Baje la mirada rapido de la pantalla al escuchar la voz de Effy y antes de que pudiera responder a su primera pregunta ella me agarro de la muñeca e hizo que me pusiera delante de la gente junto a ella para ver mejor la batalla en la torre desafio. Luego de sonreirle y de esperar que terminara de hablar, me decidi a responder a sus dos preguntas. —Pues sí, acabo de llegar—Le dije sonriendo antes de ver la pantalla otra vez—y me entere de esa torre desafio por unas personas que murmuraban de ella...
—Ah, ya veo… Regresé mi atención a la batalla. Alpha y Rotom tenían un poco de dificultad contra aquel resistente Magcargo, pero él seguía teniendo la ventaja tras haber debilitado al Donphan. Y el montañero no sabía lo que le esperaba si llegaba a salir Milotic… a quien nunca me había enfrentado, ahora que lo pienso, todo lo que sabía de la fuerza de la Sirena de Venus era de lo que me habían contado Hubert y el propio Alpha… esperaba poder hacerlo algún día. —Mira, Alpha viene bastante bien… —señalé a la pantalla, donde el entrenador de Flame procedía con su nuevo comando.
Miraba atenta la batalla de Alpha y un montañero, sabia que ese rotom se me era conocido...era de Alpha, claro. No sabia con exactitud como iba el en el combate ya que acababa de llegar, pero por el ultimo comentario de Effy seguro que iba muy bien. —¿Como va él?—Le pregunte a Effy viendo la batalla.
Salí del lugar seguido por mi Charizard. Rápidamente fuimos hacía el centro pokémon y volvimos debido a qué notamos a Effy y Mitsuki en ese lugar. — ¿Qué tal estuve?— Pregunté no sin antes saludar.— ¿Mal? ¿Bien?
—Pues, nada mal —tuve que admitir, sonriéndole al muchacho que acababa de ingresar al centro. Pero la felicitación fue interrumpida cuando el gentío que había observado la pelea se percató de la presencia del muchacho; la gente se reunió en círculo a su alrededor, felicitándolo por su victoria y pidiendo autógrafos. Mitsu y yo nos alejamos de la multitud que agobiaba a Alpha y llegamos al mostrador donde esperamos hasta que se escapó y logró llegar allí para curar a sus pokémon. —Ya tienes un club de fans y todo —reí al verlo llegar.
Fui invadido por gente. — ¡Eh! ¡Espacio, por favor!— Grité ahogado entre la multitud.— Charizard, ¡Sácame de aquí!— De inmediato el dragón me logró liberar de la gente usando su poder aéreo, claro qué no fue para menos y la muchedumbre se volvió aún más loca. — No volveré a aparecer en publico.— Me quejé ante Effy montado en mi Charizard.
No fue difícil encontrar la Torre Desafío, porque destacaba por sobre las demás construcciones. —Mira, Spritzee —señalé, aferrándome a Pidgeotto y dirigiéndome al pequeño cuerpo rosa que nos seguía—. Aquello es nuevo tanto para tí como para Pidgeotto y yo. En este momento, estamos descubriendo algo juntos. Aquella paridad de conocimientos hizo que Spritzee se pusiera muy contenta. Levitó alrededor de nosotros felizmente durante el tiempo que duró el aterrizaje y la posterior entrada a la Torre.
Llegé un poco preocupada, de perder la pokéball del tipo dragón seria un desastre, le pregunté a Joy si había dejado una pokéball accidentalmente, y esta la había guardado para cuando regresara, me la devolvió, y me despedí de ella con una sonrisa, agradecida.
Reí un poco ante aquello; supongo que eran los gajes del oficio de ser un entrenador tan poderoso como Alpha. Era una carga que había que soportar. —La batalla se vio intensa desde aquí… estaba pensando en ir a probarla ahora, en modo difícil —comenté, ponderando sobre la idea. En eso, noté que Kim pasaba por el mostrador, recibía una pokebola de Joy y emprendía la vuelta por donde vino… pasó por nuestro lado, pero supongo que no nos vio… ¿a lo mejor había tenido la misma idea y se iba a probar la torre ella también?
Dado a mi preocupación, me di salteada a Effy y Alpha que estaban en medio de una "invasión" ¿De fanaticos? ¿Porque seria? Aunque bueno, dado que si fuera Alpha, estaria algo..."irritada" por tanta gente.
Aunque recordé en unos segundos de la ¡Torre Desafío! tal lugar que veía de vez en cuando su construcción, ya estaba terminada. —Seguro por eso Alpha estaba lleno de gente...—murmuré para mi misma, caminando donde la Torre se encontraba.
— Según yo esa estuvo mucho más intensa.— Le dije apuntando las pantallas del lugar. Ahí sé reproducían los mejores momentos de un entrenador de poca estatura y un levemente alterado castaño.— Creo que Hubert tuvo más problemas que yo.
Liberé a mi Skarmory y me monté en él antes de dirigirme a Effy. — Con permiso, yo me retiro. La próxima vez que nos veamos luchemos.— Le desafié.— Y trata de buscar a Ukita para irnos a la final de Acrílica. Sin más me fui volando.
Salí del Torre Desafío con una sonrisa en el rostro. Se sentía muy bien el tener una batalla así de difícil después de tantos días sin mantener una. Gregorio había mostrado mucha habilidad a pesar de la corta edad que aparentaba tener. Me pregunté qué sorpresas me depararía la Torre en mis futuras visitas. Sin embargo, más urgente que estas conjeturas era curar a Serperior, Maractus, Lucario y Tyranitar, pues ninguno se había visto exentos de heridas o de veneno. —¿Plusle? —dijo una vocecita desde el interior de mi morral. El pequeño pokémon de Brendan se asomó desde los interiores del bolso. Me miró con una sonrisa somnolienta. Le devolví el gesto ya acaricié su cabeza. —Te contaré en el camino —respondí—. Ya has dormido demasiado, llegó el momento de estirar las piernas. Vamos al Centro Pokémon. Así fue como mis pasos calmados dejaron huella en dirección al centro pokémon, seguidos por los saltitos de Plusle.
A último momento nuestro camino se desvió, y nos encontrábamos montados en Pidgeotto, levantando vuelo. El siguiente destino era Ciudad Barniz. Desaparecimos en el horizonte.
Me despedí de Alpha mientras esté salía volando, sonriente ante el prospecto de una nueva batalla la próxima vez que nos vieramos… y quizás esta vez Alpha no se iría súbitamente de ella, o al menos eso esperaba. Hice una nota mental de luego enviarle un mensaje a Ukita respecto al torneo, hace rato no lo veía ya. Pero antes que nada, encaré hacia la Torre Desafío; haber visto las batallas de Alpha y la de Hubert, en especial la de éste último, que fue más reñida y épica debía admitir, me había dado las ganas de probar aquella edificación que había estado esperando por casi tres años.
Abandoné victoriosa la Torre Desafío… ya volvería más adelante, a ver si podía encontrar un oponente que no se rindiera antes de acabar el combate. El oponente de Hubert fue feroz hasta el final; ojalá me emparejaran contra alguien como él en mi siguiente visita a la torre. Pasé por el centro pokémon, donde Joy y Togepi me felicitaron por la victoria, que habían estado observando desde la pantalla que transmitía en vivo las peleas que sucedían en la Torre Desafío. Ahora mismo, Kim había cambiado a su Conkeldurr por Pupitar, y Lantern seguramente tenía un movimiento tipo agua listo para aniquilarlo… me quedé viendo el combate por un rato, hasta que Blissey, Steelix y Florges estuvieron completamente curados y fueron regresados a la seguridad de mi bolso. Tras despedirme de las dos, encaré hacia fuera, monté en Skarmory (tras regresar a Marowak a su pokebola), y partí hacia un rumbo desconocido.
Al salir con la victoria en mi sonrisa de la Torre, con Conkeldurr fuimos a pie al centro pokémon, regresandole a su pokéball...lllegamos a donde Joy estaba esperando clientes, llegé y le entregé las tres pokéballs, y me senté a esperar.
Aerodactyl aterrizó en ciudad Tempera por lo que me baje de este de un salto y lo regrese a su pokeball, tras eso Typhlosion salio de su pokeball para hacerme compañia, tras caminar un poco notamos algo que no estaba desde la ultima que fuimos, era como una torre. Typhlosion y yo nos acercamos algo curiosos, tomamos un folleto de informacion, tras leerlo vi que era una torre para entrenar mas rapido por lo que sonrei para despues mirar a Typhlosion. —¡Esto es genial!—Le dije sonriendo a Typhlosion y este sonrio—¡Vamos a entrar!—Le dije sonriendo mientras entraba junto a Typhlosion.
Aterricé en medio de la ciudad y lo primero que hice fue ir al C.P. para curar a Fósforo y a Tyranitar. Los dos pokémon habían demostrado gran potencial en la pelea contra Alpha en el Lago Helado, era tiempo de un descanso. Al entrar saludé a la siempre amable enfermera Joy y le entregué las pokébolas de mi equipo, esperé unos minutos y luego estaban revitalizados, le agradecí a la mujer y salí del predio.