— Vale, lo has acabado.— Sonreí regresando a Gyarados.— Tú turno Garchomp, usa Llama Azul. MEGAGARCHOMP: Dragón/Tierra Poder Arena: potencia de sus movimientos x1.5 cuando está en efecto Tormenta de Arena. Salud: 41/216 Fuerza: 285 (35) Resistencia: 210 Agilidad: 2/3 (92 de Velocidad) Movimientos: -Lanzallamas (60 Potencia, Fuego) (Usos: 3/4) -Llama azul (20 Potencia, Dragón; además, quema) (Uso: 1/2) -Carga Dragón (70 Potencia, Dragón) (Usos: 0/3) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 2/4)
Regrese a Ataro tras ser debilitado y saque a Rai. —Surf. RAICHU: Eléctrico (Asesino) Electricidad Estática: si el rival usa un ataque de contacto, lanza un dado de tres caras, si sale 1, paralizado queda. Salud: 120/120 Fuerza: 210 (30) Resistencia: 135 Agilidad: 0/4 (140 de Velocidad) (30) Movimientos: -Surf (50 Potencia, Agua) -Onda Certera (70 Potencia, Lucha) (Usos: 3/3) -Golpe Roca (20 Potencia, Lucha) -Placaje Eléctrico (75 Potencia, Eléctrico; recibe 1/4 del Daño producido)
— Esquiva y Terremoto. MEGAGARCHOMP: Dragón/Tierra Poder Arena: potencia de sus movimientos x1.5 cuando está en efecto Tormenta de Arena. Salud: 41/216 Fuerza: 285 (35) Resistencia: 210 Agilidad: 1/3 (92 de Velocidad) Movimientos: -Lanzallamas (60 Potencia, Fuego) (Usos: 3/4) -Llama azul (20 Potencia, Dragón; además, quema) (Uso: 1/2) -Carga Dragón (70 Potencia, Dragón) (Usos: 0/3) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 1/4)
Regrese a Rai tras ser debilitada y saque a Mega, ya que era el único pokemon que me quedaba. —Hoja aguda. MEGANIUM: Planta (Resistente) Espesura: potencia de movimientos tipo planta x2 cuando sus PS bajan de 1/3 Salud: 85/190 (30) Fuerza: 165 Resistencia: 230 (30) Agilidad: 0/2 (80 de Velocidad) Movimientos: -Rayo Solar (70 Potencia, Planta, en el primer turno se recarga y en el segundo se ataca) -Hoja Aguda (60 Potencia, Planta) (Usos: 0/4) -Síntesis (Recupera 1/2 PS; la mitad de éstos con día soleado, nada con lluvia) (Usos: 2/2) -Hoja Mágica (30 Potencia, Planta; Ineludible) (Usos: 0/3)
— Esquiva y termina esto: Lanzallamas.— Mi Dragón dio un gran salto y abrió su hocico lanzando una gran esfera de fuego la cual impacto directo en Meganium.— Tiro perfecto.— Sonreí mientras el pokémon caía provocando un temblor por su peso.— Excelente trabajo Garchomp MEGAGARCHOMP: Dragón/Tierra Poder Arena: potencia de sus movimientos x1.5 cuando está en efecto Tormenta de Arena. Salud: 41/216 Fuerza: 285 (35) Resistencia: 210 Agilidad: 0/3 (92 de Velocidad) Movimientos: -Lanzallamas (60 Potencia, Fuego) (Usos: 2/4) -Llama azul (20 Potencia, Dragón; además, quema) (Uso: 1/2) -Carga Dragón (70 Potencia, Dragón) (Usos: 0/3) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 1/4)
Regrese a Mega tras ser debilitada, los cuatro pokemon que use dieron su mayor esfuerzo como siempre, y eso me alegraba mucho. —Mas entrenamiento...—Dije con una sonrisa de lado antes de acercarme a Alpha para estrechar su mano con una sonrisa—Buena batalla, Alpha.
Cuando ella se acerco estrechamos nuestras manos. — Tú igual lo has hecho genial, Meganium en mega me lo puso difícil.— Le comenté.— Sin este grandulon no lo lograba.— Sonreí acariciando la cabeza de un ya desmega-evolucionado Garchomp
Sonrei y mire su Garchomp. —La verdad, cuando Mega evoluciono y obtuvo su mega-evolucion se ha vuelto fuerte y tiene alta resistencia—Dije sonriendo para luego pensar en algo—Alpha...¿donde capturaste a tu Garchmp?—le pregunte con una leve sonrisa, obvio me refería a su primera fase.
