Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

Christopher.

—Aunque...tal vez tengan suerte y les toque una clase de magia —comente.

 

Patio trasero/Rachel.

Miraba con curiosidad como Elijah llevaba acabo su ceremonia de invocación, me sorprendió un poco que recordara todo lo que dije..y más que usara mi mismo conjuro, si tenia suerte...no le tocaría un Fénix de fuego ¿quien sabe?

—me pregunto que sera....—Murmure mientras me recostaba en Fire.

 

Matthew

Alcé mis hombros sin darle mucha importancia al asunto, clases de magia, clases de defensa, a fin de cuentas daba lo mismo — No tiene mucha importancia en realidad, si una profesora puede sobrevivir sin magia toda su vida creo que no es tan malo aprender defensa

 

Patio trasero / Elijah

Miré hacia el interior del portal… no salía nada, por lo cual me acerqué aún más… y de repente, una cabeza se asomó. Y otra cabeza más le siguió.

Di un salto hacia atrás cuando una gigantesca hidra emergió del portal; se había oído que no eran las criaturas más amigables del mundo mágico, y estaba seguro de que no era un reclamo simplemente con base superficial. Se veía alta, grande y amenazadora… pero no atacó, ni a mí ni a Rachel ni a Fire ni a los estudiantes que andaban por el resto del patio, alejados e indiferentes a nosotros. Se quedó allí, parada y a la espera de mi accionar, quieta como una estatua.

"Mi nombre es Abaddon…" dijo una voz en mi mente. Y me di cuenta que no se trataba de mi voz. ¿Magia telepática? Había oído muchas cosas acerca de las hidras, pero ésto era nuevo… "Seré tu familiar, joven Elijah… sólo debes sellar el pacto."

La cabeza del medio de la hidra llamada Abaddon descendió hasta estar a mi altura, inclinándose un poco más debajo de mí. Así que de eso se trataba… al final, todo se reducía siempre a éste tipo de cosas. Di un paso hacia delante y besé la frente de la Hidra… la criatura inmediatamente alzó la cabeza y todo el cuerpo hizo una reverencia hacia mí.

—Parece que ya tengo un familiar entonces —me giré sobre mis talones para mirar a Rachel.

 

Rachel.

Levante la mirada del suelo al escuchar unos grandes pasos, cuando vi, se trataba de un gran Hidra. No sabia muchos de ellos pero había oído de que usualmente no eran muy amigables al principio.

—Es..¡Genial!—exclame sonriendo antes de separarme de Fire para acercarme a Elijah y al Hidra, el cual tenia su sello de familiar en su lomo.

 

Patio trasero / Elijah

—Genial, pero poco práctico… —me giré de nuevo para ver a mi familiar, y luego enfoqué la vista en la edificación detrás del mismo; era casi del mismo tamaño que la escuela, posiblemente más todavía—. Tu tamaño va a ser todo un problema, Abaddon… oh, espera, a menos que…

Saqué mi varita y pensé por un momento… podía llegar a funcionar… esperaba que a Abaddon no le molestara mucho. Parecía ser una criatura leal, seguramente comprendería. Pronuncié unas palabras extrañas que rimaban entre sí y, tras un minuto de incantación, el aire se volvió más denso y una neblina envolvió a la Hidra… que se volvió considerablemente más pequeña. Me puse de cuclillas y coloqué a Abaddon sobre la palma de mi mano, donde cabía a sus anchas ahora.

—Esto será más práctico… Rach, conoce a Abaddon, versión compacta.

 

Rachel

Tras ver como Elijah reducia a su Hidra una pequeña sonrisa se formo en mis labios, era listo.

—Jaja, se ve menos intimidante asi—Comente antes de ver a su Hidra, que al parecer se llamaba "Abaddon".

 

Elizabeth/comedor/pasillos.

Lo de "princesa" me saco un sonrojo que envolvió la mitad de mi rostro. Me levante sin tomar la mano que me ofrecía y rápidamente fui a dejar mi plato al lugar correspondiente.
Al llegar junto a Omega nuevamente le dedique una sonrisa para tomarlo de la muñeca y arrastrarlo fuera de la cafetería mientras con la mano libre me despedía de los demás.

—Vamos Omega, mientras antes llegues mejor te sentiras —dije al salir de la cafetería al pasillo que no tenia tantos estudiantes.

 

Omega Vantage/Pasillos

Ella se levantó sin agarrar mi mano, luego dejó el plato en su lugar correspondiente para luego tomarme de la muñeca y sacarme de allí camino de la enfermeria. Supongo que debido a los estudiantes que habia no me agarró la mano.

—Vamos Omega, mientras antes llegues mejor te sentiras—Me dijó llevandome.
—Contigo ya me siento bien, si me dieras un beso ya estaria bien al 100%—Comenté con una leve risa para hacerla sonrojar.

Quisé haber visto la cara de Bergren, pero no pudé, además tampoco me preocupaba tanto sabiendo como es él. Ya quedaban pocos metros para llegar a la enfermeria puesto que veia el letrero que indicaba que esa sala era la enfermeria. ¿Cómo no la habia visto?. Enseguida me dí cuenta de que al ir herido y medio agotado no me fije. Ella iba delante mia y la forma de caminar era muy mona. ¿Me daria un beso o me lo negaria como la mano?.

—Y sólo llevo un dia—Pensé feliz.

 

Elizabeth/afuera de la enfermería.

El sonrojo se había disipado cuando estabamos llegando cerca de la enfermería.

Omega habia dicho algo sobre sentirme mejor si lo besaba y eso me molesto levemente, ¿por que me tomaba?, yo no hacía esas cosas. Me gire a el y le dedique una sonrisa molesta mientras apretaba el puño frente a él.

—Entonces supongo que no te sentiras mejor —respondí soltando su muñeca —, es más, dí algo así nuevamente y pasaras una larga temporada en esta enfermería —lo amenace tocando la puerta del lugar por educaccion.

 

Omega Vantage

Se le notaba enfadada, incluso me amenazó con dejarme peor. Soltó mi muñeca y tocó la puerta.Ella miraba la puerta con aire molesto.

—No era mi intención ofenderte, además...eres muy guapa y un beso tuyo haria revivir a cualquiera—Me excusé un poco cabizbajo.

Realmente me sentia tonto, pero estaba muy feliz. Verla, tomarla de la mano y verla sonreir realmente me alegraba el dia.

Se escuchó en ese instante una voz desde dentro.

—Esperen 5 minutos, tengo que recoger y ordenar unas cosas—dijo una voz masculina.

5 minutos para hablar con ella. Ella no decia nada, solo jugaba con su pelo.

—Si pudiera hacer algo...—Dijé acariciandole los dedos de su mano. Eran finos y bonitos.

 

Elizabeth/afuera de la enfermería.

Seguía molesta, así que me sente en el suelo junto a la puerta mientras jugueteaba con mi cabello.

Las disculpas de Omega me llegaron, pero no lo perdonaría, llevábamos un día de conocernos y el queria un beso, ¡¿acaso era un idiota pervertido o qué?!. Solte un lebe bufido en la espera para poder dejar a Omega solo e irme a mi habitación a dormir hasta la proxima clase.

 

Matthew

No esperé la contestación de Usui ni a que me siguiera mientras me alejaba por los pasillos cuando noté algo peculiar, una molesta Elizabeth que se encontraba sentada por los pasillos hacia la enfermería— Elizabeth....— le llamé mirandole con intriga — ¿Daiki te ha vuelto a empujar o porqué esa cara de enojo? — pregunté soltando una leve risa imaginandome aquello, Daiki le había empujado dos veces al chocar con ella, ¿que le impediría hacer una tercera?

 

Omega Vantage

Ella se sentó en el suelo y soltó un bufido. Se le notaba molesta, creo que inclusó más que antes y eso me hacia sentar mal.

—¿Te parece bien si te invito a tarta de chocolate durante toda la semana?—Pregunto cabizbajo y un poco triste.

La puerta se abrió y ahi apareció el doctor. El tipico doctor mayor con experiencia y amable.

—Ya puedes pasar, ¿le vas a acompañar?—le pregunta a Elizabeth quien se levantó al ver abrirse la puerta.

Yo le mostré mis heridas y me indicó sentarme en la cama. Él espero a ver que decidia Elizabeth y yo también.

 

Elizabeth.

Negué con la cabeza y me fui a mi habitación.
Mientras caminaba a mi habitación me encontre con Matthew preguntando si Daiki me habia empujado nuevamente.

—No he visto a Daiki desde que lo guie a la cafetería —dije relajando el gesto un paco para luego apoyarme en la pared.

 

Matthew

Relajó su expresión molesta para recargarse en la pared cercana a ella, si no había sido Daiki lo único que se me ocurría hasta el momento era que el pelirrojo había hecho algo — ¿Entonces que ha pasado? — pregunté recargadome en la pared opuesta para estar mas cómodo para escuchar su explicación

 

Elizabeth.

Solte un pequeño suspiro calmandome.

—todo es culpa de Omega —dije intentando no molestarme nuevamente —, se lastimo, lo acompañe a la enfermería y dice que con un beso se pondria mejor —frunci nuevamente el ceño —, osea, ¿por quién demonios me toma?, lo conocí hoy y acepte salir con él porque se veia amigable, pero ahora se que puede llegar a ser un completo idiota —no me sentía mal por hablar así de él, estaba muy molesta, y él tenía suerte de ue abrieron la puerta antes de que lo golpeara.

 

Omega Vantage/enfermeria

Ella negó con la cabeza y se marcho enfadada. Agache la cabeza aún más, estaba apenado de como todo habia pasado de felicidad a tristeza.

El doctor me ordenó sentarme y empezó a vendarme y curarme las heridas. Creo que el pensar en lo ocurrido hizo que no sintiera dolor. Cuando tuvo todo listo dijó:

—Muy bien, todo listo, solo debe no tener más accidentes de este tipo.
—Gracias doctor—Salte de la cama, salí a los pasillos y me fui a mi cuarto.

En cuanto llegué deshice las maletas, saque la ropa y la coloque en su sitio correspondiente.
Rocinante empezó a dar vueltas.

—¡Fuera!—Quisé gritarle.

Pero no pudé, seria muy injusto por mi parte. Coloque mis manos en mi cabeza y note una poca ansiedad mezclada con angustia.

Nose cuanto tiempo debo estar así, solo podia pensar en ella. Rocinante se acercó y pusó su cabeza junto a la mia, parecia que sintiera mi dolor. Lo acaricié mientras una lagrima recorria mi rostro.

 

Matthew

¿El chico de vidrio era el culpable? vaya... entonces creo que por eso el pelirrojo se llevaba relativamente bien con él, quien sabe podrían ser tan iguales que incluso darían miedo además del pequeño hecho de, que gracias a eso descubrí el porque Nix había hecho el comentario de los hombres, no estaba tan equivocada al parecer....

— ¿No lo golpeaste verdad? — pregunte con una pequeña sonrisa — Espero que no porque me hubiera encantado ver eso, pero ahora volviendo al tema principal... creo que, se ha emocionado contigo... ¿no lo crees? — pase una de mis manos por mi cabello soltando un suspiro, el chico de vidrio tendría un problema grave con Elizabeth

— Pero esta bien que te enojes, de hecho me alegra que estés molesta, me acabas de hacer saber que no todas las chicas de aquí no están tan perdidas como yo pensaba