Contenido oculto Oh, yo hablaba con el pokémon pero bueno xDDD Sonreí observando al pokémon y volví a agacharme para juguetear con él. -Wooo~ Estás impresionante así-afirmé sonriente-Entonces Aqua Cola adjudicado-terminé de hablar mirando de reojo al chico.
Contenido oculto dante respondió por el pokemon (? — Sí... mas tarde se lo enseñaré — dije colocando una mano en mi nuca y suspiré antes de volver a sonreirle — ¿Me vas a avisar cuando quieras ir a la ruta verdad?, para que tengas tiempo de ir a hacer cosas con Liza
Contenido oculto Bien, porque Emi no sabe Pokemonil (? -No te preocupes por eso. Liza también está con Mimi así que no hay prisas-respondí volviendo a levantarme y bostezar estirándome-¿Por qué nunca dices de ir a algún sitio?-dije con tono de queja.
— Lo siento... — murmuré sentándome en el a silla del escritorio — Solo... nunca me ha gustado hacerlo porque jamás hago algo relativamente...interesante o de provecho, solo camino y camino, nada mas
-Caminar es saludable-dije sentándome en su regazo-Además, eso significa que has visitado muchos sitios lo cual es bastante emocionante
— Entonces tengo la vida eterna — dije riendo un poco, ya que realmente era lo único que hacia — Sería emocionante si hiciera algo de provecho, pero como no lo hago solo es una simple visita — dije recargándome en el respaldo del asiento — Por cierto Emi... — suspiré — No quiero decepcionarte con el tema de batallas, asi que quería proponerte que podrías viajar con alguien que realmente te ayude a mejorar y entrenar... — ¿se lo tomaría mal?, lo mas probable pero... le retrasaría si seguíamos de esa forma
-¡NO!-dije cruzándome de brazos-Si no quieres viajar conmigo dímelo directo, no así-me quejé dando pequeños saltitos en su regazo y cuando paré me di la vuelta, sentándome con las piernas a los lados de las suyas, y lo miré seriamente-Dime la verdad-pedí.
Me quedé en silencio un par de segundos al escucharle decir eso, pero me lo esperaba, esperaba esa respuesta — ¿La verdad? — dije mirandola — Es esa misma... no quiero que por mi culpa te atrases en lo que quieres hacer o que te sientas decepcionada porque harás algo tu sola como eso de la torre — la tomé de la cintura para cargarla y bajarla de mi regazo para recargar mis brazos en mis rodillas y mirar por un momento al suelo — No te puedo tampoco aconsejar de las peleas cuando tengas dudas o apoyarte en algo relacionado con eso, a menos que cuente como "apoyar" no hacer nada y mirarte desde lejos — le miré levemente — No te enojes por eso... por favor
Sentí algo dentro de mi cuerpo que ya era demasiado conocido por mí. -Comprendo...-dije con la voz temblorosa-Entonces, no te molesto más...-fue lo último que pude decir antes de romper en llanto. Me tapé la cara con el antebrazo y me di la vuelta para salir de la habitación sollozando.
Mis ojos se abrieron con sorpresa al escucharle decir eso..¿por qué?..¿por qué había dicho eso? — Emily yo no...— había empezado a llorar y no tenía idea de como reaccionar, jamás había hecho llorar a alguien y eso me asustaba...¿por qué precisamente Emi tenía que llorar así por mi culpa? De un momento a otro se alejó de mi cubriéndose el rostro y saliendo de la habitación antes de que yo pusiera hacer algo — ¡Emi por favor no..! — se había ido, la había perdido entre los pasillos — No pienses eso... por favor...— llevé mis manos a mi cabello revolviendolo un poco con notoria desesperación, ¿si iba a buscarla le molestaría como antes?, ¿si iba me creería a pesar de que ella había sacado sus conclusiones? Me recargué en una pared cercana y me fui deslizando hasta tocar el suelo con aun una de mis manos sobre mi rostro intentando tranquilizarme — Tal vez... mimi...mimi tenga razón y...y sea alguien cruel — susurré si alguien que no me conocía de nada, decía eso de mi y luego hacía llorar a alguien que conocía desde que todo inicio debía de ser cierto
Seguí andando, olvidándome de que todas mis cosas estaban aún en la habitación. Necesitaba tranquilizare antes de volver. Bajé las escaleras frotándome los ojos e intentando acabar con mi llanto, aunque era algo imposible pues las lágrimas no paraban de salir. Una vez estuve en el piso de abajo, al no poder ver bien por donde pisaba, me tropecé con alguien, haciendo que retrocediera unos pasos por el impulso. -Lo siento...-me disculpe mientras apartaba unos mechones de pelos que se habían quedado pegados en mis mejillas debido a las saladas gotas. Contenido oculto Yo te invoco, @Bruno EVF (???