— Veamos...— Empecé a recordar hasta que una escena sé me vino a la mente. *** Cuando fui reclutad por el equipo Gamma me dijeron que tendría cambiar mi equipo. Yo simplemente hice caso y ellos mostraron varias especies de pokémon ante mi para poder seleccionar, ninguno en particular me gustó. — ¿Y ese de ahí?— Pregunté. — Es un Garchomp, pokémon Dragón/Tierra de la región Sinnoh. Pero ese no te lo podemos dar, amigo.— Fue la respuesta que obtuve por parte del comandante Beta, quien me acogió en el equipo y notó potencial en mi. Luego de una media hora más estaba listo para ir por un Gible. En la Cueva Secreta, donde estos habitaban liberé a mi viejo Typhlosion (conseguido en Johto) para comenzar a buscar.... Una hora pasó desde entonces y logré encontrar un nido de Gible's protegido por un Gabite al cual lo derrotamos en poco y comencé a ver entre los asustados Gible's. Al final del nido sé encontraba el cual pasaría a ser mi pokémon: Un Dragón con aspecto de tiburón considerablemente más pequeño que sus hermanos. Éste sé encontraba dormido por lo cual lo desperté moviendole un poco. — Tú me gustas ¿Quieres venir conmigo? Té prometo hacerte fuerte.— Le sonreí. Su respuesta fue instantánea; Saltó a mis brazos y sé quedo dormido, lo interpreté como un sí y me largué del lugar. *** — Pues en la Cueva Secreta. Quieres ir, ¿Verdad?
— Vale, entonces vamos a la ruta 306.— Le comenté liberando a mi Skarmory y montándome en él.— Ruta 306, Vuela ya.
Asenti y antes de sacar a Doddy fui corriendo al CP para curar a mi equipo pokemon, una vez echo esto sali del centro pokemon y saque a doddy. —A la ruta 306—le dije y este asintio antes de tomar vuelo.
Habíamos estado sobrevolando Galeia por...¿cuánto? ¿Media hora, cuarenta minutos? En realidad ya había perdido la cuenta tras la décima vez en la que se había iniciado otra pelea entre mis dos pokémon evolucionadas de eevee. Ninguna de las dos se ponían de acuerdo en ir a un destino fijo, y Togekiss y yo lanzamos un suspiro de exasperación a la vez; ésto ya empezaba a ser demasiado exagerado. Casualmente nos encontrábamos sobrevolando Ciudad Barniz, y como yo ya no aguantaba ni un segundo más allí arriba con estas dos discutiendo sin parar (a parte de que Togekiss ya empezaba a estar agotada), decidí que pararíamos aquí mismo. Togekiss me miró con una inmensa alegría en su mirada al saber que al fin habría acabado este mal rato y sin pensárselo dos veces descendió justo en una pequeña plaza a las traseras de un parque algo solitario. Bajé de inmediato y me estiré soltando un leve quejido de dolor al sentir mis músculos agarrotados, mientras que Togekiss volvió sin previo aviso a su ball y las dos eeveevoluciones se pusieron a jugar, olvidando completamente su enfado anterior. —Es increible cómo pasan del enfado a la alegría sn cuestión de segundos...—murmuré con una leve gota de sudor en mi cabeza y una risita. Caminé hacia una pequeña fuente a mi lado, y comencé a beber del agua que expulsaba para saciar un poco la sed que tenía en esos instantes, que no era poca.
Mimi Honda El combate había terminado y la chica rubia se había alzado con la victoria. Había sido largo, emocionante y maravilloso. Estaba tan sumergida en la pelea que ni siquiera oí del todo las palabras que me había dirigido el chico lindo que se sentaba a mi lado, en el banco. Se había dirigido a mi y yo... Vaya, debía de gustarme mucho el combate. —¡Bravo!—exclamé feliz, mientras Moo y yo batíamos palmas la mar de felices—. ¡Un entretemiento interesante! ¡Ha sido divertido! Arrojé un par de monedas, porque eso es lo que hacía siempre que disfrutaba con un "show" callejero, pero al parecer ninguna de las combatientes lo notó. En su lugar salieron de ese sitio rojo y blanco... el centro pokémon, supongo, y se acercaron y comenzaron a hablar con el chico mono del banco. ¡Delante de mis narices! ¡Ni siquiera me habían visto! ¡Y el chico se veía tan tierno y animado...! ¿Emily, había dicho él? Observaba el intercambio de palabras con gesto torcido. Cuando la susodicha se fue, yo me volví hacia él y le palmeé el hombro. Mi expresión era serena, tranquila... pero la sangre me ardía en las venas. Temblaba de rabia. —Disculpa—empecé, mi tono peligrosamente suave, mis manos se cerraron en puños— ¿No estabas hablando conmigo?
Sentí como la chica con la que antes había intentado hablar antes tocaba mi hombro y me hablaba. Le miré y le sonreí amablemente, aunque sabía que había sido de mala educación no haberla presentado a Effy y Emily, aunque como ni siquiera sabía su nombre el haberla presentado lo consideraba muy difícil. — Claro... me presenté de hecho — reí levemente, al parecer no me había escuchado — Mi nombre es Dante, un placer.— Mawile se sentó en mis piernas y saludó alegremente a la chica frente a mi, a ella le encantaba conocer personas nuevas
Doddy aterrizo al frente del CP, y tras bajarme de el. Lo regrese y me sente en una banca de la ciudad, donde saque a mi nuevo miembro del equipo. —Hola....Gib—Le salude sonriendo a Gible mientras este me miraba curiosa—oh...Gib sera tu mote—Le dije antes de que este sonriera y saltara a mi lado en la banca.
Tras un rato mirando al suelo y balanceándome, me levanté para estirarme levemente. Miré a los alrededores y encontré a una persona bebiendo agua de una fuente. No era mala idea beber un poco de agua despues de esa dura batalla así que me dirigí a la zona y me quedé esperando hasta que la otra chica acabase.
Mimi Honda —Dante... —susurré, como saboreando cada sílaba. Era un nombre raro, como de príncipe o así—. Bueno, Dante... no estás nada mal para ser del populacho... —sonreí genuinamente. ¿Cuántos años tendría? ¿le gustarían las rubias monas y ricas como yo? ... sacudí la cabeza y extraje de nuevo la libreta de mi bolso de mano, y se la tendí con un ligero ademán. —Aún tienes que prepararme todo lo que está en esta lista, y date prisa porque mi pokémon y yo llevamos mucho tiempo esperando y estamos famélicos... —comenté, ojos cerrados, expresión seria. Mi estómago gruñía presa de la desesperación—. No olvides asar bien el filete, me gusta bien hecho, una pizca de sal y pimienta con.. ¡Que horror! —chillé de pronto, palideciendo de súbito mientras con un dedo tembloroso señalaba el extraño "ser" apostillado sobre las piernas de mi próximo novio —¿Qué es esa cosa? Moo se acercó y le tendió una mano con cordialidad... pero yo estaba aterrada.
— Ah...¿gracias? — era de notar que aquella chica sabía decir lo que pensaba de una manera fácil, y mientras tanto yo, procuraba no mostrarme tan impactado ante sus palabras como cuando Emily dijo algo familiar, en toda mi vida no había llamado la atención, de hecho siempre había pasado desapercibido, era un giro bastante extraño el ahora tener tanta atención encima mio. Empezó a buscar en su bolso hasta encontrar una especie de libreta y la tomé cuando me la ofreció, miré la libreta algo curioso explorando su contenido mientras le escuchaba darme indicaciones de lo que debía hacer y esa clase de cosas, en ese preciso momento me sentía como un sirviente que tenía que hacer todo por su ama, no es que no estuviera familiarizado con las ordenes, de hecho para sustentar a mi hermana y a mi tuve que trabajar un poco (cosas sencillas aptas para un niño en ese entonces). — ¿Y donde pretendes que yo haga esto?...— murmuré mirando como Mawile rápidamente se refugiaba detrás mio, asustada por el repentino grito de la chica — Es mi Mawile, no es una cosa — aclaré tranquilo sacando su pokebola y regresandola, así tal vez ella podría estar mas tranquila — Pero por cierto...¿podrías decirme la razón por la cual yo... haría esto? — cerré la libreta, mas no se la devolví, la conserve en la palma de mi mano, si me daba una buena razón consideraría hacer de chef, pero así de la nada... era muy extraño — Creo que sería mas fácil y cómodo para ti, ir y pedirlo en algún restaurante cercano de Barniz, ¿no crees?
Mimi Honda El empezó a hacer preguntas, parecía confuso... ¿por qué confuso? ¿Acaso no estaba acostumbrado a hacer esa clase de cosas para gente como yo? —Pues apáñatelas tu solito, chico, yo sólo soy una cliente en toda esta historia—dije, encogiéndome vagamente de hombros. Moo se acercó a mis pies y yo lo tomé en mis brazos—. Y el cliente siempre, siempre tiene la razón. Su pokémon corrió a esconderse tras él, y yo puse los ojos en blanco, mientras él explicaba el nombre de la "cosa" con total tranquilidad y lo guardaba en su pokéball. Que bicho tan extraño... Dante siguió hablando y diciendo cosas que poco me interesaban, hasta que en un determinado momento dejó de dar rodeos y fue directo al grano de la cuestión. ¿Qué por qué tenía que hacer todo eso? ¡Tenía la desfachatez de preguntarme eso! ¡A mi! ¡A Mimi Honda! —¡Pues porque tengo hambre, baka! —exclamé como si eso lo explicase todo, abriendo los brazos como si así pudiese abarcar la magnitud de mis propia idea. Empezaba a exasperarme... ¡y el muy... muy se había quedado con mi libreta! —los restaurantes son tan meinstream... —resoplé, algo harta. Este chico era tan... uff, frustrante. Le di una patada al suelo en un arranque de rabieta casi infantil, enfrentándole cara a cara— ¡Y devuélveme la libreta! ¡Es una agenda de Johto muy cara!