia puesto por mi comentario.

—Entonces pasare tiempo contigo —le mostre una sonrisa amistosa —, sera divertido.

 

Matthew

-- ¿Los chicos tenían cara de mostrar su golpe a un profesor después de que una chica los golpeo? -- abrí un poco los ojos con sorpresa -- ¿Segura?... Lástima que nunca podré ver eso

-- ¿Yo te parezco un tonto? -- sí nix creía que era un pervertido al igual que los demás, ella podría pensar que soy un tonto

-- Si no te aburres de mi, como tu gustes

 

Elizabeth.

—Supongo que despues de que su orgullo fuera lastimado querian hacer algo para remediarlo y al no poder golpearme decidían acusarme —me encogí de hombros, quién entendía a los hombres, pues yo no lo hacía.

—Tienes un problema con queres verme golpear a alguien —solte una risa —, y en ti no usaría la palabra tonto, te queda mejor el de "chico solitario y distante" —la pequeña risa de antes se convirtió en una carcajada pequeña.

—Entonces no me despegare de ti hasta que el año escolar acabe.

 

Matthew

-- Que lastima... En esas situaciones un hombre debería callar y conservar su poco orgullo --me explique imitando su acción de deslizarse hasta quedar sentado

-- No tengo un problema, pero no me gustaría morir sin ver a una chica golpee a un chico, sólo eso. -- ante su descripción de mi no me sorprendí en lo más mínimo -- Gracias por tan exacta descripción

-- Eso quiero verlo, de seguro omega se pone celoso e intentara matarme como la profesara Agnes -- le mire algo más relajado -- Aunque Agnes da más miedo...

 

Elizabeth.

—Esos compañeros no eran presisamente listos —sonreí de lado negando con la cabeza, me pregunto que sera de ellos ahora.

—Y quizá nunca me veas, intentare no golpear a algún hombre y calmarme antes de actuar —hablaba en serio, para que usar la violencia y si podia contar hasta el 10 100 veces —. De nada, esa es mi imagen de ti.

—Si te mata lo golpeare y nunca habras visto a una chica golpear a un chico —comente riendo, menciono a la profesora Agnes y un escalofrío me recorio la espalda —, concuerdo contigo, esa mujer aterra aveces. Me pregunto quien fue el desafortunado de la primera clase —dije recordando que falte a dicha clase al haberme dormido en mi habitación.

 

Matthew

-- Pues he de decir que comparto ese pequeño concepto tuyo de eso -- a pesar de que tuviera ese concepto de mi, creo que era mejor que pensara eso a qué soy un pervertido como lo había pensado Nix

-- Entonces me quedare con esa cosa pendiente en mi lista, pero que se le va a hacer, ¿no? -- pregunte acariciando a Aqua -- No todo lo puedes conseguir

-- Te encargare vengar mi muerte entonces, ¿te parece Elizabeth? -- y allí el mejor comentario hasta ahora, ella no sabía que yo había sido su víctima -- Yo fui el desafortunado de la primera clase, pero de seguro me convierto en su favorito. ¿Los milagros existen no?