Como era de esperarse, Serperior y Maractus salieron de sus pokébolas una vez la enfermera me las devolvió, con todos los luchadores curados en su totalidad. El incial de Teselia se irguió, con su característica templanza de príncipe contrastando casi violentamente con el movimiento de las caderas de Maractus. Plusle se despertó al sentir la presencia de ambos pokémon y se bajó de mi hombro para felicitarlos, a razón de que ya estaba al tanto de la épica batalla contra Gregorio. Serperior agradeció con solemne reverencia. Maractus se puso tan contento que bailó como loco. Acompañado por el pokémon de Brendan, salió a tomar un poco de aire fresco, mientras que Serperior y yo nos dirigimos hacia una ventana para vigilarlos. Sin embargo, una chica que marchaba a toda prisa me embistió sin intención de hacerlo. El golpe de su cuerpo dio de lleno en la zona de mi esternón, quitándome un poco de aire y haciéndome retroceder unos pasos. El libro que leía cayó de mis manos. —¡Lamento haber interrumpido tu camino! —me disculpé apresuradamente, casi al mismo tiempo que ella— ¿Estás bien? ¿No te he lastimado? No la había lastimado, pero otra persona sí. Emily, tan confundida como yo por el choque, me miró, sorprendida de encontrarme allí. Noté algunos cabellos adheridos a sus mejillas y, si mi intuición no fallaba, eso se debía a que había derramado unas lágrimas de las que, estoy seguro, no era yo el provocador. —Emily… —hice una pausa. Decidí ser directo— ¿Qué te ha pasado?
-Hubert...-murmuré cuando pude distinguir quién era. La sorpresa que me había llevado fue tan enorme que incluso las lágrimas pararon, sin embargo cuando formuló esa pregunta éstas amenazaron con volver a salir. -Es que... -empecé a sentir mi respiración más acelerada mientras volvía a sollozar-Es que... ¡Dante!-fue lo único que mis labios pudieron pronunciar antes de tirarme, si pensar, a los brazos del chico-Seguro que ahora me odia...-dije en un murmullo mientras agarraba su camiseta por los costados-Yo me odio...-bajé más el tono de voz a ser posible mientras me recriminaba mentalmente por haber huido así.
Habían pasado un par de minutos que me habían parecido eternos, inhalando y exhalando por mi boca con rapidez para calmarme, o en su defecto intentar calmarme un poco, por suerte en los pasillos de los dormitorios estaban vacíos, ¿quien querría ver a un chico repetirse una y otra vez "Tranquilízate... respira"?, a su vista parecería un simple loco... pero... funcionaba a menudo. Lentamente, cuidando de que mis manos no se pusieran temblorosas había conseguido volver a levantarme y respirar mas lentamente, debía aprender de una vez por todas a cerrar mi boca y no opinar jamás primero fue el comentario con Effy que le había afectado aunque decidió que no pareciera mucho así, luego mi mala presentación con Mimi dejándome a sus ojos como alguien cruel y ahora... hacer llorar a Emily, ¡que buena racha de comentarios tienes Dante!. Debía salir del centro, cuanto antes... no podía verle... no después de lo que le había hecho, un poco más decidido intenté dirigirme a las escaleras hasta que recordé que ella probablemente estuviese allí y no soportaría el verle así de lastimada y odiándome. Así que dándome media vuelta y me dirigí a la habitación otra vez para tomar mi mochila, saldría por el balcón con ayuda de Staraptor, regresé a Floatzel a su pokebola y la dejé en la mochila de Emily, así ella podría buscar a su lapras en la 311. "¿Cómo pase tan rápido de aliviar sus lágrimas a provocarlas?" Respiré profundamente, que asco de persona era yo en ese momento, si Destiny siguiera aquí ya le hubiera confesado que tal vez sea cierto todo lo que dijo de mi hasta ahora, ella moriría de felicidad al saber que le había dado razón a todo lo que me ha dicho. Miré el cuarto por última vez y me decidí a sacar a Staraptor para que pudiera bajar del balcón al suelo e iniciar una caminata lo mas normal posible y no preocupar a quien me encontrara por el camino.
Con el ritmo de su aliento alterado a causa de los sollozos, Emily pronunció el nombre de Dante. Lo que sucedió a continuación me tomó desprevenido, por lo que tardé varios segundos en asimilar que me aferraba por los costados de mi camisa mientras luchaba por contener el llanto. Era obvio que algo malo acababa de pasar entre ellos dos, y me partía el alma ver cómo ella sufría. “Seguro que ahora me odia… Yo me odio…” Palabras que me supieron terriblemente tristes. Discretamente, la abracé, esperando que eso apaciguara su dolor… —No estoy de acuerdo —le dije mientras le daba palmadas amistosas en la espalda—. No conozco del todo bien a Dante, pero si algo puedo observar en él, es que jamás sería invadido por un sentimiento tan trágico como el odio… De ti se puede decir lo mismo… Son como dos gotas de agua… La tomé por los hombros y, suavemente, la coloqué frente a mí para mirarla a los ojos. Le limpié unas lágrimas retenidas en sus mejillas. —Sígueme… —le dije, señalando con la cabeza la puerta de salida del C.P— Un poco de aire fresco te hará bien. Y sin darle tiempo a responder, la tomé de la mano para dirigirla al exterior, al tiempo que Serperior nos escoltaba. *** Nos sentamos en la vereda del establecimiento. En la cuadra se enfrente había un gran parque, donde Maractus hacía reír a unos niños con su baile mientras que Plusle divertía a los padres, erizándoles los cabellos con una dosis no dolorosa de electricidad. Las risas flotaban en el aire y se perdían en las nubes. —Tienes en mí a un amigo de confianza —le dije a Emily al cabo de un relajante rato. La miré y le sonreí—. Si gustas, puedes contarme lo que te ha pasado, me encantaría ayudarte a no estar más triste...
"No estoy de acuerdo. No conozco del todo bien a Dante, pero si algo puedo observar en él, es que jamás sería invadido por un sentimiento tan trágico como el odio… De ti se puede decir lo mismo… Son como dos gotas de agua…" Sin embargo, él no había sido tan estúpido como para sacar conclusiones precipitadas de algo y después huir llorando. "Sígueme… Un poco de aire fresco te hará bien." No me dio tiempo a responder nada pues me arrastró afuera al instante. Una vez estuvimos fuera y sentados, escuché atenta lo que me proponía mientras moví mi pie nerviosamente, dando sonoros y molestos golpes en el suelo. -- Es que... -- empecé a decir mientras me mordía la uña de mi dedo pulgar -- Él me ha dicho que debería plantearme el ir con otras personas para mejorar en las batallas y todo eso. Y yo, en parte, me he enfadado porque sentí como que me abandonaba. Y he salido corriendo de la habitación, llorando -- expliqué parando el movimiento de mi extremidad, pensando que podría resultarle muy molesto al otro -- Y todo esto no hubiera pasado si hubiera dicho lo que realmente quería decir en lugar de ponerme a llorar-apoyé mis codos en las rodillas y con las manos me di golpes en la cabeza, cerrando los ojos -- ¡Emi tonta! ¡Tonta! ¡Tontaaaa!
Serperior se encontraba detrás de nosotros observando con suma atención los movimientos de Maractus y Plusle, pero tampoco se perdía detalle de lo que Emily me contaba. Después de todo, él también velaba por la salud emocional y física de los que le rodeaban, y quería contener a la chica en su difícil momento... Así nos refirió lo que acababa de pasar, hace unos minutos. Dante le sugirió irse de viaje con otra persona para que pudiera mejorar con su entrenamiento, propuesta que Emily interpretó como una separación irrevocable. Confieso que me resultó extraño que quien fue mi rival en la semifinal de Torneo Témpera saliera con algo de ese estilo ante Emily, pues los veía tan unidos, que resultaba ilógico imaginar a los dos tomando caminos diferentes. De cierta manera, la reacción de la chica era comprensible, quizás le resultó muy chocante. Mas tenía razón en decir que podría haber reaccionado de otra forma (quedarse a aclarar el trasfondo de las palabras), pero eso no me pareció un acto de estupidez, sino algo nacido de un fuerte sentimiento de afecto. —No eres tonta: tú lo quieres con todo tu corazón, eso explica tu reacción, de ahí que resultara tan chocante la sugerencia de separar senderos —dije cuando hubo terminado de darse golpecitos en la cabeza—. Querer a alguien es el acto más inteligente del ser humano. Dante siente lo mismo por tí: si te dijo eso, fue porque deseaba lo mejor para tu futuro como entrenadora pokémon... Porque él te quiere: se le nota en la mirada —hice una pausa. Los niños seguían riendo al compás de las maracas de mi pokémon.
En mi caminar provocado por la huida del problema que yo mismo había iniciado gracias a mis sensibles y útiles comentarios, el tema no dejaba de comerme la cabeza, ¿desde cuando yo había empezado a enojar a alguien mas que no fuera la princesita?...suspiré y me detuve en seco frente a un parque lejano que me había topado en el camino. "Comprendo...Entonces, no te molesto más..." ¿Y ahora yo como arreglaba eso?...sacudí levemente mi cabeza y me fui a sentar bajo la sombra de un árbol, rebuscando algo en mi mochila, el álbum que hace mucho tiempo debí haber tirado o escondido para dejar de recordar tantas cosas para mi salud mental y física. Pero que mas daba, si seguía estable podía permitirme recordar un poco el pasado. Rebusqué entre las hojas viejas pasando foto tras foto hasta que encontré la que quería, la foto de ella y yo en el sofá que había terminado de arreglar hace mucho después de que Liza hubiera visto desgraciadamente una faceta donde explotaba debido a todo lo acumulado con Destiny y demás, donde me obligué a intentar mentirle y equivocarme nuevamente — Apuesto que ya me hubieras mandado de regreso a casa por tantas tonterías que he hecho hasta ahora ¿no? — tapé con uno de mis dedos la parte donde salía yo en la foto, ella es la que inicialmente quería hacer este viaje y yo me hubiera ido con ella hasta que se hartara de mi y en uno de sus caprichos o enojos me mandara a casa diciéndome que ella ya podía hacerlo sola y viviría por primera vez el mundo fuera de la burbuja que construí a su al rededor, pero lejos del mismo problema que le oculté desde hace tanto — Lamentablemente ya no te tengo por aquí para recalcar lo que he hecho mal para corregirlo antes de que empeoraran las cosas — hojee un poco mas el pequeño libro hasta llegar a la posible única foto donde salíamos los tres: mi madre ella y yo — Pero ya estas con ella, tranquilamente... descansando teniendo ahora todo el tiempo que no te pudo dar — cerré el libro con extremo cuidado y lo oculté en mi mochila nuevamente y me recargué completamente en el tronco del árbol y cerrar mis ojos levemente para intentar pensar en algo que me distrayera.
Noté como me sonrojaba cada vez más con cada palabra que decía, y no entendía del todo el motivo de esto. -- De todas formas, eso se ha acabado. Seguro que ahora está enfadado conmigo en algún lado de la ciudad -- dije tras un suspiro y cerré los ojos, con gesto cansado -- Encima, anoche estuvimos hablando de un tema muy delicado para mi y el hecho de que ahora nos haya pasado esto... Es cómo si hubiera vuelto a perder a esa persona -- murmuré lo último mientras me acariciaba la frente con los dedos -- ¿Que debo hacer, Hubert?
Por unos instantes, me dieron ganas de darme de golpes contra la almohada usando solo la cabeza (una de las únicas partes de mi cuerpo que estaban libres tras haberse tirado la chica sobre mí) y decirme todo el rato, "¿por qué a mí, por qué, por qué...?, pero tenía la esperanza de que algún día saldría finalmente de allí, por lo que traté de guardar la calma un poco más...solo un poco. —¡No son excusas, solo te digo la verdad! ¡Yo no tengo nada que ver con tu pelo! —exclamé quejándome de nuevo una vez la escuché. —¡Y quítate de encima, que me empieza a doler el cuerpo! Aunque, aquello que dijo antes Mimi sobre que alguien entrara en el cuarto y le quemara el pelo sonara algo absurdo, hizo que un leve escalofrío recorriera mi cuerpo. Si yo no le había hecho nada (no creo que fuera sonámbula) y ella estaba bien la última vez que la vi, ¿significaría que el causante había entrado en nuestra habitación cuando dormíamos?, ¿de verdad? La voz del pequeño Moo me hizo salir de mis pensamientos y dirigí mi mirada hacia él, quien le traía una especie de billete plateado a su entrenadora el cual, al parecer, se lo había encontrado en aquellos instantes. Lo observé durante unos instantes y de momento caí en la cuenta de que ahora podría aprovechar para escapar, ¡Mimi estaba distraída! ¡Adoro a ese Osawhott! Comencé a arrastrarme lentamente dentro de las sábanas tratando de que ella no lo notara, y cuando casi había metido mi cabeza por completo, la joven volvió a mirarme y rápidamente volví a mi posición anterior, tratando de aparentar normalidad. ¡Yo no había tratado de escaparme, para nada! ¿Y supongo que tampoco tendrás nada que ver con esto, verdad? Solté un leve suspiro y la miré, tanto con calma como con seriedad. —A ver, Mimi, te lo repito por enésima vez: yo no tengo ni idea de todo esto, estoy tan confundida como tú y es la primera noticia que tengo de este billete. Y además, solo piensa en ésto, desde que nos conocimos...¿alguna vez te he hecho yo algo malo? No, ¿verdad? Entonces, ¿por qué querría yo ahora quemarte el pelo, por diversión? Para nada, yo no soy de esa clase de personas y me gustaría que te quedara claro. —le expliqué finalmente mientras la miraba. —Y si quieres -y me dejas salir de aquí- te ayudaré a descubrir quién está detrás de todo esto, pero me gustaría que me creyeras. Esperaba que, por lo menos, aquello la hiciera entrar en razón. Además, yo también estaba concienciada en encontrar al culpable de todo este lío; a Liza White nunca se le debe de quitar horas de sueño de esta forma, o si no, debe atenderse a las consecuencuencias.