Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

Yuniko Koizumi

Me encontraba tan embelesada jugando con el pelaje del Pegaso, al cual parecían agradarle mis caricias, que me sobresalté levemente al escuchar una voz tras de mí. Ícaro fue el primero en voltearse a ver por instinto más bien protector de quién se trataba, y observó con ojo crítico a la chica y a su igual. Yo por mi parte los miré con aire despreocupado.

—¿Huh? —murmuré mientras la miraba de arriba a abajo; era la chica que invocó al primer Pegaso, instantes antes que yo. Dejé de mirarla en silencio para formar una sonrisita propia de mi edad y la saludé con la mano desde el lomo de mi familiar. —¡Hola! Si no recuerdo mal, tu nombre era Atemis Mikuo, ¿no? —dije animada, mientras recordaba el nombre dado por el director hacía un rato. —Soy Yuniko, ¡encantada!

 

Bergren

—Es un hermoso nombre. Yo soy Bergren y, si mal no escuché, te están llamando para la invocación —le dije a la joven mientras Bijesan se ponía de cuclillas, dejando erguidos sus muchos metros de longitud— ¡Ve, quiero conocer a tu familiar! Y... —le alcé las cejas, haciéndome el misterioso— Me gustaría hacerte una preguntita...

 

Di una leve risilla.

—Correcto, el placer es mio, Yukino—confirmé con una leve risa.

 

Di una leve risilla.

—Correcto, el placer es mio, Yukino—confirmé con una leve risa.

 

El profesor sonrio aliviado al ver que la chica si se habia presentado para la invocacion, asi que miro su lista y penso...

—"Ya quedan pocos"—penso antes de leer un nombre—La siguiente es Phoebe Isurugi.

 

Vi un Hipogrifo y sonreí de lado. Hice con la cabeza una ceña a Kit de que me siguiera para poder saludar a la dueña de la criatura.
—Se ve muy bonito du familiar —sonreí y senti algo mover mi brazo, al voltear noté a Kit empujando mi brazo con la cabeza —, pero no más que tú querido Kit.

 

Phoebe Isurugi.

Yo estaba muy pensativa mientras caminaba por la academia varios minutos, pero hace unos minutos o tal vez horas...quien sabe, una repentina explosion me alerto e hizo que me asomara en una ventana, Ya habian empezado las invocaciones.

—Vaya! y yo estaba aqui perdiendo el tiempo—Habia exclamo antes de salir corriendo, agarrando mi capara para no caer hacia el circulo de estudiantes de tercer año.

***

Ahora estaba aqui...parada en el medio del circulo para empezar mi invocacion:

''Ohh espiritu de las tinieblas, que vagas esperando a que tu amo comience su mandato.Deja esa oscuridad y unete a mi para comenzar un camino juntos, del cual no podras escapar...........esta senda es mia y tuya asi la he elegido.Desde este mismo momento mi alma y la tuya estan unidas, tu me ayudaras a seguir y yo hare todo lo que este en mi mano para que asi sea.Ohhh espiritu de las tinieblas, que vagas esperando por favor, ahora obedeceme .............porque desde este instante somos uno''
​

Tras terminar mi invocacion mi que una lechuza estaba volando frente mio y em miraba con curiosidad.

—Genial.

​

 

Yuniko Koizumi

Fruncí el ceño al escuchar hablar a aquella chica, tratando de mantener la compostura y la sonrisa en mi cara, aunque se vio ligeramente curvada por unos instantes; ¿Y-Yukino, me había llamado así? Ícaro notó como trataba de controlar el mal genio al sentir como apretaba disimuladamente los puños, y me miró de una manera algo reprochante.

—Soy Yuniko...no Yukino, ¿vale? —"maldita baka, tampoco es difícil aprenderse un nombre." Rápidamente relajé mi rostro y sonreí mientras señalaba a su familiar con curiosidad. —Vaya, al parecer nos tocó familiares iguales, ¿cuál es su nombre?

 

Bergren

Observé sonriente y con interés la invocación de Satoko. Saboreé visualmente sus movimientos, sus palabras, y admiré a su nuevo Familiar: un Hipogrifo.

—¡Se ve genial! —le grité desde mi lugar, puño en alto mientras traía su encantador cuerpo hacia mí— ¿Y a tí qué te pasa, hermano? —pregunté de pronto a mi Familiar al notar que se ponía completamente en pie.

¡A la flauta! ¿Cuándo había llegado este colosal Hidra a mi lado? No, no, peor: ¡¿Cómo es que no me di cuenta hasta ahora?! Con lo grande que era ¡Medía lo mismo que mi hermano!

Bijesan le miraba fijamente o, mejor dicho, hacía eso con la cabeza del medio. La presencia demasiado cercana del Hidra parecía no generarle mucha confianza, pero no estaba decidido a mostrarse agresivo hasta que la situación lo requiriera. Si al Hidra se le ocurría hacer algo, se armaría un lío de proporciones titánicas; la forma en que se llevarían dependería de la forma en que éste actuara.

Observaba el duelo de cuatro pares de miradas con una sonrisa tranquila... Para mí que se iba a llevar bien, quién sabe. Mientras estas ideas arribaban a mi cabeza, me percaté de la dama de hebras doradas que se encontraba de pie junto a la fantástica criatura de tres cabezas.

—¡Hola! —la saludé desde la distancia— ¡Veo que a tu Familiar le gusta el galán de mi dragón! Se viene la "trigamia" —bromeé.

 

—M-Mierda, l-lo siento por confundirlo..—me di una bofetada mental, solo un error de letras fue de gran pena—Arkien, ¿El tuyo?

 

Matthew

La chica del familiar humano se había ido justo después de que Atemis nos explicara porque sabía aquello y además que Nix se acercara a hablar con el humano en un idioma que yo... no pude comprender ¿sería el mismo idioma de ese plebeyo?, lo mas probable, pero tampoco era mi problema.

Decidí mejor observar el posible enfrentamiento del dragón y la hidra, ¿quién ganaría?, ¿la hidra por la ventaja de mas cabezas? ¿o el imponente dragón del chico?. La escuela, este año en definitiva sería mucho más interesante, miré levemente a mi Fénix que también observaba a los dos familiares que se encontraban algo lejos de nosotros.

— Tranquilo Aqua, no creo que se inicie una pelea...— con suerte los familiares no harían nada... de gravedad

 

No pude evitar reírme ante el mal chiste del hombre, Eban’e al parecer se contagió de mi buen humor y se termino de acercar al dragón para empujarlo de una forma nada agresiva. Seguí sonriendo ante eso y me acerque a ella.

—Muy mal chiste, pero igual es un gusto— pronuncie honesta como siempre, extiendo mi mano para dominar el apretón mientras digo mi nombre —Nix Dion.

Me impongo para que sepa que no soy una estúpida que no se da cuenta de las cosas ¡hay que ser una total idiota para no darse cuenta de que el tipo este exuda “soy un pervertido”! pero realmente no puedo quejarme de ello pues algunas veces también lo soy.

Al observar ambas criaturas se tratan no solo con algún tipo de “atracción” sino una familiaridad demasiado extraña.


—¿Crees que dos familiares puedan conocerse?— por fin exprese mi curiosidad metiendo mis manos en la chaqueta de cuero que conservo, me niego a usar la capa y a deshacerme de mis posesiones.

 

Omega Vantage

Después de eso, han ocurrido muchas cosas, las cosas con el plebeyo se han calmado, más invocaciones, más relaciones,etc. Ahora parece ser que habrá una pelea entre el dragon y la hidra, dos bestias muy poderosas que podrián causar muchos problemas sino se vigila.

—¿Cuando tendré yo mi familiar?—Pienso mientras me siento en el césped un poco cansado de todo lo ocurrido a mi alrededor.


La verdad es que me he quedado al margen y solo dado que toda la gente o la gran mayoria se acerca a ver que ocurrirá mientras otros alumnos son examinados.

 

Elizabeth.

—Suena genial ese nombre —sonreí nuevamente mientras veía a los demas y divisé a Omega. Me despedí de la chica con la mano y fui a donde Omega.

—¿Aún preocupado por que no te toca? —pregunté con dulzura mientras jugueteaba con uno de los accesorios de mi cabello.

 

Omega Vantage

Mientras suspiraba por no tener aún familiar, escuché una voz dulce, me giré y allí estaba ella ante mi. Elizabeth, quien se habia separado del resto.

—Si, no puedo esperar más—Respondo mientras juego con mi pañuelo sin mirarla.

 

Bergren

Su risa había marcado un buen comienzo. Mostraba una templanza distinta a la de las otras chicas que se habían acercado a hablarme, más imponente, pero que no dejaba de exhibir los encantos de lo que era: una bonita estudiante que con sólo verla se me llenaba de humo el coco. Un poco animado por el buen humor de la hechicera, el Hidra le dio a mi Familiar un empujón amistoso que no expresaba ningún sentimiento de animadversión. Aquello le bastó a Bijesan para considerarlo como parte de su séquito de confianza, y se le unió al juego. Apoyó su cuerpo en el de Hidra y comenzó a empujar pero arrastrándola apenas unos centímetros, mientras que la otra criatura también hacía lo mismo. Era como un juego para determinar quién tenía más fuerza. Bijesan dejaba escapar unos rugidos que salían con repetida frecuencia... ¿Así era su risa? Síp, una risa feroz.

La chica me extendió su mano y se presentó como "Nix Dion"... Un nombre que no se oía todos los días

—El gusto es mío, Nix —respondí mientras estrechaba sus dedos. Apretó los míos para intentar dominar el saludo, a lo que respondí con un entusiasta movimiento de brazo que la sacudió apenas un poquito. Era una situación graciosa: tanto nosotros como nuestros Familiares haciendo competencia de fuerza.

Impuso su cuerpo como una advertencia... Clavé mis ojos en su busto de todas formas, mordiéndome el labio inferior. Si disimular era imposible con ella, qué más da, llenaré mis ojos de encanto femenino de todas maneras. Los demás estudiantes no advirtieron esto, solo Nix... Acto seguido me reí.

"Crees que dos familiares puedan conocerse" preguntó entonces metiéndose las manos en los bolsillos de la chaqueta... ¡JA! ¡Si ella podía conservar la suya, entonces podría cambiar mi capa por mi chaqueta, que era más cómoda! Pero respondí:

—¡Claro que pueden conocerse! O por lo menos es mi opinión —comenté, alzando una mano para señalar de forma teatral a nuestros familiares jugando— Cualquier momento es bueno para conocerse con cualquier criatura. Si nosotros podemos entablar una hermandad con criaturas mágicas, ¿qué les impide a éstas que hagan lo propio entre ellas? Nada —le sonreí después de mirarle el busto otra vez, sólo para molestarla cariñosamente